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Lección 21

Arresto de Pablo en Jerusalén

Texto bíblico: Hechos 21: 27-40

Objetivo: Que los alumnos comprendan el amor de Pablo hacia el Señor, puesto de manifiesto en
la entrega incondicional del apóstol.
Que conozcan sobre la existencia de muchos hermanos que en la actualidad, del mismo modo que
Pablo, se exponen a situaciones difíciles, por amor al Señor.
Que comprueben el cuidado de Dios hacia Pablo y hacia todos los que arriesgan su vida por
predicar su palabra.

Introducción:Se conversará con los niños sobre situaciones en las que el maestro y los propios
niños hayan sentido que se había cometido una injusticia contra ellos. Es bueno que los alumnos
también compartan alguna breve experiencia sobre una acusación o reprimenda recibida, que no
merecían.
No es justo que lo culpen a unopor algo que no hizo. Esto le pasó a Pablo en una ciudad a la que
fue a predicar.

Contenido de la lección: Un día, estando Pablo en el Templo, vinieron unos judíos de Asia y
alborotando a la gente de la ciudad en contra de él, comenzaron a gritar pidiendo ayuda a los
varones israelitas para apresarlo acusándolo de ser un hombre que iba por todas partes hablando
en contra del pueblo, de la ley y de ese lugar. Esto no era cierto. Pablo solamenteenseñaba las
escrituras y predicaba con denuedo acerca de Jesús. Pero toda la gente de la ciudad se alborotó y
pronto se reunió una gran multitud. Tomaron a Pablo, lo sacaron del templo y de inmediato
cerraron las puertas.
Comenzaron a golpearlo y cuando estaban a punto de matarlo, el jefe del batallón de soldados
romanos, se enteró de lo que estaban haciendo. Tomó entonces a un grupo de soldados y oficiales
y fue al lugar. Cuando la gente los vio llegar, dejaron de golpearlo. El jefe arrestó a Pablo y ordenó
que le pusieran cadenas y recién ahí, luego de encadenarlo, preguntó quién era y qué había hecho.
Estos hombres que golpearon al apóstol, sabían muy bien de su trabajo eficaz en Asia. Su
estrategia fue desacreditarlo, Como Jerusalén estaba bajo el control de Roma, las autoridades
romanas debían investigar cualquier tumulto en la ciudad. La persona a cargo era Claudio Lisias
que encabezaba un grupo especial de soldados romanos.
Este tribuno le preguntó a la gente:_” ¿Quién es este hombre?”“¿Qué ha hecho?”. Pero unos
gritaban una cosa y otros, otra. Y era tanto el escándalo que hacían, que el comandante no pudo
averiguar lo que pasaba. Entonces les ordenó a los soldados que llevaran a Pablo a la fortaleza
(cuartel). Cuando llegaron, los soldados lo tuvieron quellevar en andas, pues la gente estaba
furiosa y pedían que lo matasen.
Cuando comenzaron a meter a Pablo en la fortaleza, le dijo al tribuno (jefe): _“¿Puedo hablar con
usted un momento?”. El jefe se extrañó de oírlo hablar en griego y le preguntó si él era aquel
egipcio que hacía un tiempo atrás había iniciado una rebelión contra el gobierno de Roma,
llevándose al desierto cuatro mil guerrilleros.
Pablo le contestó que él no era ese hombre. Le explicó que él era judío, nacido en Tarso,
ciudadano de la importante provincia de Cilicia, y le pidió permiso para poder conversar con la
gente.
Al hablar en griego, Pablo mostró que era un hombre culto y no un rebelde cualquiera que iniciaba
alborotos en las calles. Su forma de hablar llamó la atención del tribuno y este le dio protección y
la oportunidad de presentar su defensa.
Nota: en el año 54 d.C., un egipcio había conducido una revuelta en Jerusalén y luego desapareció;
el tribuno pensó que Pablo era este rebelde.
Entonces, el tribuno le permitió a Pablo que hablase. Estando en pie en las gradas hizo señal con la
mano al pueblo y cuando se hizo silencio, comenzó a hablar en lengua hebrea, tratando de
defenderse.
Pablo habló en arameo, el lenguaje de los palestinos judíos. Lo hizo no sólo para comunicarse en la
lengua de aquellos que lo oían, sino también para demostrar que era un judío devoto, que
respetaba las leyes y las costumbres del pueblo de Israel.
Pablo testificó explicando cómo alcanzó la fe en Cristo y exponiendo el evangelio.
Pero no fue suficiente para esta gente que estaba realmente enfurecida con él y querían su
muerte.
Entonces lo llevaron a la fortaleza. Iba a ser azotado, pero cuando descubrieron que Pablo era un
ciudadano romano, tuvieron temor y no lo hicieron.
Pablo arriesgó su vida al predicar la Palabra y dar su testimonio ante una multitud que lo
aborrecía; pero él solo cumplía con el mandato del Señor:“Predicad el evangelio”. Dios guardó su
vida, lo protegió y en esta oportunidad, evitó que fuese azotado.
Hoy en día, en varios países del mundo, hay cristianos que son perseguidos, maltratados,
apresados y a quienes se les da muerte por predicar el evangelio. Su “delito” es amar a Dios y
cumplir con su mandato.
Cada día, recordemos a estos hermanos que sufren y oremos por ellospara que el Señor los
proteja y evite que sufran; que la fortaleza de Dios afirme la fe en sus corazones y sientan que Él
los ama y prometió que nunca los dejaría solos.

Desarrollo de la lección:
Nivel 1: ¿Se acuerdan de Pablo, el misionero? Hoy vamos a escuchar una historia que está en la
Biblia, como todas las historias que oímos en la clase. Esta vez Pablo llegó a una ciudad que se
llama Jerusalén. Ahí no querían que Pablo contara nada de Jesús. La gente era muy mala, y cuando
él comenzó a hablar, empezaron a hacer un alboroto y a gritar todos juntos; nadie entendía nada.
Fue tanto el lío que hicieron que tuvieron que venir unos soldados y llevar a Pablo rápido para el
cuartel. Cuando llegaron ahí, los soldados, que también eran muy malos, empezaron a pegarle.
¡Pobre Pablo! Él no había hecho nada, solamente quería contarles que Jesús los amaba y a
cambioestaba recibiendo muchos golpes. Ya estaba todo lastimado cuando por fin llegó el jefe de
los soldados y lo llevó al lugar delante de la persona más importante del lugar. Cuando llegó Pablo
le explicó que él no había hecho nada y que no era ningún ladrón. Le contó que quería predicar a
las personas, pero no quisieron escucharlo. Igualmente este hombre importante le dijo que no lo
iban a arrestar ni le iban a pegar más, pero que se fuera de allí.
El Señor salvó a Pablo de que lo lastimaran más. Como estamos escuchando en todas estas
lecciones Pablo era muy valiente y no le importaba que lo lastimaran, lo único que quería era que
mucha gente creyera en el Señor Jesús.
Ahora también hay misioneros, hermanos que van a otros países y ciudades donde no conocen a
Jesús. Y ¿saben qué? Algunos van a lugares donde no se puede hablar de Jesús, pero son valientes
y van igual, porque es muy importante que toda la gente pueda conocer al Señor Jesús.
Nosotros hoy vamos a orar por todos estos hermanos que están sufriendo en otros países por
predicar, y también vamos a acordarnos de orar en casa con nuestra familia por ellos.

Nivel 2:Un día, estando Pablo en el Templo, vinieron unos judíos de Asia y alborotando a la gente
de la ciudad en contra de él, comenzaron a gritar pidiendo ayuda a los varones israelitas para
apresarlo acusándolo de ser un hombre que iba por todas partes hablando en contra del pueblo,
de la ley y de ese lugar. Esto no era cierto. Pablo solamente enseñaba las escrituras y predicaba
con denuedo acerca de Jesús. Pero toda la gente de la ciudad se alborotó y pronto se reunió una
gran multitud. Tomaron a Pablo, lo sacaron del templo y de inmediato cerraron las puertas.
Comenzaron a golpearlo y cuando estaban a punto de matarlo, el jefe del batallón de soldados
romanos, se enteró de lo que estaban haciendo. Tomó entonces a un grupo de soldados y oficiales
y fue al lugar. Cuando la gente los vio llegar, dejaron de golpearlo. El jefe arrestó a Pablo y ordenó
que le pusieran cadenas y recién ahí, luego de encadenarlo, preguntó quién era y qué había hecho.
Estos hombres que golpearon al apóstol, sabían muy bien de su trabajo eficaz en Asia. Su
estrategia fue desacreditarlo, Como Jerusalén estaba bajo el control de Roma, las autoridades
romanas debían investigar cualquier tumulto en la ciudad. La persona a cargo era Claudio Lisias
que encabezaba un grupo especial de soldados romanos.
Este tribuno le preguntó a la gente:_” ¿Quién es este hombre?” “¿Qué ha hecho?”. Pero unos
gritaban una cosa y otros, otra. Y era tanto el escándalo que hacían, que el comandante no pudo
averiguar lo que pasaba. Entonces les ordenó a los soldados que llevaran a Pablo a la fortaleza
(cuartel). Cuando llegaron, los soldados lo tuvieron que llevar en andas, pues la gente estaba
furiosa y pedían que lo matasen.
Cuando llegaron Pabló pidió permiso para hablar. Entonces el tribuno se lo permitió. Estando en
pie en las gradas hizo señal con la mano al pueblo y cuando se hizo silencio, comenzó a hablar en
lengua hebrea, tratando de defenderse.
Pablo testificó explicando cómo alcanzó la fe en Cristo y exponiendo el evangelio.
Pero no fue suficiente para esta gente que estaba realmente enfurecida con él y querían su
muerte.
Entonces lo llevaron a la fortaleza. Iba a ser azotado, pero cuando descubrieron que Pablo era un
ciudadano romano, tuvieron temor y no lo hicieron.
Pablo arriesgó su vida al predicar la Palabra y dar su testimonio ante una multitud que lo
aborrecía; pero él solo cumplía con el mandato del Señor: “Predicad el evangelio”. Dios guardó su
vida, lo protegió y en esta oportunidad, evitó que fuese azotado.
Hoy en día, en varios países del mundo, hay cristianos que son perseguidos, maltratados,
apresados y a quienes se les da muerte por predicar el evangelio. Su “delito” es amar a Dios y
cumplir con su mandato.
Cada día, recordemos a estos hermanos que sufren y oremos por ellos para que el Señor los
proteja y evite que sufran; que la fortaleza de Dios afirme la fe en sus corazones y sientan que Él
los ama y prometió que nunca los dejaría solos.
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Actividades:
Clase 1, 2, 3 y 4: En esta clase los niños prepararán una tarjeta que será un recordatorio de oración
por los misioneros. La llevarán a sus casas, podrá tener imán para que quede pegada en algún
lugar de la casa donde pueda verla toda la familia. Puede ser un dibujo, tener los nombres de
misioneros que estén relacionados con la congregación, un lugar para marcar los días que se
acordaron de orar, o cualquier otro elemento que el maestro considere conveniente.
(Hay diferentes modelos que se pueden utilizar, o elegir otro modelo que el maestro prefiera)
Lección 21

Arresto de Pablo en Jerusalén


Lección 21

Arresto de Pablo en Jerusalén


Clase 22

Conspiración para matar a Pablo

Texto bíblico: Hechos 23:12-35

Objetivo: Que los niños vean cómo el Señor está atento a guardar nuestras vidas.
Que reconozcan la importancia de estar siempre dispuestos para ser útiles a sus propósitos.

Introducción: Para introducir esta lección se jugará con los niños a un juego que consiste en lo
siguiente: uno de los niños tendrá los ojos vendados y deberá caminar por un camino con
obstáculos. El objetivo del juego será que el niño no toque los obstáculos, y para eso recibirá la
ayuda de sus compañeros. Lo irán guiando entre todos.
Así como fuimos ayudando a cada uno que tenía que hacer el recorrido, hoy vamos a escuchar una
lección donde Dios cuidó a Pablo y lo hizo a través de un joven como ustedes.

Contenido de la lección: Estando preso en la fortaleza, una noche el Señor Jesús se le apareció a
Pablo y le dijo: _“Ten ánimo, porque así como has hablado de mí en Jerusalén, también lo harás en
Roma”. Dios le estaba confirmando una vez más su ministerio.
Al día siguiente, unos cuarenta hombres judíos se pusieron de acuerdo para matar a Pablo. Fueron
entonces a ver a los sacerdotes principales y a los líderes del país y les dijeron que habían jurado
no comer ni beber nada hasta que hubiesen matado a Pablo. De esta manera, querían presionar a
los líderes religiosos.
Ellos tenían preparado un plan: los principales sacerdotes debían pedirle al tribuno que trajese a
Pablo ante ellos para aclarar algunas cuestiones y para hacerle algunas preguntas más. Cuando
Pablo estuviese próximo a llegar, estarían preparados para matarle. Ya tenían todo listo; otro
homicidio estaba planificado, como lo hicieron con Jesús.
Pero un sobrino de Pablo se dio cuenta de lo que planeaban y fue a avisarle a la fortaleza, para que
tuviese la oportunidad de protegerse y no sufrir ningún daño.
Pablo llamó a uno de los capitanes romanos (centuriones) y les dijo que por favor llevase a este
muchacho ante el tribuno, pues tenía algo para comunicarle.
Nota: En Hechos 23:16 encontramos la única referencia bíblica de la familia de Pablo. Es posible
que su sobrino fuera a verlo cuando estaba bajo custodia, ya que los prisioneros romanos tenían
acceso a sus parientes y amigos, los que podían llevarles alimentos y algunas comodidades.
El capitán lo llevó ante el tribuno para que este joven pudiese hablar con él. Cuando estuvieron
solos, el tribuno le preguntó qué cosa importante tenía para decirle. Entonces, en ese momento,
les contó el plan que había escuchado: que le iban a pedir que lleve a Pablo ante la corte para
interrogarlo, pero que en realidad, cuando lo estuviesen trasladando, lo matarían antes de llegar.
El tribuno despidió al joven y le pidió que no comentase nada de esto con nadie y que esa
conversación quedase en secreto. Luego, llamó a dos centuriones y les ordenó que
preparasendoscientos soldados a pie, setenta soldados a caballo y doscientos soldados con
lanzas. También debían preparar un caballo para Pablo y a las nueve de la noche llevarlo a Cesarea
para presentarlo ante el gobernador Félix; les dio una recomendación muy
importante:_“Asegúrense de que a Pablo no le pase nada malo”.
Jerusalén era la sede del gobierno judío, pero Cesarea era el cuartel general romano de la región.
Félix era el gobernador romano de Judea. Él dirigía el ejército, mantenía la paz y recolectaba los
impuestos.
Junto con los soldados, el tribuno Claudio Lisias, escribió una carta y se la envió al gobernador. En
ella, le explicaba que los líderes judíos habían arrestado a Pablo y que pretendían matarlo pero
que él lo protegió cuando descubrió que era un ciudadano romano. Que lo acusaban de cuestiones
que tenían que ver con la ley judía, pero que a su parecer este no era un delito para matarlo o
apresarlo. Por esta causa se lo enviaba a él, para que atendiese el caso y tomase una decisión.
Los soldados cumplieron las órdenes de su jefe, y por la noche llevaron a Pablo a la fortaleza de
Antípatris. Al día siguiente un grupo de soldados regresaron a Jerusalén y los que iban a caballo
continuaron viaje con Pablo. Cuando llegaron a Cesarea, se presentaron ante el gobernador Félix y
le entregaron a Pablo junto con la carta.
Luego de leerla, el gobernador le dijo a Pablo que iba a escuchar lo que tuviese que decir cuando
vinieran aquellos que lo acusaban. Mientras tanto ordenó a un grupo de soldados que se llevasen
a Pablo y que lo vigilaran bien.
Hubo un complot para matar a Pablo, pero como siempre, Dios tenía el control. Primero, usó a un
muchacho para proteger la vida de su siervo poniéndolo sobre aviso de lo que iba a suceder y
luego un ejército lo custodió.
Dios obra de formas extraordinarias; había muchas maneras que Él podía usar para llevar a Pablo
hasta Cesarea, pero escogió un ejército romano para librarlo de sus enemigos.
Los caminos de Dios no son los nuestros; Él cuida a sus hijos, los guarda del mal; no debemos
pedirle a Dios que actúe de una determinada manera o que lo haga como lo haríamos nosotros.
Cuando Dios interviene, lo hace de una forma maravillosa, inesperada y eligiendo la que es mejor
para nuestras vidas.

Desarrollo de la lección:
Nivel 1: La historia de hoy, nos cuenta que Pablo, el misionero, estaba preso. Pero él siempre
quería predicar, entonces cuando le preguntaron qué había hecho y él les habló de Jesús, de su
amor y de todo lo que había enseñado.
Entonces el que lo interrogó le dijo que lo iba a enviar a Roma para que hablara con un jefe mayor.
Estaba todo preparado para que Pablo viajara a Roma, pero uno hombres que lo odiaban
planearon matarlo en el viaje. Pero como Dios siempre está atento a todo lo que nos pasa, hizo
que un sobrino de Pablo escuchara a estos hombres que iban a matarlos.
El sobrino fue muy rápido y pidió permiso para contarle a Pablo lo que había escuchado. Pablo
entonces les dijo a los soldados que lo cuidaban que llevaran al sobrino a hablar con el capitán
para que le contara lo que había escuchado.
Cuando se enteraron de lo que iban a hacer estos hombres malos, arreglaron el viaje por otro
camino. Y de esta forma no pudieron matar a Pablo.
Dios fue quien cuidó a Pablo, y así como lo cuidó a él, nos cuida siempre a nosotros.
Vamos a darle gracias al Señor porque nos cuida siempre.

Nivel 2:Estando preso en la fortaleza, una noche el Señor Jesús se le apareció a Pablo y le dijo:
“Ten ánimo, porque así como has hablado de mí en Jerusalén. También lo harás en Roma”. Dios le
estaba confirmando una vez más su ministerio.
Al día siguiente unos cuarenta hombres judíos se pusieron de acuerdo para matar a Pablo. Fueron
entonces a ver a los sacerdotes principales y a los líderes del país y les dijeron que habían jurado
no comer ni beber nada hasta que hayan matado a Pablo. De esta manera, querían presionar a los
líderes religiosos.
Ellos tenían preparado un plan: los principales sacerdotes debían pedirle al tribuno que trajese a
Pablo ante ellos para aclarar algunas cuestiones y para hacerle algunas preguntas más. Cuando
Pablo estuviese próximo a llegar, estarían preparados para matarle.. Ya tenían todo listo; otro
homicidio estaba planificado, como lo hicieron con Jesús.
Pero un sobrino de Pablo se dio cuenta de lo que planeaban y fue a avisarle a la fortaleza, para que
tuviese la oportunidad de protegerse y no sufrir ningún daño.
Pablo llamó a uno de los capitanes romanos (centuriones) y les dijo que por favor llevase a este
muchacho ante el tribuno, pues tenía algo para comunicarle.
El capitán lo llevó ante el tribuno para que este joven pudiese hablar con él. Cuando estuvieron
solos, el tribuno le preguntó qué cosa importante tenía para decirle. Entonces, en ese momento,
les contó el plan que había escuchado: que le iban a pedir que lleve a Pablo ante la corte para
interrogarlo, pero que en realidad, cuando lo estuviesen trasladando, lo matarían antes de llegar.
El tribuno despidió al joven y le pidió que no comentase nada de esto con nadie y que esa
conversación quedase en secreto. Luego, llamó a dos centuriones y les ordenó que preparasen
doscientos soldados a pie, setenta soldados a caballo y doscientos soldados con lanzas. También
debían preparar un caballo para Pablo y a las nueve de la noche llevarlo a Cesarea para
presentarlo ante el gobernador Félix; les dio una recomendación muy importante:_ “Asegúrense
de que a Pablo no le pase nada malo”.
Junto con los soldados, el tribuno Claudio Lisias, escribió una carta y se la envió al gobernador. En
ella, le explicaba que los líderes judíos habían arrestado a Pablo y que pretendían matarlo pero
que él lo protegió cuando descubrió que era un ciudadano romano. Que lo acusaban de cuestiones
que tenían que ver con la ley judía, pero que a su parecer este no era un delito para matarlo o
apresarlo. Por esta causa se lo enviaba a él, para que atendiese el caso y tomase una decisión.
Los soldados cumplieron las órdenes de su jefe, y por la noche llevaron a Pablo a la fortaleza de
Antípatris. Al día siguiente un grupo de soldados regresaron a Jerusalén y los que iban a caballo
continuaron viaje con Pablo. Cuando llegaron a Cesarea, se presentaron ante el gobernador Félix y
le entregaron a Pablo junto con la carta.
Luego de leerla, el gobernador le dijo a Pablo que iba a escuchar lo que tuviese que decir cuando
vinieran aquellos que lo acusaban. Mientras tanto ordenó a un grupo de soldados que se llevasen
a Pablo y que lo vigilaran bien.
Hubo un complot para matar a Pablo, pero como siempre, Dios tenía el control. Primero, usó a un
muchacho para proteger la vida de su siervo poniéndolo sobre aviso de lo que iba a suceder y
luego un ejército lo custodió.
Dios obra de formas extraordinarias; había muchas maneras que Él podía usar para llevar a Pablo
hasta Cesarea, pero escogió un ejército romano para librarlo de sus enemigos.
Los caminos de Dios no son los nuestros; Él cuida a sus hijos, los guarda del mal; no debemos
pedirle a Dios que actúe de una determinada manera o que lo haga como lo haríamos nosotros.
Cuando Dios interviene, lo hace de una forma maravillosa, inesperada y eligiendo la que es mejor
para nuestras vidas.

Actividades:
Clases 1 y 2: En esta clase el maestro propondrá a los alumnos dibujar los lugares donde ellos
están y sienten que Dios los cuida. Pueden dibujar con lápiz negro y luego pintarlo con la técnica
que el maestro considere apropiada.

Clases 3 y 4: Escribe cuales son las cosas que te dan miedo. Luego oraremos todos juntos para que
Dios nos cuide y podemos estar seguros de eso y no tener más temor.
Clase 22

Conspiración para matar a Pablo


Clases 1 y 2: Dibuja los lugares donde sientes que Dios te cuida.
Clase 22

Conspiración para matar a Pablo


Clases 3 y 4: Escribe cuales son las cosas que te dan miedo. Luego oraremos todos juntos para que
Dios nos cuide y podemos estar seguros de eso y no tener más temor.
Lección 23

Pablo viaja a Roma, la tempestad y el naufragio

Texto bíblico: Hechos 27

Objetivo: Que los alumnos sepan que por predicar la Palabra podemos sufrir, pero el Señor estará
siempre a nuestro lado.

Introducción: Se llevará a la clase un recipiente con agua. La tarea de los niños será la de construir
barcos que pueden ser de papel, de corcho, goma eva o cualquier otro material que flote. Una vez
que lo realicen se prenderá un ventilador, y se verá qué pasa con los barcos. Muchos se van a
hundir. Algo parecido a lo que nos pasó con los barcos que hicimos es lo que le pasó a Pablo en
uno de sus viajes.

Contenido de la lección:
Nota: Estando Pablo preso, los representantes del Sanedrín se presentaron ante Félix y lo
acusaron de sedición, de profanar el Templo quejándose de que Lisias les había arrebatado a su
prisionero. (24:1-9).
Pablo se defendió de estas acusaciones y aunque quedó preso, podía recibir a sus amigos.
Cuando Festo sucedió a Félix, hacía ya dos años que Pablo estaba encarcelado. Festo propuso a
Pablo ser juzgado en Jerusalén, pero él sabía que los judíos aprovecharían para darle muerte si
subía allí y como era ciudadano romano, apeló al César (25:1-9).
Al hacer este pedido, el gobernador quedaba fuera de la causa y tenía que enviar al preso a Roma.
Al leer el capítulo 27:1-2,nos damos cuenta de que Lucas acompañó a Pablo en su viaje.
En otoño del mismo año (probablemente en 59) el preso fue mandado a Roma.
Cuando se decidió que debían navegar para Italia, Pablo junto a otros presos quedaron bajo la
custodia de un centurión llamado Julio y se embarcaron en una nave que se dirigía hacia los
puertos de Asia; para evitar los mares abiertos, seguían la línea costera. Pablo había iniciado en
Cesarea su viaje de tres mil doscientos km hacia Roma.
Al día siguiente llegaron a Sidón y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a
los amigos para ser atendido por ellos. Desde allí continuaron navegando y arribaron a Mina,
ciudad de Licia. Allí tomaron una embarcación rumbo a Italia.
Siguieron navegando, siempre por la línea de la costa y pasaron Grido, Creta, Cabo Salomón
llegando a un lugar llamado Buenos Puertos. Iban en una navegación peligrosa, con mal tiempo y
mucho viento. Las embarcaciones no usaban brújulas, se guiaban por las estrellas. Cuando estaba
nublado era casi imposible navegar y muy peligroso hacerlo. Navegar en septiembre era difícil y
casi imposible en noviembre. Este hecho ocurrió en octubre.
Pero a pesar de que este no era el mejor tiempo para navegar, el capitán y el patrón de la nave no
querían pasar el invierno allí, así que se arriesgaron y zarparon rumbo a Fenice, en puerto de Creta
con la idea a pasar el invierno allí. No escucharon a Pablo (27:9-11) que les aconsejaba
permanecer allí.
Se sintieron animados, pues soplaba una favorable brisa del Sur. Al poco tiempo comenzó a soplar
contra la nave un viento huracanado (Euroclidón) y se levantó una tormenta fatal; se abatió sobre
ellos un furioso viento. No podían controlar la embarcación, así que arriaron las velas y quedaron a
la deriva.
Aligerando la nave todo lo posible, soportaron este viento furioso durante casi dos semanas
navegando hacia el oeste. Por todo ese tiempo no aparecieron ni el sol ni las estrellas.
Todos estaban desanimados, pues creían que iban a morir. Pero Pablo mantuvo la calma y levantó
el ánimo de la tripulación y de sus compañeros de viaje. Les habló y les aseguró que todos se
salvarían, pues un ángel del Señor se le había aparecido y le había asegurado que llegarían a tierra
sanos y salvos (27:23-26).
A la decimocuarta noche, siendo llevados a través del Mar Adriático, los marineros sospecharon
que estaban cerca de tierra y echaron sonda ( el sondeo se hacía echando una cuerda con peso,
marcando la línea en el agua. Cuando llegaba al fondo, los navegantes podían saber la profundidad
del agua por las marcas de la cuerda). Cuando vieron que era poco profundo echaron anclas y
decidieron esperar que se hiciese de día.
Al amanecer, Pablo los exhortó, diciéndoles que comieran, que estuvieran tranquilos, que nada les
iba a suceder. Así que tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos y comenzó a comer.
Entonces, los demás, teniendo mejor ánimo comieron también. En total, había en la nave,
doscientas setenta y seis personas.
Cuando se hizo de día vieron una ensenada con una playa. Cortaron los cables de las anclas e
intentaron llegar con la nave hasta la arena. Pero la embarcación había encallado y comenzó a
romperse por la fuerza de las olas.
Entonces los soldados quisieron matar a los presos para que ninguno escapase nadando, pues
ellos, en caso de fuga, pagarían con sus vidas.
Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, les impidió este intento y ordenó que todos
abandonen la nave; algunos lo hicieron nadando, y otros flotaban en tablas. Pero todos llegaron a
tierra. La decisión que tomó Julio, el oficial de más alto rango, preservó la vida de Pablo y se
cumplió la Palabra de que todos los que estaban en la nave serían salvos.
Aunque se vivieron dramáticos momentos, Pablo mantuvo su fe, calmando a los demás, dándoles
ánimo cuando parecía que no había esperanza para ninguno. Nos dio un claro ejemplo de cómo
debería ser el comportamiento de un cristiano ante el peligro: “Esperar y confiar en Dios”.

Desarrollo de la lección:
Nivel 1: Hoy vamos a escuchar una historia increíble, que vivió Pablo, cuando lo llevaban preso a
otra ciudad. Para llegar allí, había que ir en barco. Pero el clima no era bueno, había viento y
tormentas muy peligrosas. Todos subieron al barco: el capitán, el dueño, los soldados, los presos y
Pablo. ¡Pobre Pablo!¡Cuánto sufrió por hablar de Jesús!
Al fin decidieron salir a pesar del mal tiempo. Pero en medio del viaje, la tormenta empezó a
crecer y crecer, tanto que comenzaron a hundirse. ¡Fue terrible! Todos se asustaron. Los soldados
no sabían qué hacer, porque se podían escapar los presos, y si se escapaban ellos iban a ser
castigados.
Pero Pablo, que siempre confiaba en el Señor y sabía que él lo ayudaría, se puso a orar.
Entonces empezó a tranquilizar a todos, a los soldados les dijo que no se preocuparan y dejarana
los presos nadar hasta la orilla, porque Dios le había dicho que ninguno se iba a escapar.
Y así pasó, los que sabían nadar, nadaban, otros se sostenían con tablas. Todos llegaron a la orilla,
y ninguno se ahogó, ni se escapó.
La fe de Pablo ayudó a que todos se tranquilizaran y las cosas salieran bien.
¡Qué bueno es el Señor! Siempre nos cuida, nosotros solamente tenemos que creer en Él y
quererlo mucho.

Nivel 2: Estando Pablo preso, los representantes del Sanedrín se presentaron ante Félix y lo
acusaron de sedición, de profanar el Templo quejándose de que Lisias les había arrebatado a su
prisionero. (24:1-9).
Pablo se defendió de estas acusaciones y aunque quedó preso, podía recibir a sus amigos.
Cuando Festo sucedió a Félix, hacía ya dos años que Pablo estaba encarcelado. Festo propuso a
Pablo ser juzgado en Jerusalén, pero él sabía que los judíos aprovecharían para darle muerte si
subía allí y como era ciudadano romano, apeló al César (25:1-9).
Al hacer este pedido, el gobernador quedaba fuera de la causa y tenía que enviar al preso a Roma.
Al leer el capítulo 27:1-2, nos damos cuenta de que Lucas acompañó a Pablo en su viaje.
En otoño del mismo año (probablemente en 59) el preso fue mandado a Roma.
Cuando se decidió que debían navegar para Italia, Pablo junto a otros presos quedaron bajo la
custodia de un centurión llamado Julio y se embarcaron en una nave que se dirigía hacia los
puertos de Asia; para evitar los mares abiertos, seguían la línea costera. Pablo había iniciado en
Cesarea su viaje de tres mil doscientos km hacia Roma.
Al día siguiente llegaron a Sidón y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a
los amigos para ser atendido por ellos. Desde allí continuaron navegando y arribaron a Mina,
ciudad de Licia. Allí tomaron una embarcación rumbo a Italia.
Siguieron navegando, siempre por la línea de la costa y pasaron Grido, Creta, Cabo Salomón
llegando a un lugar llamado Buenos Puertos. Iban en una navegación peligrosa, con mal tiempo y
mucho viento. Las embarcaciones no usaban brújulas, se guiaban por las estrellas. Cuando estaba
nublado era casi imposible navegar y muy peligroso hacerlo. Navegar en septiembre era difícil y
casi imposible en noviembre. Este hecho ocurrió en octubre.
Pero a pesar de que este no era el mejor tiempo para navegar, el capitán y el patrón de la nave no
querían pasar el invierno allí, así que se arriesgaron y zarparon rumbo a Fenice, en puerto de Creta
con la idea a pasar el invierno allí. No escucharon a Pablo (27:9-11) que les aconsejaba
permanecer allí.
Se sintieron animados, pues soplaba una favorable brisa del Sur. Al poco tiempo comenzó a soplar
contra la nave un viento huracanado (Euroclidón) y se levantó una tormenta fatal; se abatió sobre
ellos un furioso viento. No podían controlar la embarcación, así que arriaron las velas y quedaron a
la deriva.
Aligerando la nave todo lo posible, soportaron este viento furioso durante casi dos semanas
navegando hacia el oeste. Por todo ese tiempo no aparecieron ni el sol ni las estrellas.
Todos estaban desanimados, pues creían que iban a morir. Pero Pablo mantuvo la calma y levantó
el ánimo de la tripulación y de sus compañeros de viaje. Les habló y les aseguró que todos se
salvarían, pues un ángel del Señor se le había aparecido y le había asegurado que llegarían a tierra
sanos y salvos (27:23-26).
A la decimocuarta noche, siendo llevados a través del Mar Adriático, los marineros sospecharon
que estaban cerca de tierra y echaron sonda ( el sondeo se hacía echando una cuerda con peso,
marcando la línea en el agua. Cuando llegaba al fondo, los navegantes podían saber la profundidad
del agua por las marcas de la cuerda). Cuando vieron que era poco profundo echaron anclas y
decidieron esperar que se hiciese de día.
Al amanecer, Pablo los exhortó, diciéndoles que comieran, que estuvieran tranquilos, que nada les
iba a suceder. Así que tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos y comenzó a comer.
Entonces, los demás, teniendo mejor ánimo comieron también. En total, había en la nave,
doscientas setenta y seis personas.
Cuando se hizo de día vieron una ensenada con una playa. Cortaron los cables de las anclas e
intentaron llegar con la nave hasta la arena. Pero la embarcación había encallado y comenzó a
romperse por la fuerza de las olas.
Entonces los soldados quisieron matar a los presos para que ninguno escapase nadando, pues
ellos, en caso de fuga, pagarían con sus vidas.
Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, les impidió este intento y ordenó que todos
abandonen la nave; algunos lo hicieron nadando, y otros flotaban en tablas. Pero todos llegaron a
tierra. La decisión que tomó Julio, el oficial de más alto rango, preservó la vida de Pablo y se
cumplió la Palabra de que todos los que estaban en la nave serían salvos.
Pablo, aunque lo que vivió fue terrible, siempre tuvo mucha fe. Dios lo ayudó.
Nosotros tenemos que imitar a Pablo, y confiar como él en el Señor Jesús, que va a estar siempre
con nosotros.

Actividades:
Clases 1 y 2: En esta clase los niños pintarán la fotocopia. Pueden pintar las olas con tempera,
haciendo un sellado con el dedo.

Clases 3 y 4: Encuentra las diferencias en el dibujo. Escribe qué es lo que más te llamó la atención
de lo aprendido.
Lección 23

Pablo viaja a Roma, la tempestad y el naufragio


Clases 1 y 2: Pinto el dibujo y hago las olas sellando con el dedo.
Lección 23

Pablo viaja a Roma, la tempestad y el naufragio


Clases 3 y 4: Encuentra las diferencias en el dibujo. Escribe que es lo que más te llamó la atención
de lo aprendido.
Lección 24

Pablo en la isla de Malta

Texto bíblico: Hechos 28: 1-10

Objetivo: Que los niños reconozcan el poder de Dios para hacer milagros.

Introducción:Se llevarán a la clase dibujos y láminas de serpientesde distintas formas, tamaños y


colores. Se hablará de ellas, de las que son venenosas, de la sensación que nos provoca verlas, si
les tenemos miedo y también de qué haría cada uno si tuviera que enfrentarse con una.
Hoy vamos a ver cómo reaccionó Pablo, cuando se encontró con una de ellas.

Contenido de la lección: Los náufragos habían sido arrojados sobre la isla de Malta, ubicada a cien
km al Sur de Sicilia.
Los isleños se mostraron muy bondadosos con todos estos desventurados viajeros y encendieron
una fogata para que entrasen en calor pues hacía mucho frío y llovía.
Para avivar el fuego, Pablo recogió algunas ramas secas que halló en el lugar, sin darse cuenta que
en una de ellas había una víbora.
Cuando echó las ramas al fuego, la víbora, huyendo del calor, se le prendió a la mano. Con gran
espanto y asombro, los isleños vieron la víbora colgando de la mano de Pablo y se decían unos a
otros: _“Ciertamente este hombre debe ser un asesino, porque aunque se salvó de morir ahogado
en el mar, la justicia no lo dejó vivir”.
Después de que el apóstol arrojó la serpiente al fuego, todos esperaban que Pablo se hinchara o
que cayera muerto en cualquier momento, pero se cansaron de esperar, porque no le pasó nada.
Entonces cambiaron de idea y dijeron que Pablo era un dios. No encontraban otra explicación para
esto que estaba sucediendo ante ellos; no era posible que una víbora venenosa picara a un
hombre sin afectarlo.
¡Pero Pablo no era un dios; Pablo tenía un Dios poderoso que lo protegía!
En el lugar vivía un hombre llamado Publio, que era la persona más importante de la isla. Él los
recibió y los hospedó atendiéndolos muy bien durante tres días.
El padre de Publio estaba muy enfermo de diarrea y con mucha fiebre. Entonces Pablo fue a verlo
y oró por él. Luego le impusosus manos y Dios lo sanó.
Cuando esto sucedió, la gente que estaba enferma en la isla de Malta, se acercaron a Pablo
paraque orara por cada uno de ellos y el Señor los sanaba, mostrando su poder a través de su
siervo.
Pasaron tres meses en la isla de Malta; la gente de allí los atendió muy bien y les dio todo lo que
necesitaban para el viaje.
Estando en la isla, Pablo continuó ministrando la Palabra de Dios, orando por las necesidades de la
gente y predicando el evangelio. Aunque era un náufrago y prisionero,aunque estaba en una
tristísima situación,no olvidó su ministerio. Y Dios lo respaldaba, con señales y milagros.
Desarrollo de la lección:
Nivel 1: La historia de hoy nos cuenta lo que pasó con Pablo, el misionero, y los presos y soldados
que se salvaron de hundirse con el barco, ¿se acuerdan?
Ellos estaban allí en la isla, todos mojados y empezaron a tener frío y hambre. Entonces pensaron
que sería bueno encender un fuego.
Pablo fue a buscar una ramas y cuando las puso en el fuego, salió de en medio de ellas una víbora
que estaba escondida entre ellas y trataba de escaparse para no quemarse.
La víbora quedó prendida a la mano de Pablo y lo picó. ¡Qué terrible! Era una víbora venenosa.
¡Pobre Pablo! Todos empezaron a mirarlo porque estaban seguros de que se le iba a hinchar la
herida y después se iba a morir.
Pero pasaba el tiempo y a él no le pasaba nada.
Después de un rato, Pablo se dio cuenta de que todos lo miraban y se preocupaban. Él les explico,
sin embargo que estaba tranquilo, que confiaba en un Dios muy poderoso que había dicho que
siempre lo protegería.
Como vieron que no le pasaba nada, se confundieron y empezaron a decir que Pablo era un dios.
Pablo les tuvo que explicar que no era así; que él creía en un Dios muy poderoso que era el Dios
verdadero. Muchos creyeron.
Así como Pablo, nosotros tenemos que creer mucho en Dios, porque él es muy bueno y está
siempre atento a que no nos pase nada malo, y si nos pasa algo, tiene mucho poder para
salvarnos.

Nivel 2: Hoy vamos a escuchar la continuación de la historia de Pablo después que se salvó de
morir ahogado en la tormenta, ¿se acuerdan?
Los náufragos habían sido arrojados sobre la isla de Malta, ubicada a cien km al Sur de Sicilia.
Los isleños se mostraron muy bondadosos con todos estos desventurados viajeros y encendieron
una fogata para que entrasen en calor pues hacía mucho frío y llovía.
Para avivar el fuego, Pablo recogió algunas ramas secas que halló en el lugar, sin darse cuenta que
en una de ellas había una víbora.
Cuando echó las ramas al fuego, la víbora, huyendo del calor, se le prendió a la mano. Con gran
espanto y asombro, los isleños vieron la víbora colgando de la mano de Pablo y se decían unos a
otros: _“Ciertamente este hombre debe ser un asesino, porque aunque se salvó de morir ahogado
en el mar, la justicia no lo dejó vivir”.
Después de que el apóstol arrojó la serpiente al fuego, todos esperaban que Pablo se hinchara o
que cayera muerto en cualquier momento, pero se cansaron de esperar, porque no le pasó nada.
Entonces cambiaron de idea y dijeron que Pablo era un dios. No encontraban otra explicación para
esto que estaba sucediendo ante ellos; no era posible que una víbora venenosa picara a un
hombre sin afectarlo.
¡Pero Pablo no era un dios; Pablo tenía un Dios poderoso que lo protegía!
En el lugar vivía un hombre llamado Publio, que era la persona más importante de la isla. Él los
recibió y los hospedó atendiéndolos muy bien durante tres días.
El padre de Publio estaba muy enfermo de diarrea y con mucha fiebre. Entonces Pablo fue a verlo
y oró por él. Luego le impuso sus manos y Dios lo sanó.
Cuando esto sucedió, la gente que estaba enferma en la isla de Malta, se acercaron a Pablo para
que orara por cada uno de ellos y el Señor los sanaba, mostrando su poder a través de su siervo.
Pasaron tres meses en la isla de Malta; la gente de allí los atendió muy bien y les dio todo lo que
necesitaban para el viaje.
Estando en la isla, Pablo continuó ministrando la Palabra de Dios, orando por las necesidades de la
gente y predicando el evangelio. Aunque era un náufrago y prisionero, aunque estaba en una
tristísima situación, no olvidó su ministerio. Y Dios lo respaldaba, con señales y milagros.
Nosotros tenemos que orar y pedirle al Señor que nos ayude a tener la fe de Pablo, a ser valientes
como él y a tener mucho amor por los que no conocen a Jesús llevándoles el mensaje de Cristo
.

Actividades:
Clases 1 y 2: En esta clase los niños decorarán la víbora que picó a Pablo, y lo harán con la técnica
del punzón. Esta técnica consiste en poner plasticola en el dibujo y cada niño con papel glasé,
apoyará el papel sobre la parte del dibujo que quieran decorar; sobre él apoyarán la punta del
punzón y tirarán fuerte del papel. De esta forma quedará pegado en el dibujo el pedazo de papel
que estaba bajo la punta del punzón. De no trabajar con punzón, éste puede ser reemplazado por
un lápiz o una lapicera.

Clases 3 y 4: Une los puntos para completar el dibujo, pinta y escribe lo que te gusto más de la
historia
Lección 24

Pablo en la isla de Malta


Clases 1 y 2:Decoramos la víbora que picó a Pablo
Lección 24

Pablo en la isla de Malta


Clases 3 y 4: Une los puntos para completar el dibujo, pinta y escribe que te gusto más de la
historia.
Lección 25

Pablo llega a Roma

Texto bíblico: Hechos 28: 11-31

Objetivo: Que los alumnos vean cómo Pablo llegó muy lejos en un tiempo difícil con el propósito
de predicar a mucha gente la Palabra y sean motivados a ser misioneros en el lugar donde estén y
donde el Señor los mande.

Introducción: En esta clase se jugará al juego del paquete. En cada parada, el niño que tenga el
paquete al sacar el papel que corresponda deberá decir una cualidad del Señor Jesús.
Así como hablamos y dijimos cosas de Jesús aun jugando, hoy vamos a ver cómo Pablo aprovechó
todos los momentos de su vida para hablar de Él.

Contenido de la lección: Luego de permanecer durante tres meses en la isla de Malta, el centurión
hizo subir a los soldados y presos a la nave alejandrina, y cuando llegaron al puerto de Siracusa,
permanecieron allí tres días. Luego llegaron a Regio y al día siguiente a Puerto Pozzuoli (Puerto
cercano a Nápoles). Allí encontraron a algunos hermanos quienes los invitaron a quedarse allí
durante una semana.
Finalmente, llegaron a Roma.
Cuando se enteraron de su llegada, los hermanos fueron a recibirlo hasta el Faro de Apio y las Tres
Tabernas (localidades situadas a 69 y 53 Km. de Roma). Cuando Pablo los vio llegar se puso muy
contento y su corazón cobró ánimo. Los hermanos recorrieron esa distancia para recibirlo
públicamente y animarlo.
Al llegar a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero las autoridades
permitieron que Pablo viviera aparte y no en la cárcel. Sólo dejaron a un soldado para que lo
vigilara.
Tres días después, Pablo invitó a los líderes judíos que vivían en Roma para que lo visitaran a fin de
explicarles la razón de su presencia allí, contándoles que se encontraba preso por testificar del
Mesías, de Jesús. Los líderes le dijeron que no tenían ninguna acusación contra él, pero querían
escuchar su opinión acerca de “esta secta, que en todas partes se habla en contra de ella” (v.22)
Pablo los citó para exponerles el evangelio y desde la mañana hasta la tarde estuvo hablándoles
acerca del reino de Dios. Utilizó las escrituras, tratando de mostrarles a través de la Ley de Moisés
y de los profetas que Jesús era el Mesías esperado y el cumplimiento de las promesas de Dios.
Algunos aceptaron lo que Pablo decía y otros no. Les dijo entonces que este mensaje sería
predicado a los gentiles y que ellos, sí escucharían.
Pablo quería predicar el evangelio en Roma y allí llegó encadenado, a través de naufragios y
después de muchas pruebas, sabía que Dios lo había bendecido al permitirle reunirse con los
creyentes en Roma y predicar el mensaje a judíos y a gentiles en esa gran ciudad.
Su condición de preso no le impedía dedicarse al ministerio.
Permaneció dos años enteros en una casa alquilada y recibía a todos los que a él venían,
predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, sin que las autoridades se lo
prohibiesen.
Nadie impedía a los amigos de Pablo que lo visitaran.
Mientras vivió bajo arresto domiciliario, hizo más que hablar a los judíos. Escribió cartas, llamadas
epístolas: Efesios, Colosenses y Filipenses y cartas personales como la dirigida a Filemón.
A pesar de su encarcelamiento Pablo dirigía las misiones por todo el imperio y las epístolas revelan
que había en Roma fieles amigos que le ayudaban en su obra misionera y que aun estando preso
no dejaba de administrar las iglesias por correspondencia. Estas cartas contienen una gran
enseñanza de la persona de Cristo y sobre los propósitos eternos de Dios revelados en el
Evangelio.
Su vida, su entrega, su amor por Cristo y por su Iglesia son un ejemplo digno de imitar.

Desarrollo de la lección:
Nivel 1: ¿Se acuerdan de que estuvimos escuchando la historia de cuando a Pablo lo picó una
víbora? Estaban en una isla, porque el barco se había roto. Cuando pudieron encontrar otro para
seguir el viaje, se fueron y llegaron a una ciudad que se llama Roma.
Cuando llegaron, todos se dieron cuenta de que Pablo no era un preso peligroso, que era bueno,
ayudaba a todos y les hablaba de Jesús. Los soldados también lo querían mucho.
Entonces lo pusieron en una casa, de donde no podía salirporque seguía preso, pero dejaban que
lo fueran a visitar sus amigos.
Pablo a pesar de todo lo que le pasaba, seguía predicando.
Estuvo allí dos años. ¡Cuánto tiempo!
Pero él aprovechó para hablar de Jesús a todos los que lo iban a visitar. Fue un discípulo tan
importante que escribió cartas a las Iglesias y a sus amigos.Gracias a Dios, nosotros también
podemos leer esas cartas porque están copiadas en la Biblia.
Hoy vamos a orar y a agradecerle a Dios por la vida de Pablo y de la de todos los misioneros que
están en otros lados predicando sobre Jesús.

Nivel 2: Hoy vamos a continuar con la historia de Pablo.Luego de permanecer durante tres meses
en la isla de Malta, el centurión hizo subir a los soldados y presos a la nave alejandrina, y cuando
llegaron al puerto de Siracusa, permanecieron allí tres días. Luego llegaron a Regio y al día
siguiente a Puerto Pozzuoli (Puerto cercano a Nápoles). Allí encontraron a algunos hermanos
quienes los invitaron a quedarse allí durante una semana.
Finalmente, llegaron a Roma.
Cuando se enteraron de su llegada, los hermanos fueron a recibirlo hasta el Faro de Apio y las Tres
Tabernas (localidades situadas a 69 y 53 Km. de Roma). Cuando Pablo los vio llegar se puso muy
contento y su corazón cobró ánimo. Los hermanos recorrieron esa distancia para recibirlo
públicamente y animarlo.
Al llegar a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero las autoridades
permitieron que Pablo viviera aparte y no en la cárcel. Sólo dejaron a un soldado para que lo
vigilara.
Tres días después, Pablo invitó a los líderes judíos que vivían en Roma para que lo visitaran a fin de
explicarles la razón de su presencia allí, contándoles que se encontraba preso por testificar del
Mesías, de Jesús. Los líderes le dijeron que no tenían ninguna acusación contra él, pero querían
escuchar su opinión acerca de “esta secta, que en todas partes se habla en contra de ella” (v.22)
Pablo los citó para exponerles el evangelio y desde la mañana hasta la tarde estuvo hablándoles
acerca del reino de Dios. Utilizó las escrituras, tratando de mostrarles a través de la Ley de Moisés
y de los profetas que Jesús era el Mesías esperado y el cumplimiento de las promesas de Dios.
Algunos aceptaron lo que Pablo decía y otros no. Les dijo entonces que este mensaje sería
predicado a los gentiles y que ellos, sí escucharían.
Pablo quería predicar el evangelio en Roma y allí llegó encadenado, a través de naufragios y
después de muchas pruebas, sabía que Dios lo había bendecido al permitirle reunirse con los
creyentes en Roma y predicar el mensaje a judíos y a gentiles en esa gran ciudad.
Su condición de preso no le impedía dedicarse al ministerio.
Permaneció dos años enteros en una casa alquilada y recibía a todos los que a él venían,
predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, sin que las autoridades se lo
prohibiesen.
Nadie impedía a los amigos de Pablo que lo visitaran.
Mientras vivió bajo arresto domiciliario, hizo más que hablar a los judíos. Escribió cartas, llamadas
epístolas: Efesios, Colosenses y Filipenses y cartas personales como la dirigida a Filemón.
A pesar de su encarcelamiento Pablo dirigía las misiones por todo el imperio y las epístolas revelan
que había en Roma fieles amigos que le ayudaban en su obra misionera y que aun estando preso
no dejaba de administrar las iglesias por correspondencia. Estas cartas contienen una gran
enseñanza de la persona de Cristo y sobre los propósitos eternos de Dios revelados en el
Evangelio.
Hoy vamos a orar y a darle gracias a Dios por la vida de Pablo y la de todos los misioneros que
arriesgan su vida por amor a los que no conocen a Jesús. También vamos a pedirle que nos dé un
corazón lleno de amor para predicar a todos nuestros amigos y familiares que no conocen al Señor
y si algún día él nos pide que vayamos de misioneros a algún lugar, lo hagamos con alegría.

Actividad:
Clases 1 y 2: Para esta lección, se preparará una tarjeta, con la consigna de orar durante la semana
con las familias por aquellos lugares donde todavía no conocen a Jesús. Los niños más grandes
pueden escribir un mensaje también con palabras, y a los más pequeños se los podrá escribir el
maestro.

Clases 3 y 4:Pinta los países con diferentes colores. Elije uno para orar durante la semana. (El
maestro puede llevar un mapa que tenga los nombres de los países)
Lección 25

Pablo llega a Roma

Clases 1 y 2: Preparamos una tarjeta, para orar durante la semana con las familias por aquellos
lugares donde todavía no conocen a Jesús..
Lección 25

Pablo llega a Roma

Clases 3 y 4: Pinta los países con diferentes colores. Elije uno para orar durante la semana.

Esta semana voy a orar por ………………………………………………………………………

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