Capitulo 8
George C. Marshall:
la encarnacion del buen soldado
Mi definicton personal de liderazgo es ésta: la capacidad y |,
i definict
la voluntad para
hombres y mujeres en un objetivo comin, y el cardcter que inspira
reunit a DOM
confianza.
MARISCAL DE CAMPO BERNARD MontTcomery!
UbL/Bettmann Newsphotos
1. Montgomery, 1958, pags. 69-70.ESTUDIOS DE CaSOS: DE c
200 ASOS: DE CAMPOS 4 NActonsy
El teniente coronel (provisional) George C.
como un hombre moderado y tranquil. Su hésoe otal
Parthing, «Black Jack», el comandante en jefe de jens #0 ja
Per vadounidense en Europa durante la primers (ue pei
i pargo, en octubre de 1917, en su primer encuente re? "undal®
general, Marshall adopt6 ante Pershing una actiud brs midge
genet bservar un eerccio military no le guses oes Pehngt
bier que estaba al mando y a su jefe de Estado Mayet ¢® Rena
sere ancis reales que se daban en el frente, Marske Yd
Secure gn ett injusta y asi se Lo dijo a Pershing publica, ®
sorietdainseguros. Vertié «un torrente dle hechosn; y deen
essing, desconcertado, hizo referencia alas dificultades eo °%
sjendon el cuartel general, Marshall replicé: «Si, general, ett
saan mos todos los das, y se tienen que resolver antes dee
Mis de veinte afios después, en noviembre de 1938, Manat
contré en presencia de un comandante en jefe més alto india act
deate Franklin D. Roosevelt. Roosevelt expuso un ambicioso con
4e planes para construir dicz mil aviones de guerra. Marshal
«sombrado de que, al parecer, Roosevelt no tuviera programa pan
tar pesonal ni para el mancenimiento de los aviones. Tras la procs
ae Roosevelt fue pasando entre los oyentes y pregunts a Menfalt
hab expuesto buenas razones en favor de su programa. Marshal
cd bruscamente: «Lo siento, sefior Presidente, pero no estoy de acuerdo
con usted en absoluto».? Todos los demas asistentes quedaron conno.
Gionados por el comportamiento de Marshall, puesto que, al parecer
nunca habia tenido antes una reunidn informativa con el Presidente, De
hecho, tras la reunién, el ministro de Hacienda, Henry Morgenthau x
acercé a Marshall y le dijo: «Bien, ha sido un placer conocerley.'
En una tercera ocasin, en mayo de 1940, Marshall (a la saz6n jefe de
Estado Mayor del ejército) tuvo un enfrentamiento ptiblico con su supe
rior. El tema de la conversacién era la movilizacién de hombres y avons
en previsién de una posible participacién de los EE.UU. en Ja guerra eu.
ropea. La reunién iba discurtiendo sin legar a conclusiones, cuando Ror
ee oe see por lo que Marshall tuviera que decit sobre dl
pis: Ig 6 en el Marshall habitualmente controlado, y preguato: du
res minutos, Su bidgrafo Ed Cray lo cuenta ast:
a
5} Gua cn Mose, 1982, pis 57-60,
23 Gado cn Soler, 1989, pigs. 6070
loen Mosley, 1982, pigs, 122-123,
GEORGE C, MARSHALL 201
sow dca antes sabi ental gnc Pershing nl ena
= deere Gondrecour; ahora cuestionaba al presidente de los Esta
srado co". Las palabras salfan en av Jancha, al principio con precisién,
dos Unidos Ta ato de sentimiento de impotencia,Cuareles, raciones
Fe eta, Se habia disenado nueva arilleria y armamento an
ras, todo ee *estaban en produccisn... Los alemanes tenia un millin de
cpacentradas en el oeste. ¢Qué eran cinco contra
0 divisiones
asando largamente los tres minutos que habia pedido, el
en 14
jié enumerando las deficiencias de su ¢j
1? Y, rel
hombres
Mayor siguio y sigu
io nultitud
Cede Estado
ito.”
4 ocasién, Morgenthau tuvo una reaccidn diferente. Eseribié
[Marshall] hizo frente perfectamente al Presidente.‘
hho de que una persona habitualmente reservada,
fica el hec! n
mente su conducta, tire por la ventana toda pru-
En est
su diario: «
é sign
Qala cuidadosa
dace miblicamente a su superior? No es probable que
te Pifieando de forma deliberada su carrera profesio-
: acae sea consciente del riesgo de degradacién 0
Pa 2 sm, Tampoco es probable que quien se enfrenta de
inlso de de plementeinterpretando mal la situacion y crea que los
cea apoplado qué able alto en es situtcin sume
:
pete fo. Marshall hablaba alto cuando tenia contol de [os he
Sn rea sinceramente qu estaba en fo cierto y, por ence de
, expresar la posicién que él
aitp, cuando nadic habia podido, o querido,
toll Cjelendiendo, En cada una de estas situaciones, Marshall tenia
cst pun jee aparentemente entendido, capaz de tomar el rumbe co;
ae ro gue en cambio estaba procediendo de manera equivocada, al
rete Sino se ponia algin tipo de reparo, el jefe probeblemente se
vefga por exe camino errGnco. Marshall confiaba en que una declaracion
aaa de sus propias convicciones, respaldada con hechos y cifras, po-
spegfectara la decisidn, 0 al menos permitir que se hiciera un juicio a la
jurde una comprensién mas completa de la situaci6n. Se podria decir
queestaba hablando por interés personal, pero también por un cierto de-
Sn de que en una situacién dada alguien tenia que
que com
dencia y 2
nien asi obra este
resumibl
se en
sinterés: por la conviccién
manifestar una perspectiva contrastante.
Cabe también otra consideracién. Al hablar alto, Marshall estaba
proclamando, en efecto, que era un igual de los demas asistentes a la reu-
nién, incluido su jefe nominal. Estaba declarando una nueva colectividad
5. Cray, 1990, pg. 155.
6 Citado en Cray, 1990, pig. 155: y Pogue, 1965, pigs. 30-31
ASAE ANI202 ESTUDIOS DE CASOS: DE CAMPOS & Nactoneg
an nuevo «nosotros>— compuesto por aquellos que er
bles. Dicho de manera més interesada: estaba mee
fesptferabe capaz de ocupar una posicidn de liderange ct" gu,
coms el iderazgo con sus palabras y hechos-. Y estaba deja cu
mn superior a opcidn de ampliar el circulo de liderazgo Jando abjen,
4 ats mismo. En los casos tanto de Pershing como de Rovean tie
se hizo fue precisamente tender la mano a Marshall, evel loa
Lisa dela caracteristicas més curiosas de los individuos a
‘a considerar destacados es que a menudo son incapac, 0S que Ie.
te lo inusitados que son. En el estudio que los sg
cieigtvos Anne Colby’y William Damon publicaron en 1992 soi
crjuos que manifiestan una responsabilidad moral poco habitwal +
ne dicho individaos frecuentemente no ven nada inus
ue hacen” un modelo moral indigente, por ejemplo, supone queen
Guiera adoptaria a una docena de nifios, igual que ha hecho ell a
Ektudio sobre gigantes creativos, encontré reiteradas pruebas de que
fos individuos creian que ‘oda persona que trabajaba en su campy qa,
ria ser original, cuestionar los usos habituales y hacer una afirmatg,
ue fuera recordada en los ios venideros. Y suponian que la mayor
lis demés personas querrian organizar su propia vida, asf como la vida
de quienes les rodeaban, para ayudar a asegurar la inmortalidad de ci
respons doy
gamos
ciar precisament
tallinea de trabajo.”
‘Ahora bien, en el presente estudio, me ha sorprendido la medida en
que los futuros lideres se han visto desde temprana edad como miembs
de un grupo de elite; lo més frecuente era que creyeran que podian en
trar fécilmente en conversaciones con quienes ocupaban la cispide dels
jerarquia de autoridad. Estos individuos confiados tienen la sensacin de
ser elocuentes y persuasivos. Margaret Mead y J. Robert Oppenheimer,
por ejemplo, no tenian reparos en entrar en debate con los principale
antropdlogos o fisicos (respectivamente) de su tiempo. Incluso en su ju-
ventud, Robert Maynard Hutchins interactuaba facilmente con ls d
rectivos universtarios. Alfred Sloan, hijo, no dudaba en expresar sus op
niones a William Durant o a Pierre du Pont, y, como acabamos de ver,
Marshall se creia con derecho a mostrar sus reservas a aquéllos situados
Bor encima de len lis jerarguias militar y politica, Angelo Roncall
iendo papa, era prudente en lo que decia y a quién se lo decia;y
J 2araisiformacion sobre individuos que manifiestan una responsabilidad moral oc
‘tual, ease Colby, y Darron, 1992, re
8. Params informacion sobre las exp riduos eveativos sp
wove bre las expectativas de los ind a
GEORGE C. MARSHALL 203
«al largo de su trayectora se encuentra a capacidad que
sin eo : vnsar por si mismo y para indicar ~aunque sélo sea en las pé
nia Pe diario personal que no le intimidaban personas ni directri
ios es ino aprobaba (véase el capitulo 9). Quizas tales futuros lideres
Bisque 1 haciendo como algo natural y no se dan cuenta -o se dan
Sen ee ded To audaces queen realidad han sido.
ou
cosas dela ercunstancias familiares o los primetos aos de la
Poca te presagiaban un futuro prometedor como lider de nin-
vilude Marsal OS de diciembre de 1880, en Uniontown, Pennsyl-
‘Marshall fue el tercer hijo de una familia relativamente préspera.
nit, Marchal) Sara el oven Marshall, él parecia menos apto y mis
Desaracacament hermano y hermana mayores,y cree sintiéndose in-
dematado a ido, partcularmente en cucstiones académicas, Su pa
capaz ¥ algo den etaio de una empresa de coque y hornos, preferia cla-
dre, que cra POPE ayor de Marshall, Stuart, y Marshall tuvo que
cate a oe madre qu To adoraba, para que lo protegiera dela cle
«rere ales palzas desu padee. Marshall queria desesperada-
ray ls ocasor de su padre, pero su madre parece haber sido mas i
ae rea de estimular su ambicidn y su orgulloso sentido de la
portant +» Coando Marshall tenia diez afios, su familia sufti6 un grave
ite cero; exteimprevisto cambio de fortuna ayuda Marshall a
ems enun joven sumamente ahorrativo y frugal.
te vo espoleado por st infancia dificil. No podia soportar
peg. verse como un fracaso, Cuando ss hezmanos los chicos del
erie Wigintentaban aprovecharse de él, pensaba estratégicamente y se
‘eeieetlaba solo. Los adultos con frecuencia reflexionan en busca de
fe su primera infancia. A Marshall le gustaba
experiencias definitorias d 7
rept a historia de cémo un grupo de chicas habian dejado de cumplir
eostuerdo de pagar por un paseo en balsa y como él se habia desquita~
Je hundiendo la balsa en la que iban flotando. «Nunca me olvido de eso
pougue yo tenia que hacer algo y pensar deprisa, y lo que hice me situé
fe nuevo como el duefio provisional de la situacién.""
‘Marshall decidié pronto que queria scr soldado profesional. Al no te-
neti las dotes intelectuales ni los contactos para conseguir una plaza en
West Point, ni siquiera solicit6 entrar alli, convirtiéndose en cambio en
puna se
9. Para mis informacién sobre la influencia de los padres de Marshall, véase Pogue, 1963,
pigs 19-23,
10, Paca mis informacisn sobre el revés financiero de la familia de Marshall, véase Pogue,
1963
11, Citado en Stoler, 1989, pig 5.STUDIOS DE CASOS: DE CAN
204 E MPOS A NACIONEs
cadete en el Instituto Militar de Virginia (IMV), Continus :
i
: ; én en lo académico -sélo d Slend
iante del monton lestacaba en hi?
di 4 en histori,
pronto se distinguio : oe virtudes militares, Era consid Dey
Jente en instruccion, isciplina, toma de decisiones Ylideray letady a
preel oficial superior de su clase.'* Marshall se gang, ica 20; ery =
de estudiantes como de profesores cuando, tras cat d "pq
particularmente horrendas y dolorosas, se nego a delatar aed
manteniendo, en cambio, su serenidad. 8 a
Marshall ya estaba comenzando a mostrar los signos que log
rian como adulto maduro. Ciertamente no era un erudito ai dist, .
tual, y académicamente no habrfa sido considerado inteligens inteee,
tudes se encontraban més en la esfera de las «inteligencias me SUS yj
en los juicios ponderados acerca de personas y acontecimientos Te ,
dor sumamente duro, era muy disciplinado y reflexivo, y caps aba.
contrar estas caracteristicas también en los demas. Aprendig ae em.
corigy lend a darse cuenta que n0 se podla permitir intima ga
do con aquellos que tenian que obedecer sus drdenes y, quizg, oe
tuidos o disciplinados. Ser dest.
Marshall tenfa un genio que podia explotar violentamente
aptendié a controlarlo; en efecto, sorprendia a los demas, y parti ay
mente alas mujeres, pot su encanto, ingenio y poder de persuasién, fr
modesto, pero no timido a la hora de perseguir sus propios intereses, me
ejemplo, en abril de 1901, justo antes de su graduacién en el IMY, iy oa
vig enlgoficina del director William McKinley sin haber concerto uy
ry previa, con la soicitud de que se e permitira hacer un examence
peca fin de ser nombrado reniente segundo.” Marshall podia impo
respeto cuando hablaba fuerte precisamente porque la gente sabia de.
scostumbrada reserva, o podia sentirla, Puesto que habitualmente et
tina persona tan controlada, se podia inferir que cuando se expressbaly
sentia muy hondo, y que no lo haria asi sino dominara los hechos dea
situacién y no se sintiera obligado a decir las palabras que estaba pro
nunciando.
Marshall se gradud en el IMV en junio de 1901 y se casé con Elize-
beth Carter Coles al otro afio, Durante los treinta afios siguientes recibié
diversos destinos en muchas partes del mundo. (En este sentido, su tre
yectoria profesional muestra marcados paralelos con la de otro hombre
tanto
12, Para mis informacin sobre el hecho de que Marshall era siempre el ofici r
hse, ne The Genera, 1994, pgs 15:18, - era siempre el oficial superios dea
soe as aisnfrmasé hea irupién de Mashl en loficna de McKinley ve
GEORGE C. MARSHALL 205
; oq Juan XXIII.) En 1902 fue nombrado tenien-
nal: ¢ fsa as De 1906 a 1908 asistié a la Escuela
igs io de infantel ela Superior del Ejército en Fort Leavenworth,
tia y 28 Ese e estrategia militar, tuvo oportunidades
«6 a ficadament
6 aplica siendo el primero de su clase. Entre
& ! jeu y termind ; an
ensefiat h ber ocupado diversos puestos de instructor en es s-
pan \ tras a de nuevo en Filipinas. Después ee loa
We Unidos: on al servicio de la fuerza expedicionaria aliada en Fran-
G jgnac® undial,
ita «era guerra Mm . é
orn elt rae perspectiv Marshall estaba teniendo una carrera
ie visto desde oj ven oficial ascendia continuamente en el escalafon
éxito. BN? excelente profesor y lider eficaz. Sa-
x
ar OF todos como ;
= a del espe individuo oportuno para cada puesto, estimular
gota a i
8% go seleccion@ delegar autoridad 0, cuando era
ja 60 bajaran juntos, Y ,
jac ue trabaj (08,
bie dems Fea Se estaba convirtiendo en un excelente informador.
jo, alirmarla.
tio, 4
“igual de bien con civiles que con personal militar. ein eae
abi srabajat ‘iebido al aprecio generalizado de sus talentos, y al inci-
barge quia ento que él mismo tenia de sus especiales destrezas y ap-
pi eh I se sentia decepcionado por la forma y el ritmo de su
uces, Mars Marshall era capaz de planear
7 i jemplo, aunque
jonal. Por ejemplo, al s
el escala, en Filipinas se habia encontrado a cargo de
jobras
maniobt
de cien hombres 4 Ya en 1916 expresaba angustia acerca delo
scilel .
is om! :
fh emente rapido de su ascenso:
Juto de a promocién en infanteria me ha llevado
anc nales pram tan pronto como ss cirunstancias
oe a ces as expectativas de ascenso en el ejrcio esti tan
<8 ey ppor la acunulacién de gran nsimero de hombres de
esti Pot, todos con el mismo grade, que no creo acertado al
cx mjres use una pao igtil cona dfutadesisupers
bles.”
Pese a todos sus peligros, el estallido de una guerra supone esa opor-
snidad unica que los soldados ambiciosos aguardan. Y, en efecto, los as-
fensos le llegaron rapidamente a Marshall después del estallido de la pri-
sae guerra mundial: se convirti6 en teniente coronel y después en
‘comandante, Sin embargo, debido a una herida sin importancia, y al he-
tho de que él todavia no estaba en un puesto de mando de tropas, Mar-
Elestancamiento absol
14 El mando de Marshall de s6lo un pequefio grupo en Filipinas se analiza en Cray, 1990,
ig. 42.
15, Citado en Mosley, 1982, pig. 43.204 ESTUDIOS DE CASOS: DE CAMPOS A NACIONES
cadete en el Instituto Militar de Virginia (IM). Continug gj
tudiante del montén en lo académico -s6lo destacaba en hist? tg,
ron se dxtingid en ots virtues militares, Era consign
cen suc, cin toma de decbionsyidrgatt te
pre el oficial superior de su Oa Marsal e536, adams Sy,
Pr de extant como de pofesores cuando, tea yay
partculamente horendas y dlorosas, se neg6 a delatar 9 | ™tay
mnanteniendo, en cambio, su serenidad, ae
Marshall ya estaba comenzando a mostrar los signos
sian como adulto maduro. Ciestamente no era un erudlo nj
tual, y académicamente no habria sido considerado inteligente iteleg
tudes e encontraban mis en la esfera de las «inteligencias pect
en sjicios ponderados acerca de personas yacontecimientor
ddor sumamente duro, era muy disciplinado y reflexivo, y goon
contar ets caractristieas también en los demas, Aprende
mando y lleg6 a darse cuenta que no se podia permitir intim”
do con aquéllos que tenfan que obedecer sus ordenes y,
tuidos 0 disciplinados.
Marshall tenia un genio que podia explotar viole
aprendié a controlarlo; en efecto, sorprendia a los dem;
mente a las mujeres, por su encanto, ingenio y poder de
modesto, pero no timido ala hora de perseguit sus propios inten:
ejemplo, en abril de 1901, justo antes de su graduaci6n en el IMV ae
pid en la oficina del director William McKinley sin haber concerti al
cita previa, con la solicitud de que se le permitiera hacer un examoe
pecila fin de ser nombrado teniente segundo,” Marshall podig en
respeto cuando hablaba fuerte precisamiente porque la gente sabie eg
acostumbrada reserva, o podia sentitla, Puesto que habitualmenc st
una persona tan controlada, se podia inferir que cuando se exprocihen
sentia muy hondo, y que no lo haria asi si n Presabalo
10 dominara los hecho,
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situacin y no se sintiera obligado a decir las palabr;
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Petsuasién. fy,
Marshall se gradué en el IMV en junio de 1901
beth Carter Coles l otro ao. Durante los treinta afios siguientes redig
diversos destinos en muchas partes del mundo. (En este sentido, ee =
)ectoria profesional muestra marcados paralelos con la de otto hemke
Y se cas6 con Eliza.
2 Pm
"mis iformacin sobre el hecho de ue Marshal
‘clase, véase «The Generale, sae
1) Pramas wiormcenbeth ee
£96,196, pags 64g mtn sobre a trun de Marshall en la oficina de McKinley vase Po
oficial superior dew
GEORGE C. MARSHALL
205
jlo psa Juan XXIIL) En 192 fe nombrado tenn
0c antera en Filipina. De 1906 1908 asst ala Escuela
auto Escuela Superior del Ejrcto en Fort Leavenvorth,
4 cal a estudio aplicadamente estrategia militar, tuvo oportunidades
Ka Siig, y tetmind siendo el primero de su clase. Ente
prs ometaT aber ocupado diversospuestos de instructor en los Es.
3 1910," avo de nuevo en Filipinas. Después fue promovido a
5 eo al servicio de la fuerza expedicionaria aliada en Fran.
yaa primera guerra mundial
carats “e cierta perspectiva, Marshall estaba teniendo una carrera
ae éxito. El joven oficial ascendia continuamente en el escalafon
ia jl rexpeto de todos como excelente profesor lider efcaz. Sa
ygouba
Congres
eel ijanos la neces
cco jecusdo adie
Sa nas
0 ables y exPlic6
nai oun proposito,
caso eta necesidad de una fuerza defensiva poderosa no era
saison ona nueva generacion de estadounidenses tena que
ips 907d Pe inacidn ofrecida por Marshall de dominio delos he-
‘reneta La con te y convicci6n profunda de la necesidad de la
hos, esto “Tron eficaces de una forma que no tenia precedentes;
ian jan era considerado no partidista, fue capaz de de-
Nar, due reinente las carencias en el arsenal estadounidense y de
posta BaP aos neces para coregirls. Fue capaz de apelar lide
jxme He Prsembros del Congreso, alabando a quienes iban mas alla
dine oy amonestando suavemente a quienes ponian sus causts
ie pan vortas ola de sus electors por delante de las de la nacin.
seni: Marshal pronto se conviti6 en un poravor, mis elicaz que
poet mismo, ea favor de la movilizacién,
Meo que la llamada guerra «postiza» se convirti6 en ral, como
caneuencia dela guerra relampago de Hitler en la primavera de 1940,
cur que el atague japonés sobre Pearl Tabor en diciembre de
1a astid a los Estados Unidos a la batalla, Marshal fue designado
ree dir la prosecucion. dl esfuerzo belico. Conceptus ls diversos
pers calculé las necesidades de personal y materiales y se ocupé de
etjucran consesuidos tan elicaz yjuiciosamente como fuera posible
puricipéactivamente en decisiones acerca de tcticas y estrategia, se ase-
vite de qu las inevitables disputas entre lo jfes estadounidenses se
vvintuvietan dentro de limites razonables, y propugné fuertemente un
punto cle vista estadounidense en las negociaciones con los lideres de las
{kins potenciasaliadas, Y una vez que la vitor parecia asegurada,ha-
tials tltimos meses de 1943, Marshall avo que partcipar en la tarea,
iqualmente dificil, de planificar el «iltimo acto» y prepara la que estaba
destinada a ser una paz peligrosa.
Fn este esfuerzo, por supuesto, Marsball fue ayudado por docenas
deestrechos colaboradores, miles de micmbros de estado mayor y, en
definitiva, millones de hombres y mujeres, incluidos quienes servian en
‘gus razones para hacerlo, Una vez declaré: «No
una misién, y es crear el ejército mas eficiente
25. Citado en Stole, 1989, pig. 7.
el210 ESTUDIOS DE C4808: DE CAMPOS 4 Nac
Ones
otras fueraas armadas y luchaban por otras nacio
radores compartian la funcién de coordinar las ore*: Muchos
rat planes complejos. Reunit este equipo fue une r™ioney ba,
embargo, como ocurre con la presidencia, la respo ‘area herg, Y elab
residir en algan lugar; y en el caso de la baticipacianed
n de
Unidos en la segunda guerra mundial, ese luga au
’ gar fu 0s Bs, ue
pulosamente ordenado de Marshall. e el espacho r
cry,
Los lideres ejercen su influencia a través de las hig
y los modos en que encarnan dichas historias. En ¢] isa cue
i : En el caso de nt Stay
historias ra conoidas oa menos nolamavameme gs,
ales,
indo a las fuerzas armadas y 6 ;
explicando a ya la nacién por qué era nen tay
vilizarse e ir ala guerra, Dentro del ejército, Marshall dacs. S*S2tio me.
lecia a su po
que tenfan que actuar como profesionales desinteresados Petsona)
tcostenian que estar preparados para cualquier eventacin® £°™® Pl
Jos dems estadounidenses, Marshall les explicaba ¢] ps4 militar. 4
to militar en una democracia del sigho X%, e insistia Po! Stamey
tenian que empujar hacia la victoria de una manera cohen, Militar
lores democriticos de la nacién OREFENEE Con Jos yg
Ninguna de estas historias era desconocida, pero cad :
competir con contrahstorias que eran simples y demosteai
vas para diversos auditorios. Los aislacionistas estadourre
taban las batallas de Europa como remotas y desconecra
reses del pas; desde su perspectiva, tenia sentido dejar aaa 4 ose
curopeos (y mis tarde los asiticos) batallaran entre ef, eee estos
personal militar creia que, si tenian que arriesgar sus vidas Pt del
recho a participaren el proceso politico y a oponerse a aquéllon nn
nes tenfan diferencias ideolégicas. Y una vez que la puctra on Ue
chos ciudadanos y politicos estaban inclinados 2 buscar ln ent
con. La ran por la que Marshal bsuvo un éxito tan neableen
fuiten opinion plies estadounidense fue tan slo que conaba sm
rina sinformacion sobre cada oficial prometedor que encontraba, su
.™ Marshall nunca discuti la elec-
a Se Roosevelt y apoyé plenamente a Eisenhower durante los meses
ssi {mando de «Jefe supremo», la carga de Marshall era abru-
iqajor. Sobte sus hombros recaia el equilibrar los diferentes grupos po-
fleas y militares de interés en los Estados Unidos; y tenia que dirigir la
aie tiad del esfuerzo bélico y negociar diplomaticamente con funciona-
i de ls diversas partes aliadas, entre ellos Churchill, con quien cho-
taba a menudo, y Stalin, que lo trataba amistosamente. Mientras los co-
oadantes briténicos, el vizconde Bernard Montgomery y el general
‘Man Brooke, y los comandantes estadounidenses Patton y MacArthur
sstaban planeando tacticas de batalla, Marshall se enfrentaba a las rela-
Giones entre estos ejércitos y los hombres altaneros que los dirigian.
Cuando el presidente Roosevelt mutié de hemorragia cerebral un mes
antes de que se alcanzara la victoria en Europa, Eleanor Roosevelt se di-
rigid inmediatamente a Marshall para que se ocupara de la organizacién
del funeral. Apenas resulté una sorpresa que, cuando en una encuesta se
pregunt6 a los estadounidenses acerca del individuo con mayor respon-
sabilidad en la prosecucién con éxito del esfuerzo bélico, optaran por
George C. Marshall mas que por Franklin D. Roosevelt,
38, Citado en Parrish, 1989, pig. 416,
a
|
|
I
}216 ESTUDIOS DE CASOS: DE CAMPOS & NACrong
Es
Alnedad dessenta cinco aos, Marshall exaba so
rado para jubilarse como if de Estado Mayor y pas te
dias con su querida segunda esposa, Practicando la iardineg, dy 7
doen su blanca casa de estilo federal en Virginie: oe ge
nu uacion engl, Apenashabtantranscurri ®t
i i jubilacién, cuando el enpret Fuman pidié Marsha org
pres una expediion special a China, Marshall pene sue
rante un afio, hasta que fue reclamado en Washington parg lids.
deministro de Asuntos Extetiores. A raiz de unage'® Uber
prvencion quirargica dimitié del ministerio en 1949, pero ote
wc tas el estlido de la guerra de Corea, aceprs ner vetted,
miembro del abinete dl presidente, esta vez.como minis an
sa. Fetuvo en este puesto delicado durante las hostilidade: coteange
el momento tenso en que MacArthur fue relevado del mandy 8?
bordinac6n , sin embargo, al regresar al pais se encontré eg pm
ign de gran parte de a opinion pablica estadouniddense, a.
La carrera diplomatca posbalca de Marshall no fue corona
misma serie de éxitos que su carrera militar. (Como Oppenkei
que ejercieron su direccién en circunstancias diversas, tenia mas Proba,
bildades de éxito evando su papel no era ambiguo, cuando el he j
mal estaban claramente delimitados, cuando podia compromeye"? ¢
namente con una hstosa clara, y cuando la politica paridista nate
cia.) Su expedicién a China consiguié poco; los comunistas Continuaban
su inexorable marcha hacia el poder. El ejrcito por cuyo estaba
to, fortalcimiento tan duramente habia luchado fue répidamenie
moilizado y desmoralizado. Marshall se opuso enérgicamente al cc,
nocimiento por parte de los EE.UU. del estado de Israel, pers
presidente Truman lo desautoriz6. La guerra coreana no fue bien [sje
subordinacidn de MacArthur provocé gran dolor a Marshall, yéste
culpado de forma generalizada ~aunque injusta~ de la destitucié da
querido general.
Marshall fue uno de los funcionarios piblicos vilipendiados de forma
muy cruel por Joseph McCarthy, el implacable y joven senador de Wie
consin. McCarthy cometié un asesinato moral al hablar de «la retirada de
los Estados Unidos de la victoria: la historia de George Catlett Mar
shall.” Comparando a Marshall con el sangriento Macbeth, acusaba a
general de formar parte de «una conspiracién tan inmensa y de una inf
mia tan negra, ue podia sobrepujar cualquier aventura de ese tipo en
Por la
erse ple.
59, Pera mis infor
rmacién sobre los intentos Carthy de difamar a Marshall, véase Cea
fa los intentos de McCarthy de difamar a Marshall, véase Cray
GEORGE C. MARSHALL 217
» Marshall se volvi6 al general Eisenhower, que
3 hombrer”ente Eisenhower, en busca de defensa, pero
ot e a set el vegurarse votos que a asegurar justicia, no estuvo
pis iba Oe a aS
u
ot res ee cias."' Enfrentado a las virulentas palabras de
Me las circu podia responder: «Sia estas alturas tengo que
I] solo
teaidor a los Estados Unidos, no creo que merez-
un
ore
yee Marsha
jc 0 $0
car Macerlor das las vicisitudes de la presidencia Truman y
ena I ese a todas ca ae
1A iba eo Pe Jos pot Marshall en ella, el periodo posbelico fue
Se ea eyne Garo tan enorme, que rivalizaba en significa
nel tiemPo Cv segunda guerra mundial: la reconstruccién de
"la que se inclufan tanto los paises victoriosos como
A eo de los cuales habian quedado devastados por la
muchos Gan tenia que ser planeada y financiada por los
nsvica potencia que quedaba con la voluntad y los me-
ti
co
Esta Fe
guetta Jnidos, la
git Tidos,
ado arel proceso. ‘
fjspatt supervise mportancia histérica, pronunciado en la Univer-
Gn un discUtso Ct de 1947 con motivo de la entrega de diplomas,
de Harvard en j
las dimensiones de un esfuerzo asi. Declaré:
seieo que los Estados Unidos tengan que hacer lo que esté en su
«Es logic tla recuperacién de la salud econémica normal del mun-
mano para 27%" arama no va dirigido contra ningdn pais ni doctrina, sino
do, Nuestro pobreza, la desesperaciGn y el caos. Su propésito ha de
contr la Gonen el mundo de una economia que funcione, para que elo
saint ye den las citcunstancias politicas y sociales en las que pueden
nit
cexistir instituciones libres».
ue Marshall habfa compartido la concepcién de ese plan, y tam-
Mimagccién del discurso, con otras personas, entre ellas los exper-
Wea widen exterior Gtotae’ Kennan y Dean,Achesra, elieshiciss
1 or jbio cl nombre (con las bendiciones de Truman) cle Plan Mar.
XU Exe econocimiento era oportuno, En parte, el marbete tena el
propdsito de recabar el apoyo de ambos partidos para ideas serciades
rua indviduo qu, una ver mas, excediaen populariad al presiden-
rede los EE.UU. Sin embargo, el esfuerzo de reconstruccién también se
0. Citado en Stoler, 1989, pag. 189.
41, Para mas informacion sobre que Marshall buseé en vano que Eisenhower le defenders,
vseihean, 193, pig, 250-251
42. Citado en Cray, 1990, pig. 7
4. Gitado en Freidel, 1990, pig, 627; y Cray, 1990, pigs. 404-405
ae