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Diabetes Tipo 2 2021
Diabetes Tipo 2 2021
-
2019
REQUERIMIENTOS Y RECOMENDACIONES
PREVENCIÓN ENERGÉTICAS
DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 2DIARIAS
Las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) durante los últimos años incrementaron su impacto;
lo cual se ve reflejado en un mayor riesgo para la salud, el desarrollo social y económico tanto individual
como colectivo. En el 2008 las ECNT produjeron el 63% (36 millones de muertes) de la mortalidad
mundial, que ese año registraron 57 millones de muertes; cuyo perfil estaba representado básicamente
por las enfermedades de origen cardiovascular (17.3 millones), oncológico (7.6 millones de muertes),
respiratorio (4.2 millones de muertes) y endocrino; destacando entre estas últimas la Diabetes Mellitus
(1,3 millones de muertes). La Diabetes Mellitus es una de las ECNT con mayor prevalencia en la población
en general, por el alto número de personas afectadas por esta patología, se encuentra entre los 10
primeros lugares dentro de las causas de consulta y mortalidad en la población adulta; es por esto que la
OMS, se ha visto obligada a declararla como un problema de Salud Pública a nivel mundial.
La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad crónica multifactorial que no tiene cura, pero es tratable y
además prevenible, por lo que, si hacemos intervenciones sobre los estilos de vida no saludables,
podríamos evitar o al menos retrasar su aparición. Como en la mayoría de las ECNT, los estilos de vida
saludables juegan un rol muy importante, ya que pueden actuar como factores protectores para la
aparición de la diabetes tipo 2.
El objetivo del presente tema es que los estudiantes comprendan el impacto que tiene la diabetes tipo 2
sobre la salud de nuestra población, y de esta forma puedan implementar medidas preventivas en su
entorno familiar y en el futuro en sus pacientes. Una forma sencilla para conseguir esto, es aprendiendo a
llenar correctamente el Test de Findrisc.
El tema está dividido en dos partes: la primera nos habla de aspectos generales de la diabetes tipo 2 y la
segunda de las diferentes medidas preventivas que podemos implementar para evitar esta enfermedad.
2. ASPECTOS GENERALES
Es una hormona producida por el páncreas, que permite el ingreso de la glucosa a cada una de las células
del organismo, de tal manera que puedan cumplir con sus funciones vitales.
Las responsables de la formación (síntesis) de ésta hormona son las células beta de los islotes de
Langerhans, en el páncreas. Su síntesis es estimulada especialmente por la presencia de glucosa en la
sangre, cuando su concentración está por encima de los 70 mg/dl.
Una vez producida, el 50% de ésta hormona es degradada por el hígado y el porcentaje restante ayuda en el
ingreso de la glucosa a la célula.
La insulina también interviene en el almacenamiento del glucógeno, como reserva de glucosa en el hígado,
además de colaborar en el almacenamiento de ácidos grasos en las células adiposas.
Como ya vimos, la insulina permite la captación de la glucosa a nivel de la célula. Esto se da gracias a un
mecanismo en el que se une a un receptor específico a nivel de la membrana celular y de ésta manera
favorece la acción de glucotransportadores, a través de complejos mecanismos bioquímicos.
El desarrollo de la resistencia a la acción de la insulina se da por múltiples factores, entre los que se
encuentran los genéticos, sobrepeso, obesidad, procesos inflamatorios y sedentarismo, entre otros.
Todas estas condiciones producen un bloqueo del receptor de la insulina a nivel de la membrana celular, de
tal manera que, al no existir esta conexión, tampoco se abren los canales para que la glucosa se introduzca a
la célula.
Todo esto se traduce finalmente en un incremento de la concentración de la glucosa en sangre, sin que las
Los riñones tratarán de eliminar éste exceso, disolviendo la sangre con el líquido intracelular, lo que
produce una deshidratación celular. Por otra parte, como las células requieren energía para su
funcionamiento, se activarán los mecanismos necesarios para movilizar la glucosa almacenada en el hígado
y músculos. En suma, todos estos mecanismos fisiopatológicos dan lugar a las manifestaciones clínicas de la
enfermedad, que serán descritas más adelante.
Según estimaciones de la Federación Internacional de la Diabetes (FID), la diabetes tipo 2 afecta a más de
415 millones de personas a nivel mundial (9.3% de la población mundial), de los cuales el 89% vive en los
países con mayores condiciones de pobreza. Esto significa que 1 de cada 11 personas tiene diabetes y se
estima que para el 2040 la población afectada por la diabetes a nivel mundial ascenderá a 642 millones, lo
que implica que 1 de cada 10 adultos tendrá diabetes.
En Latinoamérica durante el 2013 la prevalencia de diabetes fue de 4,8% (24,1 millones de personas), en
el 2014 se reportó que hay 25 millones de personas diabéticas, lo que significaría que 1 de cada 12
personas adultas tiene diabetes y el 27% aún no fueron diagnosticadas.
Según la FID, en Bolivia los casos de Diabetes tipo 2 abarcan alrededor de 371.000 personas adultas entre
20 y 79 años, lo que significa que 1 de cada 16 adultos cursan con diabetes y más de 103.000 personas
con esta enfermedad, aún no fueron diagnosticadas. En nuestro país, la mortalidad a causa de la diabetes
es del 4%.
En el informe del SNIS 2016 se reportó que las tres primeras ciudades que presentan más casos de
diabetes tipo 2 son: Santa Cruz 87,737 (29.8%), seguido de La Paz con 59,502 (20.2%) y Cochabamba con
39,405 (13.4%). Estos datos están directamente relacionados con los casos reportados de sobrepeso y
obesidad, que va de la mano con la inactividad física y a pesar que antes se decía que esta enfermedad
solo afectaba a personas mayores de 40 año, lastimosamente cada vez se presentan más casos de
personas jóvenes con diabetes adquirida.
La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad crónica, que se puede presentar por la presencia de uno o
más factores de riesgo, los cuales los podemos agrupar en factores de riesgo modificables y no modificables,
siendo nuestro objetivo de intervención los primeros, lo cual podemos conseguir con un estilo de vida
saludable.
I. EDAD. Diferentes estudios muestran que la prevalencia de la diabetes aumenta a partir de los
45 años y es mayor a partir de los 60 años.
II. SEXO. Aunque la enfermedad se presenta en ambos sexos, en general se ha visto mayor
prevalencia en mujeres.
III. RAZA – ETNIA. Existen varios grupos étnicos que incrementan el riesgo de desarrollar diabetes
tipo 2, se ha visto que la prevalencia es mayor en nativos y población mestiza latinoamericana,
raza negra, asiáticos (además presentan una evolución más rápida de la enfermedad) y menor
en caucásicos que en el resto de etnias.
IV. ANTECEDENTE FAMILIAR DE DIABETES. Principalmente si son familiares de primer grado de
consanguineidad, es así que aquella persona que tiene a un progenitor diabético tiene un 40%
de probabilidad de desarrollar la enfermedad y si ambos progenitores son diabéticos el riesgo
se eleva a un 70%.
V. ANTECEDENTE DE DIABETES GESTACIONAL. Aquellas mujeres con antecedentes de diabetes
gestacional tienen aproximadamente de 7,5 veces mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2
en comparación con las mujeres sin esta condición. La diabetes puede aparecer incluso
décadas después de su embarazo.
VI. SINDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO. Es la presencia de múltiples quistes en los ovarios, en
este síndrome se puede producir resistencia a la insulina, es decir alteración en la regulación
de la glucosa. Diferentes investigaciones revelan que las mujeres con este síndrome tienen
aproximadamente tres veces mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2.
I. SOBREPESO – OBESIDAD. El sobrepeso (IMC entre 25 – 29.9 kg/m2) y la obesidad (IMC igual o
mayor a 30 kg/m2) son el principal factor de riesgo para el desarrollo de la diabetes tipo 2 en
todas las edades, más del 80% de los casos de diabetes puede atribuirse a la obesidad.
II. OBESIDAD ABDOMINAL. Hay que mencionar que la distribución de la grasa abdominal, más que
el contenido total, es lo que contribuye a la diabetes tipo 2. Se ha determinado que la
circunferencia de cintura igual o mayor a 102 cm en hombres y 88 cm en mujeres
respectivamente, incrementan notablemente el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Por cada
centímetro por encima de estos valores el riesgo se incrementa en 3.5 veces. Los pacientes con
sobrepeso u obesidad producen una respuesta inflamatoria crónica del tejido adiposo visceral
por incremento de la secreción de citocinas y sustancias proinflamatorias que inducen la
resistencia a la insulina y, por extensión, las alteraciones del metabolismo glucolípidos que
condicionan el establecimiento de un estado prediabético asintomático, este evoluciona
durante años hacia el desarrollo de la diabetes tipo 2.
III. SEDENTARISMO. El sedentarismo es la falta de actividad física de al menos 30 minutos/día 3
La diabetes se diagnostica sobre bases clínicas, cuyos signos y síntomas son originados por niveles de
glucosa sanguínea elevados, vale la pena mencionar que hay varios pacientes que tienen diabetes
asintómatica, es decir, que no presentan los signos y síntomas que describiremos a continuación:
La clínica se manifiesta con la característica triada de las 3 “P”, cuyo significado es:
I. Poliuria. Es el “aumento de la cantidad de orina emitida en las 24 hora del día”, que en
condiciones normales no excede los 1,5 L. Este aumento en la diabetes es notorio (3-5 L/día),
muy a menudo referida espontáneamente y que suele presentarse con énfasis por la noche.
Este síntoma se debe al efecto diurético de la glucosa en los túbulos renales.
II. Polidipsia. Es el “aumento del deseo de beber”, o sed insaciable debido a la deshidratación
como consecuencia de la poliuria; que en general es evidente, aunque puede llamar menos la
atención que la poliuria.
III. Polifagia. Es el “aumento del hambre”; suele ser muy llamativa, especialmente porque cursa
con pérdida de peso, que puede ser de 4-6 kg en un mes. La polifagia se debe a que el
organismo, al no utilizar a la glucosa como fuente de energía, tiene que recurrir a las proteínas y
IV. Astenia. Es la “sensación de cansancio”, que se produce porque las proteínas corporales,
incluyendo las de los músculos, son utilizadas para obtener energía, lo que ocasiona un
debilitamiento muscular. Esto se refuerza con la disminución de la utilización de carbohidratos
para obtener energía.
Desde hace más de una década la Asociación Americana de la Diabetes (ADA) intenta uniformar la forma de
hacer diagnóstico de la diabetes mellitus, es así que en 1997 emite los primeros criterios diagnósticos, los
cuales fueron corroborados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1999, desde entonces la ADA
y otras instituciones que trabajan en la prevención de la diabetes, de forma periódica revisan y actualizan de
los criterios diagnósticos y los puntos de corte de los mismos, a continuación mencionaremos los cuatro
parámetros glucémicos según la ADA 2017.
Recordemos que la diabetes mellitus puede presentarse con sintomatología clásica de poliuria, polidipsia,
polifagia, pérdida de peso, visión borrosa, etc., sin embargo esta sintomatología puede estar ausente en
gran parte de los casos, por lo que requerimos de exámenes de laboratorio para confirmar el diagnóstico de
diabetes. A continuación se menciona algunos aspectos a tomar en cuenta para hacer el diagnóstico de
diabetes mellitus:
Por el contrario, si nuestro paciente no tiene sintomatología de hiperglucemia y en las pruebas glucémicas
presenta algún valor por encima de lo normal, es decir cumpla alguno de los cuatro criterios, se recomienda
repetir la misma prueba para confirmar el diagnóstico de diabetes mellitus.
Si algún paciente se hizo dos pruebas glucémicas diferentes y ambos resultados están por encima de los
valores de normalidad, el diagnóstico de diabetes mellitus está confirmado.
Si estamos frente a un paciente que cuenta con resultados de dos pruebas diagnósticas diferentes y una de
ellas está entre los valores normales y la otra está por encima de los parámetros de normalidad, se debe
repetir la que esté por encima del punto de corte. En caso de estar nuevamente por encima de lo normal, se
confirma el diagnostico de diabetes mellitus.
Si en el caso anterior, al repetir una de las pruebas, el resultado está entre los valores de normalidad, se
recomienda hacer seguimiento del paciente y repetir la prueba en 3 a 6 meses, es decir en ese momento la
persona no tiene diabetes
Recordemos que la diabetes mellitus tipo 2, se produce por factores de riesgo no modificables, como el
antecedente familiar. Sin embargo, también vimos que es adquirida por un estilo de vida no saludable; que
se caracteriza por la falta de actividad física, alimentación no saludable y hábitos como el consumo de
tabaco y alcohol; que en conjunto se constituyen en factores de riesgo modificables. Lo que la convierte en
una enfermedad evitable si se implementan acciones preventivas oportunas. En el campo de la Salud
Pública, las acciones que se implementan para prevenir las enfermedades se agrupan en tres niveles de
prevención: primaria, secundaria y terciaria.
La prevención primaria tiene como fin eliminar o controlar los factores de riesgo modificables y de ésta
manera evitar que se produzca la enfermedad.
En este caso las acciones se orientan a la población en general, implementando procesos de Educación para
la Salud, adecuados para cada grupo etario, donde se debe compartir información completa y actualizada
sobre la diabetes, haciendo un énfasis especial en sus factores de riesgo, complicaciones y medidas
preventivas.
Asimismo, se recomienda aplicar el Test de Findrisc a la población en general, con el fin de detectar
precozmente su riesgo de desarrollar la diabetes tipo 2.
Por otra parte, las acciones de prevención primaria, también consisten en identificar a las personas que
poseen factores de riesgo modificables como el sedentarismo, alimentación no saludable y hábitos como el
consumo de tabaco y alcohol; con el fin de sensibilizarlas oportunamente para que generen cambios en su
estilo de vida no saludable.
Las recomendaciones que se dan en éste nivel tienen que ver con la promoción de estilos de vida
saludables, que incluyen a la actividad física regular, alimentación saludable y abandono de hábitos no
saludables. A continuación, describimos cada uno.
La Organización Mundial de la Salud define actividad física como “cualquier movimiento corporal
producido por los músculos esqueléticos, que exige gasto de energía adicional”.
Un estilo de vida saludable se caracteriza por la actividad física regular, que consiste en realizar
actividades físicas al menos 150 minutos a la semana2, es decir, mínimo 30 minutos al día, que se
pueden dividir en tres periodos de 10 minutos. Estas actividades incluyen a la caminata, trote, ciclismo,
baile, natación, etc.
Sin embargo, lo más recomendable es que las actividades físicas sean planificadas y realizadas de
manera rutinaria cada día.
La alimentación saludable es fundamental para prevenir la diabetes. Esto implica, que la alimentación
debe ser variada en cuanto a su composición, suficiente de acuerdo a las necesidades de cada persona,
equilibrada en cuanto a la cantidad de cada grupo de alimentos, higiénica y satisfactoria.
Para ello, se recomienda de manera general, una dieta con frutas frescas, hortalizas, cereales
integrales, carne magra, pescados y frutos secos; evitando el azúcar refinado y las grasas saturadas 4.
La pirámide alimenticia y el arco de la alimentación, nos dan una idea más concreta de los tipos de
alimentos y cantidades que se deben consumir, así como la frecuencia de su consumo.
Otra forma práctica de aplicar estas recomendaciones, se describe como el “método del plato”, que
consiste en combinar a diario alimentos de los diferentes grupos y distribuirlos en nuestro plato, de tal
manera que siempre tengamos una combinación de frutas y verduras en el 50% del plato, algún
alimento (sólo uno) del grupo de las proteínas en el 25% y un alimento del grupo de los carbohidratos
y cereales en el 25% restante. La imagen que se presenta a continuación aclara mejor ésta explicación.
Un estilo de vida saludable, debe estar necesariamente libre de hábitos no saludables como el
consumo de tabaco y alcohol.
Cobra especial importancia el evitar el consumo de tabaco, debido a que muchas investigaciones
describen que el factor de riesgo genético de la diabetes, es desencadenado por el consumo de tabaco.
Respecto al consumo de alcohol, de manera general los abstemios tienen más probabilidades de evitar
ésta enfermedad, porque generalmente éste comportamiento se asocia a otras prácticas saludables.
La prevención secundaria incluye acciones que tienen el fin de detectar precozmente la diabetes e
implementar medidas de control de ésta enfermedad.
Consiste en diagnosticar la diabetes cuando aún no expresa manifestaciones clínicas; lo que se traduce
en identificar a los diabéticos “aparentemente sanos”.
Una vez que se ha diagnosticado la diabetes, lo que queda es implementar medidas de control, porque
lamentablemente ésta enfermedad no se cura.
Las medidas de control son parte de las acciones de prevención secundaria, porque su fin es limitar la
progresión de ésta enfermedad y evitar sus complicaciones. Para dicho efecto, se recomienda
implementar las siguientes medidas.
Se deben realizar al menos cuatro veces al año y deben incluir las siguientes acciones:
2. Plan alimenticio
De manera general, se recomienda que las personas diabéticas practiquen una dieta baja en grasas,
moderada en cantidad de proteínas y rica en frutas y verduras; así como de carbohidratos complejos como
el frijol y algunos granos, estableciendo horarios fijos de comidas. No obstante, la asesoría nutricional debe
Una persona diabética debe realizar diferentes actividades físicas y/o ejercicios, al menos por 30 minutos
todos los días de la semana. No obstante, en el caso de diabéticos con retinopatía o daño cardiovascular
marcado, una valoración especializada previa será fundamental para indicar las actividades físicas más
apropiadas. Una rutina de ejercicios recomendada para la mayoría de los casos incluye: ejercicios aeróbicos,
de fuerza y flexibilidad.
a) Ejercicios aeróbicos:
Tienen el fin de controlar los niveles de azúcar en sangre, mantener un peso corporal adecuado y
reducir el riesgo cardiovascular.
Se recomienda que las personas con diabetes tipo 2 realicen 150 minutos de ejercicios aeróbicos a
la semana.
Las actividades físicas recomendadas consisten en caminar, subir escaleras, trotar, andar en
bicicleta, nadar, patinar, remar y tareas de jardinería a una intensidad suficiente como para producir
sudoración, aumento de la frecuencia respiratoria y la frecuencia cardiaca; pero no al punto de
impedir una conversación fluida mientras se realiza la actividad física.
De todos los ejercicios aeróbicos el más recomendable es la caminata, porque es segura, no tiene
costo y la puede realizar acompañado o escuchando música. En este caso, se puede iniciar con 10
minutos de caminata al día e ir aumentando el tiempo a medida que mejora la condición física,
hasta llegar a los 30 minutos, al menos cinco veces a la semana.
b) Ejercicios de fuerza:
Tienen el fin de fortalecer los músculos y huesos. Incluye a los ejercicios con pesas (o botellas de
agua) y bandas elásticas.
c) Ejercicios de flexibilidad:
Estos incluyen a los ejercicios de estiramiento y equilibrio. Ambos mantienen la flexibilidad de las
articulaciones y así evitan lesiones.
Los ejercicios de estiramiento pueden ser tan básicos como tocarse los pies, o atarse los cordeles
del zapato, sin flexionar las rodillas, subir las rodillas y patear hacia atrás; o más estructurados, que
se logran con la práctica del yoga, pilates y Tai chi.
Los ejercicios de equilibrio incluyen caminar hacia atrás o los lados, caminar de talones ubicando un
pie delante del otro, pararse de un pie e incorporarse sin apoyar las manos.
Tomando en cuenta todas estas recomendaciones, una rutina diaria de 30 minutos de ejercicios
4. Plan de educación
Tanto el paciente diabético como su familia deben estar informados sobre todos los aspectos que
conciernen a la enfermedad, de tal manera que puedan ser partícipes activos de su control. En este
caso, el entrenamiento del paciente y su familia, es más eficaz que sólo la educación individual del
paciente.
Las personas con diabetes y su familia deben recibir educación continua, ordenada y sistematizada
desde el momento del diagnóstico de la enfermedad. Los aspectos en los que se recomienda hacer
énfasis son los siguientes:
La diabetes es una enfermedad que dura toda la vida, no se cura, pero se puede controlar con
un estilo de vida saludable.
El tratamiento medicamentoso asignado a los pacientes, no es absolutamente efectivo si el
paciente y su familia, no se esfuerzan en modificar su estilo de vida no saludable.
El control médico es fundamental a lo largo de la enfermedad.
Reforzando ésta idea Elliot Joslin dijo “la educación sobre la diabetes se ha vuelto no sólo un elemento
del tratamiento, sino el propio tratamiento”. Por tanto, los médicos debemos ser más educadores que
prescriptores.
Estos materiales educativos también pueden ser difundidos en las salas de espera de los
establecimientos de salud.
b) La educación, entendida como un proceso integral que tiene el fin de modificar conductas, implica
que trabajemos en la planificación de procesos de educación para la salud, dirigidos específicamente a
pacientes diabéticos y familiares, para implementarlos y evaluarlos, según lo aprendido en la cátedra
de Salud Pública I.
Asimismo, como médicos también debemos estar preparados para implementar actividades de
comunicación grupal, organizando charlas con grupos de pacientes diabéticos y con grupos de
familiares de pacientes diabéticos; donde el personal de salud se convierte en facilitador de
aprendizajes concretos (como la determinación de la glucemia capilar) que permitan, a los pacientes y
familiares, asumir el control de ésta enfermedad.
En la práctica, estos grupos suelen funcionar también como grupos de autoayuda, donde pacientes y
familiares comparten sus aprendizajes concretos para el control de la diabetes.
Las acciones de prevención terciaria están orientadas a la rehabilitación física, psicológica y social del
paciente diabético que sufrió las complicaciones de la enfermedad y tiene que vivir con las secuelas de
la misma.
La rehabilitación del paciente diabético, implica el control y seguimiento permanente de parte del
endocrinólogo y demás especialistas que llevan adelante el tratamiento de las diferentes
enfermedades asociadas que padece el paciente, así como la participación activa de nutricionistas,
fisioterapeutas, psicólogos, trabajadores sociales y otros profesionales, que en conjunto contribuyen a
mejorar la calidad de vida del paciente.
Como comprenderá el lector, lo ideal es no llegar a ésta etapa. Para ello, una tarea fundamental del
médico es entrenar a los pacientes y familiares en el auto monitoreo de la glucemia capilar, que ha
demostrado ser una medida muy efectiva para evitar las complicaciones y secuelas de ésta
enfermedad.
El test Finnish Diabetes Risk Score FINDRISC fue construido a partir de los datos de una cohorte poblacional
finlandesa de sujetos entre 35 y 64 años seleccionados al azar en 1987 y seguidos por 10 años, con el fin de
predecir el desarrollo de una diabetes tratada con medicamentos. Fue validada en varios países con
diferentes puntos de corte, en Sudamérica se recomienda el uso del FINDRISC, estableciendo el punto de
corte en 12 como método de tamización de diabetes mellitus tipo 2 en adultos mayores de 18 años en
Colombia, con recomendación fuerte a favor y moderada calidad de evidencia, dato que es útil para nuestra
población.
Se han propuesto varias herramientas para predecir el la probabilidad de tener diabetes tipo 2, entre ellas el
antecedente familiar, valores antropométricos, la definición del síndrome metabólico y el test FINDRISC entre
otros.
El test FINDRISC es probablemente una de las más eficientes de identificar el riesgo de tener diabetes, se
Se ha documentado que las intervenciones para el control de la prediabetes no sólo evitan la progresión a
diabetes mellitus tipo 2, sino que también retrasan o impiden el desarrollo de enfermedades
cardiovasculares, pues se ha reconocido que la incidencia de infarto al miocardio es prácticamente igual en
quienes tienen prediabetes o diabetes mellitus.
Aunque existen varias escalas similares al FINDRISC, esta es quizás la más utilizada a nivel mundial y la más
apropiada para usar en población sudamericana. El test de FINDRISC tiene 8 preguntas, de las cuales 2 son
medidas antropométricas y 6 son preguntas simples:
1. Edad______________años cumplidos
45 – 54 años (2 p.)
55 - 64 años (3 p.)
(Se calcula dividiendo el peso en kilos) por la talla en metros elevada al cuadrado. Ej.: Peso 70
Kg/Talla 1,70 m. al cuadrado = 70/2,89 = 24,2 Kg/m2)
3. Perímetro de cintura__________cm
Pasar el metro en medio del reborde costal y la cresta iliaca de ambos lados y totalmente
horizontal (aunque no pase por el ombligo). La persona debe respirar normalmente un par de
veces y se toma la medida menor (cuando exhale el aire)
Si (0 p.) No (2 p.)
No (0 p.) Si (2 p.)
No (0 p.) Si (5 p.)
Interpretación del puntaje: Igual o mayor a 12 = Alta probabilidad de tener Diabetes u otra
anormalidad de la regulación de la glucosa.
En la Guía de práctica clínica para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la diabetes mellitus tipo 2
en la población mayor de 18 años del Sistema General de Seguridad Social en Salud – Colombia (Guía No.
GPC-2015-51), publicada en marzo de 2016 se recomienda aplicar el test de FINDRISC como punto de
buena práctica clínica de la siguiente manera:
Debe ser aplicado por personal familiarizado con la herramienta.
Se debe realizar una prueba diagnóstica de la diabetes mellitus tipo 2 a todas las personas que
tengan un puntaje ≥ 12 en el FINDRISC.
3. CONSIDERACIONES FINALES
La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica pero que se puede prevenir, siempre y cuando
tengamos un estilo de vida saludable.
La prevención es tarea de todos, más aun si somos estudiantes y/o profesionales del área salud.
El Test de Findrisc es una prueba de tamizaje sencilla y económica, por lo que debemos aplicarla a
las personas que nos rodean.
4. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Choque R. y cols. Principios fundamentales de la diabetes tipo 2. Editorial Santin. La Paz. 2017.