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les", de esclarecer el ámbito y las tificación de las ofrendas eucarísti-
del calendario, nn. 22-26; 32-43 — a Cf al dad pascual, Cocuisa, Madrid 1967. Véase modalidades de la presencia-acción cas y para la presencia de Cristo en
respecto O. Casel, Mysterium und Manyrium también la bibliografía de Devociones y del Espíritu Santo en la liturgia. ellas (transustanciación), y la consi-
in den rómischen Sakramentarien, en JLW 2 Liturgia. guiente acción del Espíritu son rea-
(1922) 18-38 — 2 ' La cita, tomada de una de La contribución de recientes in- lidades connaturales a la liturgia.
mis lecciones, sintetiza lo que H. de Lubac ha vestigaciones 5 y de estudios de alta Se trataría, por tanto, de descu-
escrito magistralmente en Exégese médiévale.
Les quatre sens de l'Écriture, París 1959-1964,
divulgación en este campo es nota- brir en las fórmulas litúrgicas un
passim, y sobre "todo, en 1/2, 549-557, 558-571; ble \ Sin repetir cuanto está presen- estrato pneumatológico que consti-
II/2, 60ss, 106ss (vers. it. Esegesi medievale, te en otros tratados 7 , presentare- tuye la fuerza de la / eucología.
Edizioni Paoline, 1972) — K Regula Benedic- ESPÍRITU SANTO mos algunos datos más salientes y Entonces se desvanecerían ciertos
ti, c. 19, cit. en SC 90 — 3I Cf también la útiles para una acción pastoral- lugares comunes, según los cuales
carta de Juan Pablo II Dominkae Cenae, del
24 feb. 1980, sobre el misterio y sobre el culto SUMARIO: I. Problemática actual de tipo litúrgica. las liturgias occidentales, y especial-
de la eucaristía, y la instrucción explicativa de íitúrgico-sacramental: 1. Problemática litúr- mente la liturgia romana, serían
gico-existencial; 2. Problemática más teórica -
la Sagrada Congregación para los Sacramen- II. El Espíritu Santo en la "historia de la I. Problemática actual cristocéntricas y cristonómicas,
tos y el culto divino Inaestimabile Donum, del salvación" celebrada: 1. Principio de correla- mientras que en las liturgias orien-
30 abr. 1980. ción; 2. Principio de unitariedad de tres niveles de tipo Íitúrgico-sacramental tales el cristocentrismo (connatural
litúrgico-sacramentales; 3. Principio del exis-
B. Neunheuser tencial litúrgico - III. Culto en espíritu y en Quien se acercase al pensamiento a la realidad de la liturgia) resulta-
verdad - IV. La dimensión pneumatológica del de los padres sobre el Espíritu ría más reducido a favor de la
lenguaje litúrgico: 1. Mirada general sobre la
Santo * y sobre su presencia y ac- acentuación pneumatológica.
temática pneumatológica; 2. Expresiones
BIBLIOGRAFÍA: Alessio L., Una liturgia para verbales pneumatológicas; 3. Gestos; 4. Uso de ción en los acontecimientos litúr- Entre las fórmulas litúrgicas
vivir. Escritos sobre espiritualidad litúrgica, realidades típicas; 5. El silencio - V. Observa- gicos sacramentales \ y luego reco- destacan algunas fórmulas sacra-
Ed. Claretiana, Buenos Aires 1978; Brasso ciones teológico-litúrgicas: 1. De tipo metodo- rriese la problemática de nuestros mentales que ahora también en la
lógico; 2. Relativas al contenido - VI. Perspec-
G.M., Liturgia y espiritualidad, Montserrat tivas de la espiritualidad litúrgica y de la días sobre este argumento, se daría liturgia romana se refieren más
1956; Flicoteaux E., Espiritualidad del año pastoral sacramental: 1. La espiritualidad cuenta en seguida de que cuanto directamente al Espíritu Santo,
litúrgico, Sigúeme, Salamanca 1966; Bouyer litúrgica; 2. La pastoral sacramental.
L., Piedad litúrgica, Ed. Benedictinas, Cuerna- han intuido aquellos que "nos han como las fórmulas de los sacramen-
vaca (México) 1957; Introducción a la vida precedido en el signo de la fe" tos de la confirmación y de la
espiritual, Herder, Barcelona 1964; Garrido
Con la liturgia se celebra en el podría servir para la solución de los unción de los enfermos.
M., Piedad objetiva y subjetiva en la vida dos núcleos de problemas en torno El retorno a la mención querida
espiritual, en "Liturgia" 17 (1962) 170-180; tiempo y en el espacio el opus re-
Gomis J., Espiritualidad litúrgica, en VV.AA., demptionis', esto es, el plan histó- a los cuales se agrupa la problemá- y repetida de la presencia y de la
Historia de la Espiritualidad 2, Flors, Barcelo- rico-salvífico actuado por el Padre, tica presente en el tejido eclesial de acción del Espíritu Santo en la
na 1969, 578-589; Hildebrand D. von, Liturgia en Cristo, por obra del Espíritu nuestros días: el núcleo litúrgico- liturgia está motivado, en el campo
y personalidad, Fax, Madrid 1966; Jiménez
Santo a favor de los fieles incorpo- existencial y el núcleo teorético, pastoral, por la voluntad de recu-
Duque B., Espiritualidad, en DHEE 2, Conse- que ciertamente no es menos impor- rrir a tipos de celebración en los
jo S. Investigaciones Científicas, Madrid 1972, rados en la iglesia y a beneficio de
la iglesia, que celebra el misterio en tante. que se pueda "hacer experiencia del
864-877; Oñatibia I., Liturgia y teología
espiritual, en "Lumen" 10 (1961) 3-16; Ordó- sus fieles 2. Como tal, la liturgia es Espíritu". De ahí los lamentos de
ñez Márquez J., Teología y espiritualidad del esencialmente una manifestación 1. PROBLEMÁTICA LITÜRGICO- algunos, que confunden lo que es
año litúrgico, BAC 403, Madrid 1978; Ravasi
del Espíritu del Cristo glorificado. EXISTENCIAL. En su dimensión des- fruto del Espíritu con sus sucedá-
G., Teología en la piedad: culto, oración, rito, cendente, la liturgia es comunica- neos y querrían desplazar las cele-
en DTI 4, Sigúeme, Salamanca 1983, 461-486; Además, por obra del Espíritu braciones hacia el ámbito en el que
Rivera J.-Iraburu J.M., Espiritualidad católi- Santo toda acción litúrgica mani- ción del Espíritu Santo, que actúa
ca, Centro de Estudios de Teología Espiritual, la presencia de Cristo glorificado lo emocional, lo sensacional y lo
fiesta y actúa la presencia de Cris- carismático deberían jugar un papel
Madrid 1982; Schuster A.I., Líber Sacramen-
to, y la memoria del misterio salví- [/ Jesucristo, II, 2], el cual a su vez
torum. Estudio histórico-litúrgico sobre otorga el Espíritu a sus hermanos. relevante l0 . Se comprenden tam-
el Misal Romano, 1-10, Samos-Barcelona fico no es simplemente un piadoso bién así las vivaces tomas de con-
recuerdo, sino anamnesis / me- En su dimensión ascendente, la
1934ss; Tena P., Liturgia y espiritualidad,
liturgia es "voz del Espíritu Santo ciencia de los ritmos y de los
¿cuestión actual?, en "Phase" 62 (1971) 157- morial histórico-salvífico. Se impo- / estilos celebrativos nuevos, que
166; Vagaggini C , El sentido teológico de la ne, pues, la necesidad del estudio de en Cristo-iglesia" para gloria del
liturgia, BAC 181, Madrid 1959, 606-700; Padre. Por más que sea evidente intentan subrayar con espacios de
la presencia y de la acción del / silencio, con momentos de refle-
Biblia y espiritualidad litúrgica, Studium,
Espíritu Santo en la liturgia. Tal cuanto hemos afirmado, al crecer la
Madrid 1968; Vauchez A., La espiritualidad separación ideológica entre el Occi- xión, con un desarrollo tranquilo
del Occidente medieval (ss. VIII-XII), Ed. estudio ofrece, por una parte, la celebrativo, la importancia de la
Cátedra, Madrid 1985; Vilanova E., "Liturgie ocasión de ahondar en la compren- dente y el Oriente cristianos se ol-
el contemplation " de J. Maritain. Una relectu- vidó que la invocación del Espí- presencia y de la acción del Espíritu
sión de la naturaleza de la liturgia' Santo.
ra veinte años después, en "Phase" 112 (1979)
y, por otra, la oportunidad, al ritu Santo (epíclesis) para la san-
299-307; VV.AA., Liturgia y vida espiritual.
Mensajero, Bilbao 1965; VV.AA., Espirituali- menos para nosotros los occidenta-
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2. PROBLEMÁTICA MÁS TEÓRI- chas las cosas que hay que aprender se) en lo que recibe y en lo que se simultáneamente una perenne pas-
CA. En concomitancia con la pro- para vivirlas. Pero son mucho más anuncia y se celebra; en efecto, el cua-pentecostés ". La segunda es la
blemática de tipo litúrgico-existen- numerosas aquellas que la iglesia de mysterium proclamado y profesado de investigar con qué medios lin-
cial se ha desarrollado recientemen- Cristo ya vive porque las reza, sin (exomologhía) por la vida del cris- güísticos (palabra-signos) toda for-
te una problemática que se mueve que los fieles hasta el presente tiano (euloghía) se convierte en mulación concreta de la liturgia ha
en el ámbito del estudio académico, hayan tomado conciencia refleja de acción de gracias (eucharistía). Así expresado al Espíritu Santo presen-
pero que incide en la solución de ello. Realmente, como se expresaba se pueden poner de relieve algu- te en la acción litúrgica. Será así
los problemas de tipo práctico. Se el teólogo ortodoxo P. Cipriano nos principios que se realizan en más fácil modular una acción pas-
discute, por ejemplo, sí los proble- Kern, "el coro de la iglesia es una la celebración litúrgica en cuanto toral y catequético-litúrgica sobre
mas que provienen del pasado (la cátedra de teología" l2 , y acercarse historia de la salvación hecha pre- nuestro tema.
cuestión de la epíclesis, del Filio- en el Espíritu y con el Espíritu a la sente virtute Spiritus Sancti.
que, etc.) son problemas de método iglesia que ora significa aprender 2. PRINCIPIO DE UNITARIEDAD
más que de contenido, problemas cada vez más. En efecto, la santa 1. PRINCIPIO DE CORRELACIÓN. DE TRES NIVELES LITÚRGICO-SA-
de lenguaje más que problemas liturgia contiene una parte bastante Se puede denominar principio de CRAMENTALES. Del análisis atento
reales, dado que en la praxis y si se señalada, tal vez la más importante correlación la recíproca relación de SC 7 emergen tres elementos
estudian bien las cuestiones, la y sin duda la más viva, que penetra que existe en la historia de la importantes para una definición
problemática parece desvanecerse. en el depositum fidei. Siempre es salvación entre acción y presencia descriptiva de liturgia: mysterium-
Por otra parte, no existiendo ac- necesario leer la liturgia" con la de Jesucristo y acción y presencia actio-vita ". En efecto, la liturgia es
ción litúrgico-sacramental que no dynamis, es decir, con el Espíritu del Espíritu Santo, por la que el misterio (total, sintetizado en el
sea al mismo tiempo acción de Santo (que es el alma, la vitalidad, Cristo reclama necesariamente al misterio pascual) celebrado (justa-
Cristo-iglesia y del Espíritu Santo, el principio de la liturgia sin el cual Espíritu. En otras palabras: donde mente en la acción por excelencia:
alma y vitalidad de la iglesia, cabe no subsiste la liturgia). En ella el se actúa la presencia de Cristo, esto la celebración litúrgica) para la vida
preguntarse si el lenguaje litúrgi- Espíritu se vela precisamente mien- sucede por obra del Espíritu San- (del pueblo de Dios, del fiel en el
co (palabras, gestos, ritos, etc.) no tras cumple su epifanía. La liturgia to; como, por otra parte, desde cuerpo de Cristo, que es la iglesia).
puede ser considerado como media- es, efectivamente, historia de la el momento en que el mysterium Al mismo tiempo, la liturgia es la
ción de la acción del Espíritu Santo salvación celebrada y perennizada. —que culmina y coincide con el vida del fiel, que culmina en la
presente en la liturgia. Añádase que En ella se hace presente lo que Dios Verbo encarnado y obediente hasta acción litúrgica, para que el miste-
el estudio de la patrología (griega, ha hecho y lleva a término para la la muerte de cruz, por lo que el rio se actualice en la iglesia. De
oriental, siríaca, copta) y de las salvación de los hombres. La litur- Padre lo exaltó (cf Flp 2,8-9)— suyo, la acción sagrada por exce-
liturgias / orientales, así como el gia es la celebración-actuación del comienza a manifestarse en la his- lencia, esto es, la celebración litúr-
movimiento ecuménico-litúrgico, misterio de la salvación que se hace toria salvífica, es también el Espíri- gica, no agota la realidad de la
han ido creando un terreno de historia, que viene recordada y vi- tu Santo el que actúa para manifes- liturgia, que es más amplia que su
osmosis entre las aportaciones deri- vida en plenitud l4. Si la celebra- tarlo l5. Más aún, desde el día de momento celebrativo; y esto preci-
vadas del estudio de la acción li- ción litúrgica no es signo del Espíri- la encarnación, toda presencia de samente porque cuanto precede (el
túrgica y las derivadas del estudio tu, no es nada. Porque la verdadera Cristo está en relación tan insepara- antes celebrativo) culmina en la
de la presencia del Espíritu Santo. esencia de la acción litúrgica es ser ble con la acción del Espíritu, que, acción celebrativa, y cuanto sigue
Se ha llegado así a aceptar que no epifanía del Espíritu. Ahora bien, el una vez probada la presencia de (el después celebrativo) proviene de
hay acción litúrgica que no sea Espíritu por medio de la Escritu- Cristo, también queda probada la la acción celebrada. Ahora bien,
acción del Espírtu. No hay liturgia ra fue iconógrafo, es decir, realizó presencia del Espíritu. De aquí la aun cuando el misterio considera-
sin el Espíritu Santo. Para com- en el hagiógrafo la revelación del necesidad de profundizar este prin- do en sí mismo y la vida del fiel
prender esta realidad afrontamos icono del Padre, que es Jesucristo cipio básico, que exige de parte de existan antes y después de la cele-
algunos puntos clave de nuestro (cf 2 Cor 4,4; Col 1,15). En María los liturgistas una doble actitud. bración, no obstante se hallan en
tema: Espíritu Santo y liturgia. fue iconoplasta, es decir, plasmador una relación inseparable con la
del mismísimo icono. En la acción La primera es la de abstenerse acción litúrgica'". Esta es un acon-
litúrgica es simultáneamente iconó- de las fáciles afirmaciones sobre la tecimiento ordenado no sólo a la
grafo, iconoplasta e iconóforo, es (gratuitamente) presunta a-pneu- santificación de los hombres, sino
II. El Espíritu Santo decir, portador del icono del Padre maticidad de la liturgia. No existe
en la "historia también a la edificación de la
presencializado y vivificado. Más ninguna liturgia occidental ni orien- iglesia y a la plenitud del culto a
de la salvación" celebrada aún, ei) la celebración litúrgica todo tal, si no es por la presencia y las Dios en Cristo". Ello exige de
fiel que participa en la asamblea se acciones de Cristo y del Espíritu parte de los fieles una íntima y
En la "escuela de la liturgia"" convierte (o es llevado a convertir- Santo. En realidad la liturgia, en la activa / participación. Esto se pue-
nos damos cuenta de que son mu- celebración de los sacramentos, es
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de actuar porque es en la, con la, decir, la santificación de los hom- bración" que, puesto en determina- la conversión, para que acojan la
por medio de la celebración cómo bres y el culto en espíritu y en das coordenadas de espacio y de palabra de Dios.
el misterio se realiza, se actualiza, verdad) no son concebibles, com- tiempo, se realiza en el hodie2" Es el Espíritu el que vivifica la
se perpetúa, se hace presente en el prensibles, realizables, sino por litúrgico, en el aquí y ahora cele- acción celebrativa hasta hacerla
espacio. Nótese cómo los tres nive- obra del Espíritu Santo. brativo, y actualiza y hace presente fructuosa para la vida del fiel.
les litúrgico-sacramentales misterio- Añádase que es siempre el Espíri- la obra llevada a cabo por Cristo Presente en el ministro para que
acción-vida comportan mutuas re- tu el que obra la cohesión entre [/ Tiempo y liturgia, II, 3] de una pueda actuar "in persona Christi"22,
laciones y compenetraciones recí- misterio y vida, entre misterio y vez para siempre (cf Heb 7,27; 9,12; el Espíritu está presente también en
procas. El misterio está presente en acción litúrgica. En efecto, la mo- 9,28; 10,10); es decir, el misterio los fieles, de modo que el celebrante
la acción litúrgica mediante la dalidad del memorial no se puede pascual en su plenitud. Ahora bien, que preside y los que participan en
modalidad litúrgico-celebrativa del equiparar a la del recuerdo mnemó- la presencia y la acción del Espíritu la acción sagrada sean llevados por
memorial (anamnesis). La acción nico, a la de la proyección de imá- Santo es inseparable del hecho de el mismo Espíritu a la comunión-
hace el memorial del misterio. La genes fotográficas o a la de una la humanidad-víctima que el verbo unión con Cristo.
vida se hace igualmente presente en secuencia fílmica, justamente por- asume en el seno de la Virgen y
la acción litúrgica de la participa- que es la presencia y la acción del Finalmente, es siempre el Espíri-
ofrece al Padre en la cruz. La tu Santo el que hace que cada
ción (méthexis), es decir, la vida Espíritu Santo la que hace que el Virgen concibe al sumo y eterno
está presente en la acción (y vice- memorial sea lo que es litúrgica- celebración sea unívocamente nue-
sacerdote por obra del Espíritu va, irrepetible, grávida en frutos.
versa) mediante la participación. mente hablando. De modo seme- Santo (cf Le 1,31.35). Y Cristo se Unívocamente nueva: también en el
Llegados a este punto se puede jante, la participación litúrgica no ofrece al Padre impulsado por el sentido de que la operación única e
comprender, por nuevo título, cómo puede reducirse a un denomina- Espíritu (cf Jn 12,27ss y esp. Heb ininterrumpida del Espíritu renue-
es verdad que ninguna liturgia es dor común con ningún otro tipo 9,14); muere y comunica el Espíritu va e impulsa la renovación en un
posible sin el Espíritu Santo. En su de participación, porque supera la (cf Jn 19,30); asciende al Padre y
crecimiento progresivo". Irrepeti-
dimensión descendente la liturgia es categoría entendida generalmente envía el Espíritu (cf Jn 14,26; 16,7;
ble: en el sentido de que la celebra-
el misterio celebrado para la vida con esta palabra y se convierte en 14,16).
ción no podrá jamás volver a reali-
del hombre, que por obra del Espí- méthesis litúrgica, precisamente Ahora bien, como el Espíritu zarse tal cual, en el tiempo y en el
ritu llega a ser nueva creación, hijo porque halla en el Espíritu su Santo está presente y actúa en la espacio, no sólo con las mismas
adoptivo en el Unigénito del Padre, principio constitutivo. El esfuerzo vida de Cristo, liturgo por excelen-
alguien que tiene en sí el principio humano del fiel para participar es, coordenadas eclesiales, pero ni si-
cia (cf Heb 9,15; 12,24), así la quiera con la misma virtualidad,
de la santificación, las arras de la en último análisis, colaboración presencia y la acción del Espíritu
vida eterna: el Espíritu (cf 2 Cor con la acción del Espíritu Santo. aun cuando fundamentalmente se
Santo es postulada por la vida de trata siempre del único misterio
1,21-22; 5,5; Ef 1,14). En su dimen- Más aún: la acción litúrgica no los miembros del cuerpo de Cristo,
sión ascendente, la liturgia es la puede ser mera suma o mera apro- pascual repetido sacramentalmente.
particularmente donde esta vida se Grávida en frutos: en el sentido de
vida que culmina en la celebración ximación de signos, de palabras, de constituye y se potencia, crece y se
para que el misterio alcance su gestos, de ritos, precisamente por- que toda celebración es don de la
desarrolla, es decir, en la acción plenitud del Espíritu. El crea en
finalidad última, que es la de tribu- que en ella actúa el Espíritu San- litúrgica sacramental. En ella se
tar culto en espíritu y verdad, de lo to, que hace presente a Cristo. Se todos los participantes una conti-
postulan la presencia y la acción del nua ruptura con cualquier forma de
que el Espíritu Santo es su primer opera así en cada fiel la historia de Espíritu Santo, a fin de que puedan
principio. Ahora bien, la liturgia, en la salvación, la cual, revelada en los esclerosis espiritual y ensancha su
verificar el pasado y anticipar el
la realización del misterio de adora- escritos sagrados, se ha manifesta- futuro salvíficos. La historia de la
capacidad para hacerlos compre-
ción, de culto, de oración de Cristo do y realizado en su plenitud en el salvación no es mito ni utopía; no
hensores de él mismo, que se les
con, en y para la iglesia, en la que Cristo, camino, verdad y vida. La es opio de los pueblos, sino reali-
dona. En última instancia, es el
el fiel se entrega a sí mismo a historia sagrada debe ser vivida por dad, presencia, actualidad en virtud
Espíritu Santo el que impide que la
Cristo-iglesia, halla al Espíritu, que las personas, congregadas en uni- del Espíritu Santo. Con su acción el
acción litúrgica se reduzca a un
es alma de la iglesia y se hace dad en la "una mystíca persona", Espíritu reúne a los hijos de Dios, ceremonialismo vacío, a un simbo-
también su voz (cf Rom 8,15). El para ser celebrada, y se la celebra que estaban dispersos, para formar lismo mágico, a un juego alienante,
culto que los fíeles tributan al para vivirla. una unidad en el Cristo (cf Jn a un gesticular insulso, a un hablar
Padre en la iglesia y la iglesia en los 11,52) resucitado (cf Jn 12,32)Jl. babélico. Es el Espíritu Santo el
fieles se cumple en, con y por que vivifica en el hodie litúrgico el
Cristo, único mediador, pero virtu- 3. PRINCIPIO DEL EXISTENCIAL Es siempre el Espíritu el que en ayer salvífico, anticipándonos el el
te Spiritus Sancti. En otros térmi- LITÚRGICO. Por la expresión exis- la acción litúrgica mueve desde in saecula (cf Heb 13,8, admirable-
nos: la finalidad de la liturgia (es tencial litúrgico entendemos el dentro a los fieles con su.dinamis- mente interpretado y celebrado en
"hecho-acontecimiento de la cele- mo interior, que conduce a la fe y a la vigilia pascual)24. Y mientras la
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asamblea litúrgica ruega al Padre de Cristo. Este, que es el nuevo tud: por parte suya siempre se dona Santo. Su función es inseparable de
(cf Rom 8,15.26-27; Gal 4,6), grita templo, del cual brota el río de ex toto; quien limita la efusión son la función mediadora del Hijo en la
también en el Espíritu Marán-atha agua viva (cf Jn 7,37-39, en parale- los sujetos que celebran las acciones liturgia, unida a la de los fieles, que
("Ven, Señor Jesús"), suplicando lo con Ez 47,1.12) que es el Espíritu litúrgicas. El está presente en el están unidos a Cristo porque han
Kyrie, eléison ("Señor, ten piedad") Santo, es justamente nuevo templo bautismo de agua y del Espíritu recibido el Espíritu Santo.
(cf 1 Cor 12,3), a fin de que la doxa en cuanto en él y por él se ha Santo (cf Mt 3,12; Me 1,8; Le 3,16; El análisis de cada uno de los
theó (la gloria rendida a Dios) en celebrado de una vez para siempre Jn 1,33; 3,1-10) como principio de acontecimientos litúrgicos podría
Cristo, con Cristo y por Cristo sea el culto auténtico al Padre, la nueva la novedad de vida en Cristo, poner de relieve ulteriores aspectos
verdadera, íntima, profunda, ex- y eterna alianza, la del Espíritu. El unigénito del Padre. Actúa en la de la acción y de la presencia del
haustiva. hace de nosotros un sacrificio pe- confirmación, donde se comunica Espíritu. Para no extendernos más,
renne agradable al Padre M. El culto nuevamente (cf He 8,14-17; 19,6) creemos oportuno presentar aquí
cristiano es continuación de aquél. para que el confirmado pueda una especie de enrejado metodoló-
III. Culto en espíritu Todo esto a lo que hemos aludi- oponer el menor obstáculo posible gico, como ayuda para profundizar
y en verdad do es más comprensible aún si se a sus ulteriores venidas y presen- personalmente el tema.
tiene presente la específica acción cias; por tanto, es don de la dilata-
Para comprender la relación del Espíritu Santo en la liturgia, bilidad y disponibilidad incondicio-
Espíritu Santo-liturgia es preciso contenida en la expresión litúrgica nada a la acción del Espíritu, que IV. La dimensión pneumatológica
captar en toda su plenitud el dicho in unitate Spiritus Sanctix. en toda eucaristía realiza la pleni- del lenguaje litúrgico
de Jesús en Jn 4,24: "Dios es En el culto nuevo y eterno, la tud del don31.
espíritu, y sus adoradores han de iniciativa es divina por razón del Es siempre el Espíritu el que, El lenguaje litúrgico (gestos, ac-
adorarlo en espíritu y en verdad". Espíritu Santo. El obra la sacra- otorgado para la remisión de los titudes, expresiones verbales, uso
Pues bien, prescindiendo de las mentalidad salvífica, impulsa la pecados (cf Jn 20,22-23) se da en la de ceremonias típicas, etc.) es fun-
eventuales sutilezas exegéticas de criatura al Creador, da eficacia al celebración del sacramento de la damentalmente un lenguaje pneu-
este versículo, se debe subrayar obrar cristiano y anima la oración, penitencia como principio de recon- matológico.
que, según la tradición perenne de viene dado a fin de que la palabra ciliación y de renovación". Es él En realidad, sólo en el Espíritu
la iglesia, aquí se encierra la clave de Dios sea comprendida y, cele- quien en la unción de los enfermos Santo podemos decir "Señor Jesús"
de lo específico de la liturgia cristia- brada en los sacramentos, se haga une a Cristo en la cruz con quien se (cf 1 Cor 12,3); sólo el Espíritu
na. La liturgia recurre a signos, ya eficaz: en cada sacramento se efec- halla en estado de precariedad físi- suscita en nosotros y logra desenca-
sea para no traicionar la voluntad túa siempre la misión del Espíritu ca (enfermo, anciano, moribundo) denar el "Abba, Padre" (cf Rom
de Cristo, ya sea para adaptarse por medio de la invocación (epícle- para que puedan alcanzarse los 8,15.26-27; Gal 4,6). En otros tér-
a la naturaleza del hombre; pero sis) de su presencia y acción; cada fines del sacramento". Mientras minos: el lenguaje litúrgico, global-
nosotros vemos la verdadera luz uno de los sacramentos es un mo- que es de todos sobradamente mente considerado, viene asumido
que esclarece al hombre en la mento diverso y específico funcio- conocida la presencia y la acción como mediación de la acción del
iluminación del Espíritu Santo, y nal y finalistamente unido con la del Espíritu Santo en las ordenacio- Espíritu, que nos ayuda a celebrar a
en Cristo verdad hemos sido hechos humanidad gloriosa del Señor Je- nes sagradas, es necesario prestar Cristo en sus misterios para pro-
verdaderos adoradores en virtud sús: todo esto es factible por razón atención a cuanto resulta de las nunciar con él el dulce nombre del
del Espíritu ". Los temas que aquí del Espíritu Santo. investigaciones concernientes al Padre y para entrar en relación de
se deben al menos recordar son los sacramento del matrimonio ". Este hijos adoptivos con el Padre. Por
de sacrificio de alabanza2t, de obla- Se suele recordar la acción del
Espíritu en la eucaristía, donde se sacramento es celebración de la tanto, cuanto queremos recordar
ción espiritual21, de tiempo espiri- obra del Espíritu Santo y del per- aquí debería ayudar a todo fiel a
tual1*. Las soluciones cristianas a manifiesta su presencia para que
sean consagrados los dones sacrifi- manente amor que los esposos se proyectarse más allá del ropaje
estos temas se buscan siempre en el dan recíprocamente como eco del literario y del lenguaje de gestos
Espíritu Santo. El Espíritu Santo, ciales (epíclesis de consagración) y
para que los fieles comulguen con Amor Persona divina. o ritual de la liturgia para vivir
que con la colaboración de María provechosamente lo que se celebra
ha dado vida a la víctima viva e fruto en el cuerpo y sangre de De modo semejante, los otros
Cristo (epíclesis de comunión). acontecimientos sagrados que, aun y tiene valor por razón de la sinto-
inmaculada, da también vida a los nía vital con el Espíritu Santo.
cristianos como víctimas vivientes, Pero conviene recordar que en todo no siendo sacramentos, son no
espirituales. Por el mismo Espíritu sacramento o acción litúrgica, en obstante acciones litúrgicas", son
los cristianos son congregados en cuanto acontecimientos de culto de vivificados por el Espíritu Santo. El 1. MIRADA GENERAL SOBRE I.A
un nuevo pueblo, el cual rinde al la nueva economía en espíritu y realiza la unidad de la iglesia oran- TEMÁTICA PNEUMATOLÓGICA. Mien-
Padre el culto espiritual por medio verdad, siempre está presente el te. No se puede hacer oración tras la / eucología en la celebración
Espíritu Santo y actúa en su pleni- cristiana sin la acción del Espíritu pide el don del Espíritu, la / cele-
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bración misma es el locus por ex- oraciones dirigidas directamente al verbos (y derivados) indica la ac- • spirare: la insufflatio sobre
celencia donde viene dado el Es- Espíritu Santo: éstas son más fre- ción del Espíritu y otra su presen- personas o cosas; la halitatio sobre
píritu Santo. Valdría la pena citar cuentes en el Oriente litúrgico y cia. Esta se encuentra ligada parti- personas o cosas (para estos gestos
aquí un conjunto de oraciones o las menos en Occidente, aunque tam- cularmente a los sustantivos. Sólo a —así como para los otros— la
mismas fórmulas esenciales para la bién aquí tengamos ejemplos pre- modo de ejemplo recordamos algu- inspiración es eminentemente bíbli-
administración de los sacramentos claros, especialmente en la liturgia nos: don, amor, devoción, efusión, ca: cf Jn 3,8: "Spiritus ubi vult
según los nuevos Ordines o Ritua- hispano-visigótica y en la misma llama, fuego, calor, fulgor, consejo, spirat"; Jn 20,21: "Haec cum dixis-
les posconciliares (cf la fórmula de himnodia romana (Nunc Sánete, candad, consuelo, fortaleza, ale- set, insufflavit et dixit eis: Accipite
la confirmación, de la unción de los nobis, Spiritus). gría, gozo, iluminación, luz, dedo Spiritum Sanctum") 43 ; como tam-
enfermos, del sacramento de la pe- Se puede, pues, afirmar en gene- de Dios, entendimiento, ciencia, bién las indicaciones colaterales
nitencia) para ver en ellas las acen- ral: de un estudio atento resulta que sabiduría, potencia, virtud, pleni- eucológicas al viento de pentecostés
tuaciones pneumatológicas. Tanto se debe pasar de la eucologio pneu- tud, rocío, espiración, corona, un- (cf He 2,1-3);
es así, que la Ordenación General matófora (es decir, portadora del ción, sal de la sabiduría, etc. Un
de la Liturgia de las Horas recuer- Espíritu Santo, porque invoca su • la actitud del cuerpo (en gene-
atento análisis de las expresiones ral): la postración completa (en las
da solemnemente que "no puede presencia y acción) a la compren- verbales nos llevaría a comprender
darse oración cristiana sin la acción sión de la celebración como pneu- ordenaciones; consagraciones de las
la realidad litúrgica como acción vírgenes; el viernes santo, etc.) co-
del Espíritu Santo, el cual, realizan- matocéntrica, e incluso de toda la del Paráclito dirigida a hacer de la
do la unidad de la iglesia, nos lle- liturgia como teniendo su quicio y rrespondiente a la proskynesis bi-
acción litúrgica, en la vida de la zantina •"; la genuflexión45; estar en
va al Padre por medio del Hijo" su vitalidad en la presencia y en la iglesia, el signo privilegiado de la
(OGLH 8). acción del Espíritu Santo. Por eso pie con los brazos en cruz y las
presencia del Cristo pascual y el manos elevadas, etc. Nótese que
De todos modos, los que estu- creemos útil ahora pasar al análisis fundamento del obrar apostólico de
del lenguaje litúrgico, que es pneu- también otros gestos-ritos, que se
dian la presencia y la acción del los miembros del pueblo de Dios ". podrían estudiar en sus detalles y
Espíritu Santo en la liturgia suelen matológico en sus expresiones ver-
bales, en ciertos gestos típicos y en en sus variantes de diverso género,
poner de relieve la acción del Espí-
ritu en las epíclesis sacramentales, y el uso de ciertas realidades median- 3. GESTOS. En las diversas tra- remiten (en mayor o menor medi-
mencionan la epíclesis consagrato- te el silencio. diciones litúrgicas existen tantos da) a alguna cosa del Antiguo y
ria de la ordenación del obispo, de gestos pneumatológicos en general Nuevo Testamento; están llenos de
los presbíteros y de los diáconos y como gestos típicamente epicléti- semantemas pertenecientes a la
2. EXPRESIONES VERBALES PNEU-
las de los ritos de la iniciación cos. Recordamos sólo los más sig- historia de la salvación.
MATOLÓGICAS. Se pueden distin- nificativos, apelando a un princi-
cristiana (bautismo, con la cuestión guir en dos grupos: las genérica- El lenguaje litúrgico, aunque
de las unciones prebautismales y pio derivado del comparativismo ^ forjado sobre el hombre, imita no
mente pneumatológicas, y las más litúrgico '". Un gesto litúrgico es le- obstante el lenguaje bíblico. Esto
posbautismales; confirmación, con propiamente epicléticas (epíka-
las discusiones sobre la diversidad gible y comprensible no tanto si lo significa que el lenguaje litúrgico
leó = invoco sobre). Este segundo consideramos en sí mismo y aisla- debe ser leído y es legible sólo
del don del Espíritu respecto al grupo comprende las expresiones
bautismo; eucaristía, con la epícle- damente, sino más bien confron- después de una previa iniciación a
modeladas sobre la epíclesis propia- tándolo e ilustrándolo con cuan- la Sagrada Escritura. Hoy, pues
sis —una o doble, según las diver- mente dicha, que es la eucarística,
sas tradiciones litúrgicas orientales to proviene de la hermenéutica li- —no será inútil recordarlo—, al
en su doble forma de epíclesis sobre túrgica. Con este principio sería buscar la / adaptación, el paradig-
y de su influjo en Occidente, para la la oblata (sobre las ofrendas) y de
transubstanciación— y la invoca- más fácil hallar e intuir gestos-ritos, ma del lenguaje litúrgico debe ser,
epíclesis sobre la asamblea "Spiritu que forman parte del lenguaje como siempre, fundamentalmente
ción del Espíritu Santo sobre la Sancto congregata" 36 . La doble pneumatológico, referentes a:
asamblea). Los especialistas de la epíclesis eucarística sirve también el bíblico.
historia de la liturgia reclaman como paradigma para comprender
además la atención sobre las refe- las otras formas de epíclesis. Se • la mano: imposición de las 4. Uso DE REALIDADES TÍPICAS.
rencias al Espíritu Santo contenidas pueden citar, no obstante, términos manos; elevación de las manos, que Además de la lengua y de los gestos
en las oraciones litúrgicas, especial- pneumatológicos (verbos, con sus es una variante de la imposición 3 '; de naturaleza pneumatológico-epi-
mente en las profesiones de fe, en derivados sustantivos y adjetivos) con la respectiva figura metafórica clética, existe también la gama del
las doxologías y, en general, en las como: infundir, enviar, santificar, de la mano de Dios (la derecha) *° y uso de realidades típicas que en el
conclusiones de las oraciones (in consagrar, recibir, asumir, llenar, del dedo de Dios"; hasta la trans- lenguaje bíblico-litúrgico y litúrgi-
unitate Spiritus Sancti; qui cum cumplir, completar, perseverar, re- posición conceptual de la mano de co-comparativo indican infusión
Patre et Spiritu Sancto vivis, etc.), gir, confirmar, encender, brillar, Dios introducida en las manos del del Espíritu, presencia del Espíritu,
para detenerse, finalmente, en las etc. Obviamente, una parte de los ministro, testimoniada en la eucolo- acción del Espíritu. Recordamos
gía4Z; sólo el uso de las siguientes:
Espíritu Santo 712
713 Espíritu Santo
• óleo (de oliva o en todo caso
iso más bien suspensión de todo gesto,
vegetal) de los catecúmenos; paraira palabra o rito. No es una pausa en el alma de la reforma litúrgica y de es un cuerpo organizado, vivo,
los enfermos; sacro crisma46; óleo
eo el curso de la celebración, sino un todo el movimiento litúrgico ", sino sacrificial, eucarístico, eucológico,
usado sólo o mezclado con aromas,is, entrar en el corazón de la misma, especialmente de la renovación li- en virtud de las epíclesis del Espíri-
o bien derramado en el agua47, etc.:
c: Es un momento cumbre, que indi- túrgica. La iglesia va profundizan- tu. En la celebración litúrgica, la
todos son referencias pneumatoló-ó- ca al Espíritu Santo: su presencia y do cada vez más la verdad de que el asamblea llega a ser lo que recibe y
gicas; su acción, que lleva a la contem- Espíritu Santo, que es el alma de lo que anuncia; en otros términos:
j plación. ella misma, cuerpo de Cristo ", es el misterio proclamado y profesado
• perfume: balsámico unido aal también alma de la acción litúrgica (exomologhía) para la vida del
^n
óleo; el uso del perfume (aspersión El silencio litúrgico es una invita- cristiano, que es vida de alabanza
ción a estar disponibles a la acción y de toda la liturgia. Desde este
con perfume) entre los bizantinos, punto de vista y después de cuanto (euloghía), se hace acción de gra-
por ejemplo durante la "santa y' del Espíritu. El Espíritu habla en
hemos indicado más arriba, presen- cias (eucharistía) y es celebrado por
gran semana"; el incienso, etc. Son^ el silencio; para oírlo, sentirlo, gus-
tamos algunas conclusiones teológi- la acción del Espíritu. Metodológi-
referencias al "bonus odor Christi"•>, tarlo, es preciso hacer silencio. camente esto debe ser aceptado por
J Llenarse de silencio es llenarse de co-litúrgicas, distinguiéndolas en
(cf 2 Cor 2,15) que debe ser cada dos grupos: los agentes de la pastoral litúrgica.
cristiano ungido por el Espíritu; Espíritu. El silencio de adoración y
de contemplación es la mejor aper-
• sal: usada sola (cf Mt 5,13; Me
lc tura para acoger la palabra del 1. OBSERVACIONES DE TIPO ME- 2. OBSERVACIONES RELATIVAS
9,49; Col 4,6 vulgata) o unida al Maestro, es la primera grada para TODOLÓGICO, a) Ante todo se debe AL CONTENIDO. El recurrir a meto-
u
agua, etc.: es referencia al Espíritu,. llegar a vivir de Dios: después del aceptar que, si se aplican líneas dologías apropiadas para estudiar
el cual, como sabiduría, da gusto aa anuncio de la palabra de Dios, el metodológicas apropiadas al depó- el dato pneumatológico de la y en la
las realidades, conserva y preserva 'a silencio es el camino a la interiori- sito de las tradiciones litúrgicas, liturgia no debe convertirse en una
de la corrupción; zación y a la adaptación de ella a emerge de éstas una vasta gama, simple demostración de erudición,
[a nosotros y de nosotros a ella. El una notable multiplicidad poliédri- sino que debe traducirse, a nivel
• anillo: para la virgen, para la ca expresiva, que muestra cuan operativo, en el esfuerzo de crear
esposa, para el obispo; silencio ayuda a percibir el soplo
del Espíritu: en el silencio él nos acentuada es la presencia pneuma- espacio y disponibilidad en las per-
• corona: para los esposos, para hace intuir tantas cosas y puede tológica en las fuentes litúrgicas. sonas de los fieles a la acción del
las vírgenes48; satisfacer las necesidades de cada Esto vale tanto para el Oriente Espíritu Santo. Se puede, pues,
• velo: para las vírgenes (no see fiel alimentando la búsqueda y la como para el Occidente litúrgicos, comprender cuanto sigue:
olvide la obumbratio del Espírituu reflexión sobre lo que nos conviene de ayer y de hoy.
a) Si es verdad que "Spiritus
sobre María, prototipo de la virgi-i- para configurarnos con Cristo. El b) Es cierto que en el despertar ubi vult spirat" (cf Jn 3,8), no cabe
nidad consagrada: cf Le 1,35. Véasee silencio, después de haber recibido o renovación carismática de hoy ", duda de que el Espíritu "quiere
en clave pneumatológica tambiénn el cuerpo y la sangre de Cristo, es el estudio del dato pneumatológico, soplar" donde se celebra una acción
Me 9,7 y Mt 17,5); un espacio de tiempo reservado a la presente desde siempre en la litur- litúrgica. En la historia de la salva-
presencia y acción del Pneuma sa- ción la presencia del Espíritu se
• agua caliente: derramadaa grado, que nos asocia a Cristo y a
gia y repuesto en el honor debido,
(= zeon) en la especie eucarísticaas podrá constituir una plataforma de realiza por la actuación del misterio
la iglesia y nos hace partícipes del prueba de la ortodoxia y una mesa que es Cristo-iglesia. Ahora bien,
del vino transubstanciado entre los modo más pleno del misterio pas-
bizantinos"'. de rectificación y de confrontación en la acción litúrgica, en la que se
j cual. El silencio litúrgico pretende para cada movimiento, además de realiza la re-actualización sacra-
Para el hombre de hoy y paraj fomentar la unión del fiel con
la / pastoral litúrgica, que buscanr ser fuente y cumbre a que todo mental del misterio, que es Cristo
Cristo liturgo: acción ésta propia fermento de carismaticismo, pre- con sus misterios, está el Espíritu.
/ signos y símbolos con que leer del Espíritu. Donde más profundo
realidades más profundas e impri- sente desde siempre y hoy más En efecto, toda auténtica acción
es el misterio, más grande el silen- acentuado en la catolicidad, debería litúrgica es epíclesis del Espíritu,
mirlas en la existencia de los fieles,' ció y obra mayormente el Espíritu
no será tal vez inútil el presentar. tender y del cual debería promanar. epifanía del Espíritu, sacramento
Santo5». del Espíritu.
en los justos modos también estos c) En el campo de la investiga-
signos-símbolos que, aunque anti- ción y del estudio personal, así b) Por otra parte, la presencia y
guos, se demuestran aún como los como en el de la meditación, el la acción del Espíritu Santo en la
más apropiados para indicar la pre- V. Observaciones historia de la salvación tienen la
teológico-litúrgicas ámbito Espíritu Santo y liturgia
sencia-acción del Pneuma sagrado. finalidad de asimilar toda la huma-
debe ser potenciado para bien de la
5. EL/SILENCIO. El silencio en espiritualidad cristiana, que es una nidad a la unidad Cristo-iglesia.
La santa iglesia tiene conciencia Ahora bien, si es cierto que, in via,
la liturgia no es una ceremonia; es de que el Espíritu Santo no sólo es / espiritualidad litúrgico-sacramen-
tal. El cuerpo de Cristo, la iglesia, la máxima actuación y asimilación
Espíritu Santo 714
715 Kspíritu Santo
al misterio se celebra y se realiza en en la realidad litúrgica: misterio-
la eucaristía, se debe concluir que acción-vida. tributado al Padre en espíritu y en Dios con las personas divinas. Ob-
toda presencia del Espíritu está a) Para todo fiel la presencia verdad, como templo vivo, real, lu- jeto de la pastoral no es un grupo
orientada a la eucaristía. Para la del Espíritu comporta el triple gar por excelencia del único culto, de hombres que reacciona sólo o
teología, para el ecumenismo, para efecto de santificación, de consa- del culto que recapitula cualquier sobre todo obedeciendo a leyes de
la espiritualidad litúrgica, la impor- gración y de culto, justamente por expresión de gloria, de gracias psicología y de sociología religiosas
tancia de esta conclusión es evi- razón de su finalidad íntima a y de alabanza a la Trinidad. o de interacción de grupo, sino
dente. asimilar en la unidad a Cristo- Es el Espíritu presente y operante personas que primariamente son
el que constituye el principio vivifi- movidas, animadas y vivificadas
iglesia. No hay quien no vea cómo por la ley del Espíritu. El pastor
c) Añádase que la presencia y la toda acción litúrgica goza de esta cante de la acción litúrgica, de
acción del Espíritu no la hallamos modo que la liturgia celebrada en la debe, por tanto, ser instrumento
triple eficacia. Esto equivale a afir- dócil del Pneuma sagrado. Por eso
en la acción litúrgico-sacramental: tierra pertenezca ya al orden de las
mar que las repetidas epíclesis del realidades celestes. debe ser experto en las cosas divi-
existen soplos del Espíritu que se Espíritu celebradas en la liturgia
pueden decir extra-sacramentales. nas, además de las humanas; más
hacen de ella un perpetuo Pentecos- c) Se puede entonces recordar aún, su experiencia en estas últimas
Pero, puesto que la presencia y la tés a través del tiempo y del espacio que la espiritualidad litúrgica está debe ser óptima para poder ser más
acción del Espíritu en la historia de con todos sus efectos. Y como el caracterizada por la objetividad a experto en las cosas divinas.
la salvación están destinadas a la acontecimiento de pentecostés fue causa del Espíritu Santo. Ella debe
asimilación a Cristo-iglesia, y pues- el comienzo de la historia de la hacer ver e inculcar a los fieles que b) El ámbito de la pastoral li-
to que toda asimilación y configu- salvación actuada en la iglesia, la la liturgia es simultáneamente pro- túrgico-sacramental, extendiéndo-
ración a Cristo-iglesia, in vía, suce- inauguración de la parusía y el fesión de fe en la epíclesis del se desde el antes celebrativo al
de por medio de las acciones litúr- Espíritu y epíclesis vivida en la durante celebrativo para continuar
anticipo del reino definitivo, así la existencia del fiel y celebrada en la
gico-sacramentales y en relación liturgia como signum efficax Spiri- luego en el después celebrativo, se
con ellas, se puede afirmar que toda acción litúrgica; donde se renueva entreteje con la catequesis litúrgico-
tus teje la vida de la iglesia (de cada la memoria de los acontecimientos
epíclesis del Espíritu, incluso la sacramental " y con la dirección
fiel en la iglesia y de cada hombre salvíficos y la iglesia se ofrece con espiritual modulada especialmente
epíclesis extra-sacramental, posee, orientado implícitamente a ella), a
al menos implícitamente, un dina- Cristo al Padre por el Espíritu sobre las líneas de la espiritualidad
fin de que la iglesia misma pueda Santo, la presencia del Espíritu es litúrgica56. La pastoral deberá ha-
mismo litúrgico-sacramental. En desarrollar una historia, fomenta e
síntesis: toda acción y presencia del incesante, para que el memorial sea cerse abierta para suscitar el senti-
incrementa la parusía para que vital y se haga realidad, y para que do de pertenencia al cuerpo místico
Espíritu, incluida la extra-sacra- Cristo esté con nosotros y anticipa la participación sea fructuosa y
mental, estando destinada a la asi- de la iglesia, cuya alma es el Espíri-
el reino en cuanto que lo edifica rica. tu Santo; deberá asimismo educar
milación y configuración con Cris- con la fuerza del Espíritu vivifi- para obrar y sentir "cum ecclesia",
to-iglesia, está orientada, al menos cante. que equivale a entrar en sim-patía
de una forma implícita, a la euca- 2. LA PASTORAL SACRAMENTAL.
Precisamente porque el Espíritu (en el sentido etimológico del térmi-
ristía 54. b) Se comprende, por tanto, la no) con el Espíritu Sai to. La pas-
Santo ocupa un puesto preeminente
importancia del Espíritu Santo en la acción litúrgico-sacramental, toral litúrgico-sacramental- deberá
para la espiritualidad del fiel: en la la misma pastoral sacramental debe estar, por consiguiente, impregnada
VI. Perspectivas acción litúrgica, el Espíritu Santo ejercerse de modo que esté en sin- de espíritu de iniciativa, espíritu
de la espiritualidad litúrgica es el que hace la palabra de Dios tonía y en sinergia con la presencia orientado a llevar al encuentro
de la pastoral sacramental viva y eficaz en cada participante y la acción del Espíritu Santo. personal in ecclesia con las divinas
(cf Heb 4,12). La palabra procla- Personas.
Liturgia y Espíritu Santo: este a) Se podría así, con una defi-
mada en ella no sería acogida por nición descriptiva, afirmar que la c) Se debe decir que la pastoral
binomio indivisible abarca toda la los fieles sin la acción del Pneuma pastoral litúrgico-sacramental es el litúrgica, siendo un arte en sintonía
vida del fiel; es realmente la base sagrado: él es la acogida de la arte de crear en los fieles (el catecú- y en sinergia con la presencia y la
de la espiritualidad litúrgica, y en palabra en los fieles. meno es también un fiel in fieri) los acción del Espíritu Santo para
torno a él se mueve la pastoral Es el Espíritu Santo el que, co- presupuestos para recibir las mo- llegar a suscitar, fomentar y perpe-
sacramental. municado en la comunidad al in- ciones del Espíritu y para conservar tuar en las personas la sim-patía
dividuo, lo acompaña en unidad y la tendencia hacia el Espíritu, que con el Espíritu Santo, goza de la
L A
J - ESPIRITUALIDAD LITÚRGI- comunidad con toda la iglesia. El es realiza progresivamente el encuen- prerrogativa de la objetividad.
CA, t s t a se basa en la acción y la creación del pueblo de Dios tro del fiel en Cristo-iglesia, y por Educará para superar toda emoción
presencia del Espíritu Santo en la como nueva creación en Cristo, tanto el encuentro del pueblo de sensacional, todo pietismo espiri-
acción litúrgica, y por consiguiente como pueblo del culto perpetuo
Espíritu Santo 716 717 Espíritu Santo
tual, todo sentimentalismo, todo occidentales faltaría una equilibrada compene- (The Spirit and the Bride, Londres 1935) et saecula. Ipsi gloria et imperium per universa
tipo de desviación de la vida del tración entre cristología y dinamismo trinita- usaba expresiones similares aplicándolas a la aeternitatis saecula. Amen" — 2S Ver san
rio. La otra cuestión acentuada en Occidente, iglesia (If She is not a sign of the Paraclete, Basilio, Sullo Spirito santo (PG 32.153B; SC
espíritu en vistas de la meta que se la pelagiana, habría causado un desequilibrio She is nothing!: 33) y al estudio de los 17,197) — 26 Consultar las aportaciones en J.
puede sintetizar así: formar "perso- en la antropología teológica, en perjuicio —un sacramentos (The Theology of the Sacraments Juglar, Le sacrifice de louange, Cerf, París
nalidades litúrgicas" ". nuevo título— de la pneumatologización del and the Theology of the Holy Ghost are 19582, y en Bryan D. Spinks (por), The
De este modo la pastoral litúrgi- pensamiento occidental. Véase Y.M.-U. Congar, inseparable: 215) — l4 Cf Casel, Art und Sacrifice of Praise. Studies... in Honour of
La pneumatologie dans la théologie catholi- Sinne der altesten christlichen Osterfeier, en Arthur Hubert Couralin, Ed. Liturgiche,
ca enseñará a comprender que en la que, en Revue des sciences philosophiques et JLW 14 (1934) [i.e. 1938] 1-78 — " Cf san Roma 1981; O. Casel, // mistero del culto
liturgia todo gesto es una procla- théologiques 51 (1967) 250-258; Pneumatolo- Ireneo, La dotlrina apostólica 5 (Patrología cristiano, trad. it.. Borla, Turín 1966 — 2? Son
mación; toda palabra, un anuncio; gie ou "christomonisme" dans la tradition orienlalis 22,663); "El Espíritu manifiesta, clásicos los tratados de O. Casel, Oblatio
toda celebración, un acontecimien- latine, en ETL 45 (1969) 394-416 — 5 Ver las pues, al Verbo...; pero el Verbo comunica el rationalis, .en Tübinger theologische Quar-
to salvífico; toda persona, una recensiones bibl. de Bertetto, Francisco, Espíritu"; san Bernardo, Episl. 107,9 (PL talschrift 99 (1917-19) 429-439; Die logiké
custodia visible de la invisible pre- Rinaudo, citadas en bibl. — 6 El mejor y más 182,247A); "Tenemos una doble prenda de ihysía der antiken Mysíik in christlich-
completo es el de S. Rinaudo, La liturgia nuestra salvación: la doble efusión de la ¡iturgischer Umdeutung, en JLW i (1924) 37-
sencia y acción del Espíritu Santo. epifanía dello Spirito. Iniziazione all'esperian- Sangre y del Espíritu. De nada valdría la una 47; Ch. Mohrmann, Rationabilis-logikós, en
za dello Spirito santo nella celebrazione del sin la otra; no me ayudaría, por tanto, que Revue Inlern. des droits de l'antiquité 5 (1950)
mislero cristiano, LDC, Turín 1980 — 7 Nos Cristo hubiera muerto por mí si no me 225-234; C. Bourgin, Le sang du Christ et le
NOTAS: ' Es lo que afirma para la eucaristía referimos especialmente a los artículos de vivificase con su Espíritu" — l6 Cf P. Evdoki- cuite spirituel, en AS 34 (1963) 26-53 —
21
en el Missaie Romanum de san Pió V la diccionarios; E. Kásemann-M.A. Schmidt-R. mov, L'ortodossia, II Mulino, Bologna 1965, Síntesis óptima la de S. Marsili, Dal tempio
secreta de la IX dom. post Pent., y en el Misal Prenter-W. Wieland-H. Ringgrenn-A. Schim- 362, donde se lee: "En el centro de todo lócale al tempio spirituale, en VV.AA., //
Romano de Pablo VI la oración sobre las mel, Hl. Geist, en RGG IIJ, 1272-1301; H. sacramento está la acción del... mismo Pente- tempio. Atti della XVIII settimana litúrgica
ofrendas del jueves santo (misa vespertina "in Kleinknecht-F. Baumgártel-W. Bieder-E. costés, el descendimiento del Espíritu Santo"; nazionale a Monreale, CAL, Roma 1968, 51-
coena Domini"), de la II dom. per annum y de Sjóberg-E. Schweizer, Pneuma, en GLNT san Basilio, Sullo Spirito santo (PG 32.140B; 63; Y.M.J. Congar, // mistero del tempio, trad.
la misa votiva 2 de la s. eucaristía: "quoties X, 767-1107; J. Guillet-J. Gribomont-P. SC 17,180): "En cuanto a la economía de la it., Borla, Turín 1963 — 2* Cf Messale Roma-
huius commemoratio celebratur, opus nostrae Smulders-F. Vanderbroucke-S. Tromp-J.L. salvación concerniente al hombre, hecha no, Preghiera eucaristica III — 30 Cf J.A.
redemptionis exercetur" ("cada vez que reno- Witte, Esprit Saint, en DSAM IV, 1246-1333; realidad por la bondad del Padre, por medio Jungmann, Beitráge zur Geschichle der Ge-
vamos en el altar este sacrificio se realiza la K. Koch-W. Marxen, Hl. Geist, en Evangeli- de nuestro salvador Jesucristo, nadie podrá betsliturgie, en ZKT 72 (1950) 48M86; Zur
obra de nuestra salvación"). El principio, por sches Kirchenlexifcon II2, 64-69; V. Kamp-J. negar que es participada sino por medio de la neuen Ubersetzung des Canon Missae, en ¿y 4
coextensión, resulta válido para todas las Schmid-F. Mussner, Pneuma, en LTK VIII, gracia del Espíritu" — '7 SC 1 cita directa- (1954) 35-43; B. Botte, In unitate Spiritus
acciones litúrgico-sacramentales. Véase, por 568-576; T. Federici, Spirito santo, en Dizio- mente el término actio (litúrgica celebratio; sancti, en MD 23 (1950) 49-53, también en B.
ejemplo, lo que se afirma para el bautismo en nario del Concilio Ecuménico Vat. II, UNEDI, actio sacra; signa sensibilia; exercitatio mune- Botte-Ch. Mohrmann, L'ordinaire de la messe.
e! Rito del bautismo de los niños. Introduc- Roma 1969, coll. 1867-1886; A. Milano, ris sacerdotalis; exercitatio integri cultus Texte critique, traduction el eludes, Cerf
ción general (iniciación cristiana), 6: "Baptis- Spirito santo, en NDT, 1533-1558 — 8 Para publici) y da a entender el de vita (sanctificatio París-Lovaina 1953, 133-139 — " Atiéndase!
mo enim nihil aliud quam mysterium paschale esto ver M.J. Le Guillou, Esprit-Saint, en hominis; integer cultus publicus) y de myste- por ejemplo, a la expresión de la Plegaria
recolitur et exercetur" ("Con el bautismo se Catholicisme IV, coll. 494-497; A. Pedrini, Lo rium (munus sacerdotale Jesu Christi; opus eucaristica III: "Para que, fortalecidos con el
conmemora y se realiza justamente el misterio Spirito santo nei padri della chiesa. Rassegna Christi sacerdotis eiusque corporis) — l8 Cf cuerpo y sangre de tu Hijo, y llenos de su
pascual") — ' Cf C. Vagaggini, // senso di testi e commento, OR, Milano 1975; SC 10, donde se afirma que la acción litúrgica Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo
teológico della liturgia. Saggio di liturgia VV.AA., Lo Spirito santo, en La teología dei es culmen el fons de toda la vitalidad de la cuerpo y un solo espíritu". Véase S. Salaville
teológica genérale, Edizioni Paoline, 19654, padri II, Cittá Nuova, Roma 1974, 306-329, y iglesia — " Cf SC 5: "... quare in Chrislo Epiclése eucharistique, en DTC I (1924), coll!
especialmente 564-576 para lo que concierne a también F. Cabrol, Epiclése, en DACL V, I, nostrae reconciliationis processit perfecta 222-224; J.H. McKenna, The Eucharistic
la centralización de las explicaciones teológi- coll. 148-156 — 9 Muchos datos al respecto placatio, et divini cultus nobis est indita Epiclesis in Twentieth Cenlury Theology
co-litúrgicas de los padres en el concepto-reali- los refiere S. Rinaudo, o.c, passim, y A. plenitudo" — 20 Cf J. Pinell, V'hodie"festivo (1900-1966), en EL 90 (1976) 289-328, 446-482;
dad mysterion-mysterium-sacramenlum, es Pedrini, o.c, 46-103 — l0 Ver, para un juicio neglí antifonari latini, en RL 61 (1974) 579- A. Pedrini, L'epiclesi nell'eucologia minore del
decir, en el plano histórico-salvifico realizado !l Missaie Romanum, en EL 90 (1976) 329-351;
positivo y negativo a propósito de experiencias 592 — En el misterio pascual-pentecostal es
3
en la liturgia — Es de sobra sabido que a los "carismáticas" en la iglesia católica, A. Favale, donde Cristo y el Espíritu llevan a la unidad a L'epiclesi nelle anafore e nell'eucologia minore
elementos para una definición de liturgia I gruppí del rinnovamento nello Spirito, en Id los hijos dispersos de Dios — 22 Cf A.-G. del Missaie Romano, en Rivista del Clero
presentados por la constitución Sacrosanctum (por), Movimenti ecclesiali contemporanei. Martimort, El valor de una fórmula teológica: Italiano 57 (1976) 657-666 — 32 Recuérdese el
Concilium hay que añadir los pneumatológi- Dimensioni storiche teologico-spirituali ed "In persona Christi", en Ph 106 (1978) 303- principio anunciado en la oración sobre l a s
cos, a los que hace referencia el mismo Vat. II, apostoliche. Las, Roma 19822, 268-326 — 312; B.-D. Marliangelas, Clés pour une ofrendas de la misa del sábado antes de
por ejemplo en AA 3; LG 11, 50; PO 5 — " La liturgia no es primariamente catcque- théologie du minislére. In persona Christi. In Pentecostés (mañana): "Que la venida del
4
En general, se contrapone el Occidente sis, pero educa y enseña. Cf A.M. Tríacca, persona Ecclesiae, Beauchesne, París 1978 — Espíritu Santo nos prepare, Señor..., porque él
litúrgico al Oriente litúrgico, sosteniendo 25 es el perdón de todos los pecados", expresión
La liturgia educa alia liturgia? Riflessioni Cf A.M. Triacca, Spirito santo e liturgia.
comúnmente a este último (¿siempre con fenomenico-psicologiche sul dato litúrgico Linee metodologiche per un approfondimento, que proviene del Ordo Romanus XVII y del
fundamento?), más sensible al tema del Espíri- globalmente considéralo, en RL 58 (1971) 261- en Lex orandi lex credendi. Miscellanea in Missaie Romaricense (Marténe, I, 328). Véase
tu Santo. En cualquier caso, desde un punto 275; "Fides magistra omnium credentium". onore di P. Cipriano Vagaggini (por G.J. A. Pedrini, Lo Spirito santo e il "Rito della
de vista objetivo se debe admitir que común- Pédagogie liturgique: pédagogie "de la foi" ou Békés-G. Farnedi), Anselmiana, Roma 1980, Penitenza". en Amb 51 (1975) 335-345 " Cf
mente los orientales encontrarán la fuente del "par la foi"?, en A.M. Triacca-A. Pistoia (por), 133-164, especialmente 143-146 (Principio A.M. Triacca, Gli "effetti" dell'Unzione degh
gran defecto pneumatológico de los occidenta- La ¡iturgie expression de foi, Ed. Liturgiche, della conlinuitá di crescita) — 24 Ver el infermi. 11 contributo del nuovo "Ordo Unctio-
les en el hecho de que la liturgia occidental ha Roma 1979, 265-310 — l2 Cit. de C. Androni- Missaie Romanum, vigila solemne pascual, nis Infirmorum" ad un problema di teología
concentrado su interés en la persona de Cristo kof, // senso delle feste, AVE, Roma 1973, lucernario: "Christus heri et hodie. Principium sacramentaría, en Sal 38 (1976) 3-41; A.
(— cristomonismo), por lo cual en las fuentes 9 — " Y a el conocido benedictino A. Vonier et finis. Alpha et Omega. Ipsius sunt témpora Pedrini, // dato pneumatológico e la dimensio-
Espíritu Santo 718
719 Espíritu Santo
ne epicletica del nuovo rito dell'unzione degli ción de las manos — ,s Cf A. Renoux, L'offi-
infermi, en EL 89 (1975) 345-368; E.J. Lenge- ce de la genuflexión dans la tradition aermé-
per la liturgia, en G. Concetti (por), Evangeliz- La epíclesis en la liturgia mozárabe, en "La
ling, "Per istam sanctam unctionem... adiuvel nienne, en Le Saint-Espril dans la liturgie, o.c.
zazione e catechesi, Massimo, Milán 1980, Ciencia Tomista" 47 (1933) 145-161, 289-306;
te Dominus gratia Spiritus sancti". Der heilige (nota 39) 149-163; B. Neunheuser, Les gestes
339-360; Pedagogía e catechesi litúrgica nei riti 55 (1936) 57-62, 145-168; Garrido M., El
Geist und die Krankensalbung, en Lex orandi de la priere a genoux et de la genuflexión dans Espíritu Santo en las liturgias occidentales, en
del baítesimo e della confermazione, en
Lex credendi. Miscellanea in onore di P. les églises de rite romain, en A.M. Triacca "Burgense" 16(1975) 9-76; López Martín J., El
VV.AA., Rinnovati in Cristo e nello Spirito.
Cipriano Vagaggini, Anselmiana, Roma 1980, (por), Gestes et paroles dans les diverses L'iniziazione cristiana, Ecuménica, Bari 1981, don de la Pascua del Señor. Pneumatologia de
235-294 — 34 Cf A.M. Triacca, "Celebrare" il familles liturgiques, Ed. Liturgiche, Roma 133-164 — 56 Cf A.M. Triacca, Contributi la cincuentena pascual del Misal Romano,
matrimonio cristiano. Suo significato teo- 1978, 153-165 — « Cf P. Jounel, La consécra- per la spiritualilá liturgico-sacramentaria, Fac. Aldecoa, Burgos 1977; La experiencia de la
¡ogico-liturgico (Anamnesis-Méthexis-Epi- tion du chréme et la bénédiction des saintes Teol. Univ. Pont. Sales., Roma 1979 — Trinidad en la liturgia romana restaurada, en
clesis), en EL 93 (1979), 407-456, especial- huiles, en MD 112 (1972) 70:83; B. Kleinheyer, 57
Para esta terminología y la realidad que "Est. Trinit." 13/2 (1979) 151-206; Trinidad y
mente 442-454 — " Piénsese, por ejemplo, en Die Weihe der heiligens Ole. Zur Feier der implica, ver los estudios cit. en la nota 11. misión en el Misal Romano, en "Est. Trinit."
la liturgia de las horas, para lo cual puede Sakramente, en HD 27 (1973) 114-120 — 15/2 (1981) 211-288; La Eucaristía. Pentecos-
47
verse con provecho A. Cuva, La liturgia delle Cf E. Stommel, Studien zur Epiklese der A. M. Triacca tés permanente del Espíritu que da la vida, en
ore. Note teologiche e spirituali, Ed. Liturgi- romischen Taufwasserweihe, Bonn 1950; "Est. Trinit." 17/3 (1983) 327-366; Oñatibia I.,
che, Roma 1975, 44-49 (Liturgia delle ore e Ph. Hofmeister, Die heiligen Ole der mor- Eucaristía y Trinidad en la Iglesia prenicena,
Spirito santo), o en la consagración de las gen- und aberndlándischen Kirche. Eine en "Est. Trinit." 7 (1973) 25-63; Para una
vírgenes, para lo cual ver A.M. Triacca, Kirchenrechtliche-liturgische Abhandlung, BIBLIOGRAFÍA: La principal fuente de biblio- recuperación de la dimensión pneumatológica
Significato teologico-liturgico della "consacra- Würzburg 1948 — 48 Para las pruebas acerca grafía y de estudios sobre el Espíritu Santo (y de los sacramentos, en "Phase" 96 (1976) 425-
zione cristiana" della verginitá (Anámnesis- del uso del anillo y de la corona, ver las sobre toda la Santísima Trinidad) en España 439; Pou R., El encuentro con Dios en la
Epiclesis-Méthexis), en EL 96 (1982) 154-183, referidas en nuestro a.c, nota 23, especialmen- es la revista especializada Estudios Trinitarios invocación, en "Phase" 126 (1981) 461-481;
especialmente 164-173 — " La expresión te 156-157 — * Cf J. Brinktrine, Über die (Salamanca 1956ss) con la Colección "Sema- Silanes N., La Santísima Trinidad en las
viene de la collecta de la feria quarta post nas de Estudios Trinitarios" (1967ss). Véanse fuentes de la liturgia, Secret. Trinit., Salaman-
Beziehung des eucharistischen Kelches zum
dominicam VII paschae (en el nuevo Missale también las voces Espíritu, Paráclito, etc., en ca 1969; Strotmann Th., Pneumatologia y
Glauben und zum Heiligen Geist, en EL 80
los diccionarios, vocabularios bíblicos y liturgia, en VV.AA., La liturgia después del
Romanum) — " Cf A.M. Denis, La fonction (1966) 21-23; A. Raes, Zeon, en LTK 10 (1965) enciclopedias. Vaticano II, Taurus, Madrid 1969, 347-382;
apostolique et la liturgie nouvelle en Espril, en 1352 — 50 Para las pruebas litúrgicas sobre el
ftevue de Sciences philosophiques et théotogi- silencio ver nuestro a.c, nota 23, 157-159; Vagaggini C , La perspectiva trinitaria en la
ques 41 (1958) 401-436 — »8 Cf A. Baumstark, notas 91-96 — 51 Cf SC 43: "El celo por 1. En la Biblia liturgia del bautismo y de la confirmación
Liturgie comparée. Principes et méthodes pour promover y reformar la sagrada liturgia se antes del concilio de Nicea, en "Est. Trinit." 7
l elude hisiorique des liturgies chrétiennes, Ed. Barrett C.K., El Espíritu Santo en la (1973) 3-24; Vélez de Mendízábal A., Fiesta de
considera con razón... como el paso del
de Chevetogne, 19533 — 3» Cf V,E. Fiala, tradición sinóptica, Secret. Trinit. Salamanca la Trinidad y liturgia, ib, 359-411; Vigueras V.,
Espíritu Santo por su iglesia". Esta afirmación
1978; Congar Y.M.-J., El misterio del templo, Formulación epicletica de la "post pridie"
Limposition des mains comme signe de la se inspira en el pensamiento de Pió XII, Estela, Barcelona 1964; De la Calle F., hispánica, en RET 31 (1971) 3-30.
communication de l'Esprit dans la liturgie, en alocución Vous Nous avez demandé, a los Pneumatologia paulina, en "Est. Trinit." 9
A.M. Triacca-A. Pistoia (por), Le Saint-Espril participantes del I Congreso Internacional de (1975) 23-96; De la Potterie I.-Lyonnet St., La
<*ans la liturgie, Ed. Liturgiche, Roma 1977, liturgia pastoral (Asís, 18-22 sep. 1956), en vida según el Espíritu, Sigúeme, Salamanca 3. En la teología y espiritualidad
87-103 — *> Cf, por ejemplo, en el Missale AAS 48 (1956) 711-725, y también en La 1967; Diez Macho A., El Logos y el Espíritu
Romanum la collecta, sábado post ciñeres: liturgia (Insegnamenti pontifici, 8), Edizioni Santo, en "Atlántida" 1 (1963) 381-396; Dunn Antón A., El Espíritu Santo y la iglesia, en
— atque ad protegendum nos dexteram tuae Paoline 19622, nn. 793-822: "El movimiento J.D.G., Jesús y el Espíritu, Secret. Trinit., "Gregorianum" 47 (1966) 101-113; Breuning
maiestatis extende" - " Cf, por ejemplo, el litúrgico ha aparecido como un paso del Salamanca 1981; Hermann I., Espíritu Santo, W., Pneumatologia, en VV.AA., La teología
mmno Veni, creator: "dexterae Dei tu digitus", Espíritu Santo por su iglesia" (n. 793) — 52 Cf en CFT 1, Cristiandad, Madrid 1979, 1520- en el siglo XX, BAC maior 7, Madrid 1973;
que se inspira en Le 11,20 - « Ya aludida en el magistral tratado de S. Tromp, Corporis 1529; Goitia J., La noción dinámica de Congar Y.M.-J., El Espíritu Santo, Herder,
' fcucologio o Sacramentario de Serapión de Christi anima, 3 vols., Roma 1946-1960 — "pneuma" en los libros sagrados, en "Est. Barcelona 1983; Leen E., El Espíritu Santo,
53
•nmuis en la Oratio VII (XXX): "Domine Cf A. Favale, o.c, nota 10 - s* Colateral- Bíblicos" 15 (1956) 147-185, 341-381; 16 (1957) Rialp, Madrid 1966; Martin J.P..-H Espíritu
et ía m i s e n c o r d i a ™ m . extende manum tuam mente a nuestras afirmaciones véase J.-M.R. 115-159; Knoch O., El espíritu de Dios y el Santo en los orígenes del Cristianismo, Pas-
Did "?' U t c u r e n t u r omnes aegroti..." (cf Tillard, Le "volum eucharistiae". L'eucharislie hombre nuevo... según S. Pablo, Secret. Verlag (Zürich) 1971; Moltmann J., La Iglesia,
aascalta et Constituliones Apostolomm, por dans le rencontre des chrétiens, en Miscellanea Trinit., Salamanca 1977; Landaria L.F., fuerza del Espíritu, Sigúeme, Salamanca 1978;
ción ' P a d e r b ° n a e 1905, 167), la trasposi- litúrgica in onore di Sua Eminenza il Cardina- Humanidad de Cristo y don del Espíritu, en Mühlen H., El Espíritu Santo en la Iglesia,
le Giacomo Lercaro II, Desclée, Roma 1967, "Est. Ecles." 51 (1976) 321-345; Porsch F., El Secret. Trinit., Salamanca 1974; Espíritu,
enco ^ o n c e P , u a ' de la mano de Dios la 143-194 — 5S Para las catequesis remitimos a Espíritu Santo, defensor de los creyentes, carisma y liberación, Secret. Trinit., Salaman-
eien,^1. en los
sacraméntanos (por nuestros estudios: Contributo per una cateche- Secret. Trinit., Salamanca 1978; Pujana J., El ca 1976; Orbe A., La teología del Espíritu
n I33,°\? n f dónense, por L.C. Mohlberg, si liturgico-sacramentaria. In margine al nuovo Espíritu Santo en la primera carta de san Samo, PUG, Roma 1966; Pikaza X., María y
t u a m ' -.'deoque petimus sanctam gloriam "Ordo Confirmationis", en RL 60 (1973) 611- Juan, en "Est. Trinit." 8 (1974) 329-373; el Espíritu Santo (He 1,14. Apuntes para una
aquarn \ S l t a b s c o n s a rnanus tua in hanc 632; Elementos do novo Ritual da Uncao dos VV.AA., La Trinidad en la Biblia. Cristo, mariologia pneumatológica), en "Est. Trinit."
véase G M &" ' ° S P o n t i f i c a l e s medievales; enfermos para una accao catequético-litúrgica, revelador del Padre y emisor del Espíritu en el 15/1 (1981) 3-82; El Espíritu Santo y Jesús
c
»en /,,', ' Ausc¡rucksformen der lateinis- en Ora et Labora 19 (1973) 374-386; Strutture N.T., Secret. Trinit., Salamanca 1973. (Delimitación del Espíritu Santo y relaciones
^UToniqíTPraChe bíS im Elfte Ja r
" """dert, e linee forza dall'analisi alia sintesi. A proposi- entre Pneumatologia y Cristología), en "Est.
Pietatis)" . 1 « SUb v o c e
" manus
(misericordiae, to del "Rito dell'Iniziazione cristiana degli Trinit." 16/1 (1982) 3-79; Prestige J.L., Dios
2. En la liturgia en el pensamiento de los Padres, Secret.
agua há„.- Acerca de la halüatio sobre el adulti", en RL 66 (1979) 425-436; L'«itinerario
nfel c¡, " t l s m a l - v é ase el trabajo de E. Stom- catecumenale», catechesi oriéntala all'eucaris- Auge M., El Espíritu Santo en los textos del Trinit., Salamanca 1977; Rahner K., Experien-
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m n a « a V a n 0 t a 4 7 - U L a postración va tia, en La nuova alleanza 84 (1979) 387-396; tiempo pascual del Misal Romano, en VV.AA, cia del Espíritu, Narcea, Madrid 1977; Rovira
y a veces d r V e ° e S d e m o m e n t o s d e silencio, Evangelizzazione e catechesi per la liturgia, en Eulogía, Miscellanea litúrgica in onore B. Belloso J.M., El don del Espíritu, en "Est.
en
alta v n r t J o m u l a s epicléticas pronunciadas G. Concetti (por), Evangelizzazione e catechesi Neunheuser, Roma 1979, 31-43; Colunga A., Trinit." 14/2 (1980) 247-265; Silanes N., "La
"z por el que preside, y/o de imposi-

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