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DECLARACIÓN DE QUITO

En la ciudad de San Francisco de Quito, a los 21 días del mes de octubre del 2023, las
Organizaciones de Comunicación; Facultades de Comunicación Social y Periodismo; Personas
académicas, investigadoras y estudiosas de la comunicación, reunidas en el marco del Primer
Congreso de Comunicación Latinoamericana CIESPAL-FELAFACS, consideran:

Que, la pandemia por COVID-19, aceleró el cambio que se venía dando en cuanto al consumo y
producción de la información y comunicación, generando una mayor utilización de redes y
medios digitales. El uso y permanencia en sistemas que requieren la contratación de servicios
de internet, se incrementó a nivel mundial. Según datos de la UIT, El 73% de la población de
ALC tiene conexión a internet, mientras 181 millones de personas no cuentan con acceso. El
mayor porcentaje de quienes permanecen desconectadas se encuentran en zonas rurales, 40%
aproximadamente.

Que, en términos generales muchas de las mallas curriculares y planes de estudio de la


comunicación social y el periodismo, no han variado desde hace más de diez años en la
mayoría de universidades e institutos del mundo, y si lo han hecho, ha sido en términos de
incluir más materias sobre el uso de la tecnología, instrumentalizando la profesión y
convirtiendo a la carrera en un espacio utilitario carente de orientación y peor de aportes
conceptuales que den cuenta de las necesidades de la región Latinoamericana.

Que, según UNICEF, se estima que más de 3 millones de estudiantes de escuelas y colegios, en
ALC, podrían abandonar definitivamente sus estudios, luego de la pandemia. Además, de
haberse incrementado el porcentaje de falta de comprensión en la lectura, del 55% al 71%,
después de la COVID-19. Esto debido a que muchos hogares no cuentan con servicio de
internet por diferentes causas, entre ellas: falta de cobertura, costos, no cuentan con equipos o
únicamente cuentan con un celular, lo que dificulta que más de una persona pueda estar
conectada para recibir clases o trabajar.

Que, debido a la difusión de gran cantidad de información, además de noticias falsas que
circulan en medios digitales y algunos medios tradicionales, se ha generado dos fenómenos
simultáneos: una hiperinformación que lleva a lo que UNESCO describe como infodemia y esta,
a su vez, a una infoxicación, que en algunos casos podría derivar o contribuir a problemas de
salud mental como depresión, angustia, estrés y patologías como la dismorfia corporal, entre
otros.

Que, la violencia contra periodistas se ha incrementado alarmantemente, pues según UNESCO,


Latinoamérica la región con el mayor número de homicidios en el mundo. Además, hay otro
tipo de afectaciones a su labor; entre ellas, no contar con implementos de seguridad para
realizar coberturas de riesgo, los protocolos de seguridad son nulos o inaplicables, las
condiciones laborales son precarias, en muchos de los casos, no cuentan con contratos fijos.
Por otra parte, el incremento del uso de tecnologías hace que los medios de comunicación
cuenten con programación multimedia, lo que obliga a comunicadores y periodistas a realizar
muchas más actividades de las que normalmente deberían desarrollar en su jornada de
trabajo.

Que, Latinoamérica es una región que esde hace décadas ha venido aportando al mundo con
propuestas de comunicación emergentes, sobre todo, en lo que tiene que ver con medios
alternativos, comunitarios, populares y ciudadanos. Aunque algunos países cuentan con
políticas y planes de comunicación de vanguardia que procuran la democratización de la
comunicación, sin embargo, existe una altísima concentración de medios en pocas manos y en
algunos países aún se mantiene la subasta de frecuencias, aun cuando estas son consideradas
un patrimonio que debe ser protegido por los Estados. A pesar de esto, .

Con estos antecedentes, DECLARAN:

1. Tomando en cuenta que posterior a la pandemia por Covid-19, el internet fue


adoptado como mecanismo para sustituir la presencialidad tanto en actividades
laborales como de estudio, los Estados deben garantizar un acceso universal, que
permita cerrar las brechas existentes que son atentatorias a derechos universales
como la educación, el trabajo y la salud. Es indispensable trabajar en políticas
públicas que permitan contar con la misma calidad de internet en zonas urbanas
y rurales; que las familias cuenten con el equipamiento necesario para que sus
integrantes puedan trabajar y estudiar, sin tener que priorizar una actividad sobre
otra o a una persona de la familia sobre otra; que se incluyan planes de estudio
sobre alfabetización digital, de tal manera que no se generen desigualdades a
causa de las diferencias generacionales o de conocimiento y manejo de las
tecnologías; es imprescindible que se tome en cuenta que la tecnología no es
neutral y por tanto su aprendizaje y uso permanente debe estar acompañado por
una toma de conciencia crítica acerca de sus contenidos y alcances, y que de
cuenta de las características propias del territorio latinoamericano, incluyendo
planes de estudio y metodologías que respondan a las necesidades de la región.
2. Urge que los planes de estudio y mallas curriculares de las carreras de
comunicación social y periodismo de Latinoamérica sean revisadas a la luz de un
abordaje epistemológico sobre las implicaciones sociales y culturales de las
nuevas formas de producción y consumo de información. Estas deben ser
trabajadas en torno a la investigación de los problemas estrcuturales que afectan
a los sectores más vulnerables de la sociedad, así como al estudio y construcción
de teorías y metodologías propias de nuestra región. Se debe formar periodistas y
comunicadores con capacidad de reflexión y análisis crítico de la realidad.
3. Durante la pandemia y los años posteriores, a nivel mundial y particularmente en
Latinoamérica resultó seriamente afrectado el derecho a la educación, al incluir
como única medio para recibir clases al internet, lo que excluyó a miles de niños,
niñas, adolescentes y jóvenes de zonas que carecen de este servicio o a hogares
que no cuentan con la tecnología para recibir la señal, ni con los recursos
económicos para poder pagar el servicio. Por ello, se propone incluir a los medios
de comunicación de señal abierta en tareas educativas para que se pueda
garantizar este derecho rotando los planes de estudio en la programación diaria,
tomando en cuenta que las frecuencias son patrimonio de la humanidad y que
deben estar al servicio de la población en general, más aún si se trata de una
situación de emergencia como la vivida en el 2020. Esta política pública, incluso
puede ser adoptada para nivelar el año de clases virtuales, en horarios
previamente acordados con los medios privados y comunitarios y en franjas
continuas en los medios públicos.
4. Periodistas y comunicadores, tenemos una responsabilidad frente a la salud
mental de quienes consumen medios de comunicación e información, sean estos
de señal abierta o redes digitales. Razón por la cual se debe desterrar prácticas
que permiten la circulación de noticias falsas o engañosas, así como enfrentar al
excesivo número de noticias que no contribuyen a una comunicación que informe
y forme a la población. Es fundamental revisar las propuestas informativas y las
prácticas periodísticas de los medios de comunicación y realizar acuerdos
mínimos para una distribución adecuada de la información y para el
mejoramiento de la calidad de la misma en términos de ampliación,
contextualización y profundización. Por otra parte, la producción informativa
debe contemplar aspectos como las necesidades y problemas propios de los
territorios, así como la revitalización de las culturas e idiomas, para que
contribuyan a contar con una opinión pública informada y no manipulada.
5. Instamos a los Estados a incluir en sus leyes de comunicación o legislaciones en
general, apartados para el cuidado de la labor periodística y la portección de su
integridad y su vida, de tal manera que se garantice la investigación, la protección
de las fuentes como el secreto profesional, la seguridad de quienes realicen
coberturas, incluyendo el apoyo para ser movilizados dentro o fuera del país, en
caso de recibir amenazas sobre su vida y la de su familia. Por otra parte, se debe
defender el derecho de los periodistas en cuanto al pago de salarios justos por su
trabajo y para que no se los sobrecargue con actividades que requieren de
conocimientos específicos ni se los obligue a realizar multiples tareas
simultáneamnte, lo que deriva en estrés y saturación en el ejercicio profesional, .
6. Los medios de comunicación comunitarios, populares, ciudadanos y/o
alternativos, constituyen un elemento fundamental para el mantenimiento de las
culturas, idiomas, formas organizativas y de resolución de conflictos, basados en
el bien común y en formas colectivas de comprender el mundo. Por ales razones
se debe plantear acciones afirmativas que les permitan sostenibilidad económica
y mantener un trabajo vinculado con la comunidad y el territorio, y de esta forma
se garantice su derecho a comunicar.

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