You are on page 1of 6

CUADERNOS DE

Complicaciones MEDICINA del


psiquiátricas FORENSE • AÑOde3 la– cocaína…
uso indebido Nº 2 (67-72)
67

COMPLICACIONES PSIQUIÁTRICAS DEL USO INDEBIDO


DE COCAÍNA: ASPECTOS MÉDICO-LEGALES
INTRODUCCIÓN biógenas, que conduce a un au- Esteban Toro Martínez
mento de la concentración de las Marcelo Rudelir

L
a problemática del uso inde mismas en la hendidura sináptica,
bido de cocaína ha adquirido aumentando al inicio el efecto pri-
en las últimas dos décadas las mario de dichos neurotransmiso-
características de una enfermedad res. El aumento de Dopamina en
epidémica tanto en el ámbito local las estructuras límbicas y prefron-
como internacional; habiéndose tales se vinculará con los efectos
constituído en un fenómeno comple- placenteros (vía mesolimbocortical,
jo que ha avasallado los límites de núcleo accumbens) de refuerzo, y
la medicina, adquiriendo implican- un exceso de la misma produciría
cias políticas, económicas, sociales rabia, agresividad, alucinaciones y
y delictivas. Por lo tanto es la Medi- delirios. El aumento de noradrena-
cina Legal uno de los ámbitos privi- lina se relacionaría con el estado
legiados donde este fenómeno se simpático de alerta, taquiarritmias
presenta en todas sus dimensiones. e hipertensión arterial (HTA) y el de
Serotonina con las variaciones del
ánimo, temperatura, apetito y sue-
COCAÍNA ño. La inhibición prolongada de la
recaptura de Dopamina se vincula-
La cocaína forma parte de una es- ría con un estado de virtual deple-
pecie dentro del género de los psi- ción del neurotransmisor acompa-
coanalépticos, que son las drogas ñado de una supersensibilidad de
que elevan o “levantan” la tonali- receptores que se asocia a los sín-
dad tímica. A este género pertene- tomas de la “fisura” y el hambre o
cen los psicoestimulantes en stric- anhelo (craving) de droga. Por lo
to sensu, y los antidepresivos. La tanto el consumo inicial de la sus-
cocaína, al igual que los compues- tancia estaría estimulado por la
tos anfetamínicos y las metilxanti- búsqueda de placer (aumento de
nas pertenece a la primera espe- neurotransmisores en biofase) y
cie, provocando sus efectos en per- sostenido por la evitación de los
sonas “deprimidas” y “no deprimi- síntomas desagradables del bajón
das”. Esto es lo que los diferencia o de la propia abstinencia (por de-
precisamente de los antidepresivos. pleción de neurotransmisores y
“up-regulation” de receptores post-
sinápticos). El primer tipo de estí-
COCAÍNA: FARMACODINAMIA Y mulo se denomina refuerzo positi-
BASES DE LA ADICCIÓN vo (un estímulo favorece la conduc-
ta que lo provoca) y el segundo, re-
La cocaína es un inhibidor de la fuerzo negativo (un estímulo favo-
recaptura presináptica de aminas rece la conducta que lo evita).
68 Esteban Toro Martínez, Marcelo Rudelir

Los modelos animales de adicción la sustancia: Intoxicación y Absti-


a cocaína no admiten la posibili- nencia.
dad de abuso sin progreso a de-
pendencia puesto que se observa — Intoxicación: el cuadro se carac-
un proceso de rápida tolerancia, teriza por un episodio eufórico, con
con un fenómeno de sensibilización una sensación subjetiva de bien-
a nivel límbico. Esto último quiere estar, de grandiosidad, de energía,
decir que a pequeñas dosis de co- aumento de la sociabilidad, hiper-
caína se obtienen efectos que an- vigilancia, sensibilidad interperso-
tes requerían mayores dosis. Este nal, ansiedad, tensión o cólera y
modelo sirve para explicar la Para- desviación del juicio. También pue-
noia Cocaínica. En cuanto al poder den presentarse ataques de páni-
adictivo/compulsivo se han hecho co. Los signos físicos más relevan-
experiencias en monos sometidos tes son los secundarios a un au-
a la autoadministración de cocaí- mento de la actividad adrenérgica:
na, en los cuales esta ocurre has- taquicardia, dilatación pupilar, au-
ta morir por status epilepticus, ha- mento de la tensión arterial, sudo-
bida cuenta que los primeros con- ración o escalofríos. Los síntomas
cluyen por privilegiar el consumo físicos se completan con pérdida
por sobre otros estímulos como la de peso, agitación psicomotriz,
comida o el deseo de apareamien- debilidad muscular, distonías. Con
to. En una experiencia, los prima- el consumo repetido los síntomas
tes pulsaron de una barra 12.800 psicóticos (ver más adelante) pue-
veces para proveerse de una úni- den aparecer con menores dosis.
ca dosis. Es lícito pensar que si El cuadro de intoxicación puede
los seres humanos tuvieran acce- variar entre la euforización y un
so ilimitado a la cocaína se com- extremo de gravedad que implique
portarían de similar manera por la convulsiones, depresión respirato-
alta capacidad reforzadora (recom- ria, confusión mental, angor, arrit-
pensadora) de la misma. Las dos mias y muerte. El DSM IV introdu-
razones por las cuales las perso- ce un especificador para la intoxi-
nas interrumpen una escalada de cación que curse con alucinosis:
consumo (en su fase severa de intoxicación con alteraciones per-
adicción) son porque se acaba la ceptivas.
provisión o porque las complicacio-
nes de la sustancia llevan a la pér- — Abstinencia: es el síndrome que
dida de la vigilia. El poder anesté- surge ante la interrupción o dismi-
sico local es producido por su ca- nución del consumo prolongado de
pacidad para estabilizar las mem- abundantes cantidades de cocaí-
branas excitables por inhibición de na. El síntoma más relevante es la
los canales de sodio. disforia (un humor displacentero en
donde predominan el malestar y la
irritabilidad, en lugar de la triste-
PRINCIPALES SÍNDROMES za). Este síntoma se acompaña de
PSIQUIÁTRICOS PROVOCADOS fatiga, sueños vívidos y desagrada-
POR COCAÍNA bles, insomnio o hipersomnia, au-
mento del apetito y agitación o re-
Siguiendo la sistemática del DSM- traso psicomotor.
IV (APA, 1994), la cocaína puede
producir: Se han propuesto varios modelos
de abstinencia, pero el de mayor
A) Trastornos vinculados al uso de utilidad es el de Gawin y Kleber que
Complicaciones psiquiátricas del uso indebido de la cocaína… 69

proponen que la abstinencia a co- pender el uso, recordará en forma


caína sigue un proceso de tres eta- vívida el malestar del “bajón” y las
pas, que comienza con la “fisura” consecuencias psicosociales del
o “bajón”. Lo interesante de este mismo. Sin embargo, al emerger la
modelo es que considera a este disforia (con su componente anhe-
efecto como parte temprana del dónico, anérgico y malhumorado)
proceso de abstinencia, aunque conjuntamente con estímulos cla-
representa la otra cara de la mo- ves que evocan lo placentero del
neda de la intoxicación. pico de euforia producido por la
cocaína (al mismo tiempo intensi-
• Fase I: la “fisura” representa un fican la disforia) la sensación de
descenso del humor hacia la de- hambre y anhelo de droga (craving)
presión con ansiedad, ideación de se torna intensa y difícil de mane-
suicidio, paranoia, letargo y agita- jar. Es llamativo que durante este
ción. Es en esta fase donde quien estado desaparecen las memorias
padece estos síntomas, consume negativas del “bajón”. Este perío-
ansiolíticos, alcohol, opiáceos y do durará semanas si el sujeto se
barbitúricos para inducir el sueño. mantiene “limpio” del consumo.
La duración de esta etapa guarda
relación con el período de ingesta • Fase III: está constituída por los
compulsivo previo. Independiente- años siguientes a la suspensión
mente de su inducción farmacoló- del consumo. Existe un anhelo de
gica o no, este estado disfórico es droga (craving) condicionado y tar-
seguido por hipersomnia, hiperfa- dío independiente de la disforia. El
gia y agotamiento. En general este mismo tiene una duración episódi-
estado se observa en los consu- ca de horas, en períodos absoluta-
midores crónicos, y en los de pri- mente libres de deseos. Esta sen-
mera vez si el consumo fue en al- sación implica un riesgo de recaí-
tas dosis y prolongado en el tiem- da. Este craving al ser condiciona-
po. Además el mismo no se aso- do puede ser desencadenado por
cia con recaídas. La conducta des- variados estímulos: dinero, hojas
esperada de búsqueda con sensa- de afeitar, espejos, talco, sorbetes,
ción de anhelo de droga (craving) biromes, determinadas personas y
no es hacia la sustancia sino ha- por los efectos de otras sustan-
cia el descanso, a diferencia de los cias. El ejemplo más frecuente de
opiáceos en los que en la abstinen- esto último, es el consumo de al-
cia inmediata, el anhelo precipita cohol. Es por esta razón que para
el consumo. La “fisura”, para algu- muchos pacientes también debe
nos, es más parecida al efecto “re- lograrse la abstinencia total y per-
saca” de una alta dosis de alcohol manente al alcohol. Desde el pun-
que a su abstinencia. La duración to de vista cognitivo esta sensa-
promedio de esta fase es de 6 ción se acompaña de una evoca-
horas a 4 o 7 días. ción, que por su modalidad súbita,
de apariencia inmanejable y placen-
• Fase II: Es el inicio de la verda- tera se denomina recuerdo perse-
dera abstinencia. Clínicamente se cutorio placentero. Los dispositivos
observa una disforia prolongada psicoterapéuticos y grupales deben
que sí es el antecedente de nue- proveer de recursos para afrontar
vos consumos. Habitualmente lue- esos momentos.
go de la hipersomnia de la fisura,
sigue un estado de relativa eutimia. B) Trastornos inducidos por la sus-
Si el paciente está intentando sus- tancia: psicosis, ansiedad, disom-
70 Esteban Toro Martínez, Marcelo Rudelir

nias, dismnesias, disorexias, deli- catastróficos inducidos por cocaína:


rium, depresión. 1) el descripto asociado a hiperto-
nía, hipertermia y elevación de isoen-
— Psicosis: “paranoia” y suspica- zimas musculares. Se postula que
cia son los síntomas iniciales de el mismo es un síndrome neurolép-
la psicosis cocaínica. Se ha repor- tico maligno. 2) cefalea, sudoración,
tado en una frecuencia que oscila hipotensión o hipertensión con bra-
entre el 68% y el 84%, mientras que dicardia, signo de Magnan (sensa-
la presencia de alucinaciones y ción de arañas bajo la piel), fascicu-
delirios lo hace entre el 9.5% y el laciones musculares, convulsiones
53% de los casos. Habitualmente tónico-clónicas, parálisis muscular,
es transitoria, dura algunas horas pérdida de reflejos, fallo respirato-
y cede con la desaparición de los rio, cianosis, fallo circulatorio, coma
efectos tóxicos de la droga. Las y muerte.
temáticas persecutorias más fre-
cuentes son la del arresto inminen- — Depresión: descripta en la fase
te y la de ser castigados con la II de la abstinencia.
revancha, por una presunta actitud El Dualismo es el fenómeno en
de delación hacia sus pares. Las el cual coexiste la adicción junto a
alucinaciones pueden ser auditi- un trastorno psiquiátrico. Existen
vas, visuales o táctiles. Pueden entidades que constituyen un ries-
presentar alucinosis. La combina- go para la adicción: ADHD, Trastor-
ción de psicosis y cocaína ofrece no Bipolar, Depresión Mayor, Esqui-
a menudo dudas diagnósticas so- zofrenia y los trastornos Borderline
bre la relación jerárquica entre y Antisocial de la Personalidad. En
ellos. En un estudio se comprobó la Argentina en un estudio en la pro-
que el diagnóstico de certeza sólo vincia de Buenos Aires se reportó
se pudo establecer en el 18% de dualidad: 3.5% ADHD; 2.3% TBI;
los casos, sugiriéndose el trata- 2.3% Esquizofrenia Paranoide y
miento de ambas condiciones con- 64.7% de Trastornos de Personali-
trolando la evolución. La inducción dad (27.7% Antisocial y Borderline
de psicosis símil-esquizofrenia es 26.8%). Según la bibliografía los
una posibilidad teórica, aplicándo- pacientes que presentan patología
se los modelos y la bibliografía uti- depresiva, los bipolares y las per-
lizada con otros estimulantes. Se sonalidades mencionadas utiliza-
ha descripto que la psicosis anfe- rían la cocaína por la euforización,
tamínica remeda la sintomatología los pacientes con ADHD como una
paranoide (delirios y alucinaciones) forma de automedicación de la hi-
a la cuál se le agregan movimien- peractividad y la disforia y en los
tos de armado y desarmado de casos de esquizofrenia la frecuen-
objetos y otras conductas estereo- cia de uso sería baja, mostrando en
tipadas. Las psicosis inducidas por cambio preferencia por sustancias
estimulantes pueden cursar sin como el alcohol y la marihuana (bus-
delirium (confusión mental). cando relajación y bienestar).

— Delirium: es un síndrome poten-


cialmente fatal caracterizado por una REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
atención fluctuante e inestabilidad
autonómica. Cuando el delirium es Addington J, Duchak V: Reasons for
agitado y con alucinaciones/delirios substance use in schizophrenia.
puede predecir un síndrome de des- Acta Psychiatr Scand: 96:329-
enlace fatal. Existen dos síndromes 333.1997.
Complicaciones psiquiátricas del uso indebido de la cocaína… 71

Adinoff B, Devous M, Best S, George Gisbert Calabuig JA. Medicina legal y


M, Alexander D, Payne K: Limbic toxicología. 5° Edición. Editorial
Responsiveness to procain in Masson. Barcelona. España.
cocaine-addicted sujects. Am J 1998.
Psychiatr y 158:3; 390-398.
2001. Gottschalk Ch, Beauvais J, Hart R,
Kosten T: Cognitive function and
American Psychiatric Association. Ma- cerebral perfusion during cocaine
nual Diagnóstico y Estadístico de abstinence. Am J Psychiatr y
los Trastornos Mentales. DSM-IV. 158:4, 540-545. 2001.
Editorial Masson. Buenos Aires,
Argentina. 1995. Ho A, Tsuang JW, Liberman R et al.
Achieving Effective treatment of
American Psychiatric Association. Patients with chronic psychotic
Diagnostic and Statistical Manual ilness and comorbid substance
of Mental Disorders. 4ª Edition. dependence. Am J Psychiatry
Washington, DC. American 156:1765-1770.1999.
Psychiatric Association.1994
American Psychiatric Association. Lowestein DH, Massa S, Rowbotham
Diagnostic and Statistical Manual M et al: Acute Neurologic and
of Mental Disorders. 3ª Edition Psychiatric Complications
Revised. Washington, DC. Associated with Cocaine Abuse.
American Psychiatric Association. The american Journal of Medici-
1987. ne.83:841-846.1987.

American Psychiatric Association. Miller N, Gold M, Smith: Manual of


Diagnostic and Statistical Manual Therapeutics of Addictions. Wiley-
of Mental Disorders.3ª Edition. Liss. New York.1997.
Washington, DC. American
Miller NS, Gold MS, Mahler JC. Violent
Psychiatric Association. 1980.
Behaviors associatesd with
American Psychiatric Association. cocaine use: possible
DSM-IV Sourcebook. Volume I. pharmacological mechanisms. Int
Washington, DC. American J Addictions: 26:1077-
Psychiatric Association, 1994. 1088.1991.

Cadet JL, Bolla K: Chronic Cocaine Use Morton WA, Pharm D: Cocaine and
as a Neuropsychiatric Syndrome: Psychiatric Symptoms. Primary
a Model for Debate. Synapse: Care Companion J Clin
22:28-34.1996. Psychiatry1:4. 1999.

Ciraulo Da, Shader RI: Clinical Manual Patito JA: Medicina Legal. Ediciones
of Chemical Dependence, 2ª Centro Norte.2000
Edition. Washington, DC.
Satel SL, Southwick SM, Gawin FH:
American Psychiatric Press. 1991.
Clinical features of cocaine-
Cornejo A: Los delitos del tráfico de induced paranoia. Am J
estupefacientes. ADHOC. Buenos Psychiatry.148:495-498.1991.
Aires. Argentina. 1994.
Schuckit M, Smith T, Danko G et al: Five
Dervaux A, Bayle F, Laqueille X. Is year clinical course associated with
substance abuse in schizophrenia DSM-IV alcohol abuse or
related to impulsivity, sensation Dependence in a Large Group of
seeking, or anhedonia? Am J Men and Women. Am J Psychiatry
Psychiatry 158.3492-494. 2001 158:7;1084-1090. 2001.

Galanter M, Cléber H. Textbook of Snyder S: Amphetamine Psychosis:


substance abuse treatment. 1ª A “model” shizophrenia mediated
Edition. American Psychiatric by catecholamines. Am J
Press. Washington, DC. 1997. Psychiatry.130:61-67.1973.
72 Esteban Toro Martínez, Marcelo Rudelir

Steinberg J, Díaz L, Gori H, Cubito: ACV, líderes para el cambio. Publica-


crisis convulsivas y cocaína. Re- ción de la Secretaría de Preven-
visión de casos clínicos. Actuali- ción y Tratamiento de las
zación clínica. Rev Neurológica Adicciones. La Plata.1998.
Argentina.26:1, 16-22. 2001.
Volkow ND, Chang L, Wang GJ, Fowler
Schuckit MA: Drug and Alcohol Abu- JS: Association of dopamine
se.5ª Edition. Kluwer Academic/ transpor ter reduction with
Plenum Publishers. 2000. psychomotor impairment in
methamphetamine abusers. Am
Toro Martínez E, Focci MA, Baistrocchi J Psychiatry 158:3; 377-382.
R: Estudio retrospectivo de una 2001.
unidad de desintoxicación de la
provincia de BsAS. Vertex, Revis- Wexler BE, Gooschalk CH, Prohovnik I,
ta Argentina de Psiquiatría: 35:44- Lacadie Ch et al: Functional
53.1999. magnetic resonance imaging of
cocaine craving. Am J Psychiatry
Toro Martínez E. Docencia para líde- 158:1; 86-95. 2001
res comunitarios: cinco respues-
tas sobre cocaína. Posiciones, Zieher LM. Neuropsicofarmacología
Año 3 Nª 1: 3. 2001. Clínica. Buenos Aires, Gráfica
Siltor, 2000.
Toro Martínez E. Programa de 10000

You might also like