Antigua Para los hombres de la antigüedad el cosmos era la naturaleza, la cual era perfecta, por lo tanto, ellos que habitaban en la naturaleza eran perfectos, pero no eran superiores a ningún otro ser vivo. No creía en un solo dios, sino que en muchos los cuales no eran seres creadores o superiores, sino que estaban supeditados por el cosmos perfecto. Medieval El hombre medieval cree en un único Dios el cual es todo poderoso, superior y creador de todas las cosas. Su cosmos era teocéntrico. El hombre ya no es perfecto, pero si especial y superior al resto de los seres vivos ya que fue creado a imagen y semejanza de Dios. Cree que el mundo fue hecho para él y por lo tanto está bajo su dominio. Moderna Su cosmos es antropocéntrico. El hombre moderno no niega a Dios, pero se ve a la misma altura que él ya que gracias a la ciencia todo lo puede. Es idealista, para él la realidad es subjetiva y pone en duda la verdad de lo que existe. Contemporánea El hombre contemporáneo es nihilista, tiende a negar toda la verdad. Por eso para él Dios no existe porque no existe la verdad. Pero como no existe Dios se siente perdido y busca la contención en sus pares.