You are on page 1of 3

El zorro embustero

El zorro Pitiflú era el más pequeño de los zorros del bosque. Era rápido,
divertido, inteligente... A todos engatusaba Pitiflú, que hablaba sin parar. Le
encantaba contar historias y también gastar algunas bromas. Adoraba ser
escuchado. No había nada que le gustase más que el espectáculo de las caras
boquiabiertas de asombro cuando él contaba algo.

Según se iba haciendo mayor, Pitiflú se iba haciendo más astuto. Inventaba las
historias más disparatadas con tal de ser el protagonista de cada reunión. A
Pitiflú lo que le gustaba era dejar a todo el mundo pasmado, fascinado, flipado,
anonadado, estupefacto, maravillado...

- Caminando por el bosque, se me ha acercado un humano - contó un día - Era


un humano más grande que los árboles. Me iba a disparar con un pistolón
gigante pero yo, valiente, le dije: '¡¡¡ALTO!!!'... Y salió huyendo tan rápido como
un avión.

Otro día se inventó que tenía un hermano zorro que se le parecía tanto, que
seguro que a veces pensaban que estaban hablando con él, y hablaban con su
hermano.

- ¡Hola todos! - sorprendió en una ocasión - ¡Soy el hermano de Pitiflú!

Luego reía, a solas. Con nadie podía compartir esa diversión.

Así las cosas, el zorro se fue haciendo famoso en el bosque. No por ser un
gran atleta, ni un valiente, ni siquiera un excelente narrador, sino por ser un
embustero. Cuando sus amigos jugaban con él, siempre acababan
desconcertados: no sabían en qué momento decía la verdad y en qué
momento mentía.

- Estás mintiendo, Pitiflú... - le decía su amiga Rosalía, que era la que más
paciencia tenía.

- ¡De ninguna manera! ¡Yo no miento! - y volvía a mentir Pitiflú.

Su propia telaraña de mentiras iba creciendo y creciendo, le perseguía.


Una noche, la mamá de Pitiflú salió a cazar como de costumbre, con tan mala
suerte que metió una de sus patas en una trampa cerca de una granja.

- ¡¡¡Pitiflú!!! ¡Estoy atrapada! ¡Pide ayuda! ¡Por favor!

Pitiflú, muy asustado, acudió a las madrigueras de todos sus amigos y


conocidos:

- Mi mamá está en peligro, por favor, ¡ayudadme!

Todos desconfiaron de él. Nadie le creía. Esto debía ser otra de sus mentiras
para armar alboroto.

Con la cabeza gacha y asustado, volvía Pitiflú a intentar él solo ayudar a su


mamá.

- Espera. - la voz de Rosalía resonó entre los robles del bosque - Si esto que
has contado ahora es cierto, yo te acompañaré.

Pitiflú sonrió a su amiga, con agradecimiento. Estaba muy avergonzado. Nunca


jamás volvería a mentir.

FIN

You might also like