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MOD 4 - El Problema de La Decisión Del Tratamiento
MOD 4 - El Problema de La Decisión Del Tratamiento
1 Bienvenidos
Como inicio del tema, me parece oportuno indicar las controversias que existen en cuanto a
los puntos de corte tanto para el diagnóstico, el inicio del tratamiento y la presión objetivo.
Habiendo diferencias entre las asociaciones americanas, la Asociación Americana del
Corazón y el Colegio Americano de Cardiólogos, con respecto a las sociedades europeas,
como lo son la Sociedad Europea de cardiología y la Sociedad Europea de Hipertensión,
donde los puntos de corte lo colocan en 130 para la presión sistólica y 80mmHg para
presión diastólica los americanos y 140mmHg para sistólica y 90mmHg para diastólica los
europeos.
Vamos ver de dónde emergen estas discrepancias que hacen a la práctica diaria habitual,
donde uno tiene que plantearse en cuanto a la presión de nuestros pacientes y el riesgo
cardiovascular cuando iniciar el tratamiento o hasta dónde descender la presión arterial.
Podemos ver en esta tabla los distintos niveles que definen la presión arterial, tanto a nivel
consultorio, como en los monitoreos ambulatorios de presión arterial de 24hs o el monitoreo
domiciliario de presión arterial, donde hay diferencias entre estas sociedades, así como los
niveles de hipertensión que requiere intervención como marcamos anteriormente.
4 Objetivo de PA a alcanzar con el tratamiento antihipertensivo
Esta historia, de cuál es el objetivo de presión arterial, alcanzar con el tratamiento
antihipertensivo, data de años, décadas, donde casi como un péndulo se ha ido pasando de
cuando más baja la presión, cuando más logremos descender, menor riesgo y perseguir
objetivos de cuanto más bajo mejor a, por otro lado, estudios que mostraban lo que se
denomina una curva en J, es decir, que bajando la presión disminuye el riesgo pero llega un
momento que el punto de corte que descendiendo más los valores tensionales podría
aumentar el riesgo cardiovascular.
5 Estudio de Lewington
Así, parte de este estudio muy conocido Lewington, donde marca que tanto para stroke en
presión sistólica como diastólica.
6 Estudio de Lewington
Y vemos, en las siguientes slides, para enfermedad isquémica cardíaca sucede algo similar,
donde a partir de cifras de 110mmHg para sistólica y 75mmHg para diastólica, empieza a
haber un aumento progresivo y continuo de riesgo, distintos grupos etarios.
Por lo cual en base a estos hallazgos de alguna manera promovían “alcancemos cifras más
bajas para menor riesgo”, no habiendo evidencias en trabajos científicos porque en general
los trabajos de intervención no se alcanzaba objetivos de presión tan bajos.
Por otro lado, empiezan a aparecer reportes donde se ve la curva en J, estos estudios no
son diseñados para comparar distintos objetivos de presión arterial, pero se veía que esto
de la curva en J de bajar más la presión que puede volver a aumentar el riesgo, era más
notorio para los eventos isquémicos cardiacos como infarto miocardio y no tanto para los
eventos cerebro vasculares donde menores presiones, menor incidencia.
8 Curva J: mayor relación con PAD que con PAS
También se observaba una más pronunciada curva en J, más notoria para la presión
diastólica que para la sistólica y especialmente en pacientes de alto riesgo como son los
pacientes de estudio en target, alto riesgo ya con enfermedad coronaria establecida, o es
estudio TNT también en pacientes con enfermedad coronaria, donde se observa una clara
curva en J sobre todo en presión diastólica.
Lo mismo el estudio INVEST observa curva en J tanto para presiones sistólica como
diastólica pero más marcada para la presión diastólica.
9 Las hipótesis explicativas fisiopatológicas a los hallazgos clínicos
De allí, que un muy conocido artículo del doctor Zanchetti de Italia, donde en un momento de
mucho furor en descender las cifras de tensión, especialmente en diabéticos y en pacientes con
enfermedad renal, ponía algo así como un poco de prudencia demostrando que la mayoría de
los estudios de intervención tanto en diabéticos, hipertensión no complicada, ancianos y
enfermedad cardiovascular previa, las cifras que mostraban beneficios eran descensos hasta
valores cercanos al límite o levemente por encima del límite y no había evidencias de llevarlos a,
por ejemplo, valores por debajo de 120 presión sistólica para demostrar un beneficio en evento
cardiovascular y mortalidad cardiovascular.
11 Estudio ACCORD
Y aparece en su momento el estudio ACCORD ya diseñado para comparar tratamientos
más intensivos con respecto a menos intensivos, sistólica menos de 120 o menos de 140 y
luego de 5 años de seguimiento no encuentra diferencias en los puntos finales duros como
mortalidad cardiovascular e infarto miocardio, pero si reducción significativa de los eventos
cerebrovasculares en la rama de presiones más bajas.
Es decir, que iba en alguna manera acorde a hallazgos previos que no aparecía curva en J
para lo que es cerebrovascular, y por otro lado el tratamiento más intensivo aparece el doble
de efectos adversos sobre todo hipotensión, síncope, hiperpotasemia y falla renal.
12 Resumen de evidencias relacionadas a la curva en J
Aparece entre 2015 y 2017 el estudio SPRINT, diseñado en Estados Unidos, multicéntrico,
más de 9.000 pacientes incluidos con por lo menos un factor de riesgo vascular, con la idea
de comparar objetivos de presión sistólica menos de 120 o estándar de menos de 140.
14 Estudio SPRINT
Este estudio tiene que ser interrumpido antes de los 5 años, en el 2015 cuando iban 3 años
y un poco, porque ven resultados muy favorables en la rama de tratamiento intensivo, con
presiones objetivo sistólicas por debajo de 120. Reducción siempre de riesgo relativo, de
eventos cardiovasculares mayores, de mortalidad por cualquier causa, muy notorio para
insuficiencia cardíaca y mortalidad cardiovascular.
Este estudio excluye a menores de 50 años, pacientes con ACV previo, diabéticos, que es
una población muy frecuente en hipertensión arterial y ancianos frágiles, y muestra que los
beneficios son consistentes en los diferentes subgrupos y no hay una incidencia de efectos
adversos, ni frecuentes ni serios. Si se observa algo más, pero a baja frecuencia de
hipotensión, síncope, hiponatremia, injuria renal aguda e insuficiencia renal en el grupo de
tratamiento más intensivo y no había diferencias entre las caídas por hipotensiones en
ambos grupos.
De alguna manera, este estudio da claramente a favor de controles y objetivos de control
más intensivos y, de alguna manera, las evidencias previas se ponen en tensión y en
controversia porque decíamos que en grupo de alto riego podía haber curva en J, en este
caso los grupos de alto riesgo y aún mayores, y mayores de 75 años que es una buena
parte de los pacientes incluidos en el estudio se observan mejores resultados y sobre todo
lo que es insuficiencia cardíaca, a diferencia de lo que decíamos, que solamente a menores
descenso, menor ACV, que podía aparecer curva en J. Entonces replantea un poco los
conocimientos y evidencias que teníamos.
15 Impacto Sprint
Sigue siendo de mucha discusión, tiene mucho impacto porque de allí las guías de 2017, el
American Heart Association modifican los puntos de corte para definir hipertensión y para el
tratamiento, con esa modificación solo en Estados Unidos implicaría aumentar a casi 30
millones más de hipertensos y 4 millones de pacientes que requerirían tratamientos que
antes no requerirían.
16 Impacto Sprint
Tiene impacto en mayor número de hipertensos, más pacientes que requieren tratamiento,
alguno que considerábamos que estaba bajo control, si nos ponemos con cifras de control
más estrictos van estar fuera de objetivo de control, uso de más fármacos quizás más
controles, más costos y probabilidad de mayor tasa de evento adverso a medida que
seamos más intensivos con el control de la presión.
17 Sociedades en hipertensión
Las sociedades entonces como mostramos en la primer diapositiva, esta es la génesis del
por qué hoy las sociedades más fuertes en hipertensión, la americana y la europea, no
acuerdan en los puntos de corte ni en los objetivos de presión, pudiendo decir que las
sociedades americanas van hacia un tratamiento más intensivo y la sociedad europea con
una leve prudencia y no cifras, por ejemplo, por menos de 120.
Habla de que, si el paciente tolera bien el tratamiento, quizás no buscar menos de 140/ 90,
sino ir un poquito más allá menos de 130/80. La Sociedad Argentina en la unión de la
Sociedad Argentina de Cardiología y la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial, en su
consenso del año 2018 podemos decir que mantiene definiciones, objetivos de tratamiento
de la presión y punto de corte para inicio de intervenciones muy similar a las sociedades
europeas.
18 Recomendaciones generales del tratamiento
Siguiendo con las recomendaciones generales, hay que alcanzar progresivo y gradualmente
los objetivos dentro de los 3 meses y en pacientes de mayor riesgo puede ser necesario
controles más temprano.
Tener en cuenta que algunos fármacos requieren 2 o 3 semanas para alcanzar su efecto
hipotensor máximo y en general no titular ni modificar dosis hasta no esperar la acción del
fármaco y siempre tener en cuenta la accesibilidad y la condición socioeconómica del
paciente, porque si no lo tenemos en cuenta podemos de inicio atentar contra la adherencia
del cumplimiento del tratamiento antihipertensivo, uno de los grandes problemas del
tratamiento de la hipertensión arterial.
20 Cambios en estilo de vida con evidencia científica comprobada
Los cambios en estilo de vida, son muchos y con evidencia científica comprobadas muchos
de ellos con clases 1 evidencia A y son aplicados ya desde prehipertensión y en todos los
grados de hipertensión. No olvidar que, aunque el paciente este en tratamiento, siguen
siendo beneficiosos los cambios en el estilo de vida.
Podemos observar en el gráfico la reducción esperada, en este caso la presión sistólica
promedio, con distintas intervenciones, por ejemplo, relacionadas con la alimentación, como
disminuir la ingesta de sodio, aumentar la ingesta de potasio, y cambios en patrones
alimentarios, los mas estudiados por ejemplo son la dieta DASH y la dieta Mediterránea.
Y tiene que ver mucho también con alcanzar descensos de peso y aumentar la actividad
física que tiene notable impacto, sobre todo la disminución de peso, en el control de la
presión arterial. Tanto el ejercicio aeróbico, como el ejercicio mixto, con sobrecarga e
isométrico, tienen impacto, así como disminuir la ingesta de alcohol cuando se consume en
exceso.
21 Conceptos claves
Algunos conceptos claves es el descenso logrado de la presión arterial en cuanto a las
evidencias en estudios científicos, no necesariamente la droga es lo que cambia el
pronóstico. Con este concepto uno dice: “Lo importante es bajar la presión, no importa con
qué fármaco”. De alguna manera tienen certeza de que es muy importante bajar la presión,
eso baja riesgo.
Pero vamos a ver que la elección de algunos tratamientos podría ser de mayor eficacia y
mayor seguridad. Tenemos que tener en cuenta en principio que la mayoría de los pacientes
va a requerir más de una droga, y muchas veces recomendamos empezar con
combinaciones de fármacos (2 o hasta 3 fármacos) en una sola píldora para mejorar la
adherencia, salvo pacientes con hipertensión grado 1 con bajo riesgo y ancianos frágiles. La
elección de esas drogas debe ser basadas en selecciones individuales por características
de los pacientes.
Pueden tener beneficios adicionales elegir un tipo de droga, un tipo de fármacos.
Contraindicaciones y hay muy pocas indicaciones de alguna manera “imperiosa” que si o si
tal paciente tiene que recibir tal fármaco. Con la idea de simplificar y hacer muy práctico el
tratamiento de la hipertensión Recordemos una de las patologías mas prevalentes en
nuestra población y una de las principales causas de mortalidad global y cardiovascular.
22 Grupos antihipertensivos
Sin duda, la tendencia actual es hacia la combinación de fármacos. Podríamos decir que
cualquiera de los cuatro, hasta los cinco grupos principales de fármacos antihipertensivos
podrían ser combinados. Hay combinaciones preferentes, posibles, reservadas a
situaciones especiales, y algunas que deben ser evitadas.
Hoy por hoy, la no recomendada es combinar, salvo en situaciones muy especiales,
manejados por especialistas, cuando hay proteinuria refractaria. Pero como concepto
general, para la atención primaria, atención en consultorio inicial de pacientes hipertensos,
no combinar IECA con ARA-II.
Las combinaciones más utilizadas pasan por estos grupos, IECA o ARA-II, con diuréticos
tiazídicos o símil tiazídicos y antagonistas cálcicos también, combinados con estos grupos.
Como dijimos, los betabloqueantes un escalón por debajo y para situaciones especiales.
24 ¿Qué combinaciones de fármacos?
Basado entonces en el resultado de estudios controlados y meta-análisis, podrían
combinarse todos salvo IECA y ARA-II. Ya mencionamos cuales son las combinaciones más
frecuentemente utilizadas, donde tenemos una amplia disponibilidad de dosis en
comprimidos únicos, que esto simplifica el tratamiento.
Podemos titular a mayores dosis y de alguna manera también utilizar acciones
complementarias para prevenir efectos adversos. Las combinaciones de betabloqueantes
limitarla para indicaciones especificas que pasan por angina sintomática, control de la
frecuencia cardíaca, post infarto de miocardio y, en algunos casos, insuficiencia cardíaca
con fracción de eyección reducida.
25 ¿Qué combinaciones de fármacos?
Históricamente, una de las estrategias utilizadas para el inicio y el ajuste de los tratamientos
era monodosis. Digamos, empezamos con una dosis de un fármaco y llevamos esa dosis a
límites superiores y si no funciona, pasamos a otro tipo de fármacos.
Claramente esta estrategia no funciona, sabemos que incrementar dosis de un solo fármaco
incrementa el riesgo de efectos adversos con poco descenso adicional de la presión arterial
y perdemos tiempo y somos ineficaces en el tratamiento.
Entonces, ir titulando un solo fármaco hasta llegar a dosis máxima no es una estrategia
recomendada, y uno.
27 Estrategias de inicio y ajuste de tratamientos
Y con uno, combinando fármacos, teniendo en cuenta las características y los mecanismos
fisiopatológicos de la hipertensión, apunta a múltiples mecanismos y de alguna manera,
reduce la heterogeneidad a la respuesta al tratamiento inicial, y alcanza un descenso más
potente que, como dijimos, escalando dosis de monoterapia.
31 ¿Con qué evidencias contamos para terapia inicial de combinación vs
monoterapia?
También importante, si bien esto es evidencias indirectas, no hay estudios que comparen
monoterapia con combinación desde el inicio en forma directa ni diseñado con esas
características.
Se sabe que retrasar el control de la presión tiene impacto en cuanto a aumento de riesgo.
Es decir, lo que hablamos que “cuanto más bajo, mejor” de antaño fue reemplazado hoy en
día que cuanto antes controlemos la presión arterial, obtenemos mejores resultados.
32 ¿Con qué evidencias contamos para terapia inicial de combinación vs
monoterapia?
Estas evidencias, si bien son indirectas, es importante el tiempo y, sobre todo en pacientes
de alto riesgo, que nos lleva a alcanzar el control de la presión arterial: Menor tiempo, menor
riesgo.
33 ¿Con qué evidencias contamos para terapia inicial de combinación vs
monoterapia?
Estudios muy interesantes de Lombardía en Italia, porque son estudios en vida real y con
gran cantidad de pacientes, como podemos observar, demostraron que terapia de
combinación resulta en menos índice de discontinuación del tratamiento y menor riesgo de
eventos cardiovasculares que la terapia de monoterapia con escalonamiento o agregado
secuencial.
35 ¿Con qué evidencias contamos para terapia inicial de combinación vs
monoterapia?
Por eso estas evidencias a favor de la terapia de combinación desde el inicio y en casi todos
los pacientes. De ahí que tanto las sociedades europeas como las distintas sociedades
científicas, incluida la Argentina, recomiendan tratamiento inicial de combinación de
fármacos IECA o ARA-II con calcio-antagonistas o un diurético, salvo pacientes de bajo
riesgo, en hipertensión grado I o ancianos mayores de 80 años frágiles.
Paso siguiente, una combinación triple y siempre utilizan IECA o ARA-II más calcio-
antagonistas, más diuréticos tiazídicos o símil tiazidas. Deja para hipertensión resistente,
aquellos que no podemos controlar con tres drogas a dosis máxima o dosis máxima tolerada,
el agregado sobre todo de antagonistas de aldosterona como Espironolactona o Prorenona.
Y recién dejar como quinta droga a otro diurético, bloqueante alfa o betabloqueantes.
36 Situaciones especiales, condiciones asociadas y contraindicaciones en
la elección de drogas antihipertensivas