Análisis ético de las esterilizaciones forzadas en el
gobierno de Alberto Fujimori
En la época del gobierno de Alberto Fujimori se legalizaron las esterilizaciones quirúrgicas por el congreso esto como parte de la campaña de planificación familiar en el Perú. Sin embargo, este programa de planificación familiar se volvió controversial al descubrir que se realizaban muchas de estas esterilizaciones de forma forzada, sin el consentimiento de las mujeres vulneradas. Así mismo, cabe señalar que las esterilizaciones se llevaron a cabo por médicos y con ayuda de otros profesionales de la salud, los cuales muchos de ellos realizaron las esterilizaciones al momento en que las mujeres iban a entrar en labor de parto; es decir, estás iban a traer a sus hijos al mundo y al finalizar el nacimiento los médicos aprovechaban la vulnerabilidad de estas mujeres y las esterilizaban. Estos hechos se suscitaban en comunidades o localización y /o poblaciones con un nivel educativo y económico precario. El problema radica en que si un médico el cual se supone está preparado para poder salvar vidas, protegerlas y mejor su salud, como es posible que ellos realizaran semejantes faltas a la autonomía del paciente, donde están los valores ético y morales que debe tener todo profesional de la salud. Se dice que los médicos fueron condicionados a realizar este tipo de esterilización, ya que el gobierno les ponía cierta cantidad de cupos y se les ofrecía un tipo de bonificación al final del mes en su pago. Esto nos indicaría que los médicos y demás profesionales de salud que intervenían en estas operaciones carecían de valores éticos y morales. Así mismo, rompían con el juramento hipocrático al que estaban sujetos, ya que al momento de realizar todas estas esterilizaciones se violaban los derechos de autonomía del paciente de decidir si desea realizarse ese tipo de operación. Muchas de las mujeres que esterilizaban eran jóvenes de 20 o 23 años, las cuales podían querer ser madres después; sin embargo, debiado a esta “campaña de planificación familiar “ quedaron sin la potestad se poder ser madres de nuevo de una manera muy injusta. He aquí el nivel de conciencia que tienen los médicos ya que no sólo vulneran la autonomía del paciente, sino que al mismo tiempo faltaban a la honestidad de comunicarle a las pacientes que procedimiento se les estaba realizando, además de la lealtad que se le debe al paciente que pone en las manos del médico su vida y bienestar. Todos los médicos que realizaron estás esterilizaciones sabían lo que estaban haciendo al final de todo nadie los obligó; ellos tenían la potestad de decidir sobre las acciones y procedimientos que realizaban, y del alcance de los daños que estaban realizando. Todo este tema de las esterilizaciones forzadas llevadas a cabo en el gobierno de Fujimori en el año 1995 nos es de suma importancia para los futuros profesionales de la salud para que estos puedan ver y analizar las acciones realizadas en el pasado y poder formarse en la carrera como profesionales con un grado de responsabilidad mayor de forma que se conviertan en profesionales con una ética y moral firme y saber que este tipo de atropellos a toda una población no se pueden realizar. Las diferentes instituciones que se pronunciaron en el tema fueron el colegio médico del Perú el cual señaló que, si se realizaron abusos e irregularidades vinculadas al programa de planificación familiar los cuales trajeron consigo daños y violación de los derechos de muchas mujeres. Por consiguiente se señaló que las practicas realizadas durante los Anticonceptivos Quirurgicos Voluntarios fueron conductas inadecuadas de ciertos médicos al realizar los procedimientos sin el consentimiento debido de la paciente. Igualmente otras instituciones como la comisión interoamericana de derechos humanos (CIDH); la cual se encargaba de velar por los derechos de todas las mujeres que fueron afectadas deicidieron pronunciarse hacia el tema mencionando los derechos vulnerados. Asimismo, diferentes tipos de ONG a favor de los derechos humanos, de los derechos a favor de las mujeres y su autonomía, junto con entidades gubernamentales, tuvieron una participación importante en este caso. Durante las esterilizaciones forzadas no se asumió ningún tipo de responsabilidad, tanto la moral, como la jurídica y la política. Esto es debido a que por ser autónomos tenemos responsabilidad sobre nuestros actos, entonces dichos médicos y personal de salud implicados en las AQV no autorizadas, al ser agentes morales disponen de libertad para decidir sobre el curso de sus propias acciones. Por tanto de este modo se vulneró la responsabilidad moral al no respetar los principios de la medicina, poner en cuestión sus propios principios y valores inculcados durante toda su formación profesional y moral, asi pues, también la deontología médica. Por añadidura, la responsabilidad jurídica tampoco se asumió por parte de los doctores y miembros del personal de salud implicados, ellos vulneraron el ordenamiento jurídico, puesto que, violaron los derechos humanos de dichas mujeres, el juramento hipocrático y las leyes que dicta la constitución peruana. Sin embargo, el estado peruano tampoco queda extento responsabilidades, ya que, se pudo observar un claro abuso de poder de ambos agentes morales, vulnerando así también la responsabilidad política por parte de las autoridades implicadas del estado de nuestro país.
Durante el Programa Nacional de Planificaión Familiar el profesionalismo
médico se encuentraba quebrantado en todos sus parámetros; puesto que, este implica la primacía del bienestar del paciente donde es primordial la confianza hacia el personal de salud para la obtención de una óptima relación médico-paciente. Asimismo, involucra el respeto por la autonomía del paciente, donde mediante la honestidad se obtiene el consentimiento informado para la ejecución de las intervenciones por parte de los profesionales de salud. Finalmente, integra la distribución equitativa de la atención en salud con la negación frente a la discriminación para obtener la justicia social, categoría que también se vio transgredida puesto que el Programa Nacional de Planificación Familiar y de las Prácticas Médicas solo se encontraba enfocado a ejecutarse en determinados sectores de la sierra del Perú, donde muchas de las mujeres afectadas eran analfabetas, hecho que fue aprovechado por los profesionales de la salud involucrados con el anterior mencionado programa. La interculturalidad se refiere a la interacción entre distintas culturas, pero también que estas culturas estén identificadas entre sí, para aportar así al desarrollo de la humanidad. Por añadidura, la salud intercultural tiene que ver con el modelo de atención de salud entre dos culturas de una misma sociedad, respetando los conocimientos, creencias y prácticas culturales con respecto al concepto de salud y enfermedad que tienen cada uno de ellos, esto se aplica no solo en el concepto de salud, si no también en lo que significa para ellos la vida y muerte. Por otra parte, el objetivo principal de la salud intercultural es la preservación de la vida, mediante el diálogo, interacción, tolerancia y comprensión que se le otorga al paciente, para que exista un ambiente de respeto y armonía, para la complementación entre culturas y conocimientos científicos. No obstante, esto no se cumplió ni por parte del estado ni los médicos en el caso de esterilizaciones forzadas, ya que a parte de infringir al respeto de cada una de las mujeres por no tener su consentimiento para realizar las acciones quirúrgicas, tampoco se cumplió con el concepto de salud intercultural, el cual indica que esta es la capacidad de vivir con igualdad de posiciones y comprende las maneras de pensar y vivir diferentes. La OMS describe el derecho a la salud como el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr, el cual es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano. Ahora bien, este concepto a la vez conlleva un conjunto de criterios sociales, y está relacionado a los otros derechos humanos. El principal derecho humanos de la salud que fue vulnerado durante el programa nacional de planificación familiar fue la libertad, el cual es el derecho de la persona a controlar su salud y su cuerpo (reproductivos) sin injerencias (torturas, tratamientos y experimentos médicos no consensuados). Durante las aplicaciones de la Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria tanto los profesionales de salud como el Estado vulneraron los derechos de todo ser humano. Los profesionales de salud tenían como deber principal cuidar por la salud del paciente; esto quiere decir que su salud física y mental no deben ser ultrajadas durante ningún procedimiento quirúrgico ni clínico del paciente. Así como debian preocuparse por respetar su cultura, estado socioeconómico y estilos de vida. En cambio, las prácticas médicas durante la aplicación de las AQV, se encuentran testimonios de pacientes que mencionan no haber sido informadas sobre estos procedimientos, se tiene en consideración que los profesionales consideraron a las poblaciones pobres e incultas como objetivos para realizar estos procedimientos. Para colmo también se conocen declaraciones de personales de la salud que actuaron en pacientes sin anestesias, debido a que se había agotado y prefirieron continuar con sus actos. Por otro lado, el estado fue el que impuso estos programas de planificación familiar sin considerar las culturas de las poblaciones nativas a las cuales se les realizaron estas AQV. Se le denegó el derecho a la atención de su salud sexual y reproductiva, a las mujeres que se les realizaron estos AQV, ya que consideraron un mejor método estos programas a realizar clases o charlas informativas de las consecuencias de una salud reproductiva constante. Incluso, durante los delitos cometidos el estado no realizo una acción para poder detenerlos a pesar de que el Colegio Médico del Perú escribió una carta ya mencionada en los parrafos anteriores. Actualmente, y frente a la impunidad por más de 20 años, los médicos están en la obligación de retomar el tema de la esterilización forzada de una vez por todas. Si bien es cierto, el Colegio Médico reconoció que hubo un abuso por parte del personal médico que intervino a las víctimas de las esterilizaciones forzadas, nunca se pronunció ofreciendo disculpas o mostrando empatía al respecto; por el contrario, se escudó en que estas intervenciones fueron por presión del gobierno. Por ello, los médicos en la actualidad poseen la difícil tarea de reivindicar la paupérrima percepción que tiene la sociedad acerca del profesionalismo y la ética médica por los sucesos ocurridos durante el gobierno de Fujimori. Por consiguiente, es importante que este acto no vuelva a ocurrir, y para eso los médicos (especialmente los dedicados a la docencia) deben en primera instancia informar de todo lo ocurrido a los estudiantes de medicina, quienes deben ser conscientes de los errores que se cometieron, y en segunda instancia promover el desarrollo de una ética médica que respete los compromisos y principios en los que se basa el profesionalismo medico desde la vida universitaria para formar una mejor generación dispuesta a cumplir todas las expectativas.
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