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RADIO
RADIO
RADIOCOMUNICACIONES
EN LAS BANDAS DE VHF Y UHF
Sumario:
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1.- PROPAGACIÓN DE ONDAS TERRESTRES SOBRE TIERRA PLANA
Cuando las antenas trasmisoras y receptoras están ubicadas a corta distancia entre ambas,
se puede, con garantía, ignorar el efecto de la curvatura de la Tierra y considerar que las ondas de
radio se propagan a lo largo de una superficie plana conductora imperfecta.
En estos casos, considerando antenas elevadas, la solución del problema, el cual se reduce a
aplicar la ecuación de Maxwell, se complica bastante y la intensidad de campo puede encontrarse
mediante los métodos de la óptica geométrica.
En la práctica. los trasmisores emplazados en la Tierra usan antenas elevadas que trasmiten en el
intervalo de onda corta y ultra corta, siendo típico este uso en el trasmisor de televisión, los
trasmisores de VHF, FM, etcétera.
(Ecuación 1)
donde se han considerado solamente los dos primeros términos de la serie, debido a que la altura
h es despreciable en comparación con el radio terrestre.
En todos los casos prácticos el ángulo geocéntrico es muy pequeño y podemos escribir que:
(Ecuación 2)
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Sustituyendo el valor numérico de a y expresando la distancia hasta el horizonte en kilómetro
tenemos:
(Ecuación 3)
Nos limitaremos al caso en que la longitud del paso r es menor que la distancia del horizonte.
La propagación de ondas terrestres con antenas elevadas (trasmisor y receptor) se muestra en la
figura 2. La intensidad de campo total será la suma del rayo directo AB y el reflejado AOB
debido a que consideramos la tierra plana.
La curvatura de la tierra tendrá dos efectos sobre el radio de propagación, dentro de la visibilidad
directa:
Dadas las alturas de las antenas transmisoras y receptoras, la trayectoria del rayo directo y el
reflejado (su diferencia) será diferente de la calculada sin considerar la curvatura.
La propagación del rayo directo y del reflejado sobre la Tierra esférica se muestra en la figura 2.
Si dibujamos un plano MN tangente a la Tierra en el punto de reflexión y medimos las alturas de
las antenas a partir de este plano, encontraremos que estas serán menores y las llamaremos h 1 y
h2. Sustituyendo estos valores para las alturas reales h 1 y h2, en la ecuación de Vvedensky
encontraremos el valor correcto de la intensidad de campo electromagnético, debido a que el
ángulo de elevación del rayo, tanto en la superficie convexa como en el plano tangente, es el
mismo.
Los cálculos de la intensidad de campo sobre Tierra esférica deben realizarse introduciendo los
valores corregidos de las alturas de las antenas.
Se puede deducir de la figura 2, que a medida que , el campo resultante tenderá a cero en la
ecuación de Vvedensky, siendo esto valido cuando las distancias se hacen comparables con el
horizonte. Esto en la Práctica no se cumple. La experiencia demuestra que el campo de la onda
terrestre existe a distancias mucho mayores que el horizonte visible.
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Es frecuente encontrar elevaciones en la trayectoria de propagación. En tales casos las
ondas viajarán en presencia obstáculos, aunque las antenas trasmisoras y receptoras estén dentro
del intervalo de visibilidad directa.
La cuestión radica en que las dimensiones del obstáculo son una función de la longitud de onda
. Por tanto, un terreno puede ser considerado plano para las ondas OL (ondas largas) y OM
(ondas medias), mientras que esta consideración puede cesar para las ultracortas, cuando los
obstáculos presentan dimensiones considerables, como se muestra en la figura 3.
A primera vista puede parecer que las ondas de radio se propagan sobre las colinas de la misma
forma que en un terreno plano, exceptuando que en vez de un solo rayo llegarán ahora más.
Verdaderamente esto no es así, porque el rayo reflejado se forma dentro de la primera zona de
Fresnell y no en un punto geométrico, y en la mayoría de los casos las cimas de las colinas son
mucho más pequeñas, en tamaño, que la primera zona de Fresnell.
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En la teoría de la difracción óptica se muestra que para el espacio libre, la atenuación se expresa
en la forma
(Ecuación 4)
En la expresión anterior, C(V) y S(V) son las integrales de Fresnell, tales que:
(Ecuación 5)
y las cuales se definen en la forma:
(Ecuación 6)
(Ecuación 7)
(Ecuación 8)
El gráfico de la función F (t) se muestra en la figura 5. Debe notarse que para V=2, la función de
atenuación se aproxima mediante la expresión:
(Ecuación 9)
Tal como Schelleing, Burrows y Fresnell mostraron en 1933, al utilizar las ondas ultracortas es
importante recordar que la difracción en la superficie terrestre ocurre a cada lado del obstáculo,
es decir, entre la antena trasmisora y el obstáculo y entre el obstáculo y la antena receptora. La
figura 5, muestra que el campo en el punto B se debe a la combinación de cuatro rayos, cada uno
de los cuales ha sufrido difracción en el filo de cuchillo. En esta figura los rayos se denominan
A’MB, AMB’, A’MB’ y AMB.
La contribución de cada rayo está basada en el principio de la imagen, de acuerdo al cual, el rayo
reflejado se trata como si fuera la imagen de su emisor real. Desde luego, los mismos
razonamientos son aplicables a la antena receptora. La adición de las contribuciones es válida
para un sistema lineal.
Durante mucho tiempo el modelo de los cuatro rayos fue considerado puramente académico, sin
embargo, en años recientes, se ha podido encontrar explicación a la ganancia que experimentan
ciertos sistemas, mediante este modelo, en los enlaces de microondas. En el caso de los servicios
mencionados en las ciudades, los edificios pueden ser obstáculos difractores.
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Figura 5: representación de F(v).
Es bien conocido que la troposfera es la capa de la atmósfera que más afecta las
trasmisiones de televisión. Sus características físicas influyen notablemente sobre las ondas de
radio. Entre estas características tenemos el índice de refracción, el cual varía con la altura y que
es el responsable más directo de la curvatura que experimenta la onda trasmitida, dando lugar a
diferentes tipos de refracción troposféricas. Es conocido también que en el radio propagación se
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toma en cuenta el índice de refracción en forma de su variación dado que en la superficie terrestre
este índice excede sólo en un 0,0003% a la unidad. De aquí surge la expresión dada por
Dolukhanov para este caso:
(Ecuación 10)
La troposfera causa un efecto de curvatura en el rayo, el cual es más acentuado en las trasmisoras
VHF y UHF. Así, tenemos que si consideramos el concepto atmósfera estándar (y como corolario
el de troposfera estándar), donde la variación está asignada, las ondas de radio que se propagan
según un Angulo de elevación pequeño, es decir, viajaran formando arcos cuyos radios serán
iguales a
(Ecuación 11)
Debe notarse que las ondas de VHF y UHF experimentan una refracción mayor en la troposfera
estándar que los rayos con frecuencias ópticas. Esto se debe a que las moléculas de agua que
poseen un momento dipolo permanente y una masa finita, no pueden seguir fluctuaciones de
frecuencia tan elevadas, pero si reaccionar positivamente a las perturbaciones de frecuencias del
tipo VHF y UHF, participar activamente en el movimiento oscilatorio y contribuir a los cambios
del índice de refracción.
Estos antecedentes dan paso a diferentes conceptos, tales coma el radio efectivo de la Tierra (ya
que como vimos, las ondas se propagan produciendo un efecto de aumento del radio de la Tierra)
así como para las situaciones de propagación que podemos considerar anormales, ya que
encontramos casos en que la trayectoria de las ondas electromagnéticas alcanzan distancias muy
superiores a las previstas teóricamente, trayendo esto consecuencias importantes a la hora de
analizar la interferencia. Esta situación concreta existe en condiciones de súper refracción, que es
una de las formas de refracción troposférica, en la cual por condiciones especificas y de carácter
aleatorio, en dependencia de las condiciones meteorológicas, se forma lo que es conocido como
ductos troposféricos, es decir, una propagación especifica que se logra con los rayos que se
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elevan dentro del intervalo que son atrapados dentro de este ducto produciéndose una serie de
reflexiones sucesivas en la superficie terrestre que se extiende hasta distancias bastante grandes.
Puede establecerse una analogía entre estos ductos y una guía de onda, donde las paredes de esta
última estarán formadas por la superficie terrestre y el límite superior del ducto.
La condición para que una onda electromagnética se propague dentro de un ducto es que su
longitud de onda no exceda a una critica, conocida como , de corte. Para 1a mayoría de los
casos, la siguiente expresión nos da el valor de esta crítica:
(Ecuación 12)
De las observaciones prácticas sabemos que la altura de los ductos troposféricos es del orden de
las decenas de metro y no exceden nunca los 200 m. Por tanto, estos ductos afectan más
sensiblemente las ondas de radio difusión, principalmente en las bandas métricas y decimétricas.
Una teoría para el tratamiento de las radiocomunicaciones por ductos es de valor limitado a causa
de su ocurrencia extremadamente aleatoria. Sin embargo, las condiciones son mas uniformes en
algunas áreas, tales como el Mar Arábigo, donde puede ocurrir la propagación por ducto a
determinadas horas regularmente. Debido a que la superrefracción influye en la interferencia, es
importante tenerla en cuenta en la ubicación y selección de frecuencias de las transmisiones.
La experiencia de muchos años ha verificado que las ondas más largas que 10 cm. no
experimentan atenuación apreciable en la troposfera. Sin embargo, las ondas más cortas sí sufren
atenuaciones las que pueden ser considerables.
La atenuación en la troposfera se puede deber a cuatro factores:
o La absorción por partículas suspendidas, lluvia. nieve, niebla, etcétera.
o Absorción por moléculas.
o Dispersión por moléculas y sus colisiones.
o Absorción por sólidos.
(Ecuación 13)
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donde es la pérdida por unidad de longitud; y L, la longitud del área lluviosa. La figura 8
muestra el coeficiente de absorción Vs para nieve y lluvia.
Las ondas decimétricas y la parte superior de las bandas métricas, no pueden reflejarse en la
ionosfera, por lo que no tienen la posibilidad de propagarse como ondas ionosféricas. Para cortas
distancias (visibilidad directa) se propagan como ondas terrestres (la difracción es despreciable
en estas frecuencias.
La propagación a larga distancia se efectúa por la troposfera debido principalmente a la
dispersión en las irregularidades en esta. Las ondas de radio en dichas bandas son refractadas
muy poco por la ionosfera, por no decir nada, y pasan rápidamente a través de ella. Por esta
razón se pueden propagar como ondas rectas y encontrar aplicación en la comunicación espacial.
Por su parte, la atenuación producida por la vegetación y los edificios varía con la
frecuencia. El estudio más reciente hecho en Japón ha permitido obtener valores de la atenuación
detrás de edificios en función de la frecuencia, de la altura de la profundidad de los edificios y del
ángulo de incidencia de la onda. Estos resultados concuerdan con los obtenidos en las mediciones
realizadas para 100, 200 y 700 MHz. Además, las mediciones ejecutadas en el Reino Unido, han
dado valores de la atenuación detrás de diversos tipos de edificios, para las ondas decimétricas
(600 MHz) hasta 30 dB. De las mediciones realizadas en verano y en invierno detrás de bosques
de árboles con hojas caducas, se infiere que, sí bien la atenuación debida a la fron dosidad no es
despreciable para las ondas decimétricas, es mucho menos importante que la que causan los
árboles desnudos.
Un sistema del servicio móvil terrestre está compuesto en lo fundamental por una
estación base a la cual está asociado un grupo de estaciones móviles. La estación base puede
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servir a diferentes estaciones móviles o sistemas móviles que trabajan a diferentes frecuencias
cada uno a servir a un solo sistema.
Según sea la forma en que operen los sistemas de radiocomunicaciones móviles, se pueden
caracterizar los siguientes modos de explotación de frecuencias:
a) Sistemas simplex de una y de dos frecuencias
b) Sistemas base duplex de dos frecuencias
c) Sistemas duplex de dos frecuencias.
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Figura 10: Sistema móvil terrestre simplex de dos frecuencias.
El CCIR recomienda para los sistemas de comunicaciones móviles la utilización de cinco bandas
de frecuencias que son las que se muestran en la tabla 2.
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Figura 12: Sistema móvil terrestre simplex de dos frecuencias.
(Ecuación 14)
(Ecuación 15)
siendo:
M: la frecuencia máxima de modulación. Para un caso medio de telefonía
comercial M=3 kHz.
D: la mitad de la diferencia entre los valores máximos y mínimos de la frecuencia
instantánea. La frecuencia instantánea es la velocidad de la variación de la fase.
K: el factor numérico que varía según la emisión y depende de la distorsión
admisible de la señal. Normalmente K=1, pero a veces se usan valores mas
elevados.
En nuestro caso hemos adoptado la canalización de 25 kHz para la cual se tiene que
M=3 kHz, D=5 kHz y K=1, obteniéndose así un ancho de banda nominal, B n=16
kHz lo que permite un ancho de banda de guarda de 9 kHz.
Sin embargo para una canalización de 12.5 kHz, el ancho de banda necesario es de 8 kHz y
lógicamente se debe tender a la obtención del mayor numero posible de canales al adoptar la
separación de 12,5 kHz; pero para esta separación entre canales el índice de modulación se es tan
desfavorable que se pierden las ventajas de la modulación FM.
De hecho, para pasar de 25 kHz a 12,5 kHz deberá tenerse en cuenta, los siguientes
inconvenientes y dificultades técnicas:
Degradación de la calidad del rendimiento del receptor a causa del ruido impulsivo.
Aumento de los productos de intermodulacion.
Perdidas en la relación de protección
Perdidas en el factor de mejora de FM
siendo:
L: La separación entre canales, que en nuestro caso es de 25 kHz.
B: El número de frecuencias por canal (el sistema de explotación de los canales puede ser
de una o dos frecuencias).
Q: El número de células en régimen de reutilización (consideraremos siete células).
K: viene determinado por N = 1 con L = 25 kHz y B = 2.
Para la modulación de frecuencia obtendremos un factor de eficiencia de 0,32 para el caso en que
se use una sola frecuencia (B=1) y 1 para dos frecuencias (B=2).
Si efectuamos los mismos cálculos para la modulación de amplitud, con una separación entre
canales de 12,5 kHz y para banda lateral única con separación de 6,25 kHz, que son sistemas de
modulación, que también se utilizan en las comunicaciones móviles obtendremos valores de
eficiencia de 0,04 y 0,08 para B=1 y de 0,4 y 0,8 para B=2, respectivamente. De lo anterior se
desprende que con una canalización de 25 kHz la modulación de frecuencia ofrece ventajas con
respecto a la modulación de amplitud y la banda lateral única con lo que se justifica su empleo.
A consecuencia, y en vista a lo anteriormente expuesto, el tipo de emisión más aconsejable es el
16F3 caracterizado por:
a) Modulación de frecuencia,
b) Canalización de 25 kHz,
c) Ancho de banda de audiofrecuencias de 3 kHz
d) Desviación máxima de frecuencia de _+ 5 kHz
e) Anchura de banda nominal de 16 kHz
Los métodos de cálculo utilizados en estas bandas de frecuencia son numerosos. Algunos de estos
métodos se fundamentan en expresiones matemáticas deducidas de las consideraciones de la
propagación. y otros en curvas empíricas obtenidas en las mediciones realizadas. De todos los
métodos existentes plantearemos el método del CCIR que es el más simple.
Este método es empírico o sea, se basa en curvas, pero estas han sido llevadas a expresiones
matemáticas mediante métodos de aproximación de curvas, utilizando la técnica de computación
y posteriormente utilizadas estas expresiones, para su aplicación en el cálculo en las
computadoras. Presentaremos posteriormente los diagramas en bloques del método de cálculo.
Debe señalarse que existe un método confeccionado por la compañía inglesa “Marconi” para el
cálculo de zonas de servicios en el cual se utiliza el método del CCIR, para el caso de las radiales
con terrenos medianamente ondulados (h = 50 m) y métodos de enlace punto a punto para el
caso de terrenos son h ± 50 m o con obstáculos del tipo filo de cuchillo en el radial. Este método
puede ser más exacto que el del CCIR, pero es mucho más trabajoso.
(Ecuación 17)
donde:
: es la altura promedio del relieve por radial a partir del kilómetro 10
hasta el kilómetro 50.
: son las alturas máximas y mínimas del relieve por radial
respectivamente y sus valores se escogen en el intervalo donde se calculo la
.
(Ecuación 18)
El método del CCIR consiste en hallar la distancia del trasmisor a los puntos de recepción que
tengan la misma intensidad de campo y que además cumplan las noemas establecidas por el
CCIR. El CCIR establece que:
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Es necesario facilitar indicaciones a los ingenieros encargados en los planes de servicio en las
bandas de ondas métricas y decimétricas.
Es importante la determinación de la distancia geográfica entre las estaciones que trabajen en
canales que utilizan más mismas frecuencias o en canales adyacentes, a fin de evitar
interferencias intolerables ocasionadas por una propagación troposférica a gran distancia.
Por las recomendaciones anteriores el CCIR recomienda que:
La altura de la antena receptora se defina por la altura sobre el terreno local. La altura de la
antena transmisora se define por alturas de esta antena sobre el nivel medio del terreno entre las
distancias de 3 Km. Y 15 Km., a partir del transmisor en dirección del receptor.
Se han ajustado los valores de la intensidad de campo para que corresponda a una potencia de 1
kW radiada por un dipolo de media onda.
Para definir el grado de irregularidad del terreno se utiliza el parámetro h, ya explicado
anteriormente.
Partiendo de las consideraciones y recomendaciones se puede sacar las conclusiones siguientes:
a) Al utilizar un transmisor de potencia mayor que 1 kW. o sea, mayor que 0 dB/kW y al utilizar
una antena con ganancia (dB) superior a la de media onda, obtendremos una intensidad de campo
mayor que la intensidad de campo de las curvas o viceversa, para el caso en que se utilice, un
trasmisor de menos de 1 kW.
b) Debido a que la antena no se sitúa sobre el transmisor, sino a una distancia dada de este habrán
pérdidas por la línea de transmisión.
c) Se introduce un factor de corrección cuando el valor de h es diferente de 50 m, o sea, ya el
terreno no es medianamente ondulado. El factor de corrección varía de acuerdo a la banda de
trabajo a utilizar.
Basándonos en las conclusiones anteriores, se llega a una expresión aritmética para la intensidad
de campo recibida a una distancia R del transmisor:
(Ecuación 19)
donde:
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E(50,50): esta en dB/1uV/m
PRAD: esta en dB/1kW
FCOR: esta en (dB)
: esta en dB/1uV/m
Al planear las emisiones en el mismo canal que estarán sujetas a interferencias casi continuas, es
esencial comprender que el nivel de la señal útil (sin desvanecimiento) debe ser superior al nivel
de la media de la señal interferente (casi no sujeta a desvanecimiento). Es decir, que los niveles
de la señal deseada y de la interferente tienen que tomarse de la curva de programación del CCIR
para el 50% del tiempo, o sea E(50,50) que expresa el 5O% de las ubicaciones y el 50% del
tiempo respectivamente. En el caso de la interferencia a larga distancia en cocanal donde el
transmisor interferente y el deseado se encuentran separados entre si, se utiliza las curvas
E(50,10) es decir para el 50% de las ubicaciones y el 10% del tiempo.
Expresión de la intensidad de campo contra interferencia a larga distancia
(Ecuación 20)
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Expresión de la intensidad de campo contra interferencia a corta distancia
(Ecuación 21)
En ambas expresiones hemos omitido la interferencia debido a canal adyacente, que en este
análisis consideramos solo un trasmisor interferente en cocanal.
El factor de protección (FPRO) se introduce en las expresiones anteriores, cuando se consideran
los efectos de la directividad de la antena receptora y este se obtiene de un gráfico de FPRO
contra para las bandas correspondientes, o sea, el factor de protección de la antena en función
del ángulo con la dirección del lóbulo principal de la antena receptora directiva, como se muestra
en la figura 15. Se sobreentiende que el ángulo depende del usuario.
Paso Nro. 7. comprobar si cumple con las normas establecidas por el CCIR.
Para efectuar una transmisión con calidad, debe satisfacer simultáneamente las condiciones
siguientes:
donde Emin es el valor de la intensidad de campo mínimo protegido contra las interferencias y esta
dado según la tabla:
Banda I III IV V
+48 +55 +65 +70
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