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capitulo I

SHI NI
Detuvo repentinamente el moroso trabajo de sus dedos
Personajes en los manojos de arroz.
Martin, Daisuke, Tyonkiro Pese a su dolor se puso de pie con dificultad.
Su mujer al sentir el arrastre de las botas de su marido,
Escenario lo siguió para verlo estirarse despacio en la cama y
La selva, casa cerrar los ojos como si iría a dormir.
Pero acaso mas que en ella y en el laborioso ir venir de
Vocabulario sus dedos.
tahuamadera: muy pesada, que presenta contracciones Martin a paso lento, no por larga caminata que pensaba
lineales bajas y la contracción volumétrica es estable. compensar con una buen descanso.
Tiznadas: Que está bajo el efecto de abundante licor en Encendió una vela y se sentó al lado al lado de su padre
su organismo. todavía un rato sin saber que hacer o decir.
Penumbra: hay poca luz pero no se llega a la oscuridad. Martin se las arreglo en el taller de costura para
Musgos: Clase de plantas briofitas formadas por tallos y permanecer los días q fueran necesarios al lado de su
hojas pequeños y delgados, sin tejido vascular; carecen de padre moribundo, cuando amaneció se ocupo en
verdaderas raíces, pero tienen unas estructuras escuchar lo pedidos de sus padre.
filamentosas que las sujetan, y crecen formando masas La razón por la que había sobrevivido todos esos años
apiñadas de aspecto aterciopelado, formando capa sobre la resistiendo al infinito orín de las moscas, tenia que ver
tierra, las rocas, los troncos de los árboles y en el agua. con un mapamundi rodeado por los doce meses.
Hasta aquí había dicho Daisuke trazando una línea sobre
los océanos Indico y Atlántico .
Sus días en camas empezaron a convertirse en una
especie de viaje hacia si mismo.
La mujer abrió los ojos, supo q su marido había hablado Martin acomodo la maceta al lado de la cama de su
pero no dijo nada y reanudo su trabajo padre, sin perder tiempo, como si de aquel conjuro
Al día siguiente, Martín se dedico a ver a su padre. Todo dependiera la suerte de aquella noche, le prendió
el día se dedico a observarlo, cuando volvió a su cuarto y fuego.
se detuvo para apreciar su rostro en una triza de vidrio Madre e hijo vieron como ardían las minúsculas ramas,
que hacia las veces del espejo. la hojas todavía verdes, soltando una nube de humo en
En los días sucesivos Daisuke ya definitivamente el cuarto.
postrado en cama, fue explicito con sus instrucciones, la Cuando el árbol se consumió de inmediato y las
agonía se prolongo mas de lo natural, luego de una mínimas brasas apenas alumbran los musgos y
temporada de intensa lluvia, por la tarde se oyó la piedrecillas tiznadas de la maceta, Martin se acerco al
puerta. Era Martín que llegaba con un silencio sepulcral, oído helado de su padre.
temeroso de que ya las cosas hubieran sucedido en su Ahora estas en paz-dijo Martin .
ausencia, la casa estaba a oscuras. El sonido de los cuentos bajo las goteras había
El muchacho entro en la habitación sosteniendo en sus empezado a llenar la casa.
manos un pequeño árbol.
Pregunto ¿duerme?
La madre con los ojos llorosos dijo si.
Job y el narrador hablan de la muerte, de ella nadie se
escapa. El panteonero fue amigo de su padre del joven,
CAPITULO II había realizado el servicio militar juntos y le debía la vida,
EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO porque le había salvado de la muerte cuando cayo al rio
en la selva.
Personajes El anciano había estado siempre al lado suyo en la muerte
Job, Rosy, Yoshida, El novio de Rosy de su padre y de su amada, era su amigo incondicional.
Una semana atrás había fallecido Rosy, la noticia de
Escenario aquella muerte no muy significativa, en su cuerpo no
Cementerio, Café, Habitación había indicios de violencia o envenamiento, afirmaron
que parecía estar dormida.
Vocabulario Sus familiares de Rosy lo vincularon con su muerte,
Bilocación: Estar en dos lugares a la vez debido a que el le pretendía desde la universidad.
Parapsicología: Estudio de los fenómenos y las El estaba enamorado desde niño, ella lo sabia. Cuando se
aptitudes mentales paranormales que no parecen tener graduó cenaron juntos; sin embargo, la enfermera no le
una explicación científica, ni se ajustan al correspondía y la distancia era la única forma de
marco de las leyes científicas actualmente en vigor. conservar su amistad.
Estudio psicología por recomendación de su “amiga” y lo
ejercía con esmero.
Cuando conoció al novio de su amiga la grieta que los
separaba se convirtió en un abismo.
Aquel tipo era agradable, amaba el cine y Rosy era feliz
con el.
La noche de la pedida de mano el joven prometió poner
orden algunas cosas y quedarse en el departamento que
habían comprado.
Un año después en un café le confeso que había
Job no entendía lo que relataba su amigo joven amigo;
desaparecido y le habían entregado una fotografía con
sabia que tenia una deuda pendiente, por ello decide
una chica en una playa del norte.
exhumar ah Rosy, al abrir el ataúd observaron arañazos,
Yoshuda trataba bien a Rosy y salían a tomar café, un día
el tapiz desgarrado y la madera punzada por las uñas de
le regalo un cuadro (replica de EL CABALLERO DE LA
Rosy.
MANO EN EL PECHO DEL GRECO) a ella le gusto y le
Se dieron cuenta que no había estado muerta, el joven
prometió colgarlo en su habitación.
sustrajo una fotografía, estaba convencido que los ojos
La primera noche con el cuadro no pudo dormir, sintió
de retrato eran reales, les estaba viendo y se habían
que alguien lo observaba toda la noche y se paseaba por
movido.
su habitación. Los días siguientes se iban empeorando,
El medico necesitaba un retrato como medio para
hasta que una noche el psicólogo fue a acompañarlo, por
contraer su plan de la bilocación y su amigo guardián
que ella creyó sentir un aliento frio en su cuello e incluso
por fin había logrado tener miedo.
creía que alguien estaba con ella en la ducha; no
obstante, al día siguiente su jefe estaba furioso parecía
estar celoso.
El psicólogo sabia de la BILOCACION y que el medico la
estaba acosando sin q ella pudiera ser consciente, se lo
dijo, ella no lo creyó y se burlo.
Mi voz queda suspendida en el ambiente por una
fracción de segundo, me recuerda al sonido dentro de
Capitulo III las iglesias.
DUENDES Empezare por el principio. Hace exactamente (treinta y
cinco años) yo estuve en esta casa. Ahora, no solo ha
Personajes recuperado su dimensión real, sino que le he
El hijo, la Mama, el Papa, y los duendes recuperado su dimensión real, sino que le he perdido
el miedo.
Escenario No soy un experto, mi padre tenia en la otra mano un
Casa Raez o también Museo Raez maletín con berbiquí (taladro) , martillo, cepillo y
gubias para la madera.
Vocabulario Un ruido desagradable, en eso trabajamos todo el día.
Berbiquí: Herramienta para taladrar la rotación necesario para Por la tarde, con astillas y viruta en los cabellos, me
agujerear la madera. acerque por primera vez hacia la ventana vertical mi
Balaustrada: Serie de balaustres coronados por una repisa. padre tomaba un respiro limpiándose la frente con un
Ofuscado: apurada, apremiada, enojada, molesta. pañuelo que tenia bordadas sus iniciales.
Eutanasia: Muerte sin dolores, molestias ni sufrimientos físicos. El cepillo pidió mi padre con una mano, de un soplo
aparte la virutas y astillas para tener mejor panorama
de la hilera de herramientas en el piso. Estaban todas
menos el cepillo para madera.
Lance una mirada hacia el pequeño jardín con el
esperanza de que se hubiera caído, pero entre el gras
apenas se elevaban algunas flores amarillas.
Mi padre se unió a la búsqueda, finalmente acomodo las Entre sueños, oí un barullo ininteligible. Abrí los ojos
dos hojas de la ventana de modo que quedamos en la pesados todavía por el sueño. La habitación estaba en la
espesa oscuridad y nos marchamos. total oscuridad.
Movido por el enojo lo seguí sin que advirtiera mi Se trataba, pues, de uno de ellos, de un duende,
presencia lo vi entrar en esa casa y cerrar con candado. durante varias semanas no lo volví a ver, lo que no
Las hojas de la ventana estaban simétricamente cerradas, garantizaba que ellos no estuvieran en la casa viéndome
desde la calle se veían bien, Fueron años tristes. deambular de día y de noche.
Hubo noches en q baje al taller creyendo oír el sonido Otro día, subí hacia el pequeño cuarto donde alguna vez
acompasado de un martilleo. mi padre y yo trabajamos juntos.
En vano peregrinamos, mi madre yo, por las oficinas del Al abrir la puerta del salón, escuche con nitidez cerca de
ministerio de cultura, por bufetes de abogados y mi oído las palabras del hombrecillo.
guaridas de adivinadores buscando responsabilizar a Durante varias semanas no lo volví a ver, lo que no
alguien. garantizaba que ellos no estuvieran en la casa viéndome
Lo cierto es que con el paso de los años yo mismo deambular de día y de la noche.
empecé a dudar sobre la veracidad de los hechos. Otro día, subí hacia el pequeño cuarto donde alguna vez
Mucho tiempo después, una noche, tras encender un mi padre y yo trabajamos juntos.
cigarrillo, lance una pedrada por esa misma ventana. Al abrir la puerta del salón, escuche con nitidez cerca de
Antes de seguir mi camino la piedra rodar adentro, ese mi oído las palabras del hombrecillo.
sonido que a nadie le interesa. El asunto era claro: en un mes debía ser transferido a la
No hay exacta para sus apariciones. Tampoco se puede vigilancia del museo de Wariwillka.
saber nada sobre lo que desean o si distinguen entre el Hoy no necesito linterna para mi ronda habitual. La luz
bien y el mal, el mas grande era el tamaño de un de la luna llena ilumina las habitaciones, los corredores,
meñique el.
A penas he leído dos líneas cuando uno de los
hombrecillos habla y ríe solo, incluso a carcajadas,
alisando su barbita cana.
Con los últimos rayos de sol abro los ojos en su afán por
buscar el sol. Hay decenas de ellos, quizá un puñado de
cientos solazándose en la hierba aun tibia comprendo lo
q mi guardián me dice en su idioma: Chiqllapay (has
vuelto).
Sin obedecer a su pregunta avanzamos, observo a mi
guía, sigo el ritmo de sus pasos preguntándome quien
soy y si esta noche inolvidable existe mi escolta se
detiene-sunllachiy-dice.
Avanzo guiado por el eco del martilleo que ahora se
alterna con el agradable sonido de un cepillo
desbravando la madera, ¿Cómo es posible? El martilleo
se detiene como enterado de mi respiración. Se oyen los
pasos lentos desde adentro, vienen, entonces cierro los
ojos, fuerte, muy fuerte. Mi felicidad no cabe en mi
pecho.
Antes, cuando era joven, hubo de llorar ya largas noches
CAPITULO IV con sus días delante del espejo donde no cabía. Lloro el
LOS ULTIMOS DIAS DE MOAI, LA GIGANTE día en que su padre tuvo q romper el umbral de la puerta
para que ella no tuviera problemas en entrar a su
Personajes habitación, el carpintero alargo la cama, las patas de la
Mar, Josefa, Grimanesa, Simón, Lúnula silla y de la mesa masticando un silencio enojoso, como
maldiciendo a la naturaleza y sus desvaríos.
Escenario Lo primero que hizo fue desclavar las tablas con que su
La casa, mar, cementerio padre había clausurado las ventanas y percatarse de los
vidrios rotos que los muchachos del barrio habían
Vocabulario destruido tantas veces a pedradas.
Umbral: Pieza empotrada, escalón o espacio que constituye la En la tarde se subió a su antiguo columpio con las rodillas
parte inferior de una puerta, contrapuesta al dintel. a la altura de su barbilla.
Moai: Cada una de las más de 600 estatuas de piedra gigantes, Miro las telarañas muertas del techo ondulado con la
alargadas y con figura de busto humano, que se encuentran en la
brisa marina.
isla de Pascua, en el Pacífico.
"algunos moais alcanzan los 20 metros de altura“ Mar crecería toda su vida, incluso luego de la muerte
Febril: De la fiebre o relacionado con ella. seguiría creciendo lentos milímetros hasta el momento
en que los gusanos terminasen su trabajo.
Por la noche escucho las noticias sobre la enfermedad “el
mal”, como la gente lo concia, pues incluso luego de una
decena de muertos se desconocía su identidad, su forma,
su origen.
Eran muchos los contagiados, en verdad, y el futuro no
parecía amigable, empezó como un caso aislado paso a
tener relevancia nacional y los hospitales reconocieron
su incapacidad para hacer frente a la epidemia.
La población empezó a desconfiar incluso del agua que
bebía o el aire que respiraba.
No obstante, en los últimos días de Mar, le resultaba
Mar recordaba haber escuchado ese tipo de noticias
difícil salir de casa, su tamaño había aumentado y,
antes.
contrariamente tontas y su metabolismo degenerado.
Se había sentido segura ahí dentro, en su laberinto,
El hombre trabajo noches y días completos para que la
atendida por Josefa, la cocinera de la familia.
muerte no encontrara a Mar si cajón.
Al día siguiente, con la radio aun encendido, sintió unos
Pero mar, aunque febril y nauseabunda, vivió todavía un
ligeros golpes en su puerta.
tiempo un mas. La ultima noche entendió por fin lo que
Esa semana hubo mas muertos de lo pronosticado. El
el murmullo había dicho desde siempre.
pequeño cementerio de la ciudad pronto colapsaría.
Camino hacia la playa, dejando tras de si la ciudad
Mar llego, sin embargo, viva cuando Simón reunía sus
fantasmal, poco a poco entro en el océano, las olas
redes luego de su cosecha. Desde entonces el fue su
merecían sus vestidos como si la reclamasen.
padre y Lúnula, su mujer, la madre que la beso todos los
días de su vida.
Ella sonreía y reanudaba su silbo. Luego, cuando era la
tarde, Mar solía ir al acantilado.
Ahora, gastada y lenta, había vuelto con menos
frecuencia a su sitio; la casa se convirtió en su mausoleo
mientras respiraba la peste que mataba todos los días.
No se si por el frio de la noche o la mínima musiquilla
que salía de los audífonos de Brenda, me fue imposible
CAPITULO V pegar los ojos.
EL TRABAJO DE LAS POLILLAS Me senté en la cama. Podía ver con claridad las cosas de
la habitación, una corriente de aire hizo que me
Personajes aproximara con desgano hacia la ventana. De eso se
Brenda, Ingeniero Collazos, Ingeniero Caparros trataba: la abundante luminosidad del alumbrado publico
había ahuyentado mil veces mi sueño.
Escenario El narrador del noticiero explicaba entusiasmado que era
Casa, El jardín, El aeropuerto la primera vez que las fotografías tomadas por un satélite
alcanzaban semejante resolución.
Vocabulario Luego decidí que era mejor servirme un vaso de agua.
Capirona: Árbol de hasta 27 m de altura, de tronco Era mi segundo día de jubilado. Extrañaría, por supuesto,
recto y ramificado, de copa heterogénea, hojas mi trabajó de ingeniero en la mina.
oblongas, flores pequeñas y de color blanco, bisexuales ¿Realmente nos extrañábamos? ¿o acaso fingíamos
y aromáticas; muy apreciado por su madera y utilizado extrañarnos para sobrevivir una semana sin riñas ni
con fines curativos. celos?
Al-zheimer :Enfermedad mental progresiva que se Todo estará bien me dijo podrás ir a visitarlos de vez en
caracteriza por una degeneración de las células nerviosas del
cuando.
cerebro y una disminución de la masa cerebral; las
manifestaciones básicas son la pérdida de memoria, la
Eran las mismas palabras que el joven ingeniero collazos
desorientación temporal y espacial y el deterioro intelectual y pronuncio en una breve y sorpresiva ceremonia que
personal. hicieron los amigos en mi nombre para despedirme.
Llegara el momento en que nosotros los jóvenes
necesitamos de una lujosa experiencia.
Debajo del rio solo hay calor. Bebi un sorbo de agua.
Brenda sabia que siempre me opuse a la idea. Era ilícito. Retrocedí sin ver una sola polilla y salí cerrando la
La empresa no tenia por que irrumpir en esos territorios; puerta con cuidado, conforme con haberlas imaginado.
lo suyo era el cobre y nada mas que eso. Pero ahora lo Brenda sonrió de pronto chasqueando los dedos. ¡la
decía por decir por allanar mis ánimos. Biblia!-dijo. Brenda corrió hacia el jardín. En la mesa de
En la insufrible claridad del cuarto desee tener unos la terraza había dejado la biblia.
¿Cómo va el asunto de las polillas?. Brenda solía leerla no por que era creyente, sino por
No ha venido el carpintero a ver los muebles creo que recomendación del siquiatra. Leer le evitaría el
siguen comiéndose la madera. Alzheimer.
¿sabes? A veces dentro de la mina he creído oír el fluir del Estábamos a tiempo para salir hacia el aeropuerto.
agua subterránea. Cargue el equipaje y abordamos un taxi.
La noche anterior las maletas estaban listas. Brenda había En una hora estábamos sentados en nuestros asientos,
soñado toda su vida con tomar el sol en las playas de se podía ver algunas personas entretenidas, otros
Cancún. Por mi parte, aun en pantuflas, baje a ver el aviones alineados esperando su turno.
avance de las polillas. Empecé en la cocina donde Cuando nos elevamos recordé las imágenes del satélite.
teníamos mas muebles de madera incluyendo las puertas Las personas se hacían infinitamente pequeñas allá
y los marcos de la ventana. abajo a tal punto de que podríamos dudar de su
Era verdad que uno podía imaginar un callado ejercito de existencia.
polillas escarbando incesantemente la pulpa de la Había sucedido un accidente, la galería nueva que fue
madera. abierta debajo del rio Mantaro acababa de
La madera en todos los casos cedería uno de esos días, derrumbarse.
quizá ese mismo día tras cerrar la puerta, con el peso de Recibió una llamada era el ingeniero collazos, había
aire. sucedido un accidente, la galería nueva que fue abierta
debajo del Mantaro acababa de derrumbarse.
Los medios de comunicación decían que las mascarillas
no nos ayudarían mucho, pero podíamos darnos el lujo
CAPITULO VI de desecharlas sabiendo que eran escasas y, quizá por
LAS DOS LUNA DE MARTE instinto, les teníamos confianza. En la casa Papa, Camila
y yo las usábamos todo el día.
Personajes Durante la noche supe que ellos se la sacaban para
Papa, Camila y el Narrador respirar el aire frio y luego cubrirse con las frazadas. Por
mi parte la usaba incluso cuando dormía, tras leer en
Escenario secreto los libros de ciencia ficción de papa aun le
Casa disgustaba hojearlos, soñando con esos mundos allá en
el espacio “enloquecerás” me dijo, algunas veces eran
Vocabulario bromas.
Jugarreta: Jugada (hecho o dicho mal intencionado). Derruirla: Por el radio de papa supimos que la enfermedad se
Derribar, destruir, arruinar un edificio. debía a una jugarreta de laboratorio y que su
Tortuoso: 'que tiene vueltas y rodeos’ propagación, nada accidental, formaba parte de un
Biblia Gedeones: organización cristiana evangélica de mecanismo para reducir la población mundial.
hombres de negocio y profesionales dedicada a la Hubo, también, quienes no dudaron en sostener que se
distribución de copias de la Biblia en más de 100 idiomas trataba de una guerra biológica.
y 204 países del mundo. Eso sucede cuando Marte se acerca a la Tierra-repetia
Arcaicos: Que es muy antiguo o que pertenece a los primeros
hay guerras, hay enfermedades, hay muerte, hay miedo.
tiempos o fases de una cosa que no ha alcanzado todavía su pleno
desarrollo.
De cualquier forma, los muertos empezaron a contarse
por decenas, luego miles y finalmente millones en todo
el mundo .
Fue cuando empezamos a utilizar las mascarillas todo el
día. Surgió quizá en las noches despejas cuando tejíamos
Desde una ventana en el tercer piso se podía apreciar el constelaciones a fuerza de contrarrestar el aburrido de
hermoso campo trasero con galpón y ciprés, y mas allá, tener la televisión siempre apagada por orden estricta
lejos, la ciudad y sus luces que tocaban el cielo, las de Papa.
laberínticas edificaciones que albergaban un numero Ambos nos preguntamos ¿puede existir un lugar donde
absurdo de personas. no nos alcance la muerte?.
Camila y yo, azuzados por el aburrimiento, poco a poco Camila cerro los ojos abrió los ojos y empezó a agitarlas
nos fuimos convirtiendo en exploradores, habitantes como si fuera astronauta aquella ficción se torno en un
curiosos de cuartos y corredores de gruesos muros, de lugar donde podíamos ser libres.
cacharros y libros arcaicos con planetas decolorados en Solo entonces nuestro ingrávido desplazamiento de
sus tapas. astronautas.
Le pregunte a Camila si acaso este no era nuestro mundo En ese ecosistema rancio Camila y yo éramos extraños,
quiso llorar de miedo. Entonces volvimos al ventanal a ver nuestra condición de exploradores perdía toda
la cuidad sumida en los miasmas que nadie comprende. legitimidad frente a los objetos que ni siquiera con el
Ahí esta la muerte dijo Camila ¿te refieres a la cuidad? aliento se nos permitía tocar.
Me refiero a las personas. El agua, por suerte, la tomábamos de un viejo pozo q
Camila cerro la cortina y me abrazo. En la oscuridad me jamás quiso que fuera sepultado.
pidió que siguiéramos explorando, pues eso es lo que Por eso murió de cáncer y la incineramos afuera del
hacían los astronautas. galpón, papa agradeció a Dios la mujer q le había tocado.
No se cuando nos nació esa obsesión por el universo, por Presentía la miseria la miseria a la que nos veríamos
los cuerpos que se desgastaban en la eternidad . empujados pocos años después de su muerte.
Fue precisamente una noche despejada en el sonido de
un violín me despertó del letargo. Nos separaban de ese asentar a la primera colonia
Era la primera vez en mucho tiempo que veía unos ojos humana en ese planeta.
distintos a los de papa o de Camila. Su mirada traía la Camila amaba escuchar mis sueños. Me preguntaba
suplica de quien ha perdido era la primera vez en mucho como era marte, si era cierto que podíamos respirar el
tiempo que veían unos ojos distintos a los de papa o aire sin mascarilla si acaso el sol era calcinante o si, por
Camila. Su mirada traía la suplica de quien ha perdido el contrario, hacia frio.
aquel fue un otoño crudo. Con la llegada del invierno, Había no obstante, noches en q mis sueños eran
algunos países mostraron por el televisor lanzamientos de terribles. Veía morir a mis compañeros
sondas al espacio con el propósito evidente de hallar desbarrancándose en los abismos marcianos o ser
planetas habituales, de atizar las esperanzas de que en un tragados por especies absurdas de monstruos parecidos
futuro cercano la humildad podría empezar de nuevo en a gusanos y cucarachas.
esos remotos mundos. Con la llegada de una de las tormentas mas atroces de
Una noche, llevado por la psicosis, entre en la habitación las que tengo memoria, los ruidos cesaron y lo que hubo
de papa para profanar lo profundo de una caja. ahora era un fino polvo sobre la trampa.
Cuando las condiciones de la pandemia empeoraron y se Una serie de golpes mas fuertes hizo que ella se acercara
empezó a hablar de saqueos y disturbios en la cuidad, a mi lado. Tenia miedo. No recordábamos cuando fue la
nuestros juegos progresaron mucho, de tal forma que ultima vez que habíamos escuchado el sonido de la
ahora teníamos mapas, instrumentos de navegación, puerta.
trajes y vehículos mas veloces. Me inquirió unos segundos todavía con la mirada,
Por aquellos días otra noticia convoco la atención del esperando que confesara mi culpa.
mundo: el primer vuelo tripulado a marte había sido Aquella fue la primera vez que vi llorar a papa, vencido,
planificado para un futuro muy cercano, diez años apenas indefenso, como cuando se reza.
Su primera muerte la vivió en su casa, de suponer que
fuera ahí, pues Cipriano odiaba salir del encierro
voluntario que había comenzado cuando se caso con
Genoveva hacia sesenta años.
CAPITULO VII Un día Cipriano se vio encerrado en un cuarto, a solas con
LOS ZAPATOS DE LA MUERTE Genoveva, en ese pedazo de pueblo donde toda su
genealogía se había añejado.
PERSONAJES Genoveva durmió en la cama y Cipriano en el piso, así fue
Cipriano, Genoveva, La Muerte toda la vida.
Estarse distanciados, cada quien en su habitación por las
Escenario noches y con apenas dos hijos que murieron uno al nacer
Casa y otro antes de conocer el mundo.
Cuantas veces, en adelante, cerro la pequeña puerta de su
Vocabulario taller y de rodillas mirando las tejas le pidió a Dios.
Sollozo: Movimiento convulsivo que se realiza en ocasiones Alguien dijo en el velatorio que todavía el alma de
al llorar desconsoladamente y que consta de varias Cipriano tuvo que demorarse deambulando, recogiendo
inspiraciones bruscas, entrecortadas, seguidas de una sus pasos desde el día en que aprendió a caminar.
espiración. Y cuando mas tarde me entere de que a esa misma hora el
estaba aquí, en su taller, con la luz prendida, supe que
Cipriano tenia ya los días contados.
Para eso ya lo había mordido el perro, la mordida había en
uno de sus días de Cipriano.
El mismo se desquito del perro, el hocico se había
plantado en la pantorrilla sin pretender soltarla.
Genoveva pego un grito al ver entrar con dificultad por el
taller a su marido con el pantalón ensangrentado. Estrecha y pequeña, alguien de buen oído escucho los
En vano lavo su herida con jabón y agua tibia, en vano los golpes que venían del interior de la caja.
emplastos y mejunjes de llantén, yawarsoqo y ramilla con El mismo no podía comprender como era que no podía
que lo bañaba varias veces al día. morir cuando ya era necesario.
Había entrado en su cuarto tras de si el sonido bronco de El cliente camino en el piso de tierra, se puso de
una corpulenta puerta de madera que se cierra por su puntillas, se saco el zapato derecho, lo arqueo y pellizco
propio peso. el cuero.
Y reparo en que por ese mismo motivo tampoco Cipriano sonrió por cortesía dejando ver un diente largo y
recordaba bien la maquina. solitario.
Quienes al pasar por su puerta escuchaban su leve Es mi trabajo dijo, herencia de mis padres, de mis
martillar en el trípode, sabían que el regresado de la abuelos…..
muerte era tan ordinario como cualquiera de ellos, y no El zapatero estiro la palma de su mano derecha y recibió
comprendía por que no podía morir. una torrecita de monedas.
No faltaban los niños que repetían lo que con miedo se si la muerte no me encuentra…. Susurro Cipriano.
comentaba en sus casa, y lo apuntaban diciéndole El cliente sonrió satisfecho. Al salir se golpeo la cabeza en
demonio, brujo, y no querían pasar de noche por la el umbral de la puerta y sin volver el rostro se fue
proximidades de su taller. dejándola abierta.
Cuando el gentío empezó gemir y renegar por el trabajo
que les costaba sacar el ataúd por aquella puerta tan
Todavía me costo acostumbrarme a la luz de día que las
cortinas marfileñas parecían multiplicar .
Tenia la medida de mi rostro, la exacta curvatura de mis
pómulos y la caída e mi mandíbula.
CAPITULO IIX La noche había sido para mi un martirio, un suplicio que
UN TELAR EN LA NOCHE las pastillas que engullí en la madrugada no pudieron
corregir.
Luego recordé que no encendí la luz y simplemente me
Personajes había dejado caer en la cama presintiendo un dolor de
Yen, Guailca, Lizardo, Lizet pahuacho cabeza que atribuí al vodka.
En ese claustro frio donde he pasado los últimos años de
mi vida, revise a las mascaras.
Escenario Cuando fue suficiente de libros rancios y paginas
Taller del abuelo deshojadas, Salí de mi encierro y me mezcle con las
calles de Huancayo.
Vocabulario Habría sido fácil deshacerme de ella. En el taxi hacia el
Infinito café donde vería a yen la había olvidado adrede con el
Que no tiene ni puede tener fin ni límite. afán de terminar con el asunto y concentrarme en mi
noviazgo.
Su viaje, en todo caso, era impostergable; lo había
planificado desde que recibió la carta de la asociación.
Serian dos días y luego la vería de vuelta. Mi perpetuo
Trabajo en la biblioteca solía hacerme perder la noción
del tiempo. No supimos que decir. A yen y a mi nos gustaba la
Desperté varias veces con el eco rondando mi oído, tranquilidad del pueblo .
hasta que supe que la noche estaba perdida. Cuando los vasos de chicha estuvieron vacíos, Lizardo
A la tierra. Yen inspeccionó el viejo taller de su abuelo ya nos mostro su trabajo. Yen se quedo prendada de su
finado hace tantos años. telar rustico en que obraba sus telas.
Hubo otras mascaras mas ordinarias, pero ninguna se Es la danza de los tejedores. Los primeros tejedores del
aproximaba a la que tenia. mundo.
Se trataba de un telar magnifico que fácilmente podía Ese ir y venir infinito del peine y la lanzadera. Quería
competir con una fotografía o una pintura. En el se hablar. Podía pero el silencio era preciso en ese cuarto
observaba la rutina de los campesinos del norte de antiguo de adobe y teja. De modo que contuve y
Huancayo. aguardé a que el viejo concluyera su trabajo.
Era cierto que yo no tenia padres ni alguien a quien De vez en cuando podía escuchar el ruido del viento
atesorar en la memoria, y quienes se encargaron de mi golpear la ventana, el pueblo era realmente un
cuidado desde pequeño me enseñaron que esta era mi cementerio cuando el sol empezaba a declinar.
tierra natal. Luego quise desprenderme de la máscara, quitármela
Al cabo de unos minutos, Lizardo pahuacho estrecho para saber que fiesta sucedía a mi lado. Pero solo palpe
nuestras manos. Se veían feliz. Nos dijo que le gustaba la mi piel, mi propia naturaleza de personaje. En mi
visita de curiosos como nosotros, atentos a su arte que ceguera percibí el ruido de las fiestas mas no del telar
nadie podrá heredar. Tomamos un vaso de chicha aun. que se había callado pronto.
Lizardo nos confió su historia, sus raíces estaban en el
pueblo desde tiempos remotos.
Heredero maldito de una raza depredadora, fui en
búsqueda del venado.
Avisado de q fue visto en los linderos del pueblo ,
rumiando los brotes de mashuas y ocas en la opacidad de
CAPITULO IX
la madrugada, mis ojos, certeros cristales que
VUELTA A
atravesaban la oscuridad, en otros tiempos adornaron las
CAZA
tapias de mi casa. Huachuas, vizcachas, zorros, pumas...
Toda clase de alimaña compadeció bajo perdigones de
Personajes
mi extremidad metálica.
El cazador
El viento frio trepaba desde la cuenca del rio Mantaro,
ahora seco, muerto hasta la vuelta de las lluvias. Y era
Escenario
cierto que ahora la pisaba las huellas de un venado
El campo, una cueva
hambriento.
Desde lo elevado de una cumbre pude ver la testa
Vocabulario
erguida del venado.
Erguida: Levantar y poner derecho a alguien o algo,
En lo que resto del día descendí hacia el rio. Los rastros
especialmente el cuello o la cabeza.
de sangre eran cada vez mas escasos. ya en la oscuridad
prolongación: el océano provoca una cierta
de la noche, seguí cuesta abajo hasta oír el ruido de mis
prolongación del invierno en las estaciones
botas sobre la arena del rio seco.
marítimas
Con el atardecer, desperté. Cogí mi escopeta. La luz del
crepúsculo dejo apreciar la entrada a una cueva donde
pude ver al animal. El disparo fue limpio tome la sangre.
Misterioso y elegante, ataviado de chaleco negro,
pantalón corto, botas de montar, fuete y máscara de
vellocino.
CAPITULO X
Sucede que mientras dura la danza y la música se enreda
EL DESCONOCIDO
en los cuerpos que bailan, soy yo mas que nunca.
Como el principio de mi historia, mis latidos, mi
PERSONAJES
razonamiento se nutrió de la música con que una
Madre, Akihiro
orquesta del Mantaro era escuchada por mi madre en un
disco de vinilo que yo hacia repetir hasta el infinito.
Escenario
En mi cadencia de bailarín que anhelaba surgir grandioso
Japón, Jauja (monobamba)
y opulento en la fiesta del 20 de enero.
Tuve miedo, es cierto, de que por descuido fuera
Vocabulario
descubierto, pero al son de las bandas termine yo y mi
Ikebana: “dar vida a las flores” - kado significa “el camino
movimiento en medio de las pandillas, desarrollando mi
de las flores”-, el Ikebana es un arte japonés que engloba
guapo baile, mi voz ronca que no era la mía y que solo en
la disposición de flores de una forma decorativa a fin de
esas circunstancias surge para recordarme lo que soy, si
transmitir una idea mística de la perfección.
lo que soy, chuto bailante, pero no hubo día ni noche en
Vellocino: Conjunto de lana que se le quita a una oveja o a un
que abandone la cadencia de la música.
carnero al esquilarlo.
Han seguido para acariciar mi atuendo preguntándose
adonde voy ahora, en que lejanas tierras me perder, y si
el año siguiente el chuto mas guapo, con el enigma de no
saber a quien han tocado, y si acaso soy cierto.

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