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HisfoRlA DE LA Introduccion TORIA DEA RQLTET- HANNO - WATER KRUFT: 2Qué es la teorta de la arquitectura? Si bien seria posible formular una definicién conceptual de la teoria de le arquitec- vura que tendiera a la objetividad, ésta correria el peligro de resultar ahist6rica, va que otorgaria al concepto un valor constante que probablemente no posea Los’ criterios para una definicidn de este tipo requieren uns legitimacién hist6rica, que solo se da en relacién con un momento determinado. Una definicién de este tipo inevitablemente adquiere un cardcter de postulado, esto es, seria un pardmetro pata todo lo que de alguna manera ha sido llamado teoria de la arquitectura o que ha surgido con la pretension de serlo. La ocupacién protngada con el tema prueba que una definicion abstracta y normativa de la teoria de Ia arquitectura es inoperante ¢ histéricamente insostenible. Se obtiene una definicién esencialmente més restrictiva si se entiende por historia de le teoria de la arquitectura la suma de aquello que ha sido formulado expresemente como teorfa de la arquitectura: como una historia de la reflexién sobre la arquitectura tal como ha sido formulada por escrito. En principio parece: fa innecesario constrefirse a la teoria de Ja arquitectura que ha sido registrada por escrito, ya que bien puede concebirse una teoria que sélo se haya manifestaco en la arquitectura real. Esta reflexién es valida respecto a las formulaciones escritas perdidas, como por ejemplo la totalidad de la teoria de la arquitecture de la ‘Antigticdad aparte de Vitruvio. En este caso la pregunta es: chasta que punto se puede deducir de la arquitectura conservada la teoria correspondiente? De hecho, en este aspecto no se Iegaré a un consenso. Asi lo demuestran los intentos de interpretacién de la arquitectura griega y de la gética, que finalmente acaban expresando més el punto de vista del que interpreta que el de lo interpretado. Toda arquitectura se basa en principios tedricos que no han de estar necesariamen- te verbalizados. En lo tecnolégico, estos principios son casi del todo comproba- bles, pero dificilmente lo es la intencionalidad expresiva subyacente. De este modo, la arquitectura gética ha debido servir como campo de proyeccién a ideas diametralmente opuestas, que van desde un funcionalismo constructive hasta plan- 14 Historia de la teoria de la arquitectura teamientos sobre una trascendencia didfana de la realidad. Aqui nos acercamos a la historia estilistica y en general a la historia del arte. Para decirlo claramente, los andlisis de la historia de una obra de arquitectura rara vez son univocos respecto a las teorias subyacentes. Lo que aprehendemos mediante el anilisis comparativo son determinados hébitos de construccién. Para la teoria de la arquitectura Ja formulacién escrita no es una premisa, mas el historiador si esta sujeto a ella. Para la practica histérica se deduce de ahf que la teoria de la arquitectura es idéntica a su tradicién escrita. Pero aun con una delimitacién conceptual como ésta, la teoria de la arquitectura sigue siendo un aspecto de un proceso histérico en el que esta envuelto aquél que lo refleje. Asi como no hay criterios objetivos para una definicién conceptual, tampoco existen criterios objetivos para el anélisis. La consecuencia metodolégica de este principio conduce al siguiente postula- do: los sistemas histéricos han de aprehenderse de forma inmanente, desde sus propias premisas y sus propias exigencias, antes de poder establecer por método comparativo lineas de desarrollo que quizé permitan deducir constantes, 0 al me- nos habitos de pensamiento histéricamente limitados. Cada sistema teérico ha de ser medido segin sus propios objetivos. Habré que preguntarse: qué busca y 2 quién esta destinado. Un concepto desarrollista en un sentido evolucionista o positivista no me parece defendible. Los desarrollos los producen mayormente nuevas necesidades 0 nuevas tecnologias, sin embargo también pueden decantarse en manifestaciones de pura representacién ideal. En ningun caso se puede pretender que con el devenit histérico vaya asociado un aumento cualitativo de la teoria de la arquitectura. Con frecuencia se constata mas bien un estancamiento ideolégico y una simplificacin conceptual. No debe aceptarse a priori una sujecién a leyes y, en mi opinion, éstas tampoco pueden deducirse de la experiencia histérica. Por esta razén, el desarrollo de la teoria de la arquitectura no permite ser reducido a formulas, tal como ha sido popularizado respecto a la evolucién estilistica en materia de historia del arte desde los “Conceptos Fundamentales” de Wélfflin. La propuesta de una definicién pragmética de teoria de la arquitectura se enciaré como 1a nica util al historiador. Pero en el tratamiento del tema se hard patente otra dificultad: ideas de la teoria de Ia arquitectura pueden aparecer en contextos literarios muy complejos. No es posible limitarse 2 aquellas formula- clones escritas que se ocupan exclusivamente de la teorfa de la arquitectura. Las consideraciones sobre teoria de la arquitectura se encuentran frecuentemente aso- evi ciadas 2 la teoria del arte en general, a la que pertenecen como una parte integran- te y con la que la relacionan problemas comunes, como por ejemplo la teoria de las proporciones. Por esto aparece una multitud de teorias de la arquitectura en el contexto de la historia del arte, sobre todo cuando se trata de establecer categorias generales para todas las artes. La teorfa del arte es parte integrante de la estética, que a su vez, desde un punto de vista filoséfico, forma parte de la teorfa del uccion 15 sentes para la teoria de la arquitectura son multiples. riccién no es justificable como principio. conocimiento. Por esto, Sentar cualquier limitacion 0+ Incluso para hacer afirmaciones sobre teorfa de la arquitectura en un sentido 0 y filoséfico (también estricto es necesario conocer el contexto tedrico artisti ideolégico) que permite determinar su punto de vista histérico. Esta exigencia solo puede ser satisfecha con ciertas reservas, ya que muchos autores que han escrito sobre teorfa de la arquitectura no reflejan su punto de vista filoséfico. Del lado opuesto 2 los condicionantes filosdficos de la teoria de la arquitectura se encuentran problemas derivados de las necesidades y exigencias practicas de la arquitectura, problemas de orden constructivo, de materiales, de utilidad, ete. De aqui derivan instrucciones practicas que, bajo todos los puntos de vista, forman parte de la teoria de Ia arquitectura, ya que constituyen un requisito para toda discusién teérica. Aqui, la cuestion que ha de plantearse es si acaso y en qué medida resulta coherente incluir el tratamiento aislado de problemas tecnologicos y constructivos en el marco de une historia de la teorfa de la arquitectura, En nuestro andlisis de carécter bésicamente intelectual y filoséfico es importante de- terminar qué lugar ocupan tales cuestiones tecnoldgicas en cada una de las teo- rias. Los sistemas que se presentan como teoria de la arquitectura intentan, habi- tualmente, integrar categorias estéticas, sociales y practicas. La orientacion puede ser predominantemente teérica o eminentemente prictica, dependiendo de si el autor examina minuciosamente las tareas y posibilidades de la arquitectura y da con ello impulsos para transformaciones, 0 si, con escasa motivacién teérica, quie- re dar instrucciones practicas de construccién, frecuentemente en forma de una compilacién de ejemplos. Esto depende del planteamiento intelectual de cada autor, y también esencialmente de si él mismo es arquitecto, y para quién escribe Las compilaciones aludidas suelen estar ricamente ilustradas, contener ejemplos histéricos o proyectos ideales de sus autores y con frecuencia poseer una tendencia normativa. A causa de su utilidad practica, estos libros han disfrutado de una popularidad y divulgacién mucho mayores que los planteamientos tedricos de autores que suelen no set arquitectos y que no ilustran sus tratados. Muestrarios arquitecténicos que, en caso extreme, incluso pueden prescindir de texto explicati vo, han de contarse como parte integrante de la teoria de la arquitectura Desde el punto de vista de la aplicabilidad han podido ser tratados aisladamen te aspectos particulares de la teoria de la arquitectura, como los principios de los érdenes arquitectdnicos, la teoria de las proporciones, pero también determinados expresiones de Ja arquitectura, por ejemplo, villas o portales. La literatura de este tipo constituye una parte importante de la teoria de la arquitectura. El riesgo de aislar aspectos individuales radica frecuentemente en que el contexto tedrico se olvida y lo particular es tomado por el todo. Esto vale, por ejemplo, para los libros nérdicos acerca de los érdenes arquitecténicos, Después de lo dicho parece posible formular una definicién operativa del i { 16 Historia de la teoria de la arquitectura concepto de teoria de la arquitectura: teorfa de la arquitectura es todo sistema general o parcial sobre arquitectura formulado por escrito y que se Lasa en catego rias estéticas. Aun si la estética queda reducida a una funcidn, esta defin siendo valida, Una definicién mas restringida seria inadecuada teniendo en cuenta el cardcter cambiante inmanente a las teorias historicas de la arquitectura. Mas, aun con esta definicién siguen siendo fluidas las fronteras de Ja teoria del arte con la estética por un lado y con la pura tecnologia por otro. Mas alld de esto existen estrechas relaciones entre la teoria de la arquitectura y Jas disciplinas histéricas, sobre todo con la arqueologia, la historia de la arquitectu- ra y la historia del arte, pero también con la literatura, que puede recoger ed ideario de la teoria de la arquitectura. Recuérdese, por ejemplo, a Francesco Co- Jonna y a Rabelais. En un ambito cercano a la teoria de la arquitectura se hallan las utopias sociales y de Estado, materias particularmente interesantes en las que las ideas sociales pueden manifestarse en formas arquitecténicas. La mas importante es, sin embargo, la arqueologia, que desde el Renacimiento forma parte de la teoria de la arquitectura. Recuérdese que las actividades del arquitecto, del tedrico de la arquitectura y del arquedlogo frecuentemente recaian en una misma persona, como lo muestran los ejemplos de Palladio, Piranesi y aun Henri Labrouste. Hasta el clasicismo los descubrimientos arqueolégicos no eran publicados por un interés puramente anticuario, sino que se otorgaba a éstos le categoria de modelos norma- tivos o servian de punto de partida para un desarrollo orientado hacia las nuevas necesidades. in sigue ‘La historia de la arquitectura, sobre todo en el siglo XIX, llegé 2 ser un instru- mento para los conceptos de la teoria de la arquitectura.! Fergusson y Choisy fueron probablemente los representantes mas extremos de una reglamentacién intelectual de la arquitectura, El historicismo no es concebible sin le tradicién de Ia historia de la arquitectura. El material o argumento histérico es utilizado de forma premeditada en las discusiones sobre el presente. Este procedimiento va desde la ‘battle of styles’ pasando por Sigfried Giedion hasta lo postmoderno La historia del arte in‘luye en la teorfa de la arquitectura en tanto trae a la memoria teorias histdricas y éstas son retomadas por los teéricos. Piénsese aqui en la gran influencia que tuvo el redescubrimiento llevado a cabo por Emil Kaufmann de la asi Hamada Arquitectura de la Revolucién, o en el sostenido efecto del libro de Rudolf Wittkower ’Architectural Principles in the Age of Humanism’ (1949). A este respecto, el papel del historiador esta bien definido o deberia estarlo: él puede reconstruir la historia de le teoria de la arquicectura, pero no formular una teoria de la arquitectura sin sobrepasar con ello sus limitaciones de historiador. Puede reflexionar acerca de la manera en que otros —sean éstos arquitectos © te6ricos— utilizan su trabajo, pero es un fendmeno que él no puede planificar. Participa de la responsabilidad del uso y abuso de la historia, Por eso su meta ha de set la objetividad, aun cuando ésta no se alcance jamés Introduccion 17 Para la comprensién del sentido intrinseco de la arquitectuta es de gran impor- tancia conocer en cada momento su fundamento teérico y saber en cada caso cémo se ha accedido a ese fundamento. Los sistemas de teoria de la arquitectura se sitan siempre en un contexto histérico que tiene connotaciones causales. Los nuevos sistemas resultan de la discusién de sistemas anteriores. No existen puntos de partida totalmente nuevos. Si se presentan con tal pretensién, 0 son tontos 0 son peligrosos. Por ello, la teoria de la arquitectura es idéntica a su historia en la medida que el presente es una fase del proceso histérico. La teoria de la arquitectura es imprescindible como fundamento para el ar- Quitecto en ejercicio, si éste quiere tener claridad respecto a los principios con que trabaja. Para dilucidar la propia situacién es necesario, o al menos itil, sa- ber cémo otros han abordado problemas iguales 0 andlogos. Una arquitectura que no se fundamente en una teoria va camino de la arbitratiedad o se anqui- losa. ¢Cudl es la actitud de la teoria de la arquitectura respecto a la arquitectura de su época? ¢Es una reflexion teérica a posteriori que medita, justifica y abstrae lo edificado, o existen programas y exigencias que han de ser cumplidos por la arquitectura? El rol de le teoria de la arquitecture oscila entre estos dos polos. En su forma més pasiva, la teoria de la arquitectura es una superestructura de la arquitectura, de la que ésta puede prescindir sin que con ello se modifique la arquitectura real; o bien es una demostracién concreta de los puntos de vista de la teoria de la arquitectura. Ambas posiciones pueden cotroborarse con ejemplos, pero no representan ni la relacién real ni la relacién deseable de Ja arquitectura con la teoria de la arquitectura. La negacién mas rotunda de la influencia de la teoria de la arquitectura sobre la arguitectura ha sido formulada por Emil Kaufmann (1924); “La idea de que les consideraciones tedrico-criticas influyen sobre el quehacer artistico es insostenible. Este surge de determinados estados afectivos, de inclinaciones particulares, de la totalidad de los condicionantes intelectuales de la época en cuestidn y de algunos otros factores, pero jamds de la reflexién contempordnea. Esta tiene sus raices en su tiempo, igual que el quehacer artistico; una y otro estén igualmente condiciona- dos, ambos son dependientes... La teoria del arte no es otra cosa que una manifes- tacidn del sentir de una época y su importancia no radica en indicar el camino al propio presente sino en servit a la posteridad como documento de le intelectuali- dad pretérita.” Posteriormente Kaufmann no repitio planteamientos tan extremos como éste Casi al mismo tiempo, Paul Valéry caracterizaba en “Eupalinos” (1923), su didlogo sobre Ia arquitectura, la vacilante relacién entre teoria y praxis, y Hegeba a la conclusién de que “a veces, cuando las teorias arriban aun punto extremo, ofrecen armas a lo practico” ° Hoy apenas se puede poner en duda que la arquitectura, desde e! Renacimien- to hasta el clasicismo, habrfa tenido otras caracteristicas sin el conocimiento de 18. Historia de la teoria de la arguitectura Vitruvio. El estudio de Ja arquitectura antigua y el estudio de Vitruvio se comple- mentaron, pero también pudieron haber ido por caminos separados. La mayoria de las ediciones y la critica de Vitruvio durante el siglo XVI muestran claramente que la preocupacién por el texto tomé un caracter auténomo, y que en escasas ocasio- nes fue confrontado con las construcciones de la Antigtiedad que se habian conser- vado. Como un ejemplo de la influencia de Vitruvio sobre la arquitectura europea se menciona a continuacién un hecho de importancia relativa. Vitruvio (I,1) descri- be el arquetipo profesional del arquitecto y menciona la necesidad del conocimien- to histérico, lo que demuestra con el ejemplo de las caridtides. En el siglo XVI, cuando se intent ilustrar este pasaje en las ediciones de Vitruvio, el portico de las cariatides de] Erecteion en Atenas era atin desconocido. Probablemente los escla vos de Miguel Angel para el mausoleo de Julio II y el grabado de Marcantonio Raimondi constituyan ya un reflejo del pasaje de Vitruvio. La relacién se hace evidente en 1547, cuando Jean Goujon publica la primera edictén francesa de Vitruvio con las ilustraciones correspondientes y tres afios mas tarde —a manera de un Vitruvio materializado— crea la tribuna de las caridtides en la Salle des Caryatides del Louvre. El hecho de que Charles Perrault ilustre sus comentarios de 1684 sobre Vitruvio precisamente con una reproduccién del portico de las carid- tides de Goujon, muestra que Ja glusién a Vitruvio era efectivamente entendida como tal, : z En el siglo XX, por ejemplo, fueron formuladas las teorias de Le Corbusier sobre urbanismo y construccién de viviendas antes de ser Ilevadas a la realidad La influencia de la teorfa de la arquitectura en la arquitectura real esté marcada por la ambigtiedad. Puede sentar normas cuyo cumplimiento haga casi imposible una arquitectura realmente deficiente. La reglamentacién de convenciones estéti- cas puede, sin embargo, detener el desarrollo creativo o al menos retardarlo. A = partir de premisas falsas o unilaterales, la teoria de Ja arquitectura puede plantear exigencias cuya realizacién tenga consecuencias negativas, como por ejemplo, re- ducir la arquitectura a una simple funcién 0 a los planteamientos de una disyun- cidn de las funciones en el urbanismo moderno. La teoria de la arquitectura y la arquitectura Ilegan a un entendimiento fecun- do s6lo en el didlogo. La teoria de la arquitectura puede suponer una justificacién, una codificacién y un programa. En ello, la calidad de la arquitectura correspon- diente es un barémetro de la utilidad de la teoria de la arquitectura. Tiene que ser posible comprobar la teoria de la arquitectura en Ja arquitectura real. ¢Es posible deducir por extensién que la buena arquitectura tiene siempre una fundamenta- cidn tedrica o que incluso debiera tenerla? Algunos grandes arquitectos se percate- ron de esta interrelacién y elaboraron junto a su obra arquitecténice una obra tedrica (por ejemplo, Palladio, Frank Lloyd Wright). Sus edificaciones no seran comprendidas cabalmente si se desconoce su obra tedrica, y viceversa, Sin embar- go, en este punto debemos abstenernos de formular postulados. Los arquitectos s6lo han podido expresarse teéricamente bajo determinadas condiciones historicas. | Introduccién 19 En el siglo XV Ja teoria de la arquitectura era asunto de los humanistas, en el xvi riamente de diletantes. El arquitecto, individualmente, no tiene que ofrecer una teorfa personal si su actividad esté en consonancia con las normas de su tiempo. El tedrico no tiene que comprobar por si mismo le consistencia de su teoria. Entre la arquitectura y la teoria no existe una relacién causal. A través de la historia, Ia teoria de la arquitectura ha sido influida en distinta medida por las ideologias politicas; en el caso extremo, puede transformarse en ideologia. Tampoco aqui existen relaciones constantes, La teoria de la arquitectura puede tener una funcién normativa y ser un puntal de la ideologia del Estado —como lo demuestra el cometido de Colbert en Francia— y, a pesar de ello, mantener una libertad intelectual. También puede ser degradada a instrumento ideologico como resultado de la tendencia homogencizadora en los Estados totali- tarios, un fenémeno propio del siglo xx. Nacen asi pseudo-teorias que correspon- den a un arte mediocre desde un punto de vista estético; con la homogeneizacién, también es reprimido el importante precepto regulador que implica Ja critica art tica. Pero tampoco aqui existe necesariamente una relacién de causalidad, como lo prueba el ejemplo de la Italia fascista. El rol de las influencias ideolégicas 0 politicas en la teoria de la arquitectura puede esclarecerse slo para determinadas situaciones histéricas 0 incluso sélo para casos individuales. Han de evitarse afir- maciones generales. En lo sustancial, las teorias de la arquitectura han de verse en su contexto histérico. Una historia de la teoria de la arquitectura como historia de sistemas de pensamiento abstracto —totalmente desligada del contexto historico, tal como se .suele presentar la historia de la filosofia y de la estética— parece ahistorico y carente de sentido. Une idea en si misma no es importante, lo que interesa es bajo qué circunstancias y en qué contexto fue formulada. La multiplicidad de las relaciones histéricas de la teoria de la arquitectura debe ser mencionada, aun cuando no pueda ser tenida en cuenta en una vision de conjunto como lo es el presente intento. En cada caso no puede sino reducirse apenas a una referencia, De lo contrario, se corre el peligro de que la historia de la teorfa de la arquitectura sea dominada por la historia de la estética, la historia de la cultura, la historia social, la historia de la tecnologia, etc. Un ejemplo de una orientacién desviada en este sentido es el libro de Miloutine Borissavliévitch “Les théories de architecture” (Paris, 1926) Desde un punto de vista metodoldgico hay diversas posibilidades de presentar una historia de la teoria de la arquitectura. Seria pensable investigar sus conceptos basicos a manera de conceptos consecutivos, segiin conceptos como proporciones, simetrfa, drdenes arquitecténicos, ornamento, funcionalismo, organismo, etc, Sin embargo un procedimiento como éste serfa histéricamente impugnable dado que con este método serfa escasamente inteligible Ia polivalencia del concepto en el stema al que pertenece y la significacién historica correspondiente. Investigacio- es de historia conceptual son utiles para la historia de la teoria de la arquitectura , mayo! 20 Historia de |. teoria de la arguitectura en casos particulates, pero se corre el riesgo de que los conceptos analizados pierdan su relacién historica. Como ejemplo recuérdese el anilisis del concepto de funcionalismo de Edwars Robert De Zurko en “Origins of Functionalist Theory” (Nueva York, 1957) Los sistemas de teorfa de la erquitectura pueden comprenderse historicamente de forma més correcta como un conjunto y en su sucesién histérica. En primera instancia, la comprensidn slo puede darse dentro del propio sistema, antes de ser critica. De este modo se crea, pata nosotros como receptores, la posibilidad de un anilisis directo y al mismo tiempo se ve la base historica sobre la que se construi- ran sistemas posteriores. Para hacer justicia a un sistema es necesario medirlo de acuerdo con sus propias exigencias, antes de juzgarlo de forma critica. Junto con ello es preciso también que los cambios de intereses dentro de la historia de la teoria de la arquitectura sean aprehendidos teniendo en cuenta, por ejemplo, que el centro de atencién en el siglo XVI se encontraba en el orden arquitecténico, y en los afios veinte de nuestro siglo en la construccién de viviendas @ gran escala. La metodologia de esta exposicién es lo menos dogmatica posible y se esfuerza por fundamentar sus juicios mas bien sobre la base de la comparacién histdtica que a partir de posiciones ideoldgicas propias. El hecho de que tal esfuerzo de objetivi- dad encuentre limites no requiere explicaciones. Afinidades y simpatias intelectua- les no debieran ser reprimidas del todo, pero es ajeno a esta exposicién proclamar un credo de la teoria de la arquitectura. La atencién se centra, en lo posible, alli donde la ha situado una época o un teérico. La delimitacién de la teoria de la arquitectura con respecto a disciplinas colindantes es decidida por separado para cada caso, No se puede aspirar a la totalidad, entre otras cosas, por consideraciones de orden cuantitativo. La mayorfa de los nombres y de las teorfas que se mencio- nan aqui tienen més bien un cardcter representativo, Es dudoso, en muchos senti- dos, que una exposicién de este tipo alcance la ecuanimidad deseable. Tanto més, por cuanto este libro representa el primer intento de una visién global de la historia de la teorfa de la arquitectura. La estructuracién del material sigue constantemente un sistema convencional que pone en primer plano criterios cronolégicos, nacionales y frecuentementé también idiométicos. Efectivamente, los factores nacionales e idiométicos desem- pefian un papel mds importante para la historia de la teoria de la arquitectura de lo que se esperaria en un principio. La modalidad elegida para la exposicién oftece, por lo demés, la ventaja de que cada uno de los capitulos se sittia dentro de un contexto histérico. En la historia de la arquitectura, incluso el siglo pesar de las tendencias internacionales— més nacionalista y esta més sujeto a lo idiomético de lo que pareceria en un primer momento. La distribucin del mate- ial y la denominacién de los capftulos intentan poner en claro que, tanto el habitual entramado por épocas como los conceptos de desarrollo de Ia histori estilistica, se adecian sdlo parcialmente a nuestra tarea Segtin nuestro modo de ver, la historia de la teorfa de la arquitectura depende Nes —a Introduc de la conservacién —resultado de la casualidad— y del conocimiento que tenga- ho de que la exposicién comience directamente mos de la tradicién escrita. El h con Vitruvio es consecuencia de la informacién de que disponemos, ya que sabe- mos que Vitruvio utiliz6 obras tedricas anteriores pero que no se han conservado. La presente exposicién se esfuerza por cefirse rigurosamente a los textos de cada uno de los te6ricos. Al respecto se hace evidente Ja extraordinaria importan cia del idioma original no slo en cuanto a Ja terminologia sino también respecto a a formulacién de las ideas. Frecuentemente las traducciones tergiversan u ocultan el sentido original de las palabras. Por esta razén debe conservarse la terminologia en el correspondiente idioma original y, por regla general, también las citas son reproducidas en su idioma original. Las teorias de la arquitectura han sido escritas, en su mayorfa, para el tiempo en que fueron concebidas, mas sus repercusiones pueden tener lugar en un mo- mento muy posterior. Vitruvio prdcticamente no tuvo significacién para la Anti- giiedad; su vertiginoso ascenso no comenzé hasta el siglo XV. La historia de la influencia y de la recepcién de los distintos tedricos representa una de las cuestio- nes centrales de la teoria dela arquitectura, sin embargo, hasta ahora solo estan a nuestro alcance aspectos muy reducidos. La escasa disponibilidad de los textos de teoria de la arquitectura ha supuesto que, por largo tiempo, haya sido dificil 0 imposible un estudio exhaustivo de este tema. Slo hasta en el presente, abundan- tes reimpresiones facilitan el estudio de los textos originales. El autor es consciente de que su exposicién no esté libre de premisas histéricas, geogréficas y personales. Es el libro de un aleman que se esfuerza por pensar como europeo. En sentido estricto, el tema de la exposicién es la teoria de la arquitectu- ta occidental. No se incluyen concepciones extraeuropeas de la arquitectura. La limitacion a la Europa del sur, occidental y central se corresponde con las grandes lineas de la historia del pensamiento, en cuanto a puntos de vista originales. La Europa del este y Escandinavia se encuentran, hasta inicios del siglo XX, en el campo de influencia de los sistemas aqui expuestos. La teoria de la arquitectura norteamericana, que nace de premisas europeas, alcanza un desarrollo auténomo ya en el siglo XIN, y por lo tanto ha sido incorporada a esta exposicién con Thomas Jefferson, mientras que América Latina, por. ejemplo, no tiene teoria de la arqui tectura propia que ofrecer. Por otto lado, existen vacios para los que el autor no puede ofrecer una explicacién seria. 2No hay en la Italia del siglo XIX realmente ningsin punto de vista verdaderamente original en la teoria de 1a arquitectura? La decision de interrumpir la exposicién con capitulos suplementarios (sobre la recepcién de Vitruvio en el siglo XVI, sobre la teoria de las construcciones de fortalezas, sobre las publicaciones clasicas en el siglo XVilI, sobre la teoria de los jardines) pudiera parecer inconsecuente, mas estos temas no deben faltar, al menos en el momento de su mayor importancia para la historia de la teoria de la arg tectura, E] autor entiende la experimentacién de la teoria de la arquitectura de la 22 Historia de la arg actualidad a partir de los condicionantes de 1a historia. El vistazo de conjunto intenta mantenerse en el marco de la exposicién histérica hasta la mitad del si- glo xx, Las discusiones de la teorfa de la arquitectura posteriores a la I] Guerra Mundial son atin muy jévene: El autor se siente como un participante contempordneo y un observador critico y y poco acabadas para ser objetivadas histéricamente desearfa que sus impresiones fragmentarias —reproducidas en el capitulo final— sean leidas con otros ojos.

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