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Buenas tardes. Feliz dia a todos los Profesores y Psicopedagogos del grupo.

Después de algunos días de lectura puedo decir que: Los textos de Ivor Goodson y Juan
Manuel Moreno, junto con el enfoque de Nora Altermann y Díaz Barriga (aunque a
estos últimos los leí muy por arriba), ofrecen una visión crítica y profunda de la
construcción y desarrollo del currículo educativo. En estos textos, se destaca la
dimensión política y social inherente al currículo, que a menudo pasa desapercibida.

Desde la perspectiva de Ivor Goodson, se resalta que el currículo escrito es más que un
simple documento técnico; es un testimonio público de las intenciones y valores
subyacentes en la educación. Estas intenciones pueden influir en las prácticas de
enseñanza y en la identidad de la escuela como institución. Esto plantea la pregunta de
quién tiene el poder de definir el currículo y cómo estas definiciones afectan la
experiencia educativa de los estudiantes.

Juan Manuel Moreno profundiza en las dinámicas de cambio y desarrollo curricular,


identificando modelos como el consenso, el conflicto y la globalización. Estos modelos
representan diferentes enfoques para abordar el currículo y reflejan las tensiones entre
las políticas educativas, las demandas sociales y la implementación en el aula. Esto nos
lleva a cuestionar quiénes son los actores clave en la toma de decisiones curriculares y
cómo se equilibran sus intereses.

Nora Altermann nos presenta claves para analizar un currículo, destacando la


importancia de la selección de contenidos, su organización y las teorías de enseñanza y
aprendizaje subyacentes. Esto nos lleva a considerar cómo se decide qué se enseña,
cómo se organiza y qué enfoques pedagógicos se promueven. Desde la perspectiva de
un magíster en educación, esto implica la necesidad de comprender no solo las teorías
educativas, sino también los procesos de diseño curricular y su impacto en la práctica
docente.

Díaz Barriga nos lleva a profundizar en la estructura del contenido curricular y su


organización. La discusión sobre si organizar por materias o promover la integración
plantea importantes preguntas sobre cómo se promueve el aprendizaje significativo y
cómo se relaciona el currículo con la realidad de los estudiantes.

considero que estos autores subrayan que el currículo no es un conjunto aislado de


contenidos, sino un reflejo de las tensiones políticas, sociales y pedagógicas en la
educación. Un profesional en educación debe estar preparado para analizar críticamente
estas dimensiones y seria bueno que pudiéramos contribuir al diseño de currículos que
promuevan una educación de calidad y relevante para los estudiantes. Esto implica
considerar quién tiene el poder de definir el currículo, cómo se toman las decisiones y
cómo se implementan en el aula. Además, es esencial mantener un enfoque centrado en
el aprendizaje significativo y en las necesidades de los estudiantes en un mundo en
constante cambio.
Así surgen algunas preguntas:
¿Cómo influyen las políticas educativas y las agendas políticas en la definición y
revisión del currículo escolar? Al considerar el poder y la política en el currículo, es
importante examinar cómo las decisiones gubernamentales y las tendencias políticas
afectan la formulación del currículo.
¿Cuál es el papel de los docentes en la construcción del currículo? Más allá de
implementar el currículo, ¿cómo pueden los docentes participar en su diseño y revisión,
y de qué manera pueden influir en las decisiones curriculares?

¿Cómo se concilian las demandas de una educación estandarizada y las necesidades


individuales de los estudiantes en el currículo? En un mundo donde las evaluaciones
estandarizadas son comunes, ¿cómo se puede garantizar que el currículo satisfaga las
necesidades específicas de los estudiantes y promueva un aprendizaje significativo?

¿Qué desafíos enfrentan las instituciones educativas para implementar cambios


curriculares significativos? Dado que la implementación exitosa del currículo es
fundamental, ¿cuáles son los obstáculos más comunes que enfrentan las escuelas al
adoptar nuevos enfoques curriculares?

¿Cómo se pueden abordar las tensiones entre la teoría educativa y la práctica en la


construcción del currículo? ¿De qué manera pueden los diseñadores curriculares
garantizar que las teorías pedagógicas se traduzcan efectivamente en prácticas
educativas en el aula?

¿Cuál es el papel de la investigación educativa en la toma de decisiones curriculares?


¿En qué medida se utilizan las investigaciones y evidencias empíricas para fundamentar
las decisiones sobre el currículo escolar?

¿Cómo se puede lograr una mayor participación de la comunidad educativa en la toma


de decisiones curriculares? ¿Qué estrategias pueden implementarse para involucrar a
padres, estudiantes y otros miembros de la comunidad en la definición del currículo
escolar?

¿Cuál es el impacto de la globalización en la educación y en la construcción del


currículo? Dado que la globalización tiene un alcance significativo, ¿cómo se refleja en
los currículos y cómo afecta la identidad nacional en la educación?

¿Podríamos contribuir de manera efectiva al diseño y desarrollo curricular en el


contexto educativo actual? ¿Cuáles son las habilidades y conocimientos específicos que
un profesional de la educación debe poseer para participar en la toma de decisiones
curriculares de manera informada y reflexiva?

La discusión sobre el currículum, tal como la presenta Goodson, nos lleva a reflexionar
sobre la naturaleza multifacética y dinámica de la educación. En lugar de ver el
currículum como un simple plan de estudios estático, debemos comprenderlo como un
concepto que abarca no solo lo que se enseña, sino también cómo se enseña y quién
tiene el poder para determinarlo. Esto me lleva a una serie de preguntas y
consideraciones cruciales:

¿Cómo afectan las diferentes perspectivas del currículum (como hecho y como práctica)
a la experiencia de aprendizaje de los estudiantes?
¿En qué medida las decisiones sobre el currículum reflejan los valores y las prioridades
de la sociedad en un momento dado?
¿Cómo podemos equilibrar la necesidad de un currículum estructurado con la
importancia de fomentar la participación activa de los estudiantes en su aprendizaje?
¿Cuáles son los desafíos reales en la implementación de un enfoque de "currículum
como práctica" en la educación?
¿Cómo podemos garantizar que el currículum escrito y el currículum activo estén
alineados para evitar malentendidos y desajustes en la enseñanza y el aprendizaje?
¿Qué conflictos y tensiones sociales y políticas subyacen en la construcción del
currículum en mi contexto educativo?
¿En qué medida las tradiciones en la educación se han "inventado" y cómo esto afecta
nuestras prácticas educativas actuales?
¿Qué lecciones podemos aprender de la historia del currículum para informar las
decisiones educativas presentes y futuras?
En última instancia, esta reflexión nos invita a mirar más allá de la superficie del
currículum y considerar su impacto en la sociedad, la política y la experiencia individual
de aprendizaje. También nos desafía a cuestionar supuestos arraigados y buscar un
equilibrio entre la estructura y la flexibilidad en la educación.
Continuaré con la lectura para seguir reflexionando...
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Re: Arrancamos foro 2


de ROMINA LUPKE - domingo, 17 de septiembre de 2023, 21:18
Estoy completamente de acuerdo contigo en que el currículo es solo uno de los muchos
factores que influyen en la percepción del éxito de una escuela. Como Ivor Goodson
señala en su trabajo sobre la construcción del currículum, el currículo en sí mismo es
una construcción social , influenciada por factores internos y externos, y evoluciona con
el tiempo.Esto significa que no podemos evaluar el éxito de una escuela simplemente
mirando su currículo escrito, sino que debemos considerar un panorama más amplio.

Goodson nos recuerda que el currículo refleja las creencias y valores de una sociedad en
un momento dado, y estas creencias y valores pueden variar ampliamente de una
comunidad a otra. Por lo tanto, lo que una sociedad considera exitosa en términos
educativos puede diferir significativamente de otra sociedad. Además, como
mencionaste, la calidad de los docentes, el liderazgo escolar, los recursos disponibles y
la equidad educativa también juegan un papel fundamental en el éxito de una escuela.

En última instancia, considero que la pregunta sobre si una escuela es exitosa o no es


compleja y multifacética. Depende de una variedad de factores, y lo que puede ser
considerado exitoso en una comunidad puede no serlo en otra. Es importante que las
evaluaciones del éxito escolar tengan en cuenta la diversidad cultural y las necesidades
específicas de cada contexto educativo. Además, debemos estar abiertos a la evolución
y adaptación del currículo para responder a las cambiantes expectativas y valores de la
sociedad en la que opera cada escuela.
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Re: Arrancamos foro 2
de ROMINA LUPKE - domingo, 17 de septiembre de 2023, 21:50
buenas noches Profe y compañeros, considero que si bien es cierto que el currículo, en
su sentido más estricto como diseño o plan de estudios, no puede abarcar todas las
dimensiones que influyen en el éxito de una escuela. El currículo, tal como se concibe
en términos de contenidos y métodos de enseñanza, es solo una parte de un sistema
educativo mucho más amplio. Sin embargo, lo que Ivor Goodson nos plantea con su
idea de 'invención de una tradición' es que el currículo no es estático ni universal. Más
bien, es una construcción social que refleja las creencias y valores de una sociedad en
un momento dado.

En este sentido, el currículo no debe ser visto como una entidad aislada, sino como una
parte integral de un sistema educativo que incluye aspectos como la calidad de los
docentes, el liderazgo escolar, los recursos disponibles, la equidad educativa y la
participación de la comunidad. Aunque el currículo por sí solo no puede abarcar todas
estas dimensiones, influye en cómo se abordan y se integran en la práctica educativa.
Por ejemplo, un currículo que promueva la participación activa de los estudiantes y el
desarrollo de habilidades de pensamiento crítico puede influir en la forma en que los
docentes enseñan y cómo los líderes escolares fomentan la participación de la
comunidad. De esta manera, el currículo puede servir como un marco orientador que
impacta en otros aspectos del sistema educativo Sin embargo, me surge otra pregunta:
¿logramos realmente cultivar esa participación y desarrollar las tan anheladas
habilidades de pensamiento crítico en nuestras prácticas docentes? que nos falta?
Entonces, aunque el currículo no sea la única respuesta, su diseño y enfoque pueden
tener un efecto significativo en la forma en que se abordan estos otros factores que
contribuyen al éxito de una escuela. Es importante considerar el currículo en el contexto
más amplio de la educación y reconocer su influencia en la configuración de la
experiencia educativa de los estudiantes y el entorno escolar en su conjunto".
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