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, CAPITULO 4 La Iglesia Apostolica esion «IGLESIA» aparece solo dos veces. La comunidad local al tratar la correccién fraterna a se recuerda cuando Jestis hablo de la Iglesia ‘esta piedra edificaré mi Iglesia» (Mt 16,18). rencia terminoldgica al ministerio de Jestis, en IGNACIO DE ANTIOQUIA : Es uno de los padres apostdlicos de la iglesia, por su cercania cronolégica con el tiempo de los apéstoles. Fue el primero en | amar catdlica a la iglesia. Es autor de siete cartas que red transcurso de unas pocas semanas, era conducido desde Siria a Roma para ser ejecutado 0, como mismo eseribio: «Para ser trigo de Dios, molido por los | dientes de las fieras y convertido en pan puro de Cristo». jact6 en el mientras tingue: «E ~ “ntre los convertid sti OS gnostic y Contra Celsum, 5,59)!, — te Tod, a a esta etapa configura la Iglesia primi Ores ke S yo testimonio inspirado es el Nuevo ‘J ment * aDostg mayor parte en el siglo I d.C. Fedactad on > eh en su & SU épog En la primera mitad del siglo II d.C. atin se alguna obra -posiblemente 2Pe-, en coincidencia con lo s critos no candénicos. Algunos de estos Ultimos, como os oe s télicos» y los «Apologetas», sirven de guia teoldgica ae cat ? los siglos sucesivos. Otros son clasificados como apécrifos Jo te una teologia que es calificada como herética, ya sea gnostica o od Ya en la segunda mitad del siglo II d.C. se cierra dear eat €poca, y con san Ireneo (obispo de Lyon en el 177 d.C), empieza el periodo propiamente patristico. \corp La importancia de la época apostélica (0 Iglesia primitiva) para la teo- logia fundamental es decisiva, por la afirmacién del cardcter definitivo de la revelaci6n, realizada plenamente en Jesucristo. Puesto que des pués «no hay que esperar ya ninguna revelacién publica antes dela gloriosa manifestacién de nuestro Sefior Jesucristo» (DV 4 cf. 2.17) Por eso que esta €poca sea norma y fundamento para la Iglesia de todos los tiempos (cf. K. Rahner). ie, ‘ 4 engloba® Precisamente el concilio Vaticano II al hablar de esta oe a oa los apostoles y a los llamados varones apostélicos (DV 7 x nave s firma el origen apostélico de los evangelios, cuyo proces? isu nos se encuentra os a ee os de cls, A parti dels Fa th utiliza angumentos - ‘planteadas por © wire ea. a 7 El primer gran debate documentado entre cristianos y page veridico del filésofo pagano del siglo II, llamado C Conservados en la réplica de Origenes, se reconstruyen los del siglo segundo para defender su doctrina y las objeciones ee a ee ™ Jestis-apdstoles-evangelistas, posibilita la recta comprensién de trip nae historico (cf. DV 19). Este Origen apostélico también es ne io de los restantes escritos del NT (cf. DV 20). pe De esta forma el Vaticano II recoge la tesis del decreto «Lamentabilir?, que sustentaba que con los apéstoles se cerré la revelacion (DS 3421) Ya desde un punto de vista mas sociolégico-histérico, esta época apos- tolica puede dividirse en tres periodos, que coinciden aproximadamen- tecon tres generaciones (cf. R.E. Brown): el periodo apostdlico (ca. 30- 65), el periodo subapostélico (ca. 66-100) (ca. 100-150). y el periodo posapostélico El periodo apostolico: (CA. 30-65 D.C. 1) La comunidad y su vida. Aunque inicialmente Jestis no tuviese un interés explicito en crear una sociedad formalmente distinta, a pesar de que existia en su predicacién y vida una clara «eclesiologia implicita> y procesual’, muy pronto los cristianos se convirtieron en una comunidad reconocida, en la cual el bautismo tenia la funcién de designar a los seguidores de Jestis. Podemos notar esto en los nombres que se les daba, como el amplio uso de la expresion «koinonia» que se entendia como «comunidad-co- munién», nombrada en el NT como 13 veces, esta expresién en Ia lite- ratura paulina manifiesta «la forma de vida de estos bautizados», quiza como reflejo del nombre esenio de Qumran dado a su comunidad: «ya- had» que significaba «la tinica, la comtin-unidad» (1QS 1:1.16; 5:1.2. 16). 2 Lamentabili sane exitu es un decreto del Santo Oficio publicado el 3 de julio de 1907 con la aprobacion del papa Pio X. Consta de 65 proposiciones tomadas en su mayoria de obras de ‘Alfeed Lois y que conforman una especie de nuevo syllabus contra el modernismo. Se refiere Goa a temas relacionados con Ia exégesis biblica, autoridad del Magisterio, a inspiracién yla inerrancia. 3 ef CTI de 1986, n.3,2; t Jesis y la Iglesia. Otras designaciones son los «discipulos» (27 veces en Heh.) é tos» (tres en Hch. 9 y 26,10), el «camino» (seis e, Heh. ue da también Qumran 1QS 8:12-14), los «cristianos» (Heh, 7 a «Iglesia» (28 en Hch.). Sera esta altima la expresid Progresivay kh te prevalente, y se usara tanto para significar las nunidades loca, (Heh. 15,45; 16,5) como para -un ambito mas amplio- (Hey, oh 9,31). En su trasfondo puede verse una referencia al momento en que Isa se convirtié en pueblo de Dios a través de la alianza, y que en (Dt Bi. 9) es entendido como «gahal y significaba «asamblea», Expresion que los «LXX traducen por ekA/esia-Iglesia». Otro signo claro de la conti- nuidad con Israel viene dado por la expresion «los doce», referida a las doce tribus de Israel; como expresién sintesis de todo el pueblo y que esta también presente en Qumran (cf. el “Consejo de los doce hom- bres”: IQS 8,1). El modelo de vida de esta “comunidad” cristiana esta bien descrito a el libro de los Hechos (2,42), y refleja un claro trasfondo judeo-cristia~ no en sus cuatro aspectos. Por un lado, la oracién: Los evangelios se refieren primariamente 4 . oracion judia Shema (Mc 12,29); a su vez, los himnos cristianos on tivos, tales como el «Magnificat y el Benedictus» (Le 1,46-5 Be mil son un mosaico de referencias del AT y manifiestan grandes "a tudes con los himnos de Qumran; los mismos himnos Set itivos tienen amplias citas judias (Flp 2,5-11; Col 1,15 rab sa (Le y en la oracidn del Sefior resuena claramente la oracio? iE }; Mt 6,9-13). [OF ©FF0 Tado, se celebra la fraceién del pan: en Hlechos se habla ce la Sistencia al templo para orar; asi vemos a Pedro y Juan (2,46; al Sto muestra cémo en los primeros pasos de los iudecscniss “ntenian sus practicas judias. La «fraccién del pan» se im- Puso ademas como actualizacién de la fiesta pascual judia en clave eu- Fa nt También el modelo judio afecto el tiempo de tal celebracién. En efecto, a la caida de Ia tarde del sibado ya era permitido reunirse € asi celebraban juntos la eucaristfa cristiana en espera del «primer dia de la semana», conocido ya desde finales del siglo T.d.C. como «EL DIA DEL SENOR» (Ey. Pedro 9,35; 12,50; Didajé 14,1). tianos se m: alos Judeo-cristianos, qui Jestis y progresivamente redacte Nuevo Testamento, que se completé definitivamente durante el siglo II. A su vez se Produjo un proceso similar en el judaismo a través de la “Misna”, una segunda ensefianza a través de las Escrituras, publi- cada a finales del mismo siglo, base de todo el desarrollo posterior del judaismo. Finalmente, el cuarto aspecto es la comunidad de bienes: era la puesta €n comin de los bienes atestiguada en el libro de los Hechos (2,44s; 4,32-37; 5,1-6). Aunque puedan encontrarse elementos de “idealiza- cién” en esta descripcién lucana, la perspectiva encaja con la tradicién de Qumran, que ve en esto un signo escatoldgico (1QS 1:11-15). A su vez, Pablo parece confirmar esta situacién al hablar de la colecta a favor de los pobres de Jerusalén (Rom 15,26; Gil 2,10; 1Cor ee Otro lado, tal forma de proceder es vista como caracteristica de a co isti i y ensalza la pobreza (Le 1,53; 6,24; “tistiana, que condena la riqueza y ens ), y es requisito para los minis, TOs Mc 10,23; 2Cor 8,9; Sant 5,1 1Pe 5,2; 1Tim 3,4). sean buenos administradores ( 5 clue 1. Diversidades en la comunidad a comunidad primitiva se encontr6 con un nuey, entrada de gentiles, que suscité un vivo debate = s: Pedro, Santiago y Pablo. Hacia la mae siglo 1 d.C. se produjeron unas actitudes diferentes entre la comuni i cristiana, que reflejan diferencias teoldgicas atestiguadas en el NT y que dieron varios grupos de cristianismo judeo-gentil: Progresivamente, 1 decisivo desafio: la tres principales portavoce ‘a en la plena observancia de la ley mosaica, (Hech. 11,2; 15,2; Gél2,4s Flp 1,15-17..). ncia de la observancia de al- » El primer grupo insisti incluida la circuncision antenia la importa! « El segundo grupo m daismo, pero sin la circuncisién (He 15; Gal2, gunas practicas del ju Pedro y Santiago...). « El tercer grupo, en cambio, negaba la necesidad de practicas judias, das (Heh. 15,20-39; Gal 2,11-14; 1Cor 8; especialmente en las comi Pablo). » Finalmente, el cuarto grupo no daba im fiestas judfas, y se oponia claramente al templo, como refleja el dis- curso de Esteban (Hch. 7,47-51) y, con mas radicalidad, la carta a los Hebreos (8,13) y algunos textos joanicos (Jn 8,44; 15,25; Ap 3,9). portancia al culto y a las e dio en el perfodo apos~ Esta imagen de la comunidad primitiva que s 5 apas- fio 65 d.C. es fuertemente influenciado por lo vangelios, Hechos y Pablo indican la importanci2 j ‘© como individuos en este periodo formativo. VE presentes en el documento cristiano amis antige como es la Primera Carta a los Tesalonicenses que pide respeto «a lo: 4 ae S «a IS que os presiden en el Senor» (5,12), y a su vez en escritos posteriores se subraya la diversidad de funciones en las primitivas Ig paul : . ‘as aulinas: “Jos inspectores/obispos y diiconos’(F ; los Jos inspec pos y diiconos”(E Ip 1,2); los numerosos carismas (1Cor 12). >. El periodo subapostélico (ultimo tercio del siglo 1) y posapostolico (inicios del siglo Il) La gran transicion. A partir del afio 66 d.C. las tres figuras mas co- nocidas de la Iglesia primitiva «Santiago, Pedro y Pablo» ya habian muerto como martires. En este ultimo tercio del siglo I, mas que co- nocer nuevos nombres de “varones apostdlicos”, éstos se cubren bajo el manto de los apéstoles ya desaparecidos: de ahi la nomenclatura de periodo “subapostélico”’. Asi vemos en Colosenses, Efesios y las cartas pastorales que hablan en nombre de Pablo. El evangelio mas antiguo de Marcos, asume la autoria el nombre de un compafiero de Pedro y Pablo. Mateo se atribuye a uno de los doce, y Lucas, al compaiiero de Pablo. El cuarto evangelio se refiere a la tra- dicion del discipulo amado. Las cartas de Santiago, Pedro y Judas son ejemplos de una trayectoria subapostolica. En definitiva, el testimonio cristiano del periodo subapostélico se convierte en menos misionero y movil, y mas pastoral y estable para consolidar las iglesias constituidas en el periodo apostélico anterior (entre los anos 30 y 60 d.C.). progresivo dominio de los gentiles. De lén hizo que la Iglesia de Jerusalén no como antes del afio 65 d.C. (Gal Otra transicién interna fue el hecho, la destruccién de Jerusa Perpetuase su fancion preeminente a 4 Jetusale 4-2,y la colecta paulina). Si Hechos (15,23) describi, | , ad + serlocutora de los cristianos de Ang; ao 50 d. C. como inter 8 de Antiog fesicia ~y quiza también de los de Espafia, de acuerdo con Sir de Pablo de visitarla (Rom 15,24.28) y del testimonio de tal oi tt (1 Clem. 5,75 Frag. Muratori, hacia el 180 d.C.)- al final as 4.C. la Iglesia de Roma habla a los cristianos del norte de Agia Sal y de Corinto (1 Pe 1,151 Clem.) y es calificada como «preemin, lacaridad» (IGN., Rom.). Meno, lente en que a finales del 50 d.C. Pablo confiaba atin en la ple. na incorporacion de Israel (Rom 11,1116: “mi linaje’, en este aus subapostdlico, Hechos nos transmite las ultimas palabras de Pablo so- bre este pueblo que no ha querido entender y que por esto la salvacién ha sido enviada a los gentiles que la acogeran (28,25-28). A pesar de la afirmacién de la ruptura del muro de hostilidad que les separaba (Ef 2,13-16), se acrecienta una dura polémica contra “Ja sinagoga de Satin’ (Ap 2 9; 3,9) y contra el templo (He 7,47-51; Heb 8.13; Jn8,4 15,25). Asi, mientras Esta transicin va ligada también a la del judaismo. La revuelta judia del 66/70 d.C. no tuvo un soporte uniforme dentro del judaismo, esP° cialmente entre el sector mas selecto de los fariseos, que S° conwirtiet! entonces en los mas dominantes. Progresivamente los judeorerisiit™ fueron considerados como secta y excluidos de la sinagos a nidad de Juan atestigua este proceso al recordar que quien confesab? Jestis era expulsado de la sinagoga (9,22.34;12,42) y a (16,2), en el sentido de que sin la proteccién de la sinagoga !S cist Nos eran vistos como ateos segiin confirma en el aio "ie nee Joven, gobernador de Bitinia, -— Monee SVaent Hiniaines 1 sy el erie ; = ue As MARCION APAFECIO Como una «A inedindos del siglo 1, los cimientos AUCVA religidn al crecer los hebreos de fa fe ctistiana fueron procedentes de los gentiles Aticados por ta primera gran apostasta Al ser excluicon sus sepuidores que desiho a ta iglesia. Algunas de de las sinagogas. Los antiguos | estie ideas permeston tanto Ia psique corporativa de la iglesia, que hasta ta fecha no ha podido recuperar totalmente 8 equilibrio espiritual y escritural privilegion de Tp tel seytin el AT aun pueblo eacogido, un mcerdocio real y una nacién «Miarcién era hijo del obispo de Sinope santa» (18x 19 Sa; Ez 43,208) en Ponto [existe duda sobre esto], se unio se convierten en califieativos a Cerdo un sitio gnéstico en Roma para propios de low cristianos (1Pe saa needs 2,94.) Como ejemplo de ta sagtada Ta cual postulaba ta existencia , a de dos dioses, el bueno y amable Dios dicalizacion de esta postura | (Cristo) y el Demiutgo (Jehovah de los se encuentra Marcién a mitad judios), Marcién ensefé un dualismo nde itreconciliable entre ef evangelio y Ia ley, entre el cristianismo y el judaismo. del siglo I d.C., que pre del AT, extremo no aceptado por la gran Iglesia, En efecto, ‘ ; parece que los que rchusaron la revuelta cruzaron el Jordan hacia la zona de la ciudad de Pella’ y asi pudieron preservar un vibrante testi- tianismo. monio del judeo-c Dentro de este periodo, entre los afios 65-95 d.C., el evangelio de Mt se mueve entre la misién: «a las ovejas de la casa de Israel» (10,6) hasta la que llega a todas las naciones (28,19). Pablo oe 2 de Ia ley; «ya que el hombre es justificado por tb - oe a (Rom 3,28). Santiago en cambio dice: BC las al a shine ns hombre y no por la fe sola» (2,24). Sera Pedro quite is i. amigo de ambos (2Pe 3,1 55; Clem.); y aunque es critica 6 of MUSHRIO. Historia Helesidsticn 111, 5.5 ellos (Gal 2,11- 14), emerge como la imagen d figura pug ini i i Nite El Ministerio petrino). Me en Iglesia apostolica ( ion de la eclesiologia tardia del NT [4 de. Ka veresbraci® la dest: eién de Je . desapari i6n los grandes apéstoles, la des Tucc ru y la creciente racién del judaismo produjo varias reaccione OS Cristianos del - riodo sub y posapostolico que configuraron los eclesiologia naciente en una institucion eclesial egularizada, oye . dibuja en tres etapas en la misma literatura paulina’. Este Procesg 8 calificado frecuentemente de forma negativa, y no sin poca Precis como el «proto catolicismo». Mejor seria reconocer que cada religion necesita una tradicion y una institucionalizacion reguladora para poder transmitirse®. Asi, las primeras y grandes cartas de Pablo manifiestay los comienzos de esta institucionalizaci6n que construye la comunidad: es un momento en el que prevalece una cierta autoridad carismitica -que la persona misma de Pablo visibiliza-, aunque bien enraizada en su origen divino y apostdlico. lementos base ¢p ed En la segunda etapa, tipificada por los libros de Colosenses y Efesios, se percibe «la institucionalizacién», que progresivamente estabiliza a comunidad: «la ausencia del apéstol conlleva a un establecimiento ce una cierta autoridad y vertebracién segtin el modelo familiar en las Iglesias y la acentuacion de la unidad en la Iglesia dentro de la dives dad como nos dice el texto paradigmatico de Efesios: «Un solo una sola fe, un solo bautismo, una sola esperanza, un solo cuerpo Y solo Espiritu, un solo Dios y Padre» (Ef.4,46)’. = Jas cartas pastorales muestran la institucion definitivamente la comunidad: de ahi el p protege Tito, a quienes se dirigen estas ¢ Tinotee Y de los presbyteroi (presbiteros- ce ison-obisp) en cada ciudad. st 7 alizacion que ‘ni B “4 isi fi apel decisivo de Artas, asi como el papel ancianos) y de la episkope Asi la desaparicion de la generacién apostélica cred de jal una situaci6n totalmente nueva para la Ielesia que, de con el principio de la “tradicién Por sucesi6n” (la f JRENEO, Adv. Haer. TIT, 3.1), la obligé paul «sucesores» del particular «ministerion forma espe- acuerdo amosa formula de atinamente a encontrar que ejercian los apéstoles, Esta transicion entre el periodo apostélico yel perfodo sub y posapos- télico se hizo de forma relevante con la ayuda de la funcién de la epis- copé. Las comunidades locales sub Y posapostélicas experimentaron la necesidad primera de consolidarse en un “lugar” y de mantenerse en la “catolicidad” de la Iglesia una. Esta misiOn, este ministerio, fue asumi- do por aquellos que sucedian a los apéstoles en su particular episcopé, se llamaran obispos o presbiteros, tal como se manifiesta en (Tit 1,7-11 y1Tim 3,1-7), asi como en la 1 Clem. de finales del siglo 1 d.C. Correlativamente se pasa de un apostolado misionero al episcopado local. Cada comunidad tenia un colegio de ministros locales y de for- ma preeminente, a partir de la presidencia tinica de la celebracion euca- tistica, se asumio el episcopado monarquico. Asi puss. proprestnnitag Se condensé en una misma persona aquello que venia de la episcopé apostélica y aquello que definia ya al obispo local. De te forma e110d. C., Ignacio de Antioquia da ya el testimonio triple grado del ministerio apostdlico: los obispos, log Presh; Sbit establecidos “hasta los confines de la tierrg”o tetosy didconos, 2.1. Conclusion Con el tiltimo escrito del NT, la Segunda « propiamente la Iglesia primitiva en su époc su fase constitutiva y fundante (DV 4), 5 del siglo II d. C. y no mas alla de su mitad (en el caso de pe a que la 2Pe refleja la discusién con Valentiniano y Marcién hacia ef arse d.C.). Epoca apostélica que se refleja en el testimonio inspirado que es el NT, el cual completa al reconocido desde entonces como su primera parte» AT, especialmente en su version griega usual de los LXX. Epoca mar- cada por una progresiva institucionalizacin de la koinonia naciente, en la cual emerge la funcién progresiva de los sucesores de los apésto- les, cuyo «ministerio eclesidstico de institucién divina es ejercido por aquellos que desde antiguo fueron llamados obispos, presbiteros y dii- conos» (LG 28). A su vez, la imagen final de Pedro (2Pe), que abrazaa Pablo y Santiago, a través de Judas (y si su origen fuera Roma, cost que no debe excluirse, -cf 3,1-), esta imagen quedaria atin més confirmada con la funcién clave de esta Iglesia en la segunda mitad del siglo m6 C., sirve de nuevo como figura-puente entre ambas tendencias y 2" mo palabra final y autorizada de la Iglesia primitiva, to de Ja Iglesia de todos los tiempos. La Iglesia Primitiva" sus expansiones 3. Por Iglesia primitiva entende- mos la Iglesia en los tiempos del DIDACHE Nuevo Testamento. Tenemos tes- | 14 Ensenanza de os doce apost i B jmonios de ella en el corpus del ie stoles o ensefianza del Sefior a ee eS cambién ei las naciones por medio de los doce Ss ¥ €n la | apéstoles, conocida comunmente Didachéy en la Carta de Clemente como Didaché, es una obra de la Romano a los corintios. literatura cristiana primitiva que pudo ser compuesta en la segunda En este periodo encontramos va- mitad del siglo I, acaso antes de rias eclesiologias, las primeras indi- 2 destruecién del Templo de : a i Jerusalén (70 d.C), por uno o varios caciones sobre la sucesién aposté- ' autores, los «didaquistas», a partir licay,en general, los comienzos del__| de materiales literarios judios y proto catolicismo. Las Iglesias que cristianos preexistentes. Desde se pueden estudiar con algun de- fies, encod 1873 y F : publicada en 1883, la Didaché ha fee son las or a. feet sido fuente inagotable de estudios tioquia y Koma, si bien la lectu- y objeto de diversas controversias. ra atenta de otros libros del Nuevo La principal de ellas atahe a la Testamento nos permite hacer al- fecha de su composiciom. De sex a ates haben eobre cierta la dataci6n mas temprana Preccucones tam! que se ha propuesto, la Didaché otros lugares. podria ser la regla u ordenanza religiosa _utilizada por algunas Escribiendo quiza hacia el afio 85, | comunidades cristianas, mas bien Lucas nos hace una descripcién, | judeocristianas, unas pocas décadas sin duda idealizada, de los prime-_ | después de Ia muerte de Jeats de 5 Nazaret. Tos cristianos de Jerusalén. Los wr 54 tet a annetilica”, para tener desde otro punta de Mee stis fueron ungidos por el poder dej p__. aoe aie se bautizaron y Sirens —_ series Su vida aparece descrita en tres pericopas en escuchar la ensenanza de los apéstoles, en la unig tir el pany en Jas oraciones» (Hch 2,42; cfr. 4,32 37.549 a ity in oy Nt "Unidad (L Tig * «Erg La teologia de Lucas parece conceder importan i a muerte, resurreccidn j «el kerigma acerca de ta muerte, resurreccién y ala comunion (koindnia), de la qu que conduce y las oraciones en comun. Las comunidades locales se caracterizan por s cacién y por Ja adhesion a la verdadera doc ¥ Pred Jerusalén pronto conocié el pecado (Hch 5,1-11) y la — parte de las autoridades judias (Hch 4,5-30; 5,17-42). En los wa libros del Nuevo Testamento se revela la expectativa ante una _ inminente (1 y 2Tes; cf. He 3,20; 2Pe 3,12). Esta expectacisn fie de cayendo gradualmente. Al principio los cristianos vivieron en comunidades cristianas sitw- das en distintos lugares (Palabra y sacramentos construyen la Iglesia local). En sus comienzos, en modo alguno tenian conciencia de ser una religi6n nueva, distinta del judaismo. Se consideraban a si misms simplemente como la plenitud del judaismo, como los comientos del Israel escatol6gico. Habiendo comenzado como una secta interna del judaism, los a pulos de Jess, sin embargo, fueron percibidos pronto com? i naza: «fue Esteban, el primer tedlogo y martir de la Iglesia, dl " f en darse cuenta de que era necesaria la independencia Be templo y de la ley» (Hich 6,13-14). Sus adversarios, incluide Salo, i velan como una amenaza y le quitaron la vida. Hasta algo mas tarde el mundo gentil no distinguiria entre los Cristianos, distincién a la que ya se habia Meg aio 64, en que Nerén persigue explicitamente a los Cristianos, L: los judios contra Roma el afio 66 aceleraria también sistir los cristianos en su propia identidad como reli el tiempo asumirian las promesas hechas a los js; s6lo ellos eran el auténtico pueblo de Dios (Rorn 11-1 3,1 el proceso gion di E| evangelio de Mateo endurece por ello las afirrnaciones d, tra los judios, especialmente contra los fariseos; no obstante,a p perspicacia de algunas de sus ideas, no puede aceptarse Ia tes de R. Ruether de que el Nuevo Testamento es esencialmente an En estos primeros dias surgié entre los helenistas y los judios de la Iglesia de Jerusalén un problema, sino una verdadera division: cién fue nombrar a un grupo, conocido como los siete, para que se ocu- paran de los primeros» (Hch. 6,1-26). Al menos dos de ellos, Esteban y Felipe, se convirtieron en predicadores altamente eficaces (Heh. 6,9; 8,4-40; 21,8), que contradirian la razén aparente de su nombramiento: «el servicio material a las viudas» (Hch. 6,1). Parece claro que se esta- blecié una organizacién segtin la cual, en un sentido amplio, los siete se ocuparian de los helenistas, pero bajo la autoridad de los apéstoles, que fueron quienes les impusieron las manos (Heh. 6,6). Se mantuyo la diversidad dentro de Ja unidad. «la solu- En la tradicion evangélica pueden detectarse huellas de una doble forma de jefatura: «la de los doce y la de los siete» (comparense Mr 14,20y Bes 6,42 —«doce cestas»— con Mt 15,37 y Mc 8,8 —«siete cestas-—). i. - onvertiria en cl apéstol de los gentiles, una c na vez, dios helenistas se mostro infructuosa (G4) 2,8; tarde Pablo se | Que 54, i. sién entre los ju , Hey; Ma ME conisiimadre.al cae ah Jacién de la Iglesia primitiva con su madre, el judaismg La relaci Jeja. Cuatro partidos diferentes, 9 a] .. tte. madamente comp ey E Menos cy, rimeras comuni J att posturas, s¢ han detectado en las p omunidades Cristiana. to = «unos, cristianos judios y sus gentiles converso “timniento total de la ley, incluida la circuncisi eof en Jestis» (He 11,2; 15,5; Gal 2,4) = otro grupo, «formado por cristianos judios Y Sus conversos gentiles no insistia en la circuncision, pero exigia a los gentiles Conversos ne cumplieran algunas normas judias» (Gal 2,9; He 15,20; Por ejemplo, Santiago) S, Insistian en el cy, On, para todos los Que = un tercer grupo de cristianos judios y sus conversos gentiles «no in- sistia en la circuncisién ni exigia el cumplimiento de las prescripcio- nes alimenticias judias» (Gal 2,11-14; 1Cor 8; por ejemplo, Pablo) * un cuarto grupo, formado por cristianos judios y sus conversos gen- tiles, no insistia en la circuncision ni en el cumplimiento de las leyes judias relativas a las comidas, ni veia ninguna significacién perdura- ble en el culto y en las fiestas judfas (Juan, Hebreos). Por eso conviene no hablar del cristianismo judio sin mayores es eci- ficaciones; de hecho, se pueden hacer distinciones atin mas sutiles te las indicadas, Las tensiones entre estos grupos se ven vivamente ilus- tradas si se comparan los Hechos con la Carta a los gilatas. Hay cae ue parecen imposibles de reconciliar sin forzar los textos : echos, o de ambos a la vez: las afirmaciones 4¢ ek Encuentro de (He 11,1-18), en el que Pedro aparece or € 15), el encuentro en Jerusalén en el que Santiage anil snante y Pablo, al parecer, est4 presente ( te of Santiago y los ancianos en (Fick rie ‘yetificados los temnores de Pablo 2 qu esr jacolecta para los pobres (Ron 15, us Je mucha importancia como signe de tnt pe qué otro modo si no puede explicar i proposito principal de la visita de Pablo 2 J antes datos que dan testimonio de que hubo un entre 1os que apoyaban a Pablo y los que eran Gil 2), que no parece una victoria de Pabl Ja tradicin, fue obispo alli después de la partida aunque, de manera significativa, no comBernabé, (He De lo que podemos estar seguros es de que las relaciones entre los antiguos judios y los convertidos del paganismo no serian faciles hasta al menos cien afios después de la resurrecci6n: «los proble- mas no s6lo eran teolégicos, sino también morales y psicolgicos». No tenemos suficientes datos para trazar en detalle la evolucion de la Iglesia desde Pentecostés hasta el siglo II. Pero los evange- lios de Mateo y de Juan son muy reveladores: el primero fue escri- to para cristianos judios modera- dos y el autor trata de trazar uns EL ANTINOMIANISMO “ANTI-LEY”,y se usa para hablar de toda actitud y ensetianza que afirme de Dios en la vida del creyente. | A riesgo de simplificar mucho, el antinomianismo dice: “Como ya soy redimida, y no importa que viva cn pecado” Se trata entonces de una herejia con la que la Iglesia ha tenido que lidiar desde el primer siglo. via media entre el antinomianismo y el excesiyo legalism de Juan fue escrito desde una perspectiva en y rent host Cang pero el evangelista se esfuerza por presentar Jestis nt z isn, i *Y Plenitug’ Con la evolucién de la Iglesia en el siglo I] conservadores se quedaron atrds y se convirtierc hubo de varios tipos, pero se les dio el nombre ger caracterizaban por su leal adhesion a Ia ley, Iz el menosprecio de Pablo y una cristologia adopcionista queemeae ba a Jestis sdlo como el mas grande de los profetas), siendo aa ze el rasgo més destacado y caracteristico de las sectas heterodoxas, _ Nitas, Se caltacion de Santiags , Boy Junto al cristianismo judaizante esta también el cristianismo helenis- ta, que incluye a los judios de la Diaspora (que hablan sélo griego) y a los convertidos del paganismo. Hemos visto ya a los helenistas en | Jerusalén, cuyo lider es Esteban. La persecucién desencadenada des- _ pués de su muerte fue probablemente sélo de los helenistas; de otro modo seria dificil explicar por qué a los apéstoles, los lideres de la nue- va fe, se les dejé en paz (Hch. 8,1.4). Quiza tengamos una doble visidn de los helenistas: los helenistas cristianos estaban menos apegados templo y a la ley; los helenistas judios se destacaban por su celo por lis instituciones de sus antepasados —de ahi su disposicién a debatir con Esteban (Hch. 6,9-10) y la feroz persecucién de Saulo y otros (He “ 8,1-3; 9,1-2)—. La visita de Pedro y Juan a la exitosa mision de Felipe en Samaria no implica necesariamente una deficiencia en la lps cion de Felipe, sino mas bien una supervision de la nueva mision por lesia madre de Jerusalén (Hch. 8,17). 4, a e le juia se convertird durante algvin tiempo en centro os ra é ta. De nuevo la Iglesia madre envid un representant® a como operaba alli la gracia de Dios (Heh. 11,19-30)- 1 TF 16 fueron enviados desde allf a una mis ern 4-3 con 9,15). En Antioquia habs if Betas: los que se inspiraban respectivary jan he Pablo. Nuevos testimonios sobre Ja influencia heley ite Eesoitive son la actividad de Apolo ¢ a inlgles nN (1Cor4 4y} quiz la elaboracién de la Carta alos hebre : 28)Y HON entre Jog " Bentiles @ Quizd tre: * BUpOS de crig Nente en Ky COs, ante los ultimos afios los exeget a lo que en el siglo I se cor a redaccion de colosenses Tit) y el corpus Juanico, ‘as han sido Muy cautos N0C16 come » €fesios, las ¢ alahora de > ENOsticismo al contexte ‘artas P Pastorales (1 y 2Tim y Enla fluctuante situacién de la Iglesia Primitiva durante los Primeros afios de su evolucién eran tedricamente Posibles varios caminos. Por cartas de Pablo y Santiago, los Hechos yel Apocalipsis, podemos co; probar cémo la fragilidad y €l pecado estaban Presentes en la Iglesi desde los primeros dias, Amenazados desde dentro por el pecado division, y desde fuera por la Persecucién, fue el modelo de las ca Pastorales en lugar del model 0 mas carismatico de Corinto, plo, el que acabé imponiéndose. las m- aya yla rtas Por ejem- La Didache €s un estadio, todavia no plenamente desarrollado, hacia las instituciones que encuentran plena expresién en las cartas i Jemadie de Antioguia Y que se consolidan a finales del siglo i . ing sai a tolica sostiene que este desarrollo estuvo guiado pore a ee” Yque en sus lineas esenciales es irreversible fis ies pee ue la Iglesia Primitiva, a pesar de todas ne i renovacién para Sido Y sigue siendo una fuerza de inspiracion y Igles ia de todos los tiempos. En sintesis se puede presentar la vertebracign de |g “aan de la Iglesia primitiva ex el Nuevo Testamento tenienge™ siguiente: la desaparicion de los grandes apéstoles Jerusalén y la creciente sSfpeLEItO del judaismo rodujg ign t ciones en los cristianos del periodo sub- (altimo tercig Ae eae posapostélico (inicios del siglo IT) que configuraron los ele, oe )y de la eclesiologia naciente en una institucion eclesig] y, reog) sh, se dibuja en tres etapas en la misma literatura Paulina, Oia targ eng, Mt 1 la dees Miligy, estryc., to Este proceso es calificado frecuentemente de forma egativa, y ng « poca precisién, como «proto catolicismon. Mejor seria Teconoee, sin cada religién necesita de una tradicién y una institucionalizacién ¢ guladora para poder transmitirse. Asi, las primeras Y grandes cartas d Pablo manifiestan los comienzos de esta institucionalizacién que cone. truye la comunidad: es un momento en el que prevalece una cierta in toridad carismatica (que la persona misma de Pablo visibiliza) aunque bien enraizada en su origen divino y apostélico. En la segunda etapa, tipificada por Colosenses y Efesios, se percibe la institucionalizacion que progresivamente estadiliza la comunidad: «a ausencia del Apéstol conlleva un establecimiento de una cierta auto- tidad y vertebracion segtin el modelo familiar en las Iglesias y la acen- tuacién de la unidad en la Iglesia dentro de la diversidad en el texto Paradigmiatico de Efesios: «Un solo Sefior, una sola fe, un solo bautis Mo, una sola esperanza, un solo cuerpo, un solo Espiritu, un solo Dios y Padre» (Ef, 4,4-6). Finalmente, las Pastorales muestran la institud nalizacion que Protege definitivamente la comunidad: «de ahi a ra decisivo de Timoteo y Tito, a quienes se dirigen estas cartas, asi = ; % Papel emergente de los «presbyteroi» (presbiteros/ancianos) Y «episkopé» (supervisién/obispo) en cada ciudad». 31 Las dite, *pansiones cristianas Expondren, Sg Cristi “ Brandes SHlanismo 9° Tas| anos de] siglo Wao el final entes @ 'G05 las lineas maestras de la expansion del de la edad apostélica hasta los primeros » Cua 2 eae a ando la Iglesia comenz6 a vivir en libertad. A lo largo eae 3 °8 Siglos lly] . at PefSecUCione.s 50 pued y III en el corazén de la era de las as ec . 2 . : 2 de la Penetracign ec advertir Una progresiva intensificacién te an. lana e cion revistig distints grad en el afirmarse WWE, por Io de las Ciudades. El¢c no preferentemente menzo a difundirse aunque hubo excepe © Segtin las regiones, y también puede Seneral, afecté, sobre todo, a la poblacion “stianismo fue en estos siglos un fenédme- Urbano, y tan sdlo a Partir del siglo III co- Con cierta a, § mplitud en los medios rurales, 1ones!2_ Para hablar de la exte hemos divido en dos Occidente. Nsion del cristianismo en estos Primeros siglos, Srandes Partes, las Correspondie: ntes a Oriente y 3.2. La expansién cristiana en Oriente En el Oriente romano hallam ‘os durante la época apostolica dos prin- ipales focos de cristianizaci On: «Siria y Asia Menor, La capital de Siria era Antioquia, que habia Ocupado un lugar destacado en la histo- tia cristiana desde los mismos origenes de la Iglesia. En el siglo TI] la accion misionera se extendid desde aqui hacia el oriente, creandose un Nuevo centro de difusion evangeélica en Edesa, capital de la regién de stohene, Este camino de penetracién cristiana prosiguié adelante en tianismo avanzo por Mesopota amia, a, Se j 1 «el Cris os cristianos P llegaron a lal Attodys Ndia, e alli los misioner¢ elsiglo Ti: Persia Y desdi enor fue otro gf sias $ cp en numerosas ciudades de tod LY la da a Trajano pot Plinio el Joven, g, 7 aS las peg ig (ja. 111?), acredita que el Cristianismo se hic ernador q Wigs ie . ey aba arraj € Bi vincia. Asia Menor fue también punto de partid aigado en Cristianismo en Armenia, donde hallé tan bue a de la difusig cristianizo rapi 5; Na acogi on 26 rapidamente cn el siglo III. Sida que ¢ Fibs is se an foco cristiano en est: a & Oca, En Palestina, la difusion de la fe fue més dificil deoeristianismo, las comunidades cristi ALY, tras el o¢, te limitadas la poblaci6n gri ianas parece 80 del je ala poblaci6n griega de las ci en estar pricticamey a del si ga de las ciudades. E: Prdacticame, ian principios el siglo III se advierte un es. En cambio,enE 2 iglesia de Alejandria, que pront fa vigoroso florecimi £ipto, se prestis i6 ‘o fue famosa imiento d igio por entonces con L sa en todo el . rrollé una actividad misional a figura de Origenes. Al mundo y que Nilo : ional entre la poblacié . Alejandria d , que se cristianiz6 poblacion c: : al Por lo que a en grado considerable alee bak dad de cristiani - Europa oriental, Greci See de este sigh nizacion, compa a quedé atris en intensi- parece haber si parada con la veci a faisddahepsiaicipal a vecina Asia M " rileanioae y ea cipal centro deoud: ari enor. Corinto TL y la ‘ham ianas el Cristianismo h " cine le " al i A CHEND oaleciario causé fa ya penetrado en el sig sO numerosas victimas. 3.3. El Cristiani ial nismo en el Occidente roman oO arraigo vO en hablar tiri0 En la parte occi Bpeniaed Bees del Imperio, el Cristiani guida un elevad. tbe romana. La ‘ ae ta € la «enorme een de Be a ana edumibren de low que padssiet ie | : gecucion Betourana, La Italia m, on Poristianos desde el siglo I, y San p. ie e el afio 61, se encontré con los her, port werto de mar. En el siglo IIT, los ¢ de Saeban por millares y, - un centenar de comunida €ridional tuvo tg ‘ablo, al desembare ™anos de la com un Tistianos de |g ciu €sparcidas por |g Penin des Organizadas, Gad sula, hat pi) otro gran foco Eristrario de Occidente fue e} Africa latina, cent principal era la vieja ciudad de Cartago, Esta Tegion recibig -{ Cristianismo en el siglo I, y antes de que terminase Ia centuria habja dado ya mértires de la fe. Los escritos de Tertuliano hacen pensar que, a finales de siglo, la iglesia de Cartago era ya una notable yvigorosa comunidad. tal Enel transcurso del siglo ITI, el Cristiani: smo lleg6 a ser, probable- mente, la religion mayoritaria en tre la poblacion tomanizada de las ente unido a la figura y a la obra del San Cipriano. La cristianizacis Africa, € orig NM, que fue tan intensa en las ciudades romanas de apenas penetro, por el contrario, entre la poblacién campesina €n punico y en las tribus beréberes del interior. Esta deficiencia ‘erminaria por ser de funestas consecuencias para el destino cristiano del Africa romana. EL Ctistianismo Meg6 a las Galias por el sudeste. El saad ae Yelvalle del Rédano eran las vias de penetracién, y oi ca eee : Ctistiandades importantes en ciudades como Lyon } ait alcanz6 después la Germania Tomang istianas en Tréveris, en ciudades hel . a 10 El Cristianismo bia iglesias cr : a ene en algunas localidades de la Germania jn So fering long ws lis : 10) jente cristianizacion se habfa iniciado en Britania donde tiie its = enel siglo Il, y en el siguiente algunos obispos 0 insul, Mary al concilio de Arles (a. 314). a i TES aSistien hs €o Espafia era, por ultimo, la regién mas occidental d ell; : a MPEtio, adon Jas influencias cristian as llegaban procedentes, sobre todo dete F 2 : , de Rom, del Africa romana. Hacia el afio 200, Tertuliano proclamar fs Cristianismo se hallaba extendido por doquier entre los sae mundo conocido, precisaba que habia Ilegado ya a todos los ite de Hispania. El tono apologético del texto no autoriza a aceptar “ ralmente esta afirmacién, pero si a recibirla como testimonio de tH sustancial presencia cristiana en la Peninsula, al finalizar el siglo I] En el siglo III, los escritos de San Cipriano y las noticias de warilie revelan la existencia de nticleos cristianos en toda la Peninsula. de Las actas del concilio de Elvira (a. 305) ofrecen un cuadro bastante preciso de la situacién de la Iglesia en Espaiia al término de la era dels persecuciones: existian numerosas comunidades cristianas, puesto que alli se mencionan por encima de cincuenta. Las regiones mas cristae zadas parecen ser aquellas donde la romanizacion era también mas ity tensa: las provincias de la Bética y la Tarraconense, es decir, Andaluet y la costa mediterranea. i cuand Como resumen de todo lo expuesto, podemos concluir que legs la hora de la libertad de la Iglesia, el Cristianismo habia penet™ do profundamente en Siria, Asia Menor y Armenia; ys Po . oa al Occidente, Roma, con la region suburbicaria y el Africa car estaban también densamente cristianizadas. giConcilio de Elvira, el ta del siglo Ty mi Primer gran sinodo reformig J < - 4, Eclesiologia Primitiva-Originaria Veremos los hechos significativos para la Iglesia: E] hecho funda- mental eclesiolégico es la destruccién de Jerusalén (70) Por los roma- nos significa la DESAPARICION de dos adver. ¥ Sarios importantes (peligrosos): EL JUDAISMO OFICIAL, y EL CRISTIANISMO JUDAIZANTE La Iglesia cambia de un: PARTICULARISMO NACIONALISTA JUDAICO a UNIVERSALISMO GRECOROMANO, todo esto se debido a la gran influencia de Pablo, debido a sus viajes misioneros. Enel afio 46-49 su primer viaje apostdlico; en su segundo viaje fundé Corintio (51) considerada la primera Iglesia de EUROPA. lalglesia de Roma debe su origen a PEDRO (41-54), su fie ‘ola primera carta de Pedro fue escrita desde Roma. La Bd , ia “Pansion fue contrarestada con las PERSECUCIONES Yee . ionaron Ia vida en los primeros III siglos. La imagen eclesiolog: ; secuciones y los &te tiempo esta justamente marcada por las Persee mite Elsitio de Jerusalén del afio 70 fue un acontecimiento decisivo en la Primera guerra judeo-romana. Fue seguido la caida de Masada en el afio 73. El eércto romano, dirigido por dl futuro emperador Tito, con Tiberio Julio Alejandro como su segundo al mando, sitié y conquisto la ciudad de Jerusalén, que habia estado ocupada por sus defensores judios en el afio 66 d.C. La ch fueron destruidos el mismo afio de su conquista ai. tempiy de Jerusalén todavia es lamentada anualmente dur, estividad a 0 biAv y en el Arco de Tito (todavia en pie en Roma Mdia Tish a), dond | celebra el saqueo de Jerusalén y el Templo. © S€ represents y La destrucci6n del Templo fue un acontecimiento imp la tradicion judia, conmemorado anualmente por los j 10: Tisha b’Av. Es igualmente importante para la teologta cristiana. Este evento hy sido relatado en detalle por el dirigente judio que habia entrado al servicio de los romanos y, luego, se convirtié en historiador: Flavio Josefo. | ayuno de Las persecuciones fueron muchas, como datos histéricos marcaremos las ms importantes: La persecucién de Diocleciano”, también llamada «Gran Persecuciém, fue la Ultima y quiza la mas sangrienta persecuci6n a los cristianos en el Imperio romano, i . » Maximiano En 303,la tetrarquia formada por los Au gusti Dioclecianoy ee Z 2 eae i 0s y los césares Galerio y Constancio, emitieron una serie dee - a a sori S abolian los derechos legales de los cristianos y exigian a la ver q Plietan con enfocaron hs 4 todos log ‘AS practicas religiosas tradicionales. Edictos posteriores se n el clero y demandaban sacrificios universales, ordenando habitantes realizar sacrificios a los dioses. La persecucién ‘ensidad a lo largo del imperio —las represiones mas débi- primer eee Galia y Britania, donde tinicamente se aplicé el cias orientales— Ae ce violentas se dieron en las provin- diferentes Ede las leyes Persecutorias serian anuladas e Milan de Licinio han en distintas épocas, Constantino y el Edicto de cién a los cristianos F, marcado tradicionalmente el fin de la persecu- S- En sintesis: ue las ma = E1303 se ordeno d, mar los libros sagr dog 10 LUGARES de culto y entregar y que- ados, * Enel mismo aio o : ;_ no obligaron al TERCER clero a offecer sacrificios a los dioses bajo pen: ‘a de muerte, * En el 304 (Cuarto Edicto) El ed: i icto se extiende a todos los cristia~ nos. Aqui se generaliza la persec ‘ucién y hubo muchos Martires. 4.1. El Concilio de Jerusalén: (aio 49) Hacia el afio 48 se plantea en Antioquia el problema relative a la cir- cuncisién de los no judios, cuando los cristianos procedentes de Judea piden la “libertad alcanzada en Cristo Jestis”, que también invocan Pablo y Bernabé para no imponer este rito a los cristianos proceden- tes del paganismo. La comunidad decide entonces llamar en causa a los Apostoles a los Ancianos de Jerusalén y llaman también a Pablo y Bernabé, con su compafiero griego Tito y vienen acompafados por una delegacion, ii e Jerusaléen ace , Lisi Apontoles ¥ Ancianos de Jeru én ace Plan ate, « do", reconociendo de cate ate ee del anung, io de Paty de Ia libertad de la graci ’ . re os confirma tambien 0 eee ponsables principales de la Iple aw ppcsoe ah aa ; ig de Pedro para lox cite uneidados y ¢ le ‘ablo para lo no gil son, De hecho, se da una forma de divisién del « AMpo mi Hioneto ; dado, Cefas y Juan hacia los judios, mientras que Pall, y Bernabe on paganos, ia 4.2. El ineidente de Antioquia La controversia que tuvo lugar durante la visita de Pedyo chu atestigua la rectitud de Pablo, para quien la verdad de| Evangelio a mite adaptaciones. Qué sucedi6? Un cristiano judio ¢ ircuncidady i podia, en aquel entonces, sentarse en la mesa de un cristiano Pagano sin incurrir en impuridad. Pues bien, en el contexto de Antiogufa, Pedro ¢s testigo de la supremacfa de la fe en Cristo que llama a sia todos los hombres y se contrapone a este principio... hasta que llegan los cris tianos enviados por Santiago, que preside la comunidad de Jerusaléa oculta sus sentimientos. Pablo entonces se rebela: “Me enfrenté con 4 cara cara, porque era digno de represion”. El compromiso que se habia tomado en Jerusalén aceptaba la existe cia de las comunidades mixtas que Pablo habia establecido en las jove- nes Iglesias de Asia Menor. Sin embargo, la comunién plena ent 4 cuncidados y no circuncidados resultaba problemitica. gAcaso - : considerarse secundaria la salvacién de Jesucristo? Pablo evn nueva vida en Ia fe, el don del Espiritu y la supremacia de a - diving sobre la ley... La contr aposicion se da entre Santiago Y a ), de Jerusalén, con Pedro y Bernabé (dudosos, que se alian 0% ch i i omnis? la misma Iglesia de Antioquia que confirma este comP" J Biictio loseguirs Silas. Tras este largo n 15,40)- abre un nuevo periodo para Pablo. se tema central oo. Pears » PAGANOS) para recibir el bautizo deben o no deben CIRCUNCIDARSEycum- plir otras prescripciones de la ley judaica (Hch.11,1-18). En el conocido «Incidente de Antioquia» (Gal.2,11) aio 313 se establece el fin de la persecuci6n y se reconoce a los cristianos el derecho a la practica religiosa y a edifi- cat los lugares de culto. Esto se conoce con el nombre de “Edicto de Milan” (lugar donde se firms). La victoria de Constantino sobre Majencio en la bata- decisiva sobre el puente MILVIO (312) que fue atri- ida a una intervenci6n di- Vina, da como resultado la li- Teligiosa. Finalmente, & aio 380 el emperador SIO declara: «que “su voluntad que todos los Oviciado que duré 1 TEODOsIO IEL GRANDE Flavio Teodosio en el seno cat Grande, fue Nacié en Coe de 347 y fallec de 395, fue e: su muerte. » Teodosio I o también Slico como Teodosio el un _emperador romano. 4 0 Itilica el 11 de enero i6 en Millén el 17 de enero mperador desde 379 hasta Con respecto a su Politica religiosa, continus con la intolerable Persecucién a los paganos Y tomé la trascendental decisién de hacer del cristianismo niceno © catolicismo la religion oficial del Imperio mediante el Edicto de Tesal6nica de 380. El cristianismo niceno Se convierte en religion de estado. El 27 de febrero del 380, declaré el cristianismo en su versién ortodoxa la tinica religion imperial legitima, acabando con el apoyo del Estado a la religién romana tradicional y prohibio la “adoracién ptiblica” de los antiguos dioses. pueblos sometidos a su imperio abracen la fe que la Iglesia r recibido de Pedro». Luego vino la paz consta ntiniana: a To tabi cid en “PODER Y RIQUEZA’ pero se empobrecig en ViRTURS (San. Jeronimo). ES, 5. Elsentido de la Iglesia: la herencia de las Primeras comunidades Las comunidades de las primeras generaciones, las que dieron in al Nuevo Testamento no nos han dejado ninguna descripcién aa ke Iglesia, ni mucho menos una teoria de lo que deberia forma, nos han transmitido mucho més que eso. ser. Pero en cierta En primer lugar, elaboraron y recogieron Poco a poco una serie de ¢s- critos, como: * Los evangelios, las Cartas de San Pablo y otros. :Datos que nos in- dican sobre la manera cémo vivian la Iglesia y sus miembros y como se iban estructurando Poco a poco? « Estos escritos llevan la huella de los problemas que se planteaban 2 las comunidades donde nacieron. * De estas fuentes, nacieron lo: ESTATUTOS normativos. s primeros los escritos y de ellos los tres primeros siglos entregaron todo un conjunto de practicas a 6 es § conocemos o llamamos tradiciones: La confesién de # ae ~~ isciplina Y yla cucaristfa, la comunion de los fieles, la disciplina ) inisterios", — » También © hha traido otras im] ntentaban , a Be j nae todavia no habia una clara demarcacién, Pero si una ia clara de Iglesia unitaria universal. chi jertas particularidades porque la apertura alos PAGANO tuar y co! arse e: a formas de ac ycompottarse en su mundo (diy, plantar una forma 0 modelo de Organizacién y Podemos ver que la fe de los primeros cristianos no se refleja a través de unos elementos ocasionales que manifies an la VI] is PREOCUPACIONES de las diversas comunidades 6 [1 ‘Transmiten una confesion de fe al rito bautismal, a la asamblea euca ristica, aparecen un conjunto de textos autoritativos o sea unas cu: izacio antas reglas de organizacion. La Iglesia es ante todo la comunidad centrada en un mensaje de fe: «La proximidad del Reino de Dios, la muerte y la resurreccién de Ness ms Nazaret. Esto se realiza en la Asamblea de los “Santos” y la celebracién de la Cena del Senor» (donde se vive la fraternidad), Es aqui donde se expresa la conciencia que la iglesia tenia de si misma. ¥ 6. La Ekklesia Portadora de la historia El nombre de «Ekklesia» palabra _———_____ emparentada con el «qahal» bi- Este término en su etimologia blico significa: «ASAMBLEA, | Procede del atin trio cls a su vez del griego «xkdycia» PUEBLO DE DIOS» desde el s. | lojiesisy, qe mopamene II se convierte en nombre técnico, | significa reunién o asamblea. comtin. De hecho, no se preocupa- fon en buscar una traduccién latina . Ys¢ contentaron con la significacién de: «Lclesiav. Este término desig- "ala vez ala comunidad local y al conjunto de todas las comunidades. La Bie asamblea o convocatoria de es «la totalidad del pueblo de Dios, realidad ducida en su aspecto visible; sin embargo, los sllamadog, Y 1 bien Concreta, i pot i aver » Stempre mis Vasty 2 manifestaciones»", En esta etapa todavia no aparece la Tol £0 sys Slesia g, institucidn © comunidad de salvacién; pe ; ro ya se encuentran : Mo elementos institucionales. . Tettos Aparece mas como el Conjunto de bautizos y se va definiendo * dad en la historia: «Su historia es la del mundo porg con Dios» que ha querido reunir a todo el univ erso como y criatura nueva. Esta consciencia extraordinaria d Si misma se expres, en el texto tan citado del DISCURSO A DIOGNETO (por el 10 200) que dice: «Los cristianos no se diferencian ¢ © los demas Por ly Gerra, lengua, ni costumbres (...) Donde habiten ellos vivirin de acuer- do a las costumbres, pero darin muestra de una conducta admirable, (...) para decirlo brevemente lo que es el alma en el CUETO, asi son los cristianos en el mundo". Esta misma conciencia se encuentra también en CLEMENTE DE ALEJANDRIA (antes del 221): «Dios no nos final. TUE esta en rel lacig, ~ n en Cristo, una conciencia de Iglesia universal o se plantea también como Particular para un servicio Universal; entonces aparece (adjetivo) CATOLICO es, em QQUIA (s. II). Todavia no 3 Pecialmente con { IGNACIg Di Te TENE UN sentido GEOGRAPK 0, qf ITATIVO, sino que se Presenta como rensaje que .. a cA ODOS LOS HOMBRES Y A La Tippy ne que se dirige ERRA ENTERA_ isION eal Iglesia €s revelar a log seres humanogs esta unj- D al que se perdi6, restaurarla Y Consumarla, La Pertenencig A ee Peacdera como un PRIVILEGIO Y Como una necesidad a Ia salvaci6n; como nos dice CIPRIANO, (200-258) obispo de Me RTAGO”: «No hay salvacion fuera de |. a Iglesias, PEro su intencién nds que todo era defender ala Iglesia contr, endencias Cismaticas alast 7, Segtin el modelo celestial La Iglesia en su aspecto visible se ee INVISIBLE © SEA CELESTIAL. penn” chos autores desde S. Ignacio hasta S. Agustin, el modelo perfec- to de toda “REALIDAD” es de orden: IDEAL- ESPIRITUAL INMUTABLE- ETERNO- BREVE- CELESTIAL. percibe como la manifestacién Elculto o sea la liturgia del cristiano se ve como un reflejo de la liber- tad celestial todo lo que pasa en el cielo pasa en la tierra; de esta forma todas las realidades de la Iglesia (especialmente los signos sacri les) son manifestaciones terrenas de lo que tiene su verdad ia? EL CIELO”. Por eso podemos manifestar que la res “— her Y terra» y su organizacion visible reproduce la estructur 8 celestial (Ignacio de Antioquia).

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