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RELACIÓN ENTRE DERECHO Y PODER

EL PODER TRAS EL CONJUNTO DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO

La teoría kelseniana sitúa el fundamento de la validez del Derecho globalmente


considerado no en el hecho del poder, sino en la norma fundamental. Sin embargo, como se
tratará de demostrar a continuación, Kelsen reconoce que el poder ASOMA peligrosamente
por el vértice del sistema jurídico, operando como dimensión fáctica condicionante de la
validez del conjunto de sus normas.

Es, ciertamente, en la cúspide del Ordenamiento, donde las relaciones entre el Derecho y el
poder se hacen más directas y evidentes y donde el poder político se manifiesta como la
piedra angular de un edificio, en el que la norma fundamental constituye un audaz pero
discutible pináculo.

La importancia de la eficacia garantizada por el poder para la determinación de la validez


del sistema jurídico se hace especialmente patente cuando Kelsen analiza el fenómeno de la
revolución, entendido como un cambio no legítimo de la norma constitucional es decir, no
efectuado de conformidad con las disposiciones constitucionales o de su reemplazo por
otra; situación que, hace especialmente claro el significado de la norma básica.

EL PODER TRAS CADA NORMA JURÍDICA

En todo caso, el poder efectivo no sólo penetra en la teoría pura por el vértice de la
pirámide jurídica, sino que se introduce además, por los entresijos del sistema
manifestándose en decisiones irregulares que consiguen obtener eficacia.

El poder aparece en el interior de la estructura jerárquica del orden jurídico reglamentado


por normas que establecen quiénes pueden actuar como poderes creadores de normas, cómo
deben actuar y qué contenidos deben respetar en tal actuación. Cuando el poder se mantiene
dentro de las determinaciones normativas, opera como autoridad jurídica de manera que sus
decisiones darán lugar a normas jurídicas válidas. El problema que se plantea en este punto,
al que Kelsen dedica una especial atención en sus escritos, consiste en dilucidar qué vale
como Derecho cuando el poder vulnera la regulación jurídica.

SUBORDINACIÓN DEL DERECHO AL PODER -SI O NO-


La tesis que explica el Derecho como simple expresión o manifestación del poder ha venido
siendo defendida desde la antigüedad por las diversas "filosofías de la fuerza", desde los
sofistas griegos hasta la más reciente actualidad. Muchos pensadores han coincidido en
establecer una vinculación tan esencial entre el Derecho y el poder que equivale a una
reducción del primero al segundo.

Un planteamiento de aquellos autores (ej. Marx) consistía en la existencia de un control


efectivo que ejercían sobre el Derecho los sujetos sociales que monopolizaban los resortes
del poder (reducción del derecho al poder). Según refiere Platón, el sofista Gorgias sostuvo
que “es ley natural que el fuerte rija y conduzca al débil; que el fuerte vaya a la cabeza y
que el débil le siga".

CONTRAPOSICIÓN ENTRE DERECHO Y PODER

La doctrina de la contraposición entre el Derecho y el desnudo ejercicio y aplicación del


poder ha dado origen a dos posturas: la que afirma una oposición radical y la que admite
algún tipo de convergencia entre ambos.

LA TEORÍA DE LA OPOSICIÓN RADICAL: sostiene que Derecho y poder representan


fenómenos tan esencialmente distintos que se excluyen entre sí, constituyéndose en
alternativas de actuación radicalmente contrapuestas. El Derecho representa el orden social
éticamente bueno, el poder y la fuerza sólo pueden generar una organización social violenta
y represiva. Por eso, al Derecho se le ha asignado siempre la misión de controlar el
ejercicio del poder dentro de las relaciones sociales.

LA TEORÍA DE LA CONVERGENCIA: afirma que el Derecho y el poder, a pesar de


ser dos diferentes principios de acción, no sólo no son incompatibles, sino que están
llamados a complementarse en la función de ordenar las relaciones sociales. Relación
dialéctica, compromiso dinámico e inestable. Las normas de conducta necesitan siempre el
respaldo del poder social, dado que se presentan con la pretensión de ser cumplidas de
forma inexorable. La colaboración entre ambos se debe a la necesidad que el segundo tiene
de ser eficaz.

DOCTRINA DE LA COMPLEMENTARIEDAD ENTRE DERECHO Y PODER


Como exige la propia función que corresponde a cada uno dentro del proceso de
organización de la vida social, las relaciones entre el Derecho y el poder político han sido
siempre especialmente estrechas. De un lado, el poder político es un elemento del todo
inevitable para el mantenimiento de la cooperación estable en los grupos humanos,
mientras que, de otro, el Derecho es el principio ordenador que regulariza las relaciones
colectivas y somete el ejercicio del poder al control de una normatividad social general.

Consecuentemente, el poder político, para cumplir su peculiar función, utiliza sobre todo
directrices formuladas a través de normas generales y estables. Estas normas, no sólo
prescriben cómo deben conducirse los hombres para convivir, sino que determinan al
mismo tiempo lo que es bueno o malo desde el punto de vista de los criterios o valores
vigentes en el respectivo grupo.

Así, el poder político reclama la existencia del Derecho, puesto que es el instrumento de
racionalización de los mandatos del poder. Y, a su vez, el Derecho, desde su propia
estructura funcional, reclama la presencia y respaldo de un poder político capaz de
garantizarle la eficacia.

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