You are on page 1of 1

Ansiedad

Todas las personas saben cuáles son los síntomas de la ansiedad: hormigueos en el estómago
antes de la primera cita, la tensión que se siente cuando el jefe está enojado, la forma en que el
corazón late si se está en peligro.
La ansiedad lo incita a actuar, lo anima a enfrentarse a una situación amenazadora, lo hace
estudiar más para un examen y lo mantiene alerta cuando está dando un discurso. En general,
ayuda a enfrentarse a las situaciones.
Pero si usted sufre de trastorno de ansiedad, esta emoción normalmente útil puede dar un
resultado contrario: Evita que se enfrente a una situación y trastorna su vida diaria. Los trastornos
de ansiedad no son sólo un caso de nervios; son enfermedades muy relacionadas con la estructura
biológica y las experiencias en la vida de un individuo y con frecuencia son hereditarias.
Hay varios tipos de trastornos de ansiedad, cada uno con sus características propias.
Un trastorno de ansiedad puede hacer que la persona se sienta ansiosa casi todo el tiempo, sin
causa aparente. Las sensaciones de ansiedad pueden ser tan incómodas que para evitarlas es
probable que usted hasta suspenda algunas de sus actividades diarias. La persona puede tener
ataques ocasionales de ansiedad tan intensos, que lo aterrorizan e inmovilizan.
En el National Institute of Mental Health, la agencia federal que apoya la investigación relacionada
con trastornos mentales, salud mental y cerebro, los científicos están aprendiendo cada vez más
sobre la naturaleza de los trastornos de ansiedad, sus causas y cómo mitigarlos.
Normalmente, tanto el miedo como la ansiedad son útiles porque nos permiten evitar situaciones
peligrosas, nos ponen alerta frente a las mismas y nos suministran motivación para afrontar los
problemas. Sin embargo, si estos sentimientos se vuelven demasiado intensos o duraderos,
pueden interferir en nuestra capacidad para hacer las actividades que queremos y hacernos sentir
desdichados e infelices.
Hablar sobre los problemas puede ayudar cuando la ansiedad surge ante algún conflicto reciente,
como puede ser la pérdida del empleo, el tener un hijo enfermo o el abandono de la pareja ¿Con
quién hablar? Lo recomendable sería intentar hacerlo con amigos o familiares en los que se confíe,
cuyas opiniones se respeten, y que sepan escuchar. Ellos pueden haber pasado por las mismas
dificultades, o conocer a alguien que las haya tenido.
Si hablamos, es probable que nos demos cuenta que otras personas han afrontado una situación
similar. Los grupos de autoayuda son una buena forma de entrar en contacto con personas que
han tenido problemas similares. Ellos serán capaces de comprender lo que nos está pasando y
nos podrán sugerir alguna forma de superar la situación. Estos grupos pueden estar centrados en
la ansiedad y las fobias, o pueden estar constituidos por personas que han pasado experiencias
similares (grupos de mujeres, de pacientes en duelo, de supervivientes de abusos).
Aprender a relajarse puede ser de gran ayuda para controlar la ansiedad. Esto lo podemos hacer a
través de grupos o de profesionales, aunque también existen libros y cintas de audio y de video
que pueden enseñarnos. Es una buena idea practicar con regularidad este tipo de técnicas, no sólo
cuando estamos en crisis.

La psicoterapia es otra opción donde podemos hablar. Nos puede ayudar a comprender y a
afrontar las razones de nuestra ansiedad que podemos no haber reconocido nosotros mismos.
Este tipo de tratamiento se puede dar en grupos o individualmente, generalmente con frecuencia
semanal durante varias semanas o meses, con psicoterapeutas que pueden ser médicos o no. Si
lo anterior no es suficiente, hay varios profesionales que pueden ayudar, tales como el médico de
cabecera, el psiquiatra, los psicólogos, los trabajadores sociales, las enfermeras, los consejeros.
También están los antidepresivos que no son adictivos y permiten aliviar la ansiedad, así como la
depresión, para la que habitualmente son prescritos. Algunos de ellos incluso parecen tener un
efecto específico en ciertos tipos de ansiedad. Uno de sus defectos es que requieren de dos a
cuatro semanas antes de actuar y algunos pueden causar sedación, vértigo, sequedad de boca y
estreñimiento. El tomar ciertos antidepresivos especiales, como los IMAOS, requieren de una dieta
especial.
No olvide que la vida sólo es una. Si no se cuida del estrés y la ansiedad puede hacer que ésta se
convierta en un infierno. Procure vivir con mayores niveles de control y disfrute todo aquello que le
permita bajar sus niveles de ansiedad; evitará problemas de salud y obtendrá más paz espiritual.

You might also like