Eres el Dueño de tu Actitud ante el Mundo

En muchas de las situaciones imprevistas que encontramos a diario, la diferencia entre responder
positivamente y reaccionar negativamente es lo que determinará qué tan lejos llegaremos en el
juego de la vida.
Responder es positivo; reaccionar es negativo. Lo cierto es que hay eventos que no podemos
cambiar. Lo importante es cómo responder a estas situaciones y sacar algo positivo de ellas o a
reaccionar negativamente y dejar que ellas se conviertan en una carga.
Es muy fácil responder positivamente ante situaciones favorables. La manera en que una persona
responde ante el triunfo o ante las situaciones favorables dice mucho acerca de ella, de su actitud,
de su carácter. Pero la manera en que ella responde ante las adversidades lo dice todo.
El día es mío. Yo puedo permitir que me cancelen una cita, pero de ninguna manera voy a permitir
que me dañen el día, porque me pertenece a mí. Muchos de nosotros permitimos que una
contrariedad, quizás temprano en la mañana, cancele el resto de nuestro día; que determine
nuestras acciones e influya sobre todas nuestras decisiones. Y esto sucede mas a menudo de lo
que imaginamos.
Quizás alguna vez has salido de casa camino al trabajo. Vas conduciendo tu automóvil
tranquilamente y no piensas ni positiva ni negativamente. Digamos que vas en neutro y de repente
otro automóvil se atraviesa bruscamente frente a ti ¿Cómo reaccionas?
Quizás sin pensarlo, inconscientemente, un pie va al freno, el otro al acelerador, y comienzan a
gritar: “Oiga, estúpido ¿por qué no mira por dónde va? Hubiera podido causar un accidente,
aprenda a conducir” Lo más probable es que no solamente vas a discutir y renegar de ahí hasta tu
trabajo, sino que cuando llegas a la oficina lo primero que haces es asegurarte de informar a todo
el mundo del idiota aquel que casi causa un accidente y pasas una, dos y hasta tres horas
hablando de lo mismo…y mientras tanto, el idiota aquel que casi ocasiona tan horroroso accidente,
conduce tranquilamente su automóvil, ignorando completamente el hecho de que tu tan siquiera
existes.
Pero él está ejerciendo completo control sobre tu día, diciéndote cómo actuar, cómo pensar y cómo
sentirte, afectando tu actitud para con las demás personas y tu productividad personal. Lo peor de
todo es que ni siquiera te conoce. ¿alguna vez te ha sucedido algo por el estilo?
Esta es precisamente la razón por la cual debes trabajar en construir una actitud positiva y sólida,
cuando alguien trate de estropearte el día, o cuando las cosas no estén saliendo como las habías
planeado, o como quisieras, para que tu actitud pueda permanecer intacta y puedas responder
positivamente ante cualquier situación.
Recuerda:
Eres dueño de tu actitud ante el mundo.
No permitas que otros elijan por ti cómo vas a vivir tu día.