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EP FITNESS Vol 3
EP FITNESS Vol 3
PERSONAL
FITNESS
CAPACIDADES
FÍSICAS
Y EL FITNESS
OBJETIVO GENERAL
Los participantes comprenderán las capacidades físicas tanto condicionales como
coordinativas para el correcto desarrollo por medio de la actividad física o
entrenamiento deportivo.
Contenido
1. Capacidades físicas
A. Definición de capacidad física
B. Clasificación de las capacidades físicas
C. Resultado de la integración de las capacidades físicas
El funcionamiento de todos los sistemas del organismo nos permite vivir plenamente:
estudiar, practicar deporte, pasear... Muchas veces, por el constante esfuerzo a que es
sometida en Ia vida, nuestra biomáquina se fatiga ¿Quién no ha tenido Ia sensación al
final de Ia jornada de estar completamente exhausto? La capacidad que tiene el
organismo para superar mejor ese cansancio depende de Ia Ilamada condición física.
¿QUÉ ES LA CONDICIÓN FÍSICA ?
Es un estado que permite a Ia persona poder desarrollar su trabajo diario con energía,
eficacia y sin que note cansancio. Además, una buena condición física previene de
enfermedades, asegurando disfrutar de una buena salud. Por el contrario, un
nivel deficiente de condición física repercutirá negativamente en Ia realización de
nuestras actividades diarias. Puede incluso, si su nivel es muy bajo, traspasar el umbral
de Ia salud y entrar en el de enfermedad, por un mal funcionamiento de los diferentes
aparatos y sistemas del cuerpo humano.
¿CUÁLES SON LOS COMPONENTES DE LA CONDICIÓN FÍSICA ?
La condición física es Ia suma del nivel de cada una de Ias cualidades físicas y
psicomotoras de Ia persona.
En general, la Condición Física es determinada por el nivel de desarrollo de las Cap.
Condicionales y Coordinativas, las cuales se sustentan en una base orgánica, nutrición y
entrenamiento continuo.
La Condición Física de una persona está determinada por una serie de factores: nos
son variables y se pueden modificar, otros son invariables y no permiten ser modificados.
Factores invariables son, por ejemplo, nuestra genética, edad o género. De la misma
manera que la genética nos confiere un color de piel determinado, también condiciona la
calidad de nuestros músculos, huesos, tendones, etc. De manera que unas personas
son muy flexibles, otras fuertes, otras veloces, otros muy coordinados… o todo lo
contrario.
Pero no nos olvidemos de los factores variables. Aquí tendríamos que hablar de la
alimentación, el descanso, la higiene… y, sobre todo, del entrenamiento. De este modo
estaremos modificando nuestra condición física.
Por lo tanto es posible que una persona con una carga genética muy buena tenga una
mala condición física porque no se cuida, ni entrena. De la misma manera, una persona
con una mala carga genética puede llegar a tener una buena condición física gracias al
entrenamiento, la constancia y el esfuerzo.
Dentro de estas variables que si podemos modificar y alcanzar una mejor condición
física o rendimiento deportivo, están sin duda las CAPACIDADES FÍSICAS, a
continuación definiremos que cuales son y estudiaremos cuales son sus características y
lo más importante como estimularlas y/o mejorarlas
Capacidades físicas
Podemos definir las capacidades físicas básicas como: “los factores que
determinan la condición física del individuo, que lo orientan hacia la
realización de una determinada actividad física y posibilitan el desarrollo
de su potencial físico mediante su entrenamiento” – Álvarez del Villar.
Tras analizar varias definiciones de autores como Antón, Matveev, Platonov, podemos
definir Las Capacidades Físicas Básicas (C. F. B.) como “predisposiciones fisiológicas
innatas en el individuo, que permiten el movimiento y son factibles de medida y mejora a
través del entrenamiento”. Estas son: la Fuerza, Resistencia, Velocidad y Flexibilidad.
En general, todas las capacidades físicas actúan como sumados de un todo integral
que es el sujeto y se manifiestan en su totalidad en cualquier movimiento físico-
deportivo. En esta sentido, las capacidades físicas básicas se van a caracterizar por:
Las condicionales refieren a rendimientos musculares cuyo proceso más está ligado a
componentes energéticos y metabólicos. Por su parte las coordinativas están más
basadas en el control por parte del SNC para dominar y adaptar acciones motoras a
situaciones determinadas, pudiendo ser éstas previstas o imprevistas. Las capacidades
condicionales son: - Fuerza - Resistencia - Velocidad
Tras analizar varias definiciones de autores como Antón, Matveev, Platonov, podemos
definir Las Capacidades Físicas Condicionales Básicas (C. F. B.) como “predisposiciones
fisiológicas innatas en el individuo, que permiten el movimiento y son factibles de medida y
mejora a través del entrenamiento”. Estas son: la Fuerza, Resistencia, Velocidad y
Flexibilidad.
En general, todas las capacidades físicas actúan como sumandos de un todo integral que
es el sujeto y se manifiestan en su totalidad en cualquier movimiento físico-deportivo. En
esta sentido, las capacidades físicas básicas se van a caracterizar por:
· La estrecha relación que mantienen con la técnica o habilidad motriz.
· Requieren procesos metabólicos.
· Actúan de forma yuxtapuesta cada vez que se realiza un ejercicio, es decir, se precisa de
todas las capacidades en mayor o menor medida.
· Hacen intervenir grupos musculares importantes.
· Determinan la condición física del sujeto.
•Están determinadas por factores energéticos que se liberan en el proceso de intercambio
de sustancias en el organismo humano, producto del trabajo físico.
•
•Son capacidades ENERGÉTICO-FUNCIONALES del rendimientos, que se desarrollan
producto de las acciones motrices consientes del individuo.
1. Flexibilidad
Definición
"Es la habilidad para aumentar la extensión de un movimiento en
una articulación determinada".
“Capacidad para desplazar una articulación o una serie de articulaciones a través de
una amplitud de movimiento completo, sin restricciones ni dolor, influenciadas por
músculos, tendones, ligamentos, estructuras óseas, tejido graso, piel y tejido
conectivo asociado” Thacker, S. 2004.
“Disposición de los tejidos corporales para permitir, sin lesionarse, movimientos de una o
varias articulaciones” Holt, 2008.
“Capacidad del sistema neuromuscular para conseguir movimiento eficaces con
una articulación o serie de articulaciones, en toda su movilidad, de forma indolora y sin
restricciones” Prentice, 2009.
Clasificación
Según la Cinética:
ESTÁTICA: Capacidad para mantener una postura en la que se emplee una gran amplitud
articular
DINÁMICA: Capacidad de utilizar una gran amplitud articular durante un movimiento o una
secuencia de movimientos
Según las articulaciones involucradas:
GENERAL: Capacidad de alcanzar grandes amplitudes articulares solicitando
simultáneamente a muchas o a casi todas las articulaciones del cuerpo.
ESPECÍFICA: Capacidad de alcanzar una gran amplitud articular en una sola articulación.
Según la Acción de la Fuerza
ACTIVA: Capacidad para alcanzar grandes excursiones articulares gracias a la
contracción de los músculos implicados.
PASIVA: Capacidad para alcanzar grandes excursiones articulares bajo la acción de
fuerzas externas, sin que se contraiga la musculatura involucradas.
Evolución
Atendiendo a la perspectiva de Tudor Bompa y relacionando las metodologías anteriores
con las etapas de desarrollo del joven deportista, se podría establecer que:
La etapa de iniciación (6 a 10 años de edad) es el momento más adecuado para
desarrollar la flexibilidad, aprovechando que, desde un punto de vista anatómico los niños
y niñas de estas edades no presentan ninguna restricción. La metodología más segura a
aplicar en el trabajo de la flexibilidad sería la estática.
La etapa de Formación deportiva (11 a 14 años de edad) es la fase en la que se debería
recalcar el trabajo de la flexibilidad con el ánimo de ayudar al fortalecimiento de las
articulaciones y mitigar las disfunciones anatómicas que se producen en
la pubertad. Las metodologías que podrán ofrecer un mejor resultado serían la estática y
la FNP.
La etapa de especialización deportiva (15 a 18 años de edad) es la fase en la que se
debería enfatizar el trabajo de la flexibilidad específica del deporte, prestando
especial atención a todo el sistema articular requerido en la práctica del deporte escogido.
Si bien en esta esta etapa se podrá trabajar con cualquiera de las tres metodologías
señaladas (estática, balística y FNP), se incidirá en mayor medida en la balística,
reproduciendo los movimientos exigidos por el deporte.
Desarrollo
El trabajo de estiramiento y mejora de la flexibilidad se puede realizar
utilizando las siguientes técnicas o metodologías:
a) Estática: Se trabaja de forma individual. El individuo lleva el estiramiento hasta el límite
del movimiento, sin forzarlo más allá. Una vez llegado a ese punto se aguantará la
posición durante un tiempo determinado. Es muy importante que se relaje la musculatura
implicada en el trabajo con el ánimo de facilitar el máximo rango de estiramiento.
b) Técnica por Presión: Al alcanzar el estiramiento máximo, con ayuda externa se alcanza
un mayor rango de movimiento.
c) Balística: Se trabaja de forma individual. El estiramiento se realiza a partir de
movimientos con rebote o dinámicos que se llevarán hasta el límite del movimiento
aplicado. En este caso, el individuo no mantiene la posición final alcanzada con
el estiramiento.
d) Técnica de Lanzamientos: En un movimiento activo libre, se aplica
una aceleración uniforme para propiciar el estiramiento de un músculo en específico.
e) Técnica por Tracción: Consiste en un movimiento pasivo forzado, pues emplea ayuda
externa al suspenderse o utilizar una máquina para realizarlo.
f) Stretching: Estiramiento que se sostiene de 10-20 seg. Como mínimo y de 50-60 seg.
Como máximo al llegar a su máximo.
g) Facilitación neuromuscular propioceptiva (F.N.P.): Se trabaja con la ayuda de un
compañero. El estiramiento se realizará en dos fases; una primera en la que, tras llevar
el músculo a su punto máximo de estiramiento, se efectuará una contracción
isométrica contra la resistencia del compañero, en la segunda fase, el individuo que está
estirando relajará la musculatura y el compañero aprovechará la anulación del reflejo
miotático para conseguir un nuevo punto máximo de estiramiento.
2. Resistencia
Definición
La Resistencia es la capacidad tanto física como psíquica de un individuo que se
caracteriza por aguantar y/o evitar la aparición de fatiga ante cualquier ejercicio físico a
una duración e intensidad determinadas. Se considera una de las herramientas
principales de la condición física (junto con la Fuerza, Flexibilidad y Velocidad) y en
definitiva uno de los condicionantes del rendimiento deportivo. Esta capacidad, también
conocida con el nombre de resistencia cardiorrespiratoria, se clasifica en: •
Resistencia aeróbica: es la capacidad para llevar a cabo un ejercicio, con la activación de
grandes grupos musculares, a una duración prolongada e intensidad baja-moderada.
Una carrera de fondo, el ciclismo o triatlón son ejemplos de este tipo de resistencia. •
Resistencia anaeróbica: es la capacidad para realizar un ejercicio de corta duración y
elevada intensidad con menor disponibilidad de oxígeno. A su vez, se subdivide teniendo
en cuenta la duración e intensidad del ejercicio en: 1. Resistencia anaeróbica aláctica:
característica de aquellos ejercicios de alta intensidad (puede llegar a ser máxima) y
corta duración (segundos) Ejemplos: lanzamiento de jabalina, salto de altura o longitud,
etc. 2. Resistencia anaeróbica láctica: característica de aquellos ejercicios de
alta intensidad y mayor duración (incluso varios minutos) Ejemplos: 200-400 m
de natación, 400-1000 m de atletismo, etc.
•Porta (1988): “la capacidad de realizar un trabajo, eficiente, durante el máximo tiempo
posible”
•“la capacidad de realizar un trabajo eficazmente, durante el mayor tiempo posible,
soportando o retrasando la aparición de fatiga” E. García y J. Pérez, 2013
Clasificación
Según su aplicación práctica:
•Resistencia General o Base. Posibilidades básicas para diferentes actividades
deportivas.
•Resistencia Específica. Adaptaciones a la estructura de resistencia de una modalidad.
En función de las distintas vías para la obtención de ATP:
RESISTENCIA AERÓBIA U ORGÁNICA: Esfuerzos de larga duración y una intensidad
relativamente pequeña.
RESISTENCIA ANAERÓBIA: Esfuerzos no demasiado largos pero con una intensidad
elevada.
Aláctica: Esfuerzo intenso que dura menos de 25” a 30”
Láctica: Esfuerzos de 30” a 3´
Evolución
Es un hecho constatado que la resistencia aumenta, de forma más o menos constante, a
lo largo de la infancia y la adolescencia, y que representa un factor de primer orden en el
mantenimiento de la salud.
A los 8-9 años se produce un aumento significativo en el rendimiento del niño/a, a los
11 años un relativo estancamiento y en torno a los 13 años se comprueba que los chicos
experimentan un gran aumento, mientras que las chicas no solo no la aumentan, sino que
en muchos casos se estancan. Por tanto, los chicos poseen mejores requisitos para el
entrenamiento de la resistencia en estas edades.
De los 15 a los 17 años, la capacidad de resistencia aumenta considerablemente,
alcanzándose niveles máximos de resistencia aláctica. En torno a los 20 años será
cuando el individuo esté preparado para realizar esfuerzos intensivos, que supongan la
mejora de la resistencia anaeróbica láctica, ya que el organismo estará más preparado
para tolerar la acumulación de lactato.
Entre los 20 y 30 años, tenemos la fase de mayor capacidad, tanto para esfuerzos
aeróbicos como anaeróbicos. De los 30 años en adelante, la resistencia comienza a
decaer, aunque más lenta que la fuerza y la velocidad. En estas edades, con un trabajo
adecuado se puede mantener a niveles muy altos.
Desarrollo
El trabajo de la resistencia requiere la realización reiterada de tareas y ejercicios. En la
educación física escolar es dificultoso, ya que la sesión se hace demasiado monótona y
poco motivante para los alumnos. Para ello, el profesor debe recurrir a diferentes
estrategias y métodos que amenicen y motiven la sesión de trabajo.
A. Métodos para el desarrollo de la resistencia
Métodos Continuos
Carrera continua uniforme.
Carrera continua variable.
Farlek sueco.
Métodos Fraccionados
Interval Training.
Circuit Training.
Método de repeticiones.
B. Edades aconsejables para su desarrollo
En general, en estas edades quedan excluidos los trabajos anaeróbicos lácticos y se
trabajará ante todo la resistencia aeróbica y en determinados momentos, la resistencia
anaeróbica aláctica.
6-8 años
Se plantearán actividades lúdicas y motivantes para mantener la actividad física en el
tiempo, mejorando así la resistencia en nuestros alumnos. Por ello, proponemos que se
trabaje en esta etapa mediante circuitos, ya que facilitan la ejecución, presentan variedad
en sus ejercicios y recuperaciones completas.
8-12 años
Se siguen planteando actividades lúdicas y además, trabajaremos en torno a los 10-11
años la Carrera Continua (20-30 min) y la Carrera Fraccionada (4-6 min), siempre
controlando la Frecuencia Cardíaca en nuestros alumnos.
3. Fuerza
Definición
Es la capacidad que tiene un músculo de generar tensión. Es la aplicación de la fuerza
muscular para cualquier tarea (la velocidad y la distancia no son factores de fuerza), tal
como a una barra de pesas, una pelota o el suelo que hay bajo los pies.
Para comprender esta cualidad es necesario recordar que los músculos son los
responsables del movimiento de nuestro cuerpo, y que son las fibras musculares las que
consiguen trasformar en energía cinética, en movimiento una energía química, y ello
gracias al metabolismo anaerobio o aeróbico.
Algo más sintetizado: Capacidad para vencer una resistencia externa o interna a través de
tensión muscular
Clasificación
Por tipo de Contracción Muscular
FUERZA ISOMÉTRICA: Existe tensión muscular, pero no hay movimiento ni acortamiento
de las fibras al no vencerse la resistencia.
FUERZA ISOTÓNICA: Existe movimiento venciéndose la resistencia, concéntrica o
excéntrica
FUERZA AUXOTÓNICA: es una mezcla de las dos anteriores debido a que de forma
natural no se dan ninguna de las anteriores de una forma pura
Por Resistencia Superada
FUERZA MÁXIMA: Es la capacidad que tiene el músculo de contraerse a una velocidad
mínima, desplazando la máxima resistencia posible.
FUERZA EXPLOSIVA: Es la capacidad que tiene el músculo de contraerse a la máxima
velocidad.
FUERZA RESISTENCIA: Es la capacidad que tiene el músculo de vencer una resistencia
durante un largo periodo de tiempo.
Evolución
Evolución de la Fuerza
El factor fuerza se desarrolla continuamente durante el período de crecimiento y
alcanza el máximo nivel durante la tercera década de la vida.
De los 6 a los 10 años, el desarrollo de la fuerza es lento y se mantiene paralelo entre
el hombre y la mujer. En torno a los 11 años, aumenta el desarrollo de la fuerza, siendo el
del chico mucho más rápido que el de la chica.
De los 12 a 14 años, no hay incremento sustancial de fuerza, sólo el ocasionado por el
crecimiento en longitud y grosor de los huesos y músculos.
De los 14 a 16 años, tiene lugar un incremento acentuado del volumen corporal,
primero en longitud y luego en grosor, lo que supone un alto incremento de la fuerza
muscular, hasta casi un 85% de la fuerza total.
De los 17 a 19 años, se completa el crecimiento muscular hasta el 44% de la masa
corporal de un individuo adulto.
De los 20 a los 25 años, se mantiene el nivel de fuerza. A partir de esta edad y hasta
los 30 años, se obtiene el máximo % de fuerza en ambos sexos.
Tras sobrepasar los 30 años, la fuerza sufre un descenso paulatino, frenado únicamente
con trabajos físicos adecuados de mantenimiento.
Desarrollo
En cuanto al desarrollo de esta capacidad, cabe destacar que la musculatura sufre
una Hipertrofia (Aumento del volumen muscular), algo que hace disminuir la resistencia y
la velocidad, aunque gracias al Principio de Adaptación, posteriormente, la velocidad y la
resistencia irán en aumento a medida que aumente la capacidad del músculo. Siempre y
cuando las cargas y los descansos sean adecuados, se dará una mejora en el desarrollo
de la fuerza y de cualquier otra capacidad.
Edades aconsejables para su desarrollo
6-8 años
La estimulación debe ser global, a través de acciones como empujar, traccionar,
siempre de forma jugada y con precaución.
En estas edades podemos observar la descompensación que existe entre el tren
inferior y el tren superior debido a que casi todos los desplazamientos se realizan de
forma bípeda, por ello se recomienda un trabajo lúdico de ejercitación del tren superior
mediante acciones de trepar, reptar, a gatas, de arrastre, etc.
8-10 años
En esta etapa, el entrenamiento de fuerza buscará la mejora de la coordinación
neuromuscular sin desarrollo de la hipertrofia muscular, a través de acciones globales
como en la etapa anterior pero con juegos y ejercicios algo más complejos. Empezaremos
a incluir pequeños trabajos de tonificación muscular en los calentamientos.
10-12 años
En estas edades tiene lugar un aumento considerable de la Fuerza Explosiva en los
niños. Ésta la trabajaremos mediante saltos (tren inferior) y lanzamientos (tren superior).
También se desarrollará la Fuerza Resistencia a través de actividades lúdicas como
mantener el equilibrio, pelea de gallos, etc.
* El trabajo de Fuerza Máxima está excluido en estos momentos, por el alto riesgo de
lesión que supone.
Métodos de desarrollo de la fuerza
FUERZA MÁXIMA
El desarrollo de la fuerza máxima se consigue por tres propuestas:
1. A través del aumento del tamaño del músculo, por una hipertrofia muscular, lo que se
denomina un “entrenamiento de desarrollo muscular”.
2. Mejorando la utilización sincrónica, de manera sincronizada, en la mejor
coordinación, del mayor número posible de unidades motoras en el músculo, a través de
lo que se conoce como un “entrenamiento de coordinación intramuscular”.
3. Por la combinación de ambos métodos, lo que denominamos “entrenamiento
combinado”.
Sería:
· Intensidad: 40 - 60 % de las posibilidades máximas.
· Repeticiones: De 8 a 12.
· Velocidad del movimiento: Mediana, salvo en el caso de que queramos un
incremento muscular extremo, como en e caso de los culturistas, en el que la velocidad
será lenta y sin interrupciones.
· Número de series: De 3 a 8.
· Recuperación entre series: 1’ 30’’ a 2’.
2. ENTRENAMIENTO DE LA COORDINACIÓN INTRAMUSCULAR
Los sujetos que no realizan actividad física, que no entrenan, no son capaces de activar
de forma sincronizada un gran número de unidades motoras de su musculatura, esto se
puede lograr desarrollando un entrenamiento de coordinación intramuscular, que por el
empleo de cargas máxima y sub-máximas (75 - 100 %), se produce cuando movilizamos
las mismas.
Es normal que, empleando este método, el aumento de la fuerza máxima sea rápido y
elevado, sobre todo cuando el sujeto que entrena ya tiene una base de entrenamiento
anterior y esta familiarizado con este tipo de trabajo.
Con este tipo de entrenamiento no se produce un aumento de la masa muscular, una
hipertrofia tan perceptible como con otros métodos, debido a la corta duración de los
estímulos (pocas repeticiones) por las cargas tan elevadas, de forma que se piensa que el
incremento en la fuerza se debe mas a la mejora de factores nerviosos y bioquímicos, que
a esa hipertrofia.
Se diferencian dos métodos, en los que se consigue, debido a la intensidad elevada de
las cargas, un marcado y rápido aumento de la fuerza sin aumento de la masa muscular
ni de peso corporal, es decir, se consigue aumentar la fuerza relativa (cociente entre la
fuerza máxima y el peso corporal). Por el contrario, se producen cargas elevadas de tipo
psíquico y físico, con grandes exigencias en articulaciones, ligamentos y tendones, no
siendo recomendable utilizarlos con principiantes y con mucho cuidado y según el
entrenamiento de base desarrollado en jóvenes.
Se basa en enlazar una contracción muscular excéntrica, para frenar el salto con un máximo de fuerza
muy elevado, tras una corta fase isométrica, la contracción luego se convierte en concéntrica al volver a
saltar, por lo que se entiende así el efecto especial de este método para el desarrollo de la fuerza a
través de la colaboración entre los sistemas nervioso y muscular.
La base de este tipo de entrenamiento de la fuerza es la combinación de las dos posibilidades biológicas
para aumentar la fuerza máxima, uno es la hipertrofia muscular, con un entrenamiento de cargas bajas y
muchas repeticiones, y otro, la mejora de la coordinación intramuscular con un entrenamiento de cargas
elevadas y pocas repeticiones.
Se le conoce como “entrenamiento en pirámide”, que según el objetivo perseguido se puede realizar de
dos posibilidades básicas:
· Si el entrenamiento se dirige hacia la “hipertrofia muscular”, predomina el número elevado de
repeticiones, con una mayor duración del estímulo, se conoce entonces como “pirámide aplanada”.
Esto es porque cuando las cargas durante el entrenamiento se incrementan mas de lo que exige la
competición o la actividad física concreta, aunque sea con una pequeña cantidad de sobrecarga, ya no
se desarrolla la fuerza velocidad o explosiva, se trabajará otro tipo de fuerza. De esta forma, una vez que
se ha alcanzado la velocidad máxima de contracción, no se podrá mejorar mas la fuerza explosiva o
fuerza velocidad, con otro entrenamiento de fuerza velocidad.
La eficacia completa del entrenamiento de la fuerza explosiva solo se alcanza en combinación con las
formas de entrenamiento de la fuerza máxima, y habitualmente se sigue un proceso en el siguiente
orden:
· Primero se realiza un aumento de la fuerza máxima, con los métodos correspondientes.
· Intensidad: Igual o menor peso corporal o los instrumentos que se utilizan en la actividad.
· Velocidad de movimiento: Explosiva.
· Repeticiones: De 6 a 10.
· Número de series: 6 a 10.
· Recuperación entre las series: 2’.
· Si lo que necesitamos es una fuerza elevada con poca resistencia, se puede prescindir de un
entrenamiento específico de la fuerza resistencia, puesto que el trabajo con cargas elevadas da lugar a
utilizar fuentes energéticas anaeróbicas que sería lo que interesaría.
· Si la fuerza es baja con respecto al nivel elevado de resistencia que se necesita será suficiente
con incrementar la capacidad aeróbica con circuitos o entrenamientos del deporte o actividad a
intensidades elevadas.
4. Velocidad
Definición
Habilidad para moverse rápido.
La velocidad es uno de los componentes de la estructura condicional de nuestros
deportistas y como todas, se trata de una cualidad física compleja por lo que para
su entrenamiento han de tenerse en cuenta dos aspectos fundamentales:
la coordinación y la fuerza. La conceptualización actual de la velocidad en deportes de
equipo incluye aspectos de distinta naturaleza actuando en interacción: aspectos
bioenergéticos, musculares, informacionales, y coordinativos (Martín Acero, 1993).
Torres, J. (1996), define la Velocidad como “la capacidad que nos permite realizar un
movimiento en el menor tiempo posible, a un ritmo máximo de ejecución y durante un
periodo breve que no produzca fatiga”.
Clasificación
Según Harre (Citado por Matveev, 1992), distinguimos entre:
V. CÍCLICA: propia de una sucesión de acciones (correr, andar).
V. ACÍCLICA: propia de una acción aislada (lanzar).
Según varios autores, existen dentro de los Caracteres Hereditarios (C. H.), unos que
son Estables y otros que son Hábiles:
C. H. Estables: rasgos que no pueden modificarse o que son muy difíciles de modificar,
como es el caso de la Estatura, y en el caso de las C. F. B. podría ser la velocidad.
C. H. Hábiles: rasgos que son fáciles de modificar, como el Peso, y en el caso de las C. F.
B. podría ser la fuerza o la resistencia.
CAPACIDADES
FÍSICAS
COORDINATIVAS
Algunos estudios en medicina demuestran que a los quince días de concebida la
fecundación, se empiezan a formar las primeras células nerviosas (Sadler, 2001, p. 398);
por tal motivo, el funcionamiento del cuerpo en su gran mayoría, se inicia a partir de la
estimulación de dicho sistema. Por ende, la disposición del Sistema Nervioso Central
(SNC) permite adaptar el organismo a las condiciones existentes en el medio, a través de
los reflejos manifestados así; en una primera etapa el niño aprende la elevación vertical, a
gatear, pararse, marcha, articulación vocal, manualización, individualización del
comportamiento y otros aspectos biológicos, sociales y psicológicos como la afectividad,
entre otros; para luego incrementar lentamente dichas posibilidades.
Por tal motivo como lo señalara Vygotski (1987, p. 438) “los primeros años de vida
constituyen el periodo más denso y lleno de valor del desarrollo general”; lo cual es de
gran importancia porque la estimulación motora, intelectual y social de cualquier escolar
en las primeras edades le darían grandes posibilidades en el desarrollo biopsicosocial.
Teniendo en cuenta las propiedades del SNC como la plasticidad del mismo en los
primeros años de vida (Vygotski, 1987, p. 218-222) “el periodo de mayor plasticidad del
sistema nervioso y más sensitivo para el desarrollo general del niño es el comprendido
entre los 0 y 5 años”, lo que indica que el cuerpo es capaz de adaptarse a cualquier
situación ya sea positiva o negativa, por lo cual es necesaria su estimulación temprana.
Por medio del ejercicio físico, la persona recibe estimulaciones significativas que le
posibilitan relacionarse con situaciones concretas, lo que contribuye a que la persona
conozca sus potencialidades físicas y psíquicas para la actuación social; además, le
proporciona a los escolares autoafirmarse, sentirse, expresarse, y comunicarse, para de
esta forma determinar en él impresiones positivas hacia a su cuerpo, capacidades
(intelectuales y motrices) y actividades sociales que debe desarrollar.
Algunos autores definen a las capacidades coordinativas como:
Es la capacidad que permite al deportista dominar las acciones motoras con precisión y
economía, en situaciones determinadas, que pueden ser previstas (estereotipos), o
imprevistas (adaptación), y aprender de modo relativamente más rápido los gestos
deportivos (Frey, 1977).
Es la capacidad de coordinación (sinónimo: destreza) está determinada ante todo por los
procesos de control y de regulación del movimiento (Hirtz, 1981).
Se las denomina como capacidades básicas relacionadas estrechamente con la
coordinación la capacidad de dirección, de ritmo, de diferenciación y de equilibrio (Martin,
1982).
El término aptitudes de coordinación hay que interpretarlo, en primer lugar, como la
aptitud de organizar (formar, subordinar, enlazar en un todo único) actos motores
integrales y, en segundo lugar, la facultad de modificar las formas elaboradas de las
acciones o trasladarse de una a otra conforme a las exigencias de las condiciones
variables (Matvéev, 1983).
Son capacidades sensomotrices consolidadas del rendimiento de la personalidad, que se
aplican conscientemente en la dirección de movimientos componentes de una acción
motriz con una finalidad determinada (Ruiz, 1985).
La coordinación motriz se puede definir como la organización de las acciones motoras
ordenadas hacia un objetivo determinado (Schnabel & Meinel, 1988).
La coordinación es el efecto conjunto entre el sistema nervioso central y la musculatura
esquelética dentro de un movimiento determinado, constituyendo la dirección de una
secuencia de movimiento (Hanh, 1988).
La palabra “Coordinación” hace referencia a una serie de acciones musculares de gran
precisión, en su encadenamiento cronológico, y en sus intensidades respectivas y
sucesivas (Lambert, 1993).
Las capacidades coordinativas se identifican con el concepto de destreza, entendida
como la capacidad para resolver rápida y adecuadamente las tareas motoras (García
Manso & col., 1996).
La capacidad del sistema neuromuscular para controlar, regular y dirigir los movimientos
espacio corporales y temporales en las actividades físico deportivas, que se expresa en
la coordinación motriz ínter e intramuscular en estrecha unión con el sistema nervioso
central, donde la calidad de los procesos de la percepción, la representación y la
memoria del individuo son determinantes para una correcta ejecución motriz del
movimiento (Collazo, 2002).
Características de la C. F. Coordinativas
Autores como B. Verdecia (2002), E. Alonso (2002), A. Ruiz (1985), M. Hernández
(2002), A. González (2002), G. Baglans (2002), A. González (2002), A. Esponda (2002),
A. López (2000) & L. Mosston (2009), I. Fleitas (2002), D. Cománs (2002), L. Gutiérrez
(2002), R. González (2002), I. Rodríguez (2002), M. Sarmiento (2002) y A. Cabrera
(2009), entre otros, plantean que las capacidades coordinativas se caracterizan en
primer orden por el proceso de regulación y dirección de los movimientos, donde se
interrelacionan áreas motoras, cognitivas perceptivas y neurofisiológicas; constituyen
una dirección motriz de las capacidades del hombre y solo se hacen efectivas en el
rendimiento deportivo, a través de la unidad con las capacidades físicas condicionales;
vienen determinadas por los procesos de dirección del SNC y dependen de él.
Según Verdecia (2002, p. 83), citando a Hirtz (1985, p. 144), los periodos sensitivos o las
edades más propicias para el desarrollo de las capacidades coordinativas son las
siguientes:
Capacidad para coordinar bajo presión de tiempo (de seis a ocho años, para ambos
sexos).
La capacidad de diferenciación y coordinación fina (de seis a siete y de 10 a 11 años,
para ambos sexos).
La capacidad de reacción óptica y acústica (de ocho a diez años, para ambos sexos).
La capacidad de ritmo (de siete a nueve años en las hembras y de ocho a diez años en
los varones).
La capacidad de orientación (de 12 a 14 años para ambos sexos).
La capacidad de equilibrio (de nueve a diez años, para ambos sexos).
Estas capacidades tienen una fase de desarrollo intensivo desde los 6 a los 11 años,
debido a que en estas edades se observa una madurez más rápida del SNC,
produciéndose un ligero descenso en las de 12-14 años. Como resultado del desarrollo
alcanzado por el aparato vestibular y otros analizadores (óptico y acústico), así como una
mejora del análisis y la elaboración de información sensorial, se logra un elevado nivel de
desarrollo de las capacidades coordinativas, lo que posibilita que los escolares, si son
bien enseñados, pueden llegar a dominar habilidades motrices de una alta complejidad
de ejecución.
Entrenamiento de las capacidades
Coordinativas
En cuanto al entrenamiento de las capacidades coordinativas, Roth, citado por Álvarez
(2009 p. 21), basándose en trabajos propios y de Mechling, Neumeier & Te-Poel (2003),
presentó dos elementos básicos:
Por un lado, los procedimientos de elaboración de la información aferente, donde se
destaca la acción de los analizadores de los canales sensoriales: óptico, acústico, táctil,
cinestésico y vestibular.
Por otro lado, la emisión de la información eferente conforme a las diferentes exigencias
con relación al volumen y cantidad de los grupos musculares necesarios para la acción
(motricidad fina y gruesa).
El autor de la presente investigación manifiesta que existe una incoherencia en los
aspectos citados de los autores que preceden este análisis debido a que no solamente
se necesita a que haya rendimiento deportivo, para que se evidencie la relación entre las
capacidades físicas condicionales y coordinativas; considerando que a partir de que
haya un estímulo de cualquier intensidad de las unidades motoras, se manifiesta la
relación entre las capacidades físicas condicionales y coordinativas y por ende su
desarrollo.
Contenido:
L.E.F. Diego Armando López Lozada.
Colaboradores:
Israel Sergío Gómez Quijano y Sofía del Carmen Gutiérrez Mora.
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