You are on page 1of 8

Triduo de la Virgen Peregrina de

Schoenstatt en la visita a nuestro


hogar

Mayo 2012

¡Madre, quédate con nosotros!


2
Queridas familias:

El mes de mayo de cada año, como Uds. conocen, es el


mes de las madres. Y siempre nos preocupamos por
darle un agasajo especial a nuestra Madre del cielo. Por
esta razón queremos invitarla a nuestra queridísima
Virgen María a que se establezca en nuestros hogares de
una manera muy especial y que nos acompañe de cerca
con nuestras familias en cada de día de este mes.

La visita de este año será una visita diferente. Hemos


estado habituados a la visita física del cuadro de nuestra
Madre, pero estamos en tiempos diferentes y por lo
tanto su visita será de forma virtual. Siempre con mucho
amor y mucho afecto ante el anhelo de tenerla presente
en nuestros hogares totalmente seguros que el amor de
ella se mantendrá en nuestros corazones si así lo
deseamos.

Como cada año, será una visita de tres días. En este


Triduo de la Virgen peregrina, María quiere salir del
Santuario y entregarse a nosotros, abrirnos su corazón
de una forma extraordinaria y llevar a nuestros hogares
las gracias del Santuario; Cobijamiento, Transformación
y Envío apostólico. Cada día meditaremos en una de
estas tres gracias.

Abrirle las puertas de nuestra casa, es expresarle a


nuestra Madre con todo amor y humildad que
realmente queremos darle un lugar en nuestra vida, que
con su presencia nos inunde de la alegría que llena su
corazón. Por lo tanto, preparemos para Ella un lugar de
honor, dediquemos un tiempo a ponernos en su
presencia y escuchemos. Dejemos que su saludo llegue a
nuestro corazón.
3

Primer Día

Iniciemos este momento

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


Amén.

Querida Madre Reina y Victoriosa tres veces Admirable


de Schoenstatt: ¡Gracias por elegir nuestra casa y venir a
visitarnos!

Te recibimos con el corazón abierto y lleno de anhelos,


confiando que tu paso por nuestro hogar será una
bendición para cada uno de nosotros en este tiempo de
pandemia.

En este primer día de tu visita, queremos pedirte la


primera gracia que derramas desde tu Santuario: la
gracia del cobijamiento, del arraigo en Dios, del saberse
amado por Dios.

Querida Madre: ¡Regálanos esa experiencia de amor que


tanto necesita nuestro corazón! Haz de nuestra casa un
hogar cálido donde reine un ambiente de amor, paz, y
alegría.

Hoy más que nunca queremos que cada miembro de la


familia se sienta comprendido, escuchado y acogido por
todos y por Dios, que es el centro de nuestras vidas.

Momento de reflexión e intercambio en familia:

Todas las familias tienen historias en las cuales Dios


actuado en nuestras vidas y nos ayudó a salir adelante.
Pensemos en alguna historia familiar en que tuvimos
4
alguna dificultad. (momento de silencio para recordar)
Ahora queremos intercambiar sobre esos momentos:

1. ¿Cómo Dios nos manifestó su amor en esa


circunstancia que nos tocó vivir?
2. ¿Cómo logramos sobrellevar esa dificultad?
3. ¿De qué instrumento se valió Dios para sacarnos
adelante?
4. ¿Qué virtud de María podríamos imitar para
sobrellevar el aislamiento?

Oración:
Querida Madre y Reina, tú estás aquí, tú eres la puerta
de entrada al corazón de Jesús... Quiero entrar contigo
en el corazón de tu Hijo y de Dios Padre.

¡Qué regalo que nos visites! Todo hijo se alegra cuando


su madre lo visita. Por eso nos alegra que estés hoy con
nosotros y te agradecemos por este encuentro de
corazones.
Regálanos la gracia del cobijamiento que tanto
necesitamos en este tiempo de aislamiento.

Queremos poner nuestras alegrías y sufrimientos en tus


manos maternales. Sabemos que todo lo que pasa en
nuestra familia es importante para ti, por eso acógenos
con ternura y amor, para que, como familia, vivamos
muy unidos a ti estos días especiales.
Amén

Se puede rezar un Rosario, un Misterio o tres Ave


Marías.
Propósito:
Haré una demostración de amor a algún miembro de mi
familia.
5

Segundo Día

Iniciemos este momento

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Querida Madre Reina y Victoriosa tres veces Admirable de


Schöenstatt: ¡Gracias por elegir nuestra casa y venir a visitarnos!

Te recibimos con el corazón abierto y con el anhelo de aprovechar


este tiempo de aislamiento para poder crecer y dejarnos educar por
ti en este paso por nuestro hogar.

En este segundo día de tu visita, pedimos la gracia de la


transformación interior. Queremos dejarnos educar por ti.

Querida Madre, te pedimos nos ayudes a vencer nuestros egoísmos,


regálanos los milagros de gracias que necesitemos para ser cada día
mejores hijos, esposos(as) hermanos(as), padres.

Momento de reflexión e intercambio en familia:

Lo que decido en los caminos de la vida cotidiana, se ha definido


primero en el corazón. Es allí donde se decide mi comportamiento
concreto en cada una de las situaciones. Con mucha humildad y
sabiendo que somos humanos y vulnerables, pensemos cuáles han
sido las dificultades en este tiempo de vivencia en común.
(momento de silencio para reflexionar) Ahora queremos tener un
intercambio de corazones.

1. ¿Qué actitudes de María me gustaría conquistar para que el


bien común en mi casa fuera más llevadera?
2. ¿De qué manera puedo encauzar hacia algo positivo, esas
actitudes?
6

3. ¿De qué manera puedo ayudar a otros a sobrellevar las


dificultades?
4. ¿Pidamos de manera humilde, a la Mater que me eduque y
transforme en aquello que creemos debemos mejorar?
5. ¿Cómo puedo vincularme más a María en este mes
Mariano?

Oración:

Querida Madre y Reina, tú estás aquí, tú has llegado a nuestra casa,


a través de “otra puerta” porque no quieres dejar de entrar y de
regalarnos la vivencia de un mes de María muy especial.

Tu vienes para compartir nuestra vida y entregarnos el tesoro más


grande que guardas en tu corazón, tu Hijo. Por eso nos alegra que
estés hoy con nosotros y te agradecemos por este encuentro de
corazones.

Regálanos la gracia de la transformación interior que tanto


necesitamos para la vivencia en común.

Cuando consideramos nuestras propias fuerzas, toda esperanza y


confianza flaquean; Por eso Madre a ti extendemos nuestras manos
e imploramos abundantes dones de tu amor.
Amén

Se puede rezar un Rosario, un Misterio o tres Ave Marías.

Propósito:

Me esforzaré por mejorar aquel punto de mi personalidad que a


veces causa dolor a otros (por ejemplo, el mal genio, la flojera, el
espíritu negativo, las malas palabras, etc.)
7

Tercer Día
Iniciemos este momento

Querida Madre Reina y Victoriosa tres veces Admirable de


Schöenstatt: ¡Gracias por elegir nuestra casa y venir a visitarnos!
Te saludamos con alegría y gratitud porque a través de tu visita
quieres fortalecer nuestra fe y encendernos en amor a tu Hijo y a la
Iglesia.
En este tercer día de tu visita, pedimos la gracia del envío apostólico
que nos impulsa al encuentro con nuestro prójimo.
Querida Madre; ¡Regálanos un corazón grande para poder ver la
acción de Dios en nosotros y en las demás personas!

Momento de reflexión e intercambio en familia.

En las circunstancias difíciles que estamos viviendo, ¡qué valiosa es


la convivencia! La importancia de preocuparnos los unos por los
otros, de respetar la originalidad de cada uno y también aportar lo
propio nuestro. Dios ha distribuido su amor en cada una de las
personas de una manera diferente. (Por un momento pensemos una
cualidad o don que Dios nos ha regalado, puede ser algo que hago
bien). Ahora tengamos un intercambio de corazones.

1. ¿Cuál es esa cualidad original o don que Dios me ha


regalado?
2. ¿De qué manera se manifiesta en mí?
3. ¿Cómo puedo compartirlo con los demás?
4. ¿Qué virtud de María podría imitar para crear en casa una
atmosfera Mariana?
5. Agradezcamos por cada cualidad o don que Dios le ha
regalado a cada miembro de la familia.

Oración:
Querida María; hoy estás en nuestra casa y quieres hacer aquí
milagros de gracia, uno tras otro. Queremos alegrarnos por la
diversidad de personalidades, que podamos ser hombres y mujeres
que recibamos al otro con respeto.

Queremos entregarte nuestro corazón y que Tú nos entregues el


tuyo para que irradiemos una atmósfera de cielo en nuestro hogar.

Regálanos la gracia del envío apostólico para poder compartir con


solidaridad nuestros dones.

“Aseméjanos a ti, y enséñanos a caminar por la vida tal como tú lo


hiciste, fuerte y digna, sencilla y bondadosa repartiendo amor, paz y
alegría. En nosotros recorre nuestro tiempo preparándolo para
Cristo Jesús.” Amén

Se puede rezar un Rosario, un Misterio o tres Ave Marías.

Propósito:
Escogeré a una persona de mi familia y compartiré una
responsabilidad en casa juntos.

You might also like