You are on page 1of 125
MAURICE BLANCHOT EL ESPACIO LITERARIO EDITORA NACIONAL, MADRID (QUEDA EXPRESAMENTE PROHIBIDA SU COMERCIALIZACION 1 sprout pati de te iro, o sutras pot io eee, va “evchoy sed Cuan lin debe sy Primera econ uni de 2002 Damo de cubien: Caos Gomes del Pads ‘hl orginal on ong race Bopace acre 1 def eaducsn, Vey aby Jorge Has, 1987 Zeta 3, so naar Ison 84557-0200-1 Depo og ¥a7-2002 EL ESPACIO LITERARIO Un libro, incluso un libro fragmentario, tiene un centro que to arae: centio no hijo que se despliza por la presion del libro y as Ereunstincas de su composiccn. También centro fj, que se esplaza si es verdadero, que sigue siendo el mismo y’ se hace ‘cada Vez mis cental, mais escontdido, mds incieno y als impe ‘Reso. El que esenbe el libro, lo escrbe por deseo, por ignoran- ia de este centa, El sentimiento de habetio tocada puede muy bien no ser mis que la isin de habero alcanzade, cuando se twata de un libro de ensayos, hay una cera lealiad metodiea en adlarar hacia qué punta parece dirgirse el ibro; aqui, hacia las piginas tiuladas “La mirada de O:teo PROLOG Ata EDICION EsPaROLA: DEA LTERATURA COMO ERPERIENCIA ANON DEL ERSAMIENTO EL espacio & través del cual se roan os pros no es espacio ino que reais ros. espacio nos supers waduce as coms Para que el ser de un Aol seu og, tof tirededor de le espacio interior eve expaclo {Que so anc ent. Roseslo de reser {Epo sabe limeare, Soo tomand forma ‘ent renunciamleno se ruse realmente bo 3M mu, 1924, En el libro décimo de Jas Metamorfosts nos selata Ovidio del modo siguiente la historia de Orfeo, el poeta y misico mas toso de la anigiedad. Después de ayudar con su misica alos argonautas en guesras y navegaclones, Orfeo se cas6 con Eur dice y 20 establecid en Traci. Pero no fueron miuy felices, Eu dice fue mordida por una serpiente encantada. Y O#leo tuvo la fosidia de descender al Hates para implorar 2 las dvinidades Infernales el regreso de su armada. La llegada de su misica y de su canto hechiz6 a los guardianes del reino de las sombeas, quienes no pudieroa negade la gracia que solictaba. Una sola Condicion le fue impuesta: Furldice puede segresar con a al ‘mundo superior s6lo si Orfeo no vuelve su cabeza para mirsla hhasta que ella esté a salvo bajo la luz del sol. Mas Orfeo, atemo- sieado por la oscuridad del camino que él abre y guia con los, ones de su lea, olvida Ia condheion dels partis, ys presa de Ta Aansiedad, vuelve [a cabeza para mirar a Euridice y éxa se esfuma al instante: Quiere ol abrazarla...y sd abraza como tun ligero ‘bumo! Orteo pesdert a Euridice ¥ no conseguirh permiso par regresar al inferno. Cuenia Ovicio que Orfeo se reli entonces de la vida mundana y se dedics hasta su muerte'a ensefr los Iistedos sagrados ya profetizar la suerte que merece Ia maldad ‘del sucrifieo con asesinao. Su lira, por intercesion de las Musas, fue colocada en el frmamento en forma de constelacin. TT Ryno Ovo Naso, las tamer, x1 a wadion llamada éxfica,caractenzada por el cult al dios Dionisos y al poeta Orfeo del que toma su sombre, veia en este ruto grego la inversion de la doctnaa de Ia anstocraca gen ea Esa consdeabs que la vida de ulletomba es unt mera ‘continuacion de Ia terrena Los Orficos pensaban, 2 [a invers, {que Is permanencia del alma en el cuespo no es fino una caela Sel alma desde ef mundo de ultatumba o espacio de la Felice ‘dad Provestaban asi conya la escavizacion del hombre por [a palabra, ya que el absadono del cuerpo equals ala Mberalza- Gon del espinns de au nstrumento pavlane, cuya alma podia finalmence cally 1a figura de Orfeo ocupa también centalmente BI espacio he. ranode M ‘Blanchot, cuya obra eriuca y iterara parece concea: tear todo ss esfuerzo en lt actualizacion de este milo” Blanchot ‘po nos propone un andlss ee su estructura y de Su Senudo sino "en mcoplacen compa dels gene del poets Oreo x eneserca ‘Fragmone ube scien, Woninss’ ep 2 MSE ‘cone Gs “so ae in Aci 98 pas coment Eampenscion ‘eonca en tepreacion cone! ua figs exprenon, ‘aclodo do una da enor Moto tua a en oe Mera Mime Busco nace en Ox Quan abort) Doone el 22 de sepuenre de 1907 Se ence acura ¥en cc porte Ura BPSerbon ‘Dene 121 wang como ent cco kro y pena ‘as anos tet cuban cot penoan Comb ge ora ‘Eat pe des Sein pcs sat com enc de pe ‘Una ogi competa de sca cea (que aor econce co ase a publica cs guess alogat de acl, por odea coolio ‘Colmenia brane Se cheposiI94D far RECS test cae Fee ‘eee Freee 199) tremor oan ta en {3 detent Leper mi nee Sect th lien 9) en Bg ml Ss te Lr at ap fi ae bet ey mami Ven Peecn 8) tytn orden onsen de pateacon e939) fe ee a C255" omar Tose CUM sean soon) et Tne tie, Yarcn Retton oa masa 9c nd Aaah Wigan 5) tees Ha (9, Lam CW) tec eet mia Vgrcs eves 05) le eur 0) ‘ome gue (OSL Cr qn mccoy at C98" We re Komi" Lone fn i) aque scuaia 98 necesdad refers el mite anuguo a la expen Gia contemporines. Su lecura da peeemanencia un gosto tao en tod i histona, ka mirada de Oro, ave puede ser cle ‘ae al valor de emblema, abe contemplar esta tira mica ‘ons expresion nuclear del pensartento blanchowana ystender Srnplemene 2s snerpretaion como se uate del desple= fue de una sola nocion el epacio eno que da siulo 2 Shea Podna dese que, en trmunos guratve-simbOicos 36 lleva «cabo una mediacion sobre la expenencia dela exrtutd ya intehgiidad se tsemep 2 ona eopral de parsGoqs, Y dlecmos eapral porque el de Blanchot es un penshrmen que fo de de estar abweto expel intenonza las sucesas sn genes prnlepadas por a comenano, el comenian, 30 ve, 5 extenorta en und sucesén que tonsa lt forma de wns flesola sobre a eras 1s mirada de Orfoo desenve, en privet lugar, el poder del ee. Es un poder doble inaugura una distancia snus, porque hel mito I mada y 20 dueacion yeciben un tataments espa Gul Una dutanoia filma se eobora ence quien tra ye Se Seu mada Como se Cons en ol poema de Rike que are tsa nas, ese eapaero sua es fro de un aco snore Siar la mirada, el ato mis soltano de todos Pero esta fade qaugural que acontece en el reveso dela vida muncdana fo aleanai a ver sno una noche mis oxcura en cuyo corazon por ende, no se enttega sino una esencn velada. Eurdice. se Eesvanece x Mada del are [alma del regreso al dia que Sola una forma, no es sino ia atacaén de Una disaacin, pues ota noche disunta de ia que sucede 2a vida cuma vela qu, merced a la mada de Orfeo, una ausencia profunda que eunede con la ete. De esta primers paradop Dlanchowana Sa‘ Vida del ate es una mucne-—, dean todas las dems, ome ls wuelis de tures de I expial que hemos lamado 5 Pe lo que se trata es de comprobar Ia profundidad contenida ents profcis del mito grego,¥ su efecto no Se hace espera [a xperenoa desmesurnda, oy ensefaron los egos, co prob fh, pero no hay obra ano en ln prueba de esta wansgresion ‘Que conden la obra posible la ostundad ya laruna. Un ex tno ‘onda unpole a Orfeo 4 conseguir a Euviice yosamente uando tats no'puede scr obserada'y por el, solo la tate Sesenbe el movimento por el que se consttuye su obra, que no Sano desobra la vison de ago svenble que equnaie a una ausencia sin fin, Blanchot resunir’ esta paradoja enunciando la extra ley de la obra: moll me lgere es decir, que quien exeribe hho puede leerse, © bien, que una ceguera profunda ocupa el entio mismo del pensamiento Parece inevitable, por lo tanto, que Orfeo se wuelva, aunque, si no hubiera tansgredido la ley, Burcice le habvta sido entregada Mas no cabe duda alguna de que Orfeo sélo es en el cumpll- miento de su destino: es porque canta, La contradiccion en et ‘lato histrico es, de nuevo, s6lo aparent: el espirita de Orfeo Se libera, en este espacio regido por las divinidides dionisiacas, mediante su canto. Hes por el canto en el que te dinuelve ¥ pierde a Eurldice. Podria llamarse impridencia 0 acas0 imps Eiencia al movimento que inspira sus actos. Olvido y tricia se ‘hos aparecerian como el fruto de una atracién iresisuble, Yash fs, pero lejos de concebir esa extra snspinacton como el mo- ‘mento cumbre de la potencia de su razéa, hay que ver en ella, fo cesa de advertinos Blanchot, la exigencia impersonal de la ‘obra. Una exigencia que no expresa sino la mina del propio Orfeo y'de Buridice, dos veces perdida. Y en esa certeza que consati la volatlizacion del sujelo peasante y Ia perdida de su ‘objeto, parece contenerse para Blanchot tanto la inactualidad radical de Is obra de ante, como la algmacion dle un tiempo ca- paz de poner en crisis nuesita nocin contemporines de verdad. a fuerza pura de esta verdad que no promete el wlunfo mun: dlano toma en el mito griego, en este eclipse de In raz que eS Ja mirada de Orfeo, la forma del regreso nostlgico a la incert- dlumbre del origen. ¥en la obra de Blanchot, lz renovacion de lo que podsiamos llama el contenido uigica y sigrado. Como el ‘misino pensamiento, este contenido no lene races sino en st ropio nacimiento: es la repeticion mista de su nacimiento ‘eulto y_profundo, Y como’ lt historia de Orfeo nos peste Inte, algo asi como la impotencia habita ef corazén del pensi- ‘miento tagico. Muy en especial, lo que el mito de Orfeo usta 5 forma del pensamiento como potencia que nace siempre de lun afuera, que no existe todavia, que ba de venir en un instante ue super, sin embargo, cualquier mundo interior. ata celebracion del deseo ¥ de Iz impaciencia que se oculta ‘en [a vida oseura de la pacientia y de la despreocupacion, qui bra la ley de las categoras. Se dita que se taiciona la obra en favor del reino de las sombras, pero es que s6lo el sacrificio fobjetiva el inasible seaudo teigico. Por el sacnificio de Euridice, Ia obra, fo sagrado se nos muesta como donaciin a si mismo. Como si Ia nada, uno de los nombres secretos de Ia experiencia teagica (llamada también en la obra de Blanchot silencio, espera, reser, soledad, incomunicacién, faiga.l, por la expesiencia Gel ane, Tuese ya la ausencia que cubre ‘das las sas, su ‘muerte esencial que coincide en la mada de Orfeo con una Derfectainocencia. En el principio del se, nos dice Blanchot, no Se hla la plenitd, sino [a nana, la herda moral, extrahamente preservada'de la culpa. Tales la ipocencia ereadora de la liters: {ura que objetiva el dolor: poses, pues, o ceacion de vn espacio fextenos, como expresa Rilke, desde la desproteccion ye ren lamienio, que. consutuye Su insigalicante objeto otorgindole Simplemente exsienci: 1a palabra objetvar rae muestra alencion porque la itera ‘ura tende precisamente a constr un objeto. Objetia el dolor Constiuyendoio en objeto. No lo expresa, 10 hace existir en fro ‘mundo, te a wna materialidad que ya no es la del cuerpo sino la Imatertaidad de las palabras por las que se significa la inversion {el mundo que el siimienio pretende ser. Un objeto tal mo es Tneceuariamente tna imacion de las transformaciones que ol dolor nos bace virn se constise para presentst ol dolor, NO Dara representarlo. Hace que ese objeto exisa en primer lugar, es decir, gue sea 1m total indeterminado de elaciones determina: das, 0 bie, dicho de otro mado, que baya siempre en él como en toda ‘casa’ existente, um excedente del que no se puede dar Después de Platin sabemos que la fGrmula viva de la Hlosofa no puede prescindir del rogreso 2 los muertos y de un ditiogo om ellos. Pero es en el siglo xx cuando este paso asuine con fa Hermenéutica su inequivoca centalidad: relomo a lo escrito ‘como palabra original 0 como afirmacion del earicter procesual ‘del Ser cel logos como sentido, 1a conocida frase de Gacamer: ef ‘sr que puede ver comprendido es el guage, 0 el sino cogito, Dianchotiano: pienso, hugo no exso, ace ce la misma manera al pensamienio de una €poca, la nuestra, que concibe el set ‘como bala como eseritura y que ha renuneado a toda preten- ‘in universal, que se funde en un objetiviamo no dialogico. En los teminos de la Hemenéutca hecedera de F. Schlelera cher —quien autonomi2s el miecanismo de la comprension como metodologia especial no resuingble ya s6lo alas lenguas fexiafas y 2 los textos clisicos biblicos y juddicos—, la tarea Tloséfies Contemporinea se compromete con el pasado, con los Sau na, Ka ob ae, 199. one an Kf Pas a restos de sus huellas y de sus valores, integra su significado en Una tradicion y questo presente en esta sin, Pero esta mirada hnaca aus, como la mirada de Orfeo, no tiene ouo objeto sino |a oscuridad del ti, Todo acto de comprensicn filosstica es ai tun eto de habla 0 una coastruccién eseica a waves de los cus- les quisiéramos devolver al presente de la vida el enigma que ‘nos eliene en una fascinada mirada sobre el pasado. Acas0 80 fhamos asi, como los Gxicos, en liberar nuesito espiity de su instrimentalizacion por los condicionamientos epocales que han hecho del lengua, sin comedinieno alguno, i2 escncia tans. cendental misma. Tal vez el rigor de Mermes, dios mensajero, ‘nos haga posible cillaren un silencio que armonice por fin con Ia condicion enigmatic y abismal del pensamiento, Ul como el inito de Orfso nos lo presenta, La expresion de est actitud hermengutica se diversifca hoy en cla en un especto plural de pensamientos. Todos ellos, sin em barge, parecen tener coma comin denominador la bisqueds denodada de una individualiéad de orden diverso al del sujeto de In razon tedrica clisiea. ¥ si bien tradilonalmente la herme- ‘éutica se aplicaba 3 la interpreacion y comentario de las esri- turas cligiosa, on la bisqueda de la cifa que diga el nombre impronunciable, ahora tal Ye sea la tolimiad de ensayo lo que fexplea para nosots la muliplicdad de redes de sentido poten- Sales que estin encerradas en la mirada sobre el pasado, Por 280 e5 la Biblowca In imagen que mejor define esta experiencia contemporinea de la verdad que no es més propia y' por ello aparece ante Ia comtnidad sie nombre de los pensadores como estructura tkima de nuestra tadicin’ Asi taminen Orleo y Eu dice, cuya esencia mora! no puede ser aprelendida sino en términos dlaldgicos: su ser se olorga en el entre-dos que los une los separa, ¥ sin embargo, aunque con la Biblioteca se pone Glaramente de manifesto 1 esticta proximidad del pensarlento ¥ del silencio de la escitura, sus problemas no lian hecho sino Comenzar, porgue. ctandla menos y en primer lugar, establecer ‘Su everpo canonico exige el gesto siempre repetido de la mirada seas Rai i ro a spore Ft Ieee ego tn imme qu otras entre ge 7 peo inn tebe preci we cambio. fae at a 0 ‘incited a mismo tomo conf moment oe gi la ab dt eng ‘Eine que aber ara mao eae nwo fra momen one fe “ali i um ara aap eu opus haba sion Sepa ‘mao orl para de ri) a gue msde as ‘roi per de'maene la nner rane oUt kngage 8 Tit 08 Te Gut fr cone se 985 hacia ats y cuando el miear atris no es sino transgresion, riesgo, suspensidn del ici, peligro moral, locura, Sobre la extension de le Biblioteca contemporines, M. Blan- chot ha ejercido tin magiserio indudable. espacio literanto se publica por primers vez en 1955 y se habla de la consiruccion, @ aves de la obra critica de Blanchot, del corpns eandnico que constiuye la biblioteca esencial del pensamiento de la diferencia © pensamiento de Ia conciencia sin sujto, M. Foucault, G. De- leuze y J. Dera, entre ouos, reconacen en la obra de M. Blan- ‘hot, én so enorme magnitud y en su expresion exseta, una ‘antologia dela Ineratura va meditacion que contesta Ins lim {aciones del Heidegger tardio, quien quisiers ver salvada el ser fen el lenguaje de 1s poesia. Blanchot ve en Ia obra del logos, lnversamente, el ser que lo dice todo, incluso su propio fracaso. Su emblema, el mito de Orfeo, pone en escena ese espacio tiempo carasrgfico que entrega el sujero pensante 4 las heridas elt muerte. ¥ bi nociGn de espacio lueraro, en el oigen del Pensamiento del Afuera y de ln ateridad radical, en telaclén, stricta con {a obrt de Bitalle, se inerrogt interminablemente por las condiciones de posbilidad de Ia experiencia de la es ‘Gntur. Se habla de Ia caida definiiva de las fronteras entre poe: Sa filosoia © erliea. Su expresion se concibe justamente ef Un exterior de la raz6n analitica y el impacto de su imagen cnica no se va a hacer esperar. M. Foucault describe el lugar sin nombre {que en relacion a la interioridad de Ia reflexién fils6fica y a la Postividad de nuesttos saberes se intuye, en los ténminos de una ‘peisa gaoseoldgiea, como pensamients del Ajuera” 0 bien, en Ha distaneia que inaugura ld mirada de Orfeo, en la expresion ‘estetico-cica de J. Derida, encuentra su paridéjiea posibilidad ef ‘Pensamiento de la muerte del of" © incluso, en ese hagat de Ia usencia del sujet, cuando éste habla, cuando piensa, cuando sone, se desplega, en lt hermosa expresion metafsica de G. Deleuze, una gica de la muluplicidad de las intepretaciones? Fiel a i leccidn de Mallarmé, M. Blanchot ensays en este Hbro su metodo caracerstico del comentario, como travesia hacia una Imagen central que se resiste ala nominacion. La experiencia de 7. Foucur, pone ders em Ortgus Pris unio de 1966 2") ‘Bane pepe, en anager tare Gace, 686, nombre de ‘eerbanaegapoay Pat DU Mage ages parle a eo em fn iced age Ezy ne Retr of Conenpory Cree Noes eae, pa icra ance ae an aan Se bear, se Pas Ps, Mint. 1980, la escritura en Rilke, Katka, Holderlin.. nos stds al acecho de luna exigencia impersonal que tiene en la obra el exponente ‘oscuro de wna claridad sin precedentes: es el paso de lo que Niewsche Iam negacian afimmativa. Como la eirada tigica de Orfeo sobre Euridice, siempre sustmida a su poder, que ha de- Ado, no obstante, la huella sobre el amul del cieio dela lira que Scompana su canto, Exc es el interminable combate (agon) que atraviesa nuestra biblioteca como réplica del superviviente ala barbarie del siglo. Sus armas: una constelacion sit nombre, ‘Anna Poca, ‘Barcelona, diciembre de 1991. 6 Parece que supiésemos algo acerca del ante cuando sentimos lo que significa la palabra soledad. Se abuso mucha de esp bra Y, sin embargo, 2que significa “estar sola” ;Cusindo se “esti 010? Esta pregunta no debe orientamos solo hacia opiniones patéucas. La soledad a alvel del mundo es una henida sobre la Que no discuientos aqui “Tampoco nos referimos 4 la soledad del anita, soledad que segia Se dice necesitaria para ejecer su ante. Cuando Rilke e= Ene a la condess de Solms-Laubach (el 3'de agosto de 1907) “Salvo dos coras intertupciones, lace semanas que no promi: cio na sola palabra; afin mi soledad se cierra y estoy en el teabajo como el carozo en el rato Ia soledad de'la que habla ‘no es esencialmente soledad es recogimiento 1A SOLEDAD DEA OBA 1a soledad de Ia obra Ia obra de arte, a obra lteraia— nos descubre una soledad mis esencial. Excluye el aislamiento com pliciente del individualismo ¢ ignora Ia busqueda de la diferen- a; el hecho de sostener una felaciéa vil en una tarea que barca y domiina la entensién del dia, no dsipa cst soledad. El {que escribe a obra es apart, el que la escrbio es despedido, ‘Quien es despedido, ademas, no lo sabe. Esa ignorancia lo pre Serva, lo distie, autonzindolo a pesseverar Hl esenilor nunca sabe sila obra ext heca, Recomienza © destruye en un Ha 10 ue terminé en otc. Valery, al celebraren la obra exe privlegio de lo infinio, slo ve su aspecto mis fae: que la obra sea inh fa quiere decir (para él) que el asta, ineapag de ponerte fin, 5 capaa, sin embargo, de hacer de ella el lugir certado de un ‘abajo sin fin, que al no conclu, desartola el dominio det espi- tity, expresa ‘ese dominio, y lo expresa desazollandolo bajo Forina de poder En un momento dado, ls eireunstancias, <5 decir, la historia, bayo In spariencia del editor, fas exigencias Financieras y las tareas sociales, imponen ese fia que falts, y el arista, uberado por un desenlae Forde, contin to incon- ‘liso en ots pate, En esta perspectiva, el infaito de ia obra no es sino el iafinito del esp, EI esprity quiere realzarse en una sola obra en garde hacerlo en clini de las obese y el iovimien dea hnstona. Pero de ningin modo Valery fue un heroe. Mablo de todo, escrbio soine todo" as el togo dspeto al mindo To Aistajo del rigor del todo dnico de lob, del que e habia Sejado aparar amablement. 1 etesera se disimuaba deris de Ja diversdad de os pensamientos, de los temse Sin embargo Ia obra —la obra de ace, bea Mears 90 €3 ni acaba inconclus: es Lo Unico que dice es eno que. ¥ ada is. Fue de eno es nada. Quien quiere nacede expre- Sr algo iis, no epcvensa. nada) encvenra que no express nada. Quien vive dependiendo de la ob porgue la eserbe © Porque la le, penencee la Soledad de 1 Que sol express Palabra se palabra que el lengua protege dsimulindol, 0 2 que nace aparece desaparecendo en el aco slencono de ba, TH Soledad de la obra tiene como encuadre esa ausencia de exigencia que munca permite Ismatia ni acsbads mi inconcha stan intl como indemosble, no se veda, la verdad puede sprchendera, a Fata puede luminal, pero cea enstenca 0 ke Concieme, esa evidencia no la hace ar segura nt rea, m0 ‘ricive manifesta. Ta obra es solar, y esto no significa que pemanezca incor _manicable, que le fate lector Pero el que i lee paripa de ext Mimic’ dela soledad de lob, a como ulen fa csc penenece al sesgo de es soledad Loan, et BRO Si se quiere considerar mis seriamente a qué invten tales afr. maciones, tl vez haya que buscar dénde se orginan. El escitor scribe un lbso, pero et libro todavia no es la obra la obra solo ‘es obra cuando, gracias 2 ell, la palabra ser se pronuncia en la Miolencia de un comienzo que le es propio; acontecimieno que {se realiza cuando la obra ef [a intimidad de alguien que la es: tribe y alguien que Ia lee. Enionces podemos preguntarsos: i Ja soledacl es el riesgo del eserior, no expresara que éste sti ‘Yueko, orientado hacia la violencia abierta de la obra, de la que s6lo adviere ef sustiut, Ia aproximacién, Ia lusién bajo la ora del ibee? El escuior pentenece a la obra, pero a él solo le penenece un libro, un mudo moniéa de palabras estédlles, lo ‘nds insgniicante el mundo. El esenitor que siente ese vacio ree que Is obra solo esti inconclusa, y cree que un poco ms de trabajay la suerte de momentos favorable le pesmtiin, él solo, terminarla, Por lo tanto, se entrega al trabaj, Pera Io que uiere termina solo, sigue siendo interminable y lo asocia 2 un ttabsjo ison. Al final, lz obra lo ignora y vuelve a cemrse sobre su ausencia en la afirmacion impersonal, anénima, de que fs, yada mis. Esto se truce senalando que el aris, que S6io' termina su obra en el momento de mori, nuncs Mega a ‘conacera, Observacion que al ver haya que invert, porate, 2 fesertor no esa muerto desde ef momento en que it obri feuste, como a veces se lo hace presenur la impeesion de una fnaccidn"extranar™ “Nou ELEGERE” 1a misma situacién puede descrbisse as: el escitor nunca lee ‘su obaa. Para é es Io tleible, es un secreto frente al que no pet -manece, Un secreto, porque esti sepirado de ella, Sin embargo, fest imposbilidad de leer no es un movimiento puamente new. tivo, sino mis bien Ia Unica aproximacion real que el autor puede tener con lo que llamamos obra. Alli donde: todavia no hay mis que un libro, el exabrupto Noll me lagere hace surgi ya el horizonte de otto poder. Experienca fugitva, aunque dnc fata, No es la fueraa de una prohibicion; es, mediante e juego y el sentido de las palabras, la fimnacion insistent, ruda e incisiva fe que eso que esti alli ~en ls presencia global de un texto " Bnchotudies dweuroment pars deeb “condi del sto ee, cc ae, ti es pe ae [Relient ontere oto mac Roger Lipo espa oe STE Gi eae vot Cr eae cen 21 que es es eng torino eh undo Lge ae Di 5e puede al incnor tomo slenacon no se movin no 96 deals 0 SRO ote ohete un fenooene "aealane™ Se rans Caer st ‘Stinger dope lmiaese hufctc, poe nes sacra fa qu sd {Sm ean von a fo bene nh read de obra aed dl taba » efinitivo— se niega; sin embargo, es el vacio rudo y punzante ‘del rechazo; 6 bie, excluye con la autoridad de la indiferencia ‘Quien, habiéndolo ‘eserio, aun quiere recuperilo como nuevo ‘mediante la lectura. La imposibiidad de leer es el descubri ‘miento de que ahora, en ef espacio abiero por la ereacion, J ‘no hay sitio para la creacion, y que el escator ao ene otra po sibildad que la de escribir siempre esa obra. Quien haya escrito la obra no puede vivir, permanecer cerca de ella, Esa es a dec. son que 10 despide, que lo apart, que hace de él el sobrevi- iente, el inactivo, el desocupad, el itene de quien no depende clare El excritor no puede permanecer cerca de la obra; slo puede eseribina, y cuando est eserta, solo puede distingir un acceso ten el exibrupto Nol! me legere que lo ales, que lo aparia 0 que To obliga a regresar 2 ese “espacio” donde habia enteado pars transformarse en el sentido de lo que debia escnbir. De modo ‘que ahiont vuelve a encontrarse como al comienzo de au trea, Feencuentra la vecindad, Is inlimidad errante del afuers donde fo pudo sasalase Est prueba al vez nos oriente hacia lo que buscamas. La soledad del escrtor —esa condicin que es au rlesgo— proven dia entonces de lo que en la obea percenece 4 lo que siempre ‘esti antes que la obra. Por e, la obra se relia, es [a firme el ‘omienzo, pero él mismo pertenece a un tiempo donde eeina la indecision del recomienzo, 1a obsesién que fo liga a un tema privilegiado, que lo obliga a volver a decir lo que ya dijo —a ‘veces con ls potencia de un talento enriquecida, pero otras con Ja proliidad de una repeticin extordinariamente empobrece dofa, cada vez con menos fueraa, cada vez con mis monoto hia, llusta esta aparente necesidad de volver al mismo punt, de pasar por los mismos caminos, de perseverar recomentande lo que para él no comeenza nunca, de pertenecer a a somiora de los scontecimientos y no a su realidad, «la imagen y no al ob- jeto, @ lo que hace’ que las palabras mismas pwedan transfor. marie en imagenes, apariencits, y po en signos, valores, poder de verdad, LA PRESSION PERSECLTORIA Un hombre tiene un lipiz y quiere deaelo, pero, sin embargo, su mano’ no lo dep: al contrat, lejos de abrise, se cera La ‘ott mano intervene con mis éxito, pero entonces vemos que la mano que podsiamos llamar enferma esbora un lento movt- Imiento € intents alcanzar el objeto que se ale. Lo extra es la Jentitud de ese movimiento. La nano se migewe en vn tiempo ‘poco humano, un tempo que no es el de a accion posible ni el Se la esperanza, sino mes bien la sombra de tiempo ells musa, Sombra de una mano que se desliza realmente hacia un objets ‘onverido en su sombra, En cleros momentos, esa mano siemte tuna gran necesidad de agarar, debe tomar el lapi, lo necesita, ccs una orden, una exigencia imperiosa Este fendmeno es cana: ‘ido con el sombre de prension persecutoria™ El escntor parece duno de su pluma, puede resultar capa de ‘un gran domunio sobre las palabras, sobre lo que desea haceres fexpresir. Pero ese dominio s6lo logra poneslo, mantenerlo en Contacto con la pasWwidad basica, donde la palabia, al no ser as ‘gue sv apariencia y [a sombea de una palabra, no puede ser ni Sominada ni aprehendids, sigue siendo lo inasble, lo indes- Prendible, el momento indeciso de la fascnacion, 'E dominio del escrtor no rence en la mano que escribe esa sino "enferma” que nunca dep el lapiz, que no puede dejo, porque Io que tiene, en realidad, no To ene, lo que pertenece 5a Sombra y ella mista es uns Sombra. El dominio siempre es ela otra mano, de la que no eseribe, capa2 de intervenir en ‘momento necesirio, de tomar el Lipiz y de apurasl. El dominio ‘onsite, enfonces, en el poder de dejar de esebi, de intereum pir lo que se escrbe. enlregando sus devechos y su decision al Debemos seguir preguntando, Hemos dicho que el esctitor pertenece s ln obm peto lo que le pertenece, lo que termina € foo, es solamente in bro. “Solo” dene por respuesta Ia reste: dn del "solamente". El escritor nunca est frente a obra, yall ‘donde hay obra, no lo sabe 0, mas precisamente, su miss ign: ‘ancia es ignorada, solo esti dada en la imposibilidad de leer, fmbigua experiencia que lo entrega al trabajo. El escrilor se entrega al rabajo. Por que no def de escribit? Jor que, si como Rimbaud, ompe con la obra, esa ruptura nos parece una imposibildad misterosa?;Sslo desea una labor per fect, y st no deja de trabajar, 28 solo porque It perfeocén nunca es bastante perfec? Anchiso escrbe pensando en una ‘ba? Se preocupa por ella como por lo que pondria fin 2 su tacea, ‘como por el objetivo que merece tanlos esfuerzos? De ringia modo, Y ls obra nunca es el objeuvo con vistas al cual se puede eseribic (con vistas al cual, a relacidn con lo que se es ride es relacion con el eercicio de un poder) (Que la ttea del escrito inalice con su vida es Jo que disimla que, por esta taea, su vida Se desliza en la desgraca de lo int Lo rerenaasapur, x0 wcesaNTE La soledad que aleanza al excrtor mediante la obra se revel fen que ahora eseibir es lo interminable, lo incesance. El esertor 4 no pertenece al dominio magiiral donde expresise significa expresir Ia exicilud y la ceteza de las costs y de los valoces segin el sentido de Sus limites. Lo que se escnbe entregs Quien debe esenbira una afirmacién sobre la que no tiene auto- Fdad, que es inconsistent, que no afima nada, que no és el repos, la dignidad el silencio, porque es lo que aun habla ‘cuando toda hi sido dicho, lo que no precede ala palabra, por {que mis bien le impide ser palabra que comienza, porque le feta el derecho ye poder de interumpitee. Escibir es romper 1 vinculo que une la palabea a mi mismo, romper la relacion ‘que me hace hablar hacia “u", porque me d ia palabra con el Sentido que est palabra recibe de tt porque te intexpreta; es la interpelacin que’ comienza en mi porque termina en G. Escibit, es romper ese vineulo. Ades, es setrar of lengusje del curso ‘del: mundo, despojaro de lo que hace de él un poder por el ual, si hablo, es ef mundo que se habla, es el dia que se ediea por el abajo, la accion y el tempo. Eserbir es To interminable, lo incesante. Se dice que el escitor renuncia a decir "Yor. Kafka sehala con sorpresa, con un placer teneantado, que se inici6 en la Iteracura crando pudo suse el SEI" al "Yo" Bs verdad, pero la transformacion es ewicho ms profunda, El escrito perenece a un lenguaje que nadie habla, Que no se dirige a nadie, que no tene centro, que no revela ‘hada. Puede creer que se ala ea este lengusje, pero lo que “airma esta completamente pavado des En la medida en que, ‘como escrito, hace justia 4 10 que s© escribe, ya no puede fexpresarse numa nu, ni tampoco recurira i, ni skquiera dar la Palabra a olra alli dande est, s6lo habla ef ser, ko que significa {Que la palabra ya no habla pero es, se consagea a lt prs pas dad del ser Si escrbit es enuegarse a lo interminable, el escrtor que acepta defender su esencia pierde el poder de deci "Yo". Picrde nonce el poder de hacer decir "Yo" a otros ditintos de él ‘Tampoco puede dar vida a personajes a los que su fuerza crea. dors garanizara la libertad. La idea de persona, ast como la forma tradicional de la novela, no €s sino uno de los compromi $08 por los que el esector —artastrado fuert de si por la iter turn en busca de su exerci intenta salvar sus relactones con el ‘mundo y con él mismo Esenbir es hacerse eco de lo que no puede dejar de hablae. ¥ Por eso, para converiame en eco, de alguna manera debo impo- Rerle silencio. A esa palabra incesante agrego la decision, Ia auioridad de mi propio silencio, Vuelvo sensible, por mi medi ‘én silencioss, 12 afrmacion ininerrumpia, el aurmullo igen” tesco sobre el cual, abviéndose, el lenguaje se hace imagem, se hhace imaginanio, profuncidad Kaban, indistins, plenitud que 8 vacio, Este silencio tiene su fuente en la desaparicion ala que esti invitido aquel que escribe. O bien, es el recurso de st dominio, ese derecho de intervenir que conserva la mano que ro escrbe, la parte de si mismo que siempre puede decir no ¥ ‘Que cuando es nevesario recurte a tempo y restaura el porvenit. QUE queremor desir cuando en una obra sdmiramos el tono, evando somos sensibles al tgno como a 10 mas auteauco que Uiene? No hablamos del estilo, del interés ya calidad del Ien- ‘Bun, sino precisamente ese silencio, esa fuerza vinl por la cual, {uien esenbe, al hberse prado de 3, al haber renunciado a 5, Tantene, sin embargo, en esa dessparicin, Ia autoridad de vn poder, Ia decision de callase, para que en ese silencio tome forma, coherency sentido lo que habla sin comienzo al fin El tono po es la'voz del escior sino la intimidad del silencio {ue impone a fa palabra, lo que hace que es silencio sea aun el iyo, Io que permanece dest mismo en is discrecion que 10 aparta, El tono hace a los grandes escores, pero quiza la obra 1D se preccupe por Io que los huce grandes. En Ia desaparicion 2 [a que esti invitde, “el gran escrito aun se retiene: lo que habla ya no es él mismo, pero tampoco es et puro dealizamienta de lt palabra de nadie, Del "Yo" desapare- ‘ido, conserva Ia afimmacion autoniada aunque silenciosa. Del tiempo acuvo, del instante, conserva el corte, la sapidez violent ‘Ai. se preserva en el interior de Is obm, est contenido alli donde no hay nada contenido, Peto por esto fa obra también ‘conserva un contenido, no es toda initio asi misma, El eserior llamado clisico ~al menos en Francia sacrifica la palabra gue le es propia para dar vor'a lo universal. La ealma de luna forms reglada, ia cereza de una palabra liberada del capri- cho, donde habla la generalcad impersonal, le asegura una rela tion con la verdad, Verdad que esti mas alls de la persona y fuera estar us allt del tentpo. Lx bterstura dene entonces [a Soledad iloriost de Ia rad, esa vida enrarecica en el seno del » todo que exigiria resolucién y valor si esa razin no fuese de hhecho el equilrio de una sociedad aistocatica ordenada, es decir, a sausfacciOn noble de una parte dela sociedad que con cenit el todo, aislindose y manteniéndose por encima de lo Que la hace vivir ‘1 escabir es descubsir lo interminable, el escritor que penewa fest regién no se adelania hacia lo universal. No va hacia un ‘mundo mis seguro, mas heamaso, mejor justficado, donde todo se ordenaria segin la claridad de un dat justo. No descubte el hermoso lenguaje que habla honorablemente para todos. Lo que fen el habla, es que de Una U otra manera ya fo.es €l mismo, Ya tno es nadic. EI EI” que se sustuye al "Yo", 6a es In soledad (ue alcanza al esetor por medio de Ia ob “El” no designa el desinterés objetivo, la Indiferencia creadora. EI" no glonlica la Conciencia en otto que no sea yo, vuelo de una vida humana {que en el espacio imaginarto de lt obra de arte conservaia libertad de decir "Yo". "EI" es yo mismo convesido en nadie, foto convemido en el oo, de manera que all! donde estoy no pueda dirgieme 2 ml, y que quien a mise dinja no diga "Yo", no Sea €l mismo. EL nucunso AL “Dranto" Tal vez sea sorprendente que a parti del momento en que la obra se conviewe en busqueda del ate, en ltecatura, el esritor Siente cada ve mas la necesidad de conservar una relacion con- igo. Siente una extrema repugnancia a desprenderse de si mismo en beneficio de ese poder acutro sin forma y sin destino {que esti detris de todo lo que se escnbe, repugnancia ¥ apee~ hensidn que revela la preocupaciéa, propia de tantos autores, por redacar lo que llaman su Diario. Eto estd muy aleado de fas complacencias lamadas roménucas. El Diario no es esen- lalmeate confesion, relato de si mismo. Es un Memorial, QUE be recordar el escritor? Debe recordarse a si mismo, al que & ‘vanda no escribe, cuando vive la vida cotidiana, cuando esti vivo y verdadero ¥ no moribundo y sin verdad, Pero el medio, que wtliza para recordarse a sf mismo es, cosa extana, el ele ‘mento mismo del olvido. escribir, De all, no obstante, que la verdad del Diario no esté en as nots interesantes, htrarias, 500 cen los detalles insignificantes que lo atan la realidad coudiana. El Diario representa la serie de puntos de referencia que un esertor establece para feconocerse cuando presiente la peligrosa ‘metamorfosis a la que esté expuesto. Fs un Camino todavia pos ble, una especie de adarve que bordea, vigla y a veces reem plaza e! ow camino, donde evar es i area sin fin. Aqut todavia fe habla de casas verdaderss, Aqui, quien habla conserva un Rombee y habla en su nombre. y la fecha que se inscribe es ls de un Uempo comin donde lo que ocure, ocure verdaders- I Diano —ese libro en apariencia completamente solidario— menudo se eserbe por angustia y miedo a la soledad que al- fanaa al eseritor por medio de la obra El recurso al Diario india que quien escribe no quiere romper con la felicidad, la conveniencia de que los dias sean verdaders mente dias y que se continuen de verdid. El Diario araiga el ‘movimiento de escribir en el tempo, en la humildad de lo col: diano fecliado y preservado por su fecha. Tal vez lo que se es tribe all ya no’ sea mas que insincerdad, tal vez esté dicho sin reocupacion por lo verdadero, pero esté dicho bajo la salva [Beardia del aconlecimiento; eso perenece a los asuntos, los Incidents, al comercio del mundo, 2 un presente activo, 2 una duracion quis absolucamente nuls © insgnificante, pera al me- ‘os sin retomo, abajo de lo que se adelanta, va Maeia mata va defintivamente. EI Diarlo seaala que quien escribe ya no es capaz de pertene- cer al tempo por It firmiera ordinaria dela 3ec36m, por Ia com fidad del trabajo, del oficio, por la simplicitad ‘de la palabra {otima, Ja tuerea de la iellexion. Ya n0 es realmente historic, pero timpoca quiere perder el tempo Y como s6lo sabe eserbin, {seribe, al menos, a peda de sy historia cotiina y de sewerdo con la preocupacicn de los das. Suele suceder que los eschitores que tienen Diao sean los ‘mas. Ieririos de todos los. eseriores, pero. tl ver porgue precisamente evitan asi el extremo de la Iteratura, si es que esa Es efectvamente el eing fascinante de la ausencia de tiempo. | FASCINACION DE LA AUSENCIA DE-TEMFO Escrbie es entregarse 4 la fascinacién de la ausencia de tempo. Sin duda, aqui nos aproximamos a [a esencia de la sole dad. La ausencia de tiempo fo es un modo puramente negative Es el empo donde naca comienay, donde ln iniciatva no) es posible, donde antes que I afimacién ya hay ef regreso de la Aliemacién. Ms que un modo puramente negauvo, eal conta ‘Ho un tempo sin negicion, in decision, Cuando aguies tambien hinguna paste, en el que cada cosa se rtra hacia su imagen y el “Yor que somos se reconoce absmindose en la neviridad de un "EP sin rosto. El tempo de la ausencia de tempo es sin presente, sin presencia Este “xin presen” no rete sin em Dargo, un pesado” Ea tte temp, evo la dignda, a fuerza actance de abors, esa foerzaactante que todavia tetimonia el Tecuedo, recuerdo que me lider dela que de oto modo te ‘ecordart, me bers dindome el medio de recur a bre: tente, de disponer de el segin tl intencion preseote. Bl = Cuero ela iberad del pastdo. Pero lo que es sin presente tempoco acepia el presente’ den recuerdo, El reaerdo dice del 4contecimiento eo fue na vex, y hors aunca mle ‘De lo que es sin presente, de lo. que no est all siguira como babiendo sido, el crite lermedable dice: exo nunca ‘uo lugs, nunca una primers ves, sin embargo recomlensa ‘os vee, ¥ ott, infintamense. Es sin fin, sin comengo. Es sin fata El tiempo de la ausencia de tempo no es dialético. Fa 4, lo qe aparece es que nada aparece, el at que est en el fondo de it Sitencia de ser, que et cuando no hay nada, que ya no e8 cundo hay algo: como 5 solo hubiese seres pot I pérdisn el Ser cvando el ser falta. La inversion, que en la ausencia de tiempo nos remiteconstantemene fa presencia dela ausenci, pero.a esa presencia como ausencia, als ausencia como afin Gn de si misma, afimacién donde nada se alm, donde nada Sejs de afirmarse, en el hosigamlento de lo indfinido, no es un ‘movimiento daiético. All las contradkcones no se encluyen, fo se conciian;s6lo el empo por el cual In negscin se con “ere en nuestro poder puede se “unidad de incompatible En In'tusencis de dempo, Io nuevo no tenuevs na, Io presente e= inactal, lo presente ho presenta nada, se represent perenece desde shora\en adelante ¥ en todo tempo al regreso. Eto 10 €5 pero wuele, viene como ya'y siempre pasado, de modo Gue Fo conozco, pero lo reconozc,y este reconocinientoaeuina en miel poder de conocer, el derecho de pec de Io iasible hace timbign To. indesprendibie, lo inaccesble que no. puedo deja de esperar, lo que no puedo tomar sino slo toma, ¥ nO dja nunca. Tse tempo a0 es ls lamoviidad ideal que se gloifea con et nombre de eterno. En esta region 4 la que ineatemos aprox ttamos, age se hundié en ninguna par, pero ninguna pare Sn embarga, ex aq y el tempo muero” es wn tempo teal donde {a muerte std presente leg, pero no deja de leg, ‘omo si legindo, volvese esl el empo por el coal puede llega, EI presence mero ex la iaiposbuicad de realizar ona % presencia, imposbilidad que est presente, que esti all como lo ‘Que dobla todo presente, la somber del presente que ése leva ¥ Aisimulz en si Cuando estoy solo, no estoy solo, pero en este presente ya vuelvo 4 mi baj la forms de Algulen. Alguien est Bil, donde estoy solo, Extay solo porque. pertenezeo a ese Hemapo muesio que no es mi tempo, ni-el suo, ni el iempo mmin, sino el tempo de Alguien. Alguien es lo que todavia est presente cuindo no hy mide. Alli donde estoy solo, no estoy, ho hay nadie, pero esti lo impersonal: el fuera como lo que previene, precede y disuelve toda posbilidad de relacion perso Fal. Alguien es el "El" sin rosto, el Uno del cual se forma parte, pero, 2quién forma parte? Nunca fal 0 cual, nunca tu y yo. Nadie forma parte del Uno, "Uno" pertenece una region que no se ppuede iluminar, no porque oculte un secreto extrano a toda Fevelacion, ni siquiers porque sea radicalmente oscura, sino Dorie transforma todo lo que tiene acceso ella, incluso la luz, fn el ser andeimo, impersonal, el No-verdadero, el Novea, sin embargo siempre all El Uno" es, bo esta perspectva, lo que parece mis cerea cuando se muere All donde estoy solo, el dat no es sino la pérdida de la mo- vada, ls inumidad con el afuera sin lugar y sin reposo, La legids aqui hace que quien lega pertenezca al dispersion, ala fisura donde el exterior ef a intrusion que asfixia Ta desnudes, es el Io de aquelio en lo que se permanece 1 descubierto, donde el ‘espacio eel venga del vacio. Entonces rina la fascinacion, Lamas Por que la fascinacida? Ver supone la distancia, la decision ‘ue separa, el poder de no estar en contacto y de eviar la con- Fsion en el contacto, Ver significa que, sin embargo, esa separa- «én Se convinid en encuenito, Pero,

You might also like