Cited: FILOSOFIA CONTEMPORANEA DEL. $ XX
las Mercedes Bernier
Prof, Adjnta a cargo: Ade
200
BERGSON, HENRI. Durée ef simultanéité. A propos de la Théorie d'
Librairie Félix Alcan; 1926
Traduc para la Catedra
Cap. II — De la naturaleza del tiempo. (Pag. 54 y ss.)
“No ponemos en duda que el tiempo no se confuunde de entrada con la continuided de
muestra vida interior. ,Qué es esta continuidad? ... la cosa y el estado no son mas que
instantes artificialmente tomados de Ia transicién; y esta transicién, naturalmente
experimentada, es la duracién misma. Es memoria, pero no memoria personal, exterior a
Jo que ella retiene, distinta de un pasado que le aseguraria la conservacién; es una
memoria interior al cambio mismo, memoria que prolonga lo anterior en el después y
Jes imide ser puros instants aparecidos y desapareidos enn presente que renee sin
‘a coincidir con el ese tiempo que es la fluidez misma de nuestra vida interior,
ne atin mas cualidades, mas determinaciones, y seria necesario eliminar primero
ncia entre Ios sonidos, luego abolir los caracteres distintivos entre ellos, no
‘mas que la continuacion de lo que precede en lo que sigue, en la transicion
rumpida, multiplicada sin divisibilidad y sucesién sin separacion, para volver al
irian Jo sintiente y 1o sentido. A cada momento de nuestra vida
también un momento de nuestro cuerpo, y toda la materia
*: esta materia parece entonces participar de nuestra duracionel universo nos parece formar un todo. Y si la parte alrededor de nosotros dura a nuestra
manera, pensamos qué debe ser de hecho que sea asi indefinidamente. Asi nace la idea
de una duracion del universo, es decir de una conciencia impersonal que sera la
trabazén entre todas las conciencias individuales, como entre las conciencias y el resto
de la naturaleza, Una conciencia tal reunird en una sola percepcién instanténea, los
multiples eventos situados en puntos diversos del espacio; Ia simultaneidad seria
precisamente la posibilidad para dos o miltiples sucesos de entrar en una percepein
tiica e instanténea. [...]
No puede dudarse que nuestra conciencia se siente durar, ni de que nuestra percepcién
participa de nuestra conciencia, ni tampoco de que esta en nuestro cuerpo y de Ia
materia que nos rodea, en nuestra percepcién. Nuestra duracion y una cierta
participacion sentida, vivida de nuestro entorno material en esa duracisn interior son
J
Todas las conciencias humanas son de la misma naturaleza, perciben de la misma
hechos de la experiencia.
‘manera, marchan eon la misma suerte de paso y vivencian la misma duracién. Nada nos
| del campo de su experiencia exterior. Cada una de las dos experiencias
Te de la duraci6n de cada una de las dos conciencias. Y puesto que las
tienen el mismo ritmo de duracién, debe serlo también respecto de las
nsurarlo sin conyertirlo en espacio... Es mas, es imposible al
he