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Mle oedema Gary Kasparov MIS GENIALES PREDECESORES VOLUMEN III DE PETROSIAN A SPASSKY Con la colaboracio6n de Dimitri Plisetsky o Traduccién de Antonio Gude En una encrucijada de €pocas ste volumen estd consagrado a las vidas y partidas de dos campeones del aje- drez de los aiios sesenta y setenta del siglo pasado, asi como a sus mas desta- cados oponentes: Gligoric, Polugaievsky, Portisch y Stein En el prélogo del tomo II escribi que en ajedrez se producia una revolucion cada cinco campeones mundiales: Steinitz (1°) - Botvinnik (6°) - Fischer (11°). Steinitz creé la escuela del juego posicional, y Botvinnik un método de prepara- cin competitivo, que incluia sistemas agudos de apertura, en las que, con negras ¢ ignorando las reglas clasicas, se trataba de alterar inmediatamente el equilibrio posicional con el fin de apoderarse de la iniciativa. Con los cuatro campeones guientes (Smysloy, Tal, Petrosian y Spassky), la teoria del juego se desarrollé den- tro de las lineas maestras de la era Botvinnik, que se prolongé hasta finales de los sesenta. A comienzos de los afios setenta, el siguiente brote revolucionario fue protagonizado por Fischer, que en esencia sentaba las bases del ajedrez profesio- nal de hoy en dia. Formalmente, la era Botvinnik finaliz6 en 1963, cuando el muchos aios cam- pe6n perdié su match con Petrosian, y opt6 por no seguir disputando la corona mundial de ajedrez. Poco después, Bowinnik escribia en Chess World (1964, n° 2): “Tengo la impresién de que en ajedrez el tiempo de los genios ha pasado. En su épo- ca, Morphy, Steinitz, Lasker, Capablanca y Alekhine eran claramente superiores a sus contemporaneos, en especial por la diferencia de talento. Actualmente, sélo con ta- lento no puedes sobrevivir: se requiere también buena salud, un fuerte cardcter com- petitivo y, por tiltimo, una preparacion especial. Hace unas décadas, la seleccién na- tural de los jugadores mis fuertes se producia dentro de un circulo relativamente pequeno, y no habia muchos jugadores asi. No necesito mencionar sus nombres por- que son de todos conocidos. Pero ahora la masa basica del ajedrez ¢s tan grande que hay muchos jugadores muy fuertes, de modo que el Olimpo ajedrecistico esta abarro- tado. Una buena docena de grandes maestros se distinguen por su talento innato, una envidiable salud, un caraeter combative y una profunda preparacién especial. Conviene resaltar la importancia de la preparacién especial. A veces, es intuitiva; otras veces, consiste en reducir al minimo la influencia de la preparacién del rival: cualidad ésta tipica del nuevo campeén. Puede afirmarse que, en la formacién del modemo gran maestro, el talento ya no es el factor decisive”. Gary Kasparov ~ MIS GENIALES PREDECESORES IIT No es dificil percibir que las heridas de Botvinnik atin no estaban cicatrizadas tras su dura derrota. En realidad, por supuesto, comprendié que habia perdido ante un gran jugador. Tres afios mas tarde le preguntaria a Spassky, cuando éste acababa de perder su match con Petrosian: “;Siempre adivina sus jugadas, Boris Vasilievich?”, “No, no siempre”, respondié Spassky. “Tampoco yo era capaz de pre- verlas siempre”, admitiria Botvinnik. Con esta forma de hablar, ié sa fue su mayor n le rendiria a alabanza para el nuevo campeén! A renglén seguido, tamb Spassky y Fischer cumplida justicia. También es cuestion a debatir el “abarrotado Olimpo ajedrecistico”. Ahora la masa ajedrecistica de base es atin mayor que hace cuarenta afios, y hay un nimero mis elevado de grandes maestros de primera fila, pero las proporciones entre los fuertes y los muy fuertes no han cambiado, y el ntimero de aspirantes reales al campeonato mundial sigue siendo extremadamente restringido. No obstante, en la evaluacién de Botvinnik hay una verdad historica: los nom- bres de los campeones del pasado siempre han aparecido envueltos en un aura de grandeza. Sin embargo, el torneo AVRO de 1938, en el que Capablanca, Alekhine y Euwe compiticron con los jovenes, significé el fin de la era heroica de los titanes del tablero. Aun asi, gracias a sus legendarias victorias de los aiios cuarenta, Bot- vinnik consiguié prolongar esa era, y no sin raz6n fue llamado el patriarea del aje- drez soviético. Smyslov fue considerado, con justo merecimiento, como su gran oponente, y Tal, una estrella deslumbrante, una especie de “segundo Morphy”. Pero stibitamente, aparecfan en la cumbre Petrosian y Spassky, campeones de apariencia normal, antiheroica. Un detallado estudio de sus partidas demuestra el enorme talento de estos reyes del ajedrez. La época en que se sentaron en el tro- no fue una etapa importante en la acumulacién de conocimientos en la que se sentaron las bases del ajedrez moderno. Por aquellos afios, aparecié el Informator, tomaron carta de naturaleza nuevos esquemas de apertura, se profundizé en el concepto de muchas posiciones del medio juego, se revisaron los dogmas estable- cidos (por ejemplo, las posiciones con pedn central aislado), etc. El segundo match Petrosian—Spassky (1969) fue saludado como el punto de in- flexi6n de una nueva era, que comenz6 con la entrada en escena de Fischer. Pero ése es un tema del volumen siguiente. Gary Kasparov Capitulo nueve Tigran IX n sus mejores aiios, Tigran Varta- Kies Petrosian (17.6.1929- 3.8.1984) solfa perder tan pocas partidas que cada derrota suya causaba sensacion. Por esta legendaria invulne- rabilidad fue apodado “el férreo Ti- gran”, aunque la evidencia de su “pasi- vo” estilo dificilmente permitia asociar su nombre con los orgullosos conquis- tadores del trono ajedrecistico. Petrosian exhibfa un completo do- minio del arte de crear posiciones ar- moniosas, Henas de vida, en las que tras la aparente ausencia de dinamis- mo se ocultaba una colosal energia in- terna, pues las mas ligeras modifica- ciones eran inmediatamente tenidas en cuenta dentro de una estrategia ge- neral, que no siempre era comprensi- ble para su oponente. Aun asi, sus par- tidas no han sido estudiadas con la meticulosidad y el rigor que seria de desear. Petrosian parecia ofrecerle al mundo del ajedrez lo que parecfan ser verdades comunes, pero que son las que, en esencia, comprenden la base de la creatividad ajedrecistica. La pro- fundidad del estilo de Tigran Vartano- vich es una consecuencia de su clari- dad de pensamiento y de su inusual capacidad para captar no sélo los pro- blemas globales del ajedrez, sino tam- bién todas las sutilezas de la tactica y de la estrategia. ‘Si, quiza me guste mas defenderme que atacar, pero ¢quién ha demostrado que la defensa es menos arriesgada y peligrosa que el ataque? zAcaso hay tan pocas partidas que ocupen un puesto de privilegio en el patrimonio del aje- drez gracias a un virtuoso de la defen- sa?”, dijo Petrosian. “Lo que valoro mas Ticran IX que nada en el ajedrez es la Logica. Es- toy firmemente convencido de que en ajedrez nada es accidental. Este es mi credo. S6lo creo en el juego légico y ‘correcto’”. Subi6 al trono el afio en que yo na- ci, 1963. La era Botvinnik, que se habia prolongado a lo largo de una genera- cién de jugadores soviéticos -y que a muchos les parecia eterna— habfa con- cluido. La absoluta superioridad de Botvinnik se habia evaporado a co- mienzos de los cincuenta, pero aun asi habia sabido conservar la corona mundial, no s6lo por su enorme expe- riencia y su capacidad para preparar- se eficazmente contra cualquier opo- nente especifico, sino también gracias al derecho al match-revancha, una prucha diabélica para el nuevo cam- peon, que result6 un excesivo fardo psicolégico para Smyslov y Tal. Sin embargo, su acceso al trono fue consi derado por muchos como una conti- nuacion natural de la historia del aje- drez: la transparencia del juego de Smyslov y la incomparable magia de las combinaciones de Tal parecfan hi- tos en el nuevo mundo del ajedrez. Pero ay Petrosian? No solo un defensor Petrosian nacié y se crié en Tbilisi, donde aprendié los rudimentos del aje- drez del sutil maestro posicional Arjil Ebralidze, un gran admirador de Cap: blanca y Nimzovich. El progreso de Ti gran fue tan mesurado y gradual como su propio estilo. En 1945, campeén de Georgia; en 1946, campeén juvenil so- viético (jeon 14 de 15!), y en 1947, al i Gary Kasparov ~ MIS GENIALES PREDECEsORES III primer intento, el titulo de maestro. Modestas actuaciones, como de calen- tamiento, en dos campeonatos de la URSS (1949 y 1950), y un triunfo en el campeonato de su segunda “patria chi- ca”, Moscti. Por fin, su primer gran éxi- to, en el Zonal y 19° Campeonato de la URSS de 1951, en el que, tras dos de- rrotas iniciales, el joven maestro gané ocho partidas y empats siete, clasifican- dose para el Interzonal. EI nivel de este éxito sélo puede evaluarse pasando revista a los prime- ros puestos: 1, Keres, 12 (de 17); 2-3. Geller y Petrosian, 11,5; 4. Smyslov 11; 5. Botvinnik 10; 6-8. Averbaj, Bronstein y Taimanov 9,5 etc. Estaba claro que en el horizonte ajedrecistico habian surgi- do algunas nuevas estrellas. A Petrosian le fue concedido un premio especial por el mejor resultado conta los grandes maestros. Este fuer- te defensor, con buena técnica de fina- les -como comentaba la prensa- “ma- niobraba con gran habilidad, basando sus ideas estratégicas en calculos pro- fundos y precisos, con una incansable btisqueda de la iniciativa”. Por otra par te, jempleaba aperturas arriesgadas y realizaba agudos sacrificios de mate- rial! Un ejemplo clasico es su duelo con Vasili Smyslov, en el que pese a en- frentarse a uno de los mds fuertes juga- dores del mundo, no temié jugar el agudo Gambito Tolush-Geller. 298 T. Petrosian-V. Smyslov Mosew 1951 19° Campeonato de la URSS Defensa Eslava (D15) 1 d4.d52c4dxc4 3 AF3 DFG 4 Ac3 c65 ed!? b5 6 e5 Hablando en general, Petrosian y sacri- ficio no son palabras que los jugadores de ajedrez tiendan a asociar trata de combinaciones y sacri nombres que vienen a la memoria son los de Alekhine, Tal y Spassky (quien, por cierto, en lugar de 6 e5 preferia 6 12 We2!>), y entre los maestros actuales, el de Shirov. Pero, como veremos en mu- chas ocasiones, Petrosian tampoco evi- taba la lucha cuerpo a cuerpo (sobre todo si se le imponia), ya que siempre actuaba conforme a los requerimicntos de la posicién, y si la posicién exigia sa- crificios, entonces estaba dispuesto a hacerlos. 6... Dd5 7 a4 e6 Si 7 ... &e6?!, probablemente hubiera seguido no 8 axb5 Oxc3 9 bxe3 cxb5 10 Dg5 £45 11 c6 fxe6 12 Wed h5! 13 We Wd6! 14 WE7+ Sd7, con ventaja negra (Tolush-Smysloy, Leningrado 1947, 15° Campeonato de la URSS), si- no 8 Ags! Axc3 9 bxc3 Ld5 10 eb! fxe6 11 &f4 (Taimanov), con peligro- sa iniciativa. 8 axb5 En opinién de los tedricos, después de la tranquila 8 2e2 2b7, que se jug en dos partidas Geller-Smyslov (Moscti 1950, 18° Campeonato de la URSS, y Budapest 1952), la iniciativa de las blancas puede llegar a punto muerto. Un plan mds moderno es 8 Dg5 h6 (también son posibles otras respuestas) 9 Ages b4 10 Dbl Bab 11 Wgd!? (la partida fuente es Spassky-Mnatsaka- nian, Moscti 1959), o bien 11 Abd? fa! (también se ha jugado 11 ... ¢ 12 Wg4 Dd3+ 13 Bxd3 exd3 14 Dd6+?! (mas tarde se prefirié 14 0-0) 14 ... Axd6 15 Wxg7 218! (en lugar de 15... £8? 16 exd6 Ad7 17 AL3!, Sosonko— Flear, Wijk aan Zee 1987) 16 Wxh8 Wxd4 17 0-0 D7 18 DB We! 19 Lxh6 Wh5 20 2¢7 Wxh8 21 2xh8 2h6, y las negras tienen un excelente final (Fiori to-Smyslov, Buenos Aires 1990) 8... Axe3 9 bxc3 cxb5 10 Dg5 2b7 11 Wh5 g6 Después de 11 ... Wd7, “una jugada mas en el espiritu de Steinitz y Lasker” (Crouch), las blancas probablemente hubieran replicado no 12 Axh7?! Ac6 13 Dxf8? (Kasparov-Kupreichik, Minsk 1979, 47° Campeonato de la URSS), en vista de 13 ... Wxd4!, sino sencillamente 12 &e2!, como en la partida Furman- Lilienthal, Baki 1951. Mas tarde, tam- bién jugué esto con éxito contra Pe- tursson (Olimpiada de Malta 1980). 12 Wed Be7 13 Be2 13 h4!? (Petrosian-Ignatiev, Moscii 1958). 13... Ad7 13... &d51? 14 h4?t Pero aqui esta inclusién es dudosa, aunque, cuando se trata de las jugadas iniciales de una partida de hace medio siglo, no deberfamos fijarnos en posi- bles errores desde el prisma de la mo- derna teoria de aperturas. Mas proble- mas plantea 14 &f3 (Geller-Unzicker, Interzonal de Estocolmo 1952), y lo mejor es 14 ... We8! (Szabo-Petrosian, Budapest 1955) 14... h5! 15 Wg3 Db 15... Rd5!? 16 0-0 16 ££3!?, con idea de Ded. 16... a5! Smysloy, por lo que se ve, consideraba esta posici6n como muy cémoda y no temia la ruptura central. De otro mo- do, habria preferido 16 ... 2d5, a lo que las blancas podrian haber respon- dido con 17 £a3, cambiando el impor- tante alfil enemigo que defiende las ca- sillas negras. TIGRAN IX Ahora es malo 17 £a3?, a causa de 17 ... b4, y no esta claro qué compen- sacion tienen las blancas por el peon sacrificado. Es curioso que esta posi- cién también se produjo en la partida Geller-Flohr de la misma ronda, en la que las blancas no lograron encon- trar un buen plan, y tras 17 Sb1? b4 18 £4 Wd7 19 Bal b3, su juego em- peoré gradualmente y acabaron per- diendo: los peones pasados y el con- trol de d5 decidieron la partida a favor de las negras. Geller siempre estuvo considerado un jugador muy agudo y que, bastante mas que Petrosian, utilizaba medios tactics para conseguir sus objetivos. Sin em- bargo, fue Petrosian, y no Geller, iquien realiz6 la increibie jugada que sigue! 17 51! La mejor forma de complicar el juego al maximo y de mantener viva la inicia- tiva de las blancas, que se iba diluyen- do. Esto parece un grave error, pero lo cierto es que modifica radicalmente la situacion. De esta forma, las blancas se desprenden del “innecesario” peén de d4, que le permitia a su oponente mantener cerrada la posicién. Pero ahora se ha abierto, y puesto que las negras no pueden enrocar corto (de- bido a &xh5), deberdn optar, bien por retener a su rey en e8, bien por enrocar largo. En cualquier caso, la apertura de la columna d favorece a las blancas. 17... Dxd5 “Un inesperado error” sian poco después de la partida. “Las negras deberian haber jugado 17 ... 2xd5, impidiendo que ei caballo blan- co ocupe la casilla ef", Sin embargo, después de 17... &xd5 18 Sd] Wc7 19 Be3! (19 23 Axf3 20 Wxf3 0-0 es peor), las blancas ejercen una fuerte pre- sin; ademas, las negras se enfrentan al mismo problema con la jugada propues- ta por Petrosian: zqué hacer con el rey? 13 Gary Kasparov — MIS GENIALES PREDECESORES IIT 18 Zd1 We7 19 De 0-0-0! “No es bueno 19 ... 0-0?! por 20 &xh5. Quiz hubiera sido mejor 19... $8, para seguir con 7” (Suetin). “El enroque largo supone un considerable peligro, pero ya es dificil sugerir una defensa sa- tisfactoria para las negras” (Petrosian). jAun asi, debemos intentarlo! 20 gb! Consiguiendo el deseado cambio de al- files. 20... Axg5 21 Wxg5 El punto culminante de la batalla, un hecho omitido por los analistas hasta el mismisimo fin del siglo XX. 885 Las blancas parecen haber tenido éxito en al menos una cosa: la invasion en d6 por parte del caballo esta garantizada. Un caballo asi no puede tolerarse du- rante mucho tiempo, lo que significa que las negras deberan entregar su to- rre, abriendo mis la posicién, con adi- cionales posibilidades de ataque. Todo eso es cierto, pero... 21... a4? EI repentino cambio de caracter en la posicién ha desorientado a Smyslov, que ahora realiza una sdlida jugada pa- siva, y deja escapar la ocasién de explo- tar su ventaja material, que podria ha- ber cambiado la situaci6n a su favor: 1) 21 b4 22 cxb4 axb4 23 Dd6+?! Bb8 24 Dxb7 (24 Axc4? Ac3 25 KxdB+ 4 Wxd8!) 24 ... bxb7 25 23 Wc5I, o bien 23 Ed4! (Crouch) 23 ... f6! (no 23 ... Dc3? 24 DdG+!) 24 exf (24 Oxf? Dc3) 24 ... Qb6!, con juego agudo mas © menos igualado. 2) 21 ... f6!! Este fantastico recurso, que descubri a finales de los noventa, tras- toca todo el plan de las blancas, que después de 22 exf6 Df4 23 Bxd8+ Bxd8 24 Bf3 Bd5!, se ven privadas de su principal triunfo: el caballo de d6. La posicién es muy aguda, pero la desagra- dable amenaza b5-b4 decanta la posi- cién_ como favorable a las negras. 22 Wg3 £5 Después de esto, las negras tienen que sacrificar calidad en circunstancias me- nos favorables. 23 Ddb6+ Bxd6 24 exd6 f4? El error decisivo. “Mejores posibilida- des de salvacién ofrecia 24 ... Wg7! 25 &£3, y ahora no 25 ... Dxc3+ (por 26 d7+!), sino 25 ... Hd8” (Petrosian). Aunque incluso aqui, después de 26 Exd5! Bxd5 (26... exdd 27 We3!) 27 Eabl, las negras se encuentran en gra- ves apuros. Por la misma raz6n, nadie ha visto que era mds tenaz 25 ... &d7!? 26 &xd5 Sxd5 27 Hdbl &c6, ni que 25 ... WE! 26 @xd5 exd5, con idea de Bd8 y d5- d4!, conduce una posicién confusa. 25 Wag6 Wxd6 26 2F3 2c6 27 Hel He8 Durante las ultimas diez jugadas, el pa- norama ha cambiado abruptamente. Smyslov, famoso por su capacidad para maniobrar y defenderse, asf como para captar los mas ligeros matices de la po- sici6n, demuestra que no estaba prepa- rado para una modificaci6n tan brusca de los acontecimientos, y ha quedado en una dificil posicién. Ahora Petro- sian materializa su ventaja de forma convincente. 28 &xd5! Este cambio produce una muy fuerte impresién. También es posible 28 Bad1!?, pero Petrosian busca llegar a un final. 28... Wxd5 29 Hadi! WF5 Obligado. 30 Wxf5 exf5 31 Bxe8+ Axe8 32 £3! Restringiendo el contrajuego del opo- nente. A pesar del favorable balance material (alfil y dos peones por torre, lo que por regla general es mas que su- ficiente), la caida de las negras se debe a la incursion del rey blanco en el flan- co de dama, después de lo cual la torre se activa y los fatalmente débiles peo- nes negros del flanco de rey se pierden. 32... Gc7 33 GFZ Sb6 34 Ge® Sad Smyslov ha elegido el tinico plan acep- table, que consiste en llevar su rey en apoyo de los peones a y b. Después de 4... cB, también habria seguido 35 Rb1! Por ejemplo: 35 ... a3 36 &d2 b4 37 cxb4+ &d4 38 Hal c3+ 39 hcl be3 40 Bxa3 bf2 41 Bxc3 bxg? 42 bar, y las blancas ganan (Crouch). 35 Bb! Una frfa maniobra, que deja claro que las negras no podrén progresar, Pero zpodran hacerlo las blancas? Normal- mente, en estos finales el alfil no es in- ferior a la torre, pero una fina secuen- cia tdctica interviene aqui en ayuda de las blancas, lo que les permitiré coro- nar su estrategia. TIGRAN IX 35 .... a3 36 bed2 Gon idea de jugar #2. 36 ... b4 Si 36 ... dad, entonces 37 Eb4+ dab 38 &c2, seguido de &bl-a2xa3 y Ebl-cl, etc. 37 cxb4+ ba4 38 c3 a2 39 Bal ba3 40 &xe4! Un bien calculado sacrificio de torre. El rey negro queda fuera de juego y el pobre alfil, atado a impedir la corona- cién del pedn b, es incapaz de proteger los peones del ala de rey. 40 ... Sb2 41 Hel alW 42 Bxal éxal 43 b5 2d7 44 b6 Sc8 45 &d4 eb? 46 bed bc3 47 bxf4 bd4 48 bg5 Led 49 bxh5 &f6 50 g4 £b7 51 Sh6! Las negras se rindieron Que el éxito de Petrosian no habia sido un accidente qued6 confirmado en el Interzonal de Estocolmo (1952), dominado por los jugadores soviéticos: 1. Kotoy 16,5 (de 20); 2-3. Petrosian y Taimanoy 13,5; 4. Geller 13; 5-8. Aver- baj, Gligoric, Stahlberg y Szabo 12,5 etc. El Torneo de Candidatos (Zurich 1953) seria brillantemente ganado por Smysloy, mientras que Petrosiam se cla- sificaba en quinta posicién (jlo que no estaba nada mal para un joven debu- tante!), consolidandose, por pleno de- recho, en la elite mundial. En Zurich emple6 por primera vez un procedimiento posicional hasta en- tonces desconocido. 15 Gary Kasparov — MIs GENIALES PREDF: Sacrificio favorito ¢Quién no ha ofdo hablar de Petro- sian como un virtuoso de la defensa, de su capacidad para prevenir el peligro, para explotar los imperceptibles mati- ces de la posicion, y también de su te- ma favorito: el sacrificio posicional de calidad? En la armoniosa combinacion de elementos estratégicos de aparien- cia incompatible, como el sacrificio de calidad y las pausadas maniobras, se oculta uno de los secretos de su enor- me fuerza prictica y su profunda pene- tracién en la esencia del ajedrez. Dado que, por naturaleza, el ajedrez es ex- cepcionalmente armonioso, cualquier procedimiento, hasta los mds variados (ya sean sacrificios de material, crea- cién de debilidades en campo enemigo o eliminacién de la’ propias debilida- des), tiene siempre el mismo objetivo: conseguir la armonia de la propia posi- cin y, al mismo tiempo, procurar alte- rarla en la posicion contraria. A Petrosian le gustaba mucho el sa- crificio posicional de calidad, y era ca- paz de interpretarlo como nadie. Hay que decir que con el desarrollo del aje- drez la apreciacion de los valores relati- vos de las piezas ha cambiado mucho. Asi, en un interesante articulo en New in Chess (1999, nim. 5), Hans Ree inclu- ye un extracto de una vieja partida de Tarrasch, en la que las blancas tienen calidad de ventaja, y que, incluso mu- chos afios después, se consideraba ga- nada para él, mientras que hoy en dia cualquier fuerte jugador de club la eva- Iuaria como favorable a las negras. A modo de experimento, la posicién les fue mostrada a varios aficionados de un club holandés y todos ellos llegaron a la conclusién de que estaba virtualmente ganada para las negras. Para que una revolucion asi llegase, han debido trans- currir muchas décadas. Petrosian jugd un papel clave en considerar los limites de la posible aplicacion del sacrificio de calidad. Muchos los realizaron, y aqui podriamos nombrar a toda una galaxia de brillantes maestros que han demos. trado el triunfo del espiritu sobre la ma 16 Res HIT teria. Alekhine y Tal tenfan un enfoque creativo con respecto a la evaluacion de la fuerza relativa de las piezas en el ta- blero. Pero las combinaciones de Ale- khine y Tal estén normalmente asocia- das con el rapido desarrollo de la iniciativa o un ataque directo al rey. En ocasiones, Petrosian también sacrifica- ba calidad en aras de objetivos concre- tos o visibles, pero en el caso a que nos referimos, estamos hablando de sacrifi- cios de un tipo muy distinto, acerca de lo mas dificil de entender en ajedrez: el efecto de factores posicionales a largo plazo. Petrosian introdujo el sacrificio de cali- dad en virtud de la calidad de posicién, en el que el factor tiempo, tan importante en el juego de Alekhine y Tal, apenas inter- viene. Incluso hoy dia, muy pocos juga- dores pueden actuar con seguridad en el tablero con este tipo de conceptos abs- tractos. Antes de Petrosian, nadie habia estudiado estos conceptos (excepto, en su forma general, Nimzovich, cuya obra La préctica de mé sistema fue por cierto el li- bro de cabecera del joven Tigran). Al sa- crificar de esa forma la calidad por algu- nas ventajas a largo plazo, en posiciones con desequilibrio material descubrié re- cursos latentes que pocos eran capaces de evaluar de forma adecuada. Tlustraré lo dicho con la famosa par- tida Reshevsky-Petrosian, jugada al co- mienzo del Torneo de Candidatos de Zurich, en 1953. Aunque finaliz6 en ta- blas, significé una enorme aportacién a comprender la importancia de la profundidad en ajedrez. 299 S. Reshevsky-T. Petrosian Zurich 1953, 2° ronda Torneo de Candidatos Defensa Nimzoindia (E58) 1 d4 Df6 2 ct c6 3 Dc3 Lb4 4 3 0-0 5 2.3 d5 6 DES cB 7 0-0 Dc 8 a3 2xc3 9 bxe3 b6?! “Se considera que esta jugada le daa las negras una posicion restringida, pero sia un jugador le gusta este tipo de po- sicién restringida, conseguira con ella mejores resultados que en otro tipo de posicién mas libre”, escribe Bronstein en su famoso libro del tornco. La linea principal es 9... dxe4 10 &xe4 We7, 0 bien la inmediata 9 ... Wce7, para no permitir Acd. 10 cxd5 Las negras amenazaban &a6. 10... exd5 11 &b2 En la 20° ronda, Taimanoy, un gran ex- perto en la Defensa Nimzoindia, jug la enérgica 11 &e5! contra Petrosian, y después de 11 ... Wc7 12 Axc6 Wxc6 13 £3 Be6 14 Wel Dd7 15 e4 4?! (segtin Bronstein, era mejor 15 ... £ 16 e5 b5, con idea de Hb6-c4) 16 Bc2 fH 17 ¢5 EE7 18 a4 a5 19 £4, las blancas obtuvie- ron una clara ventaja y se anotaron una excelente victoria. “Quizd fue esta partida”, recordaba Pe- trosian a mediados de los sesenta, “lo que marcé el punto de inflexién que me decidié a orientar las aperturas en la direccién que habria de seguir: no permitir que el oponente jugase sus es- quemas favoritos. Casi en cualquier po- - sicién, las ilimitadas posibilidades del ajedrez permiten descubrir una conti- nuacion nueva 0 poco estudiada”. 11... c412 2c2 &g413 Wel! Ded! “En caso de 13 ... &xf3 14 gxf3 DHS, las blancas tenian la posibilidad de refor- zar su posicién de modo sistematico con 15 f4!, £243, WE, Hael, 2cl, Shi, Zgl, e45, etc. Por consiguiente, Pe- trosian prosigue con su mismo curso légico, asumiendo que, puesto que no ha realizado jugadas dudosas ni ha alte- rado el equilibrio, no deberia llegar a una posicién perdida” (Bronstein). 14 Ad2 Dxd2 15 Wxd2 Lhd 16 £3 2g6 17 e4 Wd7 18 Sael dxe4 19 fxe4 Efe8 20 WF 20 ad?! Ded! y Dd3 =. Ticran IX 20... b5 21 Gdl!? He7 22 Bg4 We8 23 e5 a5 24 He3 Xd8 25 Bfel Dado que tanto a 25 h4 (Bronstein) co- mo a 25 23 las negras disponen de la buena réplica 25 ... £6!, Crouch sugiere 25 Hef3!? A primera vista, parece preferible la po- sicién de las blaticas, que tienen la pa- reja de alfiles, y aunque el de b2 es pasi- vo, puede incorporarse al juego por cl. La mayoria de peones negros en el flanco de dama es efimera (la jugada b5-b4 no reporta nada especial), mien- tras que las blancas pueden emprender acciones en el centro, Lo primero que pueden hacer es reforzar su posicién con el avance del peén h, pero la prin- cipal baza de Reshevsky es la ruptura e5-e6, Esta amenaza es muy desagrada- ble y no esta claro como combatirla. Pe- ro un examen detenido de la disposi- cién de las piezas negras sugiere que tal vez debamos modificar nuestra evalua- ci6n inicial, sobre todo si el caballo pu- diese ocupar el inexpugnable puesto de d5. En esta casilla, el caballo no sdlo bloquearia el peén de d4, sino que también les quitaria a las piezas blancas algunas buenas casillas (por ejemplo, f4 a la dama). Sin embargo, no es facil que el caballo alcance d5, pues para ello la torre de €7 deberia moverse. Por ejemplo: 25 Ba de 26 ¢6 f6 27 &f8 De7, las cosas distan de estar claras. En cualquier caso, no hay un modo evi dente de explotar el poderoso pedn pasado: las negras conservan el control de las casillas blancas, y aunque el peén 17 Gary Kasparov — MIs GENIALES PREDECESORES II] avanzase a e7, el alfil de g6 puede tener una intervencidn decisiva. ;Pero eso hubiera sido caer dentro de los planes blancos! Petrosian efectuara una juga- da que muchos que no conozcan esta partida podrian considerar un error y que a un programa de juego le haria reir “en su fuero interno”. 25... He6!! “Este sacrificio puramente posicional (una jugada tranquila, sin jaques ni amenazas evidentes) me produjo una impresién indeleble” (Tal). La jugada es, ciertamente, increible: la torre se si- tia, sencillamente, a tiro del alfil. :Para qué, a fin de cuentas? Para bloquear el avance del pen e y también para abrir- le paso al caballo hacia d5. Sin embargo, consideremos la posicién y preguntémonos: zpor qué deberia ser, aqui, una torre mas fuerte que una pieza menor? Después de todo, una to- rre requiere lineas abiertas, necesita al- go que atacar, mientras que las piezas menores requieren puntos fuertes y so- porte de peones. En el caso que nos ocupa, existe una carencia de lineas abiertas, y ya no sera posible impedir que el caballo Hegue a d5, donde se convertird en un bastion, Por ow lado, desde d5 el caballo atacara el peén de 3, y si el alfil blanco no consigue si- tuarse en d2, seguira “vegetando” en b2. Ahora podemos ver que resultara practicamente imposible romper las defensas negras en casillas blancas: las blancas no disponen, sencillamente, de los recursos suficientes para hacerlo. 18, Una vez efectuada esta jugada en el ta- blero podemos entender perfectamen- te las razones que han inducido a las negras a realizar el sacrificio de cali- dad, y podemos captar el sentido estra- tégico de lo que esta ocurriendo. No obstante, creo que incluso hoy no todo el mundo se hubiera decidido por tal sacrificio. Con todo, conocida la in- apreciable experiencia de Petrosian y de otros sobresalientes grandes maes- tros posteriores, y teniendo presentes muchas ideas y partidas relacionadas, es bastante mas facil descubrir jugadas similares. ;Aun asi, cuando se produ- cen, no dejan de sorprendernos! Se dirfa que Reshevsky recibié un pe- queho shock, porque decidié postergar la captura de la torre, pesando que, en cualquier caso, no se escaparia. 26 a4?! Una tentativa por crear tensién en el flanco de dama, abrir lineas y explotar la ventaja de la calidad (por ejemplo, después de 26 ... b4?! 27 d5! Hxd5 28 2xe6 fxe6 29 Wxc4). Aunque era mejor la inmediata 26 &xe6 (pero no 26 h4?! @e7! y DBd5), y si, como en la partida, 26 ... fxe6, entonces, después de 27 Eg3! (es menos convincente 27 h4 De7! 28 Begs A 29 Eh3 £h5, o bien 28 Hf Dd5 29 Wed 2d3), las blancas inician sus preparativos de ataque al rey. Por ejemplo: 27 ... De7 28 Hl Add 29 Wed We7 (tras 29... Ed7 30 h4 2d3 31 Sf2, atin es mas diffcil crear contra- juego) 30 Scl! Wxgd $1 &xg5 Bbs 32 2d2 (el alfil ha logrado situarse en la casilla idénea) 32 ... £d3 33 Bf, y las negras tienen un dificil final. En consecuencia, lo correcto aqui es 26 ... Wxe6! Después de la posible conti- nuacion 27 Eg3 De7 28 h4 Add 29 Wed 2d7 30 h5 h6 31 Wh4 23, el problema del alfil de b2 no puede ser resuelto de inmediato, pero las blancas conservan alguna ventaja: 32 &cl Oxc3 33 WIG Wxf6 34 exf6 De2+ 35 Exe2 Qxe2 36 Exg7+ #h8 37 &xh6 b4. De modo que la inmediata 26 &xe6 parecia més pro- metedora para las blancas. 26... De7! Con la amenaza 4d5. Pronto resultara evidente que las blancas no han conse- guido nada con la apertura de lineas: las torres siguen estando pasivas, y acti- var el alfil por a3, como Reshevsky so- fiaba, no es posible. 27 &xe6 fxe6 28 WEl! Pensando ya en devolver la calidad. “Si 28 Wf2, entonces 28 ... Ad5 29 Bf3 b4 es molesto” (Bronstein). Después de 28 Hf3, también es posible jugar 28... Ad5 29 Wel! (la jugada de Crouch, 29 Wd2, es més floja, a causa de la misma réplica, 29 ... b4) 29 ... b4! 30 cxb4 axb4 31 Wxc4 Wxad 32 Bal ‘Wd7, o incluso 32... We8 33 Ba7 Bc8 34 Wa6 h6 35 Hg3 Gh7, y aunque obje- tivamente las blancas estan mejor, no disponen de posibilidades reales de vic- toria. Lo que se estd poniendo de manifiesto son los factores a largo plazo en que Pe- wosian confiaba: alfil de casillas blan- cas sin oponente y el eterno caballo de 5, que no son inferiores, en modo al- guno, a la torre y el alfil aletargado de b2, que tiene la obligacién de estar pendiente del pesn b pasado. Sin embargo, es mas fuerte la inmedia- ta 28 ... b4! 29 Hefl Dd5 30 Wg5 Abs, y 31 Bf8+? Wxf8 32 Exf8+ sexf8 es desfavorable a las blancas. Aqui, la po- sicidn negra es ya invulnerable: las blancas son incapaces de atacar sus de- bilidades y, en esencia, han perdido la batalla estratégica. Reshevsky, por tan- to, decide devolver la calidad a tiem- po, admitiendo asi la correccién de la idea de Petrosian. 8 ... Add 29 HF3 2d3 30 Axd3 cxd3 31 Wxd3 b4! “El zigzagueante juego de Reshevsky y la impecable légica de Petrosian hacen de esta partida una de las joyas del tor- neo. (...) Las blancas han de enfrentar- se ahora a un dificil problema psicolé- gico: si cambiar en b4 que conduciria a unas tablas casi seguras— 0 avanzar su TiGRAN IX peén c para expulsar al caballo, conce- diéndose posibilidades de ganar... ;pe- ro también de perder!” (Bronstein). 32 cxb4 En apuros de tiempo, Reshevsky juega lo mas sencillo. “Después de 32 c4 Db6, los peones blancos quedarian bloquea- dos, mientras que el juego negro resul- taria muy peligroso: 33 Bcl Oxa4 34 Bal We6, o bien 33 d5 exd5 34 cb @xa4 35 Ad4 He8 36 WES” (Bronstein). Aqui podria seguir 36 ... Axcd!, etc. 32... axb4 ‘También era posible 32... ®xb4. Ahora las cosas finalizan répidamente en ta- blas. El pedn extra de las blancas esta compensando por el poderoso caballo de d5. 33 a5 Ba8 34 Bal We6 35 &cl Si 35 a62, las negras podian seguir con 36 ... Df 36 WEI (no es mejor jugar 36 Wa? gb, ni 36 WIS?! Wxf3 37 gxf3 Dd3 38 &cl b3: Crouch) 36 ... g5, con la desagradable amenaza We2! 35... We7! Las negras no se dejan tentar por 35 ... Bixa5? 36 Sxad5 Wxcl+ 37 Wil We3+ 38 hl (Bronstein), ya que la vulnerabili- dad de su propio rey seria dramatica. 36 a6 Wb6 37 2d2 Si 37 h3 (Crouch), entonces sencilla- mente 37 ... Ac7!, ganando el pesn a. O bien 37 Wc4 2c7! 38 a7 Bxa7 39 Bxa7 Wxa7 40 Wxb4 DdS, con igualdad. Gary Kasparov — MIS GENIALES PREDECESORES III 7 ... b3 38 Wed h6 39 h3 b2 40 Zbl bhs La simplificacion que se produciria tras el movimiento 40 ... Wxa6!? 41 Wxa6 Exa6 42 Bxb2 Bad y Bxd4 sélo condu- cea la igualdad. 41 £el La jugada secreta. Era erréneo 41 8c3?, por 41 ... Wxab 42 Wxa6 Exa6 43 &xb2 Bb6. ¥ en esta posicidn se acordaron tablas, sin reanudarse el juego, en vista de la continuacion 1... Bxa6 42 Wc8+ &h7 43 We2+ dg8 44 Wxb2 Wxb2 45 Exb2. La idea estra- tégica de las negras quedé plenamen- te justificada. Después del Torneo de Gandidatos de Zurich, Petrosian se hizo verdadera- mente invencible, permaneciendo in- victo en dos campeonatos soviéticos consecutivos (siendo el 22° ademas un Torneo Zonal), y luego también en el siguiente Interzonal (Gotemburgo 1955). El Torneo de Candidatos de Amsterdam (1956) result6 ser otro triunfo de los jugadores soviéticos. Cla- sificacion final: 1. Smyslov 7. Bronstein, Geller, Petrosian, Spassky y el htingaro Szabo. Pero la vida ajedre- fica estaba tan bien organizada que el “férreo Tigran” tuvo que empezar el siguiente ciclo por el campeonato mundial... jdesde una semifinal del Campeonato de la URSS! Una segura victoria en aquella prueba fue el co- mienzo de una serie de brillantes ac- tuaciones de Petrosian en su largo viaje hacia el titulo mundial. En el 25° Campeonato de la URSS (Riga 1958) y Zonal, finaliz6, como de costumbre, invicto, segundo, en una dura lucha a medio punto de Mijail Tal, quien superé a su mas directo rival gracias a una increible victoria en la ul- tima ronda sobre Spassky (véase parti- da mim, 347). No hay que decir lo im- portante que era el enfrentamiento Tal-Petrosian, disputado a mediados del torneo. En esta feroz batalla tuvo lugar otro clasico sacrificio posicional de calidad. 20 300 M. Tal-T. Petrosian Riga 1958 25° Campeonato de la URSS Apertura Espaiiola (C97) 1e4e5 2 Of3 Ac6 3 2b5 a6 4 Bad DIG 5 0-0 2e7 6 Sel b5 7 4b3 0-083 d69 h3 Dad 10 &c2 c5 11 d4 We7 12 Abd2 Ad7 13 Dfl Dc4 14 Ded Una alternativa inocua es 14 b3 Ob6 15 De3 c4 16 bxcd Dxc4 17 Axed dxed 18 ad Bfe8, con juego igualado, como en las partidas Korchnoi-Petrosian (Can- didatos, Curacao 1962) y Velimirovic— Petrosian (Interzonal, Rio de Janeiro 1979), Contra Petrosian, intenté en una ocasién 14 d5!? Db6 15 g4 (Banja Luka 1979) 14... Dxe3 15 2xe3 2.6?! Es mas seguro 15 ... Bfc8! (Karpov-Pe- wosian, Milén 1975, match, 1*). 16 Dd2 Bfe8 17 £4! Rad8& 17 ... exd4 18 exd4 Bac8 19 2d3 tam- bién es ventajoso para las blancas. 18 fxe5 dxe5 19 d5 &d7 20 c4 Kb8 21 ad b4 22 a5! Sf8 23 fad dxad 24 Kxad “Las blancas tienen una gran ventaja po- sicional. Cuentan con un pen pasado y protegido en d5, que jugard un papel decisivo en el final. Las negras podian haberse contentado con una defensa pasiva £6, Qd7, 7-16, Bf7, Abf8, etc.), pero ante un buen juego de las blancas, antes o después habrian quedado en una posicién muy comprometida. Aqui concebi un interesante plan defensivo” (Petrosian). 24... Ebd8 25 Wf3 Sd6! La tinica posibilidad es este inesperado desplazamiento de la torre a la sexta fila. 26 Db3 El caballo hinca los dientes en el débil pe6n de c5, y la avalancha blanca en el flanco de rey parece sélo cuestion de tiempo. 26 ... Ad7 27 Haal Xg6 28 Afl 2d6 No sé si Petrosian estaba considerando ya el sacrificio de calidad, pero la niobra Bb8-d8-d6-g6 como mit ha concedido a las negras cierto con- trajuego. Para desviar a la torre de su favorable posicién, las blancas tienen que avanzar su peon h, debilitando asi las defensas de su rey. 29 h4 Wd8 30 bd Si 30 Wh3, entonces 30 ... h5! 31 Bf Wc8 32 WES (32 Bxh5? Afb!) 32... AB es confuso. 30... MEG 31 Wet Alas blancas s6lo les queda jugar g2-g3 y cambiar la audaz torre de £6, después de lo cual todo ira sobre ruedas. “Pen- saba que mi posicién estaba ganada”, escribe Tal. “Desde luego, las blancas estén preparadas para atacar en el flan- co de rey, mientras que en el de dama, en lugar de contrajuego, las negras s6lo tienen debilidades. Pero aqui procedia recordar a Nimzovich y su teoria del bloqueo...”. TIGRAN IX 31... BfAl! (Una brillante jugada! Con una idea que ya debe resultarnos familiar: la to- rre se sittia en prise por parte de una pie- za menor, El sacrificio de calidad (jni siquiera por un pedn!) permite un rea- juste radical de los valores relativos de las piezas. 32 Oxf4?! Esta captura conduce a una inesperada activaci6n tanto del inerte alfil de d6 (que comienza a apuntar la casilla h2), como del indolente caballo de d7 (que adquiere la espléndida casilla e5). Aho- raya no se tata de que el peén de c5 sea débil, sino mas bien de que lo son los peones blancos de c4 y e4. Ademas, re- sulta que el pe6n h se ha internado en campo enemigo, y el rey blanco es un potencial objetivo. En resumidas cuen- tas: un absoluto cambio de decorado. “Por supuesto, si Tal hubiese compren- dido a qué conducia aceptar la calidad, se habria contentado, digamos, con la ganancia de un peon: 32 Exf4! exf4 33 2xf4. Pensaba que esta situacién era mejor para las negras que jugar con equilibrio material una posicién muy restringida” (Petrosian). Sin embargo, un somero anilisis de- muestra que las blancas podian haber conservado una considerable ventaj 33... @xf4e! 34 Wxf4 We7 35 h6! g6 36 Hil; 33 ... We7 34 h6 g6 35 Wg3 (35 &xd6!? Wxd6 36 Bfl) 35... Bxf4? (35... De5) 36 Wxf4 37 Bel Ded 38 He® We7 39 exf ExfS 40 We3, ganando; 33 ... D6 34 WH &xfd? 35 WHE Dxh5 36 We3! Wh4 37 Oxcb He8 (37 ... gs 38 Hel) 38 Bfl Dg3 39 ES Axed 40 Hf, y las blancas ganan; 33 ... Be5 34 Wg3 Ke8 35 h6 g6 36 Sc] Wc7 37 BEl! Axcd? (37 ... Wd8) 38 Bxd6 Dxd6 39 4f6 Hd8 40 Wed, ganando. Aun asi, las negras dispondrian de al- gunas amenazas, lo que puede no ha- berle gustado a Tal, quien admitia: Por entonces, y debido a mi juventud, pensaba que siempre debia ganarse la calidad”. 21 Gary Kasparov - MIs GENIALES PREDECESORES IIT 32... exf4 33 Dd2 De5 La posicién se ha vuelto mucho més aguda, y las blancas deben jugar ahora con precisién, lo que resulta bastante dificil. Todo jugador experimentado sabe hasta qué punto influye psicolégi- camente en su humor cualquier cam- bio en el caracter del juego. Hasta aqui, las jugadas aisladas no desempefaban un papel decisivo: estaban destinadas a implementar el plan de forma general. Pero ahora se requiere un calculo con- creto, y aunque Tal sobresalfa en este aspecto, el brusco giro de los aconteci- mientos le desestabiliz6. Ademas, a Mi- jail Nejemevich no le gustaba defen- derse. 34 Wxf4? Un error. Lo correcto era 34 WE, 0 bien 34 Wh3 £3 35 Hf2! (pero no 35 gxf8 Dd3 36 £4 Axf4 37 Wed WIG, agu- dizando el juego), la ventaja blanca es indiscutible. En tal caso, el sacrificio de calidad habria resultado ser insuficien- te, lo que viene a ser una evidencia de lo dificil que era la posicién inicial de las negras. 34... Dxc4 Una sola jugada titubeante de las blan- cas ha modificado la evaluacion en casi 180 grados. 355 35... Dxe5! Conservando, sin la menor indecision, una poderosa posicién central. Es posi- ble que Tal esperase 35 ... Axd2? exd6 Oxfl 37 Exfl h6 (37 ... 22 h6) 38 Kel, y los peones d slo son do- blados en teorfa, jen realidad, son pasa- dos! 36 De4 h6 37 Hael? Después de 37 Axd6 Wxd6, las negras habrian reforzado su caballo con f7-f6, creando una fortaleza inexpugnable, con el contrajuego en cartera c5-c4. Pe- ro, naturalmente, las blancas no ha- brian permitido que esto sucediera en la partida. Era a considerar 37 b3!? 37. Lb8! 38 Bdl c4 Amenazando £a7+ y d3, con ataque de mate. La posicién negra ya es mejor, y lo que se mencionaba en las notas a la jugada 32 de las blancas esta comen- zando a hacerse realidad. El rey blanco se encuentra en peligro. 39 d6! Era pasivo 39 Df2, ya que podria seguir 39... Wxa5 40 d6 Wed! 39... Dd3 En apuros de tiempo, era dificil deci- dir si hubiera sido mejor antes 39 ... &a7+!? En tal caso, podria haber se- guido 40 Shl Ad3 41 Exd3! (pero no 41 Wg4? £5, como en la partida) 41 ... cxd3 42 Dg3 Wxad 43 DP, con sufi- ciente contrajuego, o incluso 40 D2 A@d3 41 Wxe4 Axf2 (41 ... Axb2!? 42 Wxa6!) 42 Bxf2 Wxab 43 d7 Oxf2+ 44 Sxf2 Ed8 45 Sg] Wxhd (45 .. Wb6+ 46 Gh1) 46 Rd5 Wg6 47 Wxb4, y el po- deroso peén d pasado es un seguro contra la derrota. 40 Wed? La tiltima jugada para el control de tiempo y, obviamente, perdedora. Era esencial 40 Ye3, Por ejemplo: 40 ... Dxb2 41 Hd5! Wd7 42 Ac Web 43 HES! (43 :.. 2d6 44 Wed); 40... Wa7 41 Bxd3 (41 bhl!?) 41... cxd3 42 Wxd3 Sa7+ 43 Bf, o bien 40... 41 Wadd! (es peligroso jugar 41 D2 Wxd6 42 @xd3 Wh2+ 43 &f2 Wh4+ 44 bed Wxhd+ 45 Wi3 We8+) 41 ... fred 42 Wxcd+ Gh8 43 BxiB+ WxiB 44 Wxed BaT+ 45 Bh? D2 46 We7! Wit 47 g3 WES 48 We8+ (6 48 d7), con tablas. 40... 2a7+ 41 Shl £5 La jugada secreta. En la reanudacién de ‘la partida se producirfan algunos acontecimientos fascinantes. 42 DE6+1 A Tal, por supuesto, no se le escapa un detalle tactico, Era totalmente falso 42 Exl52, por 42... Bxf 43 WxfS Wh4+ 44 Wh3 Wxe4 45 d7 We7, y las negras ganan. 42... ch8 No 42... Wxf6?? 43 Wxed+ y 44 Wxd3. 43 Wxc4 Oxb2 44 Wxab Axdl 45 Wxa7 45... Wxd6? Después de 45 ... c3! 46 We7 gxf6, las negras tendrian excelentes posibilida- des de imponer su picza de ventaja, aunque las blancas seguirfan creando problemas. Por ejemplo: 1) 47 We3 HET! (mas flojo es 47 ... @h7? 48 Wd3! Wd7 49 BxfS Sh8 50 a6! Web 51 d7, 0 bien 48 ... De4 49 Bxi5 HeB 50 7! Be7 51 B45, con dominaci6n, asegu- rindose unas tablas) 48 a6 (48 Wxh6+ h7) 48 .. Wxd6 49 a7 Wd8 50 Wxh6+ (0 bien 50 Hal Wa8 51 Wxh6+ dg8 52 We 2g7 53 WEB Det) 50... og8 51 We3 Bg7 52 BxfS Wa8 53 £3 Wxa7 54 Web+ WET, ganando. 2) 47 Bxf Wxe7 48 dxe7 e8 49 Bxf6, y ahora no 49 ... Exe7?! 50 a6! Db5 51 Hb6! Bed 52 Axh6+ &g7 53 Eg6+ LB 54 Bed, con tablas, ni 50 ... Sg7 51 Rg6+! 217 (51... Sh7 52 Bb6 Add? 53 2b7 4g7 54 a7!) 52 Bxh6 Db5 53 Bb6 Be5 54 a7 Oxa7 55 Exb4, climinando TicRan IX todos los peones, con tablas, sino 49 ... Sg7! 50 Eb6 Hxe7 51 Bxb4 Bed 52 g4 Bxa5 53 Bb7+ &f6 54 Eb6+ hogs 55 Bg6+ wF4, etc. (56 Hxh6 &g3!), o bien 50 Bg6+ Gf7 51 Bxh6 (51 Bb6 Ad5 52 Eb5 Ge6 53 a6 Bxe7 54 Eb7 He8 55 a7 Ha8) 51... Dal! y b4-b3. Esta decisiva maniobra de caballo (juna jugada no humana!) es lo que Petrosian pudo no haber visto en su anilisis de la posicién aplazada, Pues de lo contrario, es dificil entender por qué no jugé 45 ... 3c3! 46 Wd7! Una réplica muy fuerte, con la que el ingenioso Tal consigue unas tablas. Pe- ro es interesante ver los errores que ambos contendientes siguen cometien- do. Se diria que ninguno de los dos analiz6 seriamente esta fase de la parti- da, y hay varios momentos importantes que han quedado fuera de foco. 46 ... Wxf6 47 Yxd1 Bb8! No 47... Wa6 48 Bf4! Wxa5 49 Wd6, ca- zando el peén de bé4. 48 Bf3? Un grave error. Las blancas conservari- an posibilidades de tablas con 48 Wd3 b3 49 a6, con idea de cambiar el peéna por el b negro. 48... a8? Devolviendo el cumplido. Después de 48 ... Rb5!, la penosa situacién del rey blanco hubiera resultado decisiva: 49 Wel (49 Wad Wh4+, o bien 49 Bb3. Bxa5 50 Exbd Hal, etc.) 49 ... Gh7 50 Ab3 Bxa5 51 Wxb4 Zal+ 52 bh2 Hl. Ahora, en cambio, el final es objetiva- mente de tablas (tres peones contra dos en el mismo flanco), aunque los errores no han terminado aqui. 49 Wel Rxa5 50 Wxb4 Hed O bien 50... We5 51 Hfl Kal 52 Bxal Wxal+ 53 bh2 Wed+ 54 bh3 We3+ 55 Sh2 Gh7 56 Wed, con tablas. 51 Wf4 Sh7 52 Sh2 2d5 53 Bl Wes a Gary Kasparov — MIs GENIALES PREDECESORES IIT 54 WE3 Bed 55 Sg] Bcd 56 WE2 Hed 57 Wf3 Bad 58 h2 Gh8 59 eg] Bad 60 Wd5? Dejando desprotegida por un instante la casilla e3. 60... Be2? De nuevo podia Petrosian haber gana- do, pero para ello se requeria conocer una geometria especial tipo computado- ra, que por entonces era desconocida: 60 ... We3+! 61 Yh? Had! 62 Wd8+ Lh7 63 BxfS Rd4! (jmuy bonito!) 64 Bd5 Ag4 65 Rd3 We5+ 66 &gl (66 Sh We2 67 Wadd Zg5; 66 g3 Bed!) 66 ... Wed! 67 Wd5 (o bien 67 g3 Bg 68 Hb3 d5) 67 ... Bxg2+ 68 Shl Wxd5 69 Exd5 Eg5!, ganando. Todo esto fue “personalmente” supervisado por los ri- gurosos seres artificiales Juniory Fritz 61 Wa8+ th7 62 WE3 Zcl?! Era mas fuerte 62... 3c5. 63 Excl Wxcl+ 64 Gh2 We7+ 65 Gh3 Wed 66 g4! fxg4+ 67 coxgd We5+ 68 bh3 WEE 69 Weds cg8 70 We8+ WES 71 Wxf8+ bxf8 72 bed E773 bf5 Tablas. El siguiente ejemplo sobre el mismo tema fue prologado por Petrosian con estas palabras: “Repito que la primera y principal dificultad para realizar un sa- crificio posicional de calidad es una prevencién psicolégica: después de to- do, se trata de entregar una torre por una pieza menor. La segunda dificultad radica en que la calidad se entrega 24 cuando no se esta obligado por las cir- cunstancias. Por consiguiente, debe preverse en el momento preciso cémo evolucionaran los acontecimientos, y tomar las medidas oportunas”. 301 T. Petrosian-S. Gligoric Olimpiada de Varna 1962 896 26 263! Un inteligente recurso en posicion dificil. 26 ... Haf6 Si 26 ... ed, seguiria 27 Wd4! “El peén de e4 queda atacado, y si 27 ... Dd3, las blancas sacrifican calidad. O bien, si 27 .. We7, entonces 28 Ze2, con una par- tida muy tensa y aguda” (Petrosian). 27 Bel! La unica posibilidad. 27 Be2? 2d3 28 Ded Axed 29 Wxd3 Dg3e! 27 ... Dd3 28 Hfe® Dxel 29 Wxel Fes 305 “Las negras tienen una calidad limpia de ventaja, pero no se nota en el juego” (Petrosian). 30 ... E£f8 31 Ded Tablas, a propuesta de Gligoric. Incluiré otro instructive ejemplo que, como decia Tigran Vartanovich, fue muy interesante én el plano pura- mente psicoldgico. 302 L. Portisch-T. Petrosian San Antonio 1972 24 gb?! Era mas légico incrementar la presin con 24 Bel, seguido de 2f4 6 2.g5. 24... eB! jSorpresa! “Después de mi respuesta, Portisch pens6 durante unos 10 minu- tos y me miraba continuamente. No podia saber si habia sacrificado calidad o si me habia equivocado. Al final, deci- did que me habia equivocado, toms la calidad y... ;qued6 en una mala posi- ci6n! (Petrosian). 25 Be7?! O bien 25 dxe6 fxe6!, con un juego bas- tante comodo. 25 ... £5 26 2xf8 Dxf8 “Con las dos tltimas jugadas la situa- ci6n ha cambiado bruscamente. Las blancas tienen una torre por un alfil, pero carecen de juego activo, porque todas las lineas estan bloqueadas y las torres slo pueden exhibir su fuerza en columnas abiertas. Después de e7-e5, el caballo de c6 parece muy bien situado, pero eso es todo. En algunos casos, las negras tendran una pieza extra en jue- go” (Petrosian). 27 Be2 Bh6?! Era mejor jugar antes 27 ... h5! 28 Ec2 2c8 29 Ac3 Afd7 30 Hel ALE 31 Qf £4?! TicRan IX Seguin Petrosian, una jugada profilcti- ca como 31 ... Sh8! hubiera sido mas desagradable para las blancas. 32 Ece2 Hf8 33 Dat Axad 34 Wxad Qd7 Previniendo la ruptura c4-c5. 35 De7+ Las negras omitieron esta sencilla de- fensa. 35 ... @h8 36 Axc8 Wxe8 37 Wa3 Acs 38 Wf3 WES Tablas. EI sacrificio posicional de calidad fue uno de los elementos sobresalien- tes en el inimitable estilo de Petrosian. Pero ;cual era su fundamento? Veamos cémo conducia el noveno campeon mundial la apertura Milagros de la profilaxis Desde la época de Botvinnik habia quedado claro que la fase inicial de la partida exigia un minucioso estudio. Sin una solida preparacién de apertu- ras era imposible esperar un éxito im- portante en eventos profesionales, y practicamente todo jugador destacado realiz6 su contribucién al desarrollo de la teoria de aperturas. Es interesante pasar revista a esa evolucion, desde la década de los cuarenta hasta el presen- te, mds de medio siglo durante el cual se ha experimentado un increible pro- greso que no se ha detenido. En este aspecto, sin duda, Botvin- nik merece calificarse de pionero. Aunque Alekhine, Euwe y Keres tam- bién Hevaron a cabo un trabajo fructi- fero en el campo de las aperturas, fue Botvinnik quien se distinguié por su enfoque global a gran escala. Desarro- Il6 sistemas y tendencias completas, con los cuales el pensamiento ajedre- cistico progresaria mas tarde. Smysloy, aunque no recibié el reconocimiento debido, también se distinguio por una concepcién no rutinaria, y muchas tendencias de apertura estén asociadas con sus descubrimientos. 5 Gary Kasparov - MIs GENIALES PREDECESORES III Petrosian tal vez no dejé un sello global, como Botvinnik 0 Smyslov, so- bre el desarrollo de la teoria ajedrecis- tica, pero creé dos sistemas, caracteris- ticos de su estilo, en las defensas India de Rey e India de Dama, unidas por un hilo conductor: /a profilaxis. Esa aporta- ciOn suya a la soluci6n de problemas de apertura ejemplifica la ideologia aje- drecistica de Petrosian, y en ella pue- den verse sus concepciones posiciona- les de tipo general EI Sistema Petrosian en la Defensa India de Rey, que hasta el dia de hoy si- gue siendo un arma molesta en manos de las blancas, queda definido por un temprano avance d4d5 y, sobre todo, por el desarrollo del alfil dama, s.cl- g5, clavando el caballo de £6. Esta juga- da parecia un sinsentido, y hace 70, 60 6 incluso 50 aiios, dificilmente hubiera podido gozar del respeto de los exper- tos. Pero en la década de los cincuenta, los conceptos sobre la teoria de apertu- ras y, en general, sobre los puntos basi- cos de referencia, cambiaron de forma notable. No parece que sea tan dificil para las negras liberarse de la clavada y ejecutar la idea clave de la especifica es- tructura de peones: desplazar el caba- Ilo de f6 (a e8, d7 6 h5) y realizar el avance £745. Sin embargo, esa manio- bra requiere tiempo, y las negras comienzan a sentirse incémodas. En primer lugar, tienen que debilitarse con h7-h6, y luego seguir jugando g6- g5, debilitando gravemente las casillas Blancas, por lo que, antes o después, habrd de pagarse un precio, o bien mo- ver la dama a e8 6 d7, lo que, de algtin modo, afecta a la coordinacién de sus efectivos. Por supuesto, después de 1 d4 Df6 2 c4 g6 3 Ac3 d6 4 e4 &g7, podemos mencionar también la Variante Aver- baj, 5 22 0-0 6 Ags, asi como 5 h3 0-0 6 &g5 (0 bien 6 DF y 2g5), con motivos semejantes, pero el plan de Petrosian, con 5 £e2 0-0 6 D3 5 7 d5 y 2g, ha resultado ser mucho mas popular y de una consistencia poco habitual. Hoy en dia, gracias a las nu- merosas partidas jugadas y al desarro- 26 Ilo de la teorfa del sistema, esta idea de una profilaxis a largo plazo contra £7-£5, es algo estandar, pero entonces, en la década de los cincuenta, era un descubrimiento. A continuacién veremos la partida fuente, en la que Petrosian, como él mismo expresé, pudo “demostrar en la practica que la salida del alfil por g5 esta lena de veneno”. Esto sucedia en 1954, en el primer tablero del Cam- peonato de la URSS por equipos, en cuya competicién Tigran Vartanovich ayud6 al equipo de su ciudad natal, Spartak, a convertirse en campeén del pais. 303 T. Petrosian-A. Suetin Riga 1954 Copa de la URSS por equipos Defensa India de Rey (E94) 1 c4 DG 2 Dc3 g6 3 e4 d6 4 d4 275 Le2 0-0 6 DF e5 7 d5 Abd7 O bien 7 ... Da6 (partida nim. 306). 80-0 Mas tarde, el autor de la variante co- menzé a jugar 8 @g5 h6 9 fh4. Por ejemplo: 1) 9... g5 10 2g¢3 Dhd5 11 0-0 a5 12 Del Of4 13 Dc2 (13 g4l?) 13 .. Bcd 14 He3 Dxet 15 Axes Dxe2+ 16 We? 5 17 £3 f4! 18 cB fxe3 (18 ... fxg3 19 hxg3! y 20 g4) 19 Wxe3 215 20 Zacl, con una pequenia pero duradera ventaja (Petro- sian—Suetin, 25° Campeonato de la URSS, Riga 1958). 2) 9... a6 (el plan de Fischer) 10 @d2 We8 11 0-0 Dh7 12 b4 Dgs 13 Acl 5 14 (3 We7 15 Sh! DM 16 cd Bhd 17 c6! b6 18 ext gxf 19 g3!, con una cla- ra ventaja (Petrosian—Gligoric, Torneo de Candidatos, Yugoslavia 1959). 8... Dc 9 We2 a5 10 Bg5 10 Qd2 Bho! 10... h6 11 2e3 Aqui, una vez forzado el avance h7-h6, es posible retirarse a €3, puesto que 11... Qg4 se para con la aguda variante 12 &xc5 dxcd 13 h3 D6 14 Axe5 Dxdd5 15 cxd5 &xed 16 £4 Bd4+ 17 Gh. Ll... Dfd7 “Suetin preferia una continuacién con- trastada y, hay que decirlo, rutinaria, te- niendo in mente la recomendacién de Boleslaysky 14 ... exf4” (Petrosian). 12 Dd2 £5 13 exf5 gxf5 14 f4 exf4 15 &xf4 Ded 16 Hael @d7 ‘Tenemos ante nuestros ojos los resulta- dos de la profilaxis. Tras haberse libera- do de la clavada, las negras han Hevado a cabo el avance tematico {7-5, pero a costa de asumir debilidades cronicas en su posicién. Sin embargo, parece que la actividad de sus piezas debe permitir- les igualar. 898 El caballo de e5 es una excelente pieza y el de c5 también esta bien situado, mientras que por el momento las debili- dades negras (el peén de £5, y las casillas c6 y g6) no se hacen notar. De nuevo hos encontramos con un ejemplo tipico de nuestro tema anterior: la correlaci6n entre factores a largo plazo y la dindami- ca concreta de la posicién. Es util ¢ inte- resante observar con qué habilidad y precision el joven Petrosian (tenia en- tonces 25 anos) comienza a reducir la dindmica y a modificar en su favor la evaluacion de la posicién en juego. 17 D3! Hay que eliminar el caballo de e5. TiGRAN IX 17... WEE “Ahora se pone de m queiio pero de la posici estuviese en la casilla h7, 17 ... g6 hu- biera sido una buena jugada. Pero aho- ra, después de 18 £3, las negras no disponen del atractivo avance del peén £, debido a la pérdida de una pieza” (Petrosian) 18 Wd2 Hae8 19 Dxe5! Cambiando inesperadamente el mode- lo de la posicién. Se dirfa que es una pena tomar en ¢5, pues ahora el caba- No blanco no podra ir a d4, desde don- de podfa haber atacado el pe6n de £3 y amenazado con invadir el punto e6. Pe- ro lo cierto es que el caballo de e5 era tan fuerte que las blancas no podian emprender nada sin eliminarlo. Con un caballo asi en el tablero, las debili- dades antes mencionadas serian pura- mente simbélicas, puesto que las piezas negras estarian demasiado bien desa- rrolladas. 19 ... dxe5 20 2e3 b6 En lugar de un peén débil y aislado en £5, las negras tienen ahora peones col- gantes en las columnas e y £. La progun- ta es: ¢son una fuerza o una debilidad? De nuevo, Petrosian realizé una sutil evaluaci6n de la correlacion entre el di- namismo temporal y las debilidades a largo plazo. Por supuesto, los peones pa- recen excelentes, pero sdlo lo parecen. Lo tinico que se necesita es que uno de ellos avance para que aparezcan de in- mediato evidentes agujeros: e5-e4 debi- lita las casillas f4 y d4 y facilita el cambio de alfiles de casillas negras, mientras que f5-f4 es atin peor, puesto que tras &xc5 el caballo blanco ocupa la casilla e4. Por consiguiente, las negras estan obligadas a defenderse pasivamente, es- perando que a las blancas les resulte di- ficil encontrar un plan para reforzar su posicién. 21 2h5 Como seiialé Petrosian, era més precisa la inmediata 21 @d1, pero ésta es una cuesti6n menor. 27 Gary Kasparov — Mis GENIALES PREDECESORES III 21... Re7 22 2dl! Wd6 23 Sc2 Presionando, poco a poco, los peones colgantes de las blancas. 23... Bef7 Es muy importante observar que 23 ... e4 no consigue nada, puesto que la ca- silla d3 esta bajo control: 24 2f4 Bed 25 De2, seguido de We3, y las debilida- s negras son mds que evidentes. Por iguiente, Suetin se sittia a la espe- ra, Lo mismo que Petrosian, a quien tal actitud nunca le resultaba incémoda. 24 @h1 Ba8 Después de 24 ... Ef6 25 We2!, con la amenaza a2-a3 y b2-b4 (no 25 a3 de in- mediato, debido a 25 ... a4 26 &xc5 Wxc5 27 We2 Ba8 28 Wxe5 Wxcd), y la movilidad de los peones e y f seguiria siendo puramente formal. De modo que las negras realizan la aparentemen- te extrana 24... Ha8, “sintiéndose obli- gadas a impedir a2-a3 y b2-b4: si 25 a3, seguiria 25 ... a4” (Petrosian). 25 Meg! Explotando el desplazamiento de la to- rre a a8, las blancas intensifican la pre- sidn sobre el pedn de f5. 25 ... WE8 26 Hef2 Con la amenaza We2-h5. 26... Db7 Una vez mas son malos los avances 26 ... e4 y 26 ... £4. Podemos ver ya el primer logro de las blancas: el caballo se ha retirado “voluntariamente”, sin ayuda de b2-b4, de la casilla ¢5, a fin de situarse en d6 y proteger desde alli su peon de 5 28 27 We2 @d6 28 c5! bxc5 29 2xcb Pero ahora las blancas han roto la cade- na de peones contrarios en el flanco de dama, y el ntimero de debilidades en la posicién enemiga comienza a exceder lo admisible. Sin embargo, la posicion dista de ser simple, porque las negras tienen algunos recursos defensivos y juego Agil con sus piezas. 29 ... Bb8 30 b3 We8 Petrosian condené esta “inexplicable maniobra, retirando la dama del foco principal de la batalla”, y recomend 30 ... e4 (31 Axed? @b5), Sin embar- go, después de eso, las blancas podri- an continuar con 31 We3 2f6 32 De? Wg7 33 f4, con una clara ventaja (aqui la debilidad de la casilla e6 si se hace sentir). Incluso después de 30 ... We8, no evaluaria la posicién negra como perdida. Es una posicién muy dificil, por supuesto, pero sigue sien- do posible resistir. 31 Wh5 Wa6?! “Habiendo perdido la batalla estratégi- ca, las negras tratan de salvar el peon de f por medios tacticos: 32 Axd6 cxd6 33 2x5? Oxf 34 BxfS Welly (Petrosian). 32 gd! En el momento justo. La prudencia de Petrosian era legendaria, pero cuando legaba el momento de efectuar juga- das agudas y enérgicas, no las evitaba. Siempre se amoldaba a las exigencias de la posicién. Juzgue por si mismo: la dama negra y la torre de b8 se han olvi- dado por completo de su rey. 32... £4 “Forzado, pero ahora los en apariencia poderosos peones negros son facilmen- te bloqueados” (Petrosian). Creo que si 32... e4, Tigran Vartanovich hubiese ju- gado 33 gxf5! &xc3 34 £6, con amena- zas demoledoras. Pero después de 32... f4, el alfil de c2 se suma al ataque, y Wg6 es una constante amenaza. 33 Hel Una jugada muy competente. La casi- lla e4 ha sido debilitada para siempre y no hay necesidad de apresurarse con 33 We62! Después de 38 ... Bf 34 Wh7+ 217 35 2d3 Wh7 36 e2 af! 37 gxfS Bh8, el enjuiciamiento de la posicién podria resultar ahora favora- ble a las negras. 33... We8 34 2xd6? Petrosian le concede un signo de admi- raci6n a esta jugada, y explica: “El co- mienzo de una fuerte maniobra que derriba la posicién negra. En apuros de tiempo de su rival, las blancas ganaron répidamente”. La conclusién de la par- tida no esté comentada, pero aqui es donde comienzan algunos aconteci- mientos muy interesantes (jy tipicos!). Es una pena que muchas partidas de los grandes maestros del pasado no ha- yan sido comentadas en su totalidad, pues de ser asi, tendriamos la fortuna de poder disfrutar de muchas diverti- das aventuras. No hay duda de que las blancas tienen una posicin estratégicamente ganada, y hubieran conservado todas sus venta- jas con la tranquila 34 h3, o la mas deci- dida 34 Egl!, seguida de g4-g5. Por ota parte, el cambio en d6 es precipita- do y le permite a las negras crear un in- mediato contrajuego. 34... cxd6 35 296 Hf8 36 Ded £3? Un burdo error. No esta claro por qué Suetin no jug6 36 ... £ixg4. Después de 37 Wh4, las blancas tienen buena com- pensacién, por supuesto, pero el desenlace habria sido totalmente in- cierto. TiGRan IX 37 gb fA 37 ... £g4 no daba resultado, en vista de 38 Wh4 Zf4 39 gxh6. 38 Hgl?? jError por error! Esta pifia podia haber cambiado el resultado de Ia partida, privando a las blancas de una merecida victoria. Con 38 gxh6 &g4 39 Wg5, las blancas hubieran ganado facilmente. 38 ... @£5?? iLa salsa de los apuros de tiempo! Des- pués de 38 ... 2g4!, Petrosian se habria enfrentado a una dura prucha: 39 2f7+ Gh8 40 gxh6 (40 We6?! 2f5 41 Wxd6 Bxe4 42 gxh6 2f6) 40 .. &xh5 41 hxg7+ Gh7 42 g8W+ Wxe8 43 Axg8+ Exg8 44 Exg8 xg’ 45 Dxd6 Bd4, o bien 39 Wh4 &h3 40 Wh5 (40 Wg3?! Bgd 41 Wxt3 Xxgl+ 42 oxgl Wel+) 40 ... Ret 41 Rexg? fxg2+ 42 dxg? Exf2+ 43 Oxf2 Wel, y en ambos casos no esta claro que las blancas hubiesen podido salvar la partida. Es sorpren- dente que estas incidencias no se hu- bieran reflejado en todos los comenta- rios a la partida. 39 gxh6 Ahora todo esti en orden. 39... Axed 40 dixed Las negras se rindieron A pesar de los mutuos apuros de tiempo, esta partida es muy instructiva. Significa el triunfo de la idea basica de Ia Variante Petrosian: profunda profila- xis, basada en el efecto de los factores a largo plazo sobre la posicion, contra la dinamica temporal que se desvanece. La siguiente partida “india” tam- , bién es instructiva, aunque la idea de la variante no se muestra en su forma pura, puesto que las negras inmediata- mente buscan el bloqueo del centro, con c7-c5 y e7-e5. Actualmente, sabe- mos que esto restringe las posibilida- des activas de las negras, pero por en- tonces muchos pensaban que era posible jugar de esta forma y que las ne- gras, con su pequeiio centro (c5-d6-e5 contra c4-d5-e4), tenian contrajuego en 29 Gary Kasparov ~ MIS GENIALES PREDECESORES IIT forma de las rupturas b7-b5 y f7-f5. A ni- yel de aficionados todo esto puede estar muy bien, pero los grandes maestros de la clase de Petrosian aprendieron a ex- plotar la ventaja de espacio con ayuda, también, de la profilaxis. 304 T. Petrosian-H. Pilnik Amsterdam 1956 Torneo de Candidatos, 6° ronda Defensa Benoni (A56) 1 d4 Df6 2 c4 cB 3.d5 e5 4 Dc3 d65 et g66 Df 2977 ogs También en este caso. Aqui esta jugada atin es mejor, porque las negras no po- dran situar un caballo en c5. 7... Da6 “Era mas sutil 7 ... h6. En fase tan tempra- na, las blancas dificilmente se habrian desprendido de su alfil de casillas negras. E] alfil de g5 obstaculiza considerable- mente la ruptura £7-£5” (Petrosian). 8 Be2 De7 9 Ad2 2d7 9... a6!? 10 a4 b6. 10 a4 b6 Pilnik juega la apertura sin ninguna su- tileza, como diciendo que las negras tienen una posicién sélida, y que ya ve- remos qué pasa. Tenfa la intencién de jugar a7-a6, Eb8 y b6-b5 (si 10 ... a6 de inmediato, entonces 1] a5!), pero aqui se vio desconcertado por una jugada no rutinaria, 11 Db5! &xb5? Las negras se enfrentaban a un dificil dilema. En caso de 11... @xb5!? 12 axb5, quedarfan en una posicién nada atractiva, de modo que Pilnik prefirié 11 .., &xb5, esperando, obviamente, 12 axbb, con juego confuso tras la posible continuacién 12..., 0-0 13 0-0 a5 14 bxa6 Qxa6 15 Wb3 Abd, y es muy dificil asal- tar Ia fortaleza. Pero le espcraba una sorpresa muy desagradable. 30, 12 exb5! Evacuando la casilla c4. Hoy, una idea asi se ha vuelto tipica, pero entonces era una especie de genuina revelacién. 12... 0-0 13 b4! iMuy fuerte! Est claro que las negras tienen serios problemas. “La captura en bd abre la columna c, en la que las blancas tienen un puesto avanzado (c6). Las negras ni siquieran podrdn oponer torres, puesto que la ca- silla 8 puede ser controlada por el alfil blanco. Por otro lado, bxc5 es muy des- agradable para las negras. Después de bxc5(?), las blancas crean facilmente un pe6n pasado en el flanco de dama, mientras que en caso de dxcd, sittian su caballo en c4 y combinan la amenaza a4-a5 con el avance de su pen pasado de d5” (Petrosian). En pocas palabras, las blancas tienen ya una posicién estratégicamente ganada. Pero ganarla sigue requiriendo un con- siderable esfuerzo. {No olvidemos que esta partida se jugaba en el Torneo de Candidatos al titulo mundial! 13... h6 14 &xf6! jUn enfoque concreto! “Mas débil era 14 Bc3 Dd7, seguido de 15 ... cxb4 y Bcd" (Petrosian). En caso de 14 &h4, el caballo negro podria ir a d7 en un futuro y, después de cxb4, a c5, blo- queando la columna e. Es decir, que en este caso Petrosian percibié claramente que el caballo de {6 era mas importante que su alfil y que debja ser eliminado. Ahora las negras no podrin bloquear la columna ¢, puesto que al caballo de c7 le quedaria un largo camino para llegar a c5. En vista de esto, quizd las negras debe- rian haber jugado 13 ... Ace8!? (en lu gar de 13 ... h6), para tratar de llegar de algtin modo a c5 con su caballo. Sin embargo, tampoco esto parece muy convincente. 14... Wxf6 15 0-0 Efd8 16 cd 28 Podemos imaginar que Pilnik conside- raba que sus defensas eran lo bastante sdlidas. 1793 “Las blancas pueden reforzar su posi- cién sin obstaculos, de modo que las negras, tras haber protegido su peén de d6, toman en b4” (Petrosian). 17... exb4 Esto es comprensible, pues de otro mo- do, tarde o temprano (digamos, des- pués de &g2, h2-h4 y Wb3) las blancas tomarian en c5 de modo —como en la nota a 13 b4!— que Pilnik se decidié por cxb4 con la esperanza de que por el momento la debilidad de la casilla c6 no resultase fatal y de que las negras encontrasen contrajuego en el flanco de rey. 18 Wb3 Sg7 19 Hfcl También es bueno 19 Se3 (si 19 Wxb4?!, entonces 19 ... De6! 20 dxe6 d5!) 19... h5 20 Ac2, seguido de Axb4- c6, pero Petrosian lleva a cabo su plan, considerando que es una torre la que debe ocupar el punto c6. En este caso concreto, se trata de una cuesti6n de gustos. 19... h5 20 De3 De8 21 Wxb4 Edc8 22 Bc6 Wd8 2... Bxc6?! 23 bxc6, con la amenaza Ga6-b7 y ats. 23 Hacl DF6 Pilnik también ejecuta un plan concre- to, Ha defendido sus peones de d6 y b6 TIGRAN IX (ante su intencién de jugar a7-a6), y si- tuado su caballo en f6, y esta amena- zando con la maniobra Dd7-c5, des- pués de lo cual no sera en absoluto facil para las blancas romper las defen- sas enemigas. Pctrosian lo impide. 24 Bf! Hebs Evitando 24 ... Dd7? 25 &h3 Ecb8 26 2xd7!, 0 bien 25 ... Exc6 26 dxc6 Ded 27 DdB y c6-c7. 25 Bh3 a6! Qué deberian hacer ahora las blancas? Aunque todas sus piezas estan magnifi- camente situadas, por el momento las debilidades negras estan defendidas. Sin la jugada c4, para presionar sobre los peones y restringir por completo a las fuerzas negras, las blancas no pue- den progresar, pero ¢cémo proteger entonces el peén de e4? 902 26 Zel!! Una jugada tinica jy otro triunfo del con- cepto de profilaxis! Las blancas defien- den su peén de antemano. “La evidente 26 £3? tiene el significativo inconveniente de debilitar las casillas negras y la segun- da fila. Después de 26 ... axb5 27 axb5 h4, as negras obtienen un considerable con- trajuego. Por otra parte, en la diagonal h3-8 el alfil ocupa una posicion dema- siado fuerte para ser relegado al modesto papel de guardian del pedn e4” (Petro- sian). Por supuesto, la torre también que- da modestamente situada en el, pero no tiene ninguna ota cosa qué hacer. jIm- pecable légica! Esta jugada podria pasar 31 Gary Kasparov — MIS GENIALES PREDECESORES IIT facilmente desapercibida, pero cuando se ve, se entiende perfectamente lo fuer- te que es. Por cierto, para los programas de orde- nador esta posici6n es muy dificil. Pri- mero insisten en 26 f3, mientras que 26 Hel, desde su “punto de vista” reduce la ventaja blanca. |Esté més alld de su capacidad de comprensién desplazar a una torre de una columna abierta! 26 ... axb5 27 axb5 Dh7?! Las negras deberfan haber adoptado un compas de espera, pero Pilnik re- chaz6 esa idea (pues el ser humano siempre busca la iniciativa), decidio le- var su dama a {6 y, como consecuencia, perdi el peén de b6. En mi opinién, era mas tenaz 27 .,. h4 28 Dc4 hxg3 29 hxg3 Sg8 30 Wb3 Ha7 31 We3 Des, aunque incluso aqui el peén de b6 esta- ria practicamente perdido. La posicion negra es, por supuesto, muy desagrada- ble, pero no es tan facil acabar con ella de inmediato. 28 Ded Ha? 29 Gg?! Ahora ya no existe la amenaza Dd7, y el alfil puede proteger el peén de e4, para liberar la torre de el y hacer que ésta se ocupe de la defensa del peén f2. 29... WE 30 Hfl gd 31 Wb3 Ebas 32 h4 El caballo ha sido expulsado, con lo que se pone fin al ataque negro (aunque, en realidad, nunca ha comenzado). 32 ... Mh7 33 Exb6 Zal 34 Ec6 H8a2 35 We3 Parando la amenaza Wxf2+. La conver- sin del peon extra no ofrece mayor di- ficultad a Petrosian. Como le gustaba decir bromeando: “Tienes un peén, jasf que no necesitas cerebro!”. 35... Wd8 36 Exal 36 b6! (Petrosian). 36... Xxal+ 37 Bh2 Df6 38 £3 EI debilitamiento de las casillas negras ya no puede ser explotado. 38 &h3!? 32 38 ... Wb8 39 Wb3 Dd7 40 b6 Dc5 41 Wh2 Rad 42 Wb5 a2 43 Ec7 Amenazando la decisiva continuacién @a5-c6 y b6-b7. 43... g5 Pilnik de nuevo da un respingo y las co- sas finalizan con un triunfo sobre casi- llas blancas del caballo de £5 frente al mal alfil de £8. 44 De3! gxh4 45 Df5+ wg 46 gxh4 a6 47 b7 Ha7 48 Bc8 Wxb7 49 Wes &d7 50 Dxdo (1-0). Al repasar el libro del mismo Tor- neo de Candidatos de Zurich, recuerdo otra idea innovadora del 9° campeon del mundo. 305 D. Bronstein-T. Petrosian Amsterdam 1956 Torneo de Candidatos, 11° ronda 17... 2xc3! Un agudo cambio del alfil “indio de ”, {Esto también es profilaxis! “Esta interesante idea estratégica constituye un sorprendente ejemplo de lo que podriamos Hamar penetracién concre- ta en la posicion. Las negras eliminan el caballo que podria jugar un papel activo en implementar la ruptura g2-g4 y, lo que es particularmente importan- te, al alfil blanco de casillas negras se le priva de toda oportunidad de ocupar la debilitada gran diagonal al-h8” (Aronin). 18 bxc3 DG 19 a4 bh8 20 D2 Ngs 21 Shi We8 22 Bel We6 23 Wd2 2d7 24 g3 Hae8 25 a5 He7 26 Habl 2c8 27 Hg? Heg7 28 Hbgl Ace8 29 h3 h5! Cortando de raiz el avance g2-g4. Ta blas. Aunque la posicién negra sigue siendo preferible. Varias partidas importantes de la Va- riante Petrosian se jugaron en el 26° Campeonato de la URSS (Tbilisi 1959), en el que Tigran Vartanovich, de nuevo tras finalizar el evento invicto, gané la primera de sus cuatro medallas de oro. Por otra parte, finalizé con un punto por delante de Tal, que ya se habia pro- clamado campeén del pais por partida doble, no mucho antes de ganar el Tor- neo Interzonal, y que pronto ganaria también el Torneo de Candidatos (competiciones ambas en las que Pe- trosian finaliz6 tercero). 306 T. Petrosian-Y. lujtman Thilisi 1959 26° Campeonato de la URSS Defensa India de Rey (E93) 1 d4 D6 2 4 g6 3 Dc3 27 4 e4 dS Le2 0.0 6 D3 e5 7 d5 Dab La alternativa es 7... Obd7 (partida num. 303), o también 7... a5 8 &g5 h6 9 Sh4 Aab 100-0 Wes 11 Ad2 Dh7 12 a3 h5 13 £3 2h6? (lo correcto es 13... 2d7! 14 b3 &h6) 14 ba! 2d7 15 Sl, con iniciativa (Petrosian-Kounauer Olimpiada de Lugano 1968). 8 2g5h6 9 Abd g5 Un plan agresivo, que supone la ma- niobra del caballo Hh5-£4. La partida Petrosian—Lutikov del mismo torneo si- guid con 9... c5 10 Dd2 Ad7!? (era mas preciso 10 ... Qc7) 11 DbS! Be8 (ya hemos visto I... &xb5? 12 exb5) 12 a8 Wd7 (12... Ac7 13 Dc3! a6 14 bdl) 13 g4 Dc7 (18... DBH7!?) 14 D3 ab 15 a4 We8 16 h3! Bb8 17 Wc2 247 18 b3 b6 19 Ad1 b5 20 a5! (una idea te pica, restringiendo el caballo de c7, TiGRAN IX 20 ... eh8 (20... bxc4 21 bxe4 Bb4 22 Ab! Was 23 Dd, con idea de &g3 y f2-f4) 21 Qg3 Dgs W De3 De7 (22... bxc4 23 bxc4 Bb4 24 We y Ac2) 23 Ah4! (23 b4?! £5! 24 bxc5 Fa! es confu- so) 2 ... We8?! (era mejor jugar 23 DgB) 24 bA! DcB (24 ... bxed 25 bxe o bien 24 ... exb4? 25 cB!) 25 bxcb dxcd 26 cxb5, y las blancas ganaron en la ju- gada 42 10 &g3 Dh5 11 Dd2 Af4 12 0-0 Dcd Sus caballos estén muy bien situados y partidas posteriores demostraron que las negras no tienen una mala posicién. Pero se requiere un juego preciso y enérgico por su parte, porque las casi- las blancas ya estin debilitadas, y pue- de suceder que la actividad Hegue a su fin, mientras que cl agujero de f per mariece. Ademis, las blancas pueden preparar gradualmente una ofensiva en el flanco de 13 Ag Eliminando el principal defensor de la casilla 5, dama. 13... ab?! Una jugada de segunda categoria. Se diria que Iujtman no entendio lo que las blancas buscaban. El caballo de £4 parece paralizar todo su juego, el agu- jero de d8 esta chirriando y atin falta un largo trecho hasta Megara f5. En partidas posteriores, las negras emplea- ron la continuacién de gambito 13 Axg4!? 14 Wxe4 hd 15 WE h4 16 &xf4 exff 17 213 Weel 18 Dxgs Wx 19 exfS 2xc3!? (0 bien 19 ... Bfe8 20 Db5 He7 21 Hae] Rac8 22 Exe7 Bxe7 23 b+ Qd3 24 DxaT Axb4 25 Rbl Add 26 &b5, con una ligera ventaja) 20 bxc3 Bfe8 21 Bfel &g7 22 DB h3, con una posicién poco clara. Al dislocar los peo- nes blancos, las negras han conseguido un contrajuego real. Ahora es interesante observar la forma metédica ~aunque no sin ayuda de su oponente- en que explota Petrosian la debilidad de la casilla 5. 33 Gary Kasparov — MIS GENIALES PREDECESORES stat 14 £3! “f] alfil se movera de g3, dando paso al pen. Fl caballo no podra mantenerse en fy sin él, las negras no pueden es- perar actividad alguna. Por el contra- rio, el plan de las blancas es simple: tra- tar de situar un caballo en €3 con destino final a {5” (Petrosian) 14... Ded3 15 We2 c6 Esto es lo que planeaba Iujtman: con- trajuego sobre la columna ¢. Sin em- bargo, resulta no ser suficiente para lu char por la igualdad. 16 hl! h5 17 Bxc8 Sxc8 18 a3! Un movimiento a priori muy impor- tante ¢ instructivo. Parece que no era necesario, pues de todos modes no puede jugarse b2-b4. No obstante, el propésito de las blancas es otro: crear Ta amenaza &xf4 y g2-g3. En caso de la inmediata 18 2xf4, existe la importan- te jugada intermedia 18 ... &b4! Por ejemplo: 19 Wb3 exf4, con buen con- trajuego: 20 a3 Da6 21 Wxb7? Dc5 22 Wa7 2a8; o bien, 19 &xg5 Axc2 20 &xd8 Oxal 21 Be7 Bfe8 22 &xd6 c2, con compensacidn por la calidad y posibilidades similares para ambos bandos. 18 ... cxd5. Después de 18 ... h4 19 2xf4 Oxf4 20 g3 Dh5 21 dg2 Wa7 22 Wa3, las ne- gras tienen un continuo quebradero de cabeza con su debilidad de 5, mientras que si juegan 22 ... £52!, des- 34 pués de 23 exfS Exf 24 Aded, el ca- ballo se asienta en el punto fuerte de e4y la debilidad de las casillas blancas se hace patente. 19 cxd5 Si 19 Axd5, entonces es esencial jugar 19... h4! (19 ... bB!? 20 Zabl!) 20 Bxt4 Qxfd 21 Wh3 Dxd5 29 cxdb We7, o bien 21 @xf4 exf4 22 Badl He8, con posibilidades de igualdad. 19... Deb? jCapitulacién! Puesto que Tujtman ha abierto la columna ¢, tiene sentido em- plearla de algtin modo. Después de la aguda jugada 19 ... b5 20 saxfd Oxf4 21 Wb3 Hb8 22 Adi! (22 Oxb5 ad! 23 Wxad Wb6) 22 ... De2 23 De3 Ad4 24 ‘Wa3, las blancas habrian conservado la ventaja, con idea de 25 Qf OxfS 26 exfS y Ded (jdebilidad de las casillas blancas!). Pero después de 19 ... Wb6!, seria dificil para las blancas encontrar algo distinto a la modesta continuaci6n 20 &xf4 (20 Hab] h4) 20 ... Axf4 21 g3 (21 Bacl Wd4!?) 21 .. De2 22 Wd3 d4 23 Habl. 20 22 Con Ia amenaza g2-g3. Ahora, tras el movimiento de alfil, las cosas se han puesto feas para las negras. 20... ga?! Desesperacin. Estas medidas extraor- dinarias suelen estar condenadas al fra- caso y lo normal es que agraven Ia situa- cién, incrementando el nimero de debilidades. La actividad de las negras pronto se diluira. 21 g3 De6 Aun asi, era preferible jugar 21 ... Dfd3!? 22 Axcd Dxc5 2 ixgd hxgd 24 Acd}, ete. 22 Exg4 hxg4 23 Le3 La estructura de peones negros parece un colador. 905 23 ... BB? Un ditimo coletazo. Las blancas toman sencillamente el peén. 24 Axb5 Wh6 25 a4! Wab 26 Dcd La partida esta sentenciada, y el avance desesperado de Iujiman no cambiard nada. 26 ... £5 27 BxfB xf 28 exfS Wb7 29 We2 Ab3 30 Acxd6 Wa7 31 Zfl (1-0). El juego de Tujuman no fue nada convincente, por supuesto. Pese a su ta- lento tactico, fue flojo en sus evaluacio- nes posicionales, si bien, hay que tener presente que, en tanto que finalista del Campeonato de la URSS, no descono- cfa en absoluto las sutilezas del ajedrez. Esto hace que resulte més impresio- nante la diferencia de clase entre los fuertes maestros soviéticos y alguien co- mo Petrosian, que atin no se encontra- ba en la plenitud de su fuerza. “El estilo Petrosian”, escribié el campe6n mundial Botvinnik después de este torneo, “recuerda hasta cierto punto el de Capablanca, Flohr y quizd Smyslov. Los jugadores de este tipo sa- ben utilizar su principal punto fuerte: una superior comprensién posicional. En consecuencia, buscan alcanzar posi- ciones en las que el factor tiempo y el elemento t4ctico no tengan una impor- tancia decisiva a fin de poder formular planes solidos que, con implacable consistencia, conduzcan a la victoria. Naturalmente, si Petrosian sélo fuese un experto en el juego posicional y no contase con una evidente habilidad tac- tica, jno hubiera podido lograr un triunfo tan convincente en Tbilisi!”. TiGRAN IX En opinién de Averbaj, una descrip- ci6n asf dificilmente transmite el estilo de Petrosian. Esta deficiente interpre- tacion de su juego se puso de manifies- to en el match Botvinnik-Petrosian. El propio Tigran Vartanovich dijo: “Se ha dicho que mi jugador favorito es Capa- blanca. También me han colocado una etiqueta: ‘seguidor del estilo de Capa- blanca’. En realidad, para mi no existe, en principio ningiin idole. Pero si tu viera que mencionar algunos nombres, mencionaria los de Nimzovich, Capa- blanca y Rubinstein”. Desde la infancia, conocia las partidas de los dos prime- ros, mientras que con los secretos del juego de Rubinstein se familiarizé a fi- nales de los afios cincuenta, y llegé a la conclusién de que “nadie antes habia exhibido un estilo posicional tan pro- fundo”. Pero lo que Petrosian tenia en co- miin con Capablanca era su extraordi- naria rapidez de pensamiento. Como el legendario cubano, era uno de los me- jores jugadores de dliz del mundo (jun- to con Bronstein, Tal, Korchnoi, Fis- cher y, mas tarde, Karpov). Cuando, en el verano de 1958, el muchacho de 15 anos Bobby Fischer llego a Moscti, Pe- trosian fue, segtin sus propias palabras, “convocado al Club Gentral de Ajedrez para jugar con un joven que habia de- rrotado en blitz a varios maestros mos- covitas”. Tigran Vartanovich habia ga- nado en cuatro ocasiones los populares torneos organizados por el periddico Vecherniaia Moskva, y en marzo de 1971 ganaria el torneo de grandes maestros (siempre, de dlitz) de los Sindicatos, con 14,5 puntos jde 15 partidas! La saga de Svetozar Una vez que hemos empezado a ha- blar de la Defensa India de Rey, es im- posible no mencionar a uno de sus ma- yores expertos, el sobresaliente gran maestro yugoslavo Svetozar Gligoric (nacido en 1923), quien fue uno de los principales aspirantes al campeonato mundial en las décadas de los cincuen- ta y sesenta. 35

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