En este apartado hablaremos de lo que puede pasar sino implementamos la
domótica, aunque es cierto que al principio parece que las contradicciones son mínimas, y hasta no hacer uso de esta tecnología abrimos los ojos ante la perdida de energía que es traducida en un cobro excesivo en los casos mas comunes. Nos enfocaremos en los problemas mas comunes tales como seguir consumiendo energía de más, así como la menor eficiencia energética y los gastos inesperados por reparaciones gracias al escaso mantenimiento que llegamos a darle a nuestras tomas de corriente, cableado y los mismos aparatos que usamos diariamente. Por otro lado, podemos hablar de que tendremos una consecuencia que no somos capaces de percibir aun, ya que, si seguimos por este camino, no podremos implementar fuentes de energía renovable. Entonces: • Consumo excesivo: Ya que no hay sensores que activen un regulador de consumo, llegan picos de energía y esto hace que nuestros aparatos tengan más consumo en un periodo de tiempo. Esto es algo que no podemos percibir y por lo tanto es difícil controlar. Por otro lado, algo que si podemos controlar es el hecho de que olvidamos apagar desde un simple foco, hasta algo tan peligroso como puede llegar a ser la estufa, entonces, esto es fácil de solucionar con la domótica, mediante sensores o control remoto desde el teléfono móvil. • Ineficiencia: Si no hay una automatización que gestione los tiempos de encendido, las temperaturas o la iluminación en el hogar, la ineficiencia es clara y los costos más altos. • Gastos por reparación: Con la domótica, gracias a los sensores y temporizadores autómatas, es más fácil predecir cuando hace falta un cambio o un mantenimiento de algún aparato que genera mas consumo del que debería, o simplemente para evitar que se descomponga.