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P. T. ELLSWORTH COMERCIO INTERNACIONAL (International Economics) Version espaftola de y Vietor L. U FONDO DE CULTURA ECONOMICA Mérico ~ Buenos Aies PREFACIO Como muchos ottos libros de texto, el actual tuvo su origen en la raturaleza poco satisfactoria del material de ensefianza disponible. Antes de comenzar a prepararlo, hace unos cuatro 20s, me corres pondia dar un curso de Economia Internacional a los estudiantes de cuarto afio de las profesiones liberaies. En aquella época no existian ids textos que algunos fomos que adolecian del defecto de ser breves y de alcance linitado o de haber sido escritos més bien para estudian- tes de comercio. Convencido de que esta materia slo se puede com- prender bien si se parte de una base firme de teoria modema, me vi fen la necesidad de aconsejar a mis alumnos que se sievieran de gran nnimero de fuentes diversas, Esto tiene, desde luego, muchas vents- jas, Em realidad, ni el mejor libro de texto suple del todo cl conoci- Imiento directo de las ideas tal como las exponen sus autores. Sin em- argo, un texlo bien organizado y sistemdtico puede tener mucha uilidad para Ia ensefianza, especialmente donde las clases se ven muy concurridas y donde las bibliotecas disponen de pocos recursos. No obstante que desde el comienzo de éste han aparecido otros tomos cuya finalidad ex més 9 menos la misma, es de esperarse que Ih manera de abordar el tema y Ia capacidad de la obra sean lo suf- cientemente distintos para justficar su publicacién. Partiendo del su. ppuesto de que ni la mera descripeién de Jos hechos, ni una descripcién ala que se agregue una pequeria medida de teoria exageradamente simplifcada, son adecuados para entender a fondo la materia, se in- tents realizar un trabajo bastante mfs ambicioso: dotar a los estudian- tes de cursos avanzados del equipo tedrico necesario para el andlisis de los fenémenos caracteristicos de las relaciones econGmicas interna- cionales y de la politica gubernamental que las afecta. Tal objetivo bien puede ser una quimera, y, sin duda, lo es hasta cierto punto. ‘Sin embargo, estoy convencido de que es preferible escoger una meta inasequible para unos cuantos pero de gran beneficio para el resto de Ia clase, que someterse a la regla del minimo comtin denominador. Respecto a la teoria del comercio intemacional propiamente dicha se sigue el camino sefalado por el profesor Bertil Ohlin, método que tiene las virtudes de estar en conformidad con el andlisis general de equilibrio y de ser comprensivo. Con objeto de sefalar el desarrollo de la teoria y de proporcionar un fondo de contraste al andlisis fon- damental, se destinan dos capitulos a la historia de la teoria del co- ‘merci internacional y a la formulacién del modemo punto de vista “clisico” © neosicardiano. El estudiante que hubiete dominado los primeros seis capitulos Iabré comprendide bien los principios que rigen el movimiento internacional de mercanefas y servicios en condi 5 PREFACIO ciones estables, y se habré dado cuenta de las caracteristcas propias de cualquier instrumento analitico satistactorio. Fs indudable que el mecanismo por el cual los movimientos de amtlicg se telacionan con los movimiento de precios en Ins pais afectados constituye una base poco adecuada para el entendimiento de los fendmenos complejos a que da lugar Ia perturbacién de una situacién internacional establecida. Sin embargo, es imposible, a mi parecer, proporcionar una versién simpliticada de’la opinién modema acerca del mecanismo de ajuste. Por consiguiente, ademés de los dos Capitulos que tratan del cambio exterior, se destinan tres capitulos un tanto extensos 2 la presentacin de la teoria modema, segiin la en- tiendo yo, de los procesos por los que se Heva a cabo el ajuste inter nacional a las perturbaciones econémicas En la Parte II, sobre politica econémica internacional, se intenta sefialar Ia naturalea, analizar la importancia y apreciar la significacién (desde el punto de vista de sus efectos sobre el blenestar econémico) de las principales medidas de politica gubernamental en el campo de las relaciones econémicas internacionales La Parte I no tiene por objeto participar en controversas tebricas, ni la Parte II realizar un estadio detallado de ciertas politicas nacio- nales, Se trata més bien de preventar, por una parte, los resultados de investigaciones teéricas del pasads ue disfrutan de aceptaci6n ge- neal, y de discutir con aire critico, pot otra, con fundamento en los pincipios tedricos anteriores, 3610 los problemas még generales :nds importantes de politica nacional. Es de esperarse que la lista de obras de consulta incluida af final de cada capitalo sea de utilidad a Tos profesores que deseen profundizar mas en cualquiera de los dos cam- pos. EI orden en que se citan es el siguiente: primero, segin los temas tratados en el capitulo, y segundo, de acuerdo con su utilidad para studios ulteriores. Ademds, en las nolas se sugieren a menudo obras {que desarrollan en mayor medida el asunto de que se trata 0 que ex- ppresan opiniones contarias a las del texto. La lista de obras de con- Sula estéformada princpamente por aguellas que, en Ia paca en que enseniaba el contenido de este libro en forma mimeogratinda, me parecieron titles como lectura suplementaria. Nunca fue ti intencién ‘oftecerlas como una bibliogratia completa de esta materia, Desde luego, al escribir este libro no me propuse elaborar nuevos instrumentos para el andlisis econdmico, ni tratar de mejorar os ya existentes. Més bien mi finalidad fue, en gran parte, dat a conocer al estudiante el equipo politico disponible 'y ensenarle a mancjarlo, Por tanto, este volumen no tiene pretensiones de originalidad. Su ob- jeto es exponer, no descubrir. Al prepararlo con esta finalidad, he procurado sintetizarfielmente algunas contribuciones modernas a la Ciencia econdmica. Es evidente que este procedimiento exige servitse fen buena medida de las obras publicadas por otros autores. Si al lee. ae PREFACIO ° tor le parece que a veces me apoyo demasiado en las obras de deter- minado individuo, sélo puedo alegar que lo hago porque creo que sus portaciones representan el mejor o-més completo material disponible. Deseo aproveckar este ocasién para expresar mi agradecimiento por Ia ayuda que se me ha impartido durante la preparacién de esta obra De manera especial, deseo dar las gracias al profesor Clifford L. James, de la Universidad del Estado de Ohio y al profesor Walter B. Har: vey, de la Universidad de Cincinnati, por su Tectura cuidadosa de la Parte I en su estado original, y por sus valiosas abservaciones y suges- tones. A mis afumnos de la Universidad de Cincinnati que aetuaron de conejillos de Indias cuando el manuscrito estaba en forma mimeo- grafiada, debo expresar mi agradecimiento por su paciencia y fortaleza Por iitimo, agradezco el que se me haya permitido citar, a veces extensamente, algunas obras propiedad literaria de las siguientes edi- toriales: Harcourt, Brace and Company, fac; Harper & Brothers, Har- vard University Press; P. $. King & Son, Ltd; Longmans, Green & Cos McGrawHfill Book Company, Ine; Oxford University Press, Sit aac Pitman & Sons, Limited; 334 como a los siguientes: American Economie Review; Forcign Policy Association Incorporated; Departa- ‘mento de Publicaciones de la Sociedad de las Naciones; The Quarterly Journal of Economics, y The Yale Review. PT. Exisworrn Besteley, California, = 30 defo de 1938, 1 TEORIA CAPITULO 1 INTRODUCCION Desde la decadencia del feudatismo a fines de la Edad Media, la na- cin ha constituido Ja unidad politica y econémica dominante. Su cxistencia ha modelado el pensamiento y la actitud de millones de per- sonas durante tres sighs, y ha dado forma especial a muchos, si 20 4 la mayoria, de nuestros problemas econémicos. Tin alguna’ €poca futura, imposible de prever ahora, puede ser que las nacions, para evitar cl aniquilamiento total, se vean obligadas a renuneiar en grado importante a su soberania en favor de un parlamento mundial. Si acaso llega ese dia, se establecesd una actitud cosmopolita hacia el uso de los recursos econémicos. Mientras tanto, sin embargo, continvard cl conflicto de intereses nacionales, y las decisiones sobs: asuntas de produccién, comercio, finanzas y dinero, las seguirin tomando, como hasta la fecha, los representantes de dichos interes Si hemos de influir sobre estas decisiones, haciéndolas, si es po- sible, mis inteligentes, es preciso que podamos comprenderlas y eva- lark. Para este fin’neoesitamas saber, por una parte, por qué se aboga por determinada politica, y, por otfa, qué consecuencias pueden esperarse de ella y qué politica alternativa podria seguise. Este libro se ha esctito con objeto de proporcionar, cuando menas."una parle de los conocimientos indispensables para entender estos asuntos. Desde luego, se puede abordar el tema de as relaciones econdmi- cas internacionales de diversas manetas, segin lo que. interese més al estudiante, El que se interese por Ia prictica y métodos del comercio requeriti un conotimento intimo de pormenores de cardcter técnico. El especialista en geogratia econémsica se ocupars prineipalmente en ‘estudiar los recursos econdmicos, las ruta comerciales y el movimiento de mereancias. Puesto que lo que nos interesa es la ciencia como base del mejoramicnto de las elaciones humanas (y en parte como Tae: dio de satsfacer una curiosidad intelectual genuina), abordaremos el tema de una manera comin 2 todas las ciencias sociales. Esto es, si bien habsé necesidad de tener algin conocimiento de aspectos comer- ciales y geogtificos de las relaciones internacionales, nos ocuparemos primordialmente de la trascendencia de los hechos y de los principios que los rigen. Es éta otra manera de decir que nnestro interés seré tebrico y andlitico. Por esta raz6n destinamos bastante espacio —apro- ximadamente la mitad de la obta— a la teoria: la parte de nuestro estudio que constituye una base que nos permite, mediante el and- ‘isis previo de los fendmenos pertinentes, comprender determinada po- litica nacional rclacionada eon Jos asuntos econémicos internacionales. 8 4 INTRODUCCION En esta seecién del libro tratamos asuntos tales como la determinacién de los precios de mercancias que son objeto de comercio internaci nal, ls Tocalizacién de la produccién, e! mecanismo de los cambios cexteriores y los procesos de ajuste a las distintas clases de perturba- cidn en las transacciones internacionales. En la Parte I nos ocupa- mos de diversas politcas de comercio y finanzas internacionales, tales ‘como el librecambio, el proteccionismo, otras clases de restricciones al comercio, la autosuficiencia nacional y los aspectos internacionales de la politica monetaria. Hacemos el intento de explicar las causas de es- tas diversas poitieas, y, fandndonos en nuestro estudio previo de prin- cipios teéricos, procuramos también hacer una apreciacién .de cada tuna, “Ademés,'discutimos la técnica de Ia politica comercial El método seguido en la mayoria de los Uibros de texto de econo- mia tiende a teforzar la propensién natural del estudiante a conside- rar el comercio internacional como una ‘cosa totalmente aparte y distinta del comercio interior. Casi todos los textos generales tratan, explicita o implicitamente, de una econom{a certada, y slo se ocupan ‘mis adelante y por separado de los problemas a que dan lugar las relaciones entre distintas economias nacionales. Esta tendencia a acentuar las diferencias entre los problemas eco: riémicos interos y los internacionales, y los principios que los tigen, se afirma atin més sise tiene en cuenta la teoria del comercio inter nacional que, por To general, se expone, 0 sea la teoria clisica cuyo origen esti en Ricardo. Se basa ésta en una diferencjacién marcada 4 la movilidad intranacional e intemacional de la mano de obra y del capital. Se supone que es perfecta y ula, respectivamente, Sin embargo, esta distincién de ninguna manera corresponde a la reali- dad. La movilidad de la mano de obra y del capital dentro de un pas dista mucho de ser absohuts; por otra parte, hay bastante movi- lidad entre un pais y otro. La movilidad interregional e internacional de los factores es del mismo y no de distinto género, Por esta razén, un tipo de andlisis econémico que se preste para problemas inter. gionales puede servir también para problemas intemacionales. De acuerdo con. este andlisis, la nacién, segim su tamafio, no es mas {que una regién_o un grupo de regiones més o menos diferenciadas, ¥ ef comercio internacional, en sus puntos més esenciales, es muy parecido al interregional. Esto equivale a decir que el comercio inter- hacional no difiere fundamentalmente de una gran parte del comezeio que se leva a cabo dentro de las fronteras de tina nacién. En esta obra abordamos los problemas econémicos internacionales mediante el andlisis interregional. Si bien se basa en una distincién respect a la movilidad de fk mano de obra y del capital parecida a aquella en que descansa la teria clisica,* hace menos énfasis que éta Se supone que dito de una coisa bay concurtencia perfect, tanto en los sereados de mercancas como en los de fatores de la prodacién y que, ea cam INTRODUCCION 5 cn las diferencias internacionates, y, por tanto, permite un tratamiento bastante més realista. Nuestro método también difiere del de los es critores clisicos en que, en vez de formular por separado una teoria el valor para el anilisis del comercio internacional, extendemos al ccanipo internacional la teoria del valor de equilibrio general, que se utiliza universalmente para analizar los problemas de um mercado inte- rior. De esta manera creemos alcanzar mayor consistencia tedrica, 5 bien los principios esenciales cel comercio intemacional pueden amalizatse extendiendo a éste la teotia del comercio interregional, existe cierto mimero de caracteristicas que diferencian una economia nacio- nal de otra y que justfican un estudio especial de Ios problemas eco- "némnicos internacionales, especialmente en lo que. toca a asuntos mone. tavion, Entre ell sobreake Ta extenei de tomas independents de banca y de finanzas piblicas. Es esto mis que cualquict otra cost aun més que la inmovilidad internacional de los factores, que ex- cede a Ia interregional sélo en el grado que alcanza— lo que hace de determinada superficie geogrifica una economia nacional distinta 1a eistencia de instituciones bancarias independientes da lugar al problema de la transmisién de pagos de una economia a otra, pro- blema que es esencialmente distinfo cuando se trata de un soio si tema bancario. Luego, los aranceles impuestos 2 la importacién in- fluyen de manera especial sobre la directién del comercio. También es verdad, desde Tuego, que las naciones se diferencian por su idio- ima, sus Keyes y sus costumbees, como también por otrs-cosas. Sin embargo, estas diferencias pueden exist dentro de una misma nacibn sin provocar problemas econdmicos especies. Como hemos indicado, y como veremos més adelante, no sucede asi con las diferencias entre las institucfones baneatias y fiscales. Las perturbaciones que ocurren ‘en un pals tienden a extenderse a otros, y al hacerlo afectam a estas instituciones esenciales. Una de las finalidades principales de la teoria del comercio y finanzas intemacionales es examinar el mecanisimo por el que se trasmiten dichas perturbaciones y los efectos que producen. Por iiltimo, deseamos llamar la atenciOn al hecho de que si bien ‘nuestro andlisi se apoya en una serie de instrumentos te6ricos que difieren en cietta medida de los que erearon los escrtores clésicos, sin embargo, explicamos y desartollamos extensamente la teoria clisica. Lo hacemos por dos razones. En primer Tuga, las doctrinas clisicas revisten mucha importancia en la historia det desarrllo de lz te del comercio internacionai y, on segundo, constituyen un miicleo principios econémicos que atin predominan en la ensefianza y el and: Tisis de Ta economia internacional. bio, Is cactritica de tas waciones econdmicas entre wns veg y lia, yx sean inttnaconales dateroacionals, ee Ta fale de coneorendi. (¢ movida)’ peseca CAPITULO Be DESARROLLO HISTORICO DE LA TEORIA DEL COMERCIO INTERNACIONAL Conviene inicitr la parte tedrica de nuestro estudio con tin examen de la génesis y del desirollo histérico de los principio relativos a] ‘comeria internacional. Tal investigacion tiene mucho interés de por si, pues pone de manifiesto b toanera en que su comprensin pro- grea Tenta y fraccionariamente. Més importante es, sin embargo, el Thecho de que saber emo ha progresado ¢} armazén de le teoria fact- lita Ia comprensién de la estructura acabada. Ademés, el estudio de ‘opiniones primitivas no sélo desentrafta Tas raices de doctrinas acep- tadas cortientemente como validas por los economistas, sino que tam- Dige revels fos origenes de muchos errores populates, ‘Los escritores mercantilistas de los sighas xvr y xvi fueron Tos pri- ‘meres en formula los elementos de una teorfa del comercio interna- cional. Si bien en Platén, Aristételes y Santo Tomés de Aquino s¢ encuentran prineipios ecandmicos de otro orden, no se encuentra cn ellos ningin intento de legar a un estudio sistematico de la eco nomia internacional. En verdad, hasta los tiempos de Jos mercanti Hstas na se prestS sino ligerisima atencién al comescia.de cualquier clase, y esto debido en parte a la mala opinién que se tenia de las actividades mercantiles. Pero al legar al siglo xvt-nos encontramos on que el comerci y los cometciantes haa Hegido a ser importantes y poderosos, y con que al mismo tiempo habfan suxgido las naciones fen el sentido modesno de la palabra (no existian en la Edad Media) por reunién de principados mimisculos. Estas naciones (lar més im- portaites fueron spat, Francia, Holanda e Inglatert) eran. muy cclosas y conscientes de si mismas, debido en parte a su origen rela- tivamente reciente y en parte a It atmésfera de lucha en que nacie ron. Este nacionalisme (como te tlamariamos hoy) saturaba todas sus opiniones econdmicas y predisponia a los pensadores de la época a poner atencién en las transacciones entre naciones rivales. Antes de pasar a examinar el desarrollo de doctrinas concretas, quiz sea mejor ‘iar ona breve idea general de los supuestos y del significado del mer ‘antilismo del sigho xv ‘Mexcanmitismo Se llama mercantilismo el sistema de politica comercial que imperaba fen Inglaterra y en muchos paises del continemte curopeo durante los siglos xvi y xvni, asi como el cuerpo de doctrina econémica asociado 6 5 5 5 ) ; [MERCANTILISMO v con é, Tanto la teorla como la politica se caracterizaban por un na- cionalismo potente y celoso que hacia hincapié en la prosperidad y fuerza de la nacién. Més atin, se consideraba que el bienestar de ésta era algo distinto y superior al de sus sibditos. Se tenla la sensicién de que la finalidad principal de los recursos de la comunidad era la de sewvir a los intereses del estado. Ademis, no se consideraba la ac- tividad como medio de satsfacer las necesidades y deseos de los inl viduos, sino sobre todo como fuente de fuerza nacional. “Si el con- cepto medieval del objeto del esfuerzo humano era Ia salvacién del alima, y si el liberalismo econémico, 0 laissez-faire, buscaba el bien- estar temporal de los individuos, los estadists y efcritores mercanti- listas vieron en los sibditos del estado medios para conseguir un fin, y &te era la fuerza del estado mismo.” ? La aparicién de esta fuerte filosofia econémica nacionalista se en- cuentra en los desarrollos politicos y econdmicos que siguieron a la decadencia del orden feudal. Este sistema de la Edad Media cédié el paso, en diversos momentos y en distintos paises, a naciones jévenes yen pugna, cada una de las cuales intentaba crear un estado unifi- ‘ado y a menudo en guerta con sus rivsles a propésito del comercio yy las colonias. Reyes y estadistas adoptaban y abogaban inevitable- mente un punto de vista fuertemente nacional que se teflejaba tam- bign en sus medidas politicas précticas. Se publicaban multitud de folletos y opésculos pats justificac o citicar estas manifestaciones con- cretas del ambiente nacionalista dominant, y éstos, a su vex, influian sobre el curso de la politica. Como en las opiniones expuestas en es- tos eseritos encontramos la r2zn 0 légica de los actos de gobierno rmercantilista, entenderemos mejor estos tltimos si empezamos por examinar algumas de las doctrinas tebricas mAs importantes de la €poca.. Pues mientras la tendencia nacionalista dominante orientaba las ideas de los eseritores mercantilistas, su forma concreta estaba dcterminada en gran parte por opiniones concretas y muy extendidas sobre los fe- némenos econdmicos. Desde su origen més remato, el estudio de la economia se ha pre- ‘ocupado por Ia adquisicién y reparticién de la riqueza, Sin embargo, tanto la materia de estudio como la forma de realizanlo y las conclu siones aleanzadas dependen del concepto que se tenga de aquello que constituye riqueza, Desde los tiempos de Adam Smith los economis- tas han estado, sin excepeidn, de acuerdo en que la tiqueza consiste cen _mercancias tiles al hombre, mas escasas et relicién com sus ne cesidades. Debido a este acuerdo inicial, el andlisis de las eausas qui afectan a la produccién y de los principios que rigen Ia distribucién de la riqueza ha seguido una direceién uniforme y bia resultado en el + Bl F, Hestacher, atcnlo sobre Metcantliino, Encyclopacia of the Sor cial Sciences ae DESARROLLO HISTORICO cstablecimieiito de conclusions que, a pesar de controversias violen- tas Sobre los detalles, son aceptadas easi por todos. Las doctrinas dé los’ mercantilstas gozaban de Ja misma unani- ridad, pero eran muy distintas a las que se aceptan hoy. La dife- iencia que hay entre las conclusiones del pensamicnto econémico mo- demo y las del mercantilismo es, en gran parte, consecuencia del hhecho de que su opinién respecto’a Ia riqueza tiene muy pocos pun- tos de contacts con la muestra, pues no concedia el principal Inger a Jas mercancias que satifacen necesidades en general, sino a los me- tales preciosos. A través de la mayoria de los escritos mercantilistas se encuentra una tendencia may marcada no slo a hacer hincapi¢ en el coro y la plata, sino aun a identificar por entero la. riqueza con estos retales. Incluso aquellos escritores que no fueron siempre culpables de una identificacién positiva de la riqueza con el dinero pueden por Jo menos ser culpados de no saber distinguir con claridad su impor- tena soil repectia, Las siguients cits son tpeas de I atitod lela época, dl oro y Ia plata son los dines tesoros de Ia nacién o los més im: pportintes... lo Gnied que puede compensar por los metales preciows expor fados son los importados.* s+ segoit el camino verdadero para juzgar del aumento 0 disminvcién ade ba riqueea de Is nacién a casa del comercio que levamos con extranie. tos, e examinar si reibimos de ellos dinero o les enviamos el nuest..2 [La finalidad general siltina del comercio no « fr rigueza en general, sino concretamente abundancia de plata, oro y joyas que no son petecederos, fi tan mudables como las otras metcancias, sino que son riqueza en todos Tos Tagares...* ‘Todas las demés mercancis terminan con el consumider, pero el dinero sobrevive, y por cuantas mis manos pase, mejor, de manera que en cierto fentido el uso no lo destruye, como a las demés mercancias, sino que Io deja, como si dijamos, inmoril No es dificil hallar la razén de este trato diferencial dado a los ‘metales preciosos. Era consecuencia de una sencilla confusin, per fectamente natural en aquel tiempo, pues el andlisis econdmico estaba ain demasiado poco desarrollado para ir mis allé de los fendmenos superficiales de una economia monetaria de creacién relativamente re: + ohn Polleslen, Ragland and EaitIndis Inconsistent in thee Manulctures, 1697, pp. 15:9. Citdo en Viner, Stadt in the Theory of Inttaionl ‘Trade, pb > Joahas Gee, Tre and Navigation of Great Bitain Considered (1729), ed iim de 1737, p. 208, Citado en Viner op. ety p18 ©" sic Wiliam Pets, “Political Autumett” (1690), en Economic Writings 3. pp. 2590. Citsdo en Viner, op. city p28, »" Hugh Chambers, A Calection of Soie Papers, 1696, p. 9. Citado en Vins, op. sit, p28 MERGANTILISMO 9 ticnte. En. semejante sistema econémico, en que los. ingresos se par gan en dinero, en que la riqueza de una persona se mide en términos de dinero, en que todas las transacciones mercantiles dependen de sa uso, se precisa mucha sutileza econémica para no atribuir una impor- tancia excesiva al medio universal de cambio y medida de valor. Atm hoy es muy frecuente la tendencia a identificar e} dinero con Ta 1 queza, como lo demuestra el decidido apoyo popular a eiertos proyeo tos desvatiados de “distribucién de a riqueza” y a los programas infla- cionistas burdos. Ademis de esta identificaci6n relativamente sencilla del dinero y Je riqueza, la corriente del pensamiento mercantilista estaba entur biada por otros errores que tenian el mismo caricter. La prictica del ahorto, de la que se tenia una opinién muy clevada porque llevaba {lr acumulacibn de iquezs, no se comprenda como tn proceso 30: ial que resultara en la formacién de capital, deseable por su aptitud pata produc una corriente de mercanctas y servicios conmensurables, sino como simple almacenamiento de riqueza. Por consiguiente, era natural que la durabilidad y elevado valoc del oro y la plata los hiciera parece uy aderuados om este fn, yal mismo tempo su abundan ia se consideraba deseable por garantizar a una poblaciOn austera me- dios para realizar un ritmo elevado de acumulacion. Entre ls oftas creencias que reforzaban la identificacion burda del dinero y la riqueza podemos mencionar una conviceién muy ge- neralzada de que la abundancia de dinero proporcionaba ui estimalo activo al comercio ya la producci6n. Aunque esta opinién atribuye ‘mas importaneia al dinero como medio que como fin en si, sus pare tidarios no parecen haberse dado cuenta de que era incompatible con las principios bisicos de la doctrina. La veneracién especial en que se tenia a los metales preciosos aclare otros muchos elementos del pensamiento mercantilista, as! como Ia mayorla de sus medidas polticas pricticas. Si sélo era riqueza el di nero, si el ahorro consistia sobre todo en el almacenamiento de “te- Soro", si la abundancia de dinero faciitaba el comercio y la produc- cid, entonces el estadista que pretendiera incrementar la riqueza y poderio nzcionales deberia alentar por todos Tos medias posibles la seomulacion de un gran acewo nacional de oro y plata. Por cons guiente, entre las pricticas mercantilistas més primitivas (anteriores, 4 mediados del siglo xvi) encontramos restricciones a a exportacién de metales preciosos y la reglamentacién ditecta del cambio exterior. ‘Tras una dilatada controversia, la predileccién por medidas tan ‘burda cedié el pato a lz doctrina que constituye Ia razén principal de la fama del mercantilismo, a saber: la tedrla de la balanza comer- cial. Segin esta doctrina, una nacién carente de minas de oro y plata no ene més pocedimiento de adquie metas precise que el o- ‘mercio exterior, y, mediante éste, sdlo si vende en ¢] extranjero mis, 2 DESARROLLO HISTORICO de lo que compra, Por tanto, para aumentar la riqueza nacional, se habian de tomar todas las medidas precisas para provocar una balanza ‘comercial “favorable” o activa De acuerdo con este argumento, nos encontramos que los eseri- tores y hombres de estado mercantilistas abogen y ponen en prict respectivamente, fuertes aranceles protectores, reglamentaciones seve: ras al comercio exterior (como las Leyes de Navegacién inglesas) y ‘una politica colonial restrictiva, Esta altima pretendia establecer un ‘monopolio del comercio y los mercados coloniales, y subordinar las rmanufacturas de las colonias a los intereses de la metrépoli. El hin- capié en Tas medidas de defensa nacional tendia hacia el mismo fin y teflgaba al mismo tiempo el espiritu nacionalista, ‘Los esctitores mercantilstas encontraban cémodo aceptar la opi- nin de que los obreros eran holgazsnes y licenciosos por naturaleza y clamaban contra los salarios elevados, sbogando por la pobreza como ‘stimulo a la laboriosidad. Como corolaie de esta doctrina insistic- ron en la necesidad de una poblacién abundante y en las vistudes del empleo productivo. La difusién de estas opiniones no signified s6lo ds exportaciones abundantes y baratas, sino también beneficios abun- dantes para sus autores, muchos de los cuales, si no todos, se dedica- ban activamente a las manufacturas o al comercio. Mas intimamente relacionados atin con su punto de vista especial en cuanto al comercio ‘terior se encontraban los intentos de controlar el consumo, sobre todo de productos de Iujo impottados y caros. Una vex hecho este breve resumen de los prineipios y las priticas mercantilstas, podemos pasar a exponer, con mayor detalle, Ia evo- lucién de las opiniones de los escritores mercantilistas sobre el comer- cio exterior, que hasta ahora sélo hemos visto en sv forma més ‘TeoRiaS MERCANTILISTAS DEL COMERCIO EXTERIOR Durante las primeras etapas del pensamiento mercantilista tuvo espe- "La Laboiosidad y talento con que se emplea el uabsjo inglés permite al bret de Ingles prodoiten un ao mernncla expres de ial to 4 ots ean tt parece ets des Indi Nason Seis On the Ct OF Obtsining Money, Londen, 1850. "Ls primes cin lor Principe de Economia Poitca de MU aprecis en 1848; Same Lealig Prncpes of Plitcal Economy, de Cais, poblid en tere NUEVOS REFINAMIENTOS ” lativa de la demande de exes grupo por Ios productos del otto grupo, cs decir, de la demanda reefproca. Ahora bien, las naciones que sos- tienen intercambio comercial son iguales a los grupos no competi- ores de un mismo pais; por consiguiente, los valores en cambio de Jas mercancias en que comercian estarén detenminados por principios sé a fos ue se apliean al eomercio entre grupos naconles no Ccompetidores. De este modo no existe una separaciOn tajante en la forma de estudiar los valores interiores y los internacionales; la teoria plicable a algunos tipos de comercio interior se aplica igualmente a todo el comercio exterior. Caimes fue también el primero en estudiar de manera adecuada cl lugar y la importaneia que tienen en las transacciones intemnacio- rales las “partdas invisibles”. De este modo pudo hacer que st obra cstuviera mucho mas cerca de Ja realidad. Mercce citarse a este ses- peeto su reformulacién de Ta “‘Eeuacién de In Demanda Intemacio- fal’, segin la cual se produce el equilirio entre hs naciones que sostienen rclaciones comerciales, no cuando las importaciones y ex- portaciones sc nivelan exactamente, sino cuando eniste “entre las Importaciones exportaciones una telacién tal que permite a cada pals liquidar todo su pasivo mediante sus exportaciones””® TEL interés que puso Caimes en los renglones invisibles, sobre todo cen las transacciones financieras internacionales, le liev6 3 desarrollar su conocido andlsis de la etapas de fas operaciones de préstamo. Dis- tingue tres etapas: 1) una inical, al principio del préstamo, cuando el pals prestamista, después de una pérdida inicial de of, paga cl préstamo en mercanelas, obteniendo asi una balanza comercial con exceso de exportaciones; 2) una etapa intermedia en que [os pagos de intereses del pais prestatario compensin gradualmente las expor- taciones persistentes de capital y contrartestan sus efectos; 3) una etapa final, cuando los pagos de intereses de los prestatarios exceden los nuevos’ préstamos; entonces el pais prestamista tendi una balanza comercial con exceso' de importacioncs. Alfred Marshall, que escribe al mismo tiempo que Caimes, am- plia de una manera generalizada la teoria de la demanda reciproca. ‘La exposicién de Mill de esta teoria se aplicaba a un solo asticulo de importacién y a-un solo articulo de exportacién, Sin embargo, en un momento dado el comercio de cualquier pais esti formado por muchas ‘mercanciat de cada categoria. Al expresar las exportaciones de dos paises que comercian en términos de “>bultos tipicos de mereancias”, ‘Marshall pudo presentar un cuadro completo, aunque aigo arbitrario, de los resultados de todo ef proceso comercial ® Op. cit, p. 387. % able en El Comerio Iatemaional, pp. 16472, hace un resumen ox lente del ans de Maihall. La exporcin de Marshal mists se eneventa co su obra Money, Cre, and Commerce, cpt. ¥, Yt y vat y Apéndize jee ry DESARROLLO HISTORICO ©. F, Bastable, quien escribe a fines del siglo x1x, hizo aporta- ciones triscendentales para la expansién y claboracion de la doctrina clisiea. Aqui sdlo podemos mencionar los resultades de su dbma y re servarernos el examen més detallado para el capitulo siguiente, donde se hard una exposicién completa de la posicién neoclisica, Ricardo Mill habian supuesto écitamente en su andlisis costos” constantes Bastable, al introducir en su estudio la posibilidad de costes crecien- tes y decrecientes, redonded la exposicion y completé mas este aspecto de la teoria, ‘También cxaminé las modificaciones necesarias al in trodutir en su andlisis ls diversas elastcidades de la demanda que Mill Iuabia mencionado sin estudiarlss. (Mill las Tamaba “extensbilidad se la demanda’’ y no elasticidad,) Al introducir estos factores, Basta- ble contribuyé a que las doctrinas aceptadas fueran mis complejas, eto también mis ‘adecuadas.** J... Nicholson, contemporineo de Bastable, hizo un esfuerzo por aque el estudio de Ios fendinencs relatives al comercio internacional se ajustara mis a la realidad. Nicholson sbandoné el procedimiento de Iniciar el estudio del comercio internacional por el supuesto del true- que, exponiendo desde un principio el problema de tos valores inter. nacionales en términos de precios y salarios en dinero. Aunque las complejidades de las rekiciones de precios le hicieron incursir en con- tradicciones y oscuridades, su punto de vista era nuevo y sugestivo, y puede consideritsele como un precursor de un ataque muy reciente Y¥ més completo y consistente que sigue derroteros similares. Podemos terminar nuestro estudio histérico del dgsarsollo de la teorla clisica del comercio internacional con la. obsa del profesot F. W, Taussig. El altimo volumen que publios sobre esta rama de lr economia * representa una gran labor de sintesis, pues teunid en lla todos los elementos dispersos en los escritos de més de un siglo, afiadid puntos importantes y personales y compuso con esto un todo {inico y armonioso. Aunque en la mayoria de los casos ‘Tanssig sigue a escritores clisicos anteriores, amplia y aclara de tal modo muchos ppuntos que habian expuesto primero sus predecesores, que tanto las octrinas como sus relaciones mutuas aparecen con una precisién que no se habia alcanzado antes, Esto se pone de manifiesto, sobre todo, ‘en su exposicién de Ia tesis de Senior, que éste habia expnesto en forma tan concisa, sobre los niveles nacionales de salarios y_ precios nominales, donde se indican explicitamente y con claridad las tela- ciones caubales que existen entre la fuerza de la demanca extranjera de has exportaciones de un pals, la eficacia telativa del trabajo en las industrias de exportacién y el nivel nacional de los ingresos y precios en dinero. Reseravemos. pars dscusion en el cap. mt cl inteto orignal de Bastabte se inluis ajo ef encabezado de corto Tos ots elementos distntor del abajo, Sp, W. Tsui, Intemational Trade, Nueva York, 1928 NUEVOS REFINAMIENTOS: 9 Las aportaciones originales de Taussig, aparte de la labor ins im- portante de sintesis, consisten, sobre todo, en su andlisis de los bene- fics desiadss del eomerco internacional, en su ampli dicsin del papel que representan los grupos no competidores y en su introduccion oto del capital en a stucin de cost, En cl pedo apa haremos una exposiciéa mis amplia de estos puntos, Osras ne CONSULTA, Heckscher, Eli F., articule sobre Mercantilismo, en Encyclopaedia of the Social Sciences (Macmillan, Nueva York, 1933) Heckscher, Eli F., La época mercantilista (Fondo de Cultura oo rnbmica, Mésico, 1943). Viner, Jacob, Studies in the Theory of International Trade (Hat~ pes, Nueva York, 1937), capftulos rar. Fumiss, E. S., The Position of the Laborer in a System of Na tionalism (Houghton Mifflin, Nueva York, 1920) Roberts, D, W., An Outline of the Economic History af England (Longmans, Greca’& Co., Londtes, 1933), patte 1 Angell, James W., The Theory of Intemational Prices (Harvard University Press, Cambridge, 1926), capitulos vt, Sinclair, Huntly M., The Principles of International Trade (Mac- millin, Nueva York), capttulos §-8. Smith, Adam, The Wealth of Nations, parte 1, capihilo 1. [Huy traduccion expaiola] Ricardo, David, Principles of Political Economy, capitulo vit. (Hay teaduecin espaol Mill, John Stuart, Principios de Economia Politica (Fondo de Cultura’ Eeonémica, México, 1942), libro mt, capitulo 18. Bastable, C. F.,, The Theory of Intemational Trade (Macnittsn, Nueva York, 1903,’ #9 edicién}. Masshall, Alfred, Money, Credit, and Commerce (Macmillan, Nueva York, 1924), capitulos viwm, Apéndice J. CAPITULO IIT LA TEORIA NEO-CLASICA En el capitulo anterior seguimos el desarrollo gradual de una teorla ‘que explica las fuerzas fundamentales y determinantes del movimiento

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