You are on page 1of 341
biografia e historia iavier veraara Escaneado con CamScanner ORGES, sus dias ysu tiempo De Jorge Luis Borges conocemos su verbo chispeante, su po y ripido humor, esa frase que siempre asombra, Y, naturalmente, conoce- mos sus escritos. Ahora veremos surgir en las pdginas de este libro el Borges {ntimo, el hombre que se oculta tras ese lenguaje, sus ideas sobre los principales temas que ocupan al ser humano: la muerte, la religién, la polftica, los escritores. Pero también aparecerd el Borges sobre la tierra, su infancia, su adolescencia en Europa, su familia, sus aficiones, sus recuerdos, su madre, Borges dice en el prélogo de este libro: “La materia de esta obra es un didlogo cémodo entre dos amigos que, desde una fecha ya algo remota, se conocen y se quieren... Su elaboracién ha sido un placer para mi —un placer y no pocas veces una sorpresa—, porque no sabemos todo lo que sabemos o todas las opiniones que profesamos. Espero que el lector comparta esta tranquila felicidad de asentir y disentir, que ha poblado tantas mafianas. Para mi este libro tiene, por lo menos, una irrefutable virtud: la de haberme reconciliado con Borges.” Maria Esther Vazquez, la autora de este libro apasionante, es decir, borgiano en sf mismo, ha trabajado con el maestro argentino desde 1959, ha colaborado con él en dos libros “Introducci6n a Ia litera- tura inglesa”” y “‘Literaturas germdnicas medievales”. Es autora de una decena de libros, entre los cuales se destacan “‘Inven- ciones sentimentales”, cuentos que mere- cieron el Premio Municipal; “‘Didlogos”, mds de treinta encuentros con personali- dades del pais; “Butler”, conversaciones con el célebre pintor y “En el mundo de Manuel Mujica Lainez”. ISBN 950-15-0415-8 Escaneado con CamScanner MARIA ESTHER VAZQUEZ BORGES, sus dias ysu tiempo 4 Bae JAVIER VERGARA EDITOR Barcelona/Buenos Aires/México/Santiago de Chile Escaneado con CamScanner En esta misma coleccién: Blond, Georges LOS CIEN DIAS Bordonove, Georges Los Reyes que hicieron Francia ENRIQUE IV LOUIS XIII LUIS XIV Fischer, Louis GANDHI Hildesheimer, Wolfgang MOZART Horowitz, Joseph ARRAU Lincoln, W, Bruce Los Romanov I -EL AMANECER DEL IMPERIO I] - EL IMPERIO TRIUNFANTE Loomis, Stanley MARIA ANTONIETA, UNA AMISTAD FATAL Martin, George VERDI Massie, Robert K. NICOLAS Y ALEJANDRA Meneghini, Giovanni Battista MI MUJER MARIA CALLAS Muhlstein, Anka JAMES DE ROTHSCHILD Murphy, Brendan EL CARNICERO DE LYON Page, Joseph A, PERON (1895 - 1952) PERON (1952 - 1974) Pavarotti, L. y Wright, W. PAVAROTTI, MI PROPIA HISTORIA Solomon, Maynard BEETHOVEN Terrill, Ross MADAME MAO Vandenberg, Philipp NERON Escaneado con CamScanner © 1984 by Javier Vergara Editor S.A. | San Martin 969 - Buenos Aires - Argentina ISBN 950-15-0415-8 Impreso en la Argentina / Printed in Argentine Depositado de acuerdo ala Ley 11,723 Usta edividn termind de imprimirse on la VERLAP S.A, Producciones Grif Vieytes 1534 - Buonos Aires - Arge 1 mes de julio de 1985 Escaneado con CamScanner e a nf [ara Coco ) O pski ear Le Pefrctordyon / de sn aa a Doge CBee: sores Age. A Josefina y a Horacio i@ oly Ntarrdacd C. Salt Byte. f- Escaneado con CamScanner CONTENIDO Prologo ..... 6. 13 Después del prologo. 15 Aproximacion al personaj 1. Borges a los 75 anos 21 Il. Borges a los 85 ano: 27 IL. Borges por dentro (El coraje, el humor, el amor, la amistad, la memoria, el carac- ter. Método de trabajo)... ......6.00 65 29 Conversaciones: I. Lavida .. 39 Primeros ai Adolescencia, Literatura alemana, Examen de la obra. Temas borgeanos. Politica. Honores y aficiones. Las lenguas nérdicas. Defectos y virtu- des. La misica. La pintura. La muerte. (1973) Il. Recuerdos y literatura .......... eee eee 75 Ginebra. Shakespeare. Kipling. Henry Woolf. El idioma. La MID. Tradiciones ....... 006s seen eee eens 85 jares. Los esclavos. El general Soler. La caballeria, Coplas de Buenos Aires (1968) NV, Ebescritor.....sseeseeeees Le eedtaney 93 Faulkner y las dotes del escritor. La inspiracion, El escritor y el dinero. La épica (1970) Vo Religion ...... ccc cc cce cece ee eee ees 99 Cristo y ele cristianismo. El pais, Byron. Defectos y virtudes (1972) VI. Escritores 1 Obras Ceo npletas. Adolfo: Bi y Casares, Séneca. Silvina Bullrich, son Imbert, Julio Corta ique Ander- ar (1974) Escaneado con CamScanner VIL. Los reportajes ....0 00... - Wat Los suefos. EL Premio Nobel, Polansky. Capdevila, Peron, El tango (1975) * VILL La novela po Nacimiento, IX, La literatura fant ‘Ten La Odisea, Swedenborg. Ciencia fiecion 1964) XX. BUinflntt'ss o6 css oneness ee ea ee yoo 159 Hinduismo, Transit de Job, Amuletos y talismanes (1964) XI. La literatura inglesa aaniegteereh EL anglosajon. Chaucer. Kipling. Mac- pherson. Gibbon, Marlowe. Shakespeare. Los celtas (1962) XI. El Romanticismo .. Goethe. Flaubert. La amis: (1979) XIU. Paul Groussae:s sass iueraaa.s secequer sos 205 Una triple dinastia. Victor Hugo. José Hernandez. Almafuerte. Gardel (1979) XIV. Don Segundo Sombra ............646+- 215 espaldas y status (1979) 133 141 169 XV. Borges igual .. 221 EI tiempo circular. El premio. El jazz. La esperanza. Los antepasados. La bi- blioteca (1984) XVI. Lademocracia ... 229 Alfonsin. Los desaparecidos. Li vinay. Censura, La derrota ética, San Jorge (1984) Encuentros: 1, La violencia: miradas opuesta 245 (Con Eduardo Gudino Kieffer en IL. Nuestro tiempo: mira alelas ....... 269 vise js Bernardez en 1974) 285 (Con Raimundo L 1977) IV. El amor por Buenos Aires... 2.60662 eee 305 (Con Manuel Muj ez en 1977) Escaneado con CamScanner PROLOGO Escaneado con CamScanner El reportaje es uno de los géneros mas reprochables y populares de que adolecen nuestras letras. Finge ser una conversacién, pero se identifica peligrosamente con el interrogatorio fiscal, con el catecismo y con los exdamenes de ciertos profesores inhabiles que, en vez de dejar hablar al alumno, lo interrumpen descortésmente con nimieda- des bibliogréficas y exigencias de fechas. La rutina de preguntas y respuestas obliga a su victima a simular que es Heine o Wilde o Bernard Shaw, empresa que suele aco- meter con escasa fortuna. El interrogador descarga pre- guntas que sugieren y casi imponen respuestas determina- das. Le duele, ademas, ser el que interroga y no el que dictamina e intercala sus propias aversiones y preferencias generalmente superfluas. Muy otra cosa es, lo confiamos, este libro cuya ma- teria es un didlogo comodo entre dos amigos que, desde una fecha ya algo remota, se conocen y se quieren. Un diflogo, creo, no tiene obligacion alguna de ser un modo verbal de la esgrima, juego de asombros, de fintas y de vanidades; es la investigaci6n conjunta de un hecho o la recuperacion de compartidas memorias y no importa sa- ber si las palabras salen de un rostro 0 de otro, Su elabo- racién ha sido un placer para mi —un placer y no poc veces una sorpresa—, porque no sabemos todo lo que sabemos o todas las opiniones que profesamos. Espero 13 Escaneado con CamScanner que el lector comparta esa tranquila felicidad de asentir y de disentir, que ha poblado tantas mafianas, He mencionado a los interlocutores visibles; otros hay invisibles que, sin duda, enriqueceran con su ingenio este grato volumen: Eduardo Gudifio Kieffer y mis que- ridos amigos, ya ausentes, Francisco Luis Berndrdez, Rai- mundo Lida y Manuel Mujica Lainez. La técita presencia de mi madre, casi centenaria, pre- side la casa en que hemos conversado y que Maria Esther tan carifiosamente describe y cuya imagen acaso perdurara en la mente del lector como ahora ante nosotros. La memoria abunda en sorpresas como en las viejas fotografias y en los espejos. No sé si estoy de acuerdo con todo aquello que registran puntualmente estas paginas; reconocerse es una de las artes que no acabamos nunca de aprender. Para mf este libro tiene, por lo menos, una irre- futable virtud: la de haberme reconciliado con Borges. A Maria Esther Vazquez le ha tocado la ardua tarea de transformar en libro lo que originalmente fue ocioso y activo tiempo y no sé muy bien cémo agradecérselo. Pro- custo no dirigiré sus palabras, cuya meta esencial sera la verdad. Jorge Luis Borges Escaneado con CamScanner DESPUES DEL PROLOGO El tiempo ocioso y activo a la vez al que Borges se refiere, transformado en letra de molde en este libro, co- rresponde en parte a una aventura que iniciamos veinti- tantos afios atras, cuando nos Ievaron a Radio Municipal, Virgilio Tedin y Ricardo Costantino, sus directores. Borges y yO nos reuniamos en un sétano del Teatro Colén, donde funcionaba entonces la radio. Este sétano se inundaba ca- da vez que Movia, casi me atreveria a decir cada vez que lloviznaba, y largos tablones, apoyados en escalones y cajones, cruzaban, a manera de puentes, vastos espacios abiertos y unian las diferentes dependencias de 1a radio. Borges caminaba sobre esos tablones y me acuerdo que, cada tanto, hundia el bast6n a un lado y otro del endeble puentecito, tratando de tantear el fondo del efimero lago artificial. Los temas de nuestras charlas ante el micréfono eran infinitos, Yo se los proponia, él los aceptaba e iniciabamos largos reportajes donde yo preguntaba y él respondia. He olvidado con qué frecuencia se radiaban estos programas, s6lo recuerdo que grabébamos una vez por mes, Eso dur algunos afios y luego, con el advenimiento del segundo peronismo, cambiaron las autoridades y el ciclo se termind. Yo tuve la intuicién de que esas cintas, que guardaban el pensamiento y la voz de Borges, iban a ser borradas. Com- pré entonces unas cuantas casetes y regrabé intuicién se vio confirmada casi enseguida. Escaneado con CamScanner Esas casetes durmieron aios en un armario, un dfa las of, las desgrabé ¢ hice un collage con tas mejores, que ahora estin en este libro. También hubo después largas mafanas, en Ia casa de ta calle Maipti, en que hemos conversado por el solo gusto de conversar y algunas de esas charlas estén en estas i ando aquel tiempo ocioso y active”. Se reunieron ademas aqui una serié de “encuentros” que Borges mantuvo respectivamente con Eduardo Gudiitio Kieffer, Francisco Luis Bernardez, Raimundo Lida y Manuel Mujica Lainez. Intercaladas entre las “Conversaciones” hay frases y anéedotas breves que corresponden a Borges y, en el caso de “Encuentros”, a sus interlocutores. A lo largo de estas “conversaciones” y “encuentros” se hallaré un vasto mosaico de opiniones acerca de la lite- ratura universal, la politica, la religion, juicios sobre doc- trinas, movimientos, autores, amigos y recuerdos persona- les que abarcan casi toda la vida de Borges. Evidentemente tal acumulacién de reportajes puede Iegar a ser tediosa y abundar en detalles superfluos. Pero, como Ia vida de Borges es la literatura y todas las conversaciones recaen sobre el tema, pienso que este exceso completa la inten- cidn del libro y que por eso, quiz, ayudard a los estudio- sos de Borges a una mejor comprension de su obra. He alterado la disposicién cronolégica, buscando un ordena- miento racional. La intencidn de este libro es ofrecer un homenaje a Borges, al Borges intimo que conocemos sus amigos. Al hombre que revisa, sin verlos, los libros que guarda en su casa, al hombre que viaja por el mundo intuyendo paiss- jes y ciudades, que recibe premios y honores pensando si realmente los merece y sila gente no se equivoca al dirse- lus. Al Borges que adora el dulce de leche y que en la so- ledad de sus tardes en penumbra repite, a media voz, los versos de los poetas mas dispares: Alighieri, Marlowe, Quevedo, Whitman, Dante Gabriel Rossetti, Heine, sin distincion de épocas, movimientos o lenguas. Su memo- ria hasta alberga a algin poeta oscuro de San Fernando qjue gan los juegos florales en la década det cincuenta. 16 Escaneado con CamScanner Hi blando de Edgar Allan Poe, Borges dijo alguna vez: “A la obra escrita de un hombre debemos muchas. veces agregar otra quizd més importante: la imagen que de ese hombre se proyecta en la memoria de las genera- ciones”. Esta reflexion es aplicable al propio Borges. Con él ocurre un fenémeno extrafo: sin proponérselo, sin te- ner nada de facil ni su prosa ni su poesia, siendo sus libros comprados por muchos, leidos por pocos y comprendidos por menos, ha logrado, dentro y fuera del pais y de su lengua, un éxito tan grande que trasciende los estrictos limites de la literatura para alcanzar al hombre y transfor- marlo en mito, Su edad, su soledad, su ceguera irremediable, su figura enhiesta y rigida, que recuerda la arquetipica y digna posicion de un pr6cer, sus intransigentes opiniones, difundidas una y otra vez en los diarios y revistas configu- ran una serie de circunstancias que alimentan ese mito. Pero este hombre de pelo blanco, que a los ochenta y cinco afios todavia rie a carcajadas con alegria, que tiene la vitalidad de un joven, es un ser de carne y hueso. Por eso en la primera parte del libro, “Aproximaci6n al personaje”. trato de mostrarlo cémo es, como vive, como trabaja, como era su madre, como es su cardcter, como lo veia yo hace diez afios y como lo veo hoy. El volumen se cierra con una cronologia y una biblio- grafia, No debe esperarse de este libro un juicio critico sobre la obra de Borges. Su sola intencidn es la de un acercamien- to a un hombre que, desde su propio universo, se ha aso- mado al mundo, sofindolo y sofandose, en la busca de un Ginico y, a la vez, infinito poema, que le ha Hevado la vida. 17 Escaneado con CamScanner APROXIMACION AL PERSONAJE Escaneado con CamScanner BORGES A LOS SETENTA Y CINCO ANOS (1974) Un hombre de pelo gris va por la calle. Lento el paso y la cabeza erguida. La mirada fija mira ver. Cruza Maip, camino de su casa; con bast6n inseguro tantea el suelo. Alguien, un desconocido, lo ha ayudado a atravesar la calle y lo acompaiia hasta llegar a su puerta; la mano izquierda busca la cerradura, la derecha pone la Have con movimiento pausado. La puerta se abre. El se despide. El brillo de una sonrisa agradecida abre su rostro serio y luego desaparece despacio en la penumbra. Es Borges; la gente Jo reconoce, lo detiene, lo saluda, aun aquella que nunca ha lefdo una linea suya, El agradece y, si esta de buen humor o tiene tiempo, pregunta a su interlocutor en qué barrio de Buenos Aires vive y alguna copla 0 anée- dota de ese lugar, vinculada con su infancia o su tradi- cién familiar, enriquece la conversacion, Mas que conversa- cin, mondlogo, porque el accidental companero, entre sorprendido y emocionado, solo atina a agradecer, Borges conquista a la gente que no lo ha tratado nunea y aun a aquellos que se acercan mal predispuestos, generalmente por razones politicas, Pocos saben que él es, en el fondo, Escaneado con CamScanner un nostilgico y tedrico anarquista con demasiado sentido del humor. Sube Borges a su casa, un departamento en un sexto piso, donde vive desde los aiios '30 con su madre, casi cen- tenaria; Leonor Acevedo nacid el 22 de mayo de 1876. Desde el balcén que rodea los cuartos se ven la mansarda y los techos de la seftorial casa que pertenecié a Reynaldo Vilar, un importante médico amigo de Nicolis Avellaneda, y levantada a principios de siglo. Mas alld estan los 4rboles de la Plaza San Martin, La casa es modesta, tiene tres cuar- tos. En el recibidor hay un sofa pequefio, donde esperan los bastones de Borges, y en la pared, un gran retrato al leo de Leonor Acevedo de Borges, ya anciana, observa a los que Ilegan con ojos atentos y vivaces. Es extrafio, la sefiora ya casi no se levanta de la cama y, sin embargo, su presencia expectante estd visible en cada objeto, en cada rinc6n. El living, donde Borges recibe a todo el mun- do, es amplio. En un extremo esté la mesa de comedor; en el otro, cerca de la ventana, hay un sofa y unos sillo- nes. Los lujos del cuarto son algunas piezas de plata, co- locadas sobre una alta y antigua mesa de trinchar. De entre ellos, un mate, una jofaina pequefia y una jarra fue- ron los enseres personales del bisabuelo de Borges, que hizo la campafia con San Martin y con Bolivar, y que, colgados del arz6n de su caballo, recorrieron la mitad de América del Sur. Un viejo dressoir de marqueterie con la tapa de marmol, donde se apoyan dos frascos de cristal y la Madonnina de bronce y 6nix que en 1967 le ofrecié la ciudad de Milén; un pequefio escritorio-secreter, que le regalaron a la madre de Borges cuando tomé la primera comunién y cuatro bibliotecas completan los muebles del cuarto, Detras del vidrio de una de ellas vive, fuera del tiempo, el bello rostro adolescente de Adolfo Bioy Casares. Un Piranesi y una Anunciacién de grandes di- mensiones, pintada por Norah Borges, enriquecen la luz de esta habitacion donde se respira un clima de tranquila melancolia, acentuada por los retratos, algunos ya borro- sos, que cuelgan de las paredes y por la pausada voz del poeta. Es como si alli, en ese sitio, todo se hubiera dicho y olvidado, 22 Escaneado con CamScanner El pequefio dormitorio de Borges es casi una celda monacal; una estrecha cama de hierro, dos bibliotecas y una silla componen el mobiliario. Una biblioteca guarda los textos de las viejas literaturas escandinava y anglosa- jona; la coleccién mas completa de toda América y que es mostrada con gusto a los visitantes selectos. Sobre la otra biblioteca, un retrato de Susana Bombal y una répli- ca pequefia en bronce del Collione y, colgados de la pared, El caballero y la muerte de Durero, y un plato de madera en que estén pintados todos los escudos de los distintos cantones de Suiza. Viejos muebles rodean la cama en que, obligadamente, Leonor Acevedo espera con gran curiosidad averiguar pron- to como es el mds alld. Profusas fotografias se alinean so- bre la comoda gigantesca. A veces, hay flores en un vaso veneciano que ella compré, antes de la Primera Guerra Mundial, en Murano y que era una de las copas de agua sobrantes del juego del rey de Italia. (Curiosamente, a los pocos dias de la muerte de la madre de Borges, el vaso se quebr6é en forma espontinea.) Una ramita seca de olivo asoma en la pila de un crucifijo al lado de un icono. En este cuarto muy luminoso es donde la pequefia sefiora Leonor afirma, no sin razon, que ella es casi la historia de pais. Ha conocido a todas las figuras descollantes de cualquier orden en los Gltimos cien aitos y su prodigiosa lucidez los recuerda con precision. Una tarde, recordando su nifiez, me contaba lo peligroso que era el puente que hab{a entre las dos aceras de Florida a la altura de la ca- le Cordoba, porque, cuando Hovia, el arroyito que corria habitualmente debajo —se Hamaba el Tercero del Norte y correspondia a un Tercero del Sur, ubicado en la calle Chile— crecfa demasiado, Recuerda poemas que le han gustado y lee todavia con gusto a los nuevos poetas. Sie pre al aleance de su mano han estado el puiado de cartas que su marido le escribié durante el noviazgo de un ano que mantuvieron en Ja remota juventud. 23 Escaneado con CamScanner Leonor Acevedo de Borges murié el 8 de julio de 1975. Sus hijos, sus nietos y unos pocos amigos la velaron, is actividades habituales. Casi F su tiempo para no sentir demasia- do la ausencia, Pero no hay tal ausencia, El gran retrato al Oleo, desde la entrada, preside la casa, Sus ojos escrutan al visitante, Su cuarto esté intacto, La colcha de alegres dibujos azules y amarillos cubre la inmensa cama y las almohadas, En los jarrones hay flores. Por las mafanas, Borges entra en la soleada habitacién vacfa y saluda, sin | yor, a la invisible presencia, El aire de la mafiana mueve las cortinas y las hojas de las plantas del balcén, No es un lugar t6trico ni triste; siempre hay luz, como antes. Mucho se ha hablado de la influencia que tuvo la madre de Borges sobre el escritor. Su caricter fuerte y, en cierta forma, autoritario, le creé fama de absorbente y se Iegé a decir que dominaba a Borges. Esta afirma- cin es errénea. Borges siempre ha hecho y ha dicho lo que ha querido, aun las veces que estaba en abierta oposi- cidn con su madre. Timidez no quiere decir debilidad y Borges no es un hombre débil, Su madre desaprobé siem- pre su amistad con Macedonio Fernandez. No creia que este hombre que debia abandonar una pensi6n tras otra, dejando sus pertenencias en ella porque no podia pagar el alquiler, fuera un buen ejemplo para el joven que era, en ese momento, Borges. Hoy, después de tantos aiios de la muerte de Macedonio, Borges sigue exaltando su memoria y la amistad que los unid, Con la misma firmeza mantiene sus opiniones sobre temas politicos e historicos. Son. generalmente, convicciones nacidas de un profundo sentiniento ético, ya que confiesa entender muy poco de politica. Si su vor se elevd permanentemente contra et peronismo, por ejemplo, no fue porque deseara incursio- nur en este campo: eran la corrupeién moral, la degrada- clon y el ay isallamiento de las conciencias lo que él fusti- soba en Peron y en su movimiento, Los libros y los amigos Henan las aparentemente apa- cibles Horas de este frégil hombre indestructible que, sin Borges reanudd enseguida s febrilmente quiso Her 4 Escaneado con CamScanner embargo, no ha dejado nunca de pensar en el destino de su pais, En un poema que prologa una edicion de Canto a Buenos Aires, de Manuel Mujica Lainez, escrito en 1979, dice: “Manuel Mujica Lainez, alguna vez/ tuvimos una Patria — jrecuerdas?—/ Y los dos la perdimos”. A Gabriela Massuh, que en 1976 partid a Alema- nia, becada para realizar una tesis sobre el mismo Borges (que luego se convirtié en un admirable libro), la despidid con las palabras de Heine: “Ich hatte eins, ein schénes Vaterlands...” (Yo tuve una vez, una hermosa patria...) Reducido cada vez mas por las paredes que le impone su ceguera, este hombre solitario vive en un mundo cerra- do, fisicamente estrecho, minimo y, sin embargo, tan infi- nitamente rico, que por si solo constituye otro universo, cuyas verdaderas dimensiones nos esté vedado conocer. 25 Escaneado con CamScanner BORGES A LOS OCHENTA Y CINCO ANOS (1984) Ya no sale solo, camina mds lentamente y no le alcan- za el apoyo del bast6n; necesita ahora el brazo de alguien, hasta para ir de un cuarto a otro, Sin embargo, cada dia que pasa el mundo se achica para él; sube y baja de aviones casi constantemente. Acompafiado por Marfa Kodama ha recorrido desde templos japoneses hasta las pirdmides de Egipto. “Pero viajar en avién no es viajar, la sensacion del viaje se tiene cuando uno sube a un globo, la barquilla se balancea y el aire roza, acaricia la cara, uno percibe el infi- nito alrededor y uno se mueve dentro de ese infinito”, ha dicho cuando presento su libro Atlas que Maria Kodama ilustré con fotografias. Fisicamente se ha afinado, se ha ennoblecido, ha adel- gazado y su rostro antes muy palido ha tomado el dorado suave de los que caminan mucho bajo el sol. Tiene la cabeza toda blanca y, sin embargo, la piel es sorprendentemente fresca para su edad. Hace bromas amables sobre si mismo: “Seria tan raro que yo me muriera. No por el hecho de morirme en si, que seria de lo mds comin, a todos les ocurre, sobre todo a 27 Escaneado con CamScanner mi edad; sino que seria raro que yo, tan rutinario, hiciera algo fuera de mis habitos”. Recibe, como siempre, a todo el mundo; trabaja, cuando esti en Buenos Aires todas las mafianas. Vive en la misma casa de la calle Maipi, cuyas paredes pinta cada afio la diligente Fani, que esta con él desde hace tres 0 cuatro décadas, Duerme en la misma angosta cama de hierro. Nada ha cambiado. Quiz4 haya més libros, se han agregado bi- bliotecas para albergar nuevas enciclopedias. La casa, por otra parte, esta exactamente igual que cuando la visité la primera vez con un grupo de estudiantes; yo tenia diecisiete afios y cursaba el primer afio de la Facul- tad de Filosofia y Letras. Desde 1959, en que empecé a trabajar con él, he teni- do oportunidad de acompaiiarlo en algunos de sus viajes, de tratarlo y de verlo actuar. Borges, es, segiin dijo alguna vez Anderson Imbert, un raro, un hombre en cuyas manos la literatura es un juego que le ha permitido transitar los més encontrados caminos filosOficos, las mas disparatadas teo- rias e hipotesis, que luego ha reelaborado a través de pagi- nas perfectas, dindole a su obra la relativa importancia que un artesano, un relojero, por ejemplo, puede sentir hacia un cronémetro que ha armado y que funciona bien. Por otra parte, su excepcional memoria y su extrema agudeza —no tan comunes en las grandes inteligencias— hacen que su conversacién, libre de convencionalismos, de pre- conceptos, sea un verdadero juego de ingenio, un regalo espiritual para el interlocutor. Escaneado con CamScanner BORGES POR DENTRO (El coraje, el humor, el amor y la amistad, la memonaa, el cardcter, método de trabajo) EI coraje es una de las constantes en la vida de Borges. Hace unos afios Io Hamaban por teléfono a menudo y vo- ces anénimas lo amenazaban de muerte. Un dia, harto de esas amenazas, contesté: “Mire, yo vivo en tal calle, en tal numero, en el sexto piso y en la puerta hay una chapa que dice Borges: usted no se puede equivocar. Casi siem- pre estoy en casa y cuando tocan el timbre suelo abrir yo mismo la puerta; matarme es bastante facil. Si usted lo hace, me favorece. Nada hay que favorezca mas a un es- critor 0 a un artista que una muerte violenta; Lugones y Gardel son una prueba de lo que digo, Venga nomis, no pierda mds tiempo, lo estoy esperando”. Los lamados se interrumpieron definitivamente. Cuando era todavia profesor en Ia Facultad de Filo- sofia y Letras de la Universidad de Buenos Aires, una manana irrumpié un muchacho en su aula y lo interpeld: —Profesor, tiene que interrumpir la clase. ~ {Por qué? —pregunté Borges. —Porque una asamblea estudiantil ha deci Escaneado con CamScanner no se dicten mas clases hoy para rendir homenaje a Fulano de Tal. Rindanle homenaje después de la clase —agreg6 Borges, No. Tiene que ser ahora y usted se va. Yo no me voy, y si usted es tan guapo, venga a sa- carme del escritorio, Vamos a cortar la luz —prosiguid el otro. Yo he tomado la precaucion de ser ciego. Corte la luz, noms, Borges se qued6, habl6é a oscuras, fue el Gnico profe- sor que dicté su clase hasta el final y sus alumnos, impre- sionados, no se movieron del aula. En otra oportunidad desafié en los Estados Unidos a un portorriquefio que intenté agredirlo. Posiblemente algunos recuerden que hace bastantes afios (antes del °73, por supuesto) fue a verlo a su casa un grupo de jovenes nacionalistas que reunian firmas para pe- dir la repatriacion de los restos de Juan Manuel de Rosas. Se nego. Lo acusaron de retrogrado e intransigente. Borges les dijo: “Hay otra repatriacion mas urgente, la de los res- tos de Pern. Esa adhesién la firmaré con gusto.” Perén, en esa época, todavia vivia en Madrid y los jévenes, obvia- mente, eran peronistas. El coraje y el amor a la patria van juntos en Borges. Un poeta le mand6 su libro con esta dedicatoria: “A Bor- ges, en cuyos labios sigue siendo limpia la palabra Argen- tina”. Cuando se la lei, Borges se conmovid y dijo: “ {La Patria! ;Esa es la Patria!” Yo recordé entonces algo que ocurrié hace mas de cincuenta aiios y que me conto uno de los protagonistas. Borges se encontraba en un boliche de Boedo y San Juan con Néstor Ibarra y Drieu La Rochelle. Al salir, se largaron a caminar y llegaron a Puente Alsina. Del otro lado, los descampados preanunciaban Ia pampa. Amanecia, Por la margen opuesta pasaba una caballada arriada por un tropero y Borges, en voz baja, mas para si mismo que para los otros, susurré: “jLa. patria, carajo!”. Curiosamente, en ese mismo lugar, se habia batido Isidoro Acevedo, el abuelo materno de Borges en el ano ochenta a las Ordenes de Tejedor. 30 Escaneado con CamScanner He contado ya, en el nimero de homenaje que le de- dicé, en diciembre de 1973, el Suplemento Literario del dia- tio La Naci6n, el episodio Borges-Flemming, ocurrido en Londres en 1964. Borges me reproché después haberlo con- tado y hasta lego a decirme que no lo recordaba y que bien podia parecer apécrifo. Pero, en verdad, las cosas ocurrieron asf: Borges quiso probar hidromiel (Old English Mead), la bebida de los hombres y de los dioses anglosajones. El y Mister Flemming, el acompafiante que le habfa asignado el Consejo Britinico, compraron una botella y ya en el hotel se tomaron més de la mitad. Excitado por el alcohol, al que no est4 acostumbrado, Borges olvidé su habitual cortesia y comenz6 a reprocharle a Mister Flemming las invasiones inglesas a Buenos Aires en 1806 y 1807. Ante la mirada azorada del joven representante de su Majestad Britanica, terminéd casi amenazador: “Pero nosotros los echamos a puntapiés, tirandoles agua y aceite hirvierido desde las azoteas”. Mister Flemming, que no tenia la menor idea de tales invasiones, se limité a asentir, atonito: “Of course, of course...” Mister Flemming era un profesional, un hom- bre culto y refinado que en sus afios de universitario se habia desempefiado como guia de visitantes. Al enterar- se de la Ilegada de Borges, solicité especialmente que le permitiesen acompafiarlo. El altimo dia de su estadia en Londres, Borges le pidié que lo llevara a una de las casas mds elegantes de articulos de hombres y le eligiera la mejor corbata para un amigo muy querido. Mister Flemming compré una corbata excepcional y carisima, que quedé en su poder, ya que Borges para retribuir gentilezas y quizé secretamente para ayudar al piadoso entierro del asunto de las invasiones se la regalo. De ese mismo mes de octubre recuerdo un mediodia en que Ilegamos a Buckingham Palace en el momento del cambio de guardia. La banda tocaba marchas militares y, de pronto, se oyeron los primeros acordes de la Marcha de San Lorenzo. Borges se estremecié y comenzé a d casi a gri- tos los primeros versos de nuestra marcha patridtica: “Febo asoma, Marfa Esther, Febo asoma”, en un rapto emotivo. eK 31 Escaneado con CamScanner EL humor es otra de las constantes en la vida de Borges, Cuando visit” St, Andrews, en Escocia, conocié entre los profesores a un hispanista especializado en la lengua quechua. Borges qued6é asombrado de la materia y del vigoroso entusiasmo que su ensefanza proyocaba en el profesor. Le pregunté si tenfa muchos alumnos y el otro confesd que solamente uno, Entonces, palmedndolo en el hombro y demostrindole gran simpatia, le dijo: “No se desespere, querido sefior, en cualquier momento puede quedarse sin ninguno” “se mismo aio fue invitado a Amsterdam a una re- cepeién por la reina Juliana y estaba contento, no sdlo por la invitacién, sino por la pompa que, al parecer, la pre- cedia. Decidimos, entonces, hacerle unas preguntas a nuestro consul respecto a la ceremonia. Al llegar al consu- lado argentino, el cénsul no estaba y nos atendié un em- pleado que no tenia la menor idea de quién era Borges. Cuando éste, después de deletrear su apellido, agregé que era escritor, la actitud del empleado fue ya realmente des- defiosa. Nos indicé que esperéramos por si, a lo mejor, el consul Uegaba. Borges fue a sentarse en el oscuro e incd- modo rincén sefialado y me susurré sonriente: “Caramba, me parece que no se oyen /os claros clarines triunfales”. eee Si bien es sabido que Borges vive en funcién de la literatura, Ia amistad y el amor han tenido para él capital importancia. Variadas y tenues presencias femeninas acom- pafiaron sus pensamientos como una especie de telon de fondo, durante muchos dias y muchas noches insomnes a lo largo de su vida. Es la imperiosa necesidad de un hombre timido y vuelto sobre si mismo que busca la belleza, la dulzura, la inteligencia, la comprensién, la mano en que apoyarse. No la ha hallado y ha sufrido su soledad, Hubo un efimero casamiento que, segin él me ha confiado, fue una equivocacion, Ha sabido encontrar el afecto con fidelidad inaltera- ble en ciertos amigos a través del tiempo: Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo, Susana Bombal, Manuel Peyrou 32 Escaneado con CamScanner y, en estos tiltimos afios, Maria Kodama. Pienso que una profunda identidad intelectual, hecha de secretas predileccio- nes literarias, de compartidas ironfas y afines sutilezas han coincidido para que esas relaciones perduren por encima de las variables alternativas que puede registrar una amistad normal basada, generalmente, en puros registros emotivos. +e Uno de los atributos mas envidiables de Borges es su memoria, fundamento de su notable erudicién, que le ha permitido acumular conocimientos que parecen infinitos. Alguien ha dicho alguna vez que la obra de Borges esti plagada de citas falsas. Esta es una afirmacién mal intencionada; si existen, estén inventadas en funcidn de un especial sentido del humor y pueden hallarse en Ia lite- ratura humoristica que escribié con Bioy Casares. Pero es notable comprobar, a quien haya trabajado con él, cé- mo puede citar de memoria con absoluta seguridad. A menudo, para asegurarse de un dato, me ha indicado que consulte tal tomo de su biblioteca, me ha citado el nimero de la pagina en que se encontraba y si habia un ilustracién me la ha descripto, y alli he hallado la frase o el pasaje que necesitaba y la ilustracion que él recordaba. Eduardo Mallea me dijo cierta vez, con una expresion feliz, que la memoria de Borges era simultinea, y esto es exacto. Una palabra, un recuerdo, desencadenan en él una serie de relaciones inesperadas: todo parece simulténea y magi- camente convocarse a través de su recuerdo para llegar a la comprobaci6n 0 al fin deseado. Hace poco, al leerle un poema de Montale en que este autor nombraba al sabia, le pregunté qué significaba esa palabra para mi descono- cida, Me contesto citéndome unos versos en portugués que habfa ofdo cantar en 1914, cuando el barco que lo levaba a Europa hizo escala en Rio de Janeiro y donde se nom- braba a este pajaro. Escaneado con CamScanner Seria ocioso continuar enumerando el registro de la, virtudes de teligencia borgiana; su obra, més que Iq que pudieran notar quienes lo conocen, es el reflejo vivo quéllas. Mas til, tratindose de esbozar una imagen, es abarcar algunas de las peculiaridades de su cardcter, que tanto tema han dado a esos comentarios del ambien- te intelectual, que los portefios denominamos “chismo- treo”. No sera una novedad sefialar que es indeciso, cavi- loso y terco. De pronto lo asaltan muchas dudas, bien sobre la conducta de las gentes, que en ese momento lo rodean, o sobre decisiones que debe tomar, y esas dudas lo desvelan y lo acompafian dias enteros. Comienza enton- ces una suerte de peregrinacién, preguntando a todos sus amigos qué piensan de tal o cual persona o qué actitud debe tomar frente a determinada alternativa, Todos opi- nan, pero Io curioso es que Borges no suele tomar en cuen- ta estos juicios y, como si nunca hubiera consultado con nadie, resuelve segin su parecer original, que, generalmen- te, tiene pocos puntos comunes con Ios resultados de su pequefia encuesta. Aparta de su lado a quienes se abusan de él o lo utilizan a sus espaldas, sin ira, sin explicaciones, los excluye definitivamente y es como si nunca hubieran existido. Pero su memoria fotogrifica registra hechos minimos capaces de destruir por su ridiculez 0 torpeza a cualquier adversario. Siempre encuentra la contestacion exacta a la pregunta mas inoportuna. Cuando esti conten- to recupera una sonrisa increfblemente joven e ingenua. Incapaz de mentir o de adular, si debe hacerlo, llevado por las circunstancias, hay tal ironfa en su voz, que ésta descubre la secreta burla. Odia las discusiones; sin embar- go, puede llegar a enojarse con breves y violentos estalli- dos. El ha reconocido a menudo que es celoso. Rechaza por instinto la vulgaridad y la groseria. Se enamora de los paises por su literatura y hasta sus pesadillas son litera- rias. Una vez, mientras recorriamos juntos el Museo Brité- nico, yo iba detallindole cada cuadro que me impresionaba y él, para cada descripcion mia, tenia una referencia litera- ria: a veces sobre el paisaje, otras sobre las ropas 0 sobre la época, o el tema o los personajes o el pintor mismo. Pocas veces lo vi mas feliz que cuando visité el castillo de 34 ‘ Escaneado con CamScanner Pisinor, en Dinamarea, Recorria las vastas estancias en una tarde helada de noviembre, repitiendo a media voz versos de Hamlet y reconstruyendo a través de ellos las paredes ghe no veia. Por el contrario, nunca lo observé mas cortes- mente aburrido que cuando visité Macchu Picchu; las para él invisibles terrazas del pasado precolombino, no desper- taban su pasion estética. De él se ha dicho a menudo que no vacila en sacrifi- car a un amigo, por una frase ingeniosa. Estos juegos pue- den ser una tentaci6n demasiado fuerte; sin embargo, no hay en ellos malevolencia, es casi como una travesura. Pe- ro, por cruel que parezca, en la mayoria de los casos tales juicios son merecidos. Borges tiene un insolito modo de trabajar: dicta cin- co o seis palabras, que inician una prosa o el primer verso de un poema e inmediatamente se las hace leer. El indice de su mano derecha sigue sobre el dorso de su mano izquier- da la lectura como si recorriera una pagina sible. La frase se relee una, dos, tres, cuatro, muchas veces hasta que encuentra la continuacién y dicta otras cinco o seis palabras. Enseguida se hace leer todo lo escrito. Como iéndosela. Se relee ese fragmento, que acompaiia el movimiento de sus ma- nos, hasta que él halla la frase siguiente. He llegado a leer una docena de veces un trozo de cinco lineas. Cada una de esas repeticiones va precedida de las disculpas de Bor- ges que, en cierto modo, se atormenta bastante con esas supuestas molestias que hacen sufrir a su escriba, Sucede asi que después de dos o tres horas de trabajo se logra media carilla que ya no necesita correcciones. Pero puede ocurrir, cuando se trata de notas criticas 0 prélogos, que advierta antes de empezar: “vamos a escribir de cualquier modo y luego corregimos”. En ese caso ya ha pensado y repensado la forma que dara a los tres 0 cuatro concep- tos que va a expresar. Generalmente ese “escribir de cual- quier modo” es releido y corregido pero no con la minucia 35 Escaneado con CamScanner que indicabamos mis arriba, porque, en realidad, tenfa casi todo memorizado antes de dictar. Cuando en abril de 1964 se festejd el cuarto centena- rio del nacimiento de Shakespeare fue invitado a hablar en UNESCO con Ungaretti y Roger Caillois. Borges preparé su conferencia, titulada Shakespeare et nous, de este modo: primero pensd y dicté todo el texto en espafiol, luego lo tradujo al francés. Después yo lo grabé y luego, durante dos dias, él oy esa grabacion con reiterada frecuencia. Cuando Hegé el momento de hablar ante la Asamblea de la UNESCO, no sdlo no cambié ni una sola palabra, sino que se expres6 con tanta naturalidad y soltura que, segin la opinion general, fue la mas brillante improvisacién que se escuché ese dia. Nunca nadie imaginé las angustias que debié dominar este hombre timidisimo para hablar en francés frente a tan numeroso y calificado publico. Es bien sabido que la primera conferencia que dio en su vida la ley6 en su lugar uno de sus amigos, porque él no tenia suficiente valor para hacerlo. Luego las circuns- tancias econémicas lo empujaron a dar ciclos y cursos enteros. Al principio se animaba, antes de entrar en el salon, con una ginebra, habito que debié abandonar acosa- do por una tlcera, Atn hoy, cuando concurre a un con- greso, no es improbable que le pregunte a su vecino de mesa; “Usted, gno tiene miedo?” 36 Escaneado con CamScanner CONVERSACIONES Escaneado con CamScanner LA VIDA Primeros afios, literatura alemana. Examen de la obra. Temas borgeanos. Politica. Honores y aficiones. Lenguas nérdicas. Defectos, virtudes. La misica. La pintura. La muerte. (1973) —¢Cudl fue tu primer contacto con Ia literatura? —Creo que mi primera lectura fueron los cuentos de Grimm en una yersin inglesa. Me parece recordar el volu- men, pero es probable que hayan sido otros, porque yo me he educado menos en colegios-y universidades que en la biblioteca de mi padre. Podria decir como Bernard Shaw: “Mi educacién fue interrumpida por mi formacién escolar”. También debo recordar a mi abuela, que era inglesa y sa- bia de memoria la Biblia, de modo que incluso puedo ha- ber entrado en la literatura por el camino del Espiritu Santo o posiblemente de versos oidos en mi casa. Mi ma- dre sabia (y creo que aim lo recuerda) de memoria el Fausto, de Estanislao del Campo. 39 Escaneado con CamScanner 1 qué edad ocurrid ese conociniento de Grimm? Debo haber sido muy chico. Yo no recuerdo una época en la que no supiera leer ni escri Pero como la memoria, segin el consenso de los psicélogos —que son falibles— se remonta hasta los cuatro aiios y sé que a esa edad yo sabia leer y escribir, no puedo precisar fechas. ~ (Eras bilingtie? —Si. En casa se hablaba inglés por mi abuela inglesa y espaiol por todo el resto de la familia. Yo sabia que tenia que hablar con mi abuela materna, Leonor Acevedo Suarez, de un modo; con mi abuela paterna, Frances Haslam Arnett, que era protestante, de otro y que esos dos modos no se parecian. Con el tiempo descubri que esas dos maneras de hablar de un nieto se amaban la lengua castellana y la len- gua inglesa, De igual modo, un nifio usa verbos, los conjuga, conoce los géneros gramaticales, utiliza diversas partes de la oracion y la gramatica le es revelada mucho después. Yo leia en los dos idiomas, pero posiblemente mis en inglés, porque la biblioteca de mi padre era inglesa. Recuerdo que en mi casa habia una edicion de £/ Quijote, de la casa Garnier. Después el volumen se perdié en el curso de nues- tros viajes y en 1927 logré tener otro ejemplar, por esa supersticion que uno tiene de que la edicion en la cual se ha leido un libro es la verdadera, aunque no sea la primera. Era un libro encuadernado, con letras de oro, laminas en acero: un lindo tomo que conservo todavia, porque me parece que los demas Quijotes son apécrifos. En cuanto a mis primeras lecturas, yo lei muchas obras de una coleccién muy benemérita y bastante curiosa por su material: la Biblioteca de La Nacién, que publicaba este diario fundado por Mitre. Tenian unas encuadernacio- nes estilo art nouveau, El primer volumen editado fue, pre- isiblemente, la Historia de San Martin, de Mitre; después aparecieron F! Quijote y una obra casi contemporanea: Los primeros hombres en la Luna, de Wells. En aquel tiem- po no existian los derechos de autor, lo cual contribuia a la mayor difusion de los escritores, porque al aparecer 40 Escaneado con CamScanner

You might also like