You are on page 1of 15
12. La pisada, la buella y el pie Maria Graciela Rodrigues En La noche del ondculs, Pal Auster le hace ensaya a1 pro- tagonisia ideas paral guida de una posble pelicula basada en La miguina ded tempo de H.C. Well Pensando acerca de esa ‘bea, Auster advierte que el libro (aun cuando reconocida- mente parece haber sido escrito como denuncia del sistema Ae clases inglés, cuyascontradicciones se exacerbarian en el Fitaro) Gene un problema mas grave y, dice, ex el siguiente: Salguen que viera en Londres enel siglo XIX pod invent ‘ana taquina dl temp, entonees ers gio que otras personas ‘que vera en el futuro extern en condiciones de hacer Io ‘Binmo, Yala gente de furae generaciones pues var hacia fidelaneyhacla aren el Gempo a aves de foros yor gon, ‘ntoacer tanto el prado como e Faure exaran enor de peso: ‘nas que no perteneceran ala €poca que emoeranvatand. Al final coda Int poets cnarian contaninadas,aburrotadar de Inara yeuiat de owas eras, yuna ver que f gente del taro bicer tenia nuencaen lu hechos G8 patado ya gee del ‘asndo emperara a inflsir en los aconteciientos del fro, ‘ature dl entpo se modifica En yer de ser una conuua progreson de dicretos momentos que aanzan lentasmente ep ‘Sa uola direc, se dagregaray oe conrerria en ons ae ‘ten nebulon. Seni y Tanamente, en esanto na period ‘emperar iar en el empo el dempo al come lo conocemot Se desruia (Auster, 2006 138). Si trastadamos cata rellesiones al campo de la cultue, Lot resultados son similares. Por qué suponer que un grupo de personas yu cultura pueden -o deben- permanecer inconts 207 rinadas cuando ess mismas personas en la linea que plantea Citford (1909), se traladan de un espacio smbdlico a oto? 2 por qué desesimar la apropiacin, en e108 espacios, de ‘alores, significados, prdcticas y representaciones, que luego portarda y uillzaran en sus travesing? {Smo es, de qué esth Fecha esa culsua? ¢De pricticas> ‘Menon de emprendientorplisocuarale lado 3 cabo po ve {ne tmichor oto, Pars ampilar vese Grimuon y Varea (19%), Finalmenseysunquc leurs» nucara onts con ngo de ers Yale Inpens inca retiro desrrllon de core mis tadrie, de oe ‘ios powcolonine, que unl Aabarcey Aa en exe BO. 309 popular y la det mercado porgue esto implicara, entonces, Eatlogar modes de faneionamiento diintor. Como afirman (Grimson y Varela (1999), ante las preguntas acerea de las rzo- 1s por las cuales ls sectores populares contiauan consi yendo respuexas complies als dominaciém, ex poco To que pueden responder lo anlisi dedieados alas relaciones entre fa oferta yl demanda del mereado. En tanto organizacion de los bienes eulturaes a partir de un sstema basado en la circu lacibn, el mercado uende a la homogenizacin. Pero no e= toda la cultura. Por exo mimo, cuando se habla de cultura popular se pos tula la necesidad de mirarsimultineamente las pricticas las representaciones no como elementos aislados sino en la pro- pia relacién, poniendo en el neleo dela perspectiva las inter- fases de poder que articulan a ambas: Los andliss sobre cults ‘a popular no watan entonces de simples intercambioe de ele- ‘mentos sin de las relaciones entre étosy de los procesos que los modifican en el mismo intereambio y que modifcan, a su ver los disposithos de representacisn (Reguillo, 2008)? Ad ‘mas como en el hipotético plantco de Auster, la cultura popt Tar interesa solo alo efectos de fa articulacibn Claro que esto genera incertdumbre, Pero mas ald de la incertidumbre que provoca el hecho de reconocer la inexis tenca de fronteras desde donde poder sefalat, en la dialéet- ‘acaltural, vectoresy direcciones de los fujos, lo certo es que se supuesto es, de hecho, una lusién. En ese sentido, recono- cer ala cultura como eonatiuida y consituyente, af como sefialar su caricter procesual ehibrido, implica asu vez conce- bir a I culeura popular como un nicleo de sentido que s© tama en didlogo permanente, por un lado, con Ia cultura “slempre impurde los rectores populares, entendiendo que is patone dees que prodeen cla sean sempre tuna dimensién de subalteridad; y por el ou, con los bienes 2 Areal em event fuerte con que Lata (180), po em 5 Como afr Requio,eporibe que et rela, en cal es seni recantgurn nt agent de lw medion pero) lor mesoe ‘eonfguran la percepsg sobre fs olen” aqua un ar ge co quccalmine invlaando le olencias etree. 310 siempre impuros- producdos y puestos en circulacién por Jos disposiivos entratégicos insdtucionales, que @ sa ver son consumidos tetieamente desde posciones de asimetria por aquellos que no son sus productores (De Certeas, 1996). Al, fen exe dilogo, y fundamentalmente en la historia de ese dit logo, se dimensiona la cuestion crucial de la cultura que se tibia entonces como el "medio por el cual se negocia a ela- cin entre los grupos" Jameson, 1998: 103). En el etcenario que ese didlogo dibuja conviven tanto los aspectosresrictvs dela cultura popular como las fsuras que In hegemonia habiita. Vsin embargo, aunque ambos arpectos sean terrenos donde fs posciones sociales son procesadas, no todo es lo mismo, Experiencias, prétieas y representaciones poseen dstnta calidad, Unasy ours adquieren diferentes gra ‘dos de visibildad, de consenso social, y, también, de pos ddades de agenciamiento. La perspectiva que focaliza sobre la cultura popular conduce, por tanto, a discriminarescalas, cae dades, posiciones porque, como dice Calmels (2001), enue pisada ia huella y el pie, siempre estéel riesgo de terminar hhablando del zapato. ¥ a lat ecalas de ls accones son dife- zentes, lmbién debe excalarse nuestra mirada apalftics: [a hhuela ta dej6 un zapato; pero dentro del zapato habia un pie ‘hay pisadas que se hacen extando descalzoe ‘No es cuestin de jugar con la metifora de Calmels(usada, ademés, en ovo contextodiscplinar) para expandirla en un. simbolismo que vincule al zapato con un elemento, al pie con wo, y asf sucesivamente. La frase de Calmelssrve nada mas (qe para ilurtrar Ia existencia de diferentes excalsy dimensio- nes de andi, y para alerar sobre la distorsiones alas que se puede arrbar nose disrimina ence ellas cuando se tata de Aesorillar las tramas de ta cultura popular. Proponer varias entradas a estos problemas intenta respon der a ese imperative. Pero, en ete caso, se optS por un modo diferente. Las compilaciones suelen inchuir, en su introduc. tion, Ia presentacion de los capitulos que las conforman, Como la mayoria de los lectores acostumbra empezar por el principio, las invodueciones pretenden, sibiamente, enmar- ‘ar lalectura a wavés de un argumento englobador cuyo obje tivo es bisicamente,presentar de manera coherente la copre- tencia de andliss empinicos diversos. A contramano de esta tradicin, la propuesta de este artculo final es evisar las line- au as tebricas y metodoldgicas que encuadran los capitulos que integran esta produecién, no con el 4nimo de subsumislos en tun linaje inlenible del cual no ae les permite salir y sf con la esperanza de echar lu sobre algunas cuestiones que verte braron originalmente la propuesta de esta compilacién, y de reseatar asimiamo aquellas que quedaron en cl camino. ‘Como las promesae que se hacen en las introduciones no siempre terminan sienda reexaminadas en su totlidad, rev ‘saras implica simulténeamente reparar los prerupuestos que ‘hubyacen ala ligia dela compilacion. Esto ex sefalar que no se tata de un rejunte de textos, sino, mis bien, de un recorri do que presenta, en ciria dav os resultados de algunas inves ‘igaciones, muchas de ella empiricas, otras de andlis comps: ratios, y algunas de buceo bibliogritico y/o de reposicién de itinerarios tericos. ‘Si consideramos, ademas, que los eapfeulos que integran ‘esta compilscign se ubican en tun amplioespectco de miradas, ‘enfoques, y escalas de andlisis, la coherencia que los organiza hho slempre es wanaparente a los ojos del lector. Es por ello ‘necesario reponer la matriz seleccionada desde la cual se plan tearon originalmente los eapitus, matriz que a su vez les da forma y slueta a los problemas que vertebran los eendios de culeura popular Primera entrada Desde los estudios de medias, ls andlisis de textos aportan pisas cuando son puestos a jugar con las maneras en que s¢ Tega la (supueata) convivencia socal En este sentido, inte- reas el eudio de la cultura popular en tanto yen cuanto per- ‘mite ler, en los mediog, las balls por la heyeraont, ls mar- ‘as histricas en que sf construyen y econstruyen los consen- 08, y Toe modos en que los textos medidccos son tabajados| con cries de rdevancia (Fiske, 1998) eficaces para impacar fen las audiencas. As, por ejemplo, bajo el supaesto de que el ‘mercado de la cultura! deja resquicios por entre los cuales se 4 He privegado el naga made dea ura a ns exendo de induaa eulnel porque permite diferencia ls dint Spoor {ae produecin y fe imboe de crac de lo proguctn, muchon Ge 312 “cuca” laagencia de certos sujet, se cometen dos errores de interpretacton, inimamente emparentados. Por un lado, se sebrepondera la capacidad autoemprendedora de sujetos ub Cadon respecto de los poderoroe dispostvos del mercado de Ta cultura, en posicion aeimétria. Por el otro, se subvalora la Capacidad de eve mismo mercado de intervenic en ls dinami- 25 cultural produciendo nuewos “nichos” de comercalize dn. La liusion de que essten pricticas de los sectores pop lares relativamente autGnoman, que les permiten encontrar figuras en exe mercado para construie desde el margen un modo de expresar i propia vor, omite considerar el poder de las fuereas dindmicas del mereado cultural y la inflacén cule raf (Featherstone, 2000) que se produce como resultado de la Captura de aquellas prdticas que son evaluadas como mercan fileables y, por es, rentables* Este proceso, sufcientemente investigado por una linea de los etudios sobre mediatizacién, onsite en un gesto mereantl de capura de aquells préctcas fexpresivas que se desmarcan del mainstream... para ingressr poco despues por otia puerta’ La miopia de los anlists que ostulan la capacidad de los suetos populares de constr para si productos culsuales aprovechando las brechas del Frercado, efuerza la mirada acritiea que considera alos bien sel mercado de la cultur, y en ee tayecto, alas represen {es eles no provienen, en senddo etricto, deb industria cuturl Para mpl vee Baran (207) Un dtale de ete proces lo prove Frow (1986). 6 Un gemple ce exe om son slgunes andi razadon en tecno al fensmeno de cumbia llr As por ejemplo, Rabon sorte te ve la cumba visa ex un movimiento elarabmusial origina het lonjinene ena” (20895), como s ene ken venes ya ‘tas musta o wedaran dptnonexpeico el mercado dea ‘hits, Aunque con amt moduciones, yelaando ea reac. {ami Migus presenta hipotens de que a cumbia ies es una Icje de agenciacapenva que rena de “ona cpaciod de emprend trent de igus fovenesproveienies dels vilas que veron ence Eon del nbgencte un dble props fesrumenal const pars tier wisos un niche comere eltbey poner sobre ls ecenais| [eSuteny lnenpertenc dems sector de posed” (2006 30), Para tis andlslo que comple lov inl ene el mercado de carey (Gr uneron silo de lorjeto ven que fabian en ian ese (Chiggaroy Ghumell\Courade (208) sis tucones qu los configura, como mediaciones“ransparen ter en el dost fepresentacional yao Feferentes mpl ‘Quc ta capcidad de prodcir sentios de as representacio. cs masmeditiea nce com lmsyoro menor grade de Siac ect fren nica ee reeepores. cm eje que anno ha sido dsplepado en los order cmplcory que amerartaser incu sn sagen dar de mvesigaion Exevidenc que algo se eseapa cn loco ‘ido quer ead a experiencia a representacin tame dlateay ex jtamentesquello que w scape to que imple Ieer low vinclon entre ambas conto una elaconlnel ans parente El sent den experiencia difemente pusda set Escenicado por lor medio porque, como ahrna Morley (G996), Is repreenacion por etncin no stun jet mpirio. En ef caso de lor scores populares, fs dsc nite represntaciin y experiencia ne clo mera no Ge, ademas, ow termina en que la experiencia puede er ‘epresetads son deinsvemente incomplete Forge te bison pons Yeuando wna de nes del erento de cultra, el mismo arsvesuncnto por us oges comets de produccion cual impia, aden una snes (eo ben, on sed ampli) que eure “aplana ls dieren orcs, un primer nivel de anise de a cultura popula, calidad en exealn yom posi, eta dado por el fom de Etpeur, especies por quien produce el festo deeper ‘ey quien no El gar de producctn (l quien) est weal ment dterminado lo eal india que ceampo de reteset taciones vn camp rlatarneneControado donde slr lan tos modo en que on grupo seas vera msn, a como Js posiiones que a ocypam en cl orden socal Cen sera cl dueto de an predclionesmbolea ge Ia seigulna de faster) Dea ue ete primer nivel de ands el dl gents de caprrs, va sala por evasion proceso de mae tac que producen en el entamado representational que compone cl sinaginsto socal de una cultura, cones Disciminar entre elspa ya pada, entre hela ye pi implica tambien reconocer ie lectus popular so dene or una poi que scala a carencia de medion pars nome rare, pra prods dncrseleimos sobre un pris au Como dice Amis en dave lteraria, oda autobiografla es, por \defniclén, la historia de un triunfo. Por eso mismo, aun en la ‘reulacién por Ia eseena cultural de “voces” populares (© incluso marginales) que parecerian poner en evidencia un srado de dvtancia minima entre representactones experier- fits estéimplicado el mercado de fa cultura ‘De hecho, como arguments Javier Palma en su wabajo, incluso lo marginal ha sido tematizadoy “etorizado" como un ‘moth central del nuevo cine argentino (NCA), Yesjustamen: te el po de cantrato de lectura,realista nacuralisasegin el ‘exo, que portla el NCA en su trayecto de mercantilizacion y fmpiacion de audiencias Mlmieas, el que disimula el corte texittente entre lor jets epresentadosy el pacto consensual entre los prodctores y los {auewos) pablices cinematograf- fos. Forge, ademds, los géneron del expecticulo poseen sus propia logics, construidas histricamente en un intereambio Se day mueta entre matrices populares de tempos argos, las ‘modifcaciones en los disposiives mercantile de represent- iin de la cultura, y los mjetos que son los consumidores de estos textos. Aa, como sefala Mercedes Mogla en este volix men, el formato televsivo modifica las matrices populares Inumoriscasy, ala inversa, étas inciden sobre la conform cién de los textos television. Los resultados de este proceso ‘nunca acahado requieren ser considerados como elementos propios de un sistema que excede el mero marco televsvo y Son también el dela cultura popular y masiva; los elementos ‘iscriminados erftcamente por Moga ingresan a la circula ‘ign cultural ampliada, lo eval aporta indicios sobre la sina ‘én de la cultura en un momento determinado. En este sentido, ys tono eon lo planteado por Palma, mas ‘que las preguntas por los grados de “realismo” lo que importa ¢sformular los interroguntes que Said (1978) se hace a prop6 Sito del ontentalismor ,qué se representa’, equign lo represen ta? zeomo se representa al otro? Esto es las preguntas por el Dbjeto, el sajeto, los referentes y fa valdacion social de las Fepresentaciones? Por eso mismo, en la wavesla por los textos 7A. vex este desplazamienta eric ded los ntertopanten soe cl prinpio de corepondenca con i recnd hac ax ceones el poder Ta deoogis tpn se eel ans e ine representacones| Foes Schl lo preguns por le intencones el nde produc 315 ‘que realizan estos ands, lo que se pone de manifeto,fun- damentalmente, son las operaciones de construccin de las ‘narrate de control social (Murby, 1997) que conteibuyen al cesablecimientoy al fortalecimiento del sentido comin, Segunda entrada (Oto nivel de andi, en excala, en calidad y en poscin, cet implicado en las miliples apropiaciones de e=s repre sentaciones, Porque las miltiples formas de las representacio- nes y sus mecanismos constintves poseen, junto con sus sepettosrepresivos efecto inclusvosy de consitucién de sab- Jetridades, Como afirmara Garcia Canclini (1905), la teoria ‘Que entiende alae representaciones como “reflejos” atibaye a Clas mismas la responsabilidad deformadora, Y aunque se as picnse como producto de la desigualdad econémica, sta idea fbtura fs postildad de anaizarlas en su fncion constitiva fe subjetidades, Por lo tanto, a otra caestion que te vertebra 2 pari del problema de las representaciones populares es la felacionada con m capacidad o potencialdad para constcar sujeton Desde ally sin en ol marco dela legiimacién que las representaciones establecen, es posible discriminar la expe- Flencia que resulta de Ia construccién de herramientas para ‘modifica el campo representational. ‘Cuando esta represeataciones son recogidas en prcticas specifica, es posible observar, por ejemplo, las inflexiones y las acentuaciones que cada grupo le da a ua eategorta deci ‘ulacién extendida. Es el modo que Maria Veréniea Moreira lige en su articulo para examinar e6mo un mismo sgalficar- te (la categoria de hincha) permite [a inflexign de sentidos ‘ariados en tomo sup campo de dignificados. A través de una, etiogralia que tvo cdo centro un proceso particular ocurr ‘do en un club de ftbol, Moreira sugiere que hincha permite ‘dos movimientos simultinees: asumirse como una especie de ‘ategorta-paraguas, capaz de albergar 2 todos aquellos que se dese stevia detox dncnos ecnen un liga de producelon. Pas fpr ea idea, ae Veron (198 316 consideran “no drigenes,y otto que dixingue, ene interior Ge dor los considerados hinchas vriaciones y matices den te eet Shdenamtento moral naive. As 5 bien el signer 4 Gheoe stores Te oxrgan al conceptohincha varia sega $2 Sehacuns en que se pone en juego, en wdos lo eto ee ‘Bch nies set ws saa part jugar moramente a elos eos al rest Em use palabras, cn tanto trmino comin ‘Flo acres inolocrador con el cub, hinch se adapta as Trsuclonesycontingoncis en las cuales e pone en ego cecreante del ca preseniado por Moreira esque el concepia inchs es sbservao en plena movimiento es dec, se Stolocacion en clave pollen por parte de lor mismos proncamten De ete mao, Morea stasia un nfoque de Prien que la plenm excluramente como aquella que se GeGaetmatco insutucional y/o en el ctcuito de os politios oe eonates Los modos de hacer polltea de los propos bin far aparecenintgraos en una misma esfera com la instancia cea et ge un feo toque permit Moreira iuminar el Pameio de alors en torno sr hincha de los disintor elven em in msma dindmiea de sa uso extatéico hecho de que hincha no sun concepto dno nity poco caabiizado de una vez para siempre implic, sults reeprent, que el concepto cid equipado con un pus xmbd- Teague abla los actorer a uliaro de modos contearis 1 tconalen Eso se tora relevant para eexuio debe ‘Eikur popular porque habla tambien (aunque no sa pre- Gln cbetreta de Morel) del proceso de crculaci6n clt- clea el signiseane hincha esd envucto, De modos Shares a etegra aguante ido objeto nto de apropir “Mon por diferentes grupos populares, como de cptira por ot Gepcitvon de proucion calsaral” El estadio comparatvo cat or fot Gnriga Zac y Daniel Salerno en su taba [Sen torao a aqunta fala jusamente que las modifcaio- se ogucidas sobre esa etefortadfleren sein lo Heo, J uhinds que seg los proptor eto, sein el contexto de Taube ic fo sieton 7 de los diaposuvos cultural. Feeeeetosporespecilcader en sus dnamicasinternas aca ‘AiG tempoaiiades desigale de ingreso al mercado de [lima comsvuyendo inclis publices distntos en cuanto Wt Genero, lvck pel fitbol eta, por exo mismo, emcee aes nternamonte por diferentes pincipiosde ditincén. Yan 317 cembargo lsignfcante guantrecore a ambos La dimen. Sen homogeneizadora del mercado de a caltura hi perme: thie a eategoria para apropiacon en varladoncovtenton orexasrazones porserunaciegorts que generonmentese cnirega para ns enpirs medisienexige una eaala de aprox tmacion a las pretns ms preci, par poder obser os tredor conereir de spropiacony las waneras cn que la ‘nba categoria ‘ex matiata en cada contera, Aa, bien {ano las prdcicas defor hinchasdefitbol como as de los a tensa los recales de rock etn onpanizadas pores parcel aos, en ss mates pueden spre an onsoncs ha ge lamisma categoria end expues ‘Asis 5 hay ona aproplacion por dition actores en Aifrenescontexton es porgue sung caegerta conserva algunas propiedadesyslgunos de ss strbutoe se comparien, tambien ve adapta aos tlores Ge fos sues que eapropan Alay os contexton de. Por ex0 msm cuando Sela propia, nos le puede cambiar ttaleentee gnfcada, Al igual que hixcs fa torsion de ta que es aero aguante ion hese vata de una vuriedad semindicade'un tomo sigh. Gane Yala ve, jsumente por estar conoid po a act dad de migra dels rages expresivos, a sta catego. ‘fase wuche libil Por eo au suo permite el reconeriments jer parte de os no umron, el Geuramiento por os probe Sor en la serie genet de lov medion de comune ‘lon, Aguaiee hina wm eatqorae que equipadas Com sch dos populares, presentan potenciaidades por su capers ‘matva no alo por parte Ge los medios de comuniescin, $n en general pr oton postive inane, como el ‘era de a cltrs ots arupaciones pole : as representaciones son ambien potencies redisuib ciones del eel, copo ais sicede ene rock yen el fit bal donde cl eruans ed portador de deseo y de cperancan, sn cuando els misma se convert ey ncteflercuands Smuncian “paral fa siguiente por i tarde une sociedad wa Sloe" (De Certeat, 199: 37. Los pracicanes del aguante ‘ockero o fubolere, coiniden en product ea las mimes marcas sobre a representacon masfcada ene punto de ‘posi ala sociedad egemonia se tocan, ten, como se ‘hal el tbl yet rack son enivesosinboleos pares, ero no iguales Por so mlano, saxo uno de los resultados 318 sms interesantes del comparativo de Garriga Zacal y Salerno te relaciona con los interrogantes acerca de la capacidad de resistencia del aguanteen tno y otto contexto de experiencas. En ambos easos, el aruaniecontene elementos que mis que pretender la toma del poder, se conforman con disputar Ia sig hiflezcin de fo legiino, ¥la puesta en escena de estorele- tmentos, que una mirada etnocentrada estima répidamente come inestables, difuss y de baja organicidad, son sin embar- 0, desde la perspecivanativa signos de rebelda contextual Sado y articlados con valores que alterna fbal y rock en partes iguales. Eur la cultura popular equivaleentonces 2 pensar en irminos de pricticas que colnciden (y de los mat es dentro de ella) respecto de una dsputa por lo legtimo en ‘scenarios culturales masivos, también de ls aleancesy limi tes de las categorias natvas cuando son reeapturadas por e! rmereade de laeultara. Tercera entrada Claro que exa disput, en primer término, no se da siem- pre; segundo, cuando se da, se lo hace desde posiciones dis mnéirieas tercero, no necesirlamente se organiza en cerminos de confrontacion. De hecho, las prdcticas que +e realizan en tos dmbitos previtos por el mercado de a cultura dan cuenta de formas de dsputar el sentido desde Ia éplica alo dado, decir contestando, de ou modo, las posiciones especiicas de lectorconsumidor convocadas desde lor textos de Is cutsra popular. En ese sentido, el ardculo de Alabarces, Salerno, Siba y Spatar focaliza la mirada en lo que podifa grupanie ‘como las prctias expresias en Smbitos musicales de los gr pos wrbanos jurenilesA partir de una mirada sociohistrica fe Is cura, e preguntan por lot gest de wasgresion de ‘ste ipo particular de practicantesy or Ia capacidad de extos fester de constiuire en formaciones antagonists al poder fdominante. Exe interrogante se vice relevante para los ex dios sobre cultura popular, especialmente cuando los mismos estos de rasgresion aparecen encadenados a dindmicas pro- Pia del mercado de la cultura. Entonces ila rebeldia “ante Sistema’ ex, en el caso del rock argentino, paradoja fundante de tn universo musical que te legiima a wavés de su masiv- 319 dad en el mercado, la misma paradoja instala un doble discur- 1, donde autenicidad no ex homologable a confrontacién, pr poner un eemplo, sino a! gerto retérico de un aguante fexpresvo,Interem en exe eao la culcura popular porque es tllidonde se produce in captura,yconsiguienterecaprira, por parte de ls mama industria cultural, de los gertos retéricos (y ho en el mismo grado de lo signiicados) de ens précticas. ‘Un eato que sin embargo, conduce a otras consideraciones, exe de la cumbia, yen particular el de la denominada cumbia Siler, que através es letras inte a precipita una interpre tacién mesculina de lo que signficarss la experiencia de ser ‘mujer en ese Ambit, Sin embargo, es necesarioatender, como ‘rma File (2001), a lor modos en que la epresentacién es liberada,en l proce de consime, de na porcin de a carga fmpuesta por fa indutria cultural para su manipulacién por pare de los consumidares, Exa ela propuest de Malvina Silba y Carolina Spataro en 1 arculo, cuando luminan aque- los gestor concretos de las mujeres que, en el consumo de la ‘cumbia, ecomponen lo dado para hablar repicando, de otra ‘manera, lo que e recibié, Estas jovenes se oponen al watamien- toque hacen las letras de fa cumbia villera sobre la mujer, refle Sionan acerca de esta pecliarrepresentacin machists, eon frontan verbalmente con ef modelo ideal dela mujer que quie ren describir de lascanciones. Simultaneamente, desmarcan de las “chicas Eile sobre las que tematizan la letras (chicas ‘que, ademis, nunca son ells). Pero igualmente balan. Solas © Scompatiadas, No renuncian al dsirute a penr de su desacuer- do verbal Disrutan bailando y alternan su despliegue sensual dlefendiendose del "avance” de slguncs varones en el mismo tspacio del bale. Ese “hablar de otra manera” parecerta para Aico se lo examina desde los sipuestos de que el unico modo de ressirexagraés de un discursoorganizado, expucs: to por ou parte en! lar mismas palabras de fas entrevistadas, Porque, ala ves, cuando replican lo dado lo hacen a través del baile, dafrutando, sinténdose miradas, aimentando aquello de lo que presenden desmarearse. Alli, en ese nudo Kiglco, la mirada detallads de Silba y Spataro dicrimina el deble (Bhabha, 2002): la contenacton al discurso de las letra, ya resitencla a wavés del goce por las pricteas corporales de a danza. Una resistencia que ademis se sostiene en un soporte de comunicacign disnto, pues ex en el bailar donde hacen 320 ode a palabra, yall reste. Adn ms: este a tants de $s goce.Aluminarla entra del uso impliada en exe one sumo conereto,Sibay Spatiro dan cuenta de les mies de Trauces que exten ent lo exremor de a rextencla la ‘umsin,de los gies que no lean cast munca ser negro blancos puros. ae a 7 Le atulacion de los textos producdos pore mercado de Imcaltira con ces dimensiones de Inde cotdana parcee biearse entoness en uno de ls lugares donde ebsevar le onsen dels experiencis populares dela dominacon, sea que és se reselvan como complica, come rensten Gia, o como formas intermedia cae unay ou. En ee sent ‘So, los als sobe los connumospermitendexplgar una de la imerfaes donde se artelan tension contain ene produccign de Benes simb6lico la poscion,subordinada, Ge consumidor que es también, sin embargo productor de Senile y por lo ante de cular De al que, como afrna De Certeau (1999), € consumo deb ser considera una perscnsteay enc: ea por Que scala una operacion de maniplacon dela mata tase teadoray de marcacin de lo propo sabre algo que es Jeno; Yeates porque es marea def un elo que som def, Ineo gna porn cotdaneidad y por codigos heteroge’ eos. La experiencia del practeanteonsumidr,cntendisa de cue modo como la escicin de operaciones easy ex Seas en un estilo, implica entonces omar ala lend Como un tp pardcular de expeienea que ‘escibe a a ve un proce soil, ua forma de Ineracion yn proceso ext £0" (Ph, 1996186) (Cuarta entrada Pero at mismo empo, yjustamente por tratarse de poscio- nes diferentes, la produccion culaural del consumidar no es luna produccién totalmente indeterminada, En el area de los consumos culturales, y de las prcticas relacionadas direct mente con el consuma de productos del mercado de la cul 8. nese sentido ex que Frith afin gue “oe deneribe lca fa de una experienc not de un opto)” (2008189), 321 vals epresentaciones antorzaasy as narrate cote ‘Beal prcveen no slo pico sino bien mares de enten- “dni. Estar texor dela ela popular interes por {Qu cos iextoy we procesan dee a logis de lo que ex else 1s comin para una sovedad en un momento dado. Aco por eso mismo las naratvas que pntan a an mujeres en las Irs dela cumbla pueden crate on los peculares sen donde a maselnided del aguante eel fib. Yambon a fer goran de una cpra series por parte del mero de Ia Cult que opera con aloes de opiniancion dela ganan- Gia Imerem et eau de cultura popular porque, nue: trent ena nterfase que convocs el conto, ve wanitan no [coy clement de a continuo de los sjetoscontemport eowen el mundo. . i problema reside, por lo tanto, en intntar entender las cxperencas populares como stacionescomplejas en donde setraman senidor diverce provenientes dew diferentes legates de poder) con desigul peso en ladalctica cultural Reon bs cigendereconociento presents en To ox to permite, avs recomsrr el conjun de consis de fos ifcos populares. Pero btn, seas mis imporante que En, peta reconoce una porin de lot niles de sent do braves de lo cules se procera ss densdades, La elt ‘lon enue poder cull, represenacones y conmruclgn Simbolica resus, por 0, crucial. As Libertad Borda da ‘Sem en capil, Gel poder de sedimenacién histeea Sins maneesenbolicas et moreno de cule de los tmodosen que ests matntes operan en a ramas de pricks ae consume, aun ctando on ease pica pueda ees ope Scones de ewio. En meals Gea eprtra de fon fits di Yo sy Baty, To fc que se hacen cn los foros de Internet, Borda scene que ej clita eta basa fandarenta tent cn aman de owl romantic, y que xa Mai {eran ivaranteen ls faneatoras Alrevelar que ls forisas tienen a encuadar aus recsercuras en relatos que modeizan clones moras de corte conservador, se alerta a sobre persscnca dela matni wadiconal de la novela roa en los "fewer produidos aun cuando exsefecuvamente se die- sninen pore texto, Por xo ante ls ponies elebraciones del ro Era de denio, boda advrte que wha go que Toad rete, c9 samen Ia mats era Sarai, 392 gue dlssimina fos gradot de rescue “bre” de aquélos dcterminados por mat indica smultineamente des coor txtacones ques ben los sjtosparcipan del sara al falcon grados de indeterminacin tclatv en su prodeccign, las sonas donde se parcpa esti furtementetarmadas pot Jnhistona de los dapostnos eltrley a paride In cea as tatrcescalturals fueron conformance fs acnesgeneros, de expectiule 1a reconsruccién de un imaginaso, en tanto conjunto coordina de representacioncs (Ansar, 1968), sevla at {amtolas operaciones de caprrs como ase reconocimieno {os desrollon de Mat (199), renizas en lst de as rmerorias de recepcin dela radi apuntan a ese cbjetv, El tstatio de ext memoria, necemsfamneme dace, perm te diacidar ins modalcadesen que los medion fecorameme onstruyen sma ecepores Yebien wala iqura como Eomplemento dels indagacon sobre un conjunto mis Yao ae experiencias que no’ chcunscten. a consumo, de ‘medion En exe sentido lo iabjorwobre los consumo de ita na tona de ands que, por un lado, ela ta cone trucién de reprventacionesntrstjetae en un moments histo especie, por el oto, pronee mareos de cntende tniento ara reponer Ios mados en que a culture, a eves de ‘Spacio masimedistco, models, presrbey legis image- her que tienen desir nctoces populares Al misne tempo, tes tabsion sobre consumo cles muestra as nts de is posiidades de impagnacion de ea micas represen: cione, af como ls sonas donde east hacen ese, De hceho, como afm a props Mc sengue en fos resales = tonestion aparece heterogenianderyrastos de contic. {dad socal som tason Giles dela ferenca cual on “rapacio mucle donde sn despareey, yal deypogue, van perdiendo au dimensén conics (ata 190130), ‘Dos producto dela industria colts, ctumbiayteenovela, son conjugados por mueres en suaconesditmas de conse tno. En ambos con epic lorecbido, oben bland fos discos polfcamente corrector qe hay que hablar y gon dode a price del baie, o ben mtarcanda con sus destin as ‘arate organiza tm novelas cueson pare eerie Ova, menos masa, mas “domenica y congervedora, Unas fesiten con sus cuezpos y en un expacio etpectco, el del 323

You might also like