1 5 Jacksonville Rays 1 5 Pucking Ever After Volume 1 Emily Rath

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PUCKING SIEMPRE DESPUÉS
VOLUMEN UNO
EMILY RATH
CONTENIDO
Nota del autor
Tropos, etiquetas y advertencias de contenido

Conoce a los rayos
Desenfoques de capítulos
1. HäagenDazs 2.
Contacto de emergencia 3.
En el aire 4. Ikea
5. Prueba de
paternidad 6. Rey del hielo
Gracias
También por Emily Rath

Sobre el Autor
Copyright © 2023 Libros de Emily Rath.

Reservados todos los derechos.
Publicado por primera vez en 2023.

Rath, Emily
PUCKING EVER AFTER: VOLUME ONE Ninguna parte de este
libro puede ser reproducida, circulada, almacenada, en un sistema de recuperación o transmitida por cualquier medio que no sea el publicado sin
el permiso previo del editor. Todos los personajes de esta publicación son ficticios y cualquier parecido con personas reales, vivas o
muertas, es coincidencia. eBook ASIN: B0C2JYSCLX eBook ISBN: 9798987793336 Tapa blanda ISBN: 9798987793343 Diseño de portada
por: Maldo Designs
Esto es para ustedes, lectores.
Has cambiado mi jodida vida, y estoy tan profundamente agradecida. Querías más Price Family.
Aquí tienes.
NOTA DEL AUTOR
Si estás aquí, significa que has leído ESA NOCHE y PUCKING ALREDEDOR y te encantaron.
¿Bien? ¿¿BIEN?? Si aún no has leído esos libros, realmente necesitas hacerlo primero. De
lo contrario, este pequeño volumen de contenido extra no te servirá de mucho.
A medida que construyo el universo de los Jacksonville Rays, quiero tener mucho
contenido para ofrecer a mis lectores durante los momentos intermedios de los lanzamientos
de libros principales. ¡PUCKING EVER AFTER es una forma en que puedo darte más rayos
en bocados más pequeños!
Esto es solo el Volumen Uno. Lo que significa que habrá más volúmenes. Oh y
Acepto solicitudes (más o menos). ¡Disfrutar!
XO
emily
TROPOS, ETIQUETAS Y CONTENIDO

ADVERTENCIAS
TROPOS
Feliz para siempre; romance de hockey; contenido extra; Por qué elegir
ETIQUETAS
Bebés, felices para siempre, hockey, por qué elegir, Team Price, mermelada de pezones,
el hombre heterosexual menos convincente que hayas conocido, Super Jake, DVP, net kink,
Price Family Storage Closet, pon un dólar en el tarro de las palabrotas, Poseidón
Precio
ADVERTENCIAS DE
CONTENIDO Este libro contiene temas que pueden resultar angustiantes para
algunos lectores, entre ellos: descripciones de embarazos, menciones de hemorragias
posparto que no ponen en peligro la vida y menciones de un recién nacido que necesita
tiempo en una UCIN por un caso leve de ictericia.
Este libro también contiene escenas de sexo detalladas de dos, tres y cuatro personas
que incluyen elementos de juego de impacto, asfixia, doble penetración vaginal, degradación/
elogio y sexo en público.
SIGNOS DE LAS ESTRELLAS:
RAQUEL: Cáncer (agua): intuitivo, emotivo, reservado

ILMARI: Aries (fuego): audaz, ambicioso, temperamental
JAKE: Tauro (tierra): enfocado, sensual, firme

CALEB: (Sagitario (fuego): aventurero, adaptable, contundente
CONOCE LOS RAYOS
JUGADORES
Davidson, Tyler (# 65): portero suplente
DeGraw, Hunter (#1): portero titular
Campos, Ethan (# 94): delantero
Gerard, JeanLuc “J Lo” (#6): defensa
Hanner, Paul (#24): defensa
Karlsson, Henrik (#17): delantero
Langley, Ryan (#20): delantero
Morrow, Cole (#3): defensa
Novikov, Lukas “Novy” (#22): defensa
Perry, David “DJ” (#13): delantero
Price, Ilmari “Mars” (#31): portero titular
Price, Jake (# 42): defensa, Capitán
Walsh, Cade (#10): delantero
ENTRENADORES
Andrews, Brody: Entrenador asistente

Johnson, Harold “Hodge”: Entrenador en jefe
Tomlin, Eric: Entrenador de porteros
APOYO DE EQUIPO
Gordon, Jerry: Subgerente de equipos
Jones, Cody: Tecnología de equipos
Price, Caleb: Gerente principal de equipos
APOYO MÉDICO
Jacobs, Hillary: Enfermera del equipo
O'Connor, Teddy: pasante de fisioterapia
Price, Rachel: Subdirectora de Fisioterapia
Tyler, Scott: médico del equipo
JEFE DE OPERACIONES
Francis, Vicki: Gerente de Operaciones
Ortiz, Claribel: Gerente de Redes Sociales
St. James, Poppy: Directora de Relaciones Públicas
BORRAS DE CAPÍTULO
1. HaagenDazs (Jake)
¡Esta fue una solicitud de un fan! Sam de @rain.books.and.tea quería ver el superpoder
de Jake en acción. Disfruta este lindo momento de Jake eligiendo el sabor del helado de Ilmari.
2. Contacto de emergencia (Rachel)

Completar el papeleo médico se convierte en un problema cuando el
Fearsome Foursome cada uno se da cuenta de quiénes enumeraron los demás como su emergencia
contacto.
3. En el aire (Rachel)
Son las 3:00 am y el equipo está volando alto en algún lugar sobre los cielos del Medio
Oeste. Rachel debería estar durmiendo. Decidido a ayudarla a relajarse, Ilmari toma el asunto
en sus propias manos.
4. IKEA (Ilmari)
Lo último que Ilmari quiere hacer después de un día ajetreado es que la arrastren a
IKEA. Poco sabe él, su día está a punto de volverse mucho más interesante.
5. Prueba de paternidad (Rachel)

Rachel está en el hospital, esperando que la den de alta, cuando la enfermera
llega con algunas noticias emocionantes.
6. Rey del Hielo (Caleb)

Caleb e Ilmari ven a Jake llevar a los Rays a una gran victoria y Caleb no puede
evitar recordarle a Jake quién es realmente el rey del hielo.
1
HÄGENDAZS
" Necesito tomar un poco de desodorante". Sin esperar mi respuesta, Caleb se

aleja en el momento en que cruzamos las puertas corredizas de Publix.
“Oye, ¡encuéntrame en frozen!” le grito a la espalda.
Él no responde, con la cabeza gacha mientras revisa su teléfono.
Estúpido. Siempre desaparece y luego me toma como diez minutos merodear por los
pasillos para encontrarlo de nuevo. ¿Por qué no puede quedarse a mi lado?
Solo vinimos aquí por una cosa. Lo juro, la próxima vez le pondré la correa a Poseidón y le daré
un tirón cada vez que intente alejarse.
Hablando del perro, está afuera esperando en el auto con la ventana rota. Y estoy ansioso
por llegar a Seattle. Quiero hacer este desvío rápido. Cojo una cesta de la compra verde por
las asas y me dirijo en dirección opuesta a Cay, hacia el pasillo de los helados.
Se siente como si hubieran pasado días desde que la vi, en lugar de solo horas. Nos
cruzamos varias veces en la pista de práctica esta mañana. Me vio hacer algunos ejercicios
con los otros defensores en el hielo. Más tarde, me lanzó un guiño coqueto en el gimnasio que
me hizo ajustarme a la elíptica.
Pero entonces Mars tuvo que ofrecerle llevarla a casa mientras yo todavía estaba ocupado
con mi entrenador de fuerza y acondicionamiento. Por supuesto, no se refería a nuestro hogar.
Ya sabes, en el que vive. conmigo _ Cay y yo llegamos a casa para encontrar la casa vacía. Sy
estaba gimiendo y bailando junto a la puerta principal.
Bueno, a la mierda eso. No voy a pasar toda la noche arrastrándome por mi maldita piel
necesitando a mi chica. No me importa que ahora mismo esté fuera de Marte. Soy
No celoso por el sexo. Solo quería tiempo a solas con ella. Por mucho que me guste
compartirla, también necesito mi tiempo a solas con ella.
Pero incluso con su mágica polla vikinga, solo puede dar tantas rondas, ¿verdad?
El sexo en solitario es una cosa, pero él no solo consigue mantenerla encerrada toda la
noche. Ella es mía también. Ella es nuestra. Nuestro amigo finlandés va a aprender a
compartir, o estoy a punto de convertirme en un gran dolor en su culo esculpido.
Rachel se lo buscó ella misma cuando me dio su dirección. Y con el correo
electrónico que acaba de sonar en mi teléfono hace quince minutos, ahora tengo la
excusa perfecta. Veremos imágenes del día del juego en la casa de Ilmari. Es infalible.
No puede decir que no, no cuando llevo helado para compartir. Su pareja está a punto
de convertirse en un cuarteto.
Bueno... técnicamente un quinteto, porque Caleb me hizo traer al perro.
también.
Giro bruscamente a la derecha por el pasillo 12. Estoy realmente emocionada. No

he tenido la oportunidad de usar mi súper poder en mucho tiempo. Con Rachel, era casi
demasiado fácil. Por supuesto, ella es una chica sorbete. Le gusta pensar que está
reduciendo las calorías con sorbete. Y como tiene sabor a fruta, en lugar de chocolate
o caramelo, no tiene que sentirse tan mal por tomarse una pinta entera de una sola vez.
Lo único complicado es que sus gustos cambian. ¿Quiere algo dulce esta noche,
como una frambuesa fresca y refrescante? ¿O una tarta de limón? ¿Qué necesita
Rachel después del sexo? Siguiendo mi instinto, tomo un sorbete de limón y lo dejo
caer en la canasta. Luego me paro ante la pared de HäagenDazs.
—Hora del juego —murmuro, mirando las etiquetas.
Saco una pinta de Mint Chip para Caleb de la fila inferior. Si la edición especial de
Peppermint Bark estuviera disponible ahora, la buscaría en su lugar. Pero siempre
puedes contar con que ese bicho raro querrá menta en su café y su helado.
Lo gracioso es que no le gusta el chicle de menta. O pasta de dientes de menta.

Prefiere la canela para su chicle. Y usa esa extraña pasta de dientes con bicarbonato
de sodio que hace que tus dientes se sientan granulados. Es desagradable. Dame
mantequilla de maní en mi helado y menta en mi pasta de dientes.
Mirando la mantequilla de maní con chocolate una fila más arriba que la menta,
tomo una pinta para mí y la agrego a la canasta. Ahora viene la parte difícil.
Marte Kinnunen. Por lo general, mi superpoder es casi como un reflejo. Solo sé...
¿sabes? Tess entró en mi casa la otra semana y antes de
aunque dijera una palabra, estaba listo para ofrecerle una pinta de Cherry Garcia de Ben
& Jerry.
El capitán de nuestro equipo, Sully, es un Rocky Road total. Sin embargo, no hay nombres de marca.
Precio sobre calidad. Quiere el Rocky Road más barato y congelado que puedas
encontrar. Lo juro, ese hombre ha olvidado cómo vivir.
Y Morrow trata de fingir que es tan relajado y genial, pero sé que es un tipo de trufa
de frambuesa y chocolate blanco.
Novy es intolerante a la lactosa. Una vez puso queso en una pizza, y yo era el imbécil
desafortunado que compartía una habitación de hotel con él. Casi lo hice dormir en la
bañera. Entonces, no hay helado para él.
Sonrío, mirando a la izquierda de la caja de HäagenDazs, para ver una caja de
paletas de plátano en el estante superior. Sí, Novy es una paleta para niños. Barato,
dulce pegajoso, pero confiable y satisfactorio.
Nada de esto me ayuda ahora, por supuesto. No estoy aquí eligiendo paletas para
Novy o helado para Tess. Necesito concentrarme. ¿Qué tipo de helado querría Marte?
Mis ojos escanean la pared de sabores mientras murmuro por lo bajo. “Nada afrutado…
y nada con galletas…”
Simplemente no parece del tipo que quiere fruta en su helado. Y él es como Cay con
la cosa de no beber, por lo que los sabores de bebidas alcohólicas de edición especial
también están fuera.
Mientras deliberaba, Caleb se pasea detrás de mí, dejando caer desodorante, hilo
dental y loción bronceadora en la canasta. "¿Estás listo para ir?"
—Cállate —murmuro, con los ojos fijos en el caso. Está flotando justo en frente de
mí. Casi puedo estirar la mano y agarrarlo del aire, ese sabor ilusorio que mejor describe
a Marte. Pero también puedo sentir a Caleb pensando. —Dije que te callaras —repito.
"Yo no dije nada", resopla.

Me estás distrayendo.
"¿Distraerte de qué?"
“Por usar mi superpoder”, respondo.
"Oh, fóllame por la mitad", murmura Caleb, pasándose una mano por el pelo y
apoyándose contra la puerta de cristal de los gelatos Talenti. “¿En serio con esto? No es
un superpoder, Jake. No es nada.
Le tiro dagas con los ojos. "Solo estás celoso".
Él se burla. “¿Por qué estaría celoso?”
“Porque significa que puedo leer a la gente mejor que tú”, respondo.
"¿Crees que necesito saber el sabor de helado favorito de Mars para conocerlo?"
"Ayuda", le digo encogiéndome de hombros.

Cay resopla. “Continúa entonces, Superman. Guíame a través de él. ¿De qué sabor
de helado es?
Estrecho mis ojos hacia la pared de vidrio. “Ya he descartado galletas, caramelo,
cualquier cosa con fruta y cualquier edición especial. Marte es el viejo tipo fiable. Quiere
algo con lo que pueda contar. Le gusta la rutina.
Apuesto a que trata comer postre como trata una comida trampa. Es una indulgencia leve
para él”.
"Entonces, ¿nada llamativo?" dice Caleb. Sé que el idiota es curioso. Está mirando
el caso. Veo sus ruedas girando también. "Tal vez es un tipo normal y corriente".
bufo. “No hay nada de vainilla en él. No, es suave, sofisticado y europeo. Tiene ese
impresionante tatuaje en toda la espalda, lo que significa que tiene un lado artístico.
Incluso si no puede hacer arte, puede apreciarlo.
Y escucha esa loca música de death metal todo el tiempo. No, no es un vainilla. O un
chocolate normal.
Ahora Caleb está mirando seriamente el caso, olvidando su molestia.
"¿Café?"
"No. Bebe café, no lo come. Estoy pensando en algo con nueces —explico. En
realidad, está ayudando hablarlo. “Pero definitivamente no es un tipo de Butter Pecan.
Eso es demasiado estadounidense”.
"¿Cómo sabes que es un sabor de HäagenDazs?" Caleb se burla.
Se ríe, pero es una pregunta seria. Niego con la cabeza con un suspiro. "No. Ese es
el problema." Pero ahora estoy invertido. Quiero hacer esto bien. Quiero mostrarle a Mars
lo bien que puedo leerlo. Y bien, quiero mostrárselo a Caleb también. "Él podría ser el
hueso más duro que he tratado de roer", admito.
“Oh, ¿así que estás tratando de romperle las nueces? ¿Algo que no me estás
diciendo, Superman? Hay una risa en su tono, pero sus ojos son serios. Caleb es
territorial. Seamos lo que seamos, él y yo; Raquel y yo; yo, él y Rachel, es suficiente para
tenerlo nervioso.
"No", respondo, suavemente. “No estoy interesado en Mars como algo más que un
amigo… y el compañero de sexo ocasional. Tienes que admitir que es impresionante.
Apuesto a que está montando a Rachel con ese monstruo co...
"Cállate", gruñe Caleb, empujando el refrigerador para empujar mi brazo.
"¿Qué pasa? ¿Estas celoso? ¿Todo esto de compartir no te funciona? Con mucho gusto
aceptaré tu derrota. Solo significa más Rachel para mí…
“No estoy celoso”, murmura, bajando la voz cuando una anciana dobla la esquina empujando
un carrito de compras lleno. “Simplemente estoy jugando libremente con estos pantalones cortos”,
agrega, ajustándose discretamente.
Resoplé, mi nariz captando un olorcillo de su colonia fresca cuando se acerca, dejando que
la dama pase detrás de nosotros. Ahogo un gemido. Odio lo mucho que reacciono incluso al olor
de su colonia. Mi piel se siente como si estuviera hormigueando y quiero enterrar mi cara en su
cuello y respirarlo.
Y no sé si fue intencional, pero cuando se mueve, su entrepierna roza el exterior de mi mano.
Santa mierda.
Se está poniendo duro aquí mismo en el pasillo de los helados. Pensar en Rachel con Mars
lo excita. Joder, ahora me estoy excitando pensando en que él está excitado.
"¿Eligirás solo uno?" murmura.

Parpadeo, volviendo a concentrarme en la pared de helados. “Lo he reducido a
dos —digo. "Él es un pistacho o una almendra suiza de vainilla".
"¿Pensé que habíamos dicho que no había vainilla?" responde cruzando los brazos sobre el
pecho. “Vamos, está helada. Elige ya.
Me giro lentamente hacia él con el ceño fruncido. “¿Vivimos en una pista de hielo y tú tienes
frío? ¿En realidad?"
“Es la yuxtaposición”, responde en ese tono autoritario de “Yo era un estudiante de química”
que tiene a veces. “El aire cálido detrás de nosotros se mezcla con el frío y me da escalofríos.
Solo elige un maldito helado, para que podamos irnos.
"Bien", resoplé, abriendo la puerta del congelador. "Pistacho es". yo arrebato

tome una pinta y tírela a la canasta, dejando que la puerta se cierre con un susurro.
“Entonces, ¿por qué Pistacho?” dice Caleb, guiando el camino hacia la caja registradora.
“Porque Marte es un loco por la salud y se supone que los pistachos son realmente
saludables, ¿verdad?”.
"Supongo", dice Caleb encogiéndose de hombros.
“Además, Pistachio parece encajar con toda su vibra”, agrego.
"¿Su vibra?"
“Sí, ya conoces toda su cosa malhumorada, melancólica y silenciosamente pensativa.
Como si nunca dijera una palabra, ¿verdad? Pero él siempre está ahí, y siempre está
prestar atención. Él ve todo. Y parece que le gusta saber cosas, ¿sabes? Se siente más
como un pistacho que como una almendra suiza de vainilla”.
“Lo que tú digas”, dice entre risas.
Arrugo la frente. "Todavía no crees que esto sea un superpoder".
"Por supuesto que no".
Empujo la cesta hacia él, cruzando los brazos. "Está bien, entonces déjame continuar"
"Realmente desearía que no"

“Algunos sabores insisten en sí mismos”, digo. “Como pastel de cumpleaños.
¿En serio? ¿Qué tiene de malo solo comer pastel? ¿Por qué necesito un helado que sepa
a pastel? Con Marte, lo que ves es exactamente lo que obtienes. No es un mentiroso,
haciéndose pasar por una cosa cuando en realidad es otra. Y él tampoco cambia contigo,
como un elegante sabor de edición especial, aquí un mes, desaparecido al siguiente.
Marte siempre está en el pliegue, haciendo su trabajo. Ya sea que lo veas o no, ya sea
que sea el centro de atención o no, está parado frente a esa meta. Lo mismo con pistacho.
Siempre está ahí. La gente puede pasarlo por alto, pensando que es un sabor raro o
incluso aburrido, pero no lo es. Es reconfortante y delicioso”.
Caleb frunce el ceño. “¿Entonces Marte es helado de pistacho para ti? Tranquilizador,
siempre ahí, silencioso y real... y delicioso, ¿aparentemente?
Asiento, me gusta su lista. "Sí. Además, ya sabes, parecía lo más europeo —añado.
"Me lo imagino de vacaciones en Italia con una chica finlandesa caliente, caminando por
la Fontana de Trevi, compartiendo una bola de helado de pistacho".
Caleb resopla, entregándole la canasta al cajero. "Está con una chica finlandesa
caliente, ¿eh?"
“Bueno, quiero decir, ahora todo lo que puedo ver es a Marte con Rachel. Él la mira
como si fuera un helado. ¿Ya tu sabes?"
Da una respuesta evasiva antes de agacharse y
arrebatando un paquete de chicles de canela. Lo agrega a la pila de helados.
"¿Crees que él la ama?" Pregunto, con los brazos cruzados mientras observo al cajero
pasar todos nuestros helados por el escáner. El mío va primero, luego el de Caleb, luego
el de Rachel, luego la nueva pinta de pistacho. Se siente simbólico de alguna manera.
Cuatro helados, cuatro sabores diferentes, pero al final todos iguales.
Caleb se para justo a mi lado. Cuando cruza los brazos, nuestros codos se rozan.
Justo cuando creo que no va a responder, lo hace. "Sí, lo hago", dice, su tono solemne.
"¿Crees que él también pueda aprender a amarnos?" —pregunto, sin atreverme a mirar
en su dirección. "Y no de la manera gay, quiero decir, sé que a él no le gusta eso", respondo,
sacando mi billetera de mi bolsillo. "No estaba insinuando—"
"Sé lo que quisiste decir", responde.
Paso mi tarjeta a través de la máquina, tecleando mi PIN. "¿Bien?" Repito.
"¿Tú?"
Mientras guardo mi tarjeta dentro de mi billetera, él suspira, sacudiendo la cabeza.
“Tendremos que ver. Esperemos que no jodas todo esto y le traigas helado de pistacho
cuando es alérgico a las nueces. Huracán nunca te perdonará si lo envenenas hasta la muerte.
"Espera, ¿es alérgico a las nueces?" digo, repentinamente ansiosa de que él pueda estar
bien. Ahora que lo pienso, no creo haber visto nunca a Mars comer una nuez.
Oh, mierda…
Caleb me ignora, le da las gracias al cajero y toma nuestras bolsas.

“Cay, ¿es alérgico a las nueces?” Vuelvo a decir, tomando el recibo del cajero.
Pero él ya está en movimiento, caminando con dificultad en su paso hacia las puertas
corredizas de vidrio.
"¡Isla pequeña!" Yo grito.
Él no se da la vuelta.
—Maldita sea —murmuro, tirando el recibo a la basura. Digo un agotado 'gracias' al
cajero y me apresuro tras él. O acerté con el dinero... o estoy a punto de enviar al novio de mi
novia a un shock anafiláctico. Oye, al menos es doctora, ¿verdad?
Todo esto va a estar bien.

"¡Cay, espera!"
2
CONTACTO DE EMERGENCIA
¿Hay algo mejor que terminar un glorioso día libre con los pies sobre la
mesa de café, una película basura en Netflix y una pinta de helado en
¿mano? Empujo con mi cuchara, saboreando el sabor agrio de mi sorbete de mango.
Solo estoy viendo la mitad de esta comedia romántica. Es difícil concentrarse cuando
mi teléfono suena cada dos minutos con actualizaciones de Harrison. Su madre sustituta
está actualmente en trabajo de parto y mi gemelo no tiene escalofríos. Estoy tratando de
ser la hermanaslashmadrina de apoyo, pero hay tantas veces y de tantas maneras que
puedo decirle que las contracciones son perfectamente normales antes de que tenga que
silenciar mi teléfono.
Mis maletas ya están empacadas y colocadas junto a la puerta porque mis muchachos
y yo nos vamos en la mañana a Seattle. Todos saldremos a ver al nuevo bebé. El
momento es perfecto, de verdad. Tenemos que estar de regreso en cuatro días para el
inicio del campo de entrenamiento y luego será imposible escapar.
No es que Davita haya planeado su labor para que se ajuste a nuestros horarios de trabajo...
El bajo zumbido eléctrico del garaje me alerta de que mis muchachos han regresado.
Todos jugaron un partido improvisado de hockey en la pista de práctica esta noche y
luego salieron a cenar con el equipo. La noche de karaoke en Rip's es una de las favoritas
de la semana, pero estaba demasiado enamorada de la idea de no tener sostén y la casa
para mí sola como para molestarme en unirme a la diversión de esta noche. Me van a
traer una bolsa para perros con alitas de pollo y gofres fritos.
Lo que probablemente significa que debería perder el sorbete, ¿verdad? Miro el
postre derretido de naranja con un suspiro nostálgico.
Saltando del sofá, me dirijo silenciosamente a la cocina en calcetines y le vuelvo a
poner la tapa al sorbete. Deslizándolo de nuevo en el congelador, miro por encima
Mi hombro hacia la pared de vidrio corredizo y sonrío a mi reflejo. Parezco un desastre: el

cabello recogido en un nudo enredado, el maquillaje corrido. Llevo mi sudadera recortada
más raída de Ferrymen que cuelga de un hombro, y un par de bragas de abuelita de color
rosa intenso.
Rápidamente tiro mi cuchara usada en el lavaplatos, ansiosa por esconder cualquier
prueba de haber comido mi postre antes de la cena... una cena de alitas picantes fritas y
grasientas y papas fritas saladas. Sí, mi dieta ha sido todo el lugar. He estado teniendo los
antojos más extraños. Pero es mi día libre y lo estoy disfrutando con palomitas de maíz,
sorbete y alitas picantes. Y me lo voy a comer todo en ropa interior. ¿Qué puedo decir? Si
mis muchachos no pueden amar a la panda basura Rachel, ciertamente no se merecen el
espectáculo de humo Rachel.
Escucho el zumbido metálico de la puerta del garaje volviendo a cerrarse. Sy ya está
bailando junto a la puerta, ansioso por ver a sus papis.
Abro la nevera y me inclino para mirar hacia abajo en busca de agua con gas.
“Dios, estás siendo demasiado dramático en este momento”, dice la voz acalorada de
Jake.
“Oh, eso es rico viniendo de ti”, responde Caleb.
Me incorporo de un tirón, con una botella de San Pellegrino en la mano, y cierro la nevera.
Mis muchachos vienen marchando a través de la cocina, Jake a la cabeza.
“Deja de pelear”, dice Ilmari justo detrás de él. "No es importante."
“Espera, no acabas de decir eso”, grita Jake, completamente incrédulo mientras gira
para mirar a Ilmari. “¿No es importante? Lo siento, pero ¿quieres que te golpee o que
empaque tus malditas maletas?
Ilmari suspira. "No quise decir eso".
Jake se cruza de brazos y mira. "Bueno, ¿qué quisiste decir?"
Caleb es el último en llegar desde el garaje, Poseidón bordeando sus piernas, ajeno a
su evidente tensión. Caleb da un paso alrededor del cuerpo ancho de Ilmari, sus ojos
oscuros clavándose en mí mientras sostiene una bolsa de comida blanca de papel
estampada con el logo de Rip.
"¿Qué ocurre?" digo, mirando entre ellos mientras tomo la bolsa.
“Aparentemente, Mars es el mejor amigo de Jake”, responde Caleb, señalando a Ilmari
con el pulgar por encima del hombro. “Solo lo anunció a todo el maldito equipo justo en
frente de mí como si yo no existiera”.
Parpadeo, mirando entre ellos. "Espera, ¿qué pasó?"
Jake se vuelve hacia mí. “A Novy le molestó que compartiera mis papas fritas con Mars
porque nunca dejé que compartiera mi comida. Pero está bien, A—” Sostiene
un dedo en el aire. “Novy es un maldito cerdo, y cuando le das una pulgada, toma una milla.
Comparto mis papas fritas, no tengo putas papas fritas. Y B—” Levanta un segundo dedo.
“Mars es mi mejor puto amigo. Compartes tus papas fritas con tu mejor amigo. Es como una
regla, ¿verdad? Y le dije todo esto a Novy, pero Cay me escuchó, y ahora está actuando
como si no fuera mi maldito esposo”.
“Solo quiero saber la diferencia”, responde Caleb, alejándose de mí para cruzarse de

brazos y mirar a Jake. "Pensé que era tu mejor amigo"
“Eres mi esposo”, grita Jake. “Joder, es decirlo en inglés no
working? Tú eres mi esposo, loco.”
“Oh, no vayas presumiendo tu español”, gruñe Caleb.
Detrás de Jake, Ilmari levanta una ceja rubia. "¿Tú hablas español?"
Ilmari y yo compartimos una mirada. Coloréame curioso también.
“Tengo un puto título universitario completo en español”, responde Jake con un
movimiento de su mano, sin darse la vuelta.
De alguna manera, esto no computa para mí. "Espera, ¿tu especialidad era español?"
"Sí", él y Caleb dicen al mismo tiempo.

"¿Cómo no sabía esto?" digo, frunciendo los labios. ¿Realmente nunca
surgir en más de un año de matrimonio?
“Él solo lo escogió porque el Club Español trajo comida a todos sus
eventos”, responde Caleb con una burla.
“Oye, si alguna vez hubieras probado las empanadas caseras de la profesora Ortega,
también te habrías especializado en español”, espeta Jake, señalando con el dedo la cara
de Caleb. Pero no cambies de maldito tema. ¿Estás realmente enojado porque dije que
Marte es mi mejor amigo? Porque tenemos que sacar eso a la luz. Comunicación, ¿verdad?
Se aplican las reglas de la cocina. La muerte súbita."
“No voy a jugar a la muerte súbita contigo en este momento”, bufa Caleb.
“Marte es mi mejor amigo”, casi grita Jake. “Dios, ¿hacia qué hemos estado construyendo
durante los últimos dos años si no es esto?” agrega, señalando a los cuatro. Ahora es mi
mejor amigo. Vivimos juntos, trabajamos juntos, nos follamos a nuestra esposa juntos. Doblo
su maldita ropa interior. Demonios, vamos juntos a caminar por la playa al atardecer. Pero
eres mi marido, Cay.
Caleb lo fulminó con la mirada. "¿Sí? ¿Y qué me da eso?
Jake solo parpadea hacia él, con la boca abierta sobre un pantalón. “Bueno… ¿qué tal
un poco de sexo jodidamente asombroso, por ejemplo? Cuando no estás siendo un puto total
pendejo”, añade. “Mars es el tipo con el que comparto mis papas fritas. Eres el tipo con el que
comparto mi alma .
Caleb se cruza de brazos y lo mira. "¿Qué significa eso para usted?"
Jake mira de Ilmari a mí, claramente buscando ayuda. Pero siento que es importante que no
interfiera.
“Bueno, yo, tú tienes que ser mi contacto de emergencia”, dice Jake.
Caleb entrecierra los ojos. "¿Tu contacto de emergencia?"
“Sí, ya sabes, como si me atropellara un autobús o me lesionara en el hielo”, dice Jake con
un gesto de la mano. “Tienes que levantar el teléfono y tomar esa llamada”.
Caleb pone los ojos en blanco. “¿Entonces eso es todo para ti? ¿La diferencia entre Mars y
yo es que puedo follarte y tengo que reclamar tus restos cuando te atropella un autobús?
"¿Podemos dejar de hablar de Jake muriendo en un trágico accidente de autobús?"

Yo digo.
Él y Jake miran en mi dirección y luego Caleb me señala. "Qué

¿sobre ella? ¿Qué es ella para ti?
La mandíbula de Jake se aprieta con fuerza por la ira. “Ella es mi esposa, gilipollas. Mantener
señalándola así, y te romperé el puto dedo.
Entonces, ¿por qué no es ella tu contacto de emergencia? él presiona "¿Por qué yo?"
“¡Porque eres mi esposo!” Jake grita. “Joder, ¿tendré que tatuártelo en la frente? Raquel es
mi esposa. Ella es todo mi maldito mundo. Pero estamos legalmente casados, Cay. Eso significa
que tienes que ser mi contacto de emergencia. Es como, la ley... ¿verdad? Me mira, buscando
desesperadamente una validación.
Me muerdo el labio, realmente insegura de si debería interferir. Pero ahora todos me están
mirando. "Umm... bueno, técnicamente puedes poner a quien quieras como tu contacto de
emergencia", respondo.
Parte de la ira de Jake se disipa. "Espera, ¿en serio?"
“Sí, es solo quien quieras contactar primero en caso de un
emergencia”, responde Caleb.
Los hombros de Jake se desploman un poco. “Pensé que tenía que ser como tu pareja o un
familiar legal”.
“Cuando me uní a los Rays por primera vez, el entrenador Tomlin era mi emergencia.
contacto”, dice Ilmari encogiéndose de hombros. “No conocía a nadie más”.
“Espera,” digo, levantando una mano, mirando a Jake. “Pones a Caleb como tu
¿contacto de emergencia? ¿Por qué harías eso cuando soy un médico literal?
Jake parece como si una vena estuviera a punto de estallar en su sien. "¡Porque Caleb
es mi maldito esposo!"
“Espera—”, dice Caleb. "Mars, has actualizado tu papeleo sin embargo,
¿bien? ¿Pusiste a Rachel como tu contacto de emergencia?
Todos nos giramos para mirar a nuestro melancólico Finn. Está de pie junto al campo de
tiro, con los brazos cruzados y su camiseta técnica de los Rays. Él mira de Caleb a mí, sus
ojos azules no revelan nada.
"Oh, mierda", dice Jake en un suspiro. “Él no lo hizo. Marte, no escribiste
¿Dejar a su propia esposa como su contacto de emergencia?
"No", responde en voz baja, mirándome.
Maldita sea, ¿por qué esto realmente está lastimando mis sentimientos en este momento?
Esto es tonto, ¿verdad? Todo este argumento es ridículo. Debemos estar descubriendo algo
más profundo.
"¿Por qué?" murmuro, dejando mi agua sin abrir en la isla. “¿Por qué no me elegirías a
mí? Soy médico, Ilmari.
“Sí, pero en el momento de mi lesión, no serías mi médico”, razona. “Serías mi esposa,
Rakas. Y te ahorraría cualquier dolor.
Sus dulces palabras hacen que se me salten las lágrimas. “Ilmari—”
“Me gustaría que cualquier noticia de mi lesión sea mediada por usted a través de la
cuidadosa atención de alguien que lo ama”.
"¿A cuál de nosotros elegiste?" pregunta Caleb.
Ilmari sostiene su mirada.
Los ojos de Caleb se agrandan cuando Jake suelta una risa incrédula.
“Genial, así que ambos elegimos a Caleb”, dice Jake con un movimiento de su mano.
“Entonces, en el caso de que mi mejor amigo sea atropellado por un autobús, tendré que
escucharlo de Rachel, quien esperará para escucharlo de Cay. Eso es genial. Seré el último
en saber que podrías estar en peligro mortal. Se siente jodidamente bien. Tal vez rescindaré
tu insignia de mejor amigo y se la daré a Poseidón.
El perro ladra al escuchar su nombre, empujando la mano de Jake.

“Espera”, dice Ilmari con una mano levantada. Enfoca toda su atención en mí. “Rakas, ¿a
quién elegiste?”
Miro entre mis chicos. Mierda. “Ummm…”
“Oh, ni siquiera lo digas”, gruñe Jake. "Tú también elegiste a Cay, ¿no?"
Muerdo mi labio, mirando a Ilmari. Maldita sea, odio ver esa mirada en sus ojos. Realmente
no importa, ¿verdad?
“Soy tu esposo, Rakas,” dice, el dolor es evidente en su tono.

“Sí, y te amo más que a mi propia vida”, respondo, acercándome.
Y normalmente eres el hombre más ecuánime que conozco. Pero, amor, tienes tendencia a
volverte un poco loca en lo que a mí respecta.
Él gruñe su molestia. "Disparates."
Esto gana un resoplido de Jake y un ojo en blanco de Caleb.
"Está bien... bueno, ¿qué pasó la última vez que salimos a cenar?" Yo desafío.
"Teníamos sushi", responde sin tono.

“Sí, ¿y qué hiciste cuando mi pedido salió mal?”
Él me mira. “No veo cómo hacer que una camarera corrija tu pedido cuente como volverse
loco”.
Jake se burla de nuevo. “Hiciste llorar a esa camarera, Mars. Tuve que darle una propina
del cuarenta por ciento para poder mostrar mi cara allí nuevamente”.
Ilmari simplemente mantuvo sus grandes brazos cruzados sobre su pecho, sin decir nada.
“¿Y qué hay de nuestro último partido de voleibol de playa?” Yo presiono. “Langley remató
la pelota y yo me lancé para atraparla y aterricé extrañamente sobre mi rodilla y ¿qué hiciste?”
"Esto es ridículo", murmura.

“Me llevaste tres cuadras de regreso a la casa para limpiar los rasguños y conseguirme
una bolsa de hielo”, digo por él. “No me dejaste caminar, incluso después de que dije que
estaba bien. ¿De verdad crees que quiero que seas tú quien tome las decisiones médicas
importantes en mi nombre?
"Soy tu esposo", gruñe.
"Duele, ¿no?" Jake golpea.
Giro para encarar a Caleb. “Bueno, espera un segundo. Los tres te menospreciamos
como nuestro contacto de emergencia. ¿A quién escribiste? No puedes escribirte a ti mismo”.
“Él te escribió, por supuesto”, dice Jake. “Solo prométeme que me enviarás
una postal del hospital, ¿sí?
Pero sostengo la mirada de Caleb, observo la forma en que aprieta la mandíbula.
“No lo hizo”, dice Ilmari. Tampoco le escribió a Rachel.
Caleb gime, pasando una mano por sus desordenados rizos de playa.
"Espera, ¿no le escribiste a Rachel?" dice Jake, su tono se ilumina. "Oh
Dios mío, nena, ¿me escribiste? ¿Soy tu contacto de emergencia?
Caleb aparta su mirada de disculpa de mí y se vuelve hacia Jake. el toma un
paso adelante, extendiendo una mano. “Nena, escucha—”
"Oh, joder, no". Jake se aleja. “No me digas que elegiste a Marte. Lo juro por Dios, Cay.
Caleb cierra el espacio entre ellos, agarrando a Jake por la parte superior del brazo.
“Jake, te amo…”
“Perdóname”, resopla, tratando de alejarse, pero Caleb lo agarra por el otro brazo y entra.
“Te amo, y amo a Rachel—”

“Claramente,” se burla Jake.
“Pero si estoy acostado en una cama de hospital, lo siento, pero quiero que sea Marte quien
tenga el poder de desconectarme”, continúa.
"Espera, ¿así que en esta situación voy a acabar con tu vida?" Ilmari dice con una
mirada horrorizada en su rostro.
"Oye, podría pasar", responde Caleb encogiéndose de hombros. “Eres el único que
considerará racionalmente y sopesará todas las pruebas. Estos dos simplemente exigirán que
hagan todo lo posible para mantener mi corazón latiendo. Sabrás cuándo es el momento de
dejarme ir.
“Jeeeezus,” dice Jake, su cara repentinamente cenicienta. "¿Tienes que ser tan morboso al
respecto?"
“Odio hablar de accidentes de autobús y lechos de muerte”, repito. "Es realmente
me estaba volviendo loco, y estaba teniendo un gran día hasta ahora”.
“Así que no soy el contacto de emergencia de nadie”, resopla Jake, agitando los brazos. "En
caso de emergencia, cuando uno de los tres amores de mi jodida vida pueda estar en peligro
mortal real, ¿tendré tanto derecho a recibir una llamada telefónica como Poseidón?"
Al escuchar su nombre, el perro vuelve a ladrar.

"No puedo creer que soy literalmente un jodido médico y, sin embargo, ninguno de ustedes
me puso como su contacto de emergencia", digo.
“Chicos, esto no es gran cosa”, razona Caleb. “Es solo un nombre en un formulario
—”
“Fácil para ti decirlo”, espeta Jake, tratando de alejarse de nuevo. “Es tu

nombre en todos los jodidos formularios.
Los ojos oscuros de Caleb se estrechan en Jake, sus hombros se ponen tensos. “Sabes, me
estoy hartando de tu actitud. Vuélveme a hablar y le mostraré a esa boca para qué sirve.
Los ojos de Jake se agrandan, la ira y el resentimiento grabados en cada línea de su rostro.
“No te atrevas a intentar excitarme ahora mismo. estoy realmente molesto por
esto, pendejo. Sabes cuánto necesito sentirme necesitado. Esto realmente duele que ninguno
de ustedes ponga mi nombre”.
"Jake", le digo suavemente, acercándome poco a poco. "Te amamos. No queremos
hacerte daño. Nunca querríamos ponerte en esa terrible posición de escuchar las noticias
primero, de hacer que tengas que ser tú quien se lo cuente a los demás. Te estábamos
protegiendo.
“Bueno, se parece mucho a ser empujado a un lado. Último maldito lugar —murmura.
Coloco mi mano en su brazo justo encima del de Caleb. “Primer lugar”, digo.
“Jake, te amamos. Y esto no es nada —digo con un movimiento de mi mano.
"Detalles. Tan mundano como una lista de compras. Teníamos papeleo, lo llenamos.
Pero todos conocemos la realidad aquí —agrego, mirando alrededor a los tres. “Un equipo,
¿verdad? Una familia. Cuatro fuertes. No importa quién se entera primero que Caleb fue
atacado por una medusa en la playa. Estamos todos juntos en esto. Olvídense de esposos y
esposas, legales o ilegales. Las etiquetas no importan. Al menos, a mí no me lo hacen. Sé mi
mejor amigo, sé mi esposo, mi amante, mi compañero. Elige la etiqueta que quieras, solo sé
mía”.
Esto parece aliviar un poco a Jake, se relaja un poco y me da un pequeño asentimiento.
“Eres mía,” Caleb hace eco, con voz firme mientras se inclina para rozar sus labios en la
comisura de la boca de Jake. "Eres jodidamente mío". Se hunde contra Jake, sujetándolo
contra el mostrador con sus caderas, sus frentes tocándose.
Las manos de Jake se levantan, sujetando a Cay por los codos.
“Eres mío,” repite Caleb, levantando una mano para acunar la mejilla sin afeitar de Jake.
“Muéstrame”, responde Jake, su resentimiento dando paso al calor y la necesidad cruda.

Deja caer una mano entre ellos, ahuecando la polla de Caleb a través de sus pantalones
cortos. “Muéstrame todas las formas en que soy tuyo—”
Apenas pronuncia las palabras antes de que Cay lo bese. Gimen uno contra la boca del
otro, abriéndose profundamente, sus manos marcan caminos ardientes mientras tocan toda
la piel que pueden alcanzar, iluminándose mutuamente.
Contengo un gemido, mi núcleo va de témpano de hielo a volcán.
"Oh, mierda", jadea Jake, rompiendo su beso. Su cabeza se inclina hacia atrás, con los
ojos cerrados, mientras Caleb baja la boca para chupar su cuello, una mano deslizándose
dentro de los pantalones cortos deportivos de Jake. "Fóllame", suplica Jake. “Cay, por favor
—”
Caleb lo silencia con otro beso, pero no dura mucho antes de que
tirando hacia atrás, jadeando por aire. "Mars, vete a la mierda aquí".
Ilmari se acerca. Lo observo, con el corazón en la garganta, mientras avanza poco a poco en su
espacio.
"¿Algo que decirle a nuestro hombre?" dice Caleb, su mirada acalorada todavía fija en Jake.
La gran mano de Ilmari agarra a Jake bruscamente por la mandíbula, girándolo. Luego se
inclina, sus ojos azules como hielo ardiente. "Eres mía", gruñe.
Sorprendiéndonos a todos, presiona sus labios contra la boca de Jake, besándolo.
Caleb se aparta, con los ojos muy abiertos, mientras Ilmari juega con su lengua en la boca de
Jake. Jake gime, devolviéndole el beso, persiguiendo su toque. Todo mi cuerpo zumba mientras
trato de evitar que mis pedazos se rompan. Entonces Ilmari rompe su beso con Jake, su mano ya
ahueca la nuca de Caleb. Cay no tiene tiempo de alejarse antes de que Ilmari también lo bese.
“Oh, mierda”, se queja Jake, con la mirada fundida mientras los observa.
Caleb más que corresponde, una mano deja el costado de Jake para agarrar a Ilmari.
Ilmari rompe el beso y los tres jadean. “Ustedes son ambos

mía”, dice. Vuelve a pelear por mí y te uniré las pollas con cinta adhesiva.
Jake suelta una carcajada cuando Caleb lo mira.
"Ahora fóllense mientras yo me follo a nuestra esposa", dice, apartándose.
de ellos mientras da un paso alrededor de la espalda de Cay, sus ojos fijos en mí.
Contengo un gemido cuando choca contra mí. Ambos brazos me rodean mientras me acerca,
silenciando mi grito sin aliento con su boca. Nos besamos como si estuviéramos hambrientos. Saber
que sus labios están calientes por besar a nuestros chicos me derrite. Sus preferencias sexuales
son completamente su propia elección, pero no puedo negar cómo me da hambre ver a mis chicos
amarse entre sí. Él lo inició. Él lo quería . Quería conectarse con ellos de esa manera y estoy aquí
para eso al mil por ciento.
Me hace girar, tirando de mis bragas hacia abajo, mientras me levanta, dejando caer mi trasero
desnudo sobre la isla de la cocina. Siseo ante la sensación fría del granito en mis mejillas, en
contraste con el fuego que arde en mi sangre.
Abriendo mis piernas, cae de rodillas, cubriendo mi necesitado coño con su boca.
"Oh" grito, arqueando la espalda mientras agarro su cabello. Lanzo mi otra mano hacia atrás,
apoyándome contra el mostrador.
Desliza mis piernas sobre sus hombros, apretándome fuerte alrededor de su cara mientras me
devora, lamiendo y chupando mi clítoris.
“Dios—mierda—” me quejo, mi orgasmo ya está creciendo en espiral tan apretado. “No te

detengas. Kulta, por favor…
Él separa mis muslos, separándome ampliamente mientras empuja dos gruesos dedos
dentro de mí. Tocando con la lengua mi clítoris, mete los dedos como un martillo neumático y
me folla con fuerza.
"Joder", grito, con la cabeza inclinada hacia atrás mientras presiono más allá de esa
sensación de necesidad de orinar. —Oh, Dios mío, Dios mío —grito, con los dedos de los pies
apretados y las piernas acalambradas. Todo mi cuerpo se deshace mientras eyaculo, mi coño
se filtra en su boca, brotando como una fuente.
Entre mis piernas, Ilmari gime como una bestia salvaje, tragando cada gota.
Estoy exprimido, sin huesos. Squirting es tan raro para mí. Solo ha pasado otras dos
veces. Ambos con él. No sé qué magia de coño posee, pero es oficialmente el rey de comerme.
Junto a nosotros, Caleb está de rodillas, chupando la polla de Jake con sonidos calientes
y sordos.
"Oh, Dios mío", gime Jake, con la cabeza inclinada hacia atrás, ambas manos en puños.
el pelo de Caleb. "Más. Necesitar más."
Caleb se aparta de él y se pone de pie. Me mira y yo asiento. Necesito más también. Los
necesito a todos. Este momento se siente demasiado importante para jugar en la etiqueta
equipos
“Tú tomas las decisiones, nena,” me dice.

Asiento de nuevo, tocando el hombro de Ilmari. Se balancea sobre sus talones y yo me
deslizo del mostrador al suelo. Todavía estoy usando mi sudadera Ferrymen. Lo masturbo y lo
lanzo, dejándome desnudo. ¿Por qué siempre termino desnudo en esta cocina?
“Los quiero a todos”, digo. "Ahora. Caleb en mi coño, Jake en mi culo. Ilmari, nena, fóllame
la cara”.
Ilmari se pone de pie y Caleb se inclina, pasando una mano alrededor de mi cuello para
atraerme y besarme. Lo rompe rápido y asiente. Marte, sala de estar.
Mueve la mesa. Jake, trae el lubricante.
Deja caer su mano lejos de mí y mis muchachos se dividen en tres direcciones diferentes.
Observo desde la cocina cómo Caleb llama al perro y lo deja afuera. Ilmari hace un trabajo
rápido al mover la mesa de café, arrojando algunas mantas y almohadas sobre el piso
alfombrado.
Jake reaparece en unos momentos, botella de lubricante en mano. “Seattle, vámonos”,
llama. "Tráeme ese dulce culo de mierda".
Sonrío, mi corazón se siente tan lleno mientras veo a mis tres chicos reunirse en nuestra sala de
estar, tirando su ropa al suelo. No hay vergüenza, no hay incomodidad. Están todos dentro. Camino
por el final de la isla, sintiéndome como una reina, las endorfinas de un orgasmo ya zumbando por
mis venas.
Caleb se acerca a la pared, ajusta las luces en el panel de la pared y reduce el brillo para crear
un ambiente más íntimo. Ilmari usa el control remoto para encender la chimenea eléctrica. Él sabe
cuánto me gusta estirarme desnuda frente a él, mi cálido resplandor postsexo en mi piel.
Mientras tanto, Jake ya está de rodillas arreglando las mantas.

Me conocen. Me cuidan muy bien. a quien le importa que no lo sea
su contacto de emergencia? Soy el centro de su universo colectivo.
Con una sonrisa, hago flamencos en cada pierna y me quito los calcetines peludos. Nada mata
el estado de ánimo para mí como calcetines en los pies durante el sexo. Mi sonrisa se ensancha, al
ver que todos mis chicos ya han hecho lo mismo.
Ilmari está parado más cerca, su mano bombeando casualmente su dura polla. Él
me observa con una mirada acalorada. “Ven, Rakas.”
Doy un paso adelante, mi mano se envuelve alrededor de la suya en su pene mientras me inclino sobre
los dedos de mis pies, besándolo de nuevo. Él sabe como yo y jodidamente me encanta.
Caleb entra detrás de mí, su dura polla presiona mi trasero, sus manos se deslizan entre Ilmari
y yo para ahuecar mis pechos. Su cálida boca se posó en mi cuello, besando mi oreja y luego bajando
por mi hombro. Me pellizca los pezones mientras Ilmari deja caer su boca para besar el otro lado de
mi cuello. Suspiro, inclinando la cabeza hacia atrás, disfrutando de la sensación de ellos.
Jake interviene y su mano se desliza sobre mi cadera, hasta ahuecar mi coño.

Él gime, sus dedos se deslizan a través de mi humedad, rodeando mi tierno clítoris mientras tarareo
con necesidad. Muerdo mi labio, hundiéndome en esta perfecta sensación de ser tocado por los tres
a la vez.
Los dedos de Jake se hunden profundamente. "Bésame", dice.
Caleb se aleja, haciéndole espacio para que podamos besarnos. Me encanta el sabor de mi
Jake, la sensación de sus suaves labios. Siempre es el más arreglado en el departamento de vello
facial. Su labio superior es suave como un bebé cuando lo abrimos y provocamos, moviendo las
lenguas.
Luego, la mano de Caleb está en el cuello de Jake, tirando de él para que tome su turno.
Estoy ahí, compartiendo aliento con ellos mientras se besan, mi mano todavía acariciando la polla de
Ilmari. Jake se quita un pantalón, sus ojos vidriosos por la necesidad mientras deja caer su rostro
hacia adelante, besando el hombro de Ilmari y subiendo por su cuello.
Ilmari gime, dejándolo hacerlo mientras encuentra mi boca, reclamándome con la

fuerza de su beso.
Caleb da un paso a mi lado, su mano se estira para agarrar el nudo superior de Ilmari,
puño apretado Él también baja la boca, besando el otro lado de su cuello.
“No niin”, gruñe Ilmari, con los ojos cerrados mientras Jake y Caleb chupan los lados
de su cuello.
Estoy débil por la necesidad de mirarlos. Un amor feroz hierve dentro de mí,
amenazando con reducirme a cenizas. Son míos. Mis amores. Mi familia. Los protegeré
de cualquier peligro, atravesaré el fuego por ellos, quemaré el mundo por ellos.
Jake y Caleb se alejan, ambos sin aliento, con el pecho agitado. Es Caleb quien
habla, todavía agarrado con fuerza al moño de Ilmari. "Eres nuestro jodido", dice, la
intensidad entrelazando su tono. No eres nuestro amigo. Eres nuestro.
Ilmari asiente, tragando cualquier emoción que esté sintiendo. "Tuyo."
Luego me mira, la necesidad arde en sus ojos. "Tuyo", dice de nuevo, su mirada fija en mí.
"Mía", repito. "Para siempre. No hay salida."

"No hay salida", repite, bajando la cara para besarme.
Jake mueve sus dedos dentro de mí otra vez, trabajando mi clítoris con su pulgar.
Hunde un tercer dedo dentro, estirándome. "Bebé, ¿puedo llevarte con Mars?" pregunta,
salpicando besos en mi hombro. "Por favor", suplica. Mira a Ilmari. “¿Harás DVP conmigo?
¿Es eso como un límite para ti o...?
Contengo la respiración, esperando a que Ilmari hable. Me comparte con ellos todo el
tiempo. La doble penetración no es nada nuevo. Sé que Caleb es su favorito secreto. Mi
esposo no tan heterosexual ama a sí mismo una pequeña acción de polla acanalada.
Pero él nunca ha estado en mi coño con uno de ellos antes. Vergas presionadas
juntas mientras mis paredes las mantienen apretadas...
Oh dios, estoy a punto de explotar solo de pensarlo.
Ilmari me mira, una pregunta en sus ojos. "No quiero hacerte daño", murmura. "Mi
medida"
Lo silencio con un beso, sabiendo que está dentro. "No lo harás", le digo a través de
besos sin aliento. “Kulta, no lo harás. Deja que Jake te muestre cómo. Por favor, cariño,
los necesito tanto a ambos”. Me aferro a sus hombros, aferrándome a él, derramando mi
dolorosa necesidad.
“Lo haremos tan bueno para ti,” me dice Jake, besándome de nuevo mientras Ilmari se
aleja.
Caleb ya se ha arrodillado, acomodando algunas almohadas contra el sofá. "Marte,
acuéstate", le ordena. “Jake necesita dirigir este programa. Tu polla gorda la estirará y te
ayudaremos a prepararla”.
Ilmari se pone de rodillas, tirando de mí hacia abajo con él. Beso su pecho, mis manos
deslizándose alrededor para apretar su firme trasero. Sus manos hacen lo mismo, jalándome
hacia él. Levanta mi boca con una mano debajo de mi barbilla, reclamando mis labios.
Caleb se deja caer detrás de nosotros, sus manos acariciando mis caderas y bajando
para ahuecar mi coño. Presiono contra sus caderas, ensanchando mi postura sobre mis
rodillas para que pueda introducir tres dedos. Gimo, mordiendo el labio inferior de Ilmari,
amando la sensación de los dedos de Caleb bombeando profundamente.
—Eres una maldita chica tan buena —murmura Caleb detrás de mí. Si Ilmari obtiene el
primer premio en comerme afuera, Caleb es el rey de la charla sucia. Este hombre puede
hablarme hasta el orgasmo. Y el tiene. Mas de una vez. Incluyendo una vez en una cena de
recaudación de fondos del hospital. Lo juro por Dios, Poppy estaba sentada al otro lado de
la mesa frente a nosotros y creo que sabía lo que pasaba porque desde entonces, no nos
pone a Caleb ya mí en la misma mesa.
Jodidamente vale la pena.
"Quieres tomar dos pollas a la vez, bebé", bromea. "¿Quieres que Jake y Mars llenen
este puto coño perfecto?"
"Sí", gimoteo.
"¿Quieres que te llenen tan jodidamente apretado?"
"Sí"
“Van a hacer un lío de ti. Nuestra buena puta perfecta, tan desesperada por nuestro
semen. Te lo llevarás todo, ¿no?
“Sí—ah—” jadeo, mi cuerpo se estremece cuando desliza sus dedos y golpea mi coño.
“Dios, amo tu maldita boca sucia”, gruñe Jake, tirando hacia atrás de Cay y robándole el
aire con un sucio beso. Es caliente y desordenado y ambos gimen en él.
“Date la vuelta”, ordena Ilmari. Míralos mientras te estiro.

Me ayuda a darme la vuelta, con una mano en mi cadera y la otra agarrando con fuerza
mi hombro, mientras me inclina hacia adelante y hacia abajo, metiendo su pene entre mis
piernas.
"Llévame", dice. "Todo el camino".
Con un gemido sin aliento, me hundo de nuevo en él, mi cuerpo ajustándose a ese primer
estiramiento exquisito y doloroso. Silbe directamente a través de mí, crepitando en mi pecho, bajando
por la punta de mis dedos. Y luego se está moviendo, empujándose más profundo.
Arrodillado ante mí, Caleb tiene su polla apretada con el puño de Jake. En algún momento se
agregó lubricante, haciendo que su mano se volviera resbaladiza y brillante. Ambos gimen cuando
Caleb los trabaja a ambos, tirando con movimientos lentos y lujosos.
Nadie tiene prisa. Todos queremos que este momento dure.
"Mírate montando esa gran polla", bromea Caleb, girándose para ver cómo
Ilmari se hunde por completo. "¿Cómo se siente, Mars?"
“Increíble”, responde.
Disfruto de sus elogios mientras él se mece profundamente dentro de mí. Entonces grito, mis ojos
se abren como platos con sorpresa cuando el sonido de la bofetada de Ilmari llega a mis oídos. Me
arde la nalga, el intenso calor quema a través de mi piel y hace que mi clítoris palpite. —Hazlo de
nuevo —digo, golpeando sus caderas con las mías.
"Más difícil."
Ilmari levanta ambas manos de mis caderas y golpea ambos lados de mi trasero con un gruñido.
"Oh, mierda", me quejo, mi cabeza cayendo entre mis hombros mientras me entrego a la
sensación.
El puño de Caleb en mi cabello hace que lo mire, con la cabeza inclinada hacia atrás.
—Ábrete —gruñe, su pene golpeando mis labios.
Me abro para él, jugueteando con su punta antes de chupar, sus perforaciones deslizándose
sobre mi lengua. Ni siquiera me importa el lubricante con sabor a fresa.
Mantiene su puño apretado en mi cabello. "Otra vez", ordena, moviendo sus caderas para
presionar más profundamente dentro de mi boca. "Más difícil."
La gran palma de Ilmari casi cubre mi trasero mientras me abofetea con fuerza, la picadura me
hace apretar su polla con tanta fuerza que gime. Con Caleb casi asfixiándome con su polla, estoy lista
para ver estrellas. Mi orgasmo se enrolla alto y apretado.
Caleb me deja ir y tomo aire, la saliva goteando por mi barbilla. "Oh, Dios", me quejo. "Por favor,
por favor, másah"
Caleb me toma por la garganta, levantándome a cuatro patas para que esté de rodillas, Ilmari
meciéndose profundamente detrás de mí. Me levanta por las caderas, casi colocándome en su regazo
mientras se entierra dentro de mí. Caleb se acercó unos centímetros más, su mano sostenía una
presión firme en mi garganta.
"A nuestra buena jodida chica le gusta lo rudo", dice, sus ojos oscuros fundidos.
con hambre “Le gusta que la posean y la follen. Usado. ¿No es así?
Asiento, una lágrima deslizándose por mi mejilla mientras él me asfixia, su presión es constante
y pareja. Me estiro, mi mano envolviendo su muñeca, lista para decirle si ya he tenido suficiente.
Con una mano en mi garganta, deja caer la otra entre mis piernas. “Marte, espera. Quédate
quieto.
Ilmari me mantiene inmóvil, su cálido aliento abanicando sobre mi hombro.

Caleb relaja su mano en mi garganta mientras usa la otra para presionar dos dedos con la polla
de Ilmari.
"Joder", jadea Ilmari. “Caleb”
"¿Te gusta que?" Caleb se burla. “¿Te gusta ese tramo? Solo espera hasta que Jake los esté
golpeando a ambos. Será mejor que te corras sobre su polla, Mars. Y cuando hayas terminado, te voy
a lamer para limpiarte. Ningún otro hombre usa el semen de mi esposo a menos que lo pruebe. Esa
es la regla. ¿Acordado?"
Ilmari está en silencio detrás de mí, pero lo siento asentir.
“Bien”, dice Cay, con una sonrisa triunfante en su rostro. “Entonces acuéstate.
Estamos haciendo esto.
Ilmari se desliza fuera de mí y caigo hacia adelante en el abrazo de Caleb.
Mi cuerpo zumba con la necesidad de correrme de nuevo. Observo cómo Ilmari se recuesta medio
reclinado, con la espalda apoyada contra el sofá por las almohadas. Su orgullosa polla descansa dura
y lista entre sus piernas.
"Montalo, Huracán", ordena Caleb. "Enfréntate a él".
Asiento, dejándome caer para arrastrarme hacia Ilmari. Me ayuda a moverme sobre su regazo,
sus manos fuertes en mis caderas. Acomodo mi coño en la base de su pene, poniéndome de rodillas.
"¿Estás listo?"
Él asiente de vuelta, apretando mis caderas.
Me hundo sobre él, ajustando mis caderas, tomándolo profundamente hasta que me llena
completamente.
“Abre las piernas, Mars”, dice Jake detrás de mí. Mientras Ilmari cambia, Jake cae de rodillas.
Sus manos firmes suben por mi espalda hasta mis hombros. “Inclínate, niña. Eso es todo. Tan
jodidamente perfecto.
Ilmari me ayuda a inclinarme hacia adelante, soportando parte de mi peso, mientras Jake pasa
sus manos por mi trasero.
“Voy a usar mis dedos primero”, dice Jake.
Ilmari y yo contenemos la respiración, mirándonos a los ojos mientras sentimos los dedos de
Jake presionando. Me muerdo el labio inferior, los ojos se cierran cuando Jake pasa los dedos por mi
pared interior, estirándome.
"Dios, necesito en este coño", gime Jake. “Quiero sentirlos a ambos. Marte,
solo dime que pare y se detiene…
“Hazlo”, gruñe Ilmari debajo de mí. "Tómanos."
Apoyo mis manos contra el pecho de Ilmari, tomando varias respiraciones cortas y
superficiales mientras Jake se presiona detrás de mí, la punta de su pene lubricado roza mi piel
como una pluma.
“Respira por mí, cariño”, lo tranquiliza Jake.
Tomo aire y lo empujo mientras él presiona con la punta de su pene.
estirándome, ayudándome a abrirme.
"Oh, Dios", me quejo. “Oh, mierda. Hazlo. Fóllame, ángel. Entrar."
El estiramiento es intenso. Ilmari ya es tan grande por sí solo, y Jake también lo es. Mis
hombres susurran suaves palabras de aliento en inglés y finlandés mientras Jake trabaja,
llenándome tanto.
Las lágrimas pican en las esquinas de mis ojos mientras respiro a través de la sensación de
mis hombres me comparten de esta manera por primera vez.
"¿Usted está bien?" Ilmari murmura, levantando una mano para secarme las lágrimas.
Asiento, desesperada por más. "Sí. Jake, cariño, por favor. Fóllame, por favor.
Jódenos.
Las manos de Jake se deslizan sobre mi trasero para agarrar mis caderas. "Agárrate fuerte,
Seattle".
Tomo aire y luego él se retira hasta la punta, cerrando de golpe.
"Joder", lloro. "Oh Dios"
“Helvetti”, gime Ilmari, sus manos a mis costados, ayudándome a soportar mi peso.
"¿Cómo se siente?" dice Jake, sus manos acariciando arriba y abajo de mi

caderas mientras se balancea hacia mí, hacia nosotros.
—Tan jodidamente bien —gimoteo. “Jake—mierda—”

Se ríe, moviendo sus caderas, su pene deslizándose apretado contra Ilmari mientras entra
y sale de mi dolorido y necesitado coño.
Ilmari gime, la cabeza inclinada hacia atrás, los ojos cerrados con fuerza. Es todo lo que puede hacer
para contener su orgasmo mientras lucha contra la sensación de la suave y sedosa polla de Jake
arrastrándonos a los dos con fuerza.
—Cay —grito, casi delirando con las rápidas sensaciones de fuego que chisporrotean.
a través de mi cuerpo. —Cay... necesito...
Ni siquiera puedo terminar la frase. El sentimiento está ahí. Necesidad. Necesito los tres.
Mi hombre. Mis amores. Mío.
"Arriba", ordena, tirando de mi hombro.
Ilmari sigue apoyándome, mis manos presionan su pecho, mientras Caleb

me levanta con una mano, la otra envuelta alrededor de la base de su polla.
Hundo mi boca alrededor de él, sabiendo que mis tres hombres me están llenando, y
mi orgasmo estalla como una súper nova. Mis piernas tiemblan y mi respiración se
entrecorta cuando mi liberación me golpea en oleadas. Estoy explotando hacia afuera,
incluso cuando mi coño intenta sacarlo todo. Los aprieto tan fuerte que tanto Jake como
Ilmari maldicen y gimen.
El movimiento de Jake se detiene. “No puedo—mierda—ahh, dios—” Él pierde
control, viniendo dentro de mí por toda la polla de Ilmari.
Mientras tanto, hago un lío al chupar la polla de Caleb mientras jadeo y maullo como
una criatura indefensa, escupo en mi barbilla mientras chupo su punta. Trabaja su base, su
otra mano agarrando fuerte mi cabello.
Debajo de mí, Ilmari golpea con sus caderas, enviándonos a Jake ya mí en espiral. Él
gruñe, persiguiendo su liberación. El mío todavía está revoloteando, las cascadas finales
aún no han terminado, mientras gimo alrededor de la polla de Caleb, saboreándolo en mi
lengua.
“Me voy”, gruñe Ilmari.
“Oh dios—” Jake se desploma sobre mi espalda, su dura polla pulsa con la de Ilmari
dentro de mí mientras ambos me llenan tanto.
“Joder, tómalo”, gime Caleb a mi lado. “Mi buena puta niña. Tómalo todo."
Golpea su polla contra mi lengua mientras masturba su propio eje. Lo tomo como una
puta codiciosa, dejándolo correrse en mi boca abierta. Un sonido quejumbroso escapa de
mis labios mientras lo miro, amando el calor en sus ojos mientras me mira fijamente, viendo
como su semen pinta mis labios y lengua. Una vez que está saciado, se hunde con otra
maldición y cierro los ojos, lamiendo mis labios, tragando el desastre.
Me acuesto encima de Ilmari, Jake se acurrucó sobre mi espalda, sus pollas todavía
dentro de mí. Mi respiración es irregular, mi cerebro en pedazos, el cuerpo entumecido.
Como un nervio en carne viva, no queda nada que sentir. Me han secado.
Después de unos largos momentos en los que todos respiramos, Jake sale de mí con
un gemido y se deja caer al lado de Ilmari. Su pecho se agita por el esfuerzo mientras
recupera el aliento. "Tan jodidamente bueno", dice con un suspiro.
“El mejor sexo del mundo. Joder, los quiero mucho, incluso si no soy su contacto de
emergencia”.
Caleb recupera el juicio y me ayuda a quitarme a Ilmari. Su polla se libera y gimo,
sintiendo el chorro de semen que se escapa de mi coño gastado.
Dios, es sucio y perfecto y tan sagrado que podría llorar. Somos nosotros, y nada podría ser
más hermoso.
Caleb me acuesta al otro lado de Ilmari, mi cuerpo deshuesado se enrosca contra su cálido
calor. Ilmari me rodea con un brazo protector, cierra los ojos mientras respira. Ahora es Caleb
de rodillas entre las piernas de Ilmari, mirándonos. “Marte, dime que me detenga”, dice, con el
calor ardiendo en sus ojos. "Dime que no quieres esto".
Contengo la respiración mientras miro a Ilmari.

Ilmari sostiene la mirada de Caleb. Lentamente, su otro brazo se extiende para envolver el
hombro de Jake. Atrae a Jake a su lado en un silencioso gesto de posesión. Jake se deja tirar,
sus ojos tan abiertos como los míos. Mientras Caleb observa, Ilmari besa primero mi frente y
luego la de Jake. "Tómalo", dice al fin. "Es tuyo."
Caleb le dedica una mirada a Jake, que espera.

Yo también lo miro, con el corazón en la garganta.
Lentamente, Jake se gira, rozando un beso contra la piel desnuda del pecho de Ilmari.
Vuelve a mirar a Caleb. “Tómalo, bebé. Pon tu boca en esa polla y dime lo bien que sé.
Con un gemido, Caleb se hunde, con una mano sosteniendo la polla medio dura de Ilmari
mientras cubre su punta con la boca. Los tres observamos cómo Caleb le da a Ilmari una
mamada sensual después del orgasmo. Lento y sensual, Caleb lo saborea con sonidos
necesitados. E Ilmari no se ablanda. No, nuestro dios vikingo del hockey se vuelve a poner duro.
Él gime, su mano gira para apretar mi pecho mientras cierra los ojos, arqueando la cabeza hacia
atrás.
No puedo apartar los ojos mientras veo a Caleb tomarlo profundamente. Él está amando
esto. Ambos lo son. Es íntimo, cercano, sentido. Pierdo la capacidad de respirar cuando Jake se
desliza por debajo del brazo de Ilmari, deslizándose por su costado para unirse a Caleb.
Mientras observo, mis hombres prueban a Ilmari juntos, jugueteando con su eje y su punta
con sus lenguas, adorando la polla que acaba de llenarme de semen. Mi corazón va a estallar.
no puedo soportarlo No puedo dejar que den este paso solos.
Con un gemido desesperado, me deslizo por el lado de Ilmari, ansiosa por unirme a ellos.
“Cristo…” grita Ilmari, sus manos agarrando el sofá mientras mantiene sus caderas quietas,
dejando que los tres lo burlemos juntos.
Jake y yo saboreamos su eje mientras Caleb le chupa la punta. Siempre el dom, Caleb
nos agarra del cabello, sosteniéndonos con fuerza mientras nos burlamos de nuestro gimiente Finn.
"Ya voy, joder..."
Caleb levanta la punta de Ilmari cuando el semen de Ilmari golpea su boca. Gotea hacia abajo por
su eje. Jake y yo gemimos cuando lo saboreamos, los tres unidos para compartir este regalo que nos
está otorgando. Cuando termina, Caleb me toma del cabello y me besa profundamente. Luego atrae a
Jake y lo besa con igual pasión. Debajo de nosotros, un Ilmari exhausto nos observa con los ojos
entornados, con el pecho agitado.
Caleb y Jake se separan y Caleb mira el cuerpo de Ilmari a la cara.

“Nuestras,” dice, sus manos ahora nos sostienen protectoramente a Jake ya mí.
Ilmari asiente, sentándose. Sus manos se elevan para descansar sobre nuestros hombros
opuestos, apostando su derecho sobre nosotros. "Tuyo. Soy tuyo."
Aprovechando mi momento, sonrío. "Voy a cambiar mi contacto de emergencia".
Tres pares de ojos me miran.
"¿A quién?" Jake dice mientras Caleb dice: "¿Por qué?"
Le sonrío a Jake. “¿Quieres ser el primero en saberlo? Bien por mi. Deberías recibir una llamada
por la mañana con una actualización bastante importante. Asegúrate de decírselo a los demás, ¿sí?
"¿Qué actualización?" dice, con los ojos muy abiertos.

Ilmari y Caleb también me miran, confundidos.
Planeaba esperar y hacer esto después de regresar de Seattle porque no quería robarle el
protagonismo a Harrison. ¿Pero sabes que? En este momento, el momento se siente jodidamente
perfecto. Y mis muchachos son buenos guardando secretos. Esta será una exclusiva de Team Price.
“Tuvieron que mover mi cita de ultrasonido la próxima semana de martes a jueves”, digo. “¿Eso
funciona para ti, ángel? ¿El jueves a las 2:30?
Antes de que pueda responder, me pongo de pie y empiezo a alejarme.

Prácticamente puedo escuchar el momento en que tres cerebros explotan detrás de mí. Y
luego estoy riendo, corriendo hacia la cocina, mis hombres pisándome los talones.
3
EN EL AIRE
Una sacudida de turbulencia me despierta y mi única sensación es de alivio. Estaba teniendo el

peor sueño. De nuevo. Creo que estaba reviviendo la vez que Harrison y yo nos perdimos
en Disneyland. Solo que, en lugar de ser yo el niño perdido, yo era mi madre y mis hijos estaban
perdidos. Estaba corriendo por Adventureland como si fuera una carrera de obstáculos, con el
corazón acelerado, las palmas de las manos sudando, el pánico era tan agudo que podía
saborearlo en mi lengua.
Detente.
Tomo una respiración profunda, moviéndome en mi asiento con los ojos aún cerrados. Mis
brazos se abren debajo de mis senos y paso mis manos sobre mi creciente bulto. Tan pronto
como terminé mi primer trimestre, comenzaron los sueños extraños. Normalmente, nunca
recuerdo mis sueños. Ahora mis visiones se inundan todas las noches con estos infiernos
surrealistas. Y todos ellos me presentan de alguna manera como una madre terrible.
Quedarse embarazada, decían. Será divertido, dijeron.

Suspiro, abriendo los ojos. Volamos rumbo a casa después de nuestra última serie de juegos
de la Costa Oeste. La cabina del avión está a oscuras, con las persianas bajadas.
Todo está en silencio mientras los chicos duermen lo que tanto necesitan. La única luz proviene
de los botones de llamada que brillan suavemente sobre nuestras cabezas. Debe ser muy tarde...
o muy temprano.
Miro a mi derecha. Jake y Cay están desmayados. Su reposabrazos está levantado y Cay
está durmiendo sobre el pecho de Jake, el brazo de Jake alrededor de él.
Están acurrucados el uno contra el otro, con las extremidades enredadas, mientras intentan
ponerse cómodos. La mitad de la cara de Cay está enterrada en la manta, pero la de Jake está vuelta.
en mi dirección, sus labios entreabiertos mientras inhala y exhala. Sus auriculares se sientan
torcidos en su cabeza.
Yo sonrío. Jugó un partido increíble anoche. Incluso consiguió una asistencia de gol.
Ha estado en llamas durante semanas. Hay rumores de que cuando Sully se retire el
próximo año, el equipo podría darle a Jake la "C" de capitán. Sería un gran capitán. Todos
los chicos lo aman. Y una posición de liderazgo le daría un nuevo enfoque, un nuevo desafío.
No es que nuestra vida no esté a punto de ser lo suficientemente desafiante. Miro hacia
abajo, rozando mi mano sobre mi pequeño bulto. Embarazada a los veintinueve y no sé
quién es el padre. Mi sonrisa se amplía cuando me concentro en mi delgada pila de anillos
de boda. Sé quién es el padre. El padre es Jake... y Caleb... e Ilmari.
Planeamos hacer una prueba de paternidad una vez que nazca el bebé. No porque nos
importe quién es el padre biológico, sino porque puede permitirnos más protecciones legales.
Estoy casado con Ilmari, así que si este bebé es de Jake o Caleb, puedo incluirlos en el
certificado de nacimiento.
Uno pensaría que este sería un proceso más fácil. No podemos ser la primera familia
en la historia en tener varios padres involucrados. Si pudiera, incluiría a mis tres muchachos
en el certificado de nacimiento. Me casaría con todos ellos también. Legalmente. Hicimos la
boda informal, pero sería bueno que el gobierno me permitiera validar mi compromiso con
Jake y Caleb.
también.
Me muevo en mi asiento, girando mis hombros tensos. Todo este viaje en avión
envejece rápido. Y estamos a mitad de temporada.
"Cariño", murmura Ilmari. "¿Estás bien?"
Tiene el sueño ligero, así que probablemente lo desperté al moverme en mi asiento. Me
giro para mirarlo con una suave sonrisa. Lleva una sudadera con capucha de los Rays con
la capucha levantada, proyectando su hermoso rostro en las sombras. Un pequeño número
treinta y uno está impreso sobre su pecho.
“M'bien,” respondo.
"Estás incómodo", dice, leyéndome como un libro. Levanta nuestro reposabrazos y me
atrae hacia él, acurrucándome contra su pecho. Es tan amplio y cálido, mi propio horno
finlandés. Su mano grande acaricia mi espalda de arriba abajo mientras se inclina para
besar mi cabeza, apoyándose contra la ventana. "¿No puedes dormir?"
Me acurruco contra él, con mi brazo alrededor de su cintura. " Estaba dormido..."
Él suspira, su mano deteniendo su movimiento. ¿Otra vez los sueños?
—Está bien —digo, empujando su muslo con mi mano para apartarme—.

He estado tratando de mantener mi rareza para mí, pero me he despertado más de una
vez retorciéndome en las sábanas o llorando de pánico, por lo que mis muchachos se dieron
cuenta bastante rápido de que algo andaba mal. No sabes si estás determinada hasta que
has vivido con tres hombres desesperados por curarte de tus pesadillas inducidas por el
embarazo. No puedo quejarme si eso significa que ahora me sirven tazas de té de manzanilla
junto a la cama. Los masajes nocturnos de manos y pies también son ahora un requisito.
Ah, y mi lado de la cama está acolchado con suficientes mantas y almohadas suaves para
inducir la hibernación.
Pero todo eso me espera en casa, que aún está a miles de kilómetros
lejos. Aquí arriba en el aire, solo tengo que aguantar como todos los demás.
Ilmari suspira, siguiéndome mientras me siento en mi asiento. No puede ser mucho
más. Quizás solo lea por un rato.
“Necesitas descansar”, dice. Siento su aliento cálido contra mi mejilla.
Ese olor suavemente especiado de su colonia llena mis sentidos, diciéndome que estoy en
casa. Pero incluso su presencia no es suficiente para eliminar por completo los sentimientos
evocados en el sueño.
"Estoy demasiado conectado para dormir", respondo.
Demasiado asustado. demasiado molesto
Sí, nos quedaremos con cableado.

Su gran mano cae para cubrir mi pequeño bulto. Mi corazón se acelera, incluso cuando
siento que mi pulso se calma. Él está aquí. Él está con nosotros, sosteniéndonos,
protegiéndonos. Descanso mi mano sobre la suya, disfrutando de su calor, mi pulgar
trazando círculos en su piel.
Saber la forma en que este hombre ama a este bebé, verlo derretirse en cada cita con
el médico, es mi nueva adicción. La primera vez que escuchamos los latidos del corazón,
pensé que Jake lloraría. Sabía que lo haría. No estábamos preparados para Ilmari. Es la
primera vez que lo he visto tener los ojos empañados, y mucho menos llorar lágrimas
gordas. Es seguro decir que mi rímel no sobrevivió a la primera ecografía.
Y ahora el modo protector de Ilmari está fuera de serie. Pensarías que me transformé
de la noche a la mañana en un huevo de Fabergé. Jake tuvo que sujetar físicamente a Ilmari
cuando Morrow accidentalmente me dio un codazo en las escaleras mientras abordaba
nuestro último vuelo. El pobre Morrow se desesperaba por pedir disculpas mientras Jake
sujetaba a nuestro inquietante portero.
“¿Qué pasó en el sueño?” murmura, su mano rozando suavemente de un lado a otro
mi bulto.
Suspiro, apoyando mi sien contra su frente. “Es una tontería. Eso fue solo un sueño. O como,
un recuerdo retorcido o algo así —digo, tratando de ignorar todo el asunto.
"No es una tontería para mí", responde. “Puedo sentir tu preocupación. Lo veo aquí —dice,
levantando su mano de mi estómago para pasar su dedo por mi ceño fruncido—. “Háblame,
Rakas. Tus cargas son mías para llevarlas, ¿recuerdas?
Asiento, tragando ese grueso nudo de emoción en mi garganta. —Siempre es lo mismo —
digo, sin atreverme a mirarlo. “Todas las noches, les fallo o los pierdo… o se escapan. no puedo
aguantar No puede ser lo que necesitan.
Lo estropearé todo…
“Shh,” murmura, su pulgar rozando mi mejilla. "No mi amor."
Mierda, ¿cuándo empecé a llorar?
Respiro, parpadeando para evitar que caigan más lágrimas.
"Serás una madre maravillosa", dice, su cálido aliento contra mi mejilla. “Mun Leijona, no
puedo esperar a ver cómo cuidarás a este pequeño”, agrega, con la mano nuevamente en el
bulto. “Serás la mejor madre”. Mientras habla, extiende su mano orgullosamente contra mí. Besa
mi mejilla, sus labios suaves, incluso cuando su barba me hace cosquillas.
Me inclino hacia él, dejando que la cadencia de su voz me calme.

“Eres mi corazón palpitante, Rakas”, continúa. “Pronto se dividirá en dos. Esta vida que llevas
te quitará la mitad de mí. Nunca he sido padre. No tengo ejemplo a seguir, pero no tengo miedo.
Lideramos con amor, ¿sí?”
Asiento mientras se inclina más cerca, besándome de nuevo. “No quiero estropear esto
arriba —digo, con la voz entrecortada.
“Cometeremos errores”, responde solemnemente. “Pero entre los cuatro, este niño no
conocerá nada más que amor. Que tenga tu coraje y la fuerza de Caleb, la bondad inquebrantable
de Jake...
"Y tu paciencia", agrego, girándome ligeramente para mirarlo, mi mano extendida sobre el
treinta y uno en su pecho.
Él asiente, sosteniendo mi mirada.
“Mä rakastan sua”, digo, mi corazón rebosa de amor por este dulce
hombre.
Él ahueca mi rostro, besándome suavemente, sus labios acariciando los míos. —Odio que
tengas estos malos sueños —murmura, apoyando su frente contra la mía.
“Ojalá pudiera arrastrarme dentro de tu mente y sacarlos de raíz. Me siento impotente"
"Oro"
"Sí", dice, su voz casi un gruñido. "Tu eres mi esposa. Debo luchar contra tus miedos.
“Ilmari,” suspiro, besando su mejilla. "Te amo mucho. En tus brazos, no tengo miedo.”
"Entonces nunca los dejes", insta. “Quédate conmigo, Rakas. Sé mía siempre.”
"Siempre", respondo, besándolo de nuevo.

Nos hundimos el uno en el otro, besándonos lentamente, nuestras lenguas jugueteando mientras
nuestros labios se presionan suavemente. Es un baile sutil. Nada apresurado. Dejo caer mis manos a mi
cintura, desabrochándome el cinturón de seguridad para poder mover mi cadera para convertirme en él.
Su mano se desliza a lo largo de mi muslo, su pulgar como el hierro mientras sigue el
línea de mi músculo. —Déjame ayudarte —murmura contra mis labios.
"¿Ayuda?" repito, distraída mientras tiro de su capucha hacia atrás, dejando que mis
dedos rocen la nuca zumbada.
"Estás estresado", responde, besando a lo largo de mi mandíbula. “Preocupado por
cosas que no podemos controlar”, agrega, burlándose del lóbulo de mi oreja. “No puedes
dormir cuando estás cansado. Incapaz de detener el torrente de tus pensamientos.
Suspiro en él, sintiendo el efecto que tiene en todo mi cuerpo. El calor se acumula en
la parte baja de mi estómago, saliendo en espiral hasta que siento que incluso las puntas
de mis dedos zumban. “Ilmari, por favor—”
Mis palabras terminan con una brusca inhalación mientras mueve su mano hacia abajo
para ahuecarla entre mis piernas. El calor irradia desde mi centro.
"Por favor mi amor. Déjame aliviarte.
¿Él quiere hacer esto aquí? ¿Ahora?
He pensado en este escenario mil veces antes. ¿Quién no se imagina unirse al club de
la milla de altura cuando está sentado junto a un espécimen tan fino como mi vikingo
barbudo y tatuado de 6'5 ”de esposo?
Pero nunca hemos probado nada. Es demasiado protector. La idea de que uno de sus
compañeros de equipo vea algo, escuche cualquier cosa, probablemente lo haría volverse
King Kong y comenzar a romper los asientos.
Lo miro a los ojos. “Ilmari—”
Se agacha entre nosotros, recogiendo la manta que se deslizó de mi regazo.
mientras dormía. Colocándolo sobre mí, toca mi rodilla derecha. “Levanta esto”.
Instantáneamente sé lo que tiene en mente. Podemos usar mi pierna como una especie
de tienda de campaña. Nadie tiene que ver nada. Con una sonrisa, cambio mi ángulo y
apoyo mi pie en el asiento, mi rodilla presionando suavemente contra el asiento frente a mí.
Su brazo derecho pasa alrededor de mis hombros, atrayéndome hacia él, mientras su brazo
izquierdo se desliza debajo de la manta. Suaviza su mano sobre mi pequeño bulto en crecimiento.
"Mi esposa", gruñe posesivamente.
—Tuyo —digo, sin aliento.
"Eres una reina entre los hombres, Rakas", dice, su voz se suaviza mientras sumerge la
mano más abajo, sus dedos acariciando la parte superior de mi cintura.
“Una leona. La roca firme sobre la que se construyen nuestros cimientos. No mas miedo." Besa
mis labios, su mano deslizándose dentro de mis calzas. "No preocupación."
Ya me siento tensa, mi coño desesperado por su toque. "No preocupación,"
I echo.
Sus dedos buscan, el primero y el tercero me abren mientras el segundo se desliza sobre mi
clítoris. Se traga un gemido, su rostro cae para acariciar mi cuello.
“Cómo anhelo ponerte en mi regazo y que montes mi polla”.
"Sí", suspiro, mi mano izquierda se enrosca para ahuecar su cuello mientras me inclino hacia
él, manteniendo las piernas abiertas.
“Me enterraría en ti, esposa. Sin comienzo. Sin fin."
"Por favor", jadeo, mi voz apenas audible.
Me trabaja lento, casi provocativamente, su dedo se desliza arriba y abajo desde mi clítoris
hasta la entrada de mi coño. Justo cuando presiona con su dedo, dejando que un nudillo se hunda
dentro, lo saca, arrastrándose para rodear mi clítoris de nuevo. Es tortuoso. Y él no me está
dando nada como la presión que yo
pedir.
"Miel por favor"

"Respira", murmura, su cara acariciando la mía. “Concéntrate en lo que sientes. Sal de tu
propia cabeza. Solo respira conmigo”.
Tomo una respiración profunda, dejándome hundir más contra él mientras su mano continúa
moviéndose, provocándome y acariciándome. Es sensual y enloquecedor al mismo tiempo. Pero
solo respiro, dejando que me toque como quiera.
Comienza a hundir su dedo más profundamente, curvándolo contra mi pared interior.
Estoy luchando contra el impulso de gemir y él lo sabe. Su mano derecha se mueve alrededor de
mi hombro mientras entierra dos dedos dentro de mí, su mano derecha cubre mi boca mientras
jadeo.
"Tranquilo", murmura en mi oído. "Tus sonidos son solo para mí".
Respiro sobre su mano, con los ojos cerrados mientras me acaricia, volviéndome loca. Ahora
estoy luchando contra el impulso de mudarme con él. Mis caderas quieren rockear. Quiero montar
su mano. Sentarse quieto es su propio tipo de emoción extraña. Soy
dejar que esto me suceda a mí. No estoy participando en absoluto. Es extraño y emocionante.
Ilmari tiene el control total.
La mano sobre mi boca cambia, la yema de su dedo roza mi labio inferior, y sé lo que
quiere. Separo mis labios a modo de invitación y él hunde su dedo en mi boca. Chupo,
mordisqueando con mis dientes y jugando con mi lengua, hasta que gane un murmullo,
"Joder".
Redobla sus esfuerzos para volverme loca, sumergiendo y rodeando mi clítoris. Me lleva
justo hasta ese borde, luego camina de regreso. Mientras jadeo bajo su mano, agrega un
segundo dedo en mi boca. Chupo más fuerte, reprimiendo un gemido. Hunde los dedos de su
mano izquierda dentro de mi desesperado coño, su pulgar trabajando en mi clítoris.
Finalmente, me está dando la presión que anhelo.
—Sí —gimoteo, el sonido se distorsiona cuando saca sus dedos de mi boca. Estoy
jadeando por aire. El dolor se siente bien. Me ayuda a centrarme. Me saca de mi cabeza.
Justo cuando estoy a punto de correrme, su mano agarra con fuerza mi mandíbula.
"Espera", me susurra al oído.
Me quejo, a pesar de la liberación. “Ilmari—”
Sacude mi cabeza, dándome la vuelta para que quede de cara al pasillo.
Jadeo, con los ojos muy abiertos, mientras observo dos pares de ojos que nos observan
desde los asientos opuestos. Como si pudieran sentir lo que estábamos haciendo, Caleb y
Jake están despiertos. Sus miradas oscuras son suficientes para tomar el fuego en mi sangre
y convertirlo en un infierno furioso. Me trago mi gemido necesitado.
No hay forma de contenerlo. Yo voy. Duro. No sé si alguna vez me corrí sin hacer ruido
con uno de mis muchachos antes. La necesidad de estar en silencio agrega una nueva capa
al orgasmo, sacudiendo todo mi cuerpo, enviándome réplicas que me dejan temblando por
todas partes.
Me estremezco en el abrazo de Ilmari, mis ojos fijos en Jake y Caleb al otro lado del
pasillo. Mi coño aprieta sus dedos y me doblo, mi aliento se agita mientras lo aguanto. Una
vez que me he agotado, me relajo en sus brazos, mordiéndome el labio inferior mientras el
postorgasmo me hace flotar de vuelta a mi asiento.
"Hermoso", murmura Ilmari en mi oído.
Antes de que pueda detenerlo, desliza su brazo alrededor de mis hombros mientras saca
su mano izquierda de mis calzas. Me muevo, enderezándome. Ilmari se desabrocha el
cinturón de seguridad.
"Qué vas a"
"Déjame salir", dice en voz baja.
Dejo caer mi pierna al suelo y doblo mis rodillas, dándole suficiente espacio para
pasar a mi lado. Él está de pie en el pasillo, su cuerpo alto se eleva sobre mí. Mientras
lo miro, se estira y se rompe el cuello. Luego se mueve sobre sus pies, acercándose
poco a poco al otro lado del pasillo.
Mi mirada baja por su rostro hasta su hombro. Sigo la línea de su brazo izquierdo
hacia las sombras de los asientos de Jake y Cay. Sin mirar hacia abajo, Ilmari les ofrece
su mano, extendiendo los dos dedos que estaban justo en mi coño en forma de "V".
"Oh, Dios", gimoteo, mi coño se aprieta con fuerza. Mientras observo, Jake y Cay
se inclinan hacia adelante, cada uno chupando uno de sus dedos mojados en sus bocas,
sus mejillas casi juntas. Solo así, estoy listo para correrme otra vez.
Se despegan de él e Ilmari golpea sin decir palabra el hombro de Jake. Lo conoce
lo suficientemente bien como para saber lo que Jake necesita ahora. Lo que ambos
necesitamos. Jake se desabrocha a la velocidad del rayo, deslizándose de su asiento.
Hace un ajuste rápido, aunque nadie puede verlo con su cuerpo inclinado hacia Ilmari.
Sus pechos se rozan cuando Ilmari gira y se deja caer en su asiento vacío del
pasillo. Entonces Jake sube ágilmente sobre mis piernas, hundiéndose en la ventana de Ilmari.
asiento.
Mientras tanto, Caleb ya se da la vuelta, con la cabeza apoyada contra el mamparo.

Estoy seguro de que estará dormido de nuevo en minutos. Cuando lleguemos a casa,
me acorrala en algún lugar de la casa y me folla por detrás hasta que grito. Ya estoy
deseando que llegue.
Pero Jake necesita más y no puede esperar. Apenas ha tocado el asiento.
antes de que me tire hacia él. "Ven aquí, cariño", murmura.
Me acurruco cerca. Mi dicha posterior al orgasmo me deja cálido y relajado, que era
el objetivo de Ilmari. Todos mis muchachos son geniales con el cuidado posterior,
especialmente cuando nuestro juego se vuelve intenso y pesado. Pero Jake es
demasiado Tauro para funcionar. ¿Y ahora que estoy embarazada? Olvídalo. Si se
saliera con la suya, me envolverían en seda y plumas y me llevarían en un palanquín.
Todavía no le he dicho la idea. ¿Para qué más están los novatos sino para llevar a la
esposa del futuro capitán del gimnasio a la pista de práctica?
Pero él no necesita sexo de mí ahora. Solo necesita conexión. De todos mis chicos,
es el único que nunca duerme solo. Caleb entra y sale de nuestras habitaciones como
un gato todo el tiempo. Incluso Ilmari a veces duerme en una habitación separada
cuando está pensando en un próximo juego o luchando con sus leves ataques de
insomnio. Pero nunca Jake.
Desde el momento en que todos dijimos 'Sí, acepto' en la sala de estar de mi papá
en Los Ángeles, él se ha mostrado firme en su deseo de dormir a mi lado todas las
noches. El horario fuera es duro, porque los jugadores tienen que dormir solos. Incluso
estando legalmente casado con Cay, las reglas son las reglas. Hemos roto esa regla en
particular en más de una ocasión, pero generalmente tratamos de ser buenos.
Gracias a Dios que no hay reglas sobre sentarse juntos en el avión. Así que ahora
me aprieto contra él, dejo que ajuste la manta en mi regazo, tirando de ella para cubrir mi
hombro.
Su mano cae para abanicarse sobre mi pancita. "Pepita bien?"
“Mhmm,” murmuro en su pecho, mis ojos ya se sienten caídos.
Besa mi frente mientras aprieto su sudadera. Acurruco mi cuerpo contra él, decidida
a compartir su piel. No estoy seguro de si me hace más preguntas, y dudo que responda.
Soy una hoja en la brisa, flotando en un sueño sin sueños.
4
IKEA
"I lmari? ¿A casa?"

Poseidón ladra y yo me levanto de un salto. Mi teléfono se desliza de mi pecho y
cae al suelo. Miro alrededor de la oscura sala de estar, mis ojos se detienen en la pared de
vidrio. Afuera, un manto de nubes grises cuelga pesado y bajo. Primavera en Florida. Fresco
y lluvioso, como a mí me gusta.
Llegué a casa de la práctica cuando empezaron a caer las primeras gotas. Cuando
entré, la casa estaba vacía, lo cual es una rareza. Dados nuestros diferentes horarios, casi
siempre hay alguien en casa. Agotada por un entrenamiento de cuerpo completo, abrí la
puerta de vidrio y me dejé caer en el sofá, contenta de escuchar la lluvia.
Claramente, debo haberme quedado dormido.

Con un gemido, ruedo a mi lado, arrebatando mi teléfono del suelo. Mi cuerpo entero
duele. Me estoy haciendo demasiado viejo para esto. La temporada está a punto de terminar
y los playoffs están a punto de comenzar. ¿Está mal por mi parte esperar en secreto que no
avancemos?
Me estiro y bostezo, rompiendo mi cuello.
"Oh, lo siento, nena", grita Rachel desde la cocina, colocando sus compras
bolsas abajo. El perro baila emocionado alrededor de sus pies. "¿Estabas dormido?"
"Está bien", respondo, comprobando la hora. Casi las cinco. Estuve dormido durante
casi dos horas. ¿Nadie volvió a casa en todo ese tiempo? Extraño. "¿Donde están los otros?"
Está ocupada moviéndose por la cocina, abriendo y cerrando armarios.

"Umm... creo que se iban a reunir con Novy y Morrow para un bocado rápido".
Me levanto del sofá, haciendo otro estiramiento. Cada músculo se siente tenso.
Me sentaré en la sauna después de la cena. Tal vez pueda convencer a Jake de que me
dé un masaje esta noche. Él es muy bueno en ellos. Pero siempre exige una serie de
favores en pago. La última vez me hizo pasear al perro durante una semana.
"¿Tienes algún plan para esta noche?" Raquel llama.
Doy la vuelta al extremo del sofá y me muevo hacia la cocina, deteniéndome para
observar esta vista lateral de mi esposa. El cabello largo y castaño de Rachel cae por su
espalda mientras se levanta sobre los dedos de los pies, alcanzando un estante alto del
gabinete. Su vientre embarazado presiona contra el mostrador y se estremece.
—Déjame —digo, corriendo a su lado. El perro se aparta de mi camino.
“El último”, responde con una sonrisa, entregándome el vaso.
Voy a tomarlo, pero ella aguanta, nuestros dedos se rozan mientras me jala.
Nuestros labios se juntan en un beso rápido. Me acerqué a ella y dejé fácilmente el vaso
en el estante.
"Oye, ya que eres tan fuerte y tan bueno para ayudar..."
Hago una pausa, mirando por encima de mi hombro. Ella lleva ese look. La mirada
que pone cuando está a punto de pedirme que haga algo que sabe que no quiero hacer.
Es a partes iguales suplicante y seductor, como si me rogara que la follara y luego seré yo
quien le agradezca.
"¿Qué deseas?" Digo, mi tono mezclado con obstinación. no puedo ayudar
mí mismo. Dice que es porque soy Aries. Sé que es porque soy Finn.
Ella se acerca más, estableciendo contacto. Sus manos acarician mis antebrazos, su
pulgar roza el lugar donde está tatuado su nombre en mi piel.
Su vientre redondeado, pesado con nuestro hijo, presiona mi cadera. Gimo, luchando
contra su tirón. Pero es inútil. Ella es la sirena del mar y yo su marinero cansado, destinado
a estrellarse contra sus rocas.
“Necesito tu ayuda”, dice ella, su voz es un murmullo seductor. “No puedo hacerlo por
mi cuenta. No en este estado —añade, rozando su barriga con una mano.
Mis sentidos se llenan con su olor, la sensación de ella, la atracción magnética que
todavía siento cada vez que está cerca. Ella no está peleando limpio. Saco mis brazos
suavemente de su agarre. "Solo dime, Rakas".
Con una sonrisa, deja su acto de sirena y su voz vuelve a la normalidad. "I
Necesito que vayas a IKEA conmigo.
Mi excitación se hunde como un globo de plomo. "Mierda. ¿Esta noche?"
"Vamos", se ríe, colocando sus manos sobre mis hombros. No será tan malo. dentro
y fuera Solo necesito recoger una librería para la habitación del bebé.
Y a menos que quieras que levante cajas pesadas…

"No", gruño. “Mi esposa, embarazada de ocho meses, no levantará estanterías. Pensé que
ya teníamos uno —añado. No es una pregunta. Sé que tenemos una librería en la habitación
del bebé. Lo puse juntos.
“Sí, pero ¿has visto cómo se apilan todos los libros? Lo juro, si Tess nos compra uno más,
podríamos abrir nuestra propia biblioteca.
"Si me dices lo que quieres, iré a buscarlo", le digo, alisándome las manos.
por sus costados. “No hay necesidad de que te vayas. Quédate aquí y descansa.
Ella se aleja con un puchero. “Pero quiero ir. Tú eres el que no le gusta IKEA”.
“Hay demasiada gente”, razono. “Y los pasillos son demasiado angostos.

Y la última vez ese rufián te golpeó el tobillo con su carrito. Mi mente se inunda con el recuerdo
de ella llorando de dolor. Se le cayó el refresco al suelo y tuvimos que buscar a un miembro del
personal para que fuera a buscar un trapeador.
Ella se ríe, despidiéndose de mí. “Sí, eso dolió como una perra. Pero eso fue una vez.
Dudo mucho que ese chico vuelva a estar allí. Y si lo es, dejaré que le pegues en la cabeza,
¿de acuerdo?
Me quejo, sabiendo que no lo dice en serio. Ella nunca me deja hacer violencia en su
nombre.
“Además, sabes cuánto amamos a todos sus galletitas de chocolate”, bromea. Luego se
inclina, arrastrando un dedo suave por el puente de mi nariz. “Y si eres muy bueno… y no te
quejas de la multitud ni una sola vez…” Se pone de puntillas y me susurra al oído: “Te compraré
un frasco de mermelada de arándanos rojos”.
sonrío “No juegas limpio”.

“Tengo tres maridos súper competitivos”, responde encogiéndose de hombros. “Yo juego
para ganar. Llévate mi café mientras compro, y me pondré un poco de mermelada en los
pezones cuando lleguemos a casa y te dejaré lamerlo.
Ahora los dos nos estamos riendo mientras niego con la cabeza. —Joder —digo, sabiendo
que mis planes para la noche ya están hechos para mí. "Te amo. Incluso cuando me manipulas
con tus artimañas femeninas. Especialmente entonces —agrego para siempre—.
medida.
"Lo sé", responde ella con una sonrisa satisfecha. “Ahora ve a ponerte una camisa. Este
el espectáculo no es para que lo vea el público —añade, señalando mi pecho desnudo.
Con un suspiro paciente, voy en busca de mi camisa perdida. Y siento que también me
puse calcetines en algún momento...
"¿VER? ESTO ESTÁ BIEN”, DICE RACHEL POR TERCERA VEZ, INDICANDO EL CAMINO a
través de la sala de exposición de cocinas de IKEA.
No digo nada, camino obedientemente a su lado, sosteniendo su latte de caramelo
descafeinado. ¿Por qué necesito confirmar lo que ambos podemos ver? Esta es una noche lenta.
Casi no hay nadie más aquí.
Intenté convencer a Rachel de que tomara el atajo directo al centro logístico, pero ella
insiste en que IKEA es una "experiencia". Mi esposa está embarazada de casi nueve meses
de nuestro hijo. Si quiere pasear por IKEA un jueves por la noche mirando sofás cama y
organizadores de armarios, le reservaré el café.
Pero ella parece un poco inquieta esta noche. Por lo general, le gusta tomarse su
tiempo, sentarse en cada silla y nunca escapamos sin al menos un nuevo aparato de cocina.
Esta noche, apenas parece echar un vistazo a las salas de exposición. La observo mientras
mira alrededor, casi como si esperara ver a alguien que conoce en cada esquina.
Sigo su mirada antes de mirarla. "¿Estás bien?"

"Mhmm", responde ella, arrebatando su café caliente de mi mano. "Sí.
Mejor que nunca."
"El bebé"
“Le quedan dos semanas más en el horno”, responde, interrumpiéndome con una
mirada severa. Sus sandalias golpean mientras camina con determinación a través de la
sección de colchones. Prácticamente está marchando.
Mi irritación hierve a fuego lento. “En algún momento reducirás la velocidad, ¿sí?” La
llamo. No hace falta nada para alcanzarla con mis piernas más largas. "¿Te darás cuenta de
que estás a punto de tener un bebé y nos dejarás cuidar de ti?"
Esto llama su atención y aminora el paso, con una mano en su vientre redondeado
mientras me mira. "Te preocupas por mí", dice ella con una sonrisa amable. “Los tres han
sido increíbles. Me mimas tontamente.
Arrugo la frente. “Te mimaríamos más si te sentaras diez minutos juntos”.
Ella me devuelve su café con un suspiro. “Mañana es mi último día antes de la baja por
maternidad. Y apenas he movido un dedo en el trabajo durante el último mes de todos
modos. Doc Tyler y Hillary se preocupan por mí como un par de gallinas. La única que no
me trata como si fuera de cristal es Poppy.
Y ustedes tres son aún peores una vez que llego a casa…”
“Porque estás embarazada…”
"Sí, embarazada", resopla, con las manos en las caderas. Sus hermosos ojos oscuros
brillan con fastidio. “No estoy enfermo, y no me estoy muriendo. De hecho, esto de aquí…
Ella agita una mano en su vientre. “Esta es una señal de que estoy prosperando, Ilmari. Estoy
perfectamente sano. Lil Baby No Name también es saludable. Soy tan fuerte como siempre e
igual de capaz”.
"No lo sabemos", murmuro.
Ella me lanza una sonrisa. "Además", dice ella, su voz de repente más fuerte. "No te
escuché quejarte anoche cuando te estaba haciendo una garganta profunda en la ducha..."
"Saatana, Rakas", me quejo, envolviendo un brazo alrededor de ella y tirando

ella a mi lado mientras se ríe. "¿Quieres que todos conozcan nuestro negocio?"
Ella resopla, sacando mi mano de su boca y entrelazando nuestros dedos. “Vamos,
Hombre Oso. Tampoco olvides nuestro trato sobre la mermelada —añade con una mirada hacia
atrás, batiendo sus pestañas—.
Niego con la cabeza con un suspiro, siguiéndola a su lado.
Mientras caminamos en silencio por la sección de niños, mi medidor de mierda comienza
a zumbar. Ella no se detiene. ¿Mi esposa no tiene interés en mirar muebles para bebés? Rachel
"Mira qué diminuto y lindo" ¿Price no está tratando de convencerme de que necesitamos un
juego de cocina de madera para niños? ¿Ninguna discusión acalorada sobre agregar otro
animal de peluche a la colección de animales?
“Rakas,” murmuro, tirando de ella para que se detenga. "Qué está pasando"
"Mierda. Está bien, está bien —resopla—. Todo su comportamiento cambia. Ya no sostiene
mi mano, se aferra a ella. Sus ojos oscuros se agrandan mientras me mira. Sus nervios me
pusieron nervioso.
"Cariño, ¿qué"
“Dije que estaría de acuerdo con esto, pero ahora estoy entrando en pánico”, dice ella.
“Por favor, sé cuánto te amamos, ¿de acuerdo? Y si dejas que esto suceda, haré lo que
quieras, cariño. Lo digo en serio. Cualquier cosa. Elige tu fantasía más pervertida—”
"Amar"
"O tareas", dice ella. “Me pondré de rodillas y fregaré cada zócalo
con agua y jabón. Limpiaré tu ropa de hockey durante un mes…
—Rachel —gruño, con las manos sobre sus hombros—. Bajo mi cara más cerca de
suyo. “Respira… luego háblame. ¿Qué ocurre?"
Ella toma aire, conteniéndolo en sus mejillas. Ella lo deja salir en un soplo.
“Nada”, dice ella, sacudiendo la cabeza. "Nada está mal. Solo sé que todos
te amo tanto.” Pero sé que está mintiendo. Parece que contener la verdad está a punto de hacerla
estallar como un globo.
"Raquel—"
"Solo vamos", dice, tirando de mí. “Y recuerda que, si bien puedo ser cómplice, definitivamente
no fui el autor intelectual”.
Mi corazón se detiene cuando el cerebro se pone al día.
Oh mierda Ella no puede querer decir...

Damos la vuelta a la esquina del café y— "¡¡FELIZ
CUMPLEAÑOS!!!"
Me detengo bruscamente y me enfrento a una enorme multitud de personas que gritan a la vez.
Cada persona que conozco en esta ciudad parece estar abarrotada dentro de este IKEA. Todo el
equipo de los Rays, sus esposas e hijos, personal de apoyo, nuestros vecinos. Incluso veo a mi
barista favorito de la cafetería local con un gorro de fiesta y haciendo sonar una matraca.
Sobre sus cabezas, una enorme pancarta dice "¡Feliz cumpleaños, Marte!"
Hay globos, niños gritando y corriendo, ruidosos... y yo soy el centro de atención. Este es mi infierno
personal. me siento congelada
A mi lado, Rachel aprieta mi mano. "¿Sigues vivo?" pregunta, mirándome. “Recuerda, yo tenía
—”
“Nada que ver con esto. Sí, lo sé —digo, recuperando el aliento. I
aprieta su mano para tranquilizarla.
Todos los muchachos avanzan y hay una cara a la cabeza con una sonrisa de lado.
"¡Todo esto fue idea mía!" grita Jake, envolviéndome en un gran abrazo. "I
jodidamente te amo, hombre.”
"Lo sé", le digo, simplemente dejando que suceda. No habrá quien lo detenga en este punto.
¿Por qué luchar?
"Amigo, está jodidamente enojado", dice Novy con una risa.
“Te dije que lo estaría”, dice Morrow. "Hey hombre. Feliz cumpleaños”, él
agrega, golpeando mi hombro.
Jake me deja ir, dirigiendo su atención a Rachel. Él la envuelve en un rápido abrazo. “No puedo
creer que realmente funcionó. Estabas tan sorprendida —me dice.
“Debería haber visto tu cara”, se ríe Davidson, tomando un sorbo de su agua con gas.
“Estaba seguro de que te romperías y nos delatarías a todos”, bromea Jake con Rachel.
“Casi lo hago”, responde ella, y todos se ríen.
Jake pasa un brazo alrededor de mi hombro, empujándome hacia adelante. "Vamos,

anciano. Ven a ver tu fiesta.
Miro alrededor a todas las decoraciones, notando las caras del personal de IKEA
desconcertado, todos deambulando con sus camisas de rayas azules y amarillas.
“Jake, sabes que soy finlandés…”
"Por el amor de Dios, Mars", se queja. “Sí, lo sé. Todo el mundo sabe. Esa planta de la
casa lo sabe”, agrega, señalando una planta falsa sobre la mesa. “Pero Finlandia no tiene una
gran tienda de muebles con una cafetería en la tienda que venda suficiente salmón y brócoli
para alimentar a esta multitud. Y lo busqué —añade, empujándome hacia adelante y señalando
los coloridos letreros del menú.
“Aquí todo es lo que comes en Finlandia también. Y mira los globos”, añade con otro apunte.
“Solo azul y blanco. sin amarillo Fui muy estricto con eso”.
No puedo evitar sonreír, sacudiendo la cabeza.

Langley entra y me pone un gorro de fiesta azul brillante en la cabeza. "Feliz cumpleaños,
Marte".
“La cafetería es nuestra por la noche”, dice Jake con un movimiento de su mano.
“¡Albóndigas suecas y salmón para todos!” Dice esto lo suficientemente alto como para que los
que están alrededor lo aclamen. Luego se inclina, apretando su brazo alrededor de mis
hombros. “Y lo siento, pero los postres aquí son una mierda total, así que compré un buen
pastel. Es por allá. Y la mesa actual está allí”, agrega, señalando en direcciones opuestas.
Miro entre los asistentes a la fiesta y veo una mesa repleta de

regalos coloridos. "Cristo"
La música comienza en la esquina y la multitud aplaude de nuevo. ¿Jake trajo un DJ al
IKEA?
Los niños corretean mientras Jake me mantiene en su órbita, obligándome a hacer las
rondas y saludar a todos mis invitados. Rápidamente pierdo el rastro de Rachel mientras ella
también revolotea, abrazando esposas.
En poco tiempo, me encuentro sentado en una mesa, rodeado de Rays. Jake barre detrás
de mí y deja un plato con una floritura. Es un plato IKEA de salmón, puré de patatas y verduras
al vapor. Hay una vela clavada en el filete de salmón. La punta parpadea con una luz cálida y
dorada. Mientras la multitud me rodea, los Rays más cercanos lideran a todos en un coro
caótico de 'Feliz cumpleaños'. Soplo la vela entre vítores bulliciosos.
“Feliz cumpleaños, hombre”, dice Jake, inclinándose para hablarme al oído, apretando mis
hombros con ambas manos. "Te amamos." me picotea la mejilla
con un beso amistoso antes de dirigir su atención a Davidson sentado a mi lado. Es una pelea
cuando Jake lo obliga a moverse, diciendo que ese lugar está reservado para nuestra esposa
embarazada. Poco después, Rachel se une a nosotros y comparto mi salmón con ella. Y joder
si las magdalenas no son condenadamente deliciosas.
DURANTE LA HORA SIGUIENTE, JAKE APENAS ME DEJA FUERA DE SU VISTA. DE ALGUNA

MANERA me obligan a jugar un juego de tirar bolsas llamado 'cornhole'. Cuando los delanteros
comienzan a tomarse el juego demasiado en serio, solo se necesitan unos pocos lanzamientos
malos cuidadosamente colocados de mi parte para ser expulsado.
Me escapo al baño, tanto en busca de un momento de paz como de un lugar para hacer
mis necesidades. Me estoy lavando las manos en el fregadero cuando la puerta se abre. Miro
hacia arriba para ver a Caleb entrar.
Se detiene junto a la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho. Lleva una sonrisa
satisfecha, como si supiera cuánto me está matando esto. Apenas lo he visto en toda la noche.
Se ha mantenido al margen de la fiesta, retrocediendo en silencio o ayudando al personal a
recoger los platos.
"¿Qué tan mal quieres irte?"
"Está bien", le digo, enjabonándome las manos con jabón.
Da unos pasos más cerca. Di la palabra y te sacaré de aquí. Justo afuera hay un corredor
"solo para empleados" que nos llevará al frente. Lo sé. Lo comprobé."
Intercambiamos una sonrisa. “Apreciado, pero innecesario.”

Su sonrisa se hunde ligeramente. "¿Por qué estás tan de acuerdo con todo esto?"
Solo me encojo de hombros. "Es importante para Jake".
Él asiente, cerrando la distancia entre nosotros, con la cadera apoyada contra el
fregadero. “Jake te ama”, dice, mirando mi reflejo en el espejo, en lugar de mirarme a mí. “Eso
es lo que es esto. Esta terrible fiesta es porque te ama.
"Lo sé."
“Él solo quiere que veas cuánto te aman. Por el equipo, por Jax.
Quería rodearte con los rostros de todos los que piensan bien de ti”.
"Lo sé", digo de nuevo.

"Entonces... ¿no estás enojado?"
Lo miro por encima del hombro. Su expresión es imposible de leer.
"¿Por qué estaría enojado?"
“Porque esta fiesta es tu infierno literal”.

"Tal vez", digo con una sonrisa. Pero sé que tiene buenas intenciones.
"Lo hace." Caleb mete la mano en el bolsillo trasero y saca un sobre. Con un suspiro me lo
ofrece.
"¿Qué es esto?" digo, secándome las manos en los pantalones antes de tomarlo.
“La otra mitad de tu regalo. Él nos coordinó. Jake quería que esta fiesta fuera de él. Y se
supone que esto es mío”, agrega, señalando el sobre. “Pero ambos son de Jake”.
Bajo la mirada al sobre. "¿Debería abrirlo ahora?"

Se encoge de hombros. "Lo que quieras. Es tuyo de cualquier manera.
Lo abro y saco los pocos papeles doblados que hay dentro.
“Es un viaje al Gran Cañón”, dice antes de que pueda terminar de leer la parte superior de
lo que aparentemente es el recibo de los boletos de avión. “Jake lo planeó todo”, agrega. “Solo
para nosotros cinco”.
Miro hacia arriba. "¿Cinco?"
"Sí, él quiere que sean las primeras vacaciones familiares de Nugget".
Sonrío, mirando hacia abajo a los papeles.
Él sabe lo mucho que has querido verlo. Él planeó todo. Globo aerostático al amanecer,
crucero por el río, caminatas, un día de spa. Y todo es privado. Sin multitudes. nada de hockey
Solo el aire del desierto en tu cabello.
Y solo nosotros. Solo familia.
Asiento con la cabeza, la emoción espesa en mi garganta. "Es perfecto", digo, doblando los
papeles y deslizándolos dentro del sobre. Miro a Caleb de nuevo.
"¿Por qué te hizo darme esto?"
Caleb se encoge de hombros, con las manos en los bolsillos. “Creo que quería que yo
pareciera el reflexivo. Ya sabes, para el equilibrio.
"No recuerdo haber hablado alguna vez sobre el Gran Cañón con Jake",
Lo admito, luchando contra mi sonrisa.
"Estoy seguro de que lo has hecho", murmura.
"Estoy seguro de que no", respondo, cruzando los brazos sobre mi pecho para reflejar su
postura. “Lo he discutido contigo. Varias veces. Tú le diste la idea, ¿no?
Se encoge de hombros de nuevo. “Quería mi opinión. Tienes suerte de que haya elegido
este, porque mi otra recomendación fue Disney World”, agrega con una sonrisa.
Gimo, imaginándome a los cinco deambulando por Disney World siendo detenidos cada diez
pies por alguien que quiere tomar una foto. pensarías
después de dos años, el interés del público en nosotros se desvanecería. Todos hemos aprendido a
sobrellevarlo, pero unas vacaciones privadas solo con nosotros y sin ojos externos se sienten
perfectas.
"Gracias, Caleb".
El asiente. "Feliz cumpleaños, Marte". Mira por encima del hombro hacia la puerta.
“Probablemente deberíamos regresar allí. No quiero privar a esta fiesta de su estrella brillante”.
Me río, aunque por dentro siento un aleteo de confusión en lo profundo de mis entrañas.
También hay un destello de reconocimiento de mi nuevo compañero de tiempo completo: duda.
La verdad es que me he cansado de ser el centro de atención. Cansado de los eventos de

prensa. De responder preguntas sobre mi salud y estado físico para jugar, diseccionar todas mis
malas paradas y hacer vagas promesas sobre juegos futuros.
Estoy cansado de los viajes interminables, el carrusel giratorio de los juegos en casa y fuera. Estoy
cansado de vivir con maletas y de extrañar tanto a mi esposa que no puedo respirar.
Solo estoy cansado.

En cuerpo.
en espíritu
Y nuestras vidas están a punto de cambiar de una manera sísmica. El nacimiento de este niño
lo cambiará todo. Para Rachel: su capacidad para viajar con nosotros, su capacidad para trabajar, al
menos al principio. Para nosotros tres también. Manejar cuatro carreras con un niño será difícil por
decir lo menos. Caleb es parte integral del funcionamiento de los rayos. Sé que lo están mirando para
un ascenso a Jefe de Equipos. Y Rachel solo lleva un año en su nuevo puesto de subdirectora. Jake
está en llamas, jugando lo mejor que tiene en su carrera.
Y aquí estoy, apenas manteniéndome unido— “Oye,” murmura

Caleb, su mano en mi hombro. "¿Estás bien?"
Miro hacia abajo, siguiendo la línea de su brazo hasta su cara. "¿Mmm?"
"Te perdí allí", dice, con las cejas bajas sobre sus ojos oscuros. "Tú
se metió en lo más profundo de tu cabeza. ¿Qué pasa?"
He estado guardando estos sentimientos dentro de mí durante semanas. Meses. Si tuviera que
decirle a alguien, sería a Caleb. Jake intentaría arreglarlo todo y Rachel lo asumiría como su carga.
Caleb solo escuchará.
Él me dejará tratarlo a mi manera.
Se acerca más, su mano se desliza de mi hombro, baja por mi brazo.
Fuera del sexo, es raro que me toque. No me avergüenza admitir que yo
gusta. Toda su atención está en mí y me siento cálido. Seguro. Protegido.

"Oye", dice, su voz suave. Me mira como si nadie más existiera. "Háblame."
Abro la boca, lista para decirle cómo me siento— BANG.
La puerta detrás de él se abre de golpe y Langley agacha la cabeza dentro. “Chicos, joder,
ahí están”, jadea.
Caleb se da la vuelta y deja caer su mano lejos de mí. "¿Qué?"
Soy Raquel. Vete a la mierda aquí.
Mi corazón se cae de mi pecho y prácticamente empujo a Caleb para llegar a la puerta.
Salimos al mismo tiempo, corriendo por el pasillo y doblando la esquina de regreso al café. Es
un pandemónium.
"¡Mover!" Caleb grita, empujando hacia adelante.
Usando mi altura, la busco.
"¡Allí están!" Tess llama. “¡Chicos, por aquí!”
La multitud se separa y veo a Rachel de pie, con ambas manos sobre su estómago.
Jake está junto a ella, su brazo alrededor de sus hombros, una mirada de pánico en su rostro.
"Oh, gracias, carajo", grita. "Ven aquí."

"¿Qué ocurre?" dice Caleb al mismo tiempo que digo: "¿Qué pasó?"
“Me estoy volviendo loco”, grita Jake. "¡No puedo lidiar con esto por mi cuenta!"
Algunas personas se ríen cuando Rachel pone los ojos en blanco, acariciando su mano
como si él fuera el que está en peligro. “Ángel, estoy bien”, dice ella. Su sonrisa lista alivia mi
pánico.
Ella esta bien. Esto esta bien. Esto es
— “No estás jodidamente bien,” responde Jake. “¡Vas a tener a nuestro bebé en un IKEA!”
Pasa una mano por su cabello. "Oh, Dios mío, vamos a tener que llamarlo Flörp o Lörten o algo
así, ¿no?"
“No seas dramático”, responde ella mientras las esposas a su alrededor se ríen.
Pero Caleb y yo todavía estamos en la oscuridad, así que nada de esto es divertido. pasos de caleb
en su otro lado. Será mejor que alguien nos diga qué diablos está pasando…
“Ella va a tener el bebé”, responde Jake.
“No, no lo soy”, contesta Rachel. “Bueno, quiero decir, sí, viene Little Flörp Price”, bromea.
“Pero tenemos tiempo”, agrega, mirándome. “Se me acaba de romper la fuente”.
"Oh, mierda", dice Caleb, repentinamente sin aliento.

"El mejor regalo de cumpleaños, ¿eh, grandullón?" dice JLo, dándome un codazo en las
costillas.
Por segunda vez esta noche, me siento congelada. ¿Esto está pasando ahora? Aún
teníamos semanas. tenia semanas. Para decidir. Planificar. Para dar a conocer mis sentimientos.
Miro a Caleb, esperando que pueda ver la desesperación en mis ojos. En un abrir y cerrar de
ojos, el interruptor en su cerebro se enciende y suspiro audiblemente con alivio, sabiendo que él
se encargará de todo.
“Correcto”, ladra, alejándose de Rachel. “Se acabó la fiesta, imbéciles.
¡Nuevo, mañana!
Los chicos dan un paso adelante.
“Estás en servicio de limpieza”, ordena Caleb.
"Entendido", dice Morrow asintiendo.
Caleb rodea a Rachel, buscando en el bolsillo de Jake. "¡JLo!"
"¿Sí, jefe?" dice, dando un paso adelante.
“Lleva nuestro auto a casa”, responde Caleb, arrojándole las llaves del auto de Jake. "Consigue el
bolsas junto a la puerta principal y llévelas al hospital. Y"
“Llévate al perro a casa conmigo”, termina JLo por él. "Considérelo hecho."
“Tenemos a Sy”, dice su esposa, Lauren. Ni siquiera te preocupes por él.

Las chicas están encantadas de tenerlo”.
"Solo vete", dice Langley, interviniendo a mi otro lado. "Tenemos
todo cubierto aquí, chicos. Ve a tener ese bebé.
Todo el grupo vitorea eso, pero apenas lo escucho. Mi mente todavía está demasiado
agitados como rápidos en un río.
Entonces la cara de Caleb flota frente a mí. “Ayuda a Jake a conseguir el huracán
afuera. Yo haré girar el coche.
Se da vuelta para irse y extiendo mi mano, agarrándola del brazo. Él
se detiene bruscamente, dando vueltas. "Marte, ¿qué"
"Espera", le digo, con el corazón en la garganta. No puedo hacer esto sin él aquí. Necesito
a él. Me castiga de una manera que los otros dos no pueden.
Él tira de su brazo, tratando de liberarse. "Marte"
"Dije, espera", gruñí, tirando de él hacia adelante. Yo también necesito a Rachel. y jake
Necesito a mi familia.
Ella sonríe cuando me acerco, lo que demuestra su emoción. Pero la tensión de su mano
mientras toma la mía desmiente sus nervios. Ella también me necesita.
Mi familia me necesita.
Besando su frente, mantengo un fuerte agarre sobre Caleb mientras me doy vuelta, despejando mi
voz para dirigirse a la multitud. “Gracias a todos por venir esta noche”, llamo.
La sala vitorea y vitorea, todos con amplias sonrisas.
“He jugado en muchos equipos en mi larga carrera”, prosigo. “Pero los Rays son
especiales. Esto no es un equipo, es una familia —digo, mirando todas las caras alrededor
de la habitación. “He estado agradecido de ser parte de esto”.
Muchas personas sonríen y asienten.
Miro a Rachel y Jake, tomando una decisión que afectará el resto de nuestras vidas.
Pero sé hasta la médula que es la decisión correcta. Mi familia me necesita ahora, y quiero
estar lo suficientemente en forma para estar ahí para ellos en todos los mañanas que
compartimos. Se merecen lo mejor de mí, no lo que quede cuando me saquen del hielo.
"Ilmari...", murmura Rachel, apretando su mano en la mía, y sé

ella sabe.
"Oh, mierda", dice Caleb a mi otro lado. Él también lo sabe.
Tomando aliento, llamo a la sala: "Cada momento de mi carrera ha sido una bendición...
pero he terminado". Mi mirada se posa en el entrenador Johnson, de pie junto a la mesa
del pastel con un sombrero de fiesta y una mirada de sorpresa. "Esta será mi última
temporada jugando al hockey profesional", le digo, mirándolo directamente. “Cuando termine
esta temporada, me retiraré”.
El silencio sigue a mis palabras mientras todos en la cafetería se sientan con mi
anuncio.
La presa finalmente se rompe cuando Novy grita: “¡Escuchémoslo por Mars Price! ¡El
mejor maldito portero que la Liga haya visto jamás!”.
La cafetería se vuelve loca, y luego todos se adelantan, abrazándome y felicitándome.
es un caos Soy golpeado por todos lados mientras Caleb y Jake protegen a Rachel hacia
atrás.
Sólo dura uno o dos minutos antes de que Jake esté de vuelta a mi lado. "¡Está bien,
basta!" ladra, haciendo señas a la gente para que retroceda. “Le haremos una gran fiesta
de jubilación este verano. Por ahora, será mejor que todos ustedes, imbéciles, hagan que
este lugar luzca impecable. No quiero que IKEA me llame mientras estoy en el hospital
diciendo que robamos una bandeja o que raspamos el piso”.
"Lo tenemos, hombre", dice Novy. "Solo vamos"
"¡Sí, antes de que Doc saque a ese bebé aquí y ahora!"
“Al menos hay muchas camas aquí—”
“¡Y toallas!”
“¡Mi esposa no va a tener a nuestro bebé en un IKEA!” Jake grita. “¡Así que todos quítense del
camino!”
Esa frase me saca de mi estupor. “Mitä vittua”, maldigo. Mi esposa embarazada está de parto en
un IKEA y yo estoy aquí dando discursos. Dejo ir a Caleb y él toma la indirecta. Cruza corriendo el
café, ansioso por llevar el auto.
Me adelanto y me uno a Jake para tomar a Rachel de las manos. Ella parece
de buen humor, con las mejillas sonrojadas, los ojos vidriosos de emoción.
"¡Buena suerte!"
“¡No puedo esperar para conocer a Baby Price!”
“¡Feliz cumpleaños, Marte!”
La multitud nos desea lo mejor mientras despegamos, siguiendo al miembro del personal de IKEA
listo para guiarnos a través del atajo al frente de la tienda.
“Jesús, maldito Cristo”, se queja Jake desde el otro lado de Rachel. “¿Terminaste de darme un
ataque al corazón, Marte? ¿Estás en esto ahora?
"Estoy aquí", le respondo, la voz fijada con determinación.
"¿Y estás seguro?" Rachel dice, mirándome. “¿Sobre la jubilación? No tienes que decidir nada
ahora…
“No,” digo rápidamente. El peso en mi pecho ya se siente más ligero. Puedo
respira de nuevo. “No, está terminado. El hockey se acabó para mí”.
“Mierda, se me puso la piel de gallina”, dice Jake desde su otro lado. "¿Estás seguro de que estás
seguro?"
"Terminé", digo de nuevo. “Mi cuerpo está hecho. He jugado suficiente hockey durante diez vidas.
Es hora de una nueva aventura —agrego, haciendo un gesto hacia el vientre de Rachel.
Raquel sonríe. “¿Papá a tiempo completo? Me gusta. Aunque puede que llegues a preferir el
hockey.
"Sí, no para hacer caca en tu fiesta, Mars, pero esta noche no se trata realmente de
nunca más”, dice Jake. "Rachel y Nugget te eclipsaron".
"Y lo siento por eso", agrega rápidamente, exhalando a través de la boca fruncida.
labios. "Sin embargo, no se pudo evitar".
"No te disculpes", le digo. “Estás a punto de tener a nuestro hijo. No hay mayor regalo que uno
pueda recibir”.
Jake solo suspira. "Y así, semanas de planificación desperdiciadas sin que se escuchara ni un
'gracias, Jake'".
Rachel se ríe de nuevo. “Tendremos una segunda oportunidad en un par de meses. Puedo atraer
a Ilmari aquí con falsos pretextos de nuevo. Tal vez la próxima vez tengamos un
Castillo inflable."
Ella y Jake se ríen.
Tengo una idea mejor digo, una idea dando vueltas en mi mente.
Ambos me miran fijamente.
“Está bien, con esa cara, incluso yo estoy asustado”, dice Jake mientras Rachel se ríe de
nuevo.
Yo sonrío. “El cumpleaños de Caleb es en noviembre, ¿sí?”
—Síiii —responde Rachel, sus ojos oscuros se entrecerraron en mí—.
“¿Qué tal si le organizamos un fin de semana de fiesta de cumpleaños de los Rays en
Disney World? Amigable con la familia. Todos los parques. Más el del agua.
Tanto Rachel como Jake se detienen y me miran. Entonces sus rostros se dividieron en
sonrisas gemelas.
“Eres un jodido genio malvado”, dice Jake.
“Lo odiará tanto”, repite Rachel. Oh, Dios mío, disfraces. Podemos tener disfraces para
cada parque. Congelado y puede ser Olaf…
“Por favor, vístelo como Peter Pan otra vez”, se ríe Jake. “Fóllame, mejor
idea alguna vez. Y todavía tengo mucho tiempo para planificar. Eres asombroso, Marte…
"Pero el bebé primero", dice Rachel, su aliento sale en un pequeño jadeo. "En este punto,
aceptaré cualquier cosa siempre y cuando saquemos a este bebé de mí primero".
Su mueca actúa como un shock en nuestros sistemas y Jake y yo cambiamos
completamente al modo de defensa. Nuestra esposa está de parto. Nada se interpondrá en
nuestro camino para llevarla sana y salva al hospital.
“Espera, oh no”, grita Rachel, tratando de detenernos.
"¿Qué?" gruño.
"¿Que ocurre bebe?" Jake hace eco.
Ella mira por encima del hombro y luego me mira. “Tu mermelada de arándano rojo. Dejé
el frasco sobre la mesa.
¿Qué, mermelada? Jake mira entre nosotros con el ceño fruncido confundido. "Tú
¿Quieres detener este desfile de bebés por un tarro de mermelada?
La mirada seria en sus ojos hace que me enamore de ella de nuevo. Está de parto con mi
hijo y, sin embargo, está realmente preocupada por perder un frasco de mermelada.
Me abalanzo y la beso, mi mano ahuecando su rostro posesivamente. Ella suspira en el

beso, con una mano aferrándose a mi camisa. Me alejo rápidamente.
"Olvídate de la mermelada", le digo. Vas a tener nuestro bebé. Solo concéntrate en eso ahora,
¿Joo?
Lágrimas en sus ojos cuando finalmente se permite sentir la intensidad de este

momento.
“Ten este bebé para nosotros y te compraré un frasco de mermelada para cada día de la
semana”.
Lentamente, ella asiente, respirando nerviosamente mientras su mano cubre la mía.
"Sí."
Jake mira entre nosotros, con una ceja levantada. "¿Sí?"
"Sí", repito.
"Está bien. Entonces vamos, Equipo Price. Estamos haciendo esto. Es hora de bebés”.
Jake entra detrás de nosotros, sus manos sobre nuestros hombros mientras nos da un pequeño
empujón. "No más paradas no programadas, o Cay se volverá creativo y prenderá fuego al
edificio solo para sacarnos".
Tan pronto como Jake lo dice, me doy cuenta de que no podemos creer que Caleb tome
una medida tan drástica. No en lo que a Rachel se refiere. —Ven —digo, agarrando con más
fuerza la mano de Rachel—.
Detrás de mí, escucho la ansiedad en la voz de Jake cuando dice: “Y todos sabemos que
estaba bromeando sobre lo de Flörp, ¿verdad? Mars, si este es tu bebé, por favor no lo llames
Flörp, ¿de acuerdo?
Sonrío, mirando por encima de mi hombro hacia él. "Sin promesas."
"Mierda."
5
PRUEBA DE PATERNIDAD
“Vamos , sabes que puedes decírmelo. ¿Tiene alguna preferencia?" Tess se

inclina, apoyando los codos en el borde de mi cama de hospital, mientras
me muestra una sonrisa de complicidad.
Solo me río, sacudiendo la cabeza. "Sabes que no lo hago".
"Pero si lo hicieras", bromea.
Pongo los ojos en blanco. No me hagas llamar a la enfermera. Te arrastrará por tus bonitos
rizos rojos.
"Bien", ella resopla, inclinándose hacia un lado. “Quiero decir, no puedo ganar mi apuesta si tú
no solo me dirá… pero está bien.”
"Oh, Dios mío", lloro mientras ella se ríe. Miro a mi alrededor en busca de algo que arrojarle,
pero nada está lo suficientemente cerca. “¡ No vas a hacer apuestas sobre cuál de mis maridos
quiero que sea el padre de mi bebé, Tess! Sabes que no voy a elegir.
Ella resopla, recostándose en su silla. “Niña, solo escucha esa oración y dime que no vivimos
en una especie de mundo loco”, dice con una sonrisa, sacudiendo la cabeza.
Lo reproduzco en mi cabeza, y ahora también estoy sonriendo. Supongo que tiene un punto.
Desde afuera, sé que mi vida parece poco convencional. Muy públicamente casada durante tres
años con tres hombres maravillosos. Tenemos un hermoso hijo. Otro se acurruca dormido en mis
brazos, recién nacido.
Por supuesto, el momento podría haber sido un poco mejor. Por estas fechas, el año pasado,
acababa de dar a luz a nuestro dulce Jamie. Estaba lista para instalarme en la maravillosa y
extraña vida de la paternidad. Pero luego tuve que volver a embarazarme menos de dos meses
después.
Ahora ha pasado más de un año y medio de estar perpetuamente embarazada.

Mr. Oops Baby también salió temprano, sufriendo un leve caso de ictericia. Hemos estado en el
hospital dos días más, ya que nuestro insecto amoroso más nuevo ha pasado un tiempo envuelto
en una manta UV como una luciérnaga. También tuve algunas manchas fuertes que me
preocuparon un poco al principio, así que me mantuvieron aquí también.
"¿Cómo está Lil Sin Nombre?" dice Tess, asomándose por el borde de mi
cama en el bebé agrupado.
Le sonrío, rozando un dedo a lo largo de su mejilla. “Rosa y perfecta.”
"¿Todos van por tres en tres?"

—Demonios, no —murmuro, moviéndose hacia atrás contra mis almohadas. “El Price Pussy
Palace está cerrado por reformas. Te das cuenta de que he estado embarazada durante dos años
seguidos, ¿verdad?
“Por supuesto que sí”, responde ella. “Me quedé sin ideas creativas para cócteles sin alcohol
hace un año”.
Dios, quiero un trago digo con un suspiro. “Quiero que me emborrachen con vino de mierda y
bailar en la cocina sabiendo que nadie más dentro de mi cuerpo está siendo envenenado o
empujado”.
“Podemos hacer que eso suceda”, responde ella. “Deje a los bebés con sus hijos y venga a
mi casa para una fiesta de rosados y balanceos en mi cocina. Nos desnudaremos hasta quedarnos
en ropa interior y comeremos crema batida directamente de la lata.
Me río. "Dios, eso suena increíble".

"¿Cuándo regresan?"
Toco mi teléfono, iluminando el último texto en mi pantalla de bloqueo. "Están en camino".
Tan pronto como llegó Tess, hice que todos se fueran. Han estado aguantando durante casi
una semana aquí en el hospital. Pero necesitaban duchas y ropa limpia, y yo necesitaba espacio.
Mi habitación de hospital parece el resultado de una fiesta de pijamas con todas las sillas y mantas
añadidas, bolsas de lona abiertas, botellas de bebida vacías y recipientes de comida.
Sin mencionar que todos mis hijos se quitan los calcetines como Tess se quita el pelo. Incluso
ahora, veo uno en el suelo. Dios, ¿quién estaba aquí quitándose los calcetines? Es tan antihigiénico.
Solo niego con la cabeza con otro suspiro cansado. No puedo evitar amarlos, con o sin calcetines.
“Caray, tus muchachos son unos vagos”, dice Tess, mirando a su alrededor.
“Solo porque estaban distraídos”, respondo, lo cual es mayormente cierto.

Ilmari en particular es un fanático del orden. Pero una esposa postrada en cama y un bebé enfermo lo tiene
todo enloquecido en este momento. Estoy seguro de que se fue a casa y limpió febrilmente mientras los
demás se duchaban.
Sin embargo, lo de los calcetines... ha sido un argumento básico en nuestra casa durante tres años.
Jamie ni siquiera es uno todavía, e incluso él se suma al caos. Encuentro sus lindos calcetines de bebé
mezclados con los de ellos por todas partes.
Tess se levanta y empieza a organizar la habitación, tirando la basura a la
lata grande junto a la puerta. "¿No Name finalmente obtiene un nombre hoy?"
Asiento con la cabeza. "Deberíamos recibir los resultados de la prueba de paternidad esta tarde".
Todos los chicos estuvieron de acuerdo cuando estaba embarazada de Jamie en que el padre biológico
se encargaría de nombrar al bebé. Llegué a casa del trabajo una noche y los encontré a todos sentados
estoicamente en la mesa de la cocina, la suave luz dorada proyectaba sombras a su alrededor como algo
salido de una pintura al óleo. Eran tan serios cuando me sentaron también. Lo juro, por un segundo rápido,
pensé que estaban rompiendo conmigo.
En cambio, me explicaron su razonamiento para dejar que el padre biológico eligiera el nombre del
bebé. Estaba tan aliviada, y hormonal, que rompí a llorar y Jake tuvo que calmarme con helado mientras Cay
me frotaba los pies.
Antes de que Tess pueda responder, hay un fuerte golpe en la puerta. Mi enfermera entra y se dirige al
lavabo para lavarse las manos. Es una hermosa dama negra mayor con ojos amables y una gran sonrisa.
"Hola mamá. ¿Cómo está nuestro chico?
—Bien —digo, moviéndolo un poco en mis brazos—. “Todo lo que hace es dormir”.
"Eso es bueno. Un bebé bien alimentado y con sueño es lo que nos gusta ver. Todas sus pruebas se
ven muy bien”, agrega. “La ictericia ha desaparecido maravillosamente. Y también te han dado el visto bueno.
Doc está listo para darles de alta a ambos.
"Yay", dice Tess, dando la vuelta para sentarse en la silla de nuevo.
“Y tenemos los resultados de la prueba de paternidad”, agrega la enfermera Kelly, con la mirada fija en
su tableta mientras pasa y toca la pantalla.
Tess y yo nos quedamos quietos, intercambiando una mirada.
"Yo... umm, bueno, mis muchachos aún no han regresado", digo rápidamente. "Realmente no quiero
saber sin que ellos también estén aquí".
“Oh, Dios mío”, grita Tess, hundiendo sus dedos en sus rizos. "He estado
esperando nueve meses para esto, Rachel! No puedo esperar más.”
Me giro lentamente hacia ella, con los ojos entrecerrados. "También tienes una apuesta en esto, ¿no?"
Sus carnosos labios rosados se abren mientras golpea esas pestañas hacia mí. “Yo—no—”
Sí, ella es un poco mentirosa. Estoy seguro de que todo el equipo tiene apuestas. Lo hicieron
con Jamie también. Si no estuviera tan cansado, tendría la energía para estar más molesto.
Al menos todos están actuando de buena fe. Están emocionados de dar la bienvenida al nuevo
bebé. Los Rays han sido asombrosos. Claro, hubo preguntas al principio. muchas preguntas Los
chicos tomaron la mayor parte de ese calor. Pero una vez que todos estuvimos casados y el trato
estuvo hecho, todos llegaron a un acuerdo.
Somos Team Price ahora, y nadie que nos conozca se inmuta.
Tess resopla, con los brazos cruzados bajo los pechos. "Bien. Está bien, sí. Estoy en la piscina,
¿de acuerdo? No gané la apuesta de la fecha de vencimiento. Pero aún podría ganar un poco de
dinero con los resultados de paternidad.
"¿Qué tan grande es la piscina?" Digo, entregando a Lil Sin Nombre a la enfermera.
"Ni siquiera quieres saberlo", responde Tess.
Kelly solo se ríe. “Podemos esperar hasta que regresen, cariño. No es gran cosa.
"¿Pero lo tienes justo ahí?" dice Tess, mirando por encima de mí. “Justo en esa pequeña
tableta, ¿tienes los resultados? ¿Podrías decírnoslo?
“Mhmm”, responde Kelly, moviéndose hacia la esquina para pesar y medir al bebé.
Déjala en paz le digo a Tess.

"No puedo creer que no quieras saber", resopla.
" Quiero saber", respondo. “Solo quiero saber con mis muchachos aquí también. Si se enteran
de que me enteré, nunca escucharé el final. Jake hará pucheros durante un mes”.
"Dios, y nada vale eso", se queja Tess.

Kelly se ríe de nuevo, mostrando una sonrisa de complicidad mientras niega con la cabeza.
¿Qué puedo decir? Jake deja una impresión.
“Además”, agrego. “He esperado tanto tiempo. Otros treinta minutos no me matarán.
Una segunda enfermera entra y le lava la mano antes de ir a ayudar a Kelly.

El sonido de alboroto comienza. A No Name no le gusta que lo desenvuelvan de su capullo. El
momento en que escucho el primer gemido es el momento en que la puerta se abre y todos mis
muchachos vuelven a entrar.
Jake está a la cabeza luciendo lavado y fresco, equilibrando un portabebidas con cuatro cafés
de nuestra tienda local favorita. Caleb se arrastra detrás de él, Jamie se apoya en su cadera. Nuestro
primogénito es cada centímetro de su papá, con el cabello oscuro de Jake y hermosos ojos verdes.
"¡Pepita!" Tess chilla, saltando de su silla para arrebatarlo de los brazos de Caleb. Ella se toma
muy en serio su papel de madrina, colmándolo de amor y afecto sin cesar. Sin embargo, rápidamente
tuvimos que poner un embargo a los juguetes. A la tía Tess ahora solo se le permite expresar su
amor a través de experiencias, no de bienes materiales. Con excepciones para Navidad y
cumpleaños, por supuesto.
Ilmari entra el último, dejando que la puerta se cierre detrás de él.

La brillante sonrisa de Jake cae cuando escucha llorar al bebé. Su mirada se dispara de
yo a la esquina. "¿Qué ocurre?"
“Nada”, respondo.
“Simplemente no le gustaba que le revisaran los signos vitales”, agrega Kelly. Se da la vuelta
con No Name envuelto en sus brazos. “Todos se irán a casa hoy”, les dice a los chicos.
“Pero la ictericia”, dice Jake.

“Su recuento de bilis es excelente. Está listo para irse —responde pacientemente.
"Oh, gracias a Dios." Sus hombros se desploman con alivio mientras deja los cafés en mi
bandeja del hospital. “Sin ofender, Kel. Quiero decir, has sido un sólido diez. Pero quiero largarme
de aquí.
Se ríe de nuevo y le entrega el bebé a Ilmari.
Intento que mis labios dejen de fruncirse por la molestia. Aún no me acostumbro a su pelo. Lo
hizo por capricho la semana pasada. Un minuto estaba abajo en el sofá con nosotros viendo la
televisión. Al siguiente, desapareció y bajó una hora más tarde sin su nudo superior. Se había
afeitado todo. Se dejó un poco de pelo encima, gracias a dios. Pero su melena dorada está en mi
bote de basura.
"Me sentí como un cambio", fue todo lo que dijo mientras lo mirábamos boquiabiertos.
Deambula por el borde de la cama, bebé en brazos, y se sienta en la silla, tarareando y
meciéndose para que No Name se calme. Lo estamos alimentando con fórmula para que los
muchachos puedan estar más involucrados. Mientras observo, Jake prepara una botella. Mientras
tanto, Tess hace rebotar a Jamie sobre su cadera junto a la ventana, soplando frambuesas en su
mejilla para hacerlo chillar y reír.
Caleb aprovecha el momento libre para acercarse al otro lado de mi cama. —Oye, nena —
murmura, su mirada no está ni la mitad de relajada que su tono mientras me observa, besando mi
frente.
Tomo su mano, rozando mis labios contra sus nudillos.
“El almuerzo está listo”, llama Jake, sosteniendo la botella. "¿Tú o yo, hombre?" dice en Ilmari.
“Yo”, responde Ilmari, extendiendo su mano.

Jake se estira sobre la cama, pasándole la botella. Luego se agacha, besando mis labios.
“Oye, preciosa. ¿Descansaste mientras no estábamos?
"¿Estás bromeando?" Respondo. Tess estuvo aquí.

"¡Escuché eso!" Tess llama.
“Te compré un café”, se ríe Jake, entregándome mi taza. Y podemos ayudarte a ducharte si
te apetece. Mars trajo todo lo que pediste.
Tomo la copa con entusiasmo. Se siente tan cálido contra mis palmas. Inclino mi rostro sobre
él, respirando profundamente. Dios, este aroma es el nirvana. Estoy tratando de darme gracia,
pero los sentimientos todavía me invaden al menos una vez al día. ¿Soy un monstruo por estar
tan emocionada por no amamantar a mi propio bebé? Porque literalmente no puedo esperar para
ahogar mi hígado en café y alcohol. Siento que debería sentir pena por eso, pero sosteniendo
este café, es difícil recordar por qué.
“Tess, no te compré nada”, grita Jake por encima del hombro, toma su propio café y le da
uno a Caleb. "¿Quieres que Cay vaya a Starbucks por ti?"
Caleb le golpea el hombro. "Hazte voluntario, imbécil".

Tess y las enfermeras se ríen. "Estoy bien", dice ella. Luego me mira, mordiéndose el labio.
“En realidad… hey, uhh… ¿y si llevo a mi ahijado a un pequeño viaje a la cafetería? Me tomaré un
café allí abajo.
Mis tres muchachos se quedan quietos como estatuas. Sí, es terrible con los subterfugios. Su
voz se volvió aguda y chillona al final.
"Oh, mierda", dice Jake con una gran sonrisa. Se da la vuelta para mirar a Kelly. "¿Están los
resultados?"
"Los resultados están listos", responde ella.
"Está bien, respiren todos", dice, con la mano en el pecho. Con su remera blanca impecable,
sus shorts deportivos negros y su gorra de los Rays al revés, luce cada centímetro como mi
muñeco Sporty Ken.
“Volveré en un rato”, dice Tess, cargando a Jamie en su cadera.
El sonido de su feliz gorgoteo los sigue fuera de la habitación.
Caleb se desliza por el borde de la cama para enganchar el asiento vacío junto a Ilmari,
mirando por encima del hombro mientras Ilmari alimenta al bebé.
"Entonces, ¿cómo quieren hacer esto?" dice kelly. “¿Quieres que lo lea en voz alta para
¿tú? ¿Quieres que lo escriba y todos puedan leerlo cuando me vaya?
“Solo dinos”, suplica Jake mientras Caleb dice: “Anótalo”.
Ella me mira y yo le devuelvo la mirada con los ojos muy abiertos, mi café levantado hasta la mitad.
mis labios. "Bueno, no puedo decidir—"
“Cariño, tienes que ser tú”, insta Jake.
"De ninguna manera", digo, sacudiendo la cabeza. "No. Di a luz a estos bebés espalda con espalda.
Ese era mi trabajo. Estoy fuera. Todos ustedes están decidiendo esto.
“Escríbelo”, llama Ilmari en voz baja.
Jake suspira. “Joder, eso es dos contra uno. Escríbelo, Kels.
Con una sonrisa, niega con la cabeza y saca un bloc de notas azules del bolsillo del uniforme. Ella
finge darse la vuelta y usar la pared para escribir. Luego dobla el pequeño Postit y se lo entrega a Jake.
"¿Qué?" él grazna. "¡De ninguna manera! no puedo soportarlo Dios, ¿estás bromeando?” Se
escabulle lejos de ella, agachándose al final de la cama para ir a sentarse en el brazo de la silla de Caleb.
“Bueno, alguien tiene que tomarlo”, bromea, extendiendo su brazo.

Mis tres chicos se inclinan hacia un lado, como si ella se estuviera ofreciendo a dejarlos acariciar una
serpiente de cascabel.
“Dios, solo dámelo”, digo, extendiendo mi mano.

"¿Estás segura, mamá?" dice ella, levantando una ceja oscura.
“Sí, dáselo. De esta manera significa que primero lo conozco —agrego, dirigiendo una sonrisa a
Jake.
“Oye, no es justo”, grita.

“Literalmente te lo ofreció a ti primero”, razona Caleb. Podrías haberlo leído para ti mismo y tragado
el papel. Podrías habernos tenido colgando por otra hora. En su lugar, elegiste acobardarte.
“Joder,” murmura Jake.

Suspiro y le devuelvo el Postit doblado a Kelly. “Solo cuéntanos”.
"¿Seguro?" ella dice de nuevo.
"Sí", respondo. “Todos lo sabemos, o todos no lo sabemos. Cuéntanos, Kelly.
Ella mira a los chicos. Una pausa llena de embarazo flota en el aire mientras todos esperamos. Mi
corazón esta palpitando. No es que esto importe en el esquema más grandioso de las cosas. Mis
muchachos están todos en tres veces más. Jamie puede ser el hijo biológico de Jake, pero nadie podría
amar a ese bebé más que Ilmari y Caleb. Y muestran su amor todos los días. En ese sentido, el estatus
de padre biológico no importa.
Al mismo tiempo, sé lo mucho que importa. No pueden evitar ser competitivos. Protector. Posesivo.
Ellos quieren saber, y yo quiero que ellos sepan. No cambia nada colectivamente, incluso cuando cambia
todo individualmente.
Todos nos inclinamos, conteniendo la respiración.

La mirada de Kelly se posa en Ilmari y mis lágrimas comienzan a caer incluso antes de que
ella hable. "Marte es el padre".
"¡Sí!" Jake grita, saltando del borde de la silla de Caleb y golpeando el aire. “Dios, jodidamente
lo sabía . ¿No lo llamé en el coche de camino aquí? Se apresura alrededor de la cama para
envolver a Kelly en un abrazo de oso y besarla en la mejilla. Ella se ríe, dándole un buen empujón.
Me giro hacia un lado para ver a Ilmari y Caleb. Ilmari se ve sorprendido, su enorme mano
acaricia rítmicamente la espalda del bebé. Mi gentil gigante sosteniendo a su hijo. Mi corazón no
puede soportarlo.
Caleb también está sonriendo, con lágrimas en los ojos. Se inclina en su silla, con una mano
apretando el brazo de Ilmari. "Muy feliz por ti, hombre".
Me limpio debajo de los ojos mientras Jake se abalanza para envolverme en un abrazo.
“Los dejaré tranquilos y volveré con el papeleo en un momento”, dice Kelly, dirigiéndose a la
puerta.
“¡Gracias, Kel!” Jake llama. Luego se desliza por el costado de mi cama y se sube conmigo,
aplastándome con su peso, pero no me importa. Pasa una pierna por encima de mí, acurrucando
su cara en mi cuello.
Me siento cansada y sin lavar. Todavía estoy usando esa ropa interior de malla con las
almohadillas refrescantes de hamamelis en mi maltratado vaj. Pero nada de eso importa ahora. A
Jake ciertamente no le importa.
"Nena, eres tan jodidamente increíble", murmura, acariciándome y
besando mi mandíbula. “Nos haces los bebés más hermosos”.
Las lágrimas pican en mis ojos de nuevo cuando miro al pequeño Sin Nombre en la casa de su papá.
brazos.
Somos tan malditamente afortunados. ¿Lo sabes bien?" Jake agrega, su mano rozando mi
hombro. “Nos tienes, y nosotros te tenemos a ti, y tenemos dos bebés hermosos y saludables.
Somos muy afortunados, muchachos”.
Caleb asiente, sus ojos aún fijos en Ilmari y el bebé. “Él necesita un nombre”, dice. "Es la hora."
Ilmari se queda quieto, su mirada desenfocada mientras sostiene al bebé más cerca de él.
No Name está en silencio, ya felizmente dormido de nuevo en los brazos de Ilmari.
“Mars nunca quiso jugar al juego de los nombres”, dice Jake. “Tenía como mil buenas ideas si
Glow Worm fuera mío. Sé que Cay tenía uno o dos.
Pero nunca podría sacarte ningún nombre.
“Parecía tentar al destino”, responde Ilmari.
“Bueno, el papá biológico nombra al bebé. Ese eres tú, campeón —dice Jake,
besando mi hombro. Tiene cuidado con mis vías intravenosas, pasa por encima de ellas
para tomar mi mano y masajearla. “Acabo de hacer una mezcla de mi nombre y el de
Amy. Jake y Amy se convirtieron en Jamie. Auge. Hecho."
Sonrío, tomando otro sorbo de mi café con mi mano libre.
"Sí, pero Mars no tiene hermanos para hacer una mezcla como esa".
Caleb razona.
“Puede combinar su nombre con el de Rachel”, responde Jake encogiéndose de
hombros. “Como… Ilchel.”
"Ramari", bromea Caleb.
“Ilra”, agrega Jakes con una sonrisa.
—Cállate y déjalo pensar —digo—.
“Ooo, sigamos con lo de los dioses,” dice Jake, ignorándome. “Tendremos a Marte
ya su hijo Júpiter. O, ¿quién es el otro dios de la guerra, Cay? Marte es Gree…” Arrastra
el sonido con una ceja levantada.
“Roman”, corrigen Caleb e Ilmari al mismo tiempo.
"Bien. Entonces, ¿quién es el griego?
"Ares", proporciona Caleb.
“Oh, Dios mío”, jadea Jake, sentándose y casi derramando mi café. "Cómo
jodidamente perfecto es eso? ¡Marte es un Ares y su hijo se llama Ares!
“Nah, son dos ortografías diferentes”, corrige Caleb, sorbiendo su café.
“Aries y Ares”.
“Sí, pero nadie lo sabría a menos que esté escrito”, Jake se encoge de hombros.
“Eso es confuso”, responde Cay.
Jake se inclina sobre mí. "Oye Marte, ¿quién es el dios de la guerra en la mitología
finlandesa?"
“IkuTurso”, responde, sin mirar hacia arriba. O a veces se le llama Tursas.
Caleb contiene un escalofrío, mirándome. “Quiero decir, sé que no estamos

votando aquí, y no hay opción de veto… pero yo vetaría a IkuTurso.”
“Igual”, respondo.
"Todavía creo que estábamos en algo con todo el asunto de los dioses", Jake
sucede. Ya tenemos un Marte y un Poseidón. ¿Qué pasa con Thor?
“Thor es nórdico”, responde Ilmari.
"¿Si lo?" Jake dice encogiéndose de hombros.
Ilmari lo mira fijamente. "Soy finlandés".
“Bueno, entonces me quedé sin ideas”, dice Jake encogiéndose de hombros.
"Gracias a Dios", respondo con una sonrisa burlona.

Mientras Jake me resopla, Ilmari quita al bebé de su hombro y lo acuna en un brazo.
Levanta su mano libre, rozando un dedo ligero como una pluma a lo largo de la frente de su
hijo dormido. "Tuomas", dice en voz baja.
"¿Qué?" Yo digo.
"Su nombre es Tuomas", responde Ilmari. "Tuomas Caleb Price".
"¿Tomás?" Jake repite.
"Al estilo finlandés", corrige Ilmari. "Tomás".
"Es hermoso", digo. "¿Por qué Tuomas?"
Ilmari se encoge de hombros, sus ojos todavía en su bebé. “No tuve una figura paterna en
mi joven vida. Tenía hockey y tenía música. Tuomas Holopainen es el compositor principal de
Nightwish, una de mis bandas favoritas. Escuché su música en el gimnasio, en el camino.
Nunca tuve un padre que me diera confianza antes de un partido. Tuve Tuomas Holopainen”.
“Me encanta”, dice Jake. “De verdad, Marte. Es perfecto. ¿Nightwish es parte de
tus cosas de heavy metal?
Ilmari asiente.
Jake sonríe. “Eso es tan rock and roll. El abuelo Hal va a flipar. Nuestro pequeño Tuomas
el rockero. Y Glow Worm todavía es un apodo genial —añade, besando mi frente.
“¿Por qué Caleb?” Digo, mirando a Cay. Todavía tiene que decir una palabra o
hacer una reacción externa al nuevo nombre de nuestro hijo.
Ilmari suspira y mira a Caleb. Un largo momento se extiende entre ellos donde él no dice
nada. "Jake me hace feliz", dice al fin.
“Rachel me hace sentir completo”, agrega. Pero me haces sentir segura.
Caleb toma aire y se aleja.
Las lágrimas pican en mis ojos mientras los observo. A mi lado, Jake está completamente quieto.
"Sabes... nunca me lo habías dicho antes", murmura Ilmari.
Hay una vulnerabilidad en su voz que no sé si he escuchado antes.
"Han pasado casi cuatro años, y nunca lo has dicho", dice con un movimiento de cabeza. Las
lágrimas bordean sus ojos azules.
"Mars", dice Caleb, reflejando su movimiento de cabeza.
“Lo siento todos los días”, continúa Ilmari, mirando al bebé. "Yo lo veo.
Sé que es verdad. Pero... ¿lo dirás ahora? Levanta la vista y vuelve a sostener la mirada de
Caleb. “¿Tomarás a este hijo que te nombro y lo dirás?” Se inclina hacia adelante, sosteniendo
el bebé hacia Caleb.
Una lágrima silenciosa se desliza por mi mejilla mientras los observo.
"Por favor", murmura Ilmari.

Al escuchar esa palabra, Caleb se rompe, sus propias lágrimas caen. Se inclina hacia
adelante en su silla sobre el bebé, agarrando el rostro barbudo de Ilmari con ambas manos.
"Por supuesto, lo diré, carajo". Luego está besando la sien de Ilmari, su frente. “Te amo,
Marte. Joder, te quiero mucho. Te amo. Te lo diré todos los malditos días.
Ilmari también se rompe, una mano protectora sujeta a Tuomas mientras él extiende
su mano libre, empuñando la parte delantera de la camisa de Caleb, enterrando su rostro
en el hombro de Caleb.
Es solo al escucharlo ahora que me doy cuenta de que es verdad. Le digo a Ilmari que
lo amo todos los días. Varias veces al día. Y Jake nunca ha sido tacaño con su afecto.
Abraza a Ilmari todo el tiempo. Lo acurrucará en el sofá y le dirá que necesita su oso Finny.
Jake es el mejor en Navidades y cumpleaños, haciendo que todos se sientan especiales y
amados.
Siempre supe que Caleb era el más reservado con las palabras de afirmación.
He llegado a aceptarlo viendo lo bien que se prueba a sí mismo con la acción. Pero al
menos he oído las palabras. No me puedo imaginar estar en la posición de Ilmari, nunca
escucharlos pronunciar.
Me aferro a Jake, viendo a Ilmari y Caleb separarse. Ilmari mantiene
agarra su camisa y Caleb mantiene su mano en el hombro de Ilmari.
"¿Amarás a nuestro hijo?" pregunta Ilmari. "¿Lo mantendrás a salvo como me
mantienes a mí?"
Caleb asiente, bajando una mano para acunar la cabeza de su hijo. "Lo haré." Se
inclina, besando su frente. “Te voy a querer mucho, pequeño. Tú y tus papis. Tu mamá. Tu
hermoso hermano.
Levanta la vista, mirándome. Las profundidades de sus ojos oscuros son insondables
mientras me atrae. La dulce confesión de Ilmari ha hecho añicos sus paredes. “Te amo,
Huracán. Tan jodidamente mucho. Tú me hiciste un padre, un esposo. Eres la razón por la
que tengo algo de esto —añade, señalando alrededor de la habitación. “Haces que Marte
se sienta completo, pero me haces sentir visto. Me ves, cariño. Y le pido a Dios que nunca
mires hacia otro lado”.
Niego con la cabeza. “Nunca”, respondo. "Cay bebé, nunca".
Cierra los ojos, respira hondo, sus manos aún sobre Ilmari y Tuomas.
A mi lado, Jake se mueve, secándose los ojos. “Bueno, Mars se siente completo y Cay
se siente visto, pero me liberaste, Seattle”. Mete los mechones sueltos de cabello oscuro
detrás de mi oreja. “Conocerte en ese bar es lo mejor que
nunca me ha pasado Ahora soy libre. Libre para amar, libre para vivir. Eres increíble,
Rachel Price. Eres un regalo. Besa mi frente y respiramos el uno al otro. Sé que él siente
lo mismo que yo, su mera presencia es suficiente para hacerme girar, incluso cuando me
calma.
Ilmari se levanta de su silla y Jake toma mi café para poder colocar al bebé en mis
brazos. Con sus manos libres, Ilmari ahueca mi rostro y me besa.
"Te amo."
"Yo también", susurro contra sus labios.
“Sabes, nunca antes me lo habías dicho en finlandés”, bromea Jake, mirando a Ilmari.
Fotogramas de Ilmari. Luego se inclina sobre mí, ahuecando el cuello de Jake para besar su
frente. "Te amo, Jake".
Jake sonríe brillante, una mano en su pecho. “Está bien, de verdad solo sentí un aleteo en el
corazón. ¿Por qué estaba tan caliente?
Ilmari y yo nos reímos cuando él se apartó. "Ya estoy casado."
“También te amo, Mars”, responde Jake.
Ilmari retrocede para dejar entrar a Caleb.
Caleb mira al bebé en mis brazos antes de darme un beso. “Más que mi propia vida”,
entona. "Todos ustedes. Los cinco de ustedes. Te amo más que a mi propia vida”.
Asiento con la cabeza, cambiando mi agarre sobre el bebé para acunar la mejilla sin
afeitar de Caleb. Un rizo de su cabello castaño rojizo cae sobre su frente. Eres mía, Cay.
eres nuestro estos bebes Esta familia. Te necesitamos. Ámanos y déjanos amarte”.
Caleb suspira agradecido mientras asiente, con los hombros relajados.

Ilmari se coloca a su lado.
A mi lado, Jake se sienta, dejando a un lado su café. “No sé ustedes, chicos, pero
estoy listo para largarme de aquí. ¿Por qué no buscamos a Kelly, dejamos que Mars
firme el certificado de nacimiento y nos vamos todos a casa?
Sonrío mientras los otros dos gimen de alivio.
“Iré a cazar a Tess y Jman”, dice Caleb, dirigiéndose a la puerta.
“Iré a buscar a Kelly”, dice Jake, deslizándose fuera de la cama para seguirlo.
“Y vas a tomar esto,” le digo a Ilmari, señalando al bebé.
Levanta la ceja. "¿Qué? No, voy a empacar tus cosas y prepararte.
"No, te vas a llevar a este bebé", respondo. “Como, ahora Ilmari. Llévatelo de mis
brazos. Ahora."
Ante mi tono de urgencia, no duda y se acerca al bebé. "Por qué,

¿qué ocurre? ¿Estás mal?
"No", respondo, arrojando hacia atrás las delgadas sábanas del hospital para exponer mi
piernas sin afeitar que asomaban por debajo de mi poco favorecedora bata de hospital.
Ilmari cambia al bebé a un brazo, acercándose a mí. “Rakas, qué—”
—Por Dios, no pasa nada —me río, arrastrando los pies hacia adelante con mis feos calcetines
rojos de hospital—. "Realmente tengo ganas de orinar".
6
REY DEL HIELO
“¡ Papá!” Jamie se retuerce en mis brazos, tratando de acercarse al cristal mientras Jake pasa
como un rayo en un borrón verde azulado.
“Sí, amigos. Ese es papá —digo señalándolo.
Mientras observamos, Jake golpea a un delantero de los Capitals en la esquina, luchando por
despejar el disco de la zona de defensa de los Rays.
"¡Papi, bang!" Grita Jamie, provocando la risa de los fanáticos alrededor.
a nosotros.
La multitud enloquece mientras los Rays defienden su zona. Mientras tanto, Jamie está
perdiendo interés rápidamente. Después de dos periodos de buen comportamiento, es una anguila
ondulante en mis brazos, desesperada por agacharse y correr. Pero no puedo perseguirlo ahora mismo.
No puedo pensar en nada excepto en lo que está pasando en ese hielo. Si aguantamos ocho
minutos más, ganaremos este juego y aseguraremos una posición en los playoffs. Los Rays
podrían ganar su primera Copa Stanley.
"Abajo", se queja Jamie. "Dada, quiero bajar".
“No, amigos. No abajo —digo distraídamente, sosteniéndolo más cerca mientras se retuerce
—.
A mi lado, Marte lo tiene fácil. Tuo es como un bebé koala. Mientras esté retenido, es feliz.
Está metido dentro de su mochila de bebé, luciendo un gorro de los Rays y auriculares con
cancelación de ruido, su chupete se balancea mientras mira a su alrededor, feliz de ser incluido.
Gimo cuando Jamie patea.

“Abajo, papá—”
"¡Sacarlo!"
"¡Luchar!"
“¡Vamos, rayos!”
A nuestro alrededor, la multitud aúlla cuando Jake se mete en otra batalla en la esquina.
Nuestro portero recién canjeado está en alerta máxima, agachado, observando la acción. Jake
gana el control y golpea el disco contra el hielo. Langley gira con él en un centavo, volando por la
pista. Jake se recupera, patinando hasta su lugar en la línea roja, protegiendo la zona con Novy.
“Está jugando bien”, dice Ilmari a mi lado.

Sigo su mirada y sonrío. Por supuesto que está mirando al chico nuevo, no al nuestro . Número
1, Hunter DeGraw. Este es solo su tercer juego como titular con los Rays. Es joven, solo veintitrés
años, arrebatado de un equipo de granja de LA Kings en un intercambio inteligente por nuestro
gerente general. Es tan alto como Marte, ancho de hombros y posiblemente incluso más rápido
(aunque nunca lo diría en voz alta).
El problema es que se desvía hacia la izquierda. Ha encajado dos goles esta noche, ambos por el lado
derecho.
Gracias a Dios, nuestros delanteros están en llamas e hicieron tres de sus propios goles para
compensar la diferencia. Jake incluso tuvo una asistencia en el último. Karlsson la metió justo entre
las piernas del portero. DeGraw ha estado jugando mejor este período, corrigiendo en exceso para
mostrar a los Capitals que también puede defender su lado derecho.
“Ganaremos”, dice Mars con total confianza.
—No nos maldigas —murmuro, con la mirada fija en el otro extremo de la pista donde nuestros
delanteros luchan por meter el disco en la red.
"Vamos a ganar", dice Marte de nuevo.
"¿Es ganar?" dice Jamie, tirando de mi gorra de los Rays y quitándomela de la cabeza.
Mars lo atrapa con sus rápidos reflejos y me lo devuelve.

“Isä, quiero bajar”, se queja Jamie, alcanzando a Mars. "Tuo, abajo también".
Se inclina, tratando de alcanzar a su hermano pequeño. “Tuo, ¿abajo?”
Tuomas deja caer su chupete y balbucea a su hermano en lenguaje infantil, extendiendo una
mano regordeta. Ilmari se inclina, dice algo en rápido finlandés, besa la mejilla de Jamie y le toca la
punta de la nariz con un dedo.
Jamie gime de nuevo, lanzándose en mis brazos como un tiburón azotándose. Por solo tener
tres años, es tan condenadamente fuerte. Culpo a Jake y sus genes de montañeses de Minnesota.
—Ouch, joder... —gruño cuando el pie oscilante de Jamie choca contra mi polla.
"¡Mierda! Papi, joder, joder”, dice Jamie como un loro.

Gimo cuando Ilmari me mira de soslayo con fiereza. Él no necesita decir nada. Sé que estoy
agregando un dólar al tarro de las palabrotas. En este punto, ellos
debería cambiar el nombre de la maldita cosa a 'Caleb Jar'. Sin embargo, no es justo porque Mars
dice palabrotas en finlandés todo el tiempo y simplemente no lo sabemos, así que no cuenta. Estúpido
doble rasero.
—No intencional —murmuro, cambiando a Jamie a mi otra cadera, tomando
agarre cuidadoso de su pie oscilante.
"¡Abajo!" grazna más fuerte. Sus pequeñas mejillas se vuelven más rojas a medida que se pone
frustrado por ser negado.
"Bubs, solo quedan cinco minutos más", supliqué, tratando de mantener mi enfoque tanto en el
juego como en mi niño ardilla.
“Aquí”, dice Marte. "Desátame". Se vuelve hacia un lado, mostrándome la espalda.
Me estiro por reflejo, con los ojos fijos en el juego, y desabrocho la correa.
asegurando el portabebés.
Mars hace un trabajo rápido al sacar a Tuo. "Cambiar."
La multitud que nos rodea vitorea mientras intercambiamos niños. Mars mete a un Jamie
enojado y retorcido en la parte delantera del portaaviones, dejándome con un feliz Tuo en brazos.
Baby bubs me mira, sus pequeñas manos agarran mi barbilla mientras observo a DeGraw hacer una
increíble parada con el palo.
"¡Sí!" Ilmari grita, sujetando las manos abofeteadas de Jamie. "¡Guante!
¡Guante!"
DeGraw se apresura tras el rebote y cae boca abajo sobre el hielo.
y lanzándose por el disco, cerrando su guante alrededor para detener el juego.
"¡Sí!" ambos gritamos.
Mi mirada se dispara a través del hielo hacia el banco de los Rays. Rachel está trabajando esta
noche. Está parada como centinela en la esquina, con los brazos cruzados, observando la acción.
Jerry está a su lado, inclinándose para decir algo que la hace reír.
Joder, ¿por qué cambié turnos con él esta noche? Yo también podría tener razón en la acción.
Podría estar allí para felicitar a Jake cuando salga del hielo, sabiendo que está llevando a los Rays
a sus primeros playoffs. Esa es la última vez que le hago un favor a Jerry para cubrir su maldita cita
con el dentista.
Jake toma su posición en el círculo de cara a cara, esperando que caiga el disco. La gran "C"
de capitán está cosida con orgullo en su pecho. Mi mejor amigo, mi esposo, defensa titular y capitán
de un equipo de la NHL. Todavía no se siente real a veces. Mi esposa trabaja en el banco mientras
mi esposo patina... oh, y mi otro esposo se para a mi lado calmando a uno de mis bebés.
¿Cómo tuve tanta suerte? Soy el más indigno de los idiotas, bendecido por tener cosas
que ni siquiera sabía que quería.
Miro hacia abajo a la cara de Tuo, empapada en esas mejillas rosadas y ojos azul
oscuro. Debajo del sombrero, tiene una cabeza de rizos castaños almendrados, la mezcla
perfecta de Rachel y Mars. Mi dulce niño. Sintiéndome abrumada, me inclino y beso su frente.
Chupa ese chupete, agarrando mi camiseta de los Rays con ambas manos.
Los rebotes y balanceos de Ilmari han calmado a Jamie. El pobrecito está tan cansado
como emocionado. Su hora de acostarse fue hace una hora. Observo su cabeza hundirse en
el pecho de Ilmari mientras sus ojos comienzan a cerrarse. Estar atado en el portabebé lo
está calmando. Envidio a mis hijos por su capacidad para dormir en cualquier lugar, incluso
en la primera fila de un partido de hockey de la NHL.
Los minutos corren en este período final. Solo quedan cuatro.
DeGraw golpea el disco con fuerza con su paleta y lo envía volando por el hielo.
Langley casi tropieza para perseguirlo. La defensa de los Capitals lo envía de regreso sobre
nuestra línea, apuntando a un delantero, pero aterriza justo en el extremo del palo de Jake.
Finge a la izquierda, luego se dispara hacia adelante, llevando el disco sobre la línea hacia
la portería de los Capitals.
"¡Ir! ¡Ir!"
“¡Priiicio!”
Todo el mundo a nuestro alrededor está gritando.
“Pásalo”, grito. “¡Karlsson está abierto!”

“No, no lo está,” dice Mars a mi lado. Y tiene razón. El delantero de los Capitals ha
alcanzado a Karlsson, cortándolo. Karlsson vuelve a ser revisado.
"¡Quédatelo!"
"¡Disparale!"
"¡Engáñalo!"
Todo mi aire está atrapado en mi garganta cuando todos los que me rodean de repente
se vuelven expertos en el manejo de palos y discos. Pero nada de lo que decimos importa.
Solo lo que Jake ve, lo que siente. Si es correcto, tomará el tiro. Si no, retrocederá y se
reagrupará.
Mars se acerca, su brazo se envuelve alrededor de mi cintura mientras ambos
contenemos la respiración. "Toma el tiro", murmura lo suficientemente alto como para que yo
lo escuche.
Ahora solo están Jake y el portero. Todos los demás jugadores de Capitals están siendo
efectivamente eliminados por un Ray.
Ahora o nunca.
“Vamos, toma la foto,” susurro, deseando que Jake me escuche.
Mi voz se pierde en el rugido de la multitud cuando Jake corta a la izquierda, atrayendo al
portero con él, solo para hacer otro movimiento elegante con su bastón, hundiendo el disco en la
esquina trasera de la red. Las luces se apagan, el megáfono suena y Bruno Mars llena el estadio
de los Rays mientras Jake es golpeado por todos lados celebrando a los Rays.
Los Rays ahora están ganando 42. Los fanáticos que nos rodean gritan. Quienes están más
cerca saben quiénes somos, por lo que nos aprietan los hombros y nos dan palmaditas. Un hombre
barbudo con aliento a Bud Light resopla en mi cara: "¡Tu chico es jodidamente increíble!"
“La mejor defensa es un buen ataque”, grita su amigo igualmente borracho.

Sonrío, pero pongo una mano protectora alrededor de Tuo, acercándome poco a poco a Marte.
Hacemos nuestro mejor esfuerzo para agradecer a todos y los vítores se intensifican cuando Jake
viene patinando por el hielo. Él sabe dónde estamos. Hizo muecas a los chicos a través del cristal
durante los calentamientos.
Los fanáticos de los Rays golpean el vidrio cuando Jake patina, seguido por Novy. Está
sonriendo ampliamente, su protector bucal azul brillante colgando de un lado de su boca, apretado
entre sus dientes. Miro por encima y veo que Jamie está dormido contra el pecho de Ilmari, su
respiración es profunda y uniforme.
Tuomas saca el chupete de su boca. "Papa" balbucea,
extendiendo ambas manos hacia Jake.
"¿Viste ese tiro?" Jake se burla de mí. "No podrías haberlo hecho más bonito".
Solo sonrío, inclinándome hacia adelante para dejar que Tuo ponga sus manos sobre el vidrio.
Distraído por el bebé, Jake golpea el vaso con el dedo enguantado. “¿Me viste, Tuo? ¿Viste el
gol de papá?”
Suena el silbato y Jake gira, volviendo a colocarse el protector bucal. Este juego ha terminado.
Los Rays avanzan a los playoffs. Pero todavía quedan tres minutos en este juego.
“Dile a DeGraw que jugó bien”, grita Ilmari, sus dos manos grandes descansan protectoramente
sobre la espalda de Jamie.
Jake nos mira y asiente. Aparta su mirada de los bebés, enfocando toda su acalorada atención
en mí. Un momento que dura interminables segundos se extiende entre nosotros mientras sostiene
mi mirada. Luego me guiña un ojo y se va patinando.
Fóllame muerto.
Mi corazón se detiene cuando mi pene se contrae. Lo veo patinar en posición, listo para la caída del
disco. Una vez que se agacha, se mantiene en su posición, mira en mi dirección de nuevo con una sonrisa
burlona, mostrándome ese protector bucal azul.
—Joder —murmuro, moviéndome sobre mis pies.
“Fu, fu, fu”, repite Tuo, tocando mi barbilla sin afeitar con ambas manos diminutas.
“Ouch…” Hago una mueca cuando Ilmari me da un codazo. Duro.
“Voy a subir el precio del tarro de juramentos a cien dólares por juramento”, advierte.
—Tienes que admitir que estoy mejorando —digo encogiéndome de hombros y devolviéndole el codazo.
Simplemente pone los ojos en blanco, su atención en la caída del disco.

Todos los jugadores saben que se les acaba el tiempo. No hay forma de que los Capitals se recuperen
de esto en menos de dos minutos. Los delanteros siguen peleando, pero Jake suelta fácilmente el disco y lo
envía volando por la pista.
Siguiendo el ejemplo de Novy, se lanzan hacia un lado y saltan sobre las tablas. Morrow y JLo toman
su lugar en el hielo. Jake está hecho para este juego. Los demás en el banquillo ya lo están felicitando,
incluido Huracán. Ella se inclina sobre él, ambas manos sobre sus hombros, besando el costado de su casco,
con una amplia sonrisa.
Joder, lo quiero. De repente me siento sin aliento cuando la necesidad se estrella contra mí,
golpeándome como una ola. Verlo patinar es lo suficientemente caliente. ¿Pero verlo ganar? ¿Verlo dominar?
Tiene al demonio dentro de mí respirando fuego, desesperado por mostrarle lo bien que puede ser dominado.
también.
Han pasado semanas desde que lo he tenido todo para mí. Dicen que los niños cambian las cosas, y
no mentían. Entre todos los horarios locos y los viajes, me cuesta recordar la última vez que me salí con la
mía a solas con él. ¿Por qué no puedo imaginármelo? La ducha, creo. Acababa de llegar a casa de un
partido fuera de casa.
Ese guiño coqueto se repite en mi mente con bastante facilidad: la curva de su sonrisa, el sudor en su
frente. Él es toda confianza esta noche, todo poder y control. Necesito que me lo ceda. Necesito que nos
recuerde quiénes somos y qué anhelamos.
Y anhelo a ese hombre como anhelo el aire.
Mi esposo. Mi amante. Mi puta alma gemela.

Bueno… uno de ellos.

Gimo de nuevo, viendo el reloj avanzar.
"¿Qué sucede contigo?" Ilmari murmura, dándome un codazo.
Cambio mi agarre en Tuomas. "Nada. Estoy bien." Mi mirada todavía está fija en
Jake a través del hielo. Está de pie ahora, sin guantes ni casco, aplaudiendo y animando
al equipo, su sonrisa haciendo que mi pecho se apriete.
A mi lado, Ilmari resopla y niega con la cabeza. "¿En serio?"
Lo miro. "¿Qué?"
Él sostiene mi mirada. ¿Crees que no te conozco? ¿Crees que no conozco esa
mirada? agrega, señalando mi rostro con una sonrisa.
"Cállate", murmuro.
Lanza una risa suave. Después de un minuto, se acerca. “Dámelo a mí”.
Me retiro. "¿Qué? No yo"
“Solo dámelo”, dice de nuevo, levantando a Tuomas y sosteniendo a los dos niños a
la vez.
"Marte"
"Si te atrapan, no tuve nada que ver con eso", murmura.
—Eres una terrible influencia, lo sabes —bromeo. “Y esto es mucho peor
que un poco de palabrotas. Estás a punto de ser cómplice de un crimen.
Levanta una ceja hacia mí. "¿Estás planeando robar un puesto de comida?"
"Más bien profanar uno", respondo.
Él solo se ríe. Vete, antes de que cambie de opinión. Y ante la multitud
enjambre”, agrega, haciendo un gesto hacia el reloj del juego.
Mierda, tengo menos de dos minutos. La gente ya está comenzando a salir mientras
la mayor parte del estadio celebra.
"¿Tienes a los bebés?" —digo, permitiéndome sentir una ligera punzada de culpa
antes de que Ilmari me dé un codazo.
"Ir."
Subo las escaleras, manteniendo la cabeza baja en caso de que algún fanático
intente llamar mi atención. Conozco este estadio como la palma de mi mano y tengo mi
pase de seguridad en el bolsillo. Mars tuvo que entregar la suya cuando se retiró, por lo
que técnicamente no puede ir al vestidor sin escolta. Pero todos los guardias lo conocen
y todos aman a Rachel. Cuando lo vean luciendo bebés dobles, lo dejarán pasar.
Suena el timbre del juego final y la multitud ruge mientras me agacho por una
escalera, mostrando mi pase para entrar a los túneles. Una vez allí, puedo
evito las multitudes, abriéndome camino alrededor de la pista y hacia el vestuario.
“¡Oiga, Sr. Price! Gran juego”, dice un amable guardia de seguridad.

Paso corriendo junto a él con un saludo, ignorando la punzada en mi rodilla. Entre el
regimiento de fuerza y acondicionamiento de Hurricane y los masajes de Jake, he visto una
mejora drástica en mi rango de movimiento, incluso si el dolor sigue aumentando, especialmente
después de un largo día como el de hoy. Ahora mismo, apenas lo noto.
Soy un hombre con una misión.
Sé que tengo algo de tiempo todavía. La prensa retendrá a Jake para una entrevista en
hielo. Como capitán, querrán escuchar de él sus pensamientos sobre el juego y nuestras
perspectivas de playoffs. El hombre es un sueño de relaciones públicas: guapo, bien hablado,
encantador como el pecado. Podría venderle una bolsa de consoladores a una monja.
Joder, esa sonrisa que me dio en el hielo. Lo arrojó como una granada, justo sobre el
plexiglás. Auge. Si cree que puede jugar con mi fuego, le recordaré lo que se siente al
quemarse. Maldita sea, lo necesito mucho. Tomo aire, tratando de enfriar el calor en mi sangre.
No puedo deambular por los túneles luciendo una tienda de campaña en mis pantalones. Este
es mi lugar de trabajo, después de todo.
Cómpralo, imbécil.
Hay un tirón en mi paso mientras sonrío. Dado que estoy literalmente en una misión para
rastrear a mi esposo y dejarlo sin sentido, no soy el ejemplo perfecto de profesionalismo ético
en el lugar de trabajo en este momento.
Me río, sacudiendo la cabeza. Sí, me importa un carajo. Daddy Cay ha terminado de
discutir chupetes y cargar bebés esta noche. Mi gran superestrella de la NHL se arrodillará y
me hará sentir como otro tipo de papá.
Doblo la esquina en el extremo largo del túnel principal, mi mente da vueltas a las
posibilidades de dónde. El hombre de las cavernas que hay en mí quiere ponerlo de rodillas en
medio del maldito vestuario. Pero el voyerismo no es su manía a menos que Rachel y Mars
sean los que estén mirando.
Él tiene una gran dificultad para casi ser atrapado, lo que podría ser divertido. Sexo privado
en público. Sí, mi buen chico se debilita por una mano en el avión. Y él está dispuesto a
complacer mi amor y el de Rachel por los baños de bar sucios. Casi nos echan de un bar de
karaoke en Jax Beach cuando follamos tan fuerte que rompimos el fregadero. Agua rociada
por todas partes. Salimos empapados con sonrisas de comemierda.
Pero no quiero intercambiar manotazos contra el cubículo de un baño, manos sobre

nuestras bocas para sofocar nuestros gemidos. Quiero tirarlo un poco. Quiero oírlo gemir,
verlo rogar.
Solo hay un lugar en mente. nuestro lugar En este punto deberíamos ir con todo y
obtener una placa para la puerta. El armario de almacenamiento de la familia Price. Está
lo suficientemente lejos del vestuario para que no tengamos que estar demasiado
callados. Y dentro hay sitio para los cuatro. Joder, nos hemos divertido un poco en ese
maldito armario.
“¡Hola Sanny!” Mañana llama con una ola. "Qué juego de mierda, ¿eh?"
Le sonrío. "Bien jugado."
“¿Viste a tu chico por ahí? Cap estaba en llamas esta noche”, dice Fields detrás de
él. Todavía están en su equipo, entregando sus guantes y palos a los EM que esperan.
"Estás fuera del reloj esta noche, ¿eh jefe?" llama Cody, uno de los nuevos
empleados. Coge un par de guantes cuando Karlsson se los arroja y los coloca en el
perchero.
"Sí", digo. "Disculpen, caballeros".
Me deslizo justo delante de ellos, moviéndome hacia el vestuario. Voy a doblar la
esquina justo cuando Rachel sale saltando.
"Oh, hola, nena". Se pone de puntillas para darme un beso rápido. Se ve cansada
pero nerviosa, su moño un poco rizado y su maquillaje de ojos corrido.
Pero ella está en su elemento. “Playoffs aquí vamos”, agrega. "¿Ya has visto a Jake?"
"No"
“Dios, va a estar insufrible durante una semana”, dice riendo.
“Él ya me está amenazando con que tengo que llamarlo 'Rey del Hielo'”. Ella agarra mi
brazo mientras trato de pasar junto a ella. "Oye, ¿estás bien, bebé?"
Tomo aire y le doy toda mi atención. "Sí."
Sus hermosos ojos oscuros miran a la izquierda y luego a la derecha, su expresión
preocupada mientras me lee como nadie más ha sido capaz de hacerlo. Marte se acerca.
Luego está sonriendo con los labios fruncidos, sacudiendo la cabeza. "Ohh... sí, estás
bien, ¿no?", bromea. “Me uniría a ustedes, pero tengo las manos ocupadas aquí por otra
hora”, agrega, señalando la caja de plástico que cuelga debajo de un brazo llena de
bolsas de hielo y envolturas.
¿Él está ahí? Digo, haciendo un gesto con la cabeza hacia el vestuario.
"Sí. Recién terminado de prensa. Oye, sé amable con él —añade—.
“Pimienta en un pequeño elogio. El lo necesita."
Con eso, mi esposa me besa en la mejilla y se va, perfectamente cómoda sabiendo que
estoy planeando ir a la esquina y follar a nuestro esposo. Sí, esa mujer fue hecha para mí. Le
recordaré por qué esta noche.
Pero en este momento todo se trata de Jake. Sr. Rey del Hielo.
Me deslizo en el vestuario para encontrar a los chicos en varios estados de desnudez.
El funk en este juego posterior a la sala no es para los débiles de corazón, ya que todas las
capas de equipo sudoroso se quitan y se tiran en el gran cesto de la ropa. Después de veinte
años en la vida, estoy acostumbrado.
"¡Sanny!"
—¡Sanford!
“Ahora es Price, imbécil”, gruñe Novy, empujando a Walsh.
“Ay, mierda, ¿por qué Sanny está bien, pero no Sanford?”
“Porque lo es”, espeta Novy.
Solo niego con la cabeza. Dejaré que Novy ponga al tipo de la tercera cuerda en su lugar.
Cuando todos cambiamos nuestros nombres, los muchachos se enfrentaron a un breve dilema
sobre qué hacer con cuatro Price en el equipo. Rachel se convirtió en 'Doc' y durante el breve
tiempo que Mars siguió jugando, él era simplemente Mars. Todos los chicos se quedaron con
'Sanny' para mí. Solo el nombre de Jake realmente cambió.
Ya nadie lo llama 'Compton'. Solo es siempre— "¡Precio!" El
entrenador Johnson grita desde la otra puerta. ¿Él está aquí?
“Duchas, señor”, responde DeGraw. Ahora tiene el puesto de Ilmari, que
significa que se prepara junto a Jake para cada juego.
El entrenador busca a uno de los capitanes asistentes. “JLo, conmigo”, grita, dándose la
vuelta y agachándose para salir.
JLo se aleja arrastrando los pies, todavía en sus patines.
Doy un paso completo en el vestuario, moviéndome hacia DeGraw. Es un chico guapo.

Joven y en forma. Sin adjuntar. La red de conejitos de Jacksonville se volvió loca con su
intercambio. Pero él no parece en esa vida. Es un poco como un libro cerrado en todos los
sentidos, de verdad.
"Oye", le digo. "Ilmari vio tu juego".
Se anima de inmediato. Ilmari Price es como un dios viviente en el mundo de los porteros
de hockey. "¿Sí?"
"Sí. Jugaste bien. Estás viendo mejor tu lado derecho. Él notó."
Me lanza una sonrisa, asintiendo aliviado. "Oye, gracias, amigo".

Asiento con la cabeza y me deslizo junto a él, metiéndome en las duchas. No me toma
tiempo darme cuenta de que Jake no está allí, así que me deslizo en el vestidor conectado donde el
los chicos mantienen su equipo de calentamiento y ropa de calle.

Lo escucho antes de verlo. Es su risa magnética. Me engancha profundamente en mi
pecho y me atrae. No puedo dejar de seguir esa risa. Necesito verlo.
Necesito sentirlo. No podré respirar hasta que esté en mis brazos.
Entro en la puerta para ver a Jake parado en la esquina, su cabello oscuro sobresaliendo
como si acabara de rasparlo con una toalla. Su trasero tonificado se flexiona mientras tira
de un par de calzoncillos grises por sus piernas mojadas.
“Hola, Sanny”, llama Langley, poniéndose la camisa. “¿Viste nuestra
¿Capitán por ahí esta noche?
“¡Playoffs, bebé!
"¡Stanley, aquí vamos!"
Los otros muchachos gritan y se empujan entre sí, todavía celebrando su victoria.
Pero solo me importa un chico. mi chico Jake se da vuelta, mirándome por encima del
hombro, con la sonrisa todavía en su rostro. Me cruzo de brazos, apoyándome contra el
marco de la puerta y nivelo mi mirada hacia él, con el corazón acelerado. Joder, es tan
malditamente hermoso. ¿Cómo pasé casi diez años sobreviviendo con nuestra mierda de
"solo amigos"?
"¿Dónde están los bebés?" me llama. Mira hacia abajo, como si esperara ver a Jamie
corriendo alrededor de la puerta abierta. Nuestros niños son una característica de los juegos
en casa. Este estadio y las instalaciones de práctica son prácticamente su segundo hogar.
Con Marte digo.

“¿Qué tal ese último gol, eh?” dice Perry. “Creo que Cap está buscando una posición
avanzada”.
"Sí, y tú serás el primero en ser enviado a la banca", bromea Langley, lanzando
su toalla mojada hacia él.
Perry lo atrapa, dejándolo caer al suelo.
No he quitado mis ojos de Jake. Le digo todo lo que estoy sintiendo.
Todo lo que necesito. Veamos qué tan bien está escuchando. Porque si él no toma la
indirecta y viene a mí en los próximos sesenta segundos, estaré haciendo este momento
privado realmente jodidamente público. Estoy a punto de marcar a sus compañeros de
equipo de por vida.
Vamos, ángel.
Jake sonríe, dándome un pequeño encogimiento de hombros como diciendo: "¿Cuál es
tu problema?"
Yo espero.
Mantenemos el contacto visual un segundo más y le doy todo, dejando que esta sensación de
ardor que se enrosca en mi pecho estalle hacia afuera.
Joder, ven aquí conmigo. Gatear. Mendigar. Ahora.
Sus mejillas se tiñen de rosa mientras aparta rápidamente la mirada y yo sonrío.
Le tengo.
Arrebatando sus pantalones cortos y su camisa, se los pone. no espero
Girando sobre mis talones, salgo del probador, usando la puerta que da al pasillo. Giro bruscamente a
la izquierda y empiezo a caminar por el pasillo hacia la sala de almacenamiento.
“Oye”, llama Jake, saliendo del vestidor. "¿Estás bien? Cariño, ¿adónde vas? ¿Qué tal ese gol,
eh? Sus toboganes Nike golpean el concreto mientras trota para alcanzarlos. “Creo que soy un delantero
bastante bueno. Cay —oye—”
Dejo que siga hablando mientras giro bruscamente a la izquierda, girando por el estrecho pasillo
que conduce al armario de almacenamiento de la familia Price.
"Picante"
Tan pronto como cruza la esquina, me giro, lo agarro por la camisa y lo empujo contra la pared. Él
gruñe cuando lo inmovilizo en su lugar con mis caderas. Luego tomo sus mejillas sin afeitar con ambas
manos y tomo lo que necesito, besándolo sin sentido.
"Joder—" Jadea contra mi boca, su confusión crece rápidamente.

en excitación mientras nuestras pollas se endurecen, unidas por la presión de mis caderas.
Ambos vestimos nada más que ropa deportiva, así que no hay forma de ocultar la forma en que
hacemos sentir al otro. Sus manos suben rápidamente para agarrar mis codos, luego las baja para
ahuecar mi trasero, maldiciendo contra mis labios mientras me tira aún más fuerte contra él. Ambos
gemimos, persiguiendo cada beso con lenguas y dientes.
Sus besos son juguetones y apasionados, prueba de que está aquí. el esta conmigo
Su cerebro siempre está girando a un millón de millas por minuto, pero el sexo es una de las pocas
cosas que se ha demostrado que lo enfoca en una sola tarea. Placer. Mi Jake va con todo en todo
momento. Está presente, está adorando. Él presta atención. Me encanta eso de él.
“Cay—” Rompe nuestro beso, sus manos se deslizan hacia arriba para sujetar mis caderas. Sus
bonitos ojos verdes me parpadean, oscuros por la excitación. "Qué"
—Te necesito —admito, mi pulgar acariciando la columna de su garganta, sobre su manzana de
Adán.
"¿Qué necesitas?" murmura, su mirada fija en mí. Esa es otra cosa que me encanta de él.
Él mira a la gente. Él los ve. Los hace sentir vistos. Rachel y Mars también lo hacen. Me siento
inexplicablemente, benditamente visto por mi familia.
"Tú."
Él asiente, sus manos arrastrándose hasta enrollarse alrededor de mis muñecas. Mis manos
aún ahuecan su rostro. Se inclina, rozando sus labios contra los míos. No es un beso.
Solo nos estamos conectando, poniéndonos sincronizados. "¿Qué necesitas, bebé?"
Me pongo rígido, mi respiración atrapada en mi pecho. Normalmente no me molesta cuando
Jake y Hurricane me llaman 'bebé'. Es solo un término cariñoso. Todos los tenemos el uno para
el otro. Y cada uno de los niños tiene una lista de ellos de una milla de largo. Pero en este
momento, con mi corazón latiendo rápido, la sangre bombeando a mi pene... sí, no soy el bebé
de nadie en este momento.
Sus labios se separan en un suspiro mientras sus ojos se oscurecen. "Oh." Luego besa mi
boca una vez más, pasando sus manos por mi pecho. “Jodidamente finalmente. Han pasado
años desde que saliste a jugar. Dejando caer su mano, le da un apretón a mi pene.
yo gimo
"¿Tienes lubricante?" dice, inclinándose para besar mi cuello, mi oreja. Su olor me envuelve.
“No puedo decir que me he preparado para una fuerte paliza. Pero si me ofreces, digo que sí.
Oh sí. ¿Tienes lubricante, Cay?
Agarro la parte de atrás de su cuello, tirando de él hacia atrás para sostener su mirada.
"¿Parezco un maldito aficionado?"
Su sonrisa se amplía mientras acaricia mi pene de nuevo. “Entonces, ¿qué estás esperando,
papi? Desgarra este culo aparte.
Gruño, empujándolo hacia atrás. Métete en el puto armario.
Su pecho se agita, los ojos brillan de emoción mientras sigue mi orden, deslizándose en sus
sandalias mientras corre para abrir la puerta del armario de servicios públicos. Estoy justo detrás
de él, cerrando la puerta y girando la cerradura.
Es menos un armario y más una pequeña habitación estilo almacén. Con techos altos y
estantes a lo largo de dos paredes, está repleto de todo, desde artículos de limpieza hasta
montones de equipos desbordados. Nuestra característica favorita es la antigua colección de
redes de portero apiladas en la esquina.
Sí, Mars tiene un problema importante en la red, que podría ser un problema específico de
los porteros de hockey. Le encanta follar con nuestra chica contra ellos. Suele ser el último en
acceder al sexo en público, razón por la cual este armario es tan divertido para todos nosotros.
Si él piensa que nos divertiremos con ella contra una red sin él, es el primero en sacar su
polla.
Jake se da la vuelta, de pie en medio del espacio con su camiseta de los Rays,
pantalones cortos azul marino y calcetines deportivos. Es mi sueño sexual bihockey.
Joder, lo amo muchísimo. Cruzando el espacio entre nosotros, lo agarro y lo empujo hacia
el estante de suministros más cercano.
"Mierda", jadea, su espalda golpeando contra el estante. Toda la unidad chirría cuando,
detrás de su cabeza, las filas de limpiador de superficies púrpura Shine Wow se sacuden.
Él sonríe, sus manos van a mis caderas. "Maldita bebé. ¿Lo necesitas tan duro?
—No soy tu maldito bebé —digo, mi mano va a su garganta.

Gime ante el contacto, arqueando el cuello. Es tan malo como Rachel.
A ambos les encanta una buena asfixia. "Dime qué hacer", dice, su tono sin aliento. "Dime
que necesitas."
Me hundo en el espacio dom, respirando profundamente mientras dejo que mi mano se
apriete alrededor de su garganta. No puedo ofrecerle los elogios que sé que anhela hasta
que me permita un poco de degradación primero. "Así que fuiste el gran hombre esta noche,
¿eh?" Bromeo. “¿Estás ahí afuera haciendo jugadas? Rey del maldito hielo, ¿verdad? Un
gol y una asistencia. Debes sentirte como un dios en este momento.
Él sonríe. No puede evitar mocoso, incluso si ambos sabemos que se retirará como un
castillo de naipes en sesenta segundos. Rachel es el verdadero cambio de la familia. Nadie
puede dominar de sus rodillas como nuestra reina.
"Me viste por ahí", responde, su voz ronca por mi puño apretándolo con fuerza.
“¿Parecía un rey para ti? Ese es mi puto hielo.
Me inclino, mi mano aprieta su garganta mientras uso la otra para tirar de sus pantalones
cortos alrededor de sus tobillos. “Puedes ser un rey en el hielo. Pero, ¿quién eres tú aquí?
Gruño, metiendo el puño en su polla.
Él gime, con los ojos cerrados. "Tuyo."
"Inténtalo de nuevo", le digo, sacándolo de un tirón. La fricción nos tiene a los dos jadeando.
"¿Eres un rey aquí, ángel?"
Sacude la cabeza, sus manos agarrando el estante mientras trata de hundirse en
la sensación de mí acariciándolo.
"Habla", espeto.
"Ahh, no", jadea. Eres el rey. eres el dios Eres el emperador del maldito universo,
simplemente no te detengas.
"¿Y quien eres tu?" —digo, mordiendo su mandíbula antes de chuparle la garganta.
Deslizo mi pulgar sobre su punta, tomando ese líquido preseminal y llevándolo
resbaloso.
"Joder", gime, sus manos dejando los estantes para agarrar mis caderas.
"¿Dije que podías tocarme?" chasqueo, mi mano quieta en su pene.
Con un gemido, levanta ambas manos, sosteniendo el estante que descansa detrás de su
cabeza. “Llévame”, suplica. "Úsame. Soy tu puta sucia.
Por favor, Cay…
Lo silencio con un beso, dejando caer mi mano de su garganta para liberarme de mis
pantalones deportivos. Pero no antes de sacar mi billetera, llaves y teléfono de mi bolsillo,
dejándolos caer en el estante detrás de él.
"Quítate la camisa."
Jake se apresura a obedecer, desnudándose para mí. Deja caer la camiseta de los Rays a
nuestros pies, sus músculos cortados se ven tan definidos después de una noche de atletismo en
ese hielo.
Agachándome, beso su pecho, jugueteando con su pezón entre mis dientes.
"Oh, Dios", gime, tirando mi sombrero para poder agarrar mi cabello.
"Consigue el lubricante", le digo. "Billetera."
Él gime, buscando a tientas mientras paso mi lengua por su pecho, jugando con su otro
pezón hasta convertirlo en un pico marrón oscuro. Entre nosotros, su polla se balancea,
desesperado por un poco de atención.
"Hay dos", jadea, encontrando los paquetes individuales de lubricante metidos en mi billetera.
¿Planeaba follarme a mi marido en un armario esta noche? No siempre se puede planificar para
estas cosas. Lo mejor es estar preparado.
“Uno ahora”, respondo. “Vas a empujar nuestras pollas. Prepárame para tomar ese trasero.
Suspira con alivio mientras abre el primer paquete de lubricante. Apretando en su mano,
tiene cuidado mientras lo deja caer, envolviendo nuestras pollas juntas en su puño. “De—fóllame
—joder—”
Ambos miramos hacia abajo, con las frentes juntas mientras lo vemos cubrir nuestras pollas
con lubricante. Se siente jodidamente increíble. Su pene contra el mío, el calor y la fuerza de su
mano, el frío deslizamiento del lubricante. Mis piercings crean la fricción perfecta entre las costillas
que sé que anhela. Sus ojos ruedan hacia atrás antes de que los cierre con fuerza, mordiéndose
el labio inferior.
Mientras observo, veo su mano girar sobre nuestras puntas. Mi mirada se fija en la delgada
línea de tinta negra que rodea su dedo anular izquierdo. Es el único tatuaje en su cuerpo. Su
anillo de bodas permanente. Una señal de los votos que nunca romperá. A mi. Al Huracán. A
Marte y nuestros muchachos.
El es mio. Él es nuestro.
Lo agarro por los hombros, presionando mis labios contra los suyos. Nos besamos
febrilmente, nuestros cuerpos tiemblan mientras él sigue moviendo su puño sobre nuestras
pollas. Entierro mi lengua en su boca, abriéndolo profundamente, chupando su labio. Su piel
es tan cálida contra la mía, su cabello aún húmedo.
"Joder, papá, por favor", gime, su mano lentamente sobre nuestras pollas.
Sonrío contra sus labios. “¿Necesitas venir, ángel? ¿Te duele?
"Sí."
Dejo caer mi mano, golpeando su muñeca para que suelte nuestras pollas. "Aún no. Vas
a recibir esa paliza primero. Voy a llenar este culo. Voy a hacer que te inclines y te abras
mientras entierro mi polla tan profundamente que ves las estrellas.
"Sí", dice de nuevo. “Maldita sea, hazlo. Cay, lo necesito …

—No vengas hasta que yo diga —le ordeno. “Voy a llenar este culo como tú llenas mi
mano. Saldrás de aquí Rey del Hielo con mi semen goteando por tus muslos.
Ya está girando, ansioso por más. Me entrega el paquete de lubricante por encima del
hombro, sus manos agarrando los estantes.
Hago un trabajo rápido para abrirlo y apretarlo un poco en mis dedos. —Agáchate —
gruño. “Muéstrame lo que es mío”.
Amplía su postura, doblándose por la cintura. Dios, tiene un gran trasero. Deslizo mi
mano izquierda sobre la gruesa curva de la misma. Y como no puedo evitarlo, caigo sobre
una rodilla detrás de él, enterrando mi rostro en su calor.
“Oh, joder, Cay…” No le gusta mucho comer culos, pero si yo soy el que se ofrece, no
puede agacharse lo suficientemente rápido.
Hago un lío de él, deslizando mi lengua, mojando su agujero con mi saliva. Él jadea,
presionando contra mi presión, gimiendo en la curva de su brazo mientras chupo y provoco,
bordeando su apretado agujero con mi lengua.
"Quieres esta polla, es mejor que te relajes", le ordeno, mordiendo la mejilla de su
trasero con mis dientes.
Él gime de nuevo, dejando escapar un suspiro tembloroso. "Se siente tan jodidamente bien".
Desde mis rodillas, tengo la vista perfecta mientras hundo un dedo en su apretado
agujero.
"Dios"
"Respira", murmuro. "Eso es todo." Muevo ese dedo hacia adentro y hacia afuera,
aplicando el lubricante por todos lados. Su calor húmedo me traga y me muerdo el labio,
luchando contra mi propio gemido. Joder, me encanta el sexo anal. Muy importante cuando vives como
parte de un bi de cuatro vías. Presiono otro dedo, dejando que ambos se doblen hacia adelante
y hacia abajo mientras voy alcanzando su próstata—
"Oh, joder", balbucea, sin aliento y necesitado.
"¿Justo ahí?" Bromeo, trabajando el lugar de nuevo.
Golpea una mano contra el estante, haciéndolo temblar. “Ungh—dios mío
—justo ahí—” Su voz es un gruñido profundo y masculino.
Sonrío, besando su nalga mientras presiono hacia adentro y hacia abajo con dos dedos,
arrastrando su próstata hasta que se retuerce.
“Bebé, joder, papá, por favor”, suplica. Sí, su castillo de naipes se está desmoronando. El
juego no dura mucho con él antes de que abandone el acto y se convierta en una máquina de
sentimientos.
Me pongo de pie, exprimiendo el resto del lubricante del paquete en los dedos que todavía
tengo enterrados en su trasero. Con cuidado de no desperdiciarlo, aplico el lubricante. “¿Estás
listo para tomar mi polla? ¿Vas a ser mi jodido chico bueno y perfecto?
"Sí", gime. “Dios, te amo tanto, Cay. Hazlo."
Libero mis dedos y agarro mi pene por la base, presionándolo más cerca.
Este primer sentimiento de conexión es lo que siempre anhelo. Ya sea con Rachel o Jake, es
el primer vuelo a casa lo que siempre me deja sin aliento.
Presiono mi punta hacia adentro, dejando escapar una exhalación lenta. Al escucharme, Jake lo
refleja y veo que los músculos de su cadera se relajan. Presiono más profundo, sosteniendo mi eje con
fuerza mientras trabajo. "Dios, estás tan jodidamente apretado, bebé".
Jadea una carcajada, mirando por encima del hombro. “¿De quién es la culpa? ¿Cuánto
tiempo ha pasado, Cay?
—Demasiado jodidamente largo —respondo, hundiéndome otra pulgada, trabajando dentro
y fuera todo el camino hasta la punta para asegurarme de que esté bien y estirado. Todos mis
instintos me ruegan que lo golpee hasta dejarlo sin sentido, pero no puedo lastimarlo. Moriré
primero.
Siento el momento en que se rinde. Su cuerpo se afloja y de repente es como si me
estuviera atrayendo tanto como yo empujo. "Fufufuuuuck", jadea, sin aliento mientras me
hundo completamente.
Mis caderas se acomodan contra la curva de su trasero y hacemos una pausa y respiramos,
compartiendo este momento perfecto de conexión. Mis manos suavemente desde sus caderas,
hasta sus costados, sobre sus hombros. Su cuerpo es una obra de arte, pulido a la perfección.
—Eres perfecto —murmuro, inclinándome para besar su cálido hombro.

"Perfecto."
"¿Soy perfecto ahora?" bromea, mirándome. "Vas a llamarme Rey de ahh"
Empujé con fuerza, silenciándolo con un gemido. "No lo presiones".

“No, empújame ”, suplica. "Fóllame como si fueras el único dueño de este trasero".
"Oh, ¿quieres que golpee este culo?" Bromeo, moviendo mis caderas más fuerte
En su contra. “Hacerte rogar. Hacerte gemir…
“Fóllame, papi. Por favor, Dios —murmura por lo bajo. Da tanto como recibe, manteniendo
firmes las caderas mientras exhala, ahogando un gemido en el hueco de su brazo. “Sí, ahí—justo
ahí—”
Mantengo una mano en su hombro y otra en su cadera mientras voy a la ciudad, golpeando
su apretado agujero. El sonido de nuestra piel golpeando llena la habitación mientras gemimos
juntos, disfrutando de nuestro placer. —Joder, te sientes tan bien —digo, lista para darle el elogio
que hará que ambos nos deshagamos. "Eres tan bella. Tan fuerte."
Él gime, dejando caer una mano para trabajar su polla. "Te he extrañado", gime. "Te
necesito. Cay, cariño, por favor...
Su súplica me hace envolverme a su alrededor, con una mano apoyada contra su pecho
mientras me hago cargo de trabajar su polla. "Bésame", le digo. "Jake, bésame".
Se retuerce en un pretzel, manteniendo sus caderas apretadas contra las mías, inclinándose
lo suficiente como para alcanzar mis labios mientras nos besamos, nuestro aliento caliente
abanicando sobre los labios del otro mientras cabalgamos por la cima de nuestros orgasmos.
—Ven conmigo —digo, mi mano trabajando en él desde la punta hasta la base mientras me
meto en su trasero con mis caderas. “Necesito sentir que te corres. Apriétame fuerte. Toma esta
polla. Todo ello."
Lléname, Cay. Hazme tuya. Dios, soy tuya —jadea, su trasero me aprieta como un vicio
hasta que ahogo un grito—. "Dime que me quieres.
Di que me necesitas como yo te necesito. Te necesito como el puto aire, Cay.
Dejo caer mi frente en su espalda, mi empuje continúa mientras le doy lo que necesita. “Te
amo, Jake. Eres mío. Todo jodidamente mío. Mi roca y mi amor, el corazón palpitante de esta
familia. Eres el eje que hace girar nuestro mundo. Estar conmigo para siempre. se mio Jake, por
favor…
Su mano izquierda agarra la mía, entrelazando nuestros dedos mientras coloca la suya en
el estante. Su derecha cae para envolver la mía en su pene. Lo trabajamos juntos mientras
muevo mis caderas una, dos, tres veces más.
Mi liberación me atraviesa y grito, enterrando el sonido en su espalda. Me vengo dentro

de él con tanta fuerza que hace que mis rodillas tiemblen. Al mismo tiempo, gime debajo de
mí, su semen caliente se libera por todas nuestras manos unidas, goteando entre nuestros
nudillos.
"Oh, Dios", gime.
Nos mantenemos allí, sin hacer nada más que respirar juntos. Esto es lo que necesita.
Necesito el momento en que nos unamos. Él necesita el momento en que liberamos.
Ahí es cuando nos siente más sincronizados. Así que espero. Respiro con él. yo ser
—Te amo —murmuro, sintiéndolo relajarse completamente en mi abrazo. “Te amo,
Jake.”
Él asiente, todavía demasiado perdido en la nube de su orgasmo para responder.
Después de un momento, deja escapar un profundo suspiro. Sus músculos se tensan y
sé que está de vuelta en su propia cabeza. "Joder, lo necesitaba", dice con un suspiro de
satisfacción. Se mueve debajo de mí y levanto mi mano pegajosa lejos de su pene que se
ablanda.
"Fue un buen tiro", admito al fin. “Metódica y limpia. Te lo has ganado."
Resopló una carcajada, mirando por encima del hombro. “Vamos, era bonito como un
cuadro y lo sabes. Maldito libro de texto.
“Estuvo bien”, repito.
Salgo de él con un gruñido, dejándome caer para subirme los pantalones. Puede que
tenga que sacarme de aquí, pero yo también tengo que desgastarlo. Inevitablemente, nos
ducharemos cuando lleguemos a casa, lo que con suerte se transformará en la segunda
ronda, preferiblemente con alguien con curvas más suaves encajado entre nosotros.
Jake se sube los pantalones cortos con una mano y alcanza un rollo de papel toalla con
la otra. Es el tipo de mierda que ponen en los baños, pero es mejor que nada. Hacemos lo
mínimo para limpiarnos el semen y el lubricante de las manos.
"¿Vas a decirlo ahora?" dice con una gran sonrisa.
"¿Que qué?"
“Que soy mejor delantero que tú”.
Lo miro. "Tuviste suerte."
“Nuuh. De ninguna manera." Sacude la cabeza, lanzando su camisa sobre su hombro
mientras se cruza de brazos. “Acabas de decir que fue metódico. Dijiste que me lo gané.
"Estaba mintiendo para hacerte sentir mejor".

"Eres un maldito imbécil", resopla. “¿No puedes simplemente darme esto?
Una vez. Una pequeña vez, quiero oírte llamarme Rey del Hielo y
lo digo en serio."
"Eres el Rey del Helado", respondo con una sonrisa.

“Sí, espera, ¿en serio? ¿Helado?" Su sonrisa se convierte en un ceño fruncido.
"¿Qué? Pensé que eso era lo tuyo también. Toda tu mierda de súper poder. ¿Recordar?"
“No es una gilipollez y por supuesto que me acuerdo”, responde. “Puedo ser Rey
de dos cosas. Vamos, solo dilo. Di que soy mejor que tú.
Antes de que pueda responder, hay un fuerte golpe en la puerta.
Mierda... ¿quién llamaría?
Jake y yo intercambiamos una mirada confusa antes de que la voz profunda de Ilmari
llame a través de la puerta. "Chicos, abran la puerta".
Ya estoy en movimiento cuando escucho la voz más alta de Rachel, una nota de pánico
en su tono. "¡Justo ahora mismo!"
Lanzo mi mano para girar la cerradura y Rachel empuja la puerta para abrirla.
Mars entra detrás de ella, ambos bebés todavía dormidos sobre su pecho. Jamie está en el
portaequipajes, con las piernas colgando como fideos blandos, mientras que Tuo se equilibra
en el brazo de Ilmari.
"¿Qué ocurre?" dice Jake, poniéndose la camisa. Me da mi sombrero y me lo vuelvo a
poner.
“No lo sé”, dice Mars, mirando a Rachel. Parece enojado. Ella no me lo dirá. La encontré
en su oficina llorando. Dijo que teníamos que ir a buscarte.
"No voy a hacer esto tres veces", resopla, mirando alrededor a los tres
de nosotros. Parece animada, mi huracán encarnado.
"¿Que ocurre bebe?" Jake dice de nuevo.
Las lágrimas brotan de sus ojos cuando su labio inferior comienza a temblar. "Al menos
uno de ustedes está en un problema realmente grande", dice ella.
Todos compartimos una mirada confundida, y sé que sus cerebros están funcionando
a través del mismo cálculo rápido que soy. Oh mierda, ¿qué hicimos ahora?
“Cuéntanos”, ordena Ilmari.
Ella deja escapar un suspiro tembloroso a través de los labios entreabiertos. “Está bien…
solo sé que no hay nada que se pueda hacer al respecto ahora. Necesito que todos me
ayuden a emocionarme con esto, porque me estoy volviendo loco”.
“Seattle, por favor,” suplica Jake. “Solo cuéntanos”.
Pero Hurricane no necesita decir una palabra. Ya lo se. Todas las señales han estado
ahí, hemos estado demasiado ocupados para verlas. Miro a Ilmari
y sé que él también lo sabe. Sus ojos están muy abiertos mientras mira a los dos bebés dormidos
en sus brazos.
“Oh, santa mierda”, jadea Jake, y sé que finalmente él también está allí. "Bebé, ¿estás..."
"Embarazada", termina con él, ese labio inferior todavía temblando. "Sí.
De nuevo. Me he estado sintiendo tan cansada y extraña y estaba envolviendo una bolsa de hielo
alrededor de la rodilla de Perry y simplemente me golpeó y lo supe”, dice en una larga exhalación,
con los ojos oscuros muy abiertos. “Pero necesitaba saber, ¿sabes? No podía esperar hasta llegar
a casa. Así que estaba en el baño enloqueciendo, y entró Poppy, y tenía una prueba en su bolso
porque cree que también está embarazada, así que me la dio y yo la tomé y…
Como si necesitáramos la confirmación, mete la mano en el bolsillo delantero de su forro

polar Rays y saca una pequeña prueba de embarazo de tapa azul. Ella me lo da. Miro hacia abajo,
notando el audaz signo más azul mirándome. Miro a Ilmari y lo sostengo para que lo vea.
“Pero… no lo entiendo”, dice Jake, mirando de la prueba a Rachel.

Da un paso adelante, colocando sus manos sobre sus hombros, mientras busca su rostro. "Nena...
¿estás... no estamos contentos con esto?"
Y ahí es cuando se rompe, las lágrimas caen rápidas y fuertes. “Yo no
quiero que seas infeliz”, llora.
Jake parece que le acaban de decir que han cancelado los helados para siempre.
—Rach, ¿qué...?
“Solo nos hemos acostumbrado a dos. Y ahora estoy embarazada de nuevo, y tenía tanto
miedo de que todos estuvieran enojados o tristes o decepcionados. ¡Dios, soy un maldito desastre
hormonal!” Ella entierra su rostro entre sus manos y Jake la envuelve en sus brazos.
"Bebé, no", la tranquiliza, besando su frente, su sien, su mejilla. “Mírame, Seattle. Míranos —
le corrige, levantándole la barbilla.
Ella solloza, levantando su mirada para encontrarse con la nuestra.
“Eres nuestra esposa, Rachel”, dice Jake. “Hasta la muerte y más allá, cariño.
Eres todo nuestro maldito mundo. ¿De verdad vas a pararte aquí y decirnos que nos estás
regalando otro hermoso bebé y te preocuparás de que no lo apreciemos?
Ella huele de nuevo. "Es estúpido. Soy un desastre."

"Estás embarazada", bromea. "Ya estamos acostumbrados a la Rachel embarazada y
desordenada".
Ella lo honra con una risa débil y con hipo, sacudiendo la cabeza mientras
toallitas debajo de sus ojos, manchando su maquillaje.
Jake se gira para mirarnos. “Chicos, Rach está embarazada de nuevo. Hace eso
cambiar algo para alguno de ustedes? ¿Alguno de ustedes está buscando una salida?
“No”, digo, como Ilmari dice con vehemencia, “nunca”.
Rachel asiente, con los ojos todavía llorosos mientras se acerca a Ilmari y toma a Tuo de
sus brazos. Ella lo arropa contra su pecho, besando la parte superior de su gorra con
pompones de los Rays. Se mueve, pero no se despierta. Ella lo mece lentamente de lado a
lado, con los ojos cerrados.
La observo. Su cabello oscuro está recogido en un moño alto, mechones desordenados
enmarcando su rostro. La mancha de su delineador de ojos, los círculos tenues debajo de sus
ojos. Ella trabaja tan malditamente duro. Sonrío cuando mi mirada se posa en su pequeño
anillo de tabique dorado. Cuando nos conocimos, ella lo mantuvo todo el tiempo fuera, tratando
de fingir que era alguien que no era. Ahora es audazmente, sin pedir disculpas, Rachel Price.
La madre de mis hijos. La mujer de mis sueños. Y ella me ha dado una vida mucho más
allá de cualquiera de mis imaginaciones más salvajes.
Doy un paso adelante, envolviendo mis brazos alrededor de ella. Ella se rompe con mi
contacto, lágrimas frescas caen. Me inclino, besándola primero a ella, luego a Tuo. “Te amo,
Huracán. Amo a nuestros chicos. Amo a Jake y Mars. Y ahora amo a No Name”, agrego,
usando el apodo que siempre le damos a cada nuevo bebé.
Ella hace un sonido en algún lugar entre una risa y un grito, asintiendo con la cabeza.
Jake interviene, envolviendo sus brazos alrededor de nosotros dos. “Y sabes que soy
en. Me encantan los niños. Digo que no nos detengamos hasta que tengamos un equipo de hockey completo…
"No", Rachel y yo decimos juntos.

Mars interviene a nuestro otro lado, con sus grandes manos apoyadas sobre la espalda
dormida de Jamie.
"Marte, ¿estás dentro?" Jake dice con una ceja levantada. "¿Bebé número tres?"
El asiente. "Creo que me gustaría una niña esta vez... aunque otro niño también estaría
bien".
"Oh, Dios", dice Jake con un resoplido. “¿Te imaginas a Cay con una chica?”
Él me sonríe. Mierda, te apuesto cualquier dinero a que es tuyo. Tiene que ser. Tres por tres.
Cada uno de nosotros tendrá un bebé, y la tuya será una niña malhumorada, hermosa y con
la boca sucia”.
Rachel me sonríe, sus ojos todavía llorosos. “Bueno, si ella habla mal, al menos lo hará
de forma natural”, agrega, lanzándome una mirada de complicidad.
Joder, ¿Mars me delató?

"Sí", le respondo, dándole mi mejor sonrisa de idiota. “Ella lo obtiene de su
mamá”.
EL FIN
POR AHORA
GRACIAS
¿¿¿Bien??? ¿Te gustó esta mirada no tan pequeña al felices para siempre de la familia
Price? Este es solo el Volumen 1. ¡Tengo muchos más planes para incluir contenido
adicional de HEA a medida que crece la serie!
Entonces, si no vio el tipo de contenido que esperaba en este libro, le pido
paciencia. A medida que construyo este universo, quiero dejar espacio para al menos
algunas sorpresas en lo que respecta a la familia Price, ya que serán personajes
secundarios importantes en cada libro principal por venir.
Verás a Rachel y sus chicos de nuevo. y Poseidón. Y los bebés Price. Por ahora,
preparémonos para conocer a Tess y Ryan.
Ah, y agradezcamos a algunas personas. Ashley, mi lectora alfa, te amo con locura.
Para mi increíble cohorte de betas leales y animadoras más ruidosas (Alex, Amanda,
Rachel), su apoyo ha significado todo para mí.
A Ashley Bennett y Clio Evans, mis diosas, gracias por compartir su sabia
sabiduría. A Sandra Maldo, gracias por ser un placer crear contigo. ¡Me encanta ver
tus portadas salpicadas por todas las redes sociales!
Para Sarah Blue: su generosidad ha sido un regalo del cielo mientras construyo mi
marca.
A mi increíble grupo de Facebook: EMILYVERSE es un grupo de personas tan
maravilloso y solidario, y estoy muy feliz de tener a todos y cada uno de ustedes en mi
equipo.
Quiero dejar un 'gracias' especial aquí a Jessa Wilder. Comenzamos nuestro viaje
de autor independiente juntos. Me has animado y llorado conmigo y me has aconsejado
y reído conmigo. Me has traído alegría, me haces sentir curiosidad, me haces un mejor
escritor, y estoy tan bendecido de llamarte mi amigo.
Por último, a ustedes, mis lectores. Tú eres la razón por la que hago esto. Quiero
compartir mis historias contigo. Gracias por leer.
XO
emily
TAMBIÉN POR EMILY RATH
SERIE SEGUNDOS HIJOS
Picante 'por qué elegir' Regency Romance
#1 COSAS HERMOSAS
#2 SU GRACIA, EL DUQUE
#3 SALA DE ALCOTT
INDEPENDIENTES
Contemporáneo MM Omegaverse
WHISKY Y PECADO
SERIE DE RAYOS DE JACKSONVILLE
Romance de hockey picante
#0.5 ESA NOCHE
#1 FRUCHANDO ALREDEDOR
#2 PUCKING SALVAJE (verano de 2023)
#3 PUCKING DULCE (otoño de 2023)
Historias adicionales
PUCKING SIEMPRE DESPUÉS: VOL 1
LA HIERBA DE LIMÓN (Una novela de Jax Rays exclusiva de Queer & Cute Anthology, disponible el 30 de junio de 2023)
SOBRE EL AUTOR
Emily Rath es una autora superventas de romance y fantasía de Amazon. Vive en Florida con su esposo, hijo y gato. Peinan regularmente las
playas locales en busca de dientes de tiburón.
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nuevos y en curso
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1 5 Jacksonville Rays 1 5 Pucking Ever After Volume 1 Emily Rath

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PUCKING SIEMPRE DESPUÉS

Nota del autor

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También por Emily Rath

Copyright © 2023 Libros de Emily Rath.

Publicado por primera vez en 2023.

Esto es para ustedes, lectores.

NOTA DEL AUTOR

TROPOS, ETIQUETAS Y CONTENIDO

SIGNOS DE LAS ESTRELLAS:

RAQUEL: Cáncer (agua): intuitivo, emotivo, reservado

JAKE: Tauro (tierra): enfocado, sensual, firme

CONOCE LOS RAYOS

Andrews, Brody: Entrenador asistente

2. Contacto de emergencia (Rachel)

5. Prueba de paternidad (Rachel)

6. Rey del Hielo (Caleb)

" Necesito tomar un poco de desodorante". Sin esperar mi respuesta, Caleb se

Giro bruscamente a la derecha por el pasillo 12. Estoy realmente emocionada. No

Lo gracioso es que no le gusta el chicle de menta. O pasta de dientes de menta.

"Yo no dije nada", resopla.

"Ayuda", le digo encogiéndome de hombros.

"¿Eligirás solo uno?" murmura.

"Bien", resoplé, abriendo la puerta del congelador. "Pistacho es". yo arrebato

"Realmente desearía que no­"

Caleb me ignora, le da las gracias al cajero y toma nuestras bolsas.

Todo esto va a estar bien.

Mi hombro hacia la pared de vidrio corredizo y sonrío a mi reflejo. Parezco un desastre: el

“Solo quiero saber la diferencia”, responde Caleb, alejándose de mí para cruzarse de

"Sí", él y Caleb dicen al mismo tiempo.

"¿Podemos dejar de hablar de Jake muriendo en un trágico accidente de autobús?"

Él y Jake miran en mi dirección y luego Caleb me señala. "Qué

El perro ladra al escuchar su nombre, empujando la mano de Jake.

“Soy tu esposo, Rakas,” dice, el dolor es evidente en su tono.

"Teníamos sushi", responde sin tono.

"Esto es ridículo", murmura.

“Te amo, y amo a Rachel—”

Al escuchar su nombre, el perro vuelve a ladrar.

“Fácil para ti decirlo”, espeta Jake, tratando de alejarse de nuevo. “Es tu

“Muéstrame”, responde Jake, su resentimiento dando paso al calor y la necesidad cruda.

Ilmari rompe el beso y los tres jadean. “Ustedes son ambos

“Dios—mierda—” me quejo, mi orgasmo ya está creciendo en espiral tan apretado. “No te

“Tú tomas las decisiones, nena,” me dice.

Mientras tanto, Jake ya está de rodillas arreglando las mantas.

Jake interviene y su mano se desliza sobre mi cadera, hasta ahuecar mi coño.

Ilmari gime, dejándolo hacerlo mientras encuentra mi boca, reclamándome con la

"Mía", repito. "Para siempre. No hay salida."

“Date la vuelta”, ordena Ilmari. Míralos mientras te estiro.

Ilmari me mantiene inmóvil, su cálido aliento abanicando sobre mi hombro.

"¿Cómo se siente?" dice Jake, sus manos acariciando arriba y abajo de mi

—Tan jodidamente bien —gimoteo. “Jake—mierda—”

Ilmari sigue apoyándome, mis manos presionan su pecho, mientras Caleb

Contengo la respiración mientras miro a Ilmari.

Caleb le dedica una mirada a Jake, que espera.

Caleb y Jake se separan y Caleb mira el cuerpo de Ilmari a la cara.

"¿Qué actualización?" dice, con los ojos muy abiertos.

Antes de que pueda responder, me pongo de pie y empiezo a alejarme.

Una sacudida de turbulencia me despierta y mi única sensación es de alivio. Estaba teniendo el

Quedarse embarazada, decían. Será divertido, dijeron.

—Está bien —digo, empujando su muslo con mi mano para apartarme—.

Demasiado asustado. demasiado molesto

"Realmente desearía que no"

"Miel por favor"