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qt _" Escritos sobre Ja medicina Georges Canguilhem Profcio dle Armand Zaloszye Amorrortu editores | Bons Aire Madrid i | eta cb, itd en el mareo dsl Programa de Ayuda Ia Poblcadia Victoria Ormpo rection pero dl Ministerio ‘de Asuntoe Exiranjery dal Service Ctra dela Emi Jade de Prana onl Argontina {Bs posible una podagngta de la euracién? (Considerala como un acontesimiento en la rela: ion entree enfermoy el médic,lacuracién es, a pric mera vista 1oque ol primero espera del segundo, pero nolo que obtiene siempre de 6, Bxste una disoordan- da entre In esperanza del primero, funda soi la prosuncién de poder, fruta del saber, que ateibuse al ‘otto, ye conciencia de os mites quel segundo debe ‘roconocer a su efcaca, Beta es sin duda la principal ‘azn por la que, de todos los objtos capesifcos del ‘pensamiento métio, la curacién es el que menos ha ‘ovupao los meéicos, Per esto también sucede par. ‘que perciben en la curacién un lemento de subjetivi- ‘dad, Ia evaluacién del beneficiaro, mientras que, des- desu punto de vista objetivo, la curacéin es vista por los nol gje de un tratamiento validado por el re- cuento estadistico de sus resultados, Y, sin alusién ‘eseartés a os médioos de comedia que achacan alas cnfermas la responsabilidad por ls fracasos trap tens, convendremos en que la no curacién de tal o ‘ual enfermo nobasta parainduci en la mente del fa ‘ultatvo sospecha alguna sobre Ia virtd que él ati Dbuyo, en general, a una u otra de sus preseripciones, Inversamente, quien pretendiese hablar con perti- ‘nensia de la curacin de un individun, deberia poder demostrar que, entendida como satisfac a la ex. peetativa del enfermo, aca euracién es sin duda el ‘feet propio de la teraptutica preseripta,escrupalo samente aplieada. Ahora bien, semejante demastra ci os hoy ma dif de aportar ue munea, a causa, ea utilizacida dl método dal placebo, de las obser vvaciones de le medicina psicosométics, del interés torgado a a elacién intorsubjotiva médio-enformo 1 dela homolagacién que establecen algunos mésicos ‘entre el poder de au presencia ye poder mismo de un rmedicamento. Ba la actualidad, tratandose de reme- ios, la manera de dar vale a veees ms que lo dado. Xn sintasis, podem decir que, para enfermo, la curacién es lo quela modicna le debe, mientras que, todavia hoy, y para la mayoria de los métios, lo que 1 mesicina debe al enfermo es el tratamiento mejor cestudiado, experimentado y ensayado hasta et pre- sente, De abi la diferencia entre el médica y el curan- ero, Un médie’ que no cure a nadie no esa, por dere: ‘cho, de ser médico, habilitado como est por un dilo- CF agg Laren tres, Puke PUE 1, ee ‘lene cap. 1:P Kista. Rarocan, Phar eft en nding, are aon 1864; Barts Fa allch, asa rp ces hans, Pars Fassia, 17 0 sma enel que sesanciona un saber eanvencionalmente reconocido para atender enfermos cuyas enfermeda des constan en tratados donde se exponen ou sinto matologia,etilogia, patogenia, terapéutiea. Un eax randero no puede sero sino de hecho, pues no se lo junga por sus veonocinientoss sino por sus Gitos. Pax sel médieoy para el eurandero, la relacién on acu saciin es inverss | médico esti habilitado publica. ‘mente para pretender eurar, mientras que ela cura in, sentida y reconocida por el enfermo aun cuando sea clandestna, lo que oertifiea el vdons de curandero ‘en un hombre a quien, muy a menudo, su poder infa- solebasid revelado por laexperienca de otras. Para instrirseaeste respect, no hay necesidad de vistar ‘los ssalvajes. fn Francia incluso, 1a medicina sal- vie prosper siempre a las puertas de las facutades de medicina [No hay por qué asombrarse, entonces, al eompro- ‘bar que los primeros meédicas en considerar la cura- ‘in como wn problems y tema de interés son en st rayorta psicoanalistas, u hombres para quienes pricoandlisis existe como instancia de interrogacién cerca de sa préctioa ys prosupuesto; por ejemplo, Georg Groddeck, quien on Dos Buch vom Be, do 1929, no tome igualar medieina a charlateneria? o René * exert y lle do na mazes t,o clase a Allendy on Francia. A diferencia da la Spica médien tradicional, para la eual la caracién ora efoeto de un tratamiento causal euyo interés estnba en sancionsr le vai del diagaéstico y dela preseripein,y porlo ‘nto l value del mice, en la dptica del pecosnsisis 4a curacién pasabo ase sign dela capacidad,recon- quistada por el paciente, de poner fn él mismo a sus “ifcltades 4 La curacin ya no era gobernada desde _Lesterior,pasaba a ser una inicitiva resonquistada, {oda ver que ahora la enfermedad nose entondia ‘mo un secidente sino como un fseaso de conduct, 0 incluso como un conducta de fracas ® ‘Bs bastante sabido, gracias ala etimologia que el francés guérir,xeurar, es protege, defender, equipar a, nea Jama, Pr Cala 973, pg. 30 eu peg ia Sr, Lawrence Dl fg Ors * Bt st rn, Pr: Dl Sl, ats, Orta nde eatera cn Ale Ran Lf Cnn Pho age, 196, ose VU: La tron ea fn deen m0 doe rsa pie Fnac, re. ie se (Grek, op 3.208. Cth Bal, a oda ihr Par alia 388, 2 asi ilitarmente— contra una ogee o vedic, {a imagen dol oxganismne aqu presente @ ln do una ciudadole amonazada por un enemign exterior oin- terion, Curar os guardar, poner a eubierio* Bsto fue pensado mucho antes de queeieriosconceplas do loge contempordnen com los de agresin, ests, defense, cayeran en el Ambito dela medicina y sus ‘doologins. Yl equiparacién de a curacién 2 una n puesta ofensiva-defensiva es tan profunda y origi ‘aria, que penet el eoncopto mismo de enfermedad, entendlida como resecén contra una intrusén vilen- tao un desorden. Por esta ra26n, en ceros ens la Intencin terapéuticn po respetar provisoriamente el propio mal del que el anferm esperaba se lo toma ‘sesin domora por blanco, La justificncin de esta apa- rente connivencia dio lugar a algunos esritas, de los ‘cuales el mas conocido leva por titulo That de las enfermedades que es peligroso cura expresion que {J-M. Care hizo saya en 1857, en las condlusiones de su tess para ln agrogacion,titulads De a expecta conn medicina, Esta idea de Ia enfermeded curati- ‘aa su pesar se cnciiaha con Ia representacién dal onganismo animal como economia, en la Kinea de again tain re deta) Disque Rapin Tit der maa git danger de iy, Pav 1508, 7% ‘una tradicin hipocrticaextonunda, latenteain bajo. muy namerososdisaces meesnicns o quimiens, des. do dl siglo XVIt hasta mediados del XIX. La economia, ‘animal es el conjunto de regs que presiden las rela ‘ones de las partes en un todo, a imagen de ia ascia a de miembros de una comunidad gobernads, para ‘subien, por ia autoriad de un jefe domeésticoo palit. co. La integridad orwnia fue una metaora dela in- ‘egracidn social antes de convertinae en materia para Ja metsforainversa.” De ahi la tendencia general y ‘constante a concebir a curacién come fin de una per ‘turbacién y retoro el orden anterior, sgt lo atest- {quan todos as términos con proiore- que sirven para Aoseribi ef proceso correspondiente: restaurar, ros. ‘tui, restablocer, repnstituir, reeuperar,recobrar, tc Bn este sentido, euraién implica reversibilidad elas fenémenos euya sucesin constitu la enferme- ad, yhe aquitna modalided delos principioe de con- sorvaciin o invariansi en los que co fundaron Ta me ‘fica y la cosmologa do la poca elsiea.® Rs eom- 7. Lieut, La midi Nara, eu La ‘aso 1957 De Figo sd stn pr soe eo piephigues eee B Ealan, Prete cher ot Trg ta eatin set Sone sna Reed nr ds Sen, XXVI, 98, lags 2325. "Latin, i de comrade nore oat ‘penton ester eres hip de mera de at fern opts nl un oie a do an ae prenible que, entendide de esto modo, la psiilidad do una curacién pueda ser objetada, salvo en cier- tos casos de benignidad patente como la cori o la ciuresis, pues con frecuencia a restitucié ol resta- Llecimiento al estado angénieo anterior pueden reve- Taree ilusoros si se protende eonfirmarlos mediante tests funcionalesen ugar de vemitrse, simplemente, ala satisfac de un hombre quelhadejado deconsi- derarseenfermo, ‘A pustir del timo cuarto del siglo XIX, la fisolo- sia comenz a sustitair la eoneepeén del onganismo ‘mo mecanismo compensador 6 cme eeonoméa ce- ‘ala por la de un organismo cayas fundiones de at- ‘orregulacén estan {ntimamente articuladas con fn- cones de adaptacion al medio. Aunque, a primera vis- ‘a, lahomocstass pueda parecer comparable ala con ‘servacién espontinos celebrada por la medicina dela ‘pea clsica de todos modos no puede ser tenida por ‘somérfca a ella puesto quela apertura al exterior es ‘entendida ahora como constitutiva de los fenémmenos ale, Sta anita, ote, acest: Noma ogo 0 ethane et ofr sgn es, en eo ‘tn tan pe, yqueelo etn esp ae eee bee selon vos dal macs dolor enim dlo got ‘ers gis ta ney mt cei ye Iago tan epee de stent in cea ate mtn ua iin (rd ea, pe $18, 1% ropiamente biligios. Ke indudable que ln medic ‘a prefisiligics no ignoraba el entorno del rgani- me, el elim, las ectacionos. ¥ de ala toria de las constituciones, Pero con las enfermedades populares, es decir, las epidemias, pasab lo mismo que com las campatas militares: enfan en cuenta el temp, o- ‘mo desia Sydenham, para quien las enfermedades respelabon stiompos particulares del af, a elempla do ciertos pajaros y carta plantas». No se buseaba conocer las circunstancias para saber on queonsistia Ja enfermedad, sino para saber ante qué esencia de ‘enfermedad se estaba y en qué tipo de tarapéaticn de- bia uno detenerse, Nos engafaniamns, pues, bust ‘amas en Ia vieja tora dolas constitucionesepidémi- ns una suerta do enteipacién de a toora de los me- dios esborada por Augusto Comte? y desarrollada por oe méicos positviataa de Ia Sociedad de biologie, ‘ontemporsnea del nacimionto de la fsialogia como [La apertura del organism sobre el modio, pooo a «quo nunca pudo conesbirsela como una simple rela- cin de vosllaie pasivo, foe siendo paulatinamente er lenin 4" cin 188. CB le La So deh 8681900 ah tina ccc qe, Eien td pepe a ni, Pre Mae 100 pg 17. Caio ais ot (pln ttn wet dee 4B. 16 vista como subordinada al mantenimienta de cons ‘tsntes propia, exprecads por relaciones en laa que gusto y la gananecia do enor son contrelados por anillos de regulacin, Per el equiltbrio aparente 0 el estado estaconario de semejanta sistoma sbierto no texeluye on abgoluto sv sumisin al segundo principio de la tormotinamice, 9 l ley general de irvversibi Fided y no retueno a un estado anterior. De ahora en ‘més, todas Ins viesitades de un organismo, se trate de un organismo sano, enfermo al que se considera ‘curado estén alactadas por el estigma de la degrada. in, Aunque persista en el simbolismo de le terepia tuna conf imagen de Apolo taumaturgo, el médico ‘no puedegnorar que ninguna curacin es un rotor, ‘Yeuando Freud, en la partemsiadiscutida de eu obra eactuslizn el eoncepto de retomo, se trata de wn r= torno a la muerte, al estado anorgnico que habria proeodido al vida. Por su objeto de origen, Ia termodindmica iancia de la maquina de vapor; poral tipo de sociedad correspondiente alas institucione centieas en que a "Lapa eet marten pansy, Pais Fac, Ve rato ponds, Bute ier aioe 10a, Por masta en gate utd Pred eb ree naan eo rrabjn de Hermao en Hei ‘5 la elaboré, es también una eionciaearacteristica 4e las primera socedades industriales con predomi. no de poblacién urbana y donde laconcentracién de. mogréfea y las condiciones de trabajo de los cbreros contribuyeron en gran medida al desarrollo de ls en. ormedades ifecciosas;y aqut el hospital se imp. ‘0 corn lugar de tratamiento generalizado y anéni- smo, El doscubrimiento,debido @ Kech, Pasteur y aluninos, de los fenémenos de eontagio mierobiano 9 Viral y de la inmunidad, la invencin do las téenieas de antisepsia, sueroterapia y vacunacién proporcio. ‘aron instromentas de efcacia masiva alas exigon «ae de higiene pbliea, hasta entonces carentoe de recursos. Paradgjeamente, el éxito de ls primeras rétedascurativos baadas en la microbilogia prove- ‘ enel pensamianto médicola sustitucién progrecva el ideal personal de curacién do los enferms por un {deal social de prevensién de las enfermedades. En ‘tima instancia, no era sbavrdo que una poblaciéa ‘cil la medidas de prevencién esperase un estado ‘de salud colectiva tal que ningtin individuo se encon- en situsciGn de er atendido y eurado por Ia ‘enfermedad declarada que fuera. ¥ de hecho, en la >hora actual se amie que prictieamente ya no hay ‘casos de viruela que atender en las sociedades oe- ldentales, pues la prictica sistemética dela vaew naciin antivardlca obtuvo el resultade de volwerse e oF hora init. La imagen del médicohabilyatento de quien los enfrmos singulareseaperan ex curién va endo cca, poco a poco, por la de wn agente cje- cutorde las consgnaa de un sparato de Estado encar- 1gedo de velar por el respoto del derecho a Ia ealud ei- ‘vindieado por todo ciudadano, como respuesta 8 las Aeberes que la colctvidad declara asumir porel bien Ae todos ‘Los progress de a higione péblic y el desarrollo ‘deta medina preventiva se sustontarun en los éitos expectaculares dela quimioterapia, fandada en los rimoras aos del siglo XX por las investigaciones de Paul Ehrlich sabre la imitacin artificial de proceso ‘natural de inmunidad. Se trata quiza de la invenciin ‘mds revolucionaria en la historia de la terapéutica, El antibtico no solo suministé un medio de curacisn, sino que transform e concepto mismo de esta dltima al transformar la esperansa de vida. La evalwacién estadistica de los logos terapéutios introdyjo ea la apreciacion de la euracin una mesida obetiva de su realidad. Pero esta medida de la curacén por una ex tensiin de sobrevida ealeulada de moda estadistico, se inzeribo en un enadro donde figuran también la aparcién do enformodates nuevas (cardiopatiss) yl ‘aumento en la freewencia de eafirmedades antiguas (céncores, afeeciones enya posibilidad de aparicién ‘quedo maniisto el aumentar la duran media 7° dela vida. Ast pues, el camplimionto de las das ambi ones de a vieja medicina, eurar las enfermedades y prolongala vida humane, produjo el efecto indirect ‘de poner al méico de hoy frento a enfermos sean dos por una nueva ansiedad, referda esta vex al ‘eter posible o imposible de la euracién, El eéncer relev6 ala tuberculosis Kntonoss sel inerementa en la dracon de a vida viene a eonirmar Ia fagiidad el organisno y su deterioro irreversible ila histo ia do la medicina tiene por consecusneia abrir his ‘ria delos hombres a mievas enfermedades, 246 «3 Iacuracin? Un mito? ‘Aunque los médieos sean rogularmente eriticos respeeto dela naciin popular de euracién, nada im pide trator de egtimarla, La lengua francesa cance tri, vearaes, vo activo, y guérs, xara, vesbo intranstiv, como florecer triunfir, Popularmente, curar es reeacontrarum bien comprometide o perdido, la salud. A despecho de las implicacones sociales y politiens do este eoncopo,resultantes de que abora la salud es porebida muchas veces coma an deber que {debe obeervarse on relacdn con le poderessocio-mé- ico, ha seguido siendo ese estado aryénio del que ten individuo se considera jez. Aunque los méscos tengan razén para enenntrariusoria la salud defini dda como fa vida on el silencio de los érganos (René Le- ey Fiche) sl resordar quo este silencio puede enmsscerar uaa lesa que ha aleanzado ya waa fe icon: ble, resulta que estar bien, vale decir, eonducie bien en Tas situscones que os precise afrontn, ea un ite lo quese debe conserva. La salud esl eondicén a priori \atente, vida en un sentido propulsive, de to da actividad clegidao impuesta Este a prior es ana liable, «posteriori, por a cencia del fsiolog en una pluralidad de constantes @ euyo respecto las enfer- smedades representan une diferencia de vaiacin su- perior a cirta nocma determinada por un premadia, Pero euando se sustituye la tatlidad exporimontada por el sujet viviento desu paler de shacer frente ax por el anilisisabjtive de sus condiciones de posit ded, se sustituye por una lengua wn mod de expre- ‘6 al que sole niogn I dignidad de lengua. El mééi- ono est lejos de pensar quo sucioncia es wna lengua bien construida, mientras quo ol pacionto se exprosa en una jerga. Per como el mico fue primero hom. bre, en Ia époea en que no se sabia ian s egaria a see Dis, mess opalangana, mserva algunos rcuer- doo del bloque original en el que fae exelpido, ¥10- tuvo, on principio, algunoe alementos de la orga que ssrTengua de senifico luego desvalris, Se da el ea- a can aieane consis y tins de ano rn Labi PUR, oe ie #1 0, pues, de que acepte comprender que la deman- ‘dade sus pacientes pueda limitarse a canservar cir ‘calidad de a disposiién ala vida, o @ recuperae un ‘equivalente, sin pretcuparse par saber sls tests ob jetivos de curacidn son positives y concordantes. A la inversa, es posible que el méiicn no eosprocde que equivaldia ainstituir un nuevo 98 ceiterio de seleeion desigualitario, Bn un equipo de tralpgjadores de la sau habrit personas que tienen responsabilidad de iogeniers,y las otros se conten torn con ser maestrne de obra. Por timo, la cau peta sistemsitien de desmadicalzacién de la salud, {est sogara de no obtener | rsultade opus 8 2a objetivo? AL prometee un mejor wso individ! de me ores condiciones sanitariaseomunes similar a unre arto més equitatve de las riquoxes,cestamoe aes: rede no generar un enfermedad cbsesiva por las: Td? Considerer que el modo do ejercico actual de la medica noe frustea dela salud que merecernos, 2s van forma de enfermedad. Una cosa es obtener la salud que uno erwe merece, yotra merecer la salud que uno mismo se preeuea. Bn to timo sentido, Ia parte que el médico puede as ‘mir en la curacin consistirfa, una vex preseripto el tratamiento exgido por el estado orgnic, en infor mar al enfermo desu responsabilidad indelegable en la conquist de un nuevo estado de equilbro con las ‘exigencias del entorno Bl objetive del médicn como el {el edacador, e volver instil en funcién. [No parece indispensable celebrar sin diseerni- ‘miento las virtudes de una medicina salvaje respal- pei Gliar, 860, 34. ey El problema de las regulaciones en el organismo y la sociedad ‘Cuando mi amigo Piorre Maxime Sehuhl me pits que diera una eonferencia en estas reaniones de Ia Alianza israeli, acepté de muy buen grado y con el ‘mayor placer; para mi e¢ un honor, slo lamnento ha Der tenido que poner esta condicién, por Ia que pido Aisculpas, que nos hace estar reunidos a una hora por completo inaita, Begg tratar un problema que les seguro, seiore, ‘no tengo en absoluto resuelto, toda ves que para mi ‘mismo eonstitaye un interrogante. Peto eleg hablar- Tes de un tema que no esque ses preocupante porque ‘me preocupa, sino que me preacupa porque lo ereo fundamentelmente precespante, Bajo el titulo un ‘tanto demasiado tdenieo de -El problema de las regu laciones on el organiamo yl sociedad, ene fondo se ‘trata nada menoe que de una evestin muy antigua, ‘que continta aberta: ae relacones entre la vida del onganismo y le vida de una sociedad. Hay algo més ‘que una metifora en la usual asimilacién —unas ve es erudita, otras vulgar— de la sociedad a un nga nismo? ;Hnvuelve esta asimilacin algin parentesco sustancial?

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