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GERSON CHAVERRA CASTRO

Magistrado Ponente

STP10861-2023
Radicación Nº 132786
Acta No. 172

Bogotá D.C., catorce (14) de septiembre de dos mil


veintitrés (2023).

ASUNTO

Decidir la acción de tutela promovida por LUZ STELLA


TRIANA GÓMEZ, contra la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial, trámite que se extendió a la Comisión Seccional de
Disciplina del Valle del Cauca y a las partes e intervinientes
en la actuación que se cuestiona, por la presunta
vulneración de los derechos fundamentales al trabajo y
dignidad.

LA DEMANDA
CUI 1100102300002023009500
NI 132786
Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

El sustento fáctico de la petición de amparo se


compendia en los siguientes términos:
1. Afirma la accionante que promueve la acción de
tutela contra la Comisión Nacional de Disciplina Judicial en
virtud de la sentencia adiada el 10 de agosto de 2023, que
modificó la dictada el 13 de enero del mismo año por la
Comisión Seccional de Disciplina Judicial del Valle del
Cauca, en la que fue declarada responsable
disciplinariamente y sancionada con suspensión en el
ejercicio de la profesión por el término de 12 meses y multa
de 10 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

2. Sobre el particular, relata que actúa como abogada


externa de la Sociedad Administraciones Humberto Gómez
Valencia S.A.S., y se dedica al cobro de cartera en mora de
los clientes de conjuntos residenciales, no obstante, ella (i)
no firma contratos de prestación de servicios con esos
conjuntos, (ii) no tiene vínculo laboral alguno con ellos y (iii)
no patrocina ni representa a ningún edificio.

3. Advierte que por el cúmulo de trabajo para el cobro


de cartera que reportó su cliente, esto es, Administraciones
Humberto Gómez Valencia S.A.S., “sin constituir ante
Cámara de Comercio ningún Bufete de Abogados”, requirió
la ayuda de su sobrina Andrea López Triana, quien
igualmente es abogada, a quien la citada sociedad le otorgó
poder el 10 de mayo de 2018 para que presentara demanda
ejecutiva contra la propietaria de un apartamento del
edificio Acalanto, aclarando que con su familiar nunca
constituyó firma de abogados.

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CUI 1100102300002023009500
NI 132786
Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

4. La abogada López Triana agotó los trámites del


proceso ejecutivo y cuando el Juzgado libró despacho para
diligencia de secuestro, apareció Jorge Rodríguez, al parecer
arrendatario del predio aludido, quien planteó un acuerdo
de pago y “mi sobrina me pidió ayuda para que yo, acordara
una forma de pago conveniente y segura para el Edificio
Acalanto”.

5. Señala que cometió el grave error de suministrarle


al citado Jorge Rodríguez el número de su cuenta personal
del banco, ello para que “hiciera UN PRIMER DEPÓSITO y
así SIGUIERA PAGANDO LAS CUOTAS MENSUALES
directamente en el edificio Acalanto”; sin embargo, el citado
no cumplió con lo convenido, pues omitió cancelar las
obligaciones de agosto y septiembre de 2018. Agregó que,
pasados 3 o 4 meses de haber dialogado con Jorge
Rodríguez, apareció en su cuenta una consignación
efectuada en octubre de ese año, pero desconocía la
persona que la realizó.

6. Dice la accionante que no es cierto, como lo afirma


la decisión de segunda instancia, que estuviese actuado
como abogada con dos personas jurídicas con intereses
contrapuestos, que ella no estaba cobrando cartera al
edificio, “yo, INOCENTEMENTE LE DI A UN MOROSO MI
CUENTA BANCARIA PERSONAL y el mala paga, empezó a
consignar allí, cuando y como quería, sin enviar ningún tipo
de notificación…”.

7. Hace ver que el 18 de junio de 2018 el edificio


Acalanto terminó el contrato de administración con su

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CUI 1100102300002023009500
NI 132786
Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

cliente, la sociedad Administraciones Humberto Gómez


Valencia, y en ese mismo mes y año fungió como
administradora Diana María López, quien le revocó el poder
a Andrea López Triana.
8. Informa que el edificio quedó debiendo facturas a su
cliente por la suma de $27.000.000, a quien sí le debe
lealtad, no tuvo problema para cobrar dicha deuda a través
de un proceso ejecutivo contra el edificio Acalanto, pero,
aclara, previo a ello, envió un cobro prejurídico a la nueva
administradora, quien respondió: “…por nuestra parte no
aceptamos por ahora la propuesta de acuerdo de pago
sugerida por usted, queda en libertad de presentar la
demanda si así lo considera”, la cual finalmente presentó el
6 de diciembre de 2018.

9. Destaca la accionante que en las sentencias de


primera y segunda instancia que la sancionaron
disciplinariamente no se le dio valor al contenido de “los
últimos renglones del art. 34 literal E, por el que me
condenan a estar sin trabajo ocho (8) meses; “sin perjuicio de
que pueda realizar, con el consentimiento de todos, gestiones
que redunden en provecho común.”

10. Para la promotora, la razón por la que la


administradora del edificio Acalanto la tiene en este
problema, tiene que ver con el embargo de sus cuentas que
se presentó para recuperar el dinero de su cliente, quien,
por el contrario, debía estar agradecida toda vez que logró
conciliar el proceso ejecutivo y así se obtuvo el pago de
$27.000.000.

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CUI 1100102300002023009500
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Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

11. Estima que existió un grave error de apreciación


por parte de la Comisión Seccional de Disciplina del Valle
del Cauca, al sostener que ella representó paralelamente a
dos personas con intereses contrapuestos, lo cual no es
acertado puesto que no era abogada del edificio Acalanto
sino de la sociedad Administraciones Humberto Gómez
Valencia S.A.S., la cual era la encargada de firmar los
contratos de administración con los conjuntos
residenciales; además, nunca prestó asesoría jurídica a
dicho edificio, al punto que ni siquiera conoce a sus
representantes legales.

Agrega que dicha afirmación se mantuvo en el fallo de


segunda instancia al sostener que ella continuaba
ejerciendo la representación del plurimencionado edificio
dentro de la ejecución del acuerdo de pago al que se llegó
con Jorge Rodríguez, pero ello no es acertado ya que la
abogada dentro del proceso ejecutivo le solicitó hablara con
el “moroso” a fin de llegar a un acuerdo de pago, nada más.

12. Consecuente con lo anotado, solicitó la protección


a sus derechos fundamentales y, corolario de ello, se
revoque la sentencia de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial y no la suspenda del ejercicio de su labor como
profesional del derecho.

RESPUESTAS

1. El Magistrado integrante de la Comisión Seccional


de Disciplina Judicial del Valle de Cauca y Ponente de la
providencia que se cuestiona, precisa que efectivamente el

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CUI 1100102300002023009500
NI 132786
Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

13 de enero de 2023 se dictó sentencia que declaró


responsable disciplinariamente a Luz Stella Triana Gómez,
con suspensión por el término de 12 meses y multa de 10
salarios mínimos legales mensuales vigentes, decisión que
fue objeto del recurso de apelación por la disciplinada,
desconociéndose el fallo de segundo grado pues el
expediente no ha retornado.

Precisa que en desarrollo de la actuación se garantizó


el debido proceso y se cumplió a cabalidad con la
Constitución y la ley, adoptándose una decisión ajustada a
derecho y conforme los supuestos jurídicos y fácticos.

En ese orden, solicita se deniegue el amparo


deprecado por la abogada Luz Stella Triana Gómez.

2. La Comisión Nacional de Disciplina Judicial, por


conducto de una de sus integrantes, solicita se niegue el
amparo deprecado por las siguientes razones:

La intención de la accionante es que el juez


constitucional sea una tercera instancia respecto de los
asuntos que ya fueron decididos por la Comisión como
órgano de cierre de la jurisdicción disciplinaria. Precisa que
la petente centró la acción de tutela en debatir temas que
propuso a través del recurso de apelación y ya fueron
desatados, con lo cual intenta reabrir una situación jurídica
ya definida de forma adversa a sus intereses, lo que hace
improcedente la acción constitucional.

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CUI 1100102300002023009500
NI 132786
Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

Asimismo, tras advertir que la accionante incurre en


diversas inconsistencias y contradicciones respecto de lo
dicho en la demanda de tutela y lo que finalmente se
demostró en el proceso disciplinario, concluye que ningún
derecho fundamental se ha comprometido.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

1. De conformidad con lo establecido en el numeral 8º


del artículo 2.2.3.1.2.1 del Decreto 1069 de 2015,
modificado por el Decreto 333 de 2021, la Sala de Casación
Penal de esta Corporación es competente para resolver la
presente demanda de tutela, toda vez que la queja se dirige
contra la Comisión Nacional de Disciplina Judicial.

2. Según lo establece el artículo 86 de la Constitución


Política, toda persona tiene la facultad para promover
acción de tutela ante los jueces con miras a obtener la
protección inmediata de sus derechos constitucionales
fundamentales, cuando por acción u omisión le sean
vulnerados o amenazados por cualquier autoridad pública o
por particulares en los casos previstos de forma expresa en
la ley, siempre que no exista otro medio de defensa judicial,
a no ser que se utilice como mecanismo transitorio para
evitar la materialización de un perjuicio de carácter
irremediable.

3. En el asunto bajo estudio, la discusión propuesta


por la accionante tiene que ver con las decisiones
adoptadas al interior del proceso disciplinario seguido en su
contra (radicado 2019-0092901), mediante las cuales la

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NI 132786
Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

Comisión Seccional de Disciplina Judicial del Valle del


Cauca, en sentencia del 13 de enero de 2023, la declaró
responsable disciplinariamente y la sancionó con
suspensión en el ejercicio de la profesión por el término de
12 meses y multa de 10 salarios mínimos legales mensuales
vigentes, y la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, en
providencia del 10 de agosto último, al resolver el recurso
de apelación, la modificó en el sentido de fijar la sanción en
el término de 8 meses y multa de un salario mínimo legal
mensual vigente.

4. De la procedencia de la acción de tutela contra


providencias judiciales.

Con el fin de atender la queja constitucional


propuesta, importa precisar que la jurisprudencia
constitucional ha señalado que la tutela cuando se propone
contra decisiones judiciales se torna excepcional, toda vez
que lejos está de ser una instancia adicional a la cual se
pueda acudir con el fin de derruir sus efectos, salvo que
concurra una vía de hecho, criterio que se ha venido
desarrollando por las causales específicas de procedibilidad.

En tal virtud se han fijado una serie de pautas con las


cuales se restringe el uso y el abuso del mecanismo
constitucional, de manera que quien acuda a él realmente
lo emplee como el último recurso a su alcance, pues de lo
contrario se atenta contra la estructura de las
jurisdicciones y procedimientos que previamente han sido
fijados, resaltándose así la naturaleza residual y subsidiaria
de la acción.

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Luz Stella Triana Gómez

En ese sentido, la acción de tutela contra decisiones


judiciales presupone la concurrencia de unos requisitos de
procedibilidad que consientan su interposición: genéricos y
específicos, esto con la finalidad de evitar que la misma se
convierta en un instrumento para discutir la disparidad de
criterios entre los sujetos procesales y la autoridad
accionada y contrariar su esencia, que no es distinta a
denunciar la transgresión de los derechos fundamentales.

Dentro de los primeros se encuentran a) que el asunto


discutido resulte de relevancia constitucional, que afecte
derechos fundamentales; b) que se hayan agotado todos los
medios ordinarios y extraordinarios de defensa judicial,
salvo que se esté ante un perjuicio iusfundamental
irremediable; c) que se cumpla con el requisito de
inmediatez, esto es, que se interponga dentro de un término
razonable y justo; d) que se trate de una irregularidad
procesal, y la misma tenga un efecto decisivo o
determinante en la decisión que se impugna y que afecte los
derechos fundamentales de la parte actora; e) que se
identifiquen de manera razonable los hechos que generaron
la vulneración y los derechos afectados, y, además, que esa
violación haya sido alegada dentro del proceso, siempre que
hubiese sido posible, y f) que no se trate de sentencias de
tutela.

Los segundos, por su parte, apuntan a que se


demuestre que la providencia adolece de algún defecto
orgánico, procedimental, fáctico, material o sustantivo, un

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Luz Stella Triana Gómez

error inducido, carece de motivación, desconoce el


precedente o viola directamente la Constitución.

En ese orden, la parte interesada debe demostrar de


manera clara cuál es la irregularidad grave en la que
incurrió el funcionario judicial, el efecto decisivo o
determinante en la decisión que se impugna y cómo afecta
sus derechos fundamentales. No basta con aducir cualquier
anomalía o desacierto dentro del proceso para que por vía
de amparo pueda revisarse la actuación de un funcionario
judicial, en tanto que el juez constitucional no es una
instancia adicional revisora de la actuación ordinaria.

En otros términos, es factible acudir a la tutela frente


a una irrazonable decisión judicial. Y el error de la
autoridad debe ser flagrante y manifiesto, pues no puede el
juez constitucional convertirse en un escenario supletorio
de la actuación valorativa propia del juez que conoce el
proceso. Ello desconocería su competencia y autonomía.

5. Del caso concreto y la existencia de una decisión


razonable.

5.1. Con fundamento en la demanda de tutela y los


demás elementos de convicción que reposan al interior del
expediente constitucional, la Sala estudiará la procedencia
de la presente solicitud de amparo en contra de providencia
judicial.

Inicialmente, resulta incuestionable que se está frente


a un asunto de relevancia constitucional, pues se trata de

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analizar si las autoridades accionadas vulneraron los


derechos fundamentales de la accionante al emitir las
sentencias que la sancionaron disciplinariamente.

Se corroboró que la parte actora no cuenta con otro


medio de defensa distinto al de la acción de tutela, ya que
contra la sentencia de segunda instancia dictada por la
Comisión Nacional de Disciplina Judicial no procede ningún
recurso.
También se encuentra satisfecho el principio de
inmediatez, pues la decisión que resolvió el recurso de
apelación data del 10 de agosto de 2023 y la acción de
tutela se promovió el 23 de ese mismo mes, lo cual significa
que entre una y otra fecha transcurrieron unos pocos días.
Igualmente, se determinó que la parte actora identificó de
forma razonable, tanto los hechos que originaron la
vulneración denunciada como los derechos que estima
afectados, lo que permite establecer que el defecto
denunciado, de ser existente, sería de gran relevancia e
impactaría de manera determinante en las resultas de la
actuación valorada, la cual, dicho sea de paso, no
corresponde a otro trámite de tutela.

5.2. Ahora, respecto de los presupuestos específicos,


debe precisarse que si bien la accionante no mencionó que
se hubiera configurado algún “defecto” o causal específica
de procedibilidad de tutela contra providencia, ello no es
impedimento para emitir un pronunciamiento, en virtud del
principio de prevalencia del derecho sustancial sobre las
formalidades y dado el carácter informal del mecanismo

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CUI 1100102300002023009500
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Luz Stella Triana Gómez

constitucional (CSJ STP2045-2023, STP6262-2023,


STP6363-2023, STP7090-2023 y STP8267-2023).

Además, tratándose de tutela contra providencias


judiciales lo imprescindible es satisfacer una carga
argumentativa mínima, consistente en exponer con claridad
los hechos y en qué consiste la vulneración, presupuesto
que se encuentra cumplido en este caso, toda vez que la
accionante expuso cuál era la providencia controvertida y
determinó algunos derechos que habrían sido afectados.
5.3. En este caso, dable es resaltar que en contra de la
abogada Luz Stella Triana Gómez se adelantó proceso
disciplinario con radicado 2019-0092901, dentro del cual la
Comisión Seccional de Disciplina Judicial, en sentencia del
13 de enero de 2023, resolvió:

PRIMERO: NO DECRETAR LA NULIDAD, conforme a lo expuesto


en la parte motiva de esta providencia.

SEGUNDO: DECLARAR RESPONSABLE DISCIPLINARIAMENTE y


consecuente con ello SANCIONAR a la abogada LUZ STELLA
TRIANA GÓMEZ, identificada con la cédula de ciudadanía No.
66.700.389 y portadora de la Tarjeta Profesional Nro. 98.141 del
Consejo Superior de la Judicatura, con SUSPENSIÓN EN EL
EJERCICIO DE LA PROFESIÓN POR EL TÉRMINO DE DOCE (12)
MESES Y MULTA EQUIVALENTE A DIEZ (10) S.M.L.M.V, para el
año 2018, de conformidad con el artículo 42 y 43 ibidem, con
cargo a la DIRECCIÓN EJECUTIVA DE ADMINISTRACIÓN
JUDICIAL, cuenta No. 3-0820-000640-8 (…), dado que con su
conducta transgredió el deber impuesto en el numeral 8° del
artículo 28 de la Ley 1123 de 2007, desarrollado como falta
contra lealtad y la honradez, establecida en el artículo 34 literal
e) y artículo 35 numerales 1° y 4° -concurso homogéneo-,
comportamientos calificado a título de DOLO respectivamente,
conforme a las razones que se expusieron en la parte motiva.

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Al ser recurrida la decisión por la disciplinada, la


Comisión Nacional de Disciplina Judicial, en fallo del 10 de
agosto último, dispuso:

PRIMERO: MODIFICAR la sentencia del 13 de enero de 2023,


proferida por la Comisión Seccional de Disciplina Judicial de
Valle del Cauca, por medio de la cual, se declaró responsable
disciplinariamente a la abogada Luz Stella Triana Gómez
identificada con cédula de ciudadanía No. 66.700.389 y
portadora de la tarjeta profesional de abogada No. 98.141 del
Consejo Superior de la Judicatura, imponiéndole la sanción de
suspensión en el ejercicio de la profesión por el término de doce
(12) meses y multa equivalente a diez (10) salarios mínimos
mensuales legales vigentes, por la violación al deber contenido
en el numeral 8 del artículo 28 de la Ley 1123 de 2007 y la
comisión de las faltas disciplinarias previstas en el literal E del
artículo 34 y numeral 1º y 4 º del artículo 35 ibídem, todas estas
en la modalidad de dolo, para en su lugar:

- ABSOLVER a la investigada por la falta contenida en el artículo


35 numeral 4 de la Ley 1123 del 2007, de conformidad con lo
señalado en esta providencia.

- CONFIRMAR la responsabilidad disciplinaria de la encartada


con relación a las faltas descritas en el literal E del artículo 34 y
numeral 1 del artículo 35 de la Ley 1123 del 2007, de
conformidad con lo expuesto en la parte motiva de esta
providencia.

- RECUDIR la sanción impuesta a suspensión en el ejercicio de la


profesión por el término de ocho (08) meses y multa de un (1)
S.M.L.M.V, por lo expuesto anteriormente.

SEGUNDO: Efectuar las notificaciones judiciales a que haya


lugar, utilizando para el efecto los correos electrónicos de los
intervinientes y la quejosa, incluyendo en el acto de notificación,
copia íntegra de la providencia notificada, advirtiendo que contra
la misma no procede recurso. Se presumirá que el destinatario
ha recibido la comunicación, cuando el iniciador recepcione acuso
de recibo, en este caso se dejará constancia de ello en el
expediente, adjuntando una impresión del mensaje de datos y
del acuse de recibo certificado por el servidor de la Secretaría
Judicial.

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5.4. Acorde con lo anotado, la Sala no encuentra que


la sentencia del 10 de agosto de 2023 de la Comisión
Nacional de Disciplina Judicial, que será la providencia a
analizar por cuanto fue la que puso fin al proceso
disciplinario, esté incursa en alguna causal específica o
defecto que torne necesaria la intervención del juez de
tutela.

En efecto, la sentencia de segunda instancia, luego de


detallar la situación fáctica que dio origen a la actuación
disciplinaria, el trámite procesal cumplido, los cargos
formulados a la investigada en virtud de lo previsto en el
literal e) del artículo 34; y los numerales 1º y 4º del canon
35 de la Ley 1123 de 2007, los argumentos del fallo de
primer grado y los que sustentaron la apelación, la
Comisión advirtió la necesidad de precisar los supuestos
fácticos bajo los que se sancionó a la abogada.

Para ello, precisó lo siguiente:

Falta Imputación Fáctica Imputación Jurídica


Artículo 35 Debido a que la abogada en 1. Acordar, exigir u
numeral 1 representación del Edificio obtener del cliente o
Acalanto realizó un acuerdo de de tercero
pago con el señor Jorge remuneración o
Rodríguez, arrendatario del beneficio
apartamento 302 por la deuda desproporcionado a
de las cuotas de su trabajo, con
administración que tenía en aprovechamiento de
mora, para lo cual el día 13 de la necesidad, la
agosto del 2018 recibió del ignorancia o la
señor Jorge un primer abono inexperiencia de
por la suma de $3.000.000, aquellos.
valor sobre el cual descontó
por concepto de honorarios el
20% del total de la deuda de

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$7.090.847 y no del dinero


recibido, es decir, descontó por
honorarios la suma de
$1.418.169 como si hubiera
recaudado el total de la deuda
cuando solamente logró el
pago del 42%, lo que
constituye un beneficio
desproporcionado a la labor
realizada con
aprovechamiento de la
necesidad e ignorancia, de la
persona que le pagó, debiendo
“entregar el excedente al
Edificio Acalanto; sin embargo,
no lo hizo, pues solamente
entregó a la señora Diana
López Castaño representante
de Edificio la suma de
$1.581.000, cuando le debía
entregar la suma de
$2.400.000, y cobrar por
honorarios $600.000, y no un
total de $1.418.169 pues sus
honorarios eran del 20% del
dinero recaudado, lo que
constituye un beneficio
desproporcionado a la labor
realizada con
aprovechamiento de la
necesidad e ignorancia, de la
persona que le pagó, pues a
sabiendas de que debía
descontar la suma de
$600.000 por honorarios y
entregar entonces,
$2.400.000, no lo hizo,
apropiándose con un valor de
$819.000 que no le pertenecía
a ella sino al Edificio Acalanto.
Artículo 35 Toda vez que a pesar de que 4. No entregar a
numeral 4 la deuda era por un total de quien corresponda y
$7.090.847 y solo recaudó a la menor brevedad
$3.000.000 cobró el 20% del posible dineros,
total y no de lo recaudado, bienes o documentos
esto es, le correspondía por recibidos en virtud de

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honorarios la suma de la gestión


$600.000, pero tomó para sí profesional, o
$1.418.169, por lo que demorar la
finalmente se apropió de un comunicación de este
valor de $819.000. Es decir, recibo.
se apropió de una suma
mayor a la que le correspondía
bajo el pretexto de que era el
pago de sus honorarios que
había acordado con el dueño
del apartamento, sin que, para
ello, hubiera aportado
elemento alguno que así lo
acreditara; omitiendo por ello
el cumplimiento de los deberes
inherentes al desempeño como
abogada.

Lo anterior para precisar que se comprometió el


principio de non bis in ídem, regulado en el artículo 9º de la
Ley 1123 de 2017, al dar por acreditado que «…la atribución
de la falta contenida en el numeral 4 del artículo 35 se sustenta en la
falta contemplada en el numeral 1 de dicho artículo, pues se le
reprochó el cobro de honorarios desproporcionados al haber obtenido
de más el valor de $819.000 m/te, los cuales, no devolvió a su cliente,
en vista de ello, es necesario que esta instancia disponga la
subsunción de la primera falta dentro de la segunda, por cuanto la
Seccional derivó la retención del dinero de la desproporción de los
honorarios cobrados, procediendo a absolverse a la encartada por la
falta contenida en el numeral 4 del artículo 35. Conforme al anterior
análisis, la Sala procederá la resolver los argumentos de apelación
esgrimidos por la disciplinable, enmarcando el objeto de
pronunciamiento, únicamente sobre las faltas contenidas en el numeral
1 del artículo 35 y literal E del artículo 34 de la Ley 1123 de 2007.»

Luego, la Comisión Nacional de Disciplina Judicial


resolvió la alzada en los siguientes términos:

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• Cargo Primero: De la falta contenida en el artículo 35 numeral 1


de la Ley 1123 del 2007:

Señaló la investigada que de la suma de $3.000.000 m/te,


$1.418.169 se habían cancelado por propuesta del deudor Jorge
Rodríguez por concepto de honorarios, pues le interesaba no
contar más con abogados para dicho trámite y $1.581.000 como
abono a la deuda que al mes de julio ascendía a $7.090.847
m/te, siendo un convenio al que se había llegado de manera
verbal; sin que se hubiera aprovechado de este.

Al respecto, considera esta Seccional que dicho argumento, se


encuentra plenamente desvirtuado, pues la misma disciplinada
señaló a la instancia que la razón por la cual descontó dichos
emolumentos, fue con el fin de no estar remitiendo al Edificio
mensualmente las cuentas de cobro para recibir los honorarios; y
no como lo manifestó en la alzada, como una propuesta del señor
Jorge Rodríguez, -con quien no detentaba ninguna relación
profesional- para recibir de él unas sumas de dinero por concepto
de honorarios profesionales. A continuación, se transcribe lo
esgrimido por la investigada:

“Abogada: Para que no realizara la diligencia de secuestro y el


señor Jorge Rodríguez seguir pagando directamente las cuotas
mensuales al Edificio Acalanto, sin tener nosotros que enviar
cuentas de cobro mensuales por los abonos, establecimos que del
primer abono se descontarían los honorarios profesionales y así
el señor Jorge Rodríguez seguiría pagando directamente al
Edificio Acalanto”.

Asimismo, resalta esta Corporación que la Seccional en ningún


momento expresó que la abogada lo había coaccionado a pagar
dicha suma, pues lo que se le reprochó fue que, aprovechándose
de la necesidad del señor Jorge Rodríguez ante la inminencia de
la medida cautelar de secuestro, -como así lo ratificó la abogada-
obtuvo una remuneración desproporcionada, pues pagándose
dicha suma se suspendería dicha diligencia, expresando la
misma disciplinada en su recurso de alzada, que posterior a
dicho cobro, continuó descontando de los dineros recibidos el
20% por concepto de honorarios desproporcionados,
comprobándose de esta manera el exceso del primer cobro; razón
por la cual, se niega el primer cargo objeto del recurso.

Y es que concuerda la Corporación con lo expuesto por la


Seccional de instancia frente a que la profesional atendiendo que
el pacto de honorarios a cuota litis del 20%, debió respetar ese

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acuerdo y obtener ese porcentaje del valor recuperado y no como


sucedió en el asunto, cobrarse la totalidad de sus honorarios por
la suma completa a recuperar, por cuanto, ello en primer lugar no
se había obtenido y en segundo lugar, era desproporcional frente
a la gestión parcial que se estaba realizando pues solo se estaba
recuperando un porcentaje de la deuda no toda, ello sin contar
con los intereses que procedían.

Por lo expuesto, se niega el argumento bajo estudio al verificarse


que efectivamente la profesional por el referido primer cobro sí
obtuvo una remuneración desproporcionada.

• Cargo Segundo: De la falta contenida en el literal E del artículo


34 de la Ley 1123 del 2007.

Expresó la disciplinada que la falta no se configuraba pues


cuando recibió el poder por parte de la Sociedad
Administraciones Humberto Gómez S.A.S para demandar al
Edificio Acalanto, la misma ya no se encontraba representando
los intereses de la copropiedad, pues si bien había actuado como
conciliadora en dicho asunto, ello había terminado con la
consecución del acuerdo de pago con el señor Jorge Rodríguez y
el mismo se encontraba en cumplimiento, iniciando con la
demanda ejecutiva siete meses después de su gestión.

Sobre el particular, de conformidad con el acervo probatorio


allegado al expediente, se puede determinar que el 11 de octubre
de 2018, la sociedad Administraciones Humberto Gómez SAS
representada legalmente por el señor Mario Alejandro Gómez
Vivas, confirió poder a Luz Stella Triana Gómez para que iniciara
y llevara hasta su terminación, proceso ejecutivo de mínima
cuantía en contra del Edificio Acalanto, representada legalmente
por la señora Diana María López; proceso que fue asignado por
reparto del 6 de diciembre de 201832 al Juzgado Veintiséis Civil
Municipal de Cali.

Dentro de ese mismo interregno de tiempo, de los correos


electrónicos enviados entre la quejosa y la disciplinada, se puede
establecer que la misma continuaba ejerciendo la representación
del Edificio Acalanto dentro de la ejecución del acuerdo de pago
llegado con el señor Jorge Rodríguez, informando sobre las
reuniones con él sostenidas, allegando los nuevos pagos por
concepto de abonos a la deuda e inclusive, requiriendo
información con respecto a si ya se encontraba saldada la deuda
para que se procediera con el secuestro. A continuación, se
transcriben los correos referidos:

18
CUI 1100102300002023009500
NI 132786
Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

Correo electrónico enviado por la abogada Triana Gómez a Diana


María López del 18 de octubre del 2018, en el que remite informe
sobre proceso apartamento 302, y manifiesta lo siguiente:

“(…) Me permito comedidamente informarle el resultado de la


reunión con el SUPUESTO propietario del apartamento 302-cuya
demandada es la señora KATHERIN UMAÑA.

8. NO le fue aceptada la propuesta del señor RODRÍGUEZ por


pagos mensuales. No tengo porque hacerlo, cuando hay un
INMUEBLE EMBARGADO y que no se realizado la diligencia de
SECUESTRO, UNICAMENTE, porque el señor promete y promete e
incumple todo el tiempo.

9. No voy a estar detrás de él hasta ENERO del 2019.

10. El estado de cuenta dice de un saldo a OCTUBRE/18 DE


$6.550.847 Y ahora adeuda TRES MESES de honorarios TRES
MESES de honorarios (AGOSTO, SEPT Y OCTUBRE) que serían
$254.000= por lo que el TOTAL DE LA DEUDA ES DE
$6.804.467.

11. ÚNICO TRATO; si no procederé a SECUESTRAR, AVALUAR Y


REMATAR, será $2.804.467 que pagará en mi oficina el día
MIÉRCOLES 24 de OCTUBRE a las 4:00 p.m.

12. SALDO $4.000.000 el día VIERNES 14 DICIEMBRE/18


ANTES que cierren los juzgados por vacancia judicial.

13. NOVIEMBRE/18 Y DICIEMBRE/18 serán pagados por el


señor RODRÍGUEZ directamente en la cuenta del EDIFICIO
ACALANTO.

14. Inmediatamente, reciba el dinero del señor RODRÍGUEZ, se


los consigno. Atentamente, Luz Stella Triana Gómez”.

Correo suscrito por Luz Stella Triana a la señora Diana María


López del 24 de octubre del 2018, con el asunto CONSIGNACIÓN
$2.116.000 PATO=302-KATHERIN UMAÑA.

“Apreciada Diana
Scaneo el asunto citado en referencia $2.116.000= Quedó
debiendo $434.000 del valor que se había comprometido para
hoy. Te aviso si lo consigna. Descontaron $15.000 por cada una

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CUI 1100102300002023009500
NI 132786
Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

de las consignaciones por haberlas realizado de otra ciudad.


(…)”.

Correo suscrito por la investigada el 21 de marzo del 201935, en


el que le responde a Diana López Castaño:

“(…) Si claro, infórmame el saldo a la fecha para saber con la


consignación en cuanto quedaría la cuenta, para dar por
terminado el proceso o para hacer el secuestro. Gracias Luz
Stella. (…)”

De esta manera, se puede establecer con certeza, que la abogada


investigada sí representó de manera simultánea tanto los
intereses del Edificio Acalanto como los de la sociedad
Administraciones Humberto Gómez S.A.S, siendo no cierto que se
hubiera retirado de dicha representación siete meses antes de
asumir el referido poder, razón por la cual, se niega el segundo
cargo de la apelación.:

Las consideraciones transcritas descartan las


afirmaciones de la accionante Luz Stella Triana Gómez
dirigidas a cuestionar el fallo que resolvió la alzada, pues
como se puede leer, con fundamento en las pruebas
allegadas al expediente, la Comisión encontró demostrado
cada uno de los cargos finalmente endilgados a la
disciplinada, por lo que no se torna necesaria la
intervención del juez de tutela al no advertirse la decisión
contraria a derecho.

Así, respecto de la falta contenida en el numeral 1 del


artículo 35 de la Ley 1123 de 2007 1, se estableció que la
profesional del derecho obtuvo una remuneración
desproporcionada en razón a que la misma investigada
sostuvo haber recibido el pago de $3.000.000 por parte del

1
Artículo 35. Constituyen faltas a la honradez del abogado: (…)
1. Acordar, exigir u obtener del cliente o de tercero remuneración o beneficio
desproporcionado a su trabajo, con aprovechamiento de la necesidad, la ignorancia
o la inexperiencia de aquellos

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CUI 1100102300002023009500
NI 132786
Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

deudor y descontó el 20% por concepto de honorarios, pero


del total de la deuda, que era de $7.090.847, proceder con
el que desconoció el pacto de honorarios a cuota litis, esto
es, debió obtener el porcentaje pactado pero sobre el monto
recuperado y no por la totalidad de lo adeudado.

De ahí entonces la irregularidad en la que incurrió la


abogada que, como lo precisó el fallador de segunda
instancia, que se enmarca en la norma aludida, por lo que
ningún reproche merece la decisión adoptada.

Ahora, en virtud de la falta contemplada en el Literal e)


del artículo 34 de la Ley 1123 de 2007 2, la Comisión
igualmente, con apoyo en los elementos de prueba obrantes
en la actuación, entre ellos, diversos correos electrónicos
cruzados entre la abogada y la administradora del edificio,
estableció con certeza que aquella sí representó en forma
simultánea tanto los intereses del edificio Acalanto como de
la Sociedad Administraciones Humberto Gómez Valencia
S.A.S.

Efectivamente, la lectura detallada de los mensajes ya


transcritos, permiten concluir que, contrario a lo expuesto
por la accionante en la demanda de tutela, al tiempo que
representaba a la aludida sociedad también velaba por los
intereses del precitado edificio, pues así lo deja ver los
acuerdos de pago que llegó con Jorge Rodríguez, dando

2
Artículo 34. Constituyen faltas de lealtad con el cliente: (…)
e) Asesorar, patrocinar o representar, simultánea o sucesivamente, a quienes
tengan intereses contrapuestos, sin perjuicio de que pueda realizar, con el
consentimiento de todos, gestiones que redunden en provecho común.”

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Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

cuenta de las reuniones con él sostenidas y solicitando


información en punto a si la deuda había sido pagada, etc.

De lo dicho en este punto, tampoco aprecia la Sala


irregularidad alguna, pues fue la valoración efectuada por el
fallador de las pruebas obrantes en la actuación que le
permitió llegar a la conclusión aludida, lo cual descarta el
compromiso de los derechos de la parte actora.

Así las cosas, a partir de la decisión confutada quedan


sin sustento las afirmaciones de la accionante en cuanto a
que nunca representó los intereses del edificio Acalanto y
que su intervención solo se dio para ayudar a su sobrina
Andrea López Triana en el proceso ejecutivo, por cuanto,
como ya se indicó, existían al interior de la actuación
disciplinaria contundentes elementos de prueba que
demostraron lo contrario y, precisamente, con base en el
análisis de los mismos, fue que el juzgador encontró
acreditada la falta disciplinaria en la que incurrió la
disciplinada.

Es más, la accionante en la demanda de tutela afirmó


que nunca había constituido un bufete de abogados,
afirmación que se contradice con lo vertido por la misma
profesional al interior del proceso disciplinario en la versión
libre. Así lo destacó la sentencia de segunda instancia:

(…) desde hace 22 años constituyó su bufete de abogados


especialistas en derecho comercial y empresarial, asesorando
también en el área de propiedad horizontal, siendo la abogada
Andrea López Triana la encargada de manejar la recuperación
de cartera en mora y la representación de los procesos ejecutivos

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Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

de las copropiedades. Informó que entre sus principales clientes


se encontraba la empresa Administraciones Humberto Gómez
Valencia S.A.S, desde hace 15 años.

Por consiguiente, resulta desacertado señalar que el


fallo de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial
comprometió los derechos fundamentales de Luz Stella
Triana Gómez, pues, como acaba de verse, con argumentos
claros y con la debida aplicación de las normas que rigen el
asunto, adoptó la decisión que en derecho correspondía, lo
cual, por sí solo, no genera algún defecto con la entidad
suficiente para ser derruida por este accionamiento.

6. En ese orden, es claro que la parte accionante


busca cuestionar el raciocinio de la jurisdicción
disciplinaria y, con ello, protestar por el sentido de la
decisión adoptada al interior del proceso seguido en su
contra.

Situación que permite descartar la prosperidad del


amparo, pues de admitirse ello, el mecanismo preferente se
convertiría en una instancia adicional, o un instrumento a
través del cual se revive un debate que fue debidamente
superado en el escenario propicio para ello y ante los jueces
competentes, lo que de manera directa afecta su naturaleza
excepcional.

Debe entender la demandante que la sola


inconformidad con la determinación adoptada no significa
per se la violación de sus derechos fundamentales, ya que,
se insiste, no se advierte que diste de un criterio razonable
de interpretación y que se enmarque en una de las causales

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CUI 1100102300002023009500
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Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

específicas de procedencia de la acción constitucional en


contra de providencias judiciales.

7. Consecuente con lo indicado, al no advertirse la


vulneración de ningún derecho fundamental en detrimento
de la parte accionante y tampoco la concurrencia de un
perjuicio de carácter irremediable, la protección deprecada
tendrá que negarse.

Por lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de


Casación Penal, en Sala de Decisión en Tutela No. 3,
administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la ley,

RESUELVE

Primero: NEGAR la acción de tutela promovida por


Luz Stella Triana Gómez.
Segundo: Notificar esta decisión en los términos del
artículo 30 del Decreto 2591 de 1991.

Tercero: De no ser impugnado este fallo, enviar el


expediente a la Corte Constitucional para su eventual
revisión.

CÚMPLASE

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CUI 1100102300002023009500
NI 132786
Primera instancia
Luz Stella Triana Gómez

GERSON CHAVERRA CASTRO

MYRIAM ÁVILA ROLDÁN

DIEGO EUGENIO CORREDOR BELTRÁN

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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