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Ritalinda es Ritasan Beatriz Rojas $-RYTA Mustraciones de Bernardita Ojeda y Dis&play loqueleg Ami familia @ —jLo mejor del mundo son las vacaciones! —excla- 7 ma Rita, mirando una hilera de hormigas en su ventana. —{Qué haces, fenémeno? —le pregun- ta Laura. —Hago que las hormigas cambien su rumbo —responde Rita, sin tomar en sulto de su hermana—. ido el poder que tengo sobre ellas. jMira, Lauris! Mi —Divertido es cuando estoy con mis amigas en la playa y tt desapareces —Laura se pinta las urias de los pies y afiade sin mirar a Rita—: Odio tus rarezas. Rita, dandole la espalda a su hermana, se la ima- gina nadando en el mar y de pronto apareciendo en- tre la espuma la aleta de un tiburén. in = Che chap —,Qué dijiste? —le pregunta Laura. —Nada —contesta Rita, mirando por la ventana como un grupo de hormigas intenta Ilevarse en an- das el cadaver de una mosca. —iA comeeer! —grita su madre desde el primer piso de la casa. Por la escalera sube el delicioso olor de la salsa bolognesa, especialidad de Francesca. Rita baja veloz las escaleras porque quiere volver a estudiar el comportamiento de las hormigas en su ventana. Come répido y en su apuro salpica salsa bolognesa a todos en la mesa. Después de limpiar y cuando por fin consigue regresar a su pieza, se lleva una sorpresa: una sola hormiga lleva sobre su espal- da el cadaver de la mosca. YIN PoMMiga cop 70PGOR PopoRes: Esta idea le da vueltas en la cabeza hasta que se duerme. Esa noche la hormiga superpoderosa irrum- pe en su suefio. Rita se desvela, y obsesionada moldea en plasticina la figura de la hormiga de sus suefios. ‘Al dia siguiente, espera impaciente la. (——— hora de mostrarsela a Samuel. __] —Papé, {qué hora es? —Rita intenta ver a hora en el reloj sobre el escritorio de Ati- jio—. Tu reloj no sirve para nada. —Es un reloj de arena muy antiguo, regalo KES de despedida de mis colegas de La Sapienza —Atilio entrecierra los ojos recordando su ‘a de profesor universitario en Roma—. Lo uso ronometrar mi tiempo de descanso. En la actua- 98 relojes de arena estn en desuso y han sido los por los de pulsera. Si quieres te puedo con- toria del reloj de arena, ste gustaria? padre de Rita es un estudioso. Rita incluso ha legado a pensar que es una enciclopedia porque na- div guarda tanta informacién como él. Bueno, tal vez Samuel. Lamentablemente, a ella le interesa poco la historia del reloj de arena y pregunta: —Papé, gcudnto falta para las cinco? —Faltan cinco minutos menos que hace cinco mi- tarla nutos, cuando me preguntaste. —{Por qué la hora avanza tan lento? —Rita esta impaciente. 10 Asomando su cabeza detras del sillén, Atilio le explica: —El término «horario» proviene del latin hora- rius, Hace referencia al periodo temporal durante el cual se Teva a cabo una actividad. Rita se escabulle del escritorio de su papa des- pacio y lentamente para no hacer ningtin ruido. En el pasillo, a lo lejos, todavia lo escucha como si es- tuviera dando catedra en su universidad: «Las zonas horarias son areas de la Tierra que siguen la misma definicién del tiempo. Para pasar el rato, Rita se sienta al piano a esperar que la hora avance. Con sus manos sobre las teclas se imagina que las notas musicales son los segundos y minutos que caen lentamente en un gran reloj de are- na, donde ella est encerrada. Cuando sus dedos casi se acalambran, decide volver a llamar por teléfono. —Alo. {Est4 Samuel? Sf, soy yo, la misma que hace... —dice Rita al teléfono, pero la voz al otro ado de la linea ya no est. Mientras espera dibuja fi guras en la libreta del teléfono. De pronto escucha al otro lado una voz conocida. —Alo... amuel? —pregunta ella. —Hola, Rita, gc6mo estas? —Bien, gy ta? {Como estuvo tu viaje? ~Cuatico, En un rato mas voy a tu casa. Tengo cho que contarte... Samuel no alcanza a tocar la puerta porque Rita a abre extendiéndole una caja de fosforos. Tengo algo que mostrarte —le —. Adivina lo que hay aqui. —No sé... Samuel se echa hacia atris con cautela. —No lo vas a creer. Hace unos dias en mi ventana descubri a una miga con superpoderes. Ella fue ica. sobreviviente al insecticida la con que mi mam las pulveriz6 a to- das. ¥ como si eso fuera poco, después rae ue llevando uno por uno en su espalda los cadaveres 5 compafieras. Es una hormiga superpoderosa! —Oh... —Samuel mira con interés la caja de fosfo- corrada que Rita tiene en su mano—. gPuedo verla? —jClaro! ndo Rita abre la caja de fésforos, en el interior ormiga esta hecha ceniza. st4 muerta! —exclama la nifia, muy decep- cionada. Entonces Samuel, para distraerla, le habla sobre sus vacaciones en Isla de Pascua. —Si hubieras visto la cantera donde los rapanui fabricaban los moais. Hay muchos en todas partes y 12 nadie sabe cémo los llevaron desde la cantera hasta otros lugares de la isla. La estrategia de Samuel da resultados. Rita se in- teresa en la conversaci6n. —Moii suena como al maullido de un gato japonés. Mw poto aig, —No es japonés, Rita, es rapanui —le explica Samuel con paciencia—. En la Antigitedad, los rapanui construyeron estas esculturas de piedra para personi- ficar a sus antepasados y que estos los protegieran. —Hum —Rita se oye dudosa—. Parece un viaje de estudios... —Te gustaria, estoy seguro. Te asombrarian las pinturas que hay en las piedras. —¢Pinturas? —el interés de Rita aumenta. —La pintura més repetida en la isla es el Taganta- manu. Los rapanui tallaron en las rocas muchos de estos petroglifos. Rita comienza a tocar un tambor imaginario en el aire, siguiendo un ritmo que improvisa y repite. Fomgeta—pman, Rete - aige Tomgoto, manu. Peter -glige. —jRita! —Samuel, que a menudo se sorprende con las ideas de su amiga, continia explicandole—: ‘Tangata-manu se llamaba el hombre pajaro. —Ese nombre tiene miisica. Y hace que se me ocu- rra algo: podriamos inventar nuestro propio idioma. {le imaginas? —Rita se encarama sobre un montén piedras y desde ahi grita—: Bulebule! ;Babulele! — {Qué significan esas palabras? —Ni idea —contesta Rita—, pero yo misma voy a ntar sus petromijos. —Petroglifos —Ia corrige Samuel. —Eso mismo... —Rita observa la caja de fosforos ntes de continuar—. Y ahora vamos a tener nuestro primer entierro. Haciendo una pequefia excavaci6n, Rita entierra de fosforos en el cerro. Luego apila un montén s sobre la caja, como un altar. Enseguida di- as figuras sobre las piedras. {Son pinturas rupestres? —pregunta Samuel. n... Algo asi... —Rita piensa unos segundos iz en la boca y finalmente dice—: ;Son bu- 3B 14, —¢Dénde esté tu hermana? —le pregunta Francesca a su hija mayor. —jAh? —Laura se quita los audifonos del iPod para escucharla, —Que sihas visto a tu hermana—insiste sumama. —No... —responde Laura, poniéndose nueva- mente los audifonos. Francesca camina por el pasillo hasta la puerta del batio y desde afuera pregunta: —Rita, gestas ahi? Nadie responde, pero en el interior se escucha so- nido de agua. —jRital —la madre golpea la puerta del baiio—, gestds ahi? —ia salgo! —{Estds en la ducha? —iSi, mam, estoy en la ducha! —grita la nifia desde adentro. Pero Rita no esta precisamente bajo el chorro de agua. A ella no le gusta bafarse y por eso acostumbra ahacer corer el agua para fingir que se esta duchando. —No te demores, hija —dice Francesca—. Ya es tarde y manana es el primer dia de clases. ij Mariana 2 of primey e Oe de ckasenil/ Esta frase y el vapor del bafio la marean. Se mira en el espejo y pone su cara de horror. —jAggggg! —exclama. Luego limpia el espejo empaiiado para entrenar la ‘ara que usarA al dia siguiente. ‘i. Cono, de,:* tndtr Sriemn todo porgectye FREBIE Oh, (MA 110.0, Ferubltan, | Prego, Rital —su mamé golpea la puerta, sa- a de sus reflexiones Ya... —Rita se moja en el chorro de la ducha, se Ive en la toalla y al abrir la puerta dice—: Ya env oy lista, mama! do Rita esta acostada en su cama y lista para ren su libreta, Laura apaga la luz de la pieza. —Si prendes la luz te quito tu estupida libre- Je amenaza su hermana. Entonces, Rita escribe bajo las s4banas, iluminada por la luz de su linterna. en la comida. Es asi como en su plato los cerea- on néufragos que nadan en un mar de leche cho- colatada. —{No tienes hambre, 18 in the sky with diamonds de memoria, canta con ella. Cuando llegan al colegio, Laura se baja del auto sin mirar atras, —Ayuda a tu hermana —le pide Francesca, pero ella ya esté lejos. Sin embargo, Samuel se acerca por detras de Rita y le ayuda a cargar su caja de tiles escolares. Ala entrada del colegio, Rita ve a Harold con su cabeza ladeada recibiendo a los alumnos que llegan. —Hola, Samuel. Hola Rita. jListos para este nue- vo aito? —contesta Samuel con entusiasmo. —Hum... Lista para todo un afio de ratutor —Rita recalca cada palabra sin disimular su descontento. —¢Ratutor? —preguntan Harold y Samuel a coro. —Estoy inventando un idioma nuevo, gqué dicen? Ya nadie se va a reir de mi porque no sé inglés. —Eso no es un idioma, Rita. Es tortura dicho al revés —aclara Samuel. Es que cuando empieza el colegio todo lo veo pa- tas arriba —dice ella—, y todo me da vueltas. —Déjame contarte algo que va a animarte... —Harold no alcanza a terminar de hablar porque Rita lo interrumpe. —<€Tufo se fue a vivir a Isla de Pascua? —No. Se trata de una compafiera nueva. —gUna rartepacom vanue? gMocé se malla? a quiere saber cémo se llama la compafiera duce Samuel. ko —dice Harold. hina...? pregunta Rita. Han. ponesa —Ie aclara Harold. mento suena el timbre del colegio. Rita y Samuel caminan deprisa por el pasillo cen- io. Unos pasos mas adelante distinguen 1 delgada, de baja estatura, piel palida y no almendras. —Debe ser Hanake —le dice Samuel a Rita, que jene a arremangarse los calcetines sed 20 —¢Qué hace con Manuela y su grupito? —Rita de inmediato, como si alguien la empujara, se acerca para hablarle—: Ta debes ser Hanako. La chica nueva se da vuelta y Manuela le dice, se- falando a Rita: —Esta es la mas lunatica del colegio y mejor co- nocida como Rita Ltinik —al decir esto, Manuela y su grupo rien a carcajadas. Samuel, al darse cuenta de que los ojos de Rita lan- zan chispas, teme lo peor y le advierte a su compaiiera: —Vamos a llegar tarde, Rita. Vamos. —Rita y Samuel son novios —Manuela quiere Provocarla y lo consigue, porque Rita se abalanza so- bre ella, provocando un desorden que llama la aten- cion de Harold. —¢Qué pasa aqui? —pregunta el inspector. —Nada —contestan Rita y Samuel, Pero Manuela finge un gran dolor y dice, a punto de llorar: —Rita me pegé porque si, Yo no le hice nada. Para asegurarse de que es verdad lo que dice Ma- nuela, Harold interroga uno por uno a su grupo de amigos. Ellos confirman esta versién y cuando llega su turno, Hanako afirma: —Ella no la tocé —sin sospechar que esto le trae- 1A problemas. —Ya vas a ver, japonesita —Manuela la amenaza en voz baja. —Nosotros te podemos defender de Tufo —le ce Rita a su compaiiera nueva. Después de este episodio, Rita, Samuel y Hanako an atrasados a la clase de inglés. —Good morning, children —Ios saluda la profesora nglés. Ellos se acomodan en los tiltimos bancos al ndo de la sala. Hanako y Samuel, en pocos minu- in poniendo atencién. Sin embargo, Rita no ja de moverse ni de hablar. -Silence, please —dice la profesora de inglés. A todo mal, Samuel —se queja Rita—, yo es- Iyo distinto este ato. favor, céllate Rita —le ruega Samuel—. att -What’s the matter? —pregunta la profesora, avanzando por el pasillo. Cuando Hega al fondo de la yea Rita diciéndole—: Look at my face. he kat: my face —repite miss Caroline, sin que nda lo que dice. s, Hanako interviene para salvarla. —{Queé estas haciendo? —Rita se sorprende, pero ko sabe lo que hace y en perfecto inglés respon- preguntas que le hace la profesora. What's oda. your name? Where are you from? How is to live in Japan? 2a —No debes distraerte, Rita —le dice ella en el re- cro —. La proxima vez, miss Caroline puede castigarte. —Hanako tiene razén —concuerda Samuel. —jBah! Odio las clases de inglés. El inglés no sir- ra nada. inglés es un idioma que se habla en todo el —dice Hanako. a tiene razén. —Samuel coincide de nuevo con |, entonces Rita se da media vuelta para irse. creo termina y Rita, en lugar de partir a su « dirige a la enfermeria, donde la enfermera dando el tobillo a un chico. fentiste mal el primer dia de clases? Ya me extrafiando de que no te hubieses aparecido dice Silvia. a, créeme... —Rita pone su cara de «es- a mori» que ha ensayado tantas veces jo del baio—. Estoy mareada. Lo juro. e jures y acuéstate en la camilla esto, Silvia le pone el termémetro en la ia y le pregunta—: ¢Como ha sido tu pri- ses? on el termémetro 23 } 4 Ung ees) Ye que Me Le sndondi. Mi deTA, Jithigte cur Blam i HH Onc = < | Be pre oni come bt de i aE Mine Canchilne re da. miter pet puma DM, Ha able time rapph 1% of ings 0» um poco, oder uate mat. Qors.sse ire 92 Addiama, gus se Dolta sm tode sh munas Ly poet, Le poet sr que troupe wands Doble. : ew Inmagine "Uchas potyonan 2rcupicrdore, "G wome habla en ings, rreupe Jpalabro ot hablar. Come gurnaces. "Yogae peace pata, ] SNASBUEROSO aa te Moda, Ecce rete is Gaba, gue on mi idioma re dice OCONEE 9 MIM Dance a Nekorwme + GOTPESA- UL iimicn gue onkionde mi Alanalee clic tas mebiprigico, Ahioma tr Awad Oregon diche eo wntonda | « “Hig cdi ae me ga tnigon aoa Gut, as Gamal, fan qual ne rma, | nn? Salen Comrade, Mminarte, a AW cara, pore igual Not. c eT ee oy Anya. gue poner sa Cunmde Da, Mune” Me ome riguis’ Dabtande, Dur porgpetia. ostudsine. come Yeanap . Aor 7 ’ cI La” ads i. GENES , 9 Bee ae mm eee 26 Antes de acostarse Rita le pide a su mama que le cante muy lento la cancién de Los Beatles que ella esta preparando para el Festival de la Voz, Entonces Francesca tiene una idea. —iVas a cantar conmigo en el festival! Al mismo tiempo que Rita pone atencién a la le- tra, escribe en su libreta lo que su buen oido musical oye, tal y como lo escucha, dudinderce: gpd darya mer Ya estoy mejorando mi inglés, piensa, y se duerme tarareando la cancién, Ala maiiana siguiente, Rita esta ansiosa por lle- gar al colegio para contarle a Samuel el nuevo acon- tecimiento. Mi inglés esté mucho mejor, piensa en el asiento trasero del auto. Porque su casa esta un poco lejos y salieron tarde del cerro, porque Francesca no encontraba las Ilaves del auto y el transito estaba espantoso, porque Rita se demoré en vestirse y Laura en el espejo del bario pei- ndndose, el auto llega al colegio cuando est sonando el timbre. Rita corre por el pasillo y llega tarde a la pri mera clase de la mariana: comprensién del medio. —Tengo algo que contarte —le dice a Samuel ape- nas se sienta —iSilencio, por favor! —dice el profesor Miguel, golpeando la pizarra, —Mira mi libreta —insiste Rita. —Chist. Ahora no, Rita, Me van a castigar —le advierte Samuel. —Bs importante. Lo juro —ella murmura—, es- lay mejorando mi inglés. Mira. Eso no es inglés. Esas palabras no existen; si atencién en clases lo sabrias, Rita. puss : —;Qué pasa acd? —les pregunta el profesor Mi- uel, acercandose a ellos—. Pérez, toma tus cosas y widntate alla. Rita no provoca el efecto que esperaba. Samuel #@ molesta con ella. La clase continua con él en otro lianco y el profesor Miguel sin quitarle la vista de en- elma Rita. 7 4CONEENTRARMBL Rntonces escucha al profesor Miguel decir una, palabra extrafia que despierta su curiosidad: nvertebrados». Qué significa?, se pregunta y sigue hando, «Son animales que no tienen esqueleto —jProfesor! jProfesor! —lo interrumpe Rita, cordandose de su mascota Willy—. {Una iguana es un invertido? 27 —Invertebrado —la corrige el profesor—. No, Rita, la iguana es un vertebrado porque tiene un es- queleto interno, huesos y columna vertebral. La veloz creatividad de Rita la hace imaginarse una radiografia de los huesos de Willy que dibuja en su li- breta mientras prosigue la clase. —2Qué es una jauria? —pregunta el profesor Miguel. conjunto de perros —responde Hanako. iMuy bien! —la felicita el profesor y conti- {Como se le dice al conjunto de peces? también quiere que la feliciten exclama: coun a sus dos hijas en el colegio. Laura se Jevanta a hablar por teléfono y no contesta. Rita lo Nace con monosilabos. -1Cémo estuvo el primer dia de clases? {Miss Evelinda te hizo clases? No. =p Jugaste en el recreo? —s, file comiste la colacién? —S. —yAlguna novedad? No. Rn ese momento, Laura se incorpora a la conver- sacion y dice: —Rita tiene una compafiera nueva. Todo el cole- izle habla de la japonesita. temiendo que su papa comience una catedra con la historia de Japon, pide permiso para levantarse de —Necesito ir al batio —dice, pero no va al bao, sino a su pieza, donde escribe en su libreta: Pot gue ninempre Song tam mala, ouvcte? Ong mo sorta. ingle » Qlamake Lo Jrabhe. pergectammente . Ler prrgeasien a mi 12 Hiren Mala, o wa Lo aderan. Prorudh, aritir Alompre Compartia, sue atacioh Conomigy , obeta. Da ompanky tambien eo: Pana gan ti, ire a, ran ci diggran,- lost, rt Oforqua” pana. BULA cAniop. « [$a Pobre de Go aprstosa oe Lage | Cahwta sstoy muy arVepentide, 1 ne hay mada. due Racye +, me sabry cero. Me Bo Jue. © tae wey, iy oat .rdad? —pregunta Rita—. Sien Japon japoneses deben saber cudntos palitos ienda, hija. tra a su papa un dibujo suyo del sol Apenas Atilio comprende, con una sonrisa se muestra sorprendido una vez més por la creatividad e ingenio de su hija, Porque le interesa apoyar la aficién de Rita por el arte, le comenta: —Existe un arte hecho en papel que es originario | de la cultura japonesa. Se llama origami. La palabra Proviene de los vocablos oru, que significa «plegar», y 34 kami, que quiere decir «papel». —Plegarpapel... se escucha como un trabalen- guas —dice Rita. —Elorigamies el arte de hacer figuras de papel solo con los dedos de las manos, sin tijeras ni pegamentos. Puedes representar todo lo que quieras: animales, flo- res, estrellas, dragones... La creatividad a Rita le cosquillea en sus dedos. | Se imagina figuras extraordinarias al mismo tiempo que escucha a su papé diciendo: —Segiin una leyenda japonesa, tu mayor deseo se | hard realidad si construyes mil grullas de papel. —{Grullas? —pregunta Rita. —Las grullas son aves de espacios abiertos, Se des- Plazan dando zancadas con sus largas patas y reco- gen semillas ¢ insectos con sus picos como anzuelos jigantes. Viven en bandadas y muchas de ellas reco- 1 grandes distancias para criar. Son muy fieles y se uiparejan de por vida. Para los japoneses, la grulla es mbolo de la salud y dela paz. Rita dibuja en su libreta distintos tipos de grullas. de su imaginacién. 5 SAPIENS: 36 Rita siente que la noche se le viene encima como una sdbana negra. —éAlgiin problema, hija? —Ie pregunta su mama cuando oscurece—. Algo te pasa. Dime qué es. Francesca escucha atentamente a su hija. —Samuel ya no es mi mejor amigo. Ahora Ha- nako es su mejor amiga. Los dos se rien de mi y de mi inglés. —Rita piensa en la leyenda de la grulla y le pregunta a su mamé—: éCrees que si pido un deseo, Samuel quiera volver a ser mi mejor amigo? Voy a contarte algo que Samuel y tu compafiera nueva estoy segura no tienen idea, y cuando se lo di- gas los vas a sorprender. Rita pone atencién a su mamé y se entera de co- sas muy interesantes sobre la cancién de Los Beatles que ella y Francesca cantaran en el festival, Al dia siguiente, Rita no se demora en vestirse, ni en peinarse 0 tomar desayuno. Tampoco pelea con Laura. Quiere llegar temprano al colegio para contarle a Samuel, el mas estudioso de su clase, algo que est ogra que él no sabe. Para no olvidarse de nada, Rita ‘eeribio una lista en su libreta. La lista la titulé Lucy»: “ywcablisto, Fo Se Cet oars ae th Bamonds” agen eg i Ae Pe ee mere to ie desks om am dibujo per TL a lcaar & Pe Say Oma Ke Leveddddddeeeeaeadddd 38 amuel, en cambio, est4 acostumbrado si no sabe entiende algo a preguntar para aprender, Por Samuel siempre llega temprano al colegio, y cuan- do Rita entra a la sala se lo encuentra. Pero él no se da cuenta de su llegada porque con Hanako estén ho- pregunta: jeando el libro de comprensién del medio. ¢Por qué se llama Lucy? —Bjem... —Rita carraspea, y cuando consigue Después del colegio Rita escribe en su libreta lo Hamar su atenci6n lee para ellos los apuntes de su li- breta titulados «Lucy», no se atrevi6 a preguntar en el colegio. Al terminar comprueba que su mamé tenia ra- z6n. Samuel no sabia nada de Julian Lennon ni Lucy O'Donnell y se muestra muy interesado. Pero esto no es lo unico interesante, Hanako también tiene algo que decirles, Samuel y Rita la escuchan con atencién. —Unos arquedlogos bautizaron como Lucy al es- queleto de una hominida Australopithecus afarensis, que es considerada uno de los ancestros del Homo sapiens. Pero Rita no se atreve a decirlo en voz alta o pregun- tar, por miedo a que se burlen de ella. 39 Al desayuno la cocina huele a mermelada y a pan tos- tado. Bl Festival de la Voz fue todo un éxito, pero aun asi Rita no quiere comer. Tampoco quiere ir al colegio. Me. nt en, Cuando el termémetro contradice su «cara de es- toy con fiebre», negando que Rita esté enferma, ella se ve obligada a ir al colegio a rendir su examen de inglés. Después de que la profesora reparte los exame- nes, Rita ve avanzar la hora en el reloj de la sala. Wed arog hocan? Ne re cussta, comton.am imap pane Do Brice que, Yowe sncrite- on” ita, jprwello. on mi, Membre, Tictac tictac, la hora sigue avanzando. De pron- to, Rita tiene una idea y se concentra la ultima me- dia hora en su examen. y ella entrega su prueba, la profesora la detiene. — {Qué es esto, Rita? —le pregunta. —{Qué cosa miss Caroline? —Esto —la profesora agita frente « Rita el examen y pregunta—: gEs una broma? No, miss... —Rita contesta vacilante—. Es mi examen... Son puros garabatos, Rita. No hay una sola pa- Jabra que yo entienda. Es que tengo mala letra —se disculpa ella. —Entonces léelos ta —concluye miss Caroline. no habia pensado en esta posibilidad y como no tiene mas remedio, hace lo que le pide la profesora. —Fl glésin es sotopesa y nau riaquepor —comienza. {Qué significa esto? —se exalta miss Caroline. ta no puede contestarle porque esta a punto de Cuando Harold le pregunta en la inspectoria, ella a verdad. las clases de inglés. jNo entiendo nada! venté mi propio inglés. 10 es es0? . Escribo las palabras al revés y ya. Tu ejemplo, en mi inglés se dice Roldha. —Hum, a ver si entiendo —dice Harold—; td in. glés consiste en usar las silabas al revés? rold ve alejarse a Rita de po que rodea a Hanako, japonés? —Ie pregunta alguien del grupo a la compafiera nueva. —Konnichiwa —contesta Hanako. —W adios? —Sayonara. —éMaméa? ¢Papa? ;Abuelo? —uno y otro le pre- guntan, —Okasan, otdsan, ojisan —responde Hanako y les explica a sus compafieros—: En mi idioma se aitade san al final dela palabra para expresar respeto y cortesia. AG6C6.. tu quate, $pthagy, Rita en un impulso exclama: sus compaiieros la miran, ella contimia—: Se dice Hanakosan. Enseguida sus compaiieros la ven alejarse y subir- se al bus de regreso a su casa. Al llegar, todavia molesta, Rita escribe en su li- breta para desahogarse: {ii Mo gntiemeo- Nido) © Bo 8 mo Pie lena seb. : Ryete come Avena, 2 KARAOKE, Kimonos ag og SUSHI) WASABI, ie Mas tarde, cuando Atilio regresa del trabaj hija tiene varias preguntas para el sillon de su escritorio—. Cualquier palabra, the (me Lmportta roy FQ Por ejemplo, es lo que representa al arbol que ver tue te BF or toe lath me Dubie Las palabras son ideas que nacen en la mente. Indarwso. mar dor ML amino a da, ml usr, en la mente de quién?, se pregunta Rita, y en esa Ie Cotte, (AM. BR, »\tyo. mo 20 de momento llega a su mente la idea de una palabra, * or BINGO OHA ine Cuando Rita deja de escribir, se acomoda frente a televisor. Una noticia que transmiten por la televi sién llama su atenci6n: «A las 14:46:23 hora local, Japon sufrié el peor te rremoto registrado en el archipiélago. El epicentro de Miyagi, con una magnitud de 8,9 grados en la es- cala de Richter. El terremoto fue seguido de potentes réplicas y de un tsunami de 10 metros de altura, que dejaron centenares de muertos y desaparecidos, des- encadenando alertas de maremoto en todo el Pacifico, La ciudad costera de Sendai se convirtié en Ja triste Protagonista de esta tragedia...», WU Mote. UM; Estas palabras le recuerdan a Rita el terremoto que ella y su familia vivieron el 27 de febrero del atio 2010. Era de noche y todos en su casa dormian, De repente, Rita se desperté porque su cama se movia como si hubiera alguien debajo tratando de escon- derse. Todavia medio dormida escucho como se caian los libros en el librero del pasillo. Por un segundo ensé en su papa buscando uno de sus tantos libros, pero de pronto escuché a su mamé gritar «/Terremo- tooo! jTerremotooo!». Junto con Laura salieron de su ives, alertadas por el grito de su mam, por el ruido sy lag ventanas y el de algunas cosas al caer. Cuando jwils la familia se reuni6, al no poder mantenerse de {ils, se sentaron en el suelo. Entonces se tomaron de [ye manos hasta que la tierra dejé de moverse. , Después del terremoto vino un tsunami. Rita no al- ‘anz6 a verlo porque vive lejos del mar, pero pudo ver ay inagenes por television. Ahora las mismas image- ‘ins, como la de una ola gigantesca que avanza arras- inando casas, autos y barcos, las repiten en la TV. Paneee, sumo, POR Cinolon oy toa 2p. —jRita! jTeléfonooo! ~-el grito de Laura devuelve a {tita al presente. Al teléfono Samuel / Jn informa sobre lo ocurrido en Japén casi mejor que in canal de television. —Los sismélogos dicen que fue uno de los terre- inotos més destructivos de la historia —Samuel se sucha agitado—. Dicen que fue equivalente a 200 toneladas de dinamita. {Te imaginas eso? Esa noche Rita no consigue dormirse pensando on las personas que viven en Japén. of 2 AAmaK —élsunami es una palabra japonesa? —Ie pregun ta a su papd, que la acompaiia sentado a los pies di sucama, —Si, tsunami es una palabra japonesa. Esta for mada por las palabras tsu, que significa «puerto», nami, que quiere decir «ola». —@& qué es exactamente un tsunami? Namazu, un pez gigante que vivia en el fondo del mar. El dios Kashima le ponia una roca en la cabe- za para controlarlo, pero cuando el dios se distraia, Namazu movia su cola originando un terremoto. —Auuuawut —Rita bosteza y acomoda su cabe- za.en la almohada para seguir escuchando a su papa. —En la mitologia mapuche se dice que los tsuna- mis los originaban las peleas entre la serpiente te- rrestre Trentren y la serpiente marina Caicai, las dos hijas de pillanes. Antes de dormirse, Rita piensa en Hanako. Des- pués cae en un suetio de agua, serpientes y espiritus. -\Papa, papa! —grita Rita, entrando al escritorio de Ee . caiste de la cama? —su papa se sorprende jiovque es muy temprano en la mafiana. Algo asi... —Rita se ve preocupada. ‘ —Todavia est4s pensando en Japon —Atilio adi cupacién de su hija. stata hacer algo por Hanako. Cuéntame ia leyenda de los deseos. —jla leyenda de las grullas? Bee leyenda revivié en la mitad del siglo x sacias a Sadako Sasaki, una nitia japonesa, Sadako onia dos afios cuando cayé la bomba atémica en Hi- roshima, donde ella vivia. Diez afios més tarde, como consecuencia de la radiacion que le produjo la bom tha, los médicos le diagnosticaron leucernia. Cuando 1a, pequefia estaba en el hospital reeuperandose : su enfermedad, st amiga Chizuko Ie conté la leyen da de las grullas, segin la cual, si alguien construye mil grullas de papel, veria su mayor deseo hecho r lidad. Como Sadako deseaba con todo su corazon ¢ rarse, se propuso construir ella misma las mil grul de origami para que su deseo se hiciera realidad. —& Io consiguis? {Construyé las mil grull —Rita interrumpe a su papé—. ;Sadako se mejor6? —Lamentablemente, Sadako fallecié mucho antes de poder acabar todas las grullas. Solo construyé 644, —Oh... —Rita se entristece y A\ —Pero sus amigos siguieron su trabajo y comple- taron las mil grullas con la esperanza de que se evie taran las guerras y se lograra la paz entre todos los paises del mundo. —Entonces, Sadako no murié en vano —afirma Rita. —Té lo has dicho. Cada afio, para el Dia de la Paz, Megan miles de grullas de papel a Hiroshima desde todos los lugares del mundo, En la ciudad hay un mo- numento en memoria de Sadako. En su mano cuel- gan las grullas transmitiendo un mensaje de paz al resto del mundo. Una vez terminado el relato, Rita atraviesa el es- critorio de su padre pensativa. —gComo puedo aprender origami? —pregunta ella. —Ficil —Atilio se acerca al librero y le extiende un libro a la nifia—. Aqui encontrards todo sobre el arte japonés y todo un capitulo sobre papiroflexia. __;Papiroqué? —Rita pregunta. =-Dapirofiexia es el arte de doblar papel, que en ne conoce como origami. 7 a. abre el libro sin mucho interés en las explca , jearlo se encuentra con algo wx de su papa. Al hojearl valg Bein su atencion, por lo que sale del escritorio indo a Atilio solo. . a resto de la mafana Rita se la pasa siguiendo i doblando papeles. ssioma tarde cuando recibe la visita de Samuel on la puerta, le habla atropelladamente sobre la leven ade las mil grullas, sobre Hiroshima, sobre Sadako. Hamuel la sigue por las escaleras, intentando serene tanta informacion. Al llegar al segundo iso eel casa Joy sorprende un desorden de papeles en el suelo. —éQué es esto? —pregunta Samuel, —Papiroflexia —alardea Rita, tomando un peda. 20 de papel entre sus dedos. Enseguida, como si fue ra un acto de magia, aparece la figura de un corazén en sus manos. Una tras otra, ante el asombro de su amigo. Son figuras hechas en pa pel de diario, en cartulinas de colores y en papel lustre, Hay un sapo, un chancho, un pez. De pronto a Samuel tellama la atencion la fgura de un ave de cuello largo —Bs una grulla —le explica Rita—. En la Anti- Buedad la grulla era simbolo de salud para los japo- neses. Después de Hiroshima y de la historia de Sa- dako que te conté, se convirtié en un simbolo de paz. —Parece que alguien ha estado estudiando, —dice Samuel. ~W tengo una buena idea para ayudar a Japon! —exclama Rita con entusiasmo. Samuel escucha atenta y visible- mente admirado mientras ella habla. * Y cuando ella termina, le dice: —Qué linda eres, Rita, —Ya sé —asiente ella—: soy Ritalinda, EI resto de la tarde los dos amigos se dedican a poner en Practica la buena idea de Rita, T ‘ilitt le ensefia a Samuel como doblar el papel. Samuel ge pone manos a la obra para aprender rdpido, pero a : es tan diestro como ella, por eso se demora y rullas no son tan perfectas. / s Crees que ti y yo podamos hacer mil eralas “para Sapon? —Samuel esta dudoso—. Apenas he- diez... \os alcanzado a hacer : —Hum —murmura Rita, tan dudosa como él. n En ese momento, Laura y Francesca aparecen & scalera. F .Qué haces Rita? —la madre le pregunta al ver Fe el desorden. ; | _Te he dicho mil veces que Rita es rara, mama Laura contesta por ella. : —Y yo te he dicho mil veces, Laura, que hay pa ha- labras que no se dicen en esta casa. No vuelvas a i sd acordo? Je asia tu hermana, ¢ Py dirigiéndose a Rita, la madre vuelve a preguntarle: gQué bambina? — {Qué es esto, scea de Rita les explica a su mam y a Laura su idea ayudar a Japon. A la mafiana siguiente, a los pies de su cama reposan cuaren- ta grullas. Al verlas, Rita piensa con tristeza que parecen formar una guirnalda de flores secas. —dlistas para trabajar? —Atilio les pregunta mientras desayunan. Laura tiene raz6n, Es imposible mandar esa cantidad de grullas a Jap6n —dice Rita. —Tal vez no mandarés mil grullas a Japon, pero querer apoyar a tu compajiera nueva est4 muy bien —la anima su papa. A mediodia el auto conducido por Atilio se detie- ne frente a una alta reja de fierro. Desde la reja, Rita y Samuel se despiden de él. Apenas el auto se marcha ellos atraviesan el jardin de la casa de Hanako. —Obhh —exclama Rita, admirada—, nunca ha- bia visto un jardin asi, Samuel, que esta de acuerdo con ella, se separa de su amiga por un sendero que rodea un estanque. Un hilo de agua cae desde una pila de rocas, provocan- do un sonido ligero y musical, como el de pajaros ba- fidndose en un rio. —iSamuel! (Ven! {Mira! —exclama Rita desde la Parte alta del pequefio puente que cruza el estanque. Samuel se reine con ella en el puente, desde donde tienen una vista magnifica del jardin. De i Rita a una i imaginacin transporta @ ymediato su imaginaci } : p. montafiosa rodeada de una vegetacién exube .n el agua cayendo en cascada. os 2 —pregunta la nifia sefialan- = eso? gQué sera? de bambi. . ae _—-contesta una voz a sus espaldas. Samuel y Rita se dan vuelta vépkdaments, yal be a ma erlo se encuentran con Hanako tomada de apa. 7 See bienvenidos —el padre d darlos—. Soy Yuto. - oe son los compaiieros de los que tehablé —dice Hanako—: Samuely Rita, ‘Al escuchar sus nombres ambos in linan su cabeza, imitando a Yuto. pe pués del saludo, Rita recuerda el tubo de bambi y pregunta: le Hanako inclina —2Qué es shio shi...? —iShishi-odoshi! —Yuto la corrige con una sonri- say le explica—: Se mueve cuando se acumula agua en su extremo superior. Mira... Rita observa que el bambi, al llenarse de agua, se hace muy pesado, por lo que desciende y, al botar el agua, golpea en una roca provocando un ruido fuerte yagudo. —Shishi-odoshi en japonés significa «asustar a los ciervos» —senala Hanako. —iMe gusta! jSuena como el coro de una cancion! —Rita canturrea moviendo la cabeza al ritmo del golpe del bambi en la piedra—. Shishi-odoshi. Shishi- odoshi. Shishi-odoshi... —Rita y yo... —Samuel acentia el nombre de Rita para hacerla callar. Luego sigue con dificultad— -.estamos aqui... para... —Estamos aqui para decirles que sentimos mu- cha pena por el tsunami de Japén —Rita encuentra las palabras que Samuel no sabe como decir. —Arigato —dice Yotu e inclinando su cabeza re- pite—: Muchas gracias. —Mis abuelos viven en la ciudad de Sendai, muy cerca de la playa —ariade Hanako con sus ojos rasga~ dos y brillosos. _—No hemos tenido n\ “gs a su hija y continta— sionan, pero estamos segtt oticias de ellos —Yotu abra- : Las comunicaciones no fun- ros de que estaran bien. onder, Aendai... be pronto esa palabra le recuerda algo. Jo konep stro la television. La Sendai esl ciudad que most [a televisth 1° dad donde la ola se tragé casas, autos Y iu ciudad dondellegé el tsunamin ea Qué piensas, Rita? —quiere saber Hanako — $n nada —miente—, en nada. Recorren el jardin en compatiia adre. Yotu explica algunas cosa: Ec que Samuel escucha con ate! de Hanako y de s relacionadas ncion. Rita con su jardin i io. ; Ee jardin es un pedazo de Japon y repre senta su geografia. Las piedras, por ¢ jemplo, repre- . i e0g) Li sentan las islas japonesas. El mar lo representa el es- jue une las islas. ntafias, el puente q) tanque, y las mol year Rita no parece interesada, sino mas bien a kilé- metros de ahi. Al escuchar un sonido, sale de su rex traimiento. —El gong nos anuncia la hora del té —dice Ha- nako—. Y ustedes son nuestros invitados. Samuel y Rita la siguen por eljardin. —4Gong? —pregun- ta Rita—. ¢Qué es? —Es un disco de bronce con los bordes curvados hacia adentro que se golpea con un mazo. —jEs un instrumen- A (Gos \ to musical! —exclama Rita al verlo—. Mi mama es miisica y en mi casa hay muchos instrumentos. Mi preferido es el piano. Llegan a la casa y para entrar se sorprenden al te- ner que quitarse los zapatos. —Pueden andar descalzos o usar estas zapatillas silo prefieren —les dice Yotu. Rita prefiere quedarse a pies pelados. Al caminar por la casa de Hanako se da cuenta de que no tiene nada que ver con a suya. Los espacios son de madera, con paredes muy finas y estén divididos por puertas correderas. De pronto, algo llama la atencién de Rita. asta hecha de papel! _—exclama ella, acercan- Bs erta. - oo _ aepepel japonés. Se Tama shoji —senale YON epee eran no Tn so centro de Ja habitacion “istinguen wna mesa d€ ¥ prillante que parece 3] té humea yblanco. Lamesa Js, donde Yotu se sien colores. El olor del piso. —{Qué te han dicho en la embajada? —Ie pregun- ta el esposo, pero Keiko no contesta porque mira a los invitados. —Ellos son mis compaeros Samuel y Rita —dice Hanako. Los compaiieros se inclinan para saludar a Keiko, quien, a su vez, también se inclina ligeramente. —Mi esposa fue a la embajada de Japén para ob- tener noticias de sus padres que viven en Sendai. —No hay noticia de ellos... —dice Keiko—, pero todos dicen que Sendai es la triste protagonista de la tragedia. Rita no sabe cémo darles nimo a Hanako y a sus padres. Ella misma vio las imagenes en la television y comparte con ellos su tristeza y preocupacién. De pronto la historia de Sadako y las mil grullas es lo ‘inico que se Ie viene a la mente. —Hay algo que podemos hacer —dice Rita, dan- do un salto al centro de la sala. —{Qué cosa? —pregunta Hanako. Entonces Rita le resume la leyenda de las mil gru- llas y la historia de la nia japonesa que creyé en su sanaci6n, Rita no levanta la cabeza de ~ (Ja majiana siguiente, gu trabajo. —Pensé que Laura. Jamas... ao ag NUNCA te habias dado por vencida —Ie dice 6 Laura mira detenidamente come me ema sobre el papel. Cor : re dnl en goal fomando wa LB : tical y ho- , wee ‘manos voltean el papel, lo doblan ve cian cs ente formando una cruz, Las man ee i os de iss vrarcas hechas en él papel como si fueran PAS inferior del i ia el centro, la punta ae oa em un diamante, repite ies an papel hacia : gos anteriores. Laura no aparta a we i be nde hij motizada. Rita ™ ae Tegner elcuello, la cola, la ober. esa dobla las puntas, forma las alas y Un Pay 65 are parece estar listo para volar. Rita no se detiene ni un se; -gundo. Sus manos se mueven como si volaran. “A “ *) “ & - x ‘w7 SN. “Sy q- 42-- ly . Una vee erminads la grulla, la deposita sobre ba mesa in lve a empezar. Esta empefiada en que : ‘a bandada de grullas cruce el océano hasta legar a Japon. __ —Jamés hubiera creido que en la embajada idea les iba a encantar. Nunca pensé que lvia to: estoy orgullosa de ser tu hermana. Estés loca, pe exes genial —dice Laura acercéndose a Rita. “ —Ya lo sé —dice Rita medio en serio y en broma, —jAcaban de Il ' in de Iegar quinient: as —exclama Francesca, ae galas mésl ‘Adentro de la caja de cartén y junto a las quinien” tas grullas de papel de distintos colores hay una car- ta que dice: Todo nuestro carifio yamistad yuela con estos péjaros de papel hasta ustedes. Nuestras manos viejas y temblorosas los abrazan en la distancia. (Ancianos del Hogar Esperanza de Colina. Santiago, Chile) Esa semana llegan desde todo el pais Ja embajada de Japon més de un millon de grullas de origami. Ena misma semana, Hanako recibe una triste noticia: sus abuelos mueren en Ja ciudad de Sendai. Al enterarse, Rita no puede dejar de pensar en la muerte. —;Por qué las personas se mueren? —Rita le pre- gunta a su papa cuando él yaa darle las buenas noches. nrTodos los seres vivos, los bichos, los peces: las plantas y las personas, mueren. Es algo que ocurre, yy no podemos hacer nada para cambiarlo. Entender por qué tiene que ser asi, €8 dificil. Lo mejor que po- demos hacer es aceptar Ja muerte como algo que vie- ne con la vida, _jLas personas cuando mueren se van al cielo? quiere saber Rita—. gComo es el cielo? No lo sé, hija... Rita se duerme pensando que esta es Ja primera ‘vez que su papé no tiene una respuesta. 67 Ala mafiana sigui it mane ana siguiente, Rita y Samuel visitan a su aera patra y amiga. Por la ventana y sentada lento trasero del auto, Rit i en , Rita va mirando al cie- a un grupo de nubes muy blancas y redonda imagina que son malvaviscos, / mi abuela Mizuki fallecieron —les puerta. —Mi abuelo Ryu y dice Hanako a sus amigos al recibirlos en la Eso nos dijeron —responde Samuel. — {stds triste? —pregunta Rita. —Si. Muy triste —contesta Janina. En la sala, los padres de Hanako, que estén to- invitan a Samuel y a (2 cioke-on wm Gugor. rmanasvifygrg! Rita se imagi 7 gina a la hormi fratando en un dulce paraiso, ivperpedertsa/dis- mando té y comiendo dulces, Rita a acompaiiarlos a la mesa. En Japon, cuando una persona muere, cinos y familiares estan invitados a su casa a tomar té y comer algunos dulces mientras dan el pésame y ven al difunto —Yotu se dirige a los chicos—. Uste- Jos ve- des son nuestros invitados. — pero no podremos ver los cuerpos de obasan y ojisan porque sus funerales fueron en Japon —se queja Hanako. twee. Sho iste WN ONUerte TIS stole Om Lum Rumovag 5 Clete beac = Yotu parece que adivina la curiosidad de Rita, porque le explica: —En Japén, los preparativos y Ja forma de cele- brar un funeral son algo diferentes con respecto a Occidente. La mayoria de los funerales en Japén son budistas y consisten en un velatorio, la cremacion del difunto, un entierro en familia y un servicio conme- morativo periédico. Rita y Samuel, con mucho respeto y atencién, es- cuchan a Yotu hablar sobre este ritual funerario que ninguno de los dos conoce. —Antes del velatorio, los familiares Javan las partes del cuerpo del difunto y humedecen sus la- bios con agua. El cuerpo, con la cabeza mirando ha- cia el norte, se pone en un atatid con hielo seco. El difunto viste de blanco y como, segiin la creencia budista, su alma debe recorrer un largo camino ha- cia el paraiso, debe ir bien preparado. Por eso en el atatid lleva consigo sandalias de paja, un sombrero y seis monedas. — {Seis monedas? —pregunta Samuel muy extra- fiado—, gpor qué hacen eso? ——Para pagar el paso por el rio de Tres Cruces, un rfo imaginario que las almas de los fallecidos deben cruzar el séptimo dia después de su muerte. Este rio tiene tres cruces de profundidades diferentes. Por donde se cruza va a depender de qué tipo de acciones hizo cada cual en su vida. ays! {Qué extrafo!, piensa Rita, pero no dice naday si- do, gue escuchant / vi gn el velatorio se ofrece incienso al difunto y los asistentes dejan dinero de condolencias en Wh sobre especial decorado en negro y plata. Al dia si- guiente, en la ceremonia ftnebre los invitados see a tan flores alrededor de la cabeza y los hombros del ddifunto, antes de que el atatid se clerre y sea trans portado al crematorio para st incineracion ett hebe un poco de té antes de continuar—~ Despu de la incineracion los familiares reciben las cenizaS del cuerpo del difunto y con unos grandes palillos las traspasan ala urna. / El cuerpo en cenizas! —exclama Rita, : Keiko aprovecha esta interrupcion para senalar efia mesa. dido a.un familiar tienen un altar como este —dice, invitando a los presentes a reunirse alrededor de las fotografias de sus padres, Ryuy Mizuls n Sobre la mesa se distinguen una vela y var’ a8 de incienso. Y junto a cada fotografia hay wna tabla donde esta escrito el nombre del difunto y la fecha de su defuncién, como si fuese una lapida. En este altar mis padres estaran para siempre —dice Keiko, ofreciéndoles una varilla de incienso que se turnan para encendet, uno por uno. En este momento Rita ofrece a Hanako y a su fa- milia sus condolencias, extendiendo sobre el altar su propia ofrenda de grullas de origami. _ ice esta guirnalda en memoria de tus abue- los —dice. Hanako, agradecida y emocionada, 18 abraza di- ciendo: Eres muy linda, Rita. fg Ritalinda —sefiala Samuel. ~y Ritasan... —aftade Hanako. 7 —Ritalinda es Ritasan __-dice Yotu inclinandose 73 en sefial de respeto. ; ; _—Ritalinda es Ritasan Jos demas lo imitan. Beatriz Rojas | Naci6 en Santiago de Chile en 1968. Egres6 del cole- gio Saint George, Tiene estudios de Arte, Psicologia ¥ Psicopedagogia, temas que mmantiene entre sus princi- garlos aprendizajes de los niftos. | En Loqueleo ha publicado los libros infantiles Leén y su tercer deseo (2008), El muuuundo de Maca (2008), Leén yel Carnaval de la Vida (2009), Ritalinda (2012), Ritalin- da es Ritasan (2014) y Ritalinda vegetariana (2016). Otros titulos de la serie Sara Bertrand Lacasa del ahorcado Lamomia det salar Elsa Bornemann ‘Queridos monstruos ‘Socorro! No somos irrompibies Victor Carvajal Mamire e timo nitio Roald Dahl ElDedo magico Los cretinos Las brujas ‘cuentos en verso para nihios perversos Maria José Ferrada y Pep Carrié El lenguaje de las cosas Maria José Ferrada y Rodrigo Marin Lainfaneta de Max Bill Roberto Fuentes Elmundo paralelo de Rocio Peter Hartling Ben quiere a Anna Laabueta ‘Angela Sommer-Bodenburg -“etpequerio vampire Andrés Kalawski Niko Terremoto Oscar Wilde Et principe Feliz y otros ‘cuentos Mauricio Paredes | ft ‘cémo domestica atuspapés Verénica ta nivabiénica Pepe Pelayo / Betan Elsecreto dela cueva negra El chupacabras de Pirque Luis Maria Pescetti Nuestro planeta, Natacha Natacha iBuenisimo, Natacha! Frin, Patricio Pimienta Falco Beatriz Rojas Ritalinda Ritalinda vegetariana ‘Yolanda Reyes Elterror de Sexto"B" Gianni Rodari cuentos para jugar Sempé / Goscinny El pequefio Nicolas Las vacaciones del pequehio Nicolas

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