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de Espana no es algo innato a la institucién, sino que se cients en la etapa de Rojo como director de su servicio de estudios y se consolid6 en la década final del siglo pasado, n efecto, la dilatada historia de Angel Rojo en el banco se inicié en 1972 con su incorporacién al mismo coro director servicio de estudios, al que convirtié, en pocos afios, en el c de investigacién macroeconémica de mayor calidad del pats, po- tenciando su capital humano con la incorporacién de una parte de los mejores jévenes economistas del momento y ampliando sy sistema de informacién financiera. Con estos mimbres, disefig una politica monetaria moderna, alejada del burdo intervencio- nismo y la monetizacién de la deuda y orientada al control de la inflacién, que fue un ingrediente fundamental del éxito de la incorporacién de Espafia al grupo de paises fundadores del euro, Ademés, tuvo una participacion muy destacada en el IME —de| que fue vicepresidente— desde donde se disefié y puso en marcha el BCE. Ni la calidad ni el prestigio nacional ¢ internacional de lainstitucién en el cambio de siglo pueden explicarse sin la figura de Angel Rojo en las tres décadas precedentes. Pero no es la actividad mis publica y mejor conocida de Rojo la slue me parece mds relevante resefiar. En la vida y obra de Angel Rojo pueden distinguirse diversas facetas: su trabajo como servi- dor piblico en el campo de la economia, Ia actividad docente en 12 Universidad, el fomento del mecenargo cultural y cientifico, sus publicaciones. Todas ellas han sido analizadas por algunos de sus amigos y compafieros en las distintas publicaciones y ac- tos de homenaje que se han producido tras su fallecimiento ya las que remito al lector interesado en conocer en profundidad la vida y obra de Rojo.' Esto me permite elegir los aspectos a tratar ¥ su peso relativo con entera libertad, avisando que estas lineas tr Tn memoriam D. Luis Angel Roje, Real Academia de Ciencias Morales yy Politicas fesi6n 14 junio 2011); En recuerdo de Angel Rojo, Bolein dela Instiucisn Libre le Ensehanca julio 2011, y Luis Ange! Rojo: recuerdo y bomenae, Fundacion Aree Madrid, 2012, no son una exposicién ni comple a ni equilibrada del personaje, sino una presentacién de dos aspectos de su vida y obra que a al- guien que ha sido stc ivamente su discipulo, amigo y compafiero esantes para acompafar a la reedicién de su excelente Keynes, su tiempo y el nuestro: e. Rojo universitario y el irocductor de ideas econémicas. fecen mas inte Por el mero paso del tiempo, cada vez menos gente tiene re- ferencias directas de lo que la aparicién de Rojo como profesor universitario en 1963 supuso para los estudios de economia en Espafia y pocos economistas menores de 50 afios son conscientes de la deuda que han contraido indirectamente con él. ‘Tuve la suerte de ser alumno de la primera promocién a la que Angel dio clase de teoria macroeconémica en el curso 1962-63. Solo media docena de profesores, entre 20 asignaturas a lo largo de cinco aftos, me ensefiaron cosas que teaian que ver con el con- tenido de los curricula de las facultades de economia extranjeras més avanzadas. Angel no solo fue uno de ellos sino que, ademas, su materia pertenecia al niicleo duro del anilisis econémico, la columna vertebral de los estudios de economia. Frente al frecuen- te recitado mecinico de unos apuntes ciclostilados 0, en el mejor de Jos casos, un libro, Rojo preparaba cada clase como una confe- rencia autocontenida —mis tarde comprobé que solia escribirlas previamente. Eran clases en las que presentaba al alumno el pro- blema que se iba a analizar y, cuando el tema lo requeria, también el contexto social en que se planteaba, a continuacién explicaba la forma de enfocar su anilisis y, tras esto, el modelo analitico propiamente dicho, su resolucién y las implicaciones de politica ‘econémica. Sus clases eran clases magistrales en el mejor sentido dela palabra, porque Angel fue, posiblemente, el tiltimo de los es- casos maestros que tuvieron los estudios de economia en Espaita, Este enfoque docente hacia que el alumno percibiera desde l principio que el andlisis macroeconémico estaba anclado en el mundo real, que tenia que ver con problemas de renta, desempleo, crecimiento, inflacién, y que el tipo de problemas analizados y no son una exposicién ni comple a ni equilibrada del personaje, sino una presentacién de dos aspectos de su vida y obra que a al- guien que ha sido stc ivamente su discipulo, amigo y compafiero esantes para acompafar a la reedicién de su excelente Keynes, su tiempo y el nuestro: e. Rojo universitario y el irocductor de ideas econémicas. fecen mas inte Por el mero paso del tiempo, cada vez menos gente tiene re- ferencias directas de lo que la aparicién de Rojo como profesor universitario en 1963 supuso para los estudios de economia en Espafia y pocos economistas menores de 50 afios son conscientes de la deuda que han contraido indirectamente con él. ‘Tuve la suerte de ser alumno de la primera promocién a la que Angel dio clase de teoria macroeconémica en el curso 1962-63. Solo media docena de profesores, entre 20 asignaturas a lo largo de cinco aftos, me ensefiaron cosas que teaian que ver con el con- tenido de los curricula de las facultades de economia extranjeras més avanzadas. Angel no solo fue uno de ellos sino que, ademas, su materia pertenecia al niicleo duro del anilisis econémico, la columna vertebral de los estudios de economia. Frente al frecuen- te recitado mecinico de unos apuntes ciclostilados 0, en el mejor de Jos casos, un libro, Rojo preparaba cada clase como una confe- rencia autocontenida —mis tarde comprobé que solia escribirlas previamente. Eran clases en las que presentaba al alumno el pro- blema que se iba a analizar y, cuando el tema lo requeria, también el contexto social en que se planteaba, a continuacién explicaba la forma de enfocar su anilisis y, tras esto, el modelo analitico propiamente dicho, su resolucién y las implicaciones de politica ‘econémica. Sus clases eran clases magistrales en el mejor sentido dela palabra, porque Angel fue, posiblemente, el tiltimo de los es- casos maestros que tuvieron los estudios de economia en Espaita, Este enfoque docente hacia que el alumno percibiera desde l principio que el andlisis macroeconémico estaba anclado en el mundo real, que tenia que ver con problemas de renta, desempleo, crecimiento, inflacién, y que el tipo de problemas analizados y In forma de hacerlo tenfan mucho que va la ae ye tiempo en que se planteaban. El libro que hoy se reedita es ung buena muestra de ello, a Dab mucho a fos alumnos, pero también exigta macho, sobye todo a quienes consideraba aventajados. Nos incitaba a leer log textos originales de los autores mas destacados, organizaba sem. narios sobre los desarrollos recientes de la macroeconomia, orga- niz6 el primer doctorado de calidad de la facultad madrilena, fo. mentaba y facilitaba que quienes desearan completar su formacién o seguir una carrera académica pudieran estudiar en el extranjer, Nunca se desentendi6 de un buen alumnoy puedo dar fede supa. ciencia con quienes éramos engreidos y suficientes sin mis moti- vos para ello que nuestra ignorancia relativa, ni disculpa mis sslida ue nuestra juventud. Nos ensefié macroeconomia, pero también tuna forma de entender y ensefiar el andlisis econémico, No puede por tanto sorprender que una aportacién funda: imental de Rojo a Jos estudios de economia fuera la iniciativa de, Sin alterar los planes de estudio, tratar de cambiar algunos de sus contenidos basicos, asumiendo de forma directa la responsabili- dad docente de las materias de anilisis econémico. La iniciativa se materializ6 en la promocién que inicié sus estudios en 1970 y lo més destacable de la misma fue el diseo del curso de intro~ duccién a la economia: un trimestre dedicado al proceso histé- tico del desarrollo econémico (revoluciones tecnolégicas desde Ja verde del neolit ico, division del trabajo, excedentes, comercio ¥ transporte, nacimiento de las ciudades....); un trimestre de es- tructura de una economia moderna (@ /a Hicks) y otro de anilisis econdmico. Por no extenderme, seguimos a la promoci6n impar- tiendo micro y macroeconomia en segundo curso, clases practi- sein Brupos de diez alumnos,lectura y comentario de arteulos originales ... Es la promocién mas brillante de la historia de la Itad madrilenia aunque, como muchas veces he comentado con algunos de sus miembros, no Porque ellos fueran especial~ mente inteligentes, sino Porque se exigis cierto nivel de entrada 10 al alumnado y tuvieron el privilegio de contar con un profesora- do encabezado y formado por Rojo y un nuevo disefio del conte- nido de las asignaturas ‘Tampoco puede sorprender que, dado el éxito de la iniciativa, el proyecto se abortara tras su primer afic: suponfa un enorme riesgo para los intereses creados en términos de poder universita- rio, exigia mucho més esfuerzo a los alumnos, primaba la calidad de profesores y alumnos. Mejor una vida més tranquila, café con leche para todos. Siempre he pensado que la no continuidad de este proyecto tan innovador y al que Angel dedicé tanto tiempo y esfuerzo, fue un elemento determinante en su progresivo dis- tanciamiento de Ia universidad, culminado con su incorporacién al Banco de Espafia. No es facil exagerar la importancia e influencia de Angel Rojo en su faceta de profesor, mixime si se tiene en cuenta que su actividad universitaria més intensa se concentré en una década (1962-72) y que su docencia se prolongs solo hasta 1984 —con una breve reincorporacién muy posterior cuando en 2000 se ago- t6 su mandato de gobernador— en que Ia aplicacién de la nueva ley de incompatibilidades le obligé a abandonar la universidad. Pero su influencia se prolong a través de sus discipulos y de su libro Renta, precios y balanza de pagos [Alianza Editorial, 1975], texto de referencia de macrocconomfa en Espafia durante un par de décadas. Otro bloque de actividades a destacar en el quehacer de Rojo fue su constante impulso a la creacién y fortalecimiento de centros de investigacién —aparte del servicio de estudios del Banco de Espafia. La iniciativa més destacable, sin duda, la creacién en 1988 del Centro de Estudios Monetarios y Financieros (CEMFI). Su objetivo inicial fue la imparticién de estudios de posgrado de eco- nomfa financiera y cuantitativa para nutrir de economistas con s6lidos fandamentos al Banco de Espafta. A los pocos afios, se convirtié en un centro de estudios de posgrado y de investiga- cién de gran prestigio internacional cuyos mis de 400 exalumnos ret se reparten entre la administracién publica, el sector privado y j ad, habiendo ayudado a elevar el nivel de la profesion en todos estos dimbitos a : Una segunda iniciativa: el impulso a la creacién de la Fundy. cién de Estudios de Economia Aplicada (FEDEA) que, con ¢ paso del tiempo, se ha convertdo en el primer shink tank ind. Pendiente espanol que merece este nombre y que, ademas de ge. nerar investigacién de alta calidad, ha clevado el nivel del debate Publico sobre los problemas de la economia espafola. ¥ muchas actividades mas puntuales: el sistema de becas para a realiza. cin de tesis doctorales en economia e historia econdmica del Banco de Espafa, la presidencia del Consejo de Ciencias Sociales de la Fundacién Ramén Areces y un largo etcétera, Como he seftalado en otro lugar, el balance como profesor uni- versitario de Angel Rojo tiene dos componentes. Uno, de enor- me éxito: la modernizacién de los estudios de macroeconomia en Espana, la formacién de dos décadas de promociones de esti. dlantes cuyos conocimientos medios son de calidad. homolog ble ala de las mejores universidades anglocajonas y el impulso a que un nutrido grupo de los mejores estudiantes de dicha década Siguieran su formacion de posgrado en el extranjero y, en su m- Yorla, acabaran en universidades espaftolas 0 centros de investi Bacion ~algunas de las cuales él mismo creé— lo que auments Shormemente la calidad de la docencia ¢ investigacién en anilisis €conémico en Espana, El otro componente Presenta un balance mis agridulce: sus ¢sfiterzos por mejorar el disefio Y los métodes docentes de los es Hos universitarios de economia, elevando la exigencia de acc 80 ala facultad, fomentando el trabajo auténomo de los alunos ¥ mejorando los métodos docentes, se vieron coronados por el Sxito; pero de modo efimero, La citada promocidn de 1970 ¢ E ‘mejor, pero es la tinica. Bl innovador doctorado de calidad ini siado en 1966 atrajo a la mayor parte de los mejores alumn0s de economfa del pais, pero solo durante los tres ates que dus 2 Sus intentos de modernizar el plan de estudios en la linea de lo que se ensefiaba en las universidades mas prestigiosas del mundo fueron rechazados por el establishment académico que veia peli- grar sus prerrogativas o sinecuras, Siempre que se traté de temas que afectaban al reparto de poder univers tario en el sentido mas mezquino del término, muchos de quienes clogiaban en piiblico a Angel Rojo —y le siguen elogiando hoy— se ocuparon de que sus ideas e iniciativas abortaran, El otro aspecto de la obra de Rojo que quiero comentar en esta semblanza es el de introductor de ideas econémicas en Espaiia. De nuevo, la imagen publica es mucho menos rica que la realidad. El hecho de que fuera un destacado profesor de macroeconomia desde comienzos de la década de los aios 60 del siglo pasado, que su primer libro fuera Keynes y el pensamiento macroeconémica actual (Teenos, Madrid, 1966] y que veinte afios después publica ra Keynes, su tiempo y el nuestro [Alianza Universidad, 1984] que aqui se reedita, han proporcionado una imagen de Angel Rojo como «cl introductor del pensamiento keynesiano en Espafian. Esto es cierto, pero es solo una parte de Ia historia. En efecto, la macroeconomia de la década iniciada en 1960 era la keynesiana, los textos de calidad de referencia —como, por ejem- plo, el introductorio de Samuelson o el avanzado de G. Ackley— cran keynesianos, como lo eran las politicas econémicas aplicadas en todos los paises avanzados del mundo que, en buena medida, tespondian a la consolidacién del pacto politico y social bisico, alumbrado tras la Segunda Guerra Mundial, que implicaba una moderacién salarial que facilitara la inversiSn, privada y publica, y fomentara el crecimiento econémico, a cambio de un ‘salario di- ferido' en forma de un sistema de proteccién social ambicioso fi- nanciado con impuestos progresivos sobre la renta y los beneficios. Y puesto que Angel ensefiaba la macroeconomia de su tiempo, era una macroeconomia keynesiana rigurosa. Pero, ademas, «introdujo» también en la docencia todos los ayances que se iban produciendo con el paso del tiempo. En 1968 13 nos recomendé la lectura del articulo seminal de Friedman sobre el papel de la politica monetaria, edité un libro de lecturas so- bre EV nuevo monetarismo (Instituto de Estudios Fiscales, 1970), incorporé en su docencia las expectativas cacionales y todo esto se plasmé en su Renta, precios y balanza de pages, texto que no es posible tildar de keynesiano, Angel fue, en, suma, el introductor en Espatia de ‘odo el andlisis macroeconémico moderno desde Keynes hasta la aparicién de su texto. Esta interpretaciin se ve plenamente confirmada en su etapa en el Banco de Esparia, desde cuyo servicio de estudios disefié un mecanismo de instrumentacién de la politica monetaria con ¢l objetivo de controlar Ia inflacién, es decir, un objetivo de estabi- lidad, y colaboré activamente en Ia definicién de los objetivos de politica monctaria del BCE, Nada que ver con un keynesianismo originario porque, como todo economista competente y sensa- ‘o, Angel era consciente de los riesgos de una politica monetaria Giscrecional y orientada a un objetivo dual de estabilidad y creci- ‘miento y de las insuficiencias del andlisis keynesiano, Quien dude de esta afirmaci6n solo tendré, para convencerse, que leer el tercer spigrafe del ltimo capitulo del libro que hoy se reedita. No solo se interesé y ocupé de Keynes y la politica moneta- tia. También fomenté entre sus alumnos aventajados la Lectura de Popper, del debate metodolégico sobre el estatus cientifico de |h economia, de la polémica @portaciones de Schmoller. En contra de la imagen simplista de tun Keynesiano convencido, sus raices eran mucho ands amplias € inclufan a ortodoxos y heterodoxos, Este libro es una buena muestra de ello y un muy representati~ ‘vo ejemplo de los intereses y la forma de trabéjar de su autor. Pot tuna Parte tiene su origen en una actividad docente, un ciclo de conferencias dictado en la Universidad Internacional Menénde# ¥ Pelayo, que preparé con ahinco ¥ de las que contaba, cuando lis 14 See omann nee imparti6, con un texto redactado —preliminar— cuya ampliacion posterior dio lugar al libro, Nunca escribié un libro que no hubie- ta pasado previamente el control de su exposicién pablica. En segundo lugar, el enfoque. El interés se centra no tanto en la teoria macroeconémica keynesiana per se como en su relacién y origen en los problemas de la sociedad de su tiempo y las ideas dominantes de la época. El lector encontrar un anilisis exhaus~ tivo de Las consecuencias econdmicas de la pax (1924), del Treatise (1930) o de la Téorfa General (1936), pero siempre sera una dis- cusién técnica en el contexto de la situacién econdmica britinica y mundial, de las consecuencias de la Primera Guerra Mundial y el periodo de entreguerras, de los avatares del patron oro, de la lucha entre proteccionismo y liberalizacién comercial, de la crisis iniciada en 1929. Y el lector se encontrar, también, con la figura de su padre, con los Apéstoles, con el Grupo de Bloomsbury, con Ja ética de Moore... En tercer lugar, por el tipo de conclusiones, tan alejadas de la hagiografia como de la descalificacién, a las que son tan propen- s0s los bidgrafos y los economistas de una escuela opuesta. El tinulo del capitulo 7 es significativo, porque el encabezamiento de Ja valoracién final de la obra de Keynes es una aparentemente mi nima variacién del titulo del libro: «Keynes en su tiempo y desde el nuestro», En su siempo se trata de una obra revolucionaria, desde el nuestro es facil apreciar sus insuficienc'as. La obra del econo mista britanico aparece como un jalén fundamental en el proceso de desarrollo del anilisis econémico, como una respuesta a los graves problemas econémicos que le tocé vivir, en lo fundamental correcta, aunque con fallos y omisiones, como una construccién, cn varios puntos, provisional o apenas esbozada, pero que atin hoy nos hace pensar, que revolucion6 la macroeconomia de su tiempo yssin la que no pueden entenderse sus desacrollos posteriores. En suma, un acierto la reedicisn de este libro hace tiempo ago- tado, que ¢s una excelente muestra de la amplitud de intereses de su autor, de su rigurosa forma de trabajar, de su enfoque del 15

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