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M2L4
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Introducción
En la puesta en marcha del emprendimiento es clave actuar con eficacia, alcanzar los
resultados utilizando la menor cantidad de tiempo y recursos posibles, ya que, al no
contar aún con procedimientos ni políticas, las actividades se realizan todavía en forma
desordenada. El equipo de trabajo es clave como también lo son los conocimientos que
se van a adquiriendo, producto de haber ingresado al mercado y de haber cometido
errores y aciertos. La cuestión es capitalizar todo ese aprendizaje para el
emprendimiento, para la conformación de sus equipos y para mejorar el management de
las personas que lo lideran.
Por eso decimos que importa más la eficacia que la eficiencia, sencillamente, porque
debemos tomar decisiones y aún no hay procedimientos, políticas o reglas muy claras
que nos indiquen cómo repetir las tareas (todo se hace desde cero). Estamos
experimentando y está bien cometer errores en el camino, por lo que la clave estará en
hacer que las cosas funcionen mientras vayamos capitalizando en aprendizajes los
errores cometidos.
Pero, además de eficaces, debemos ser austeros. En otras palabras, debemos hacer las
cosas simples o sencillas y dedicarnos solo a aquello que apunte a entregar valor al
cliente.
LEY 20-80 PARETO
En el camino de la eficacia y la austeridad, “todo está por hacerse, todo parece
importante y mucho nos resulta urgente” (Arrieta, 2013, p. 98), pero hay que tener en
cuenta que “no se puede hacer todo, la lista de tareas siempre es más extensa de lo que
debería y los recursos son limitados” (Arrieta, 2013, p. 98). Por lo tanto, un buen criterio
para tener en cuenta en un emprendimiento es la priorización de tareas a partir del
LEY 20-80 PARETO
principio o ley 20-80 de Pareto que Arrieta (2013) menciona: si solo un 20 % de las
acciones son vitales porque producen un 80 % de los resultados esperados (el 80 %
restante son acciones triviales y producen solo el 20 % de los resultados), entonces,
debemos concentrarnos en determinar cuál es ese 20 % de acciones vitales que nos
hará más efectivos con el tiempo y los recursos.
Figura 1. Principio o ley 20-80 de Pareto. Esta ley sostiene que debemos detectar y
hacer foco en el 20 % de nuestras acciones vitales, que generan el 80 % de los
resultados que esperamos.
Actividad de repaso
La ley de Pareto afirma que el 80 % de las tareas fundamentales
concentran el 20 % de los resultados que esperamos.
Verdadero
Falso
Liderazgo centralizado
En esta etapa es normal que la mayoría de las tareas y decisiones solo puedan ser
resueltas por quienes fundaron el emprendimiento, por la claridad que tienen sobre la
visión y propósito del emprendimiento.
Por ello, se habla de una “dictadura benevolente” (Arrieta, 2013, p. 91) en la que la
persona fundadora toma la mayoría de las decisiones, controla absolutamente todas las
operaciones y recibe consultas constantes de su personal sobre cómo hacer las tareas.
Lo más sano es que la dictadura benevolente continúe hasta que las prácticas y
procedimientos logren ser estandarizados. No obstante, que se instaure una dictadura
benevolente no implica que se cometan excesos de dirección. La puesta en marcha del
emprendimiento es una etapa muy delicada porque aún estamos experimentando y las
tensiones están a flor de piel. Por lo tanto, cualquier trato inadecuado hacia nuestra
gente puede significar la salida del emprendimiento de talentos muy importantes.
lider
Entonces, la actitud del las personas que fundaron el emprendimiento debe ser de
mucha tolerancia hacia los errores cometidos (para aprender de ellos) y de una
predisposición constante a la escucha y recepción de opiniones (aun cuando, por la
presión del tiempo y la urgencia, no podamos considerar a todas). Además, debe haber
suficiente flexibilidad en cuanto al control de las operaciones, ya que este control es
necesario para verificar la correcta implementación de tareas y consecuente
estandarización, pero se deben buscar sistemas simples y adaptables para que el
personal no pierda tiempo aprendiendo y completando herramientas muy complejas.
Dicho esto, ¿qué ocurre con la delegación de tareas? Pues bien, es mínima porque los
procesos aún no están completamente claros y las tareas no se han especializado. Esta
concentración de la decisión y la acción puede producir dos situaciones indeseadas:
Por tanto, es importante que las personas fundadoras tengan un diálogo abierto con sus
equipos y les expliquen que muchas tareas no se delegan porque aún están
aprendiendo y el control de su implementación se hace difícil. Sin embargo, es
recomendable que se deleguen las tareas que sí sean factibles de controlar, para lo cual
se deberán transmitir las ideas principales (cómo se llegaron a ellas) al personal que se
encargará y facilitarle los recursos y apoyos necesarios para llevarlas a cabo.
Para que la delegación de tareas fluya adecuadamente, las personas que lideran deben
estar abiertas a reconocer sus fortalezas y debilidades para determinar qué pueden
hacer y qué no, además de entrenar su confianza hacia los demás.
Sin embargo, delegar tareas no implica largar el control y olvidarse. Se delega
dándole poder a las otras personas, capacitándolas. Luego nos queda la tarea de
ejercer un control sutil, que no inmovilice al colaborador o colaboradora, y corregir
de una forma efectiva, pero que no inhabilite. (Arrieta, 2013, p. 93)
Vanesa Durán asegura que una de sus tácticas principales fue la preparación del equipo
de personas que día a día se prepara para contener y servir a la fuerza de ventas: “Toda
la experiencia que acumulemos trabajando con gente es invaluable; todo lo que
hacemos lo debemos atesorar, esto es lo más importante de nuestro pasaje por esta
actividad”.
En nuestro caso, podemos sostener que Vanesa Durán Joyas se convirtió en la primera
empresa de venta directa de joyería. Vanesa cuenta que se inspiró en su madre, que era
la directora de Tupperware y la hizo enamorar de la venta directa. Pero, además, le
sirvió para diseñar su plataforma, ya que fue copiando elementos de ese sistema
cuando era la época de oro de la venta directa, donde la gente trabajaba mucho por
pasión, por pertenencia, superación, pasos iniciales clave para que un emprendimiento
sostenga su crecimiento, explica la emprendedora.
Por ejemplo, el caso de Vanesa Durán Joyas nace en 1996, en Resistencia, Chaco
(Argentina) como una apuesta a una nueva forma de comercialización que se instalaba
en la sociedad. Cuenta con una red de 25 mil distribuidores independientes,
comercializa cerca de 350 000 piezas de joyas, tiene operaciones en el mercado
argentino y brasileño y, en los últimos años, se amplió a nuevos mercados
internacionales y estableció alianzas con grandes multinacionales para sostener e
impulsar su crecimiento. Si este emprendimiento no hubiese nacido cumpliendo con todo
el marco legal requerido, su evolución no hubiera sido tal.
Como se dijo, debemos apuntar a personal que crea en las personas fundadoras y en el
proyecto y que esté dispuesto a aceptar compensaciones variables (al menos, el primer
tiempo). Por su parte, los fundadores y fundadoras deberán generar entusiasmo y
confianza hacia el proyecto para atraer a personas con actitud para acompañar su
sueño desde las bases.
Pero, además, es el momento indicado para instaurar un comportamiento ético dando el
ejemplo y no aceptando negocios dudosos ante la necesidad de ingresos. Mantener una
conducta ética tendrá repercusiones en todo el equipo, ya que los códigos de conducta y
ética, las capacitaciones y el diálogo, a veces, no son suficientes para demostrar que
avalamos y promovemos la ética. Esto alimenta una cultura que se transmitirá a cada
nueva incorporación al emprendimiento.
“Como estamos en una etapa donde el voluntarismo es clave, los lazos deben ser
estrechos. Los empleados tienen que sentir que son parte de la empresa y que juntos
forman una especie de familia” (Arrieta, 2013, p. 103). En esta etapa, el equipo debe
sentir que también está sentando las bases del emprendimiento y, por ello, se lo quiere y
valora.
Las horas de trabajo y esfuerzo, a veces más de las acordadas, requieren de un clima
de trabajo cómodo y motivador, con un entorno agradable y con calidad humana.
En el caso de Vanesa, ella está convencida de que uno de los principales aciertos fue
rodearse de personas que sabían más que ella, que tenían capacidad para hacer bien
las cosas y deseo de desarrollarse continuamente. Por eso, buscaba reconocer su
compromiso, porque sabía que lo hacían porque querían a la empresa como propia.
7. Desarrollo y rendimiento
Por último, para alcanzar la eficacia, el equipo debe capacitarse y entrenarse, por lo que
será elemental invertir dinero y tiempo si queremos conseguir los resultados esperados.
Una vez que los colaboradores y colaboradoras se sientan preparados deben ejercer
estas tareas durante un tiempo prudencial para alcanzar el mejor rendimiento, cuidando
siempre sus expectativas de crecimiento.
En menos de seis meses, Vanesa tuvo que acomodar toda su estructura y forma de
trabajo para armar el sistema. Con su pareja de ese momento dieron forma a toda la
parte financiera y administrativa, y rápidamente incorporaron el soporte técnico que
necesitaban. Esto la llevó a tomar lo mejor de otras empresas de venta directa y armar
un sistema escalable y de grandes ganancias para la gente que lo iniciara.
Equilibrio entre vida emprendedora y vida personal
Una de las grandes falacias de emprender es creer que, trabajando para una o uno
mismo, podrá disponer de mayor tiempo. Sin embargo, Trías de Bes (2007) y Arrieta
(2013) coinciden en que la vida emprendedora, principalmente, en la etapa de puesta en
marcha, es altamente demandante. Requiere una dedicación de 24 horas por día, los
365 días del año, lo cual es comprensible, considerando la dedicación que requiere para
alcanzar la eficacia. Implica más libertad, es verdad, ya que los resultados de nuestro
trabajo dependen de nuestro esfuerzo, pero tendremos menos tiempo y vacaciones que
nunca.
Ante tal escenario, ¿es posible lograr el equilibrio entre la vida emprendedora y la
personal? Si somos conscientes de esto y tenemos voluntad de lograrlo, sí.
Necesitamos que nuestro entorno y nuestro sostén (pareja, familia y amistades) se
comprometa con el proyecto como nosotros, al menos, durante cierto tiempo acordado.
Mientras tanto, nuestro empeño debe estar en conformar el mejor equipo y trabajar
nuestra confianza para comenzar a delegar las primeras tareas. Paulatinamente, el
emprendimiento dejará de depender solo de nuestra presencia en el día a día y, de a
poco, iremos encontrando el espacio para dedicarnos a nuestra vida personal. Aprender
a gestionar correctamente el tiempo, las crisis y las energías y emociones será un gran
aporte para lograr el equilibrio.
Figura 2. Consecuencias positivas de aprender de los errores. Para ser una buena
emprendedora o emprendedor es necesario reconocer que toda mala decisión conlleva
un aprendizaje que será necesario capitalizar.
Actividades de repaso
¿Cuáles fueron las acciones que ayudaron a Vanesa Durán en esta
etapa de puesta en marcha?
Referencias
Arrieta, A. (2013). Aprender a emprender. Atlántida.
Trías de Bes, F. (2007). El libro negro del emprendedor. No digas que nunca te lo
advirtieron. Empresa Activa.