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TRABAJO se tequerian capacidades cognitivas que solo los humanos posefan: iprender, analizar, comunicar y, por encima de todo, comprender las. *nociones humanas. Sin embargo, a 1A esté empezando ahora a su- ja los humanos cada vez en mis de estas capacidades, entre ellas f (omprensién de las emociones humanas.2 No conocemos un ter 2 $f campo de actividad (mis alli del fisico y el cognitivo) en el que : )s humanos se hallen siempre en situacién de ventaja. ‘Trabajo is fundamental darse cuenta de que la revolucién de lt 1A no ‘ie que ver solo con que los ordenadores sean cada vez mis répi 0 y listos. Est impulsada asimismo por descubrimientos en las joncias de la vida y las ciencias sociales. Cuanto mejor comprenda- » los mecanismos bioquimicos que subyacen a las emocianes, los eos y las elecciones humanas, mejores serén los ordenadores a la a de analizar el comportamiento humano, de predecir is deci- jnies de los humanes y de sustituir a los conductores, banqueros y Cuando te hagas mayor, puede que no tengas un empleo No tenemos idea alguna de cémo sera el mercado laboral en. Por lo general se esti de acuerdo en que el aprendizaje auto cambiara casi todos los tipos de trabajo, desde la produccién de ‘gures hasta la ensefianza del yoga. Sin embargo, hay opiniones yados humanos. tradictorias acerca de la naturaleza del eae ees a En las dltimas décadas, la investigacién en areas tales como Ja NOs C1 jue apenas dentro de una o dos déc: wociencia y la nf ductual ha permitido a | ifi- Tone de poroms se vlverin innecearns dade el puto de eee econémico, Otos creen que, incluso a ang plo, a automat mo toman ls decisiones, Se ha descubierto que todas hs elec~ seguird generando nuevos emples ee ie eee ‘odo court es que hacemos, escoger desde la comida hasta la parcja, son ‘Asi pues, znos hallamos a ls puerta de wn peri ‘ vito no de algin misterioso libre albedsio, sino del trabajo de terrible, o tales predieciones son solo otro ae = kneel los de millones de neuronas que calculan probabilidades en una infundada? Es dificil decirlo. Los temores de que la win de segundo. La tan cacareada sintuicién hnmana» es en rea pe generate desempleo masivo se remontan al siglo xmx, y_ eSacenietists patrones.} Los buenos conductores, ban- Shora nunca se han mateializado, Desde el inicio de la revol 0 y abogados no tienen intuiciones migicas acerca del trifico, industrial, para cada empleo que se pee eee ka ae \nversion o la negociaeién;lo que ocurre es que, al reconocer pa- cre6 al menos uno nuevo, y el nivel de vida medio al jis recurrentes, divisan e intentan evitar a peatones despistados, de manera espectacular." Pero hay buenas razones para Ps Jwevtatarios ineptos y a delincuentes deshonestos. También se ha esta ver sera diferente y que el aprendizaje automatico conllevard (0 que los algoritmos bioquimicos del cerebro humano estén lejos eat Jas reghas del juego. ser perfectos. Se 1 el error, atajos y circuit Se emda nes dar fen dec secs Soon Bese oe, Oe Den c0.e coset Yel exmarabiok cleus Los humanos tienen dos tip So oale hal l\euados adaptados a la sabana africana y no a la jungla urbana. No nitiva. do, las méquinas competian c aio que it luctores, aboga- Ulta apc Sten r,s que i Soe ee a eae tenfan una enorme ei ee las a aoe a isto significa que la IA puede superar a los humanos incluso en. 16: {i que cuando los trabajos m: ca ww que is rintuiciOne. Si el c cate he oe ee a jue en teoria exigen eintuiciéns, Si el lector cree que la IA 39, 38 21 LECCIONES PARA EL SIGLO XX1 TRABAJO debe competir con el alma humana en términos de corazonadas mis Me en In actvalidad ac ; : ticas, eso parece imposible. Pero si la IA debe competir con redes 4 + ee Se ae ee oa neurales en el célculo de probabilidades y el reconocimiento de pa~ foe 2050. iperaran a los psiquiatras y guardaespal- trones, eso parece mucho menos abrumador. En particular, la IA puede ser mejor en tareas que requieren in= tuiciones acerca de otras personas. Muchos tipos de trabajo, como conducir un vehiculo en una calle atestada de peatones, prestar di- nero a desconocidos 0 negociar un acuerdo comercial, exigen la ca pacidad de evaluar correctamente las emociones y los deseos de ‘otras personas. ZEsti ese chico a punto de saltar a la carretera? ZAC a so ese hombre del traje intenta quitarme el dinero y desaparecet zActuari exe abogado segiin las amenazas que profiere, 0 solo va farol? Cuando se crefa que tales emociones y deseos los generaba cspiritu inmaterial, parecia evidente que los ordenadores nunca fivil integrarlos en una tinica red flexible. De ahi rian capaces de sustituir a los conductores, banqueros y ab " Pct os glo sauce de ates hhumanos. Porque zc6mo va a ser capaz un ordenador de compre nos individuales por millones de robot © il der el espiritu humano, creado divinamente? Pero si tales emoci es Nis aca] as (aobebis stated er ondenado- nes y deseos son en realidad poca cosa mis que algoritmos bi Ws susttuidos por una red integrads, Por tanto, cuando se micos, no hay razén alguna por la que Jos ordenadores no pues ia rte automnatizacibn, es crréneo comparar las capecidder desciffar dichos algoritmos y hacerlo mucho mejor que c co conductor humano con as de ua Gaico cock as 14 1A no solo esti a punto de suplantar a los humanos y de su- » en lo que hasta ahora eran habilidades ‘inicamente huma- posce capacidades exclusivamente no humans, lo que W que la diferencia entre una IA y un trabajador humano sea ulin de tipo, no simplemente de grado. Dos capacidades no hu- esto que los humanos somos individuos, es dificil conectar- ilte nosotros para garantizar que todos nos mantengamos ac- iinilos. En cambio, los ordenadores no son individuos, y re~ ‘Homo sapiens. in conductor, o las de tun dni Un conductor que predice las intenciones de un peatén, eee eee Saas donde banquero que evahia la credibilidad de un prestatario potencial bs ec Yadeldut icctcase at ta ioees datas eed a = pacidades de una rec ‘un abogado que calibra el estaclo de dnimo en la mesa de negodi oa cin no hacen uso de Ia brujerfa. Por el contrario, y aunque no lo, muchos conductores no estin familiarizados con sepan, el cerebro de cada uno de ellos reconoce patrones bioqui wy normas de tréfico cambi : wormas de cambiantes y a menudo las incumplen. cos al analizar expresiones faciales, tonos de voz, gestos de las hs dado que cada vehiclo es una entidad aut6noma, cusnda con- adecuados podria hacer todo eso de manera mucho mis precisa fiable que un humano. 4 ‘De ahi que la amenaza de pérdida de puestos de trabajo no simplemente el resultado del auge de la infotecnologia. Es el tado de la confluencia de la infotecnologia con la biotecnologia, camino que va de la imagen por resonancia magnética funcios mercado laboral es largo y tortuoso, pero todavia puede recor ‘en cuestién de pocas décadas. Lo que los cientificos estin. Wes podrian comunicar erréneamente sus intenciones y cho- 1 cambio, todos los coches sin conductor pueden estar conec- Alevicle modificar alguna norma de trifico, todos los vehiculos wuluctor podrin ponerse ficilmente al dia justo en el mismo # 4 21 LECCIONES PARA EL SIGLO XX1 Tmasaso instante y,a menos que el programa esté afectado por alin vis -jor y més barata a miles de millones de personas, en todos cumplirin la misma norma al pie de la letra que normalmente no reciben ningin tipo de aten De forma parecida,si la Organizacién Mundial de la Salud iden= Mnitaria. Gracias a algoritmos de aprendizaje y a sensores bio tifica una nueva enfermedad o si un laboratorio produce un m resino pobre de un pais subdesarrollado podria medicamento, es casi imposible que todos los médicos humanos # ovar de una atencién sanitaria mucho mejor aa su mundo se pongan al dia acerca de esas novedades. En cambio, auns WW tnteligente que la que la Persona més rica del mundo ob- «que tengamos 10.000 millones de A médicas en el mundo y cada 01h actualidad del hospital urbano mis avanzado.> de ellas supervise la salud de un dinico humano, atin es posible a¢ De forma similar, los coches auténomos pueden proporiense tualizalas todas en una fraccién de segundo, y todas pueden cor Hietvonas unos servicios de transporte mucho mejores, y en nicarse entre si sus impresiones acerca de la nueva enfermedad 0 i recucir la mortalidad causada por accidentes ‘de Eas nuevo medicamento, Estas ventajas potenciales de la conectividad y ly en dia, cerca de 1,25 millones de Personas mueren al afio la capacidad de actualizacién son tan enormes que al menos en. ilontes de trifico (el doble de las que mueren por guerra, gunas profesiones podria tener sentido sustituir a todos Jos human wy terrorismo sumados).* Mis del 90 por ciento de estos ac. por ordenadores, aunque de forma individual algunos humanos Ww deben a errores muy humans: alguien que bebe alcohol davia hagan una tarea mejor que las méquinas. ee, alguien que escribe un mensaje mientras conduce, al- El lector puede objetar que al pasar de los humanos individ Jive we queda dormido al volante, alguien que suefia despier— Jes a una red de ordenadores perderemos las ventajas de la indi ‘Wir de estar atento a la carretera, En 2012. la Adminiseacién dualidad, Por ejemplo, si un médico humano comete un error en Wul sle Seguridad del Tréfico en las Carreteras de Estados diagndstico, no mata a todos los pacientes del mundo, ni blogu ‘tind que el 31 por ciento de los choques fatales en el pais en su totalidad el desarrollo de todos los nuevos medicamentos. Ywlaeionado con el abuso de alcohol, l 30 por ciento com la cambio, si todos los médicos son realmente un nico sistema y ul excesiva y el 21 por ciento con la distraccién de los con- cho sistema comete un error, los resultados podrian ser catast \' Los vehiculos auténomos nunca harén ninguna de estas cos, Sin embargo, lo cierto es que un sistema de ordenadores it Aunque t n sus propios problemas y limitaciones, y aun- grado es capaz de maximizar las ventajae de la conectividad scciclentes sun inevitables, se espera que sustituir a todos perder los beneficios de la individualidad. Es posible ejecutar \vetores humanos por ordenadores reduzca las muertes y as chos algoritmos alternatives en la misma red, de modo que una " nen aproximadamente un 90 por ciento En ciente en una remota aldea de la jungla pueda acceder a través ws, probable que pasar a los vehfculos auténomos salve su teléfono inteligente no solo a un tnico médico acreditado, i de un millon de personas al aiio. en realidad a cien IA médicas diferentes, cuyo desempefio sea una locura la idea de bloquear la automatizacién se esti comparando constantemente. :No le gusta lo que el mi 0s Wales como el transporte y la atencién sanitarie con el de IBM le dijo? No pasa nada. Aunque se encuentre usted i Wi de salvaguardar los empleos humanos ra 5 : s humanos. Después de todo, lo lizado en algiin lugar de las laderas del Kilimanjaro, podré cor HHiinios proteger en Gltimo término es a los humanos, no ficilmente con el médico de Baidu, el motor de bésqueda dp tabs. Los conductores y médicoa que san nee, para tener una segunda opinién. M1 que encontrar otra cosa que hacer. Es probable que los beneficios para la sociedad humana inmensos. Las IA médicas podrian proporcionar una atencién 42. a3 21 LECCIONES PARA EL SIGLO XX1 MOzarr EN LA MAQUINA ‘Al menos a corto plazo, es improbable que la IA y la robética aca~ ‘ben con industrias enteras. Los empleos que requieran especializa~ cién en una estrecha gama de actividades rutinizadas se automati- zarin, Pero seri mucho més dificil sustituir a los humanos por ‘maquinas en tareas menos rutinarias que exijan el uso simultineo de un amplio espectro de habilidades, y que impliquen tener que afrontar situaciones imprevistas. Pensemos en la atencién sanitaria, por ejemplo. Muchos médicos se ocupan de manera casi exclusiva a procesar informacién: recaban datos médicos, los analizan y emi- ten un diagnéstico. Las enfermeras, en cambio, necesitan también ‘buenas habilidades motrices y emocionales a fin de administrar tuna inyeccién dolorosa, cambiar un vendaje 0 contener a un pa~ ciente agresivo. De abi que quiz’ tengamos una TA médico de ca~ becera en nuestro teléfono inteligente décadas antes de que ten- gamos un robot enfermera fiable.’ Es probable que la industria de Jos cuidados a personas (que se ocupa de los enfermos, os nifios y los ancianos) siga siendo un bastion humano durante mucho tiempo. De hecho, dado que las personas viven mis y tienen menos hijos, el cui dado de los ancianos seri probablemente uno de los sectores del mercado de trabajo humano que mis deptisa crezcan. Junto con el cuidado a las personas, la creatividad plantea tam~ bién obsciculus purticukitutente dificiles para la automatizaci6n. Ya no necesitamos a humanos que nos vendan mésica: podemos bajar~ Ja directamente del almacén de iTanes; pero los compositores, mt sicos, cantantes y DJ son todavia de carne y hueso. Recurrimos a su creatividad no solo para crear miisica completamente nueva, sino también para elegir entre una gama alucinante de posibilidades a nuestra disposicién, No obstante, a la larga ningén puesto de trabajo se libraré por completo de la automatizacién. Incluso los artistas deben estar pre~ venidos. En el mundo moderno, el arte suele asociarse a las emocio- nes humanas. Tendemos a pensar que los artistas canalizan fuerzas psicologicas internas, y que el objetivo general del arte es conectar~ nos con nuestras emociones o inspirar en nosotros algéin sentimien- “4 ‘TRADAIO to nuevo. En consecuencia, cuando nos decidimos a evalua: el arte, tendemos a juzgarlo por el impacto emocional que genera en la uxiencia, ero sie arte se define por las emociones humanas, qué podria ocurrir una vez que algoritmos externos sean capaces de comprender y manipular las emociones humanas mejor que Shakes- peare, Frida Kahlo 0 Beyoncé? Al fin y al cabo, las emociones no son un fenémeno mistico: son el resultado de un proceso bioguiimico. De ahi que, en un fut ‘ no muy Iejano, un algoritmo de aprendizaje automitics qui analice los datos biométricos que surjan de sensores situads sobre y clentro de nuestro cuerpo, determine nuestro tipo de personalidad y huesttos humores cambiantes y caleule l impacto emocional que probable que una cancién concreta (incluso un tono musical de- terminado) pueda tener en nosotros.” De todas las formas de arte, la mtisica probablemente sea la mas susceptible al anilisis de macrodatos, porque tanto las entradas como las salidas se prestan a una caracterizacién matemética precisa. Las adas son los patrones matemiticos de las ondas sonoras, las sa- lida, los patrones electroquimicos de las tormentas neurales. En ppocas décadas, un algoritmo que analice millones de experiencias musicales podria aprender a predecir de qué manera determina- das entradas producen determinadas salidas,"" Supongamos que acabamos de tener una desagradable discu- sion con nuestro novio. El algoritmo encargado de nuestro sistema de sonido discernira de inmediato nuestra confusién emocional in- tera y, sobre la base de lo que conoce de nosotros personalmente y de la psicologia humana en general, reproducira canciones a medide para que resuenen con nuestra tristeza y se hagan eco de muestra illiccién. Quiza tales canciones no funcionen bien con otros indi- viduos, pero son perfectas para nuestra personalidad. Después de ayudarnos a entrar en contacto con las profindidades de nuestra tris- teza, a continuacién el algoritmo reproduciria la tinica cancién del mundo que es probable que nos levante el dnimo, quizi porque buuesto subconsciente la relaciona con un recuerdo féliz de l infan cia del que ni siquiera somos conscientes, Ningiin Dj humano pue~ dde esperar igualar las habilidades de semejante 1A. 45 21 LECCIONES PARA EL SIGLO XXI El lector puede objetar que de esta manera la IA acabaria con la serendipia y nos encerraria en un estrecho capullo musical, tejido por nuestras preferencias y aversiones previas. 2Y qué hay de explo- rar nuevos gustos y estilos musicales? Ningén problema. Podriamos ajustar con facilidad el algoritmo para que hiciera sus selecciones completamente al azar, de manera que nos emitiera de forma ines- perada una grabacién de un conjunto indonesio de gamelén, una pera de Rossini o el tltimo éxito de K-pop. Con el tiempo, al re~ pasar nuestras reacciones, la IA podria determinar incluso el nivel ideal de aleatoriedad que optimizara la bésqueda al tiempo que evitara el fastidio, quiza reduciendo su nivel de serendipia al 3 por ciento 0 aumentindolo al 8 por ciento. Otra posible objecién es que no esti claro cémo pueda esta blecer el algoritmo su objetivo emocional. $i solo nos peleamos con nuestro novio, gdeberia pretender cl algoritmo ponernos tris- tes o alegres? :Deberia seguir a ciegas una rigida escala de emociones ebuenas y «malas»? :Quizd haya momentos en la vida en los que sea bueno sentirse triste? Desde luego, la misma pregunta podria formularse a misicos y DJ bumanos. Pero en el caso de un algorit- ‘mo hay muchas soluciones interesantes a este acertijo. Una opcién es dejarlo sin mas a la libre cleccién del cliente. Podemos evaluar nuestras emociones como queramos, y el algo- ritmo seguiré nuestros dictados. Ya deseemos regodearnos en la autocompasion o bien saltar de alegria, el algoriuiny seguiré servil- ‘mente nuestro ejemplo. De hecho, podré aprender a reconocer nuestros deseos incluso sin que seamos conscientes de ellos de for- ma explicita ‘Alternativamente, si no confiamos en nosotros, podemos ins- truir al algoritmo para que siga las recomendaciones de cualquier psicélogo eminente en el que confiemos. Si nuestro novio acaba por dejarnos plantados, el algoritmo podri llevarnos a pasar por las cinco fases del duelo, primero ayudndonos a negar lo que ocurrié reproduciendo la cancién de Bobby McFerrin Don't Worry, Be Ha- py», después avivando nuestro enfado con «You Oughta Know», de Alanis Morissette, luego animandonos a negociar con «Ne me quitte pas», de Jacques Brel, y «Come Back and Stays, de Paul Young, des- 46 TRABAJO. pués dejéndonos caer en el pozo de la depresién con «Someone Like Yous y ‘Hello», de Adele, y, por iiltimo, ayudéndonos a aceptar la si- tuacién con l Will Survives, de Gloria Gaynor. El paso siguiente es que el algoritmo empiece a trastear con las propias canciones y melodias, cambiindolas un poco para que se ajusten a nuestras peculiaridades. Qui2a nos desagrada un pasaje concreto en una cancién, por otro lado excelente. El algocitmo lo sabe porque nuestro coraz6n omite un latido y nuestros niveles de oxitocina descienden ligeramente siempre que ofmos esa parte que no nos gusta. El algoritmo podria reescribir o eliminar las notas irritantes, A a larga, los algoritmos quizé aprendan a componer cancio~ hnes enteras, jugando con las emociones humanas como si estas fac ran el teclado de un piano, Utilizando nuestros datos biométricos, podrian producir incluso melodias personalizadas que solo noso- vos, en todo el universo, apreciariamos. A menudo se dice que las personas conectan con el arte por- que se encuentran en él, Esto podria llevar a resultados sorprenden- tes y algo siniestros en el caso de que, por ejemplo, Facebook empe- zara a crear arte personalizado basado en cuanto sabe de nosotros. Si uestro novio nos abandona, Facebook nos agasajari con una can- cién personalizada sobre ese cabrén concreto en lugar de sobre la persona desconocida que rompié el corazén de Adele 0 de Alanis Morissette. La cancién nos recordaré incidentes scales de muestra re- lacién, que nadie més en el mundo conoce. Desde luego, podria ocurrir que el arte personalizado jamés arraigara, porque la gente continée prefiriendo éxitos comunes que gustan a todo el mundo. Cémo puede uno cantar una carcién 0 bailar a su son si nadie més que nosotros la conoce? Pero tal vez los algoritmos podrian ser incluso mas propensos a producir éxitos glo~ bales que rarezas personalizadas. Utilizando bases de datos biomé- tricos masivos obtenidos de millones de personas, el algoritmo po- dria saber qué botones bioquimicos pulsar a fin de producir un éxito global que hiciera que todos se lanzaran como locos a las pis tas de baile. Si el arte trata en verdad de inspirar (0 manipular) las emociones humanas, pocos misicos humanos, 0 ninguno, ten- 47 21 LECCIONES PARA ELSIGLO XX1 drian la posibilidad de competir con un algoritmo de este tipo, porque no serfan capaces de igualarlo a la hora de comprender el principal instrumento con el que estin operando: el sistema bio~ quimico humano, Resultars todo esto en un arte excepcional? Eso depende de la definicién de arte. Si la belleza est verdaderamente en los ofdos del oyente, y si el cliente siempre tiene raz6n, entonces los algorit- mos biométricos disponen de la oportunidad de producir el mejor arte de la historia. Si el arte es algo més profindo que las emocio- nes humanas y debe expresar una verdad més allé de nuestras vibra~ ciones bioquimicas, los algoritmos biométricos no serin muy bue~ nos artistas. Pero tampoco lo son la mayoria de los humanos. Para entrar en el mercado del arte y desplazar a muchos compositores y misicos humanos, los algoritmos no tendrin que empezar superan~ do directamente a Chaikovski: bastard con que lo hagan mejor que Britney Spears. Nuevos eMpLeos? La pérdida de muchos puestos de trabajo en todos los ambitos, des de el arte a la atencién sanitaria, se vers compensada en parte por la ‘reacién de nuevos empleos humanos. Los médicos de cabecera que se ocupan de diagnosticar enfermedades conocidas y de admi- nistrar tratamientos comunes serin sustituidos probablemente por TA médicas. Pero justo por eso, habré mucho més dinero para pagar a médicos humanos y a ayudantes de laboratorio a fin de que reali~ cen investigaciones punteras y desarrollen nuevos medicamentos © procedimientos quirdrgicos."? La IA podra colaborar en la creacién de empleos humanos de otra manera. En lugar de que los humanos compitan con Ia LA, po- drian centrarse en su mantenimiento y en su uso. Por ejemplo, la sustitucién de pilotos humanos por drones ha acabado con algu- nos empleos, pero ha creado muchos puestos en mantenimiento, control remoto, andlisis de datos y ciberseguridad. Las fuerzas arma~ das de Estados Unidos necesitan a treinta personas para operar cada 48 ‘TRABAIO «hon Predator 0 Reaper no tripulado que sobrevucla Siria, mien- «que analizar la cantidad de informacién resultante ocupa al me- ‘nos a ochenta personas més, En 2015, la aviacion de Estados Uni- los carecia de suficientes humanos adiestrados para ocupar todos estos puestos de trabajo y, por tanto, irnicamente se enfrenté a una «isis cuando tuvo que a dedicar personal a sus vehiculos aéreos no tripulados."? Si es asi, bien podria ocurrir que el mercado laboral de 2050 estuviera caracterizado por la cooperacién humano-IA en lugar de por la competicién entre uno y otra. En ambitos que van desde la ncia hasta las operaciones bancarias, equipos de humanos-mis- vez superen tanto a los humanos como a los ordenadores. Después de que cl programa de ajedrez Deep Blue de IBM derro- lara a Gatri Kasparov en 1997, los humanos no dejaron de jugar al sjedrez. En cambio, gracias a 1A entrenadoras, los maestros de aje~ tree humanos se hicieron mejores que nunca, y, al menes durante lun tiempo, equipos de humanos-IA conocidos como «centaurose aron tanto a humanos como a ordenadores al ajedrez, De mane- parecida, la LA podria ayudar a preparar a los mejores detectives, banquetos y soldados de Ia historia." Sin embargo, cl problema de estos nuevos empleos es que pro- bablemente exigirdn un gran nivel de pericia y, pot tanto,no resol- verin los problemas de los trabajadores no cisalificados sin empleo. Crear nevns trabajos humanos podria recultar més facil que volver 4 adiestrar a humanos para que ocuparan realmente dichos puestos. Durante los periodos de automatizacién anteriores, por lo general |i personas podian pasar de un empleo rutinario que exigia poca pericia a otro. En 1920, un obrero agricola al que echaban a raiz de Ih mecanizacién de la agricultura podia encontrar un ntevo em- pleo en una fibrica de tractores. En 1980, un obreto de una fibrica que se quedara en el paro podia empezar trabajando como cajero en un supermercado. Estos cambios ocupacionales eran posibles porque el paso de la granja a la fibrica y de la fabrica al supermer- cado solo requeria un readiestramiento limitado. Sin embargo, en 2050 podria ser dificil que un cajero o un obre- 1 del sector textil que perdiera su trabajo debido a un robot empe- 49. 21 LECCIONES PARA EL SIGLO XX1 zara a trabajar como investigador del céncer, como operador de dro- nes o como parte de un equipo de banca humano-IA.No dispondrin de la pericia necesaria. En la Primera Guerra Mundial tenia sentido enviar a millones de reclutas bisofios a que cargaran con ametralla- doras y murieran por millares. Sus habilidades individuales impor- taban poco. Hoy en dia,a pesar de la escasez de operadores de dro- nes, en las fuerzas aéreas de Estados Unidos son reacios a ocupar los ppuestos vacantes con personas despedidas de Walmart. A nadie le gus- tarfa que un recluta sin experiencia confundiera una fiesta de boda afggana con una reunién de talibanes de alto rango. En consecuencia,a pesar de la posibilidad de que aparecieran nm- chos nuevos empleos humanos, quiz presenciariamos el surgimiento de una nueva clase «intitily. De hecho, podrfamos tener lo peor de am- bos mundos, y padecer a la vez unas tasas de desempleo elevadas y escasez de mano de obra especializada. Muchas personas no com- partirian el destino de los conductores de carros del siglo x1x, que pasaron a conducir taxis, sino el de los caballos del siglo x1x, a los aque se apart6 poco a poco del mercado laboral hasta que desapare- cieron de él por completo."* ‘Ademés, ningdin empleo humano que quede estara jamés a sal- vo de la amenaza de la automatizacién fatura, porque el aprendiza~ |je automitico y la robética continuarin mejorando, Una cajera de ‘Walmart de cuarenta afios que se quede sin empleo y que con es- fuerzus subichumanos consiga reinventarse coma piloto de drones podrfa tener que reinventarse de nuevo diez afios después, porque entonces quiz4 el vuelo de los drones también se habri automati- zado, Semejante inestabilidad hard asimismo que sea més dificil or- ganizar sindicatos o conseguir derechos laborales. Ya en la actuali- dad, muchos empleos nuevos en economfas avanzadas implican trabajo temporal no protegido, trabajadores auténomos y trabajo ocasional."* sCémo se sindicaliza una profesién que surge de pronto y desaparece al cabo de una década? De manera parecida, es probable que los equipos centauros de humanos y ordenadores se caractericen por un tira y afloja constan- te entre unos y otros, en lugar de establecerse como una empresa para toda la vida, Los equipos constituidos solo por humanos (como 50 TRABAJO Sherlock Holmes y el doctor Watson) suelen desarrollar jerarqutas y rutinas permanentes que duran décadas. Pero un detective humano haga equipo con el sistema informitico Watson de IBM (que se hizo famoso después de ganar el concurso televisivo estadouniden- se Jeopardy! en 2011) se topard con que cada rutina es una invita ci6m a la interrupeién, y cada jerarquia, una invitacién a la revo- lucién. El compinche de ayer podria transformarse en el comisario «le maiiana, y todos los protocolos y manuales tendrin que reescri- birse anualmente.” ‘Una mirada més atenta al mundo del ajedrez podria indicar ha- cia donde irén las cosas a largo plazo. Es cierto que durante varios aiios después de que Deep Blue venciera a Kaspiroy, la cooperacion humano-ordenador florecié en el ajedrez. Pero en los tiltimos afios, los ordenadores son tan buenos jugadores de ajedrez que sus cola boradores humanos han perdido su valor, y pronto podtian ser de todo punto irrelevantes. EI7 de diciembre de 2017 se alcanzé un hito critico no cuan- do un ordenador gané a un humano al ajedrez (esto ya no es noti- cia), sino cuando el programa AlphaZero de Google derrot6 al pro- igrama Stockfish 8, Stockfish 8 fue el campeén mundial de ajedrez en 2016,Tenfa acceso a siglos de experiencia humana acumulada en ajedrez, asi como a décadas de experiencia de ordenador. Podia cal- cular 70 millones de posiciones en el tablero por segundo. En cam= bio, AlphaZero solo realizaba 80,000 de tales célculos por segundo, y sus creadores humanos nunca le ensefiaron ninguna estrategia ajedrecistica, ni siquiera aperturas estindar. En cambio, AlphaZero se sirvi6 de los dltimos principios de aprendizaje automitico para uutoensefiarse ajedrez al jugar contra si mismo. No obstante, de n partidas que el novicio AlphaZero jugé contra Stockfish, Al- phaZero gané veintiocho y quedaron en tablas en setenta y dos. No perdi6 ni una sola vez. Puesto que AlphaZero no aprendié nada de ningtin humano, muchos de sus movimientos y estrategias vence- «loras parecfan poco convencionales a los ojos humanos, Bien pu- diera considersrselos creativos, si no geniales. éAdivina el lector cuanto tiempo Ie Hevé a AlphaZero apren- der ajedrez, prepararse para las partidas contra Stockfish y desarro- 51 21 LECCIONES PARA EL SIGLO XX1 Ilar sus intuiciones geniales? Cuatro horas. No se trata de ninguna ‘errata, Durante siglos se ha considerado el ajedrez uno de los mayo- res logros de la inteligencia humana, AlphaZero pas6 de la igno- rancia més absoluta a la maestria creativa en cuatro horas, sin ayuda de ningén guia humano."* AlphaZero no es el tinico programa imaginativo que existe. Hoy en dia, muchos programas superan de manera rutinaria a juga dores humanos de ajedrez, no solo en célculos simples, sino incluso en acreatividad», En los campeonatos de ajedrez exclusivos para hu- ‘manos, los rbitros estin vigilando en todo momento por si hay ju- gadores que intentan hacer trampa sirviéndose secretamente de la ayuda de ordenadores. Una de las maneras de descubrir 2 los que hhacen trampas es supervisar el nivel de originalidad que muestran Jos jugadores. Si efecttian un movimiento excepcionalmente creati- ‘yo, los érbitros sospechariin a menudo que no puede tratarse de un movimiento humano: ha de ser de ordenador. Al menos en el aje- dre, jlacreatividad ya es propia de los ordenadores y no de los hu- manos! As pues, si el ajedrez es nuestro canario en la mina, ya ¢s~ tamos bien avisados de que el canario se esti muriendo. Lo que ahora ocurre a los equipos de ajedrez humanos-1A puede ocurrir- les también a los equipos de humanos-IA en vigilancia, medicina y operaciones bancarias."” En consecuencia, crear nuevos empleos y volver a formar a personas para que los ocupen no seri el (nico esfuerzo. La revolu- cién de IA no sera un éinico punto de inflexién crucial después del ‘cual el mercado laboral alcanzari un nuevo equilibrio. Més bien seri una cascada de disrupciones cada vez mayores. Hoy ya son po- cos los empleados que esperan ocupar el mismo empleo toda la vida” En 2050, no solo la idea de «un trabajo para toda la vida», sino también la idea misma de una profesién para toda la vida» po- drian parecer antediluvianas. Incluso si fuéramos capaces de inventar constantemente em- pleos muevos y de volver a formar la fuerza labora, tendrfa el hu~ mano medio la resistencia emocional necesaria para llevar una vida de tantos y tan incesantes trastornos? El cambio es siempre estre- sante, y el mundo frenético de principios del siglo xx1 ha produci- 52 TRABAIO do una epidemia global de estrés.”" A medida que aumente la vola- tilidad del mercado laboral y de las carreras individuales, sera capaz gente de sobrellevarlo? Probablemente necesitaremos técnicas de reducci6n del estrés mis efectivas (desde los firmacos a la medita- i6n, pasando por la neurorretroalimentacién) para impedir que la mente de los sapiens se quiebre, Hacia 2050 podria surgir una clase sinitily debido no simplemente a una falta absoluta de trabajo 0 a falta de educacién pertinente, sino también a una resistencia ntal insuficiente, Como es evidente, la mayor parte de lo dicho son solo especu- laciones. En el momento de escribir esto (principios de 2018), la sutomatizacién ha perturbado muchas industras, pero no ha desem- bocado en un desempleo masivo. En realidad, en muchos paises, como Estados Unidos, el paro se encuentra en tin nivel bajo histo rico, Nadie puede saber con seguridad qué tipo de impzcto tendran cl aprendizaje automitico y la automatizaci6n en las diferentes pro- fesiones del futuro, y es muy dificil evaluar el calendario de los acontecimientos relevantes, sobre todo porque dependen tanto de decisiones politicas y de tradiciones culturales como de descubri- imientos puramente tecnolégicos. Asi, incluso después de que los vehiculos aut6nomos demuestren ser més seguros y baratos que los conductores humanos, los politicos y consumidores podrian no cobstante impedir el cambio durante afios, quiz’ décadas. Sin embargo, no podemos permitisnos darnos por satistechos. Es peligroso suponer simplemente que surgirén empleos nuevos su- ficientes para compensar las pérdidas. El hecho de que esto haya ocurrido en periodos anteriores de automatizacién no es en abso- luto garantia de que ocurra de nuevo en las condiciones muy dife- rentes del siglo xt. Las disrupciones sociales y politicas potencia- les son tan alarmantes que incluso si la probabilidad de desempleo sistémico y masivo es baja, estamos obligados a tomémosla muy En el siglo xrx, la revolucién industrial gener6 nuevas condi- ciones y problemas que ninguno de los modelos sociales, econémi- 08 y politicos existentes podia resolver. El feudalismo, la monarquia y las religiones tradicionales no estaban preparados para gestionar las 53 21 LECCIONES PARKA EL SIGLO XX1 metropolis industriales, a Jos millones de obteros desarraigados o la naturaleza siempre cambiante de Ja economia moderna. En conse- cuencia, la humanidad tuvo que desarrollar modelos del todo nue~ vvos (democraciasliberales, dictaduras comunistas y regitmenes fascis~ tas), € hizo falta més de un siglo de guerras y revoluciones terribles para probar estos modelos, separar el grano de la paja y poner en marcha las mejores soluciones. El trabajo infantil en las minas de carbén dickensianas, la Primera Guerra Mundial y la Gran Ham- bruna ucraniana de 1932-1933 solo fueron una pequeiia parte de la cuota de matricula que la humanidad pago. El reto que la infotecnologia y la biotecnologia plantean a la humanidad en el siglo 2021 es sin duda alguna mucho mayor que el que en épocas anteriores supusieron las miquinas de vapor, los fe- rrocarriles y la electricidad. Y dado el inmenso poder destructor de nuestra civilizacién, no podemos permitimnos més modelos fallidos, ‘guerras mundiales ni revoluciones sangrientas. Esta vez, los modelos fallidos podrian acabar en guerras nucleares, monstruosidades dise~ fiadas genéticamente y un colapso completo de la biosfera. En con- secuencia, tenemos que hacerlo mejor de lo que lo hicimos cuando nos enfrentamos a la revolucién industrial. DE LA EXPLOTACION A LA IRRELEVANCIA Las soluciones posibles corresponden a tres categorias principales: qué hacer para evitar que se pierdan empleos, qué hacer para crear suficientes puestos de trabajo nuevos, y qué hacer si, pesar de to- dos nuestros esfierzos, la pérdida de empleo supera con mucho Ia creacién. Evitarla pérdida general de puestos de trabajo es una estrategia poco interesante y probablemente insostenible, porque supone aban~ donar el inmenso potencial positivo de la 1A y la robética. No obs- tante, tal vez los gobiernos reduzcan de manera deliberada el ritmo de la automatizacion, a fin de reducir los impactos que se deriven de quella y dar tiempo a los reajustes. La tecnologia nunca es determi- nista, y el hecho de que algo pueda hacerse no significa que tenga 54 TRABAIO que hacerse. Las normativas gubernamentales pueden cerrar efec- tivamente el paso a las nuevas tecnologfas aunque sean viables des- de el punto de vista comercial y lucrativas desde el econdmico. Por ejemplo, durante décadas hemos dispuesto de la tecnologia para crear un mercado de érganos humanos completo con «granjas de cuerposs humanos en paises subdesarrollados y una demanda casi insaciable de compradores ricos y desesperados. Tales granjas de cuerpos bien pudieran valer cientos de miles de millones de l6lares. Pero las leyes han impedido el libre comercio de partes del cuerpo humano, y aunque existe un mercado negro de dichos ér- anos, es mucho menor y se halla mas circunscrito de lo que ca bria esperar.” Reducir el ritmo del cambio quiz4 nos proporcionmiria tiempo para crear suficientes puestos de trabajo que sustituyeran a la mayo- ria de los que se perderin. Pero, como se ha dicho, el espiritu em- prendedor econémico tendri que ir acompaiiado de una revolucién en la educacién y la psicologia. Suponiendo que los nuevos empleos no sean solo sinecuras gubernamentales, probablemente exigirin luna gran pericia, y a medida que la IA contintie mejorando, los em- pleados humanos deberin aprender sin parar nuevas habilidades y cambiar de profesién. Los gobiernos tendrin que intervenir, tanto para subsidiar un sector educativo durante toda la vida como para proporcionar una red de seguridad durante los inevitables perfodos de usansici6n. Si una expiloto de drones de cuarenta afios necesita tres para reinventarse como disefiadora de mundos virtuales, es muy probable que precise de mucha ayuda gubernamental pera mante~ nerse y mantener a su familia durante dicho tiempo. (En la actuali- dad, este tipo de proyectos esti empezando a ponerse en marcha en Escandinavia, donde los gobiernos siguen el lema «proteger a los obretos, no los empleos».) Pero incluso si se dispone de ayuda suficiente del gobierno, ni mucho menos se da por descontado que miles de millones de per- sonas sean capaces de reinventarse una y otra vez sin poner en ries go su equilibrio mental. De ahi que, sia pesar de todos nuestros esfiverzos, hay un porcentaje significativo de la humanided que re~ sulta expulsada del mercado laboral, tendremos que buscar nuevos 35 21 LECCIONES PARA BL SIGLO XX1 modelos para las sociedades, las economias y las politicas poslabora~ les, El primer paso es reconocer con honestidad que los modelos sociales, econémicos y politicos que hemos heredado del pasado son inadecuados para afrontar este reto. Pensemos, por ejemplo, en el comunismo. A medida que la automatizacién amenace con sacudir el sistema capitalista hasta sus cimientos, cabria suponer que el comunismo podria reaparecer. Pero el comunismo no se gener6 para explotar este tipo de crisis. El comunismo del siglo xx daba por sentado que Ia clase obrera era vital para la economia, y los pensadores comunistas intentaron en~ sefiar al proletariado cémo convertir su inmenso poder econémico en influencia politica. El plan politico comunista exigia una revolu- ccién de la clase trabajadora, Cun relevantes serin estas enseitanzas si las masas pierden su valor econémico y, por tanto, necesitan lu char contra la irrelevancia en lugar de hacerlo contra la explo tacién? :Cémo se inicia una revolucién de Ia clase obrera sin una clase obrera? ‘Algunos podrian aducir que los humanos nunca Ilegarin a ser irrelevantes desde el punto de vista econémico, porque aun cuando no puedan competir con la IA en el puesto de trabajo siempre se los necesitaré como consumidores, Sin embargo, no esta en absolu- to asegurado que la economia fitura nos necesite siquiera como consumidores. Las méquinas y los ordenadores podrian serlo tam- bién, En teoria, podria existir una economfa en Ia que una compa jifa minera produzca y venda hierro a una compafiia robtica, la compaiiia robética produzca y venda robots a la compaiia minera, que de ese modo extraeré mas hierro, que se usaré para producir mis robots, y asi sucesivamente. Estas compaiifas podrian crecer y expandirse hasta los confines mas remotos de Ia galaxia, y cuanto necesitarin sera robots y ordenadores: no requeriran humanos ni si- quiera para comprar sus productos. De hecho, ya hoy en dia ordenadores y algoritmos estin empe- zando a fancionar como clientes ademas de como productores. En la Bolsa de valores, por ejemplo, los algoritmos se estin convirtiendo en los compradores més importantes de bonos, acciones y mercan~ cias. De forma parecida, en el negocio de la publicidad el cliente 56 ‘TRARAO {Nis importante de todos es un algoritmo: el algoritmo de biisqueda Google. Cuando la gente disefia paginas web, a menudo satisface #1 justo del algoritmo de biisqueda de Google en lugar del gusto de in ser humano, Lividentemente, los algoritmos no tienen conciencia, de modo 4 diferencia de los consumidores humanos, no pueden disfru- dle lo que compran, y sus decisiones no estin condicionadas por ‘nsaciones y emociones. El algoritmo de bisqueda de Google no jWede saborear los helados. Sin embargo, los algoritmos seleccionan oss a partir de sus célculos internos y de sus preferencias incorpo- i. dichas preferencias modelan nuestro mundo de manera cre- Gente, El algoritmo de busqueda de Google tiene un gusto muy twfinado cuando se trata de ordenar las paginas web de vendedores tle helados, y entre estos, los que mas éxito tienen en el mundo son los que el algoritmo de Google sitéia en los primeros puestos, no los hacen los helados mis deliciosos. ‘ Esto lo sé por experiencia propia. Cuando publico un libro, los editores me piden que escriba una descripcién breve, que usan para |n publicidad en linea. Pero cuentan con un experto especial, que adapta lo que yo escribo al gusto del algoritmo de Google. El ex- perto lee mi texto y dice: «No uses esta palabra; usa estz otra en su. lugar. De esta manera, el algoritmo de Google nos prestaré més atencién», Sabemos que si somos capaces de captar la atencién del algoritmo, podemos dar por scntado que captaremius la de lus hu manos. De modo que si los humanos no se necesitan como producto- res ni como consumidores, gqué ampararé su supervivencia fisica y su bienestar psicolégico? No debemos esperar a que la crisis irram- pa con toda su fuerza para ponernos a buscar respuesta. Entonces ya serfa demasiado tarde. A fin de enftentarnos a las disrupciones tecnolégicas y econémicas del siglo xx1, necesitamos desarrollar nuevos modelos sociales y econémicos tan pronto como sea posi- ble. Dichos modelos deberian guiarse por el principio de proteger a los humanos y no los empleos. Muchos trabajos resultan fasti- diosos y aburridos, y no vale la pena conservatlos, Nadie suefia con convertirse en un cajero, En Jo que tenemos que centrarnos es en sa 37 21 LECCIONES PARA FL SIGLO XXI tisfacer las necesidades bisicas de la gente y en proteger su nivel so— ial y su autoestima Un nuevo modelo, que despierta cada vez més interés, es la renta bisica universal. La RBU propone que los gobiernos graven a los multimillonarios y a las empresas que controlan los algorit- ‘mos y los robots, y que utilicen el dinero para pagar a cada persona un salario generoso que cubra sus necesidades bisicas. Esto atenua- rfa la pérdida de empleo de los pobres y sus problemas econémicos, al tiempo que protegerfa a los ricos de la ira popular.” Una idea relacionada propone ampliar la gama de actividades shumanas que se consideran «empleos». En la actualidad, miles de millones de progenitores cuidan de sus hijos, los vecinos se ayudan ‘mutuamente y los ciudadanos organizan comunidades, sin que nin- guna de estas actividades valiosas se considere un empleo. Quizé sea necesario que accionemos un interruptor en nuestra mente y nos demos cuenta de que cuidar de un nifio es, sin duda, la tarea més importante y exigente del mundo, Si ¢s asi, no habri escasez de tra~ bajo aunque los ordenadores y los robots sustituyan a todos los con- ductores, bangueros y abogados. La pregunta, desde Inego, es: 24 evaluara y pagaré estos empleos acabados de reconocer? Dando por hecho que los bebés de seis meses no pagarin un salario a sus ma- ‘mis, probablemente el gobierno tenga que encargarse de ello. Dan- do por hecho, también, que querremos que dichos salarios cubran todas las necesidades bisicas de tna familia acabaremos en algo que no diferici mucho de la renta bisica universal. Alternativamente, los gobiernos podrian subvencionar servi- ios bésicos universales en lugar de salarios. En lugar de dar dinero a las personas, que después comprarin todo lo que quieran, po- drfan subvencionar la educacién gratuita, la atencién sanitaria gra- tuita, el transporte gratuito, etcétera. En realidad, esta es la vision utépica del comunismo. Aunque el proyecto comunista de iniciar tuna revoluicién de la clase obrera podria estar ya anticuado, quiz ‘todavia seriamos capaces de alcanzar el objetivo comunista por otros medios. Es discutible si es mejor proporcionar a las personas una renta bisica universal (el paraiso capitalist) 0 servicios bisicos universales 58 TRABAO (cl paraiso communista). Ambas opciones tienen ventajas ¢ inconve~ hnientes, Pero, con independencia del paraiso que escojamos, el pro- [blena real es definir qué significan en realidad «universab y «basico». UNIVERSAL? (Cuando la gente habla de una ayuda bésica universal (ya sea en for- ma de renta o de servicios), generalmente se refiere a una ayuda a nacional, Hasta la fecha, todas las iniciativas de RBU han sido ‘strictamente nacionales © municipales. En enero de 2017, Finlan- dla inicié un experimento de dos afios proporcionando « 2.000 fin- landeses desempleados 560 euros al mes, con independencia de si cncontraban trabajo 0 no. Experimentos similares estin en marcha en la provincia canadiense de Ontario, en la ciudad italiana de Livorno y en varias ciudades holandesas.™ (En 2016, Suiza celebré un referén- dum sobre si se institufa un plan de renta bésica nacional, pero los votantes rechazaron la idea.) Sin embargo, el problema de estos planes nacionales y municipa~ les es que las principales victimas de la automatizacién quiz’ no vivan n Finlandia, Ontario, Livorno o Amsterdam. Debido a la globaliza~ i6n, la poblacién de un pafs depende por completo de mercados de ‘otros paises, pero la automatizacién podria desenredar grandes partes dle esta ted comercial global con consecuencias desastrosas para los es labones més débiles. En el siglo xx, los paises en vias de desarrollo ‘que carecian de recursos naturales progresaron en el plano econémi- co sobre todo vendiendo el trabajo barato de sus obreros no cuali dos, Hoy en dia, millones de bangladesies se ganan la vida fabri- cando camisas y vendiéndolas a clientes de Estados Unidos, mientras ‘que en Bangalore lo hacen en los servicios telefonicos de atencién al cliente que tramitan las quejas de los clientes norteamericanos™ Pero con el auge de la IA, los robots y las impresoras 3-D, el trabajo barato y no cualificado sera mucho menos importante. En lugar de fabricar una camisa en Daca y enviatla a Estados Unidos, podremos comprar en Iinea en Amazon el cédigo de hi camisa e imprimirla en Nueva York. Las tiendas de Zara y Prada de la Quin- bis 59 21 LECCIONES PARA EL SIGLO XXI ta Avenida podrian ser sustituidas por centros de impresi6n 3-D en. Brooklyn, y algunas personas incluso podrian tener una impresora en casa. Al mismo tiempo, en lugar de lamar al servicio de aten- cién al cliente de Bangalore para quejarnos de nuestra impresora, tal vez habliramos con un representante de la TA en la nube de Google (cuyo acento y tono estarin ajustados a nucstras preferencias). Los obreros y operadores de los centros de atencién al cliente que per- derin su empleo en Daca y Bangalore carecen de la educacién ne- cesaria para ponerse a disefiar camisas de moda © programas infor~ ‘iticos; asi pues, sc6mo sobrevivirin? Si la IA y las impresoras 3-D acaban relevando a bangladesfes y bangaloreses, los ingresos que antes fluian hacia el Sudeste Asidtico enarin las arcas de unos pocos gigantes tecnol6gicos en California. En lugar de que el crecimiento econémico mejore las condiciones en todo el mundo, habré riquezas nuevas e inmensas creadas en los, centros de alta tecnologia, como Silicon Valley, mientras que mu- chos paises en vias de desarrollo se desmoronarin. ‘Desde luego, algunas economias emergentes (entre ellas,la India yy Bangladesh) podrian avanzar lo bastante deprisa para incorporarse al equipo ganador. Si se les da el tiempo suficiente, los hijos o los nietos de los obreros textiles y de los operadores de los centros de atencién al cliente podrian muy bien convertirse en los ingenieros y emprendedores que construyan y posean los ordenadores y las im- presoras 3 D. Pero el tiempo para efectar dicha transicién se acaba. En el pasado, el trabajo barato y no cualificado ha servido de puente seguro para salvar la brecha econémica global, e incluso si un pais avanzaba despacio, podia esperar alcanzar finalmente la seguridad. Dar los pasos adectiados era mas importante que hacer avances ripi- dos. Pero ahora el puente se tambalea, y podria derrumbarse pron— to. Quienes ya lo han cruzado (progresando del trabajo barato a las industrias de alta especializacién) estarin probablemente bien. Pero Jos que se demoren podrian encontrarse inmovilizados en el lado cequivocado de la brecha, sin posibilidad alguna de cruzarla. Qué hhace uno cuando nadie necesita a sus obreros baratos y no cualifica- dos, y carece de los recursos para construir un buen sistema de edu- caci6n y ensefiarles nuevas capacidades?” 60 ‘TRABAJO Cuil seré entonces la suerte de los rezagados? Cabe la posibi- lidad de que los votantes norteamericanos acordaran que los im- puestos que pagan Amazon y Google por sus negocios en Estados Unidos se usaran para proporcionar salarios o servicios gratuitos a los mineros desempleados de Pensilvania y a los taxistas en paro de Nueva York, Sin embargo, jestarfan también de acuerdo los votan- {es norteamericanos en que esos impuestos se enviaran para soste- nner a las personas desempleadas en lugares que el presidente Trump tlefinid como apaises de mierda? Si el lector lo cree, para el caso también podria creer que Santa Claus y el Conejito de Pascua re- solverin el problema, {Qué Es BAsIco? La ayuda bésica universal pretende satisfacer necesidades humanas biisicas, pero no hay una definicién aceptada al respecto. Desde una perspectiva puramente biol6gica, un sapiens necesita solo 1.500- 2.500 calorias diarias para sobrevivir. Lo que pase de esta cantidad ¢s lujo, Pero, ademas de este limite de pobreza biolégica, todas las culturas en la historia han definido necesidades adicionales como sbisicas». En Ja Europa medieval, el acceso a los servicios religiosos se consideraba incluso mis importante que el alimento, porque cuidaban de nuestra alma eterna y no de nuestro cuerpo efimero. En la Europa actual se considera que unos servicios decentes de ceducacién y de asistencia sanitaria son necesidades humanas bisi- «as, y algunos aducen que incluso el acceso a internet es ahora esen- cial para todo hombre, mujer y nifio. Si en 2050 el Gobierno Mun- dial Unido acuerda cobrar impuestos a Google, Amazon, Baidu y Tencent a fin de proporcionar el sustento bisico a todos los seres humanos de la Tierra (tanto en Daca como en Detroit), ze6mo de- finird sbdsicon? Por ejemplo, zqué incluye la educacién bisica: solo leer y escri- bir, o también disefiar programas informiticos y tocar el violin? Solo seis afios de escuela elemental, o lo necesario hasta obtener un doctorado? 2Y qué hay de la asistencia sanitaria? Si hacia 2050 6 21 LECCIONES PARA EL SIGLO XXI los avances médicos hacen posible demorar los procesos de enveje~ cimiento y alargar de manera significativa la duracién de la vida, jestarin los nuevos tratamientos disponibles para los 10.000 millo- nes de humanos del planeta, 0 solo para algunos multimillonarios? Si la biotecnologia permite que los padres mejoren a sus hijos, ;se consideraré esto una necesidad humana bésica, 0 veremos que la humanidad se divide en diferentes castas biolégicas, con superhu- manos ticos que gozarin de capacidades que sobrepasarin con mu- cho las de los Homo sapiens pobres? Sea cual sea Ja manera en que se definan las «necesidades hu~ ‘manas basicas», una vez que se proporcionen a todo el mundo libres de cargos, se darin por supuestas, y entonces las duras competicio- nes sociales y las luchas politicas se centrarin en lujos no bisicos, ya sean los vehiculos auténomos de moda, el acceso a los parques de realidad virtual o el cuerpo mejorado mediante bioingenieria. ero si las masas de desempleados no obtienen recursos econémi- os, ¢s dificil pensar de qué manera pueden esperar disfrutar de ta~ Ies lujos, En consecuencia, la brecha entre ricos (los gestores de ‘Tencent y los accionistas de Google) y pobres (los que dependan de la renta bisica universal) puede hacerse no simplemente mayor, sino en verdad infranqueable. De ahi que aun cuando algin plan universal de ayuda propor- cionara a los pobres en 2050 una atencién sanitaria y una educacién mucho mejores que en la actualidad, podrian seguir muy enfadados por la desigualdad global y por la falta de movilidad social. La gen- te sentird que el sistema esti manipulado en su contra, que el gobier- no sirve solo a los superricos y que el futuro sera todavia peor para ellos y sus hijos.” ‘Homo sapiens no esti hecho para la satisfaccién. La felicidad hu- mana depende menos de condiciones objetivas que de nuestras propias expectativas. Sin embargo, las expectativas tienden a adap- tarse a las condiciones, incluidas las condiciones de otras personas. ‘Cuando las cosas mejoran, las expectativas aumentan, y en conse- ‘cuencia incluso mejoras espectaculares en las condiciones pueden dejarnos tan insatisfechos como antes. Si la ayuda basica universal se enfoca a mejorar las condiciones objetivas de una persona media a ‘TRABAJO 1) 2050, tiene una buena probabilidad de lograr éxito. Pero si pre- jwnde que la gente esté subjetivamente mis satisfecha con lo que Alene y evitar ef descontento social, es probable que fracase. Para conseguir realmente sus objetivos, a ayuda bésica univer~ sul tendri que evar el complemento de algunas actividades plenas, aque vayan de los deportes a la religién. Quizé el experimento que Jinis éxito haya tenido hasta la fecha sobre cémo Hlevar una vida sa \islactoria en un mundo postrabajo se haya realizado en Israel. All, \lrededor del 50 por ciento de los hombres judios ultraortodoxos io trabajan, Dedican su vida a estudiar las sagradas escrituras y a umplir con rituales religiosos. Ellos y sus familias no pasan hambre \Jebidlo en parte a que sus esposas suelen trabajar, y en partea que el jobierno les proporciona subsidios generosos y servicios gratuitos, lo que cubre las necesidades bisicas de la vida. Esto es una ayuda Ihisica universal avant la lettre. A pesar de que son pobres y estin sin empleo, en todas las en- cuestas estos hombres judtos ultraortodoxos dan cuenta de niveles de satisaccién superiores a los de cualquier otro sector de kh socie- hac israeli. Ello se debe a la fuerza de sus vinculos con la comunidad, 1si como a la profunda realizacién que hallan en el estudio de las cscrituras y en el cumplimiento de los rituales. Una pequeiia sala llena de hombres judios que debaten el Talmud podria may bien werar mis alegrfa, compromiso y entendimiento que una enorme Fibriea rexril Mena de abreras que realizan nn trabajo duro, En las cencuestas globales de satisfacci6n vital, Israel suele situarse en algu- no de los primeros lugares, gracias en parte a estas personas pobres, y sin trabajo." Los israelies seglares suelen quejarse amargamente de que los ultraortodoxos no contribuyen lo suficiente a la sociedad y viven aislados del duro trabajo de las otras personas. Los israelies seglares también suelen argumentar que el modo de vida ultraortodoxo es insostenible, en especial porque las familias ultraortodoxa: tienen un promedio de siete hijos.* Tarde o temprano, el Estado ya no podra sustentar a tantas personas sin empleo, y los ultraortodoxos se verin obligados a trabajar. Pero podria muy bien ocurrir lo contrario. A medida que los robots y la IA vayan echando alos hu- 63 21 LECCIONES PARA ELSIGLO XX1 manos del mercado laboral, los judios ultraortodoxos quizé sean considerados el modelo del faturo en lugar de fésiles del pasado. No que todo el mundo vaya a convertirse en judios ultraortodaxos y se encierren en las yeshivés a estudiar el Talmud. Pero en la vida de todas las personas, la biisqueda de plenitud y de comunidad podria eclipsar la bisqueda de un puesto de trabajo. ‘i conseguimos combinar una red de seguridad econémica uni- versal con comunidades fuertes y la bisqueda de una vida plena, per- der nuestros puestos de trabajo frente a los algoritmos podria ser en verdad una bendicién. Sin embargo, perder el control de nuestra cexistencia es una situacién hipotética mucho més temible. A pesar del peligro del desempleo masivo, aquello que deberia preocupar- nos mucho mis es el paso de la autoridad de los humanos a la de los algoritmos, lo que podria acabar con la poca fe que queda en el relato liberal y abrir el camino a la aparicién de dictaduras digitales. 3 Libertad Los macrodatos estan observindote i relato liberal considera la libertad humana el valor més impor- nte. Aduce que toda antoridad surge en tiltimo término del libre ulbedrio de los individuos humanos, que se expresa en sus senti- ntos, deseos y opciones. En politica, el liberalismo cree que el votante sabe lo que le conviene. Por tanto, defiende las elecciones domocriticas. En economia, el liberalismo mantiene que el cliente siempre tiene la raz6n. Por tanto, da la bienvenida a los principios «lel mercado libre, En cuestiones personales, el liberalismo anima a las personas a que se escuchen a si mismas, a que sean fieles a si smas y a que sigan los dictados de su corazén, siempre y cuando no vullneren las libertades de los dems. Esta libertad personal que- da consagrada en los derechos humanos. En el discurso politico occidental el término «liberal» se usa a veces hoy en dia en un sentido partidista mucho més estricto, para denotar a los que apoyan causas especificas como el matrimonio gay, el control de las armas y el aborto. Pero la mayorfa de los llamados. conservadores también defienden la amplia visién liberal del mun do, Sobre todo en Estados Unidos, tanto republicanos como demé- cratas deberian tomarse de vez en cuando un respiro de sus acalora~ das disputas para recordarse que todos estén de acuerdo en cuestiones fandamentales como las elecciones libres, la judicatura independien- te y los derechos humanos. En particular, es vital recordar que héroes de la derecha, como Ronald Reagan y Margaret Thatcher, fueron grandes adalides no solo de las libertades econémicas, sino también de las individuales. 65

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