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EL RECREO DE LAINFANCIA Argumentos para otro comienzo a Eduardo S. Bustelo >) siglo veintiuno editores I. BIOPOLITICA DE LA INFANCIA ssi st onemigo triunfa, ni siguiera los muertos estarin se §ures. ¥ ese enemigo no he cavado de triunfsr WALTER BENJAMIN, Tenis de filosofia de la historia Como todo campo, el de la infancia esta compuesto por en- foques, anilisis, estudios y conceptos, por la practica que inchi- ye un conjunto de acciones, programas y politicas y, finalmer te, por una amplia gama de actores participantes. También comprende la producciéa de discursos destinados a conformar Jas subjetividades intervinientes en él. Por ello, aun siendo un campo que sc podsia presumir definido, es propenso a ambigiie- dades que ocultan relaciones sociales de dominacién, lo que conduce a imprecisiones que se podria afirmar que no son ino- centes. Esta aseveracin tiene atin mas fuerza dadas la expan- siva difusion mediatica y la aparente preocupacién piblica que eltema de la infancia cubre en la industria cultural. En la dimension temporal de la infancia y la adolescencia se pueden reconocer tres instituciones que dejan marca en su desarrollo: la familia, la escuela y los medios de comunicacién. Las dos primeras son las que tradicionalmente han recihido mas atencién, En este capitulo pretendo concentrarme —aun- que no de manera exclusiva— en la forma mas general ¢ ideo. logica de wasmisién de las diferentes relaciones de dominacién que se establecen sobre la infancia y la adoiescencia. Alli sin due da tiene mucha incidencia la familia y —todavia— la escuela, aunque de una forma creciente estén asociadas las distintas or- ganizaciones de la sociedad civil, el sector privado y los medios de comunicacién que amplifican los discursos explicitamente 4 EDUARDO $. BUSTELO. distorsionades, con la pretensi6n de ocultar esas relaciones de dominio. Intentaré aqui avanzar en la localizaci6n y revelacién de las oscuzidades que considero mas relevantes y en la enver- gadura que revisten determinadas argumentaciones en su ob- Jetivo intergeneracional de estabilizar tna relacién de domina. ci6n sobre nitios y adolescentes. La infancia y la vida La infancia y la adolescencia se identifican con Ia vida co- mo iniciaciéa. La infancia 5 nacimiento y alumbramicnto. El filésofo italiano Ciorgio Agamben! explica bien cémo los grie- 08 no tenian una sola palabra sino dos para denotar la vida. Por un lado estaba la 2%, que expresaba la vida pura, el simple hecho de vivir, la nuda vita (vida desnuda) como vida fuerza 0 vida biol6gica, y por otro lado el ias, la vida relacional que im- plica el lenguaje, la politica y la cudadania. En el caso de la in- fancia uno podria resumir la eoé en sobrevivencia y cl biosen la ciudadania y la politica, Foucault,’ a su vez, ha planteado la palabra “biopolitica” pa- raanalizar la relacion del poder con el cuerpo viviente y, al mis mo tiempo, con la construccién de subjetividad. La biopolitica define el acceso a la vida y las formas de su permanencia, y ase- gura que esa permanencia se desarrolle como una situacién de dominacién. En las instancias iniciales de la vida, la biopolitica Gesigna la situacion en la cual se suprime el bios para despojar todo lo humane de los humanos, dejandolos slo como zoé. Se gn Foucault, en la antigiicdad e! hombre tenia una existencia destinada a la vida politica; en cambio, esa relacin se invierte on la actualidad, en donde 1a politica tiene como objeto al ser \ ragiten (200708). pp. B29. Foucault (1977), vol. 1, p. 173. La BIOPOLITICA DE La INFANCIA 23 siviente. Foucault abandona asi el enfoque clasico de] poder ju * idico institucional para pasar a viswalizarlo como el modo es. pecifico en que el poder penetra en el cuerpo de las personas, ef su subjetividad y en su forma de vida, En un printipio se tra. taba de un poder externo de castigo que gener6 la sociedad dis Gplinaria’ Pero también Foucault llegé a conceptualizar el pa- so de esa sociedad disciplinaria a una sociedad de control en donde los mecanismgs.y dispositivos de deminaciéa ge distri- biyen y difunden més sutilmente en Ia sociedad, logrando que cada vez mas los ciudadanos internalicen las pautas y codigos de integraci6n 0 exclusion. El poder se entreteje con dispositi- vor Muy Fuertes que organizan la vida y el cerebro hurmano’a wavés de las poderosas maquinas de comunicacién social, las #2de8 ififormaticas y una amplia gama de sisternas de control. ‘Ta biopolitica se constituye entonces como biopoder. EI punto aqui ¢s el control de la subjetividad: el poder se ejerce ahora dese dentro cuando muchos, casualmente, creen que desarro- lan una personalidad propia yauténoma. En otras palabras: la biopolitica establece las condiciones de ingreso en Ia fuerza la boral, determina las relaciones de filialidad en Ia familia, con diciona la individuacién y la heteronom(a en el proceso educa- vo, sistematiza la insercién en el mercado de consumo y regula el comportamienco a través de la ley, La infancia es fa instancia de la inuguracién de la vida yen Conde la aparicién de la biopolitica aflora cn su forma paroxis. tica. Yaqui distingo tres niveles. F) primero es propiamente la Vida y el acceso a ésta. El nino sacer + El primer dispositive biopolitico es ¢! poder directo sobre la vida como negacién de la vida o la politica de expansi6n de Ia mauerte.(La mortandad de nifios, nitizs y adolescentes es Ja forma més silenciada de la biopolitica moderna|Denomino, 25 EDUARDO S. BUSTELO entonces, forma superior de biopolitica a la que se aplica alas nuevas generaciones. En este caso, Ja muerte masiva de 30.000 nitios, nifias y adolescentes por diz, algo que aparece comple- tamente naturalizado sin que nadie pueda ser condenado por semejante situacién Es por esta razén que, parafraseando a Agamben, existe un ito sazer que aunque representa e] inicio de la vida, ésta pue- de ser suprimida de manera impune. Casi todas las “eultaras” han definido el caricter sagrado de nidios y nifias y, al mismo tiempo, su muerte ha sido motivo central de ofrenda a los die ses. La mayoria de nuestros nilfios y nifias se han convertido en nnirio sacer. una figura del derecho romano que se traduce por su cardcter in sacnyicable pero que, ala ve2, cualquiera prude ma- tar quedando impune Miles de nifios y nifias mueren cotidiana- mente y s¢ transforman en nifia sacer: son climinables 0 dese- chables y la caractetistica basica es que su muerte no entrafia ninguna consecuencia juridiea. Por io tanto, en el caso de que mueran de hambre, de enfermedades curables o prevenibles, de que sean victimas de Ja guerra, de manera sospechosa nadie esresponsabie de ello. Desde el derecho comane, la vida del ni- Ao ha side definida como contrapartida de un poder que pue- de climinarla. Vitae necisgue potestas designa ya en el echo de nacer la polistas del padre de dar vida o muerte al hijo varon.4 ® Agamben (20032) habla del hemo sacer, que “es precicamente aquel a ouien cualquicra purde matar sin cometer homicico” (pp. 9397 y 243244) El home sacerde Agamben ex relacionado con el exterminio en el Holeeas- 0, con la vida puesta en un campo de concentracién. En el presente, la for- ‘pia suprema del homo seceres ei mye sacm, a quien se ssedine © apenas acbre- vive en ia vida desnuda Loy Mamados pobres, indigentes y “desechables” entran en esta categoria ya que su mucrte no tiene casi ninguna consecuen- ia jaridica, Ast et Ia auda vida, ia vida “desnuda’, a la que cuslquiern puede ipuneMente, es decir que los responsatles ni siquiers pueden ser condenados de acucrdo con los rituales establecidos. * Vease Agamben (2001), p. 14 LABIOPOLITICA DEL INFANGIA ” En el caso del nirie sacer incluso puede ser asesinado sin que ese asesinato constituya delito. La nuda vida (0 vida desnuda) es la existencia despojada de todo valor politico, esto es, de sentido cindadano. Asi explica Foucault que, desc Ia Antigtiedad, el soberano que convoca- baa la guerra reclamaba la vida de sus stibditos: mas que la vi- da exigia la muerte como el derecho a dejar de vivir. Esta situa. cidn todavia hey persiste en la forma del nirio sacer. Consiste en la naturalizacién del horror de 1illones Ge nifios, nifias y ado- lescentes que mueren todos los afios (16,6 millones), mas que en silencio, en una muerte verdaderamente silenciada y cuya responsabilidad no puede ser atribuida a nadie. Se transforman también en mirio sacerlos nifios, nifiasy ado- lescentes que son reclutados para ir ala guerra, proceso de en- rolariento que comprende su instruccién para matar. En la tima década, dos millones de nifios han muerto en conflictos armados. Desde 2003, mas de catorce millones de nifios se-vie~ yon obligados a desplazarse dentro y fucra de suis paises, y en- we ocho mil y dicz mil nifios mueren resulan mutilados ca- da aiio por minas de tierra. Mas de doscientos cinenenta mil menores siguen siendo explotados como nifios-soldado por grupos y fuerzas armadas en todo el mundo. Los mecanismos de induccion al odio, a la demonizacin del otro y Ia dinamica de intransigencia que se desata, se asocian al exterminio.” Fs un dato mas que evidente: también los nifios y las mifias soa las primeras victimas de la guerra. Desde 1990, se estima que ¢1 90% de las muertes relacionadas con conflictos armados en todo el mundo han sido de civiles y un 80% de Las victimas han sido mujeres y niiios. En cl lenguaje militar, esto se deno- mina depravadamente davias eolateraies. Muchos nifios no mue+ fen pero sufren owes padecimientos: quedan huérfanos, son ® Recorciemos que en Rusnda, en 1980, s6le en noventa dias fueron muertos més de trescientos mil nidios, 8 EDUARDO 5. BUSTELO mutilados y deben soportar todo tipo de complicaciones psico- sociales debido a la exposicidn directa a la violencia, al rapto, al desplazamiento, al abandono y a la pérdida de sus seres que- rides. Seguin la Organizacién Internacional del Trabajo, doce snillones personas estén bajo el régimen de trabajo forzado en el mundo; la mayor‘a de ellos son ninosy ninas. ¥alo anterior sé deben atiadir las escuelas dectruidas, los hospitales afectados, los insumos escolaree y en salud basica inutilizados y los siste- mas de agua potable sin funcicnar. Finalmente, Ja politica de desaparicion de nifios, nifias y adolescentes ¢s otra forma paroxistica del mito sacer Consiste, en este caso, en un plan de exterminio de una posibilidad ‘emancipatoria. La infancia como otro comienzo tiene que ser desaparecida. En términos biopoliticos, ser joven es considera- do subversivo: portar rostro corresponde a ser enemigo y ser nifo © nia, incluyendo su estado en gestacion biolégica, re- presenta un peligro porencial, ya que es vida abierra a Ja posi- bilidad de un nacer como principio emancipador. Aqui, la pro- puesta biopolitica es también cruel: eliminar a los padres y entregar a los nifios a padres siraulados. Se trata de la biopok- tica en su estado brato pues equivale a una criminalidad que extirpa desde las mismas entrafias. La muerte de adolescentes, el secuestro y el latrocinio de la identidad de nifiosy nifias por parte de la dictadura militar argentina consticuyen el ejemplo mo claro para entender Ia significaci6n ée Ia infancka como ca- tegoria emancipatoria: tragicamente, el aiiic o nitia aqui tam. bien cs primero en el camino de la desaparicion.$ "EI papel de las madres y abucks de jévencs, adolescentes y nifios desae parccidos durante el proceso miltarargentine ha tide ceucial en la kucha por ‘or derechos humanes desde la olitica. Han jugacla un rol igualmente defi. nitorio en is apersara democraica y en la construccién de una memoria co- lectiva, Una persona que ha desempeniado y desempenia un rol ejempler y verdaderamente comprometido en la Licha por los derechos de Tz infancia esa hermana Marta Pelloni, La hermana Peloni consiguié merilizar a la LARIOPOLITICA DE TA INFANCIA 2» En la dimensién de la muerte, la biopolitica de los que do- minan carece de dudas: “se educa a poblaciones enteras para que se maten mutuamente en nombre de la necesidad que tienen de vivir’. Ademas, Foucault sostione de mancra kicida: Si cl genocidio es por cierto el suefio de los poderes mo- dernos, ello no se debe a un revorno, hoy, del viejo dere: cho de matar; se debe a que el poder reside y ejerce en el nivel de la vida, de Ia especie, de la raza y de los fendme- ‘nos masivos de poblacién.” Infancia y pobreza EI segundo dispositive de la biopolitica dela infancia es la vida sobreviviente, la zoé de nifios y nifias que esta relaciona- da con la materialidad del existir, con su mera sobrevivencia. ¥lo que expresa cea situacién ¢s la infancia en situacién de pobreza.® os Muchos y variados son los conceptos de pobreza y sus dic mensiones asociadas. La expansiGn tedrica y metodolégica que ha tenido el concepro es admirable y ha contribuide tanto ala concomitante confusién de sus usos y desarrollos programati- cos como a sit incapacidad para inspirar una préctica trasfor- poblacioa de una tradicional provincia argentina pera aclarar yo dejar ime pune la mucrte de la adolescente Matia Soledad Morales,» logré un cambio Iistorico al derrotar politicamente a una oligarquia gobernante cormupta y ‘opcesora. El anatisis Ce Carll (2006: 19.54) dei period argentine 19552001 2 muy pertinente para entender lz violencia contra la intancia y te adotes ‘encia, 7 las reprosentaciones Gel nific en los medios de comunicaciSn y la politica desde fa vueits ais democracia, * Foucault (1977). pp. 195 y 166, “*Tinfujo ag Ia iridigencia 0 lo que algunos denominan “pobreza ab- sotuea 30 EDUARDO S. BUSTELO. madora ante una realidad que. en el caso de nines, ninas yado- lescentes, resulta intolerable.? Ahora bien, esta producei6n intelectual no es candida y, pre- cisamente por eso, la mayor parte de ella ticne como objetiva ‘ocultar aquello que describe. Los discursos sobre la pobreza lle- ‘yan embutidos los argumentos que derivan cn acciones o en mo- dos de entender e] problema que no son conducentes para su superacién. Como veremos, existen en Iz biopolitica poderosos dispositivos ideoldgicos que legitiman una situacién de domina- ciéa por medio del ocultamiento de la relacién social primaria que la expresa; en este caso, la de los ricos sobre los pobres. La escasez de propuestas sobre la pobreza consiste principalmente en “empobrecer” el discurso en esa tensién dominante-domina- do, donde la situacién de pobreza de la infancia debe ser enten- dida y localizada como relacién social. De todos modos, si hay un ineremento del control politico sobre nucstras vidas, éste ya no se desarrolla s6lo a través-de los aparatos tradicionales de con- trol y sometimiento —la justicia o la policfa, que supondrian la existencia de personas en tanto ciudadanos—, sine a través de mecanismos que despojan previamente a los individuos de todo derecho 0 etiqueta juridica: Ia nutricion, los sistemas de salud y educacion que exclayen a los pobres, ya sea imposibilitando su ingreso a estos servicios 0 a través de niveles bajisimos de calidad ° Hay excepoiones, Una muy buena sistematiaaci6n, antlise y diseution entre varios autores figura en las compilaciones hechas por Julio Boltvinik, (2008e y 20085). Les articules de Pecer Townend, Amariia Sen, Jonathan Bracishaw, David Gordon ylos propios ce Balvinik son sltamente recomenda- bles. Mas recientemente, Bolevinik (2007) ha publiesdo ota sistematizacion del concepto inciuyendo la nueva visién del orecimniiento humana”. En re- Ineion cen la infancin, Minujin y Delaménies (2005) han publicado un exce~ lente trabajo sobre la pobreza y los nidcs, donde se analizan los conceptes, la medicion y as polftias. Para analizar la exiensién del problema, tas alhimas discusiones metocologieas y concepiuales y las politicas involucradas para et ‘combate a ly pobrena eranic’ es interecante ssitar el sido ywuawichroniepoversy ‘org y los vinctilos al recomenciados. rn RECUAORO I | Silla eléctrica para que “jueguen” los nil {En un shopping dela Guid de Rosaro.en 2 Argentina (lo que puede sigiicar ms hat cindaes anol rondo") einetlé, an on patin de egos infances vi ste chee ‘rica para que japaran los nfs La sila era una emulacion ce a queso uta pena sjecutar alos condenados a muerte. Se manejatan merevevayes pars “racrear” fa arroros staacdn previa 3 ineancia fea! que ausura bv Eromprerarie gue a inatald, ectrs que ers como evalguie vege. que ene yes a diferencia con ovr “ertrecenumiancos” ines y que Ine pares tian 3 sus hes "ibremente” para jugar en ese serumenco macabro, Ea eevaclon tiene ruchot Sngulos para reFenionar vinculador lou puntor trade en ent eracaion sil puede sor eamaca como in metivora tradcional del castigo biopclvics ‘defikivo que aguarca a la Infancia ino $e sigur. as norma acapradae La ida eh gs puede car duds y puede ter quicca,7 ol"rstaris" forma parte de is ley dese ola ranch carprara. ‘A.w var ia sila ambien puede ser tomaea como Is simbokstcion del arden oF (a3 are ren 4 ego 6 00 (Grataabs de Phen)

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