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Dispositivos institucionales y posicion del analista
Uc. Favio Di Sabato
Ficha de catedra PTD 2018
‘Lo que hace de un psicoandiisis una aventura tnica
#8 la bisqueda del 4galma en el campo del Otro”
(Lacan, 1964/2011; p. 365)
El epigrafe que acompafia el texto anticipa, de alguna manera, la respuesta a la
pregunta acerca de la posicisn del anaiista en el campo de la Salud Mental, campo
diverso no sélo por las diferentes presentaciones clinicas, sino también por la
muttiplicidad de vectores y dispositives que lo componen.
La diversidad de las presentaciones clinicas en el campo de la salud mental es una de
las razones que expiica la existencia de miltiples dispositivos terapéuticos. Es asi
‘como encontramos al lado del dispositivo cldsico de atencién individual, una gama de
dispositivos, muchos de ellos interdisciptinarios, en organismos o instituciones, tanto
estatales como privadas tales como la admisién, la atencién por guardia, centros de
dia, intemacién, hospitales de dia, grupos terapéuticos, etc.; encontramos también
dispositives para la atencién de pacientes con problematicas especificas tales como
adiccién, anorexia, violencia, por citar solo algunos.
De hecho, la Ley de Salud Mental Nro. 26657, en su articulo 11, promueve
«... el desarrollo de dispositvos tales como: consultas ambulatorias, servicios
de inclusién social y laboral para personas después del alta institucional;
atencién domiciaria supervisada y apoyo a las personas y grupos familiares y
‘comunitarios; servicios para la promocién y prevencién en salud mental, asi
‘como otras prestaciones tales como casas de convivencia, hospitales de dia,
‘cooperativas de trabajo, centros de capacitacién sociolaboral, emprendimientos,
sociales, hogares y familias susttutas.”
4Cémo puede el analista conservar su posicién, esencial por otra parte para el
desarrollo de la cura, ante la multiplicidad de vectores que intervienen en el campo de
su praxis? Psicoanalistas que se encuentran sometidos por un lado a las demandas
propias de la institucién, -en tanto es llamado a ocupar Un cargo como psicdlogo en
luna organizacién de salud segin los lineamientos de la OMS-, y por otro lado la
sujecién a una ética particular ligada a la verdad del sujeto.
No es la intenciin del presente escrito describir el funcionamiento y los propésitos de
cada uno de ellos, que por otra parte varian en funcién del padecimiento del que se
trate, de fos profesionales que lo integran, del marco teérico que lo sustenta como asi
también del contexto institucional donde esté emplazado. Se trata mas bien de indagar
el concepto general de dispositivo, los elementos que lo componen y la l6gica de su
funcionamiento a los efectos de pensar la espectfcidad del dispositive anaiitico y la
posicién que ocupa el psicoanalista,Con posicién del analista no me refiero a las investiduras imaginarias con las cuales la
persona del anaiista se diferencia de otros profesionales del campo de la Salud Mental
(médicos, psiqulatras, asistentes sociales, etc.). Sino mas bien a ese lugar preciso ya
Ja vez dificil de precisar que le permite al analista por la via de la transferencia dirigit
una cura. Lacan llamé a esta posicién, semblante del objeto a, funcién que posibilta la
eficacia del acto analtic.
El analista, en efecto, en todos fos érdenes de discurso que se sostiene
actualmente (...) ¢s quien, al poner el objeto a en el lugar del semblante, est en
posicién mas conveniante para hacer lo que es justo hacer, a saber, interrogar
‘como saber lo tocante a la verdad, (Lacan, 1972-1973, p. 115-116).
4Cémo conservar esa posicién cuando el analista es impetido por la dinémica propia
de la insttucién y por el cargo que él ocupa a dirigit su acto en otras drecciones, més
ligadas al Discurso Amo?
La preocupacién no es nueva. En 1966 Lacan es invitado a participar de una mesa
redonda, junto a médicos y psiquiatras para debatir acerca del lugar que ocupa e!
psicoandlisis en el campo de la medicina, En su intervencién Lacan argumenta que el
lugar que ocupa el psicoanaiisis y por extensién, el psicoanalista, es marginal y extra-
temitoriat
Es marginal debido a la posicién de la medicina respecto al psicoandlisis, al que
‘admite como una suerte de ayuda externa, comparable a la de los psicslogos y a
{a de otros asistentes terapéuticos. Es extra-territorial por obra de los,
psicoanalistas quienes, sin duda, tienen sus razones para querer conservar esta
cextraterritorialidad (Lacan, 1966/1986; p. 86)
Seguidamente Lacan aclara que no coincide con estas razones, y se dispone a pensar
qué tienen en comiin la posicién de! médico y del psicoanalista como asi también en
‘qué se diferencian. Retomaremos este punto mas adelante, cuando abordemos fas
caracteristicas del dispositivo analitio.
Quisiera subrayar del prrafo citado el riesgo al que est expuesto el analista que
desarrolla su préctica en una institucién de salud, de quedar reducido a ese lugar
marginal, actuando como una suerte de auxiiar de la medicina. Riesgo de responder
mas a la demanxia del médico o de la institucién que a la propia demanda que el
paciente le dirige, demanda que aunque articulada al deseo, no coincide con é! por
una falta estructural:
No es necesatio ser psicoanalista, ni siquiera médico, para saber que cuando
cualquiera, nuestro mejor amigo, sea hombre o mujer, nos pide algo, esto no es
para nada idéntico, e incluso a veces es diametralmente opuesto, a aquello que
desea. (Lacan, 1966/1986; p. 91) |Se trata entonces de precisar qué posicién debe adoptar el psicoanalista frente a la
demanda institucional sin responder de manera marginal, vale decir, como un agente
mas del dispositivo institucional, ni tampoco quedar como un extranjero en el campo
de la Salud, en un lugar extraterritorial en el sentido de constituir su propia comarca
dentro de la institucién pero alslado y alejado de las demandas institucionales como
forma de preservacién de su posicién como analista
Para responder este interrogante considero pertinente abordar primeramente el
concepto de dispositvo, tal cual lo desoriiera Foucault (1977), para pensar luego la
‘espectficidad del disposttivo analtco y las viistudes en cuanto ala posicién det
analista
El concepto de dispositivo en la obra de Foucault
Fue Michel Foucault, quien en la década del 70 introdujo el término en el campo de las
prdcticas sociales en su andlisis genealdgico del poder. Es en ese contexto donde el
filésofo hablaré de *... dispositivos disciplinarios, carcelarios, dispositivos de poder, de
saber, de sexualidad, de alianza, de subjetividad, de verdad, etc.” (Castro E., 2011, p.
114)
AA través del andlisis de la "micrfisica del podér’, Foucault lumina ciertos mecanismos
subyacentes en las précticas disciplinares que tienen como objetivo el control y la
administracin de los comportamientos y los gestos de los cuerpos. Tomando
distancia de fas teorias que sostienen una nocién represiva 0 negativa del poder,
Foucault se detiene en describir las formas positivas en que el poder se disemina
imperceptiblemente por una vasta red de relaciones, haciendo participes a los
diferentes actores de la red de una cuota inadvertida ‘de poder. (Foucault, 1976).
Desde esta perspectiva, el poder no séio reprime (lo que seria su cara més visible)
sino, y por sobre todo, incita, promueve, estimula ciettos discursos y comportamientos,
En Historia de la Sexualidad (1976) se refiere al dispositive de sexualidad como aquel
mecanismo que incita a hablar de sexualidad. La hipétesis que intentaré desarrollar es
que detras de la hipétesis represiva del sexo y la prohibicidn y exclusién como
mecanismos subsidiarios de ella, existe una “voluntad de saber” que ha tendido a
cconstituir una ciencia de la sexualidad
Con voluntad de saber Foucault sefiala la proliferacién discursiva en tomo al sexo en
el campo del saber a partir del siglo XVIII. Una suerte de “incitacién institucional’ a
hablar de sexo. Una ‘obstinacién’ cada vez més fuerte por parte del poder para oir
hablar del sexo.
No sélo se ha ampliado el dominio de lo que se podia decir sobre el sexo y
constrefido a los hombres a ampliarlo siempre, sino que se ha conectado ef
discurso con el sexo mediante un dispositive complejo y de variados
efectos, que no pueden agotarse en el vinculo Ginico con una ley de prohibicién.{Censura respecto al sexo? Mas bien se ha construido un aparato para
producir discursos sobre el sexo, siempre mas discursos, susceptibles de
funcionar y de surtir efectos en su economia misma.” (Foucault, 1976/2002;
1.16) (el resaltado me pertenece).
El dispositivo entonces es una suerte de aparato que permitiia el agenciamiento entre
el discurso y el cuerpo, la manera en que el discurso interviene sobre el cuerpo del
sujeto modelando, orientando e intensificando ciertas formas de pensamientos, deseos
y comportamientos.
tra referencia ineludible en cuanto a dispositivos en la obra de Foucault la podemos
encontrar en una entrevista que diera a un grupo de psicoanalistas, entre los que se
encontraba Jacques Alain Miller, y que fuera publicada en la Revista Ornicar Nro. 10
en 1977 bajo el titulo EI juego de Michel Foucault. Entrevista brindada inmediatamente
después de la aparicién del Libro recientemente citado.
Si bien no da una defiricién precisa de la nocién de dispositvo, brinda sin embargo
luna descripcién bastante amplia del mismo. Al ser preguntado por el sentido y la
funcién metodolégica del término dispositive Foucault sitia bajo ese nombre un
conjunto decididamente heterogéneo, que comprende discursos, |
instituciones, instalaciones arquitecténicas, decisiones reglamentatias, leyes,
‘medidas administrativas, enunciados clentificos, proposiciones flloséficas,
morales, flantrépicas; en resumen: los elementos del dispositive pertenecen
tanto a lo dicho como a lo no dicho. El dispositivo es la red que puede
establecerse entre estos elementos.
Pero por otro lado designa con e! nombre dispositivo al vinculo que se establece entre
estos elementos heterogéneos, por lo cual el discurso
puede aparecer bien como programa de una institucién, bien por el contrario
como un elemento que permite justificar y ocultar una préctica, darle acceso a un |
‘campo nuevo de racionalidad. Resumiendo, entre esos elementos, discursivos 0
1no, existe como un juego, de los cambios de posicién, de las modificaciones de |
funciones que pueden, éstas también, ser muy diferentes.
finaimente agrega un tercer aspecto del dispositivo al entenderlo como “... una
especie (...) de formacién que, en un momento hist6rico dado, tuvo como funcién
mayor la de responder a una urgencia. El disposttvo tiene pues una posicién
estratégica dominante.”
La definicién dada por Foucault en esta entrevista fue retomada por varios autores,
entre ellos e!fildsofo italiano Giorgio Agamben (2015), quien realza una genealogia
‘sumatia del término hacia el interior de la obra de Foucault, con e! objetivo de
pesquisar su significado en el contexto mismo de su surgimiento.
El andlisis le permite inferir algunos elementos fundamentales implictos en el término
dispositivo segtin el uso que Foucault hace de él:
1) Se trata de un conjunto heterogéneo que incluye diversos saberes, précticas,
mecanismos, y procedimientos (dispositive como Red).2) Pose una funcién estratégica concreta, que siempre esta inscrta en una
relacién de poder en relacién al saber.
3) El dispositivo tiene por objetivo enfrentar una urgencia para obtener un efecto
mas 0 menos inmediato.
4) El efecto esperado es, en ultima instancia, la de gestionar, gobemar, controlar
y orientar los comportamientos, los gestos y los pensamientos de los hombres.
En este sentido los dispositivos siempre implican un proceso de subjetivacién,
‘es decir, deben producir su sujeto,
‘Segtin el autor, Foucault ha mostrado cémo en
una sociedad disciplinaria los dispositivos aluden, a través de una serie de
practicas y de discursos, de saberes y de ejercicios, a la creacién de cuerpos
déciles pero libres, que asumen su identidad y su libertad de sujetos en el
proceso mismo de su asubjetivacién. De esta manera, el dispositvo, antes que
todo, es una maquina que produce subjetivaciones y, por ello, también es una
m&quina de goblemo.
Subjetivaci6n en el pensamiento de Foucault debe ser entendido como un modo de
objetivacién, la manera en que el sujeto se constiuye a partir de una practica
discursiva que a su vez se encuentra entramada en relaciones de saber y poder. Por
eso Agamben se refiere a cuerpos déclles que asumen su identidad como sujetos en
un proceso de asubjetivacién. En este sentido el dispositivo no busca la emergencia
del sujeto sino mas bien la construccién de un sujeto que en posicién de objeto
responda a los requerimientos del discurso dominante.
En el campo de la salud, por ejemplo, es pieza fundamental la construccién del sujeto
‘como enfermo, de alli todas fas disposiciones y operaciones que se despliegan en
dicho campo: la observacién, el examen clinico, el diagnéstico, la historia clinica, ete.
‘A través de estas operaciones, ol sujeto pierde hasta su nombre proplo (con una
historia de vida, familiar, comunitaria, etc.) para constituirse en un paciente anénimo,
‘en un nimero de historia clinica. El pasaje de sujeto a paciente da cuenta del proceso
de subjetivacién. Pero el proceso de subjetivacién no se detiene all, sino que
avanzaré hasta nombrar al paciente en funcién de un diagndstico. Ya no sera
‘entonces Roberto o Maria, sino el psiadtico o la histérica.
Pero cabe sefialar que el dispositive no sélo actita sobre el paciente, sino sobre cada
luno de los actores que intervienen en él, en nuestro caso, sobre el profesional
psicélogo 0 psicoanalista que pierde su singularidad para convertrse sin advertirio, en
tun agente mas del disposttvo,
Entre los diversos dispositives disciplinarios que describe Foucault, se encuentra la
funcién ‘psi, que la integran todas aquellas disciplinas u operaciones identificadas por
la particula 'silébica psi: psicologia, psiquiatria, psicopedagogia, psicodiagnéstico,
psicoterapia, y obviamente psicoandlisis que se ponen en funcionamiento ante un
vvacio en la soberania familar, alli donde la familia falla en su intento de normaiizacién,
tenemos, entonces, toda una suerte de trama disciplinaria, que se precipita
cuando fa familia falla y constituye, por consiguiente, la avanzada misma de unpoder controlado por el Estado en los casos en que ya no hay familia (...) Yen
esa organizacién de los sustitutos disciplinarios de la familia, con referencia
familiar, constatamos la aparicién de lo que llamaré la funcién psi, es decir, ja
funcién psiquidtrica, psicopatolégica, psicosociolégica, psicocriminolégica,
psicoanalitica, etc (Foucault, 1976/2002; p.110)
Braunstein va a hablar del “dispositivo psi’ a partir de lo que Foucault lamé la “funcién
psi’, argumentando que el saber psi se acomoda al sistema disciplinario para todos
aquellos sujetos indisciplinados. Desarrolla sus instrumentos de accién por fuera de la
familia generando espacios donde se desarrollan procedimientos reglados (como la
escuela, ia fabrica, la cércel, los hospitales 0 centros de salud, etc.) y que a su vez se
infitran con su vocabulario y recomendaciones en el “dispositivo familiar mismo, en el
gue pretende funcionar como conservador de la salud mental y preservador de los
valores de normalidad ciudadana.” (2013; p. 48)
En Jo que sigue intentaremos dar cuenta de algunos elementos que conforman el
cispositvo analitco para poder dar cuenta de alguna garantia que preserve al analista
de convertirse en un elemento mas del aispositiv psi y poder desde all intervenir 0
dirigir una cura.
EI Dispositivo psicoanalitico
Los elementos que se presentan en toda relacién terapéutica son al menos tres: dos
sujetos que se encuentran en posiciones diferentes (el paciente y el analista) y el lazo
transferencial que se establece entre ellos. Luego estaré, obviamente, la comunicacién
que entre ambos se establezca
‘Sin embargo sabernos que la mera existencia del lazo transterencial entre dos
personas, -cuestiin ésta que se da de manera natural entre los sujetos parlantes-, no
implica necesariamente que estemos en presencia de un dispositvo analitico, pues se
requiere ademas de una operacién que permita la instalacién del anaiista en el lugar
del Otro.
Operacién que se produce en dos tiempos o movimientos: Un primer tiempo de
Alienacién y en un segundo tiempo, Separacién.
Primer tiempo: la alienacion
La primer operacién es aquella en la que el sujeto que padece de un malestar se dirige
‘a un profesional de la salud y lo ubica en el lugar del Otro como aquél que tiene el
saber 0 los recursos necesarios para resolver su padecimiento. Es una demanda de
curacién dirgida a un otro que puede ser un médico, un enfermero, psicélogo opsicoanalista, entre otros y que por el sélo hecho de escucharlo detenidamente va a
propiciar que el sujeto o instale en el lugar del Otro. Si bien es cierto que la sociedad,
a través de sus instituciones le conflere al profesional las insignias necesarias para
cumplir con esa funcién (ttulo habiltante, matricula, etc.) es necesario no obstante
ue quien la ejerza pueda asumiria ubicéndose en posicién de escucha. Al decir de
Miller:
El s6lo hecho de colocarse en posicién de escucha, de escucha prolongada de
tuna comunicacién intima y seguida por parte del paciente, constituye al auditor
‘en A ole instala en el lugar del Otro y esta posicién, de alguna manera de
sindico de la humanidad, de lugar de la palabra, de depositario del lenguaje,
confiere a su palabra, cuando la deja ir, un poder que es susceptible de operar,
que es eficaz, en particular para rectificar las identiicaciones. (Miller, 2001)
Tenemos entonces un movimiento del sujeto en direccién al Otro y la persona del
analista que deberé propiciar las condiciones de escucha necesarias para que se
instale en dicho lugar. Es un momento de suma allenacién, pues el sujeto en posicién
de objeto se offece al Ott.
Hasta aqui lo que tenemos son las bases necesarias para la instalacién del dispostivo
analitico, base que por otra parte coincide oon el dispositive médico. En efecto, la
demanda que el sujeto le drige al Otro a la espera de una respuesta que ponga fin a
su padecimiento es el punto en comin que tiene el médico y el analista.
Lo que indico al hablar de la posicién que puede ocupar el psicoanalista, es que
actualmente es la tnica desde donde el médico puede mantener la originalidad
de siempre de su posicion, es deer, la de aquel que tlene que responder a una |
‘demanda de saber (Lacan, 1966/1986; p. 97)
‘Veremos, seguidamente que la diferencia entre ambos radica en el tipo de respuesta
que brindan. Pero antes de pasar al segundo movimiento de separacién, quisiera
ilustrar este primer movimiento de alisnacién con el Grafo del Deseo, tal cual lo
desarrolla Lacan en el Seminatio 5 Las formaciones del inconsciente (1957-1958) y
que es retomado por Miller en Psicoandlisis puro, psicoandlisis aplicado y psicoterapia
(2001)El primer movimiento depende del sujeto que en su direccién al A le demanda una
respuesta S(A) que alive su padecimiento. Lacan diré que estamos frente a la
‘transterencia en potencia" (1958/2012; p. 435) y lamard a esta primer linea
Sugestién, en tanto ol sujeto se ubica como siibdito del Otro y le confiere el poder de
la palabra.
‘Segundo movimiento: separacién
Cémo responder a esa demanda es lo que diferenciara la posicién del médico (y de
otras psicoterapias) de la posicién del analista, Mientras que el médico se identifica al
Otro como ideal y desde alli responde a la demanda del sujeto para su satisfaccién, el
analista en cambio se separa del ideal y se abstiene de responder.
Este segundo movimiento es el que se dirige hacia el deseo, mas allé de la demanda y
8s lo que posibilita que la transferencia se instale (segunda linea). Lacan se pregunta
‘cual es la operacién que permite la diferenciacién entre amas lineas, -ia de la
sugestién y la transferencia- permitiendo de esta manera la apertura al campo del
‘deseo y responde:
“Nuestra operacién es precisamente abstinente o abstencionista. Consiste en no
ralificar nunca la demanda en cuanto tal.” (Lacan, 1958/2012; p. 438)
Miller completa esta idea con un operador que a esta altura de su ensefianza (1958)
Lacan alin no habia formalizado: el deseo del analista, Este deseo es el que se
establece sobre el rechazo por parte del aucitor-intérprete a utlizar el medio de
su omnipotencia supuesta, identiicatoria. El deseo del analista es esta
abstencién misma y abre a un trayecto més alld. (Miler, 2001)
El deseo del analista no es el deseo del sujeto analista. Es més bien un hueco, un
vvacio que se presenta como enigmatico y que permite establecer la mayor distancia
posible entre el analista en posicién de objeto y el analista como ideal
El analista, diré“.... Debe abandonar esa idealizacién para servir de soporte al objeto
a separador, en la medida en que su deseo le permite, mediante una hipnosis a la
inversa, encamar al hipnotizado.” (Lacan, 1964; p.21).
En esto radica la diferencia fundamental con el dispositivo psi, pues quien esté en
posicién de objeto no es el sujeto sino el anaiista, Posicién que le permitré al sujeto
desandar las identiicaciones a los significantes primordiales como asi también
desplegar los modos particulares del goce pulsional
Para concluir
Los aportes de Foucault acerca del dispositive y de su funcién disciplinaria, en tanto
aparato que produce subjetivaciones nos puede servir para pensar ese primermovimiento transferencial en donde el sujeto se dirige al Otro en biisqueda de una
respuesta a su padecimiento,
Tanto el sujeto que consulta como el analista que desarrolla su préctica en una
institucién estan alli como agente de un dispositivo de saber-poder. Es esencial para el |
analista conocer el terreno que pisa si no quiere extraviarse a la hora de dirgir una |
‘cura o realizar una intervencién. Renegar de ese lugar autoexcluyéndose del contexto
institucional o bien renunciar a su posicién como analista y quedar subsumido a los
requerimientos de la institucién, dejando para el consultorio privado la practica del
psicoanaiisis parece més bien una solucién cobarde. Una solucién que no atiende a
los desafios de la época.
Se trata de reconocer el lugar que ocupa el analista en dicho disposttvo para servirse
de &l y producir desde alli un segundo movimiento de separacion. Aquel que permita al
analista ubicarse en posicién de semblante del objeto a.
Transferencia que ya no serd institucional e indiferenciada, sino ligada a un nombre
propio, al nombre del analista
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Miller, Jacques-Alain (2001): Psicoandlisis Puro, psicoandisis aplicado y psicoterapia.
En: La ovientaciénlaceniana I, 3, El lugar y el vincuo”.
C.1.M.E.Ps.
Centro de Impresiones
ENTRE TODXS, PARA TODXS