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capiruo 41 Hable de la muerte EL miedo a la muerte se fila permanentemente por de bajo dela superficie. Nos obsesions a lo largo de toda a vi clay erigimos defensas —michas basadas en la negaciin— para ayudarnos a lidiar con la concenein de a muerte. Perc ro pocemos qutmosla de la mente, Se derrama por sobre nuestra Fantasias y estos setoe Se bers desaforada en ‘nuestas pesadilas. Cuando éramos chicos nos preocupaba la mrte yuna de as principales tareas de nuestro desairo- lo ha sido enfrentarel temo ala dessparicidn, Nohay tratamiento terapéutico que no recba a visita de la muerte. Ignorar su presencia transmite el mensaje de que ‘es demasiado terrible como para hablar de lla. No obsta te, lamayor parte de los terapeutas evita hablar directamen: tede muerte. Por que? Algunos oevtan porque no saben ‘qué hacer con ella. "ZQué sentido iene”, preguntan, “Valve mos al proceso neurético, algo que pademos modifica ‘Owos cuestionan la relevancia dela muerte para el proceso ‘erapéatico y siguen el conse del gran Adolph Meyer, que recomend no rasear donde no pica. ¥ estén los que se nie: fganasacar un tema que inspira tna gran angustiaen un pa lente de por si angustiado (y en un terapeuta también), ‘Sin embargo, existen varios buenas razones por las que ddebemos enfrentar el tema dela muerte durante el curso de luna terapia. Primero, recuerde que la terapiaes wna explo- racié profunda y abarcativa sobre la direcekin y el sent do dela propia vida; dado el lugar central que ocupa la muerte en muestra existencia, dado que la vida y I merte {son interdependientes, ¢eémo podriamosignorarla? Desde ‘que existen registros esrits del pensamiento, los huma- ios se han pereatado de que todo se desvanece, de que te ‘memos la desaparicion y ce que debemos encontrar una ‘manera de vivir a pesar deesetemor y de Ia desaparicion misma. Los psicoterapeutas no pueden permtirse ignorar alos tantos grandes pensadores que han coneluid que sprendera vivir bien es aprender a morir bien. cartruco 42 La muerte y la exaltaci6n de la vida ‘Ala mayorta delos trabajadores de la sud que assten 1 personas agonizantes se les recomienda durante su for rmacion la lectura de La muerte de van Mivich, de Tasto Wan Ilyich, un borderats de alma mezquina que est ago nizando, tropleza al final de vida con wn pensamiento ‘quelo deja psmado: se da cucnta de que ests muriendo de tuna manera espantosa porque as vivo. Esa gran intuicién produce un gran cambio en su persona y en sus sitimos figs In vida de Ivan lyich desborda de wna paz y un sent do que jamas antes habia alcanzado. Muchas otras obras fe iteraturacontienen un mensaje similar Por ejemplo en {La guerra y ta paz, Piere, el protagonist, sufre una trans formacién tras ser salvado a timo momento de un esc drén de fusilamiemto. Scrooge, en A Chrisomas Carol, no se transforma de repente en un hombre nuevo debido a la ale- aria de las Navidades; mas bien su transformacién se pro ‘dace eusndo el expirit del fur le permite presenelae st propia muerte ls rinas de unos extrafios por causa de sus posesiones. El mensaje en todas estas obras es simple pro fundo: aunque Ia materalidad de la muerte nos destruye, su idea puede salvarnos. En los afios que trabajé con pacientes con enfermeds- es terminales, via varias personas que, frente a ls mer {c, surioron un cambio personel significative y positive. ‘Los pacientes semtian que se habian vuelto mss sabios; vl ‘verona priorizar sus valores y comenzaron a despreoct: parse delastrivialidades, Era como i el cancer hubiese e rad sus neurosis; las fobias yas preocupacionesinteper “Sonales que Iimitaban sus vidas parecieron evaporarse ‘Siempre hice que mis alurnos abservaran alos grupos de pacientes con cancer: Porlo general, en las instituciones ‘de ensenanza, los grupos permiten la observacin por par te de estudiantes, peo lo hacen de mala gana ya menudo ‘in poder vencer por completo clertoresquemor. Pero eso no ocurria en mis grupos de pucientes con eéneer terminal Porel eontraro, aceptaban de buena gana la oportunidad ‘de compartir lo que habian aprendido. "Pero qué Lstima’ bf deci a tatos pacientes, “que tuvimos que esperar hasta shots, hasta que nuestros everpos estuveran destrozados por el esneer para aprender a vivir" Heidegger hablaba de dos rrodos de existenca: el mo do cotidiano y el modo ontoloico. En el moco cotiiano, Clentorno material nos consume y nos distr: nos lena de fdmiracin el cdmo son las cnsas del mundo. En el modo fntologico nos concentramosen el er per se, es deci, nos lena de admiracion que las e2sas sean. Cuando existimos del modo ontoldgico —cl eine més allé de las prencupacio: tes cotidianas- estamos en un estado de particular pres posicion para el cambio personal i Pero emo pasamos del mado cotldiang al modo onto légico? Los filisfos # menuco hablan de “experiencias rites", experiencias apremiarses que nos arrancan de Inco fidisneidad y fijan nuestra atencion en el “ser” en si. La experiencia limite ms paderosa es una confrontacién con Te propia muerte, Pero ease: serian ls experiencias limi tes en la prctica clinica de todos los dias? rofunda ansiedad. El nexo entre “libertad” y ansiedad es dificil de intwir porque a primera vista la “libertad” parece conteners6lo connotaciones cla ‘amente positivas, Después de todo, zno es acaso I iber- tad politica lo que hemos anhelado y por lo que hemos lu chado a lo largo de toda In historia de la elvilizacion foceidental? Sin embargo la libertad tiene un lado oscuro. Vista desde Ia perspectivade la autocreacidn, dela elecei6n, la yoluntad y la accion, la libertad es psicoldgicamente com pleja yest cargada de angust ‘Somos, en el sentido més profundo de la palabra, res- ponsables de nosotros mismos. Somos, como dijo Sartre, los autores de nosotros nismos. Por medio de la suma de ‘nuestras eleceiones, de nuestras acciones y nuestras omi- siones, en ultima instarcia nos moldeamos a nosotros mmismos. No podemos esguivar esta responsabilidad, esta libertad, En érminos deSartre, “estamos condenados ala Nbertad” ‘Nuestra libertad faye incluso més profundo que el for- Jiamiento de nuestra vida indivdval, Hace mis de dos sglos Kant nos enseié que somos responsables de dar forma y sentido no s6lo al mundo interior sino también al mundo exterior Percibimos el mundo exterior exclusivamente de feuerdo con el modo er que lo procesa nuestro aparato 153 neuroligic y psicolégico- La realidad no es en absolwto co- tno la inaginamos es nuestra infanca; no entramos en al final dejamos) un mundo bien estructurado. Muy por et Contrario, nosotros jugamos tn rl central en la const tid de ese mundo y lo constituimos como si tuviese na cexistencia independiente 1V la elacén entre el Iado oscuro de la libertad, la an siedady el trabajo terapeutico? Se puede encontrar una es puesta con el simple hecho de bajar la mirada, Si somos Constructores primatios del mundo, entonees, donde se ‘encuentra la slida tierra sobre la que nos apoyamos? , tengo la més clara sensacion de que hoy esté esquivando algo importante, Mary, usted dice que 20 cree que esté siendo tot ‘mente honesto, ue soy demasiado diplomatico y del cad con usted. Creo quetiene razén, Es verdad, hay co- sas que no le digo. Con ircuencia me siento atrapado en un dilema: por un lado quiero ser més natural con usted y sin embargo, por el otro, como siento que a us- ted uno puede lastimara con mucha facildad y que otorga @ mis comentarios un poder exagerado, siento {que debo sopesar mis palabras con mucho, muchisimo cidade, Pete, me encuentro enum dilema. Séque Elie es ele ‘ma del que usted quiere hablar conmigo; siento la gran resin que usted eerce para que Yo haga eso y no qule ro frustrasfo, Pero por el oto lado usted dice que sabe ‘ques telacion con ella no tlene sentido, que para usted todo est mal, que Jamas va a funciona: Tengo la impre- sion de que debemes buscar mis bajo mas alla de Elie y tratar de descubrir con mas detalle To que aliments st poderoso enamoramiento. Las descripciones de os det Tes de ss intersccién con ella han oeupad tanto tempo cen uestras iltimas reunones que tenemos poco tiempo para una explorscion més profunda de ls cosas. Suaie: ro que limitemos el tiempo en que hablamos sobre Ellie ‘uizis a diez minutos por cada ssi Mike, no quiero cudirsu pregunta, Séque usted sien te que evto sus preguniss personales. No quiero hacer 50 y le prometo volver aellas, Pero de verdad siento {que seria mas provechoso pars nuestro trabajo si pri ‘mero examinsramos las razones que hay detras de sus preguntas Un timo ejemplo. Susan era una paciente que vino 3 vverme cuando estuvo al borde de dejar a su marido, Des- ‘pués de varios meses de una terapia productiva se sintié Inejor y su relacién con el marido habla mejorado. En una sesin ela deseribié una conversacion que hacia poco ha~ bia tenido con €l mientras hacian el roiaba una frase mia (tergiversind zorreir los dos a caresjadas. Burlarse los dos juntos de mi les sivi6 para acerearse. {2Cémo responder? Tenia una varledad de posbilidades. Primero, este hecho refljaba lo cerca que se sentia dest ‘arid lo mas cerca que habian estado en mucho tiempo, ‘asirée afios. Habiamos estado trabajando mucho con ese fin podria haber expresado en parte mi placer por su pr reso, O podria haber seialado la tergiversacién que hizo ‘demi comentario al contéscl sé. O podria haber comer: tado sobre st modode manejartiangulos en general —ella tenla un patrén muy mareado de una gran facilided para Tas relaciones de a tes, incluyendo el trdnglo edipico— ‘lla, su mario y su hijojellay dos amigas: y ahora, ell, sa rmarido y yo, Pero mi sensaci6u mas poderosa era que ha- bia actuado de mala fe conmigo ye80 no me gust, Sabia ‘que tenia mucha gratitd y muchos sentimientos positives. hacia mi pero no obstante habia elegido trivializar muestra, relacién con el fin de acrecentar Is relacign con su marido, {Pero estaba justifieada esta sensacion? ¢No estaba intro ‘uciendo mi resentimiento personal sola forma de lo que profesionalmentc era mis conveniente para la paciente? ‘Al final decid revelar todasestassensaciones ym dl rma sabres revelarlas ono, Mispertara nos Hew a una dis: ‘cusién frvctifera de varios temas importantes. Ella capti-en Seguida que nuestro tringuloera un microcosms y que fttas amigas de ella debian dehaber experimentado sent rentos similares los mis. Sl, era verdad que su marido se sents amenszado por mi yque ella queria suavizar la ‘competencia burléndose de mi. Pero quizl tambien era ver fad que ella inconscientemente habia avivado Jos sentl- ‘mientas competitvos de st marido.cY no habia para ella rnguna otra manera més genuina dedarleconfianza ya la vez mantener la integridad de si relacion conmigo? El ha ber dado vor a mis sentimients abrié la indagacién de su patrén muy asentado, producto de una mats adaptacion al hhacer que las personas compitan excluyéndose entre si 183 captruvo 58 Visite a sus pacientes Hice unas pocas vistas a mis pacientes. Demasiado po- cas porque, sin excepcién, todas resultaron provechosas CCads visits me informé sobre aspectos de mis pacientes de Jos gue de otra manera jamais me habria enterado: ss hob- Dies Ia intrusividad de sus trabajos, su sensibiidad est «a (evidenciada por los muebles la decoracién, las obras de arte, sus habitos recreacionales, la presencia de libros re- vistas en In asa, Un paciente que se quejaba de In falta de amigos tela una casa particularmente descuidada que de ‘mosraba poca sensibilidad para lo que pudieran sentir las visitas, Una mujer joven, atraciva y bien areglada que bs: cabs ayuda por su ineapacidad para establecer buetas re Jacienes con los hombres mostraba tan poco cuidade por el ertomo de su hogar —alfombras muy suctas, una dace: za de cajas de carton llenas de cartasviejs, muebles he- chostrizas— que no me asombraba que sus visitantes mas clin sesintiesen repels, Enna vist tra paciente me enter por primera vee ‘que enia ms de una docena de gatos y que st casa apes taba de tal manera por a orina que nunca podia recibir a hadi alli. En a visita ala casa de un hombre brusce ein- sensible me encontre, para mi sorpresa, con paredes cubier tas de maravillosas reproducciones de paisajeschinos y de caligrafias una mas exquisita que Is otra. Tas charlas previas a esas visitas pueden resulta part ccularmente productivas. Los pacientes pueden desartollar nsiedad ante tal exposicion; pueden vseilar entre si debe 188 rian hacer una limpleza a fondo 0 dejar que uno wea su cx Sa como es naturslmente, Una paciente se puso muy ansio- Say se resist a que la vistara durante un cierto tiempo, Haque conc! st depen pars bans ae fgonzada cuando me mostré una pared cublerta con recuer dos de sus antiguos amantes, mafecas de parques de diver- siones, boletos de dpera, fotos de Acapulco y Tahit. Por {qué st verguenza? Tenia un fuerte deseo de ganar mires: peto por su capacidad intelectual y estaba avergonzada de {Que la viers tan aprisionada por el pasado. Sabia que era tonto estar sofando eternmente con sus amores pasados {ysentia que me iba a desiusionar cuando viera cuanto se Sobrecargabs initilmente con esas trvialidades. ‘Otro paciente que atrvesada un duelo muy doloroso hhablaba ton seguido de la presencia de los efectos persona- lesylas fotogratias de su mujer que ugert visitar su casa y ddescubri que estaba lensima de recuerdos de su esposs tneluyend, en el medio da living. el viejo soft sobre el que habia muerto, Las paredes estaban cubiertas con sus foto alias, ode ella otomadas por ella, y las biblioecaslenas {de sus libros. Pero lo mas importante de todo: abi tan poco de el —de sus gustos, sus intereses, s propia como- ‘idad— en la cast La visits result significativa para el pa tiente en terminos de proceso (é me importaba Io basta te-como para que yo sabrepasara certs limites ye hiciera luna visita) e introdujo una etapa de profundo cambio. ya ‘que declarssu deseo de que lo ayudara a remodelar su ca ‘Juntos elaborames un arograma y un modo de encarar una serie de modiieaciones que faciitaron y relearn un progreso en el trabajo conel duclo, ‘Algunos otros mostrakan poco cuidado por ellos mis- ‘mor, como si no mereciesen tener ni belleza ni comodidad ‘ensus vidas. Un pacient, para mi gran sorpresa results ser tun “acurmlador” que tenia cientos de revista yguiastele- Fonieasviejas en pilas por ‘oda la eas un hecho del que de ‘tro modo jams me habriaenterado, Una pacientede uno dde mis alumnos que también es una “acumuladora" final: mente acept6 despues de dos anos de terapia que su tera peut vistara su casa con estas pelabras: “Tiene que pro: ‘meterme que no va rat". Su comentario sugiere que el ‘permiso para la visita era una indicaein de que habia co ‘menzado genuinament el proceso de cambio. Las visitas son acontecimientos signiieativosy no pre {endo instar a que los terapeutas principanes den ese pa- so alla ligera. Primero deben establecersey respetarse los limites, pero cuando lasituacién lo requier, debemos es tar dispuestos a ser flexibes, ereativos e indiviualizados cn la terapia que ofrecemos, Sin embargo, por otro lado, ‘uno se pregunta por qué la tradiién de Ins visitas los ho. zgares, en una época tan coma dento del sistem san "io, ahora parece tan osada y peligross. Me alegra ver que se estin producienda cambios, empezando por los terapet- tas de familia que con mis frecuencia tienen la costume {de programar sesiones en los hogares de los pacientes, caprroe 59 No se tome demasiado en serio Jas explicaciones En un experimento que describ anteriormenteen el que una pacientey yo registramos nuestra opiniones de cada sesi6n, aprendi que recordabarros yvalorshamos aspectos ‘muy diferentes del proceso, Mientras yo valoraba mis inter- pretacionesineletusles, éstas apenas producian un impac to muy lev sobre la paciente, cue valoraba en cambio los pequetios actos personales que hacian a nuestra relacién, ‘La mayor pared los elatos de psicoterapins de prime ‘amano spuntan ala misma dscrepancia: ls terapeutas ‘torgan més valor las interpretaciones y Tos insights que ls pacientes. Nosotros os terapeutassobrevaloramos ex- sgeradamente el contenida dels bisqueda de tesaros inte- Teetuales; ha sido asf desde ls incis, cuando Freud nos le ‘¢6 un mal comienza con dos de sus atraventes pero poco Feces metaforss, ‘Laprimera fue la imagen de terapeuta-arquedlogo que ‘uitaba con gran esfuerz0 el povo que recubria los recuer~ ‘dos enterrados para revelar a verdad, lo que realmente = bia ocurrido en los primeros afos del paciente: el trauma original, Ia escena primara, los acontecimientos primar diales. La segunda metalora fu> la del rompecabezas. En- tuentre la ultima pieza que fal, sugeria Freud, y todo el Fompecabezas quedara resclto,siuchos de sus eaS05el- hicos se leen como eventos demistri,ylos etoressizuien ‘nsiosos la trama mientras tratan de adivinarelsabroso de Senlaceen el que todos los enigras encuentran su solucion [Naturalmente wansmitimos nuestro entusiasm por la ‘basqueda intelectual a nuestros pacientes los observamios © los imaginamos reaccionando con un “aj” a nuestras Iinterretaciones. Nietzsche dijo: "Incluso Inventamos ex presiones sobre el rst del otro con quien conversamos para que coincidan con el brillant pensamiento que cree- mos haber promunciado”. Freud no trtaba de ocular su entusiasmo por las soluciones intelectual, Mas de uno de sus antiguos pacientes han descrip sts habito de ofrecer su eaje de Cigarros Victoria para celebrar una interpreta ion especialmente aguda.¥ ya hace tempo quelos medios masivos presentan al pablico esta visién errada dela tera Pia, De manera caracteristica, Hollywood representa alos Psicoteapeutas sorteando con dificultad muchos obstéct Jos, siquiendo muchas pstas falas, sobreponiendose a la Jjuria y ls peigros para llegar, al final, al gran insight re dlentoryescarecedor equi des que empresa Sampo tate De hoshota cy pero por las zone he ee ment pears Assis com dela veal ‘olutaporae o soporte Is deslcin dena xen paraentecpichoss. Con dp Niseshe "a ea es tna stn sin a snl una cera eapeie no puts sobre Mt Ungios como extamos con una necead ints de Twscar una slucon year une est nos sferemon on {ada teeidadalaceeci de quel exec, gee lca, es posible Esto vce as cons sopra, tos Produ snsain de conta domino eto noes chon cl peso halago inet le que imports, sna ln sgued, qu ela ea que mas perlesumenteseacopla onl terpia, fected igo di {nto acad partcpaie os pacenes gran del ten prestada los detalles ms insignificant de seid os terapeatas etn fscnados por ol proceso de tar J Iucomirel enigma dena La belles dela cues ‘que esto mantione al paciene yal terapeuta estrechamen- ‘teconectados mientras que d agente real de cambio lar lacin terapéutica- va germinando, En la préctica, existe una gran complejidad en el lazo ‘qve une el proyecto intelectual y la relacion paciente-tera- ‘Puta, Cuanto mis sabe el terapeuta sobre la vida presente {y pasada del pacient, mas entra en ellayse vuelve un tes tigo cereano y compasivo. Ademis, muchas interpretacio- ‘nes estan explcitamentedirgidas a mejorar la relaci6n po Cente terapeuta: constantemente los terapeutas se centran ‘en identifica yclarificar los abstéeulos que bloquean el en. ‘cuentro entre ellos mismos¥ los pacientes. Enel nivel més fundamental, la relacin entre insight y ‘cambio sigue send un mistrio, Aunque damos por hecho ‘que el insight condice al cambio, esa Secuencia no ests de ringin modo establecida empiricamente. De hecho hay analistas experimentados yreflexivos que han planteado I. ‘posibilidad de una seeweneisinversa, es decir que el insight ‘que al cambio en ver de prcedert. Y por tltimo recuerde la mixima de Nietzsche: "No ‘existe la verdad, existe sola interpretacin’ De alli que incluso en el caso de que oftezcamos un insight extraord nario con un envolorio elegznte, debemos comprender que ‘rtuna construccidn mental za explieacion ms, no la ex plicacion, Consideremos el caso deuina viuda desesperada que no soportaba estar solay sin pareja y no obstante saboteaba toda nueva relacién poteneial con un hombre, Por qué? Desputs de varios meses de investigacién legamos a varias explicaciones + Tema estar bajo el efecto de una maldiién. Todos les hombres que habla amado habian tendo un fin tr- ‘ico. Evitaba la intimidad con el fin de proteger al hombre des mal karma. 189 + Temfa que un hombre se acercara a ella demasiado porguic entonces veri dentro des alma y descubriia Ss naturaleza malvada, obscena y st rab assina + Sirealmente se permitia amar a otro seria un recono- cimiento final de que su esposo estaba realmente + Amara otro hombre constituiria una traicion; signi- ficarfa que su amor por su esposo no era tan pron ‘do como ella habia pensado. + Haba padecido demasiadas pérdidas y no podria so- brevivirs ova. Los hombres eran demasiado fries ‘cada ver que miraba aun nuevo hombre en si vida, ‘ia un crdneo que brilaba bajo la pel se sentia ase ‘iad por el pensamiento de que pronto se volveria tuna bolsa de huesossecos + Odiaha enfrentarse a su propia indefensién, Habla hhabido veces en que su esposo se enojaba com ella y lla se sentia devastada por su enojo. Estab decid ‘daa no dejar que eso volvera a ocurtr jams le da "ia a alguien tanto poder sobre ella. Elegir an hom bre significaba renunciar a la posibilidad de otros hombres yno estaba dispuesia #renunciara es, Cull de todas estas explicaciones era verdad, cus era la correcta? Una? ;Varias? Todas? Cada una representa una concepeién diferente: hay tantas explicaciones como sistemas explicativos. En aquel momento ninguna parecia ‘sera respuesta crucial que provocara un cambio, La bis ‘Queda de In explicacin nos mantuvo comprometidos yal final fue ese compromiso entre nosotros lo que prodijo el cambio, Ella se animé y se deeidi.arelacionarse mas pro- fhundamente conmigo y yo no me retrae. Su Furia no me estruyo, Permanect cerca de ella, sostuve su mano cuan: ddoestuvo més desesperada, segui con vida y no fi vctima {es maldito karma, cartruLe 60) Métodos para acelerar la terapia Hace décadas que los gruposdeterapia 0 de crecimien to personal uiizan tSonicas acleradoras 0 “descongelan- tes Entre ls que me han resuitado tls se encuentra la *Caida en confianza”, en In queel grupo forma wn eeculo alrededor de uno de los miembros que, con los ojos cert dos, se de ener ais ars par ser aajado por sus com paferos, Enel ejeeicio "Maxim secreto™ cada uno de los faiembbros escribe sobre un pedazo de papel uniforme sin pingin detalle dentificatorio ungran secreto que leasusta- tia revelar. Los papeles son luego redistribuidos ycads uno {e los miembros Ieee] gran secret de otro dice cémo se sentria sxe fuese su secreto, Otra técnica es pasar partes ‘scogidas de un vdeo de a reunin anterior O, en grupos ‘Ge estudiantes, los miembros altsman el rol de coordinador del grupo y eritcan entre sel desenvol¥imiento de eada uno. O, para romper un largo slencio inital, e} coordina ‘dor puede sugerir una répida renda en Ia que eada uno re ‘ela algunas de sus sociaciones libres durante el silencio "Todas estas téenicas aceleradoras 0 “descongelaites” son sélo el primer estadio del ebrcico. En cada uno de los ‘ejemplos el coordinador del grupo debe luego presentar un informe o hacer una evaluacin de In actividad, debe ay dara los miembros del grupo acosechar los datos genera- {dos por el ejerccio: por cjemple, sus actitudes con respec: tos ls confianea, ls empatia yd grado de apertura ‘Una de las intervenciones mis poderosas que he wl ‘ado (en grupos de pacientes een cancer yen contextos di: ictcos de grandes audienclas) esol ejrsiio de “2Quien “Soy?” Cada miembro reibe ocho pedactos de papel yse le pide que escria una respuesta a ¢Quién soy? en cada uno Ae lospapelitos, (Algunos posibles ejemplos son: una espo- Sa, um mujer, ut etistiano, un amante de los bros, una madre, un médico, un atleta, unser sexual, un contador, un sitista una hija, etcétera,) Luego cada miembro orden los papeles desde el ms perférco al més central (es decir el. ss cereano a su propio nticleo persona. Después se les pide a los miembros que mediten sobre cl comenido de cada papelit empezando desde el ms pe- ‘ifrico y que imaginen qué sentirian si soltaran esa parte {desu entcad. Una seal (an timbre o una eampanita) Jos pocos miistos les indica que pasen al siguiente papel y Juego de que la campana soné ccho veees han pasado por todos los papeles, se revert el procedimiento y los miem- ‘bros del grupo wielven a apropiase de cada uno de los a ects que conforman si identidad, En I chatla posterior al ejeciclo (tan esenctal en éste como en los otros), los miemrosdiseuten los temas evocados por ellos: por een plo, temas de identidad y sabre el nscleo de la propia per ‘ona, sobre la experiencia de soltar, sobre las fantasias de Per lo general, tales ejreicios aceleradores me resultan ‘menos necesari ote en terapia individual. Algunos en Foques de terapia —por ejemplo, la terapiagestaltca—uti- lan muchos ejercicis que, usados juiciosamente, pueden faciitar el tratamiento, Pero la vee es verdad que algunos terapeutas jovenes se equivocan al armar con ellos una bol- ‘a de vorpress ala que recurren para animar la terapia ca: da vezqueésta parece estancarse. Las erapeutasprincipian: tes desen aprender que hay momentos para estar sentados ‘ensilenio, a veces en silenciosa comunién,a veces simple ‘mente esperando que los pensamientos del paciente pare ‘cam bajo una forma en la que puedan ser expresados. m2 Sin embargo, de acuerdo con la maxima de que se debe Jnventar una terapia diferente pra cada paciente,hay me _mentos en los que pede resuitarapropiado quel terape tm desarolle alin ejercicio que se adccue alas neces des de un pacienteen particular En tra parte de este texto me refieroa algunos de esos ‘métodos:vsitarel hogar del paciente, hacer dramatizaco nes, o soliitar a Jos pacientes que redacten su propio ep tafio. También les pido a los pacientes que traigan viejo ‘umes de fotos de familia. No slo me siento mas unido al. paciente cuando compart algunas de sus imagenes de les personajes importantes de su pasado, sino que sus recuer- dos de acontecimientos y sentimientos pasados signficati- ‘os ereaniman mucho a travis delas fotos. Ocesionalmen te pede resultar til pedira ls pacientes que esersban una carta (para ser compartida con uno y que no es necessrio despachar) a alguien con quien puedan tener alguna cues- tion no resulta, por ejemplo, un padre con el que se perio todo contacto o que ha fallecido, o una ex mje, un hijo, ‘a tdeniea mis comin que utlizo es dramaticar roles ‘de manera informal. Si, por ejemplo, un paciente habla so bre su incapacidad para encerar a alguien sobre algin te ‘ma —pensemos, por ejemplo, en una paciente que est a siosa por unas vacaciones que compartiri con una amiga, ansiosa porque necesita iempo todos los dias para estar 0 Jay meditar leer o ponerse a pensar— En ese caso podria sugerir un pequefio ejercicio de oles en el que ella seria su amiga y yo tomaria el rol della para mostarle e6mo po dria solictar lo que necesita. En otra ocasién podefs hacer Jo opuesto: interpreta a laetra persona y hacer que el practique lo que ella misma dria, [La téenica de la sila vacia de Fritz Perla veces resulta provechosa. Le soliito a un paciente con una voz interior utodespreciativa muy fuerte que coloque su parte juzgs 1 dora autocrtia sobre una sila vacia y que le able, hue ‘go que cambie de sila y haga de juczyleexprese a su pro- pio yo ah sentado sus comentarios eiticos. Velwoaenfa tizar que tales téenicas son titles no como un fin en si mismo sino con el fin de generar material para una subse- ‘cuente exploracién, cartruro 61 La terapia como un ensayo final para la vida Muchos terapeutas se espantan cuando oyen que alg nos eriticos caracterizan st trabajo meramente come la “adquiscion dela amistad. Aunque hay un dejo de verdad, cen esta afirmacion, no merece que nadie se espante. La Amistad entre el paciente y el terapeuta es una condicin necesaria del proceso dela trap... necesaria pero no su- ficiente. La psicoterapia no es un sustituto de la vida sino {que es, para usar una metafora tata xn ensayo final pa tala verdadera funciGn que esl vida. En otras pala aungue la psicoterapiarequiere de la amistad, a relaciin ‘noes un fin sino un medio para un fi. a intimidad de a rlacisnterapéutica cumple con mu hos propésitos. Provee un lugar seguro para que fo pa ‘ents se abran lo més posible. Y mds ai, les ofece la ex periencia de ser aceptados y comprendidos tras una profunda apertura y un total sinceramiento. Ensefia la h bilidad social necesara: el paciente aprende aquello que es necesario en una relacion intima. Yel pacienteaprende que la tntimidad es posible, incluso aleanzable. Por titi, y 4uizas esto sea lo mas importante, esté Ja observacion de Carl Roger de que la relaciin teapéutica sirve como un ‘punto de referencia interno al ue os pacientes pueden ol- Yeren su imaginaciin. Al haber idquirido ana ver este i= vel de intimidad, pueden abriga la esperanza e incluso la cexpectativa de desarrolarrelaciones similares. ‘Uno ove a memuco hablar de pacientes (sea en trap rupalo individual) que sn excelente pacientes o excel tes miembros de grupo yque sin embaryo siguensiendo los ‘isms en su vida exterior. Pueden relacionarse bien con cl terapeuta ser miembros clave en el grupo —abieros, ttabajadores, agentes de iteraccién—y sin embargo no aplican lo que han aprendido a las siuaciones exterores. Enotras palabras utilizar la terapia como tn sustituto en verde como un ensayo para la vida, Esta dstincién puede resultar uti en decisiones sobre cf final de la erspia, Eleamblo de comportamiento en la situicidn terapéutica obviamente noes suficiente: los pa cients deben transferir sus cambios a su entorno de vida En as etapas itimas de la terapis, pongo mucha energia cen ssegurar Ia transferencia del aprendizaje. Silo conside- +0 necesario,empiezo a ofrecer un entrenamniento activ, ‘resionandio alos pacientes para que experimenten compor™ tamientos nievos en el entomo laboral, social y fai Cartruto 62 Utilice la queja inicial para dar impulso a la terapia [No pierda el contacto con las queasinciales del pacien te. Convo lo iusta el siguiente elato, las zones dadas en Ja primera sesion para empezar un tratamiento pueden re- sultare stiles durante Ins fases mas dificil del terapia. Una terapeuta de cincuentay cinco afos me consults ebido a una impasse en sa trabajo con Ron, un estudian- te de psicologia cliniea de suarentayeinco aos que tata ba hacta meses. Un poco antes Ron habia sido rechazado por una mujer con la que habia salido unas pocas veces, tras a cual se vovié més demandante en Ia terapia e inst. ta en que su terapeuta le omara la mano y le dieraabra 20s de consuelo. Para dar peso a su pretensin lev una co pia de mi libro Mama y «l sentido de la vida, en el que Aparecen descriptos los efectos salidables de haber soste- nido la mano de una viuda acongojada. Ron hseis puche- 10s, se negaba a dara maroal final dela sesin y hasta hi- 20 upa isa dels faleneias desu terapesta, Ella se sentfa cada ver més incémoda, confundida, ma nipulada y molesta con el comportamiento infantil de Ron, Cada paso que habia dado para mejorar Ia impasse habia fallado y ahora, asustada ane a profundidad del enojo de su paciente, contemplaba ls posibilidad de dat por conclu de a terapia Ena supervision recortamos cusl habia sido la tua 17 Injcial de que Ron buscara hacer terapia: trabajar sobre st relacion con las mujeres. Ron, wn hombre aractvo que s© ‘inculaba a ls mujeres con facilidad, pasaba cas todas las roches en bares con sus amigoteslevantando chicas para pasar una sola noche y luego ripidamente digit su aten- ion a otras. En aquellas pocas ocasiones en que encontrs ‘una mujer particuarmente atractiva y quis continuar Is, Telacion lo hablan desechado de una manera precipitada Noestaba seguro de por qué, pero suponia que la chica se habla hartado desu insistencia por conseguir todo el tiem- ‘polo que queria, Ea precisamente por estas cuestiones que habla elegido s una mujer como terapeuta ‘Esta informacion arrojaba mucha luz sabre Ta impasse dela terapia y brindaba un fuerte smpulso. El contratiempo ‘entre el paciente ya terapeuta no era ninguna complicacin ‘desafortunada de la terapia, era un desarailo inevitable y ‘sencial. Por supuesto que Ron iba aexigir demasiado des ferapeuts. Por supuesto que la ibaa rebar y por supuesto que ella ibaa querer dejario. Pero cémo convert todo es- toen algo ti paral terapia? Recuerde el capitulo 40, "La rettoalimentacién: Golpee ‘cuando el ierroesté rio" Saber elegir el momento apor {tno es de suma importancia; ls interpretaciones son mas electives cuando el afecto del paciente ha disminuido lo bastante como para asumir una vision mis desapasionads desu comportamiento, Cuando llega ese momento, wlice el impulso que provee la presentacién del problema. Com: fic en ln allanza terapéutica y sugiera que el terapeutay e1 prcientetraten juntos de comprender el curso de ls acon- {ccimientos, Por ejemplo: kon, creo que lo que esta pasando entre nosotros des- de hace unss semanas es realmente muy importante DDsjeme decile por qué. Vela a pensar en las razones por las que vino a verme la primera vez. Era debido a problemas que surgian constntement entre usted yas Fujeres, Dada esa cuestin, es inevitable que surlan fssumtos incdmodas entre nosotros das. Y es eso lo gue std sucediendo, De modo que aunque reste inesm0- do para usted y para mi, deberiamos considerarlo como tuna oportunidad extraordinsria para aprender Aqui ban sucedido cosas que refjan lo que sicede en $V da social, pero hay una diferencia fundamental, yes0es To especial dela stuacion trapéutica yo no voy a nt. rmumpirel contacto ywoy a esa su disposicion para que tuted averige algo de fo que nunca ha podida enterarse en las elaciones anteriores, ls sentimientas que sus ae~ Clones suscitan on ls otras personas. Después de esto, el terapeuta puede pasar a compartir los sentimientos que tiene acerea de Ia conducta de Ron, poniendo cuidado de formularlos de una manera amable y positiva para dl

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