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(EYE MOVEMENT DESENSITIZATION AND REPROCESSING’ —— Desensibilizacion y reprocesamiento por medio de movimiento ocular IP loin) CMR Ales pest ah ts)e| oie e.( . = EL LIBRO MUERE CUANDO LO FOTOCOPIAN Amigo lector: La obra que usted tiene en sus manos es muy valiosa. Su autor vertié en ella conocimientos, experiencia y afios de trabajo. El editor ha procurado una pre- sentacién digna de su contenido y pone su empefo y recursos para difundirla ampliamente, por medio de su red de comercializacién. Cuando usted fotocopia este libro o adquiere una copia “pirata” 0 fotocopia ile- gal de él, el autor y el editor dejan de percibir lo que les permite recuperar la inversin que han realizado. La reproduccién no autorizada de obras protegidas por el derecho de autor des- alienta la creatividad y limita la difusién de la cultura, ademas de ser un delito. Si usted necesita un ejemplar del libro y no le es posible conseguirlo, le roga- mos hacérnoslo saber. No dude en comunicarse con nosotros. Editorial Pax México ‘Titulo original de la obra: Eye Movement Desensitization and Reprocesing. Basic Principles, Protocols, and Procedures, Publicada pot The Guilford Press, subsidiaria de Guilford Publications, Inc., Nueva York. COORDINACION EDITORIAL: Matilde Schoenfeld ‘TRADUCCION: Catalina Sherwel © 2001 Francine Shapiro © 2004 Editorial Pax México, Libreria Carlos Cesarman, S.A. Av. Cuauhtémoc 1430 Col. Santa Cruz Atoyac México, D.F. 03310 Teléfono: 5605 7677 Fax: 5605 7600 Correo electrénico: edicorialpax@editorialpax.com Pigina web: wwweditorialpax.com Primera edicién, 2004 ISBN 968-860-270-1 Rescrvados todos los derechos Impreso en México / Printed in Mexico Indice El primer estudio controlado_. Mas observaciones clénicas y experimentales | Un cambio en el paradigma 00. ..e EI procesamiento adaptativo de la informacion Convergencias tedticas , Resumen y conclusiones ...v.s.csseeseeussuseussessessens CapfTULo 2. PROCEDIMIENTO ADAPTATIVO DE LA INFORMACION: EL MODELO COMO UNA HIPOTESIS QUE FUNCIONA ose. esesseee 29 Experiencia estdtica: enunciados sobre los sentimientos, las emociones y las creencias. vv... Resolucién ........+- . Congelado en le infancia . Una psicoterapia que acorta el tiempo de tratamiento 5 wf icon liana Aa ta ene a acetate eae ae OD Psicoterapia integrada . Resumen y conclusiones CarfruLo 3. COMPONENTES DEL TRATAMIENTO EMDR Y LOS EEECTOS DEL TRATAMIENTO BASICO . . Componentes bisicos del procedimiento EMDR .....+ +. Cémo activar el sistema de procesamiento de la informadén - P 2 6 Cémo escoger un blanco _. Patrones de respuesta... . : . i ER iferenci 89 Supervisién de la practica . 89 Resumen y conclusiones . . 89 CaprTuLo 4, FASE UNO. HISTORIAL CLINICO DEL CLIENTE..............91 Disposicién del cliente... 91 _ Factores de seguridad para el cliente 93 Cémo planificar el tratamiento. . 105 Transcripcién del historial clinico ++ 108 Practicas supervisadas . ... 2119 Resumen y conclusiones . . 219 vi w INDICE (CAPITULO 5. FASE DOS Y TRES. PREPARACION Y EVALUACION 2.2.2.4 121 Fase dostprepamnca6i 08s i665 4.0:tid ssid egitiace oiesrce piertceoninrnseseua eines 121 Importancia de los componentes . 140 Practica supervisada . . 142 Resumen y conclusiones . - 142 CapfTULO 6. FASE DE LA CUATRO ALA SIETE. DISENSIBILIZAGON, Fase seis: exploracién del cuerpo sss sseeevseeeveeeeeeseeeeeees 163 ‘Bige sipte® -chivtenta 555 Sao seem See Sh ee ee ER Supervision de las prdcticas vee sss se eeeveeeeseeeeeeseeeeeees 169 Resumen y concusiones ..........+:ssssstvstesvesussstess 169 CapfruLo 7, COMO TRABAJAR CUANDO SE PRESENTAN Abreaccién........ Estrategias para liberar un procesamiento impedido Practica supervisada . . Resumen y conclusiones . CAPITULO 8. FASE OCHO. REEVALUACION Y USO DEL PROTOCOLO EMDR CONVENCIONAL DE TRES VERTIENTES .... 0.00000 ees eee eee ee 201 El protocolo EMDR convencional . Se concluye la terapia .... Practica supervisada - Resumen y conclusiones . CarfTuLo 9, PROTOCOLOS Y PROCEDIMIENTOS Pal JACION! BSPOCIAEES one sce sa sciaes 2 El procedimiento convencional de 11 pasos . Protocolo para un suceso traumético Protocolo para la ansiedad actual y las conductas acruales Protocolo para sucesos traumdticos recientes Protocolo para las fobias Protocolo para el dolor excesivo : Protocolo para enfermedades y deesrdenes eométicos . Auto-aplicacién de las series de movimientos oculares para la reduccién del estrés Procedimientos de auto-control y de clausura_. : Interrogatorio y evaluacién de la seguridad del cliente . Resumen y conclusiones CapfTULo 10, EL ENTRETEJIDO COGNITIVO UNA ESTRATEGIA PROACTIVA PARA TRABAJAR CON CLIENTES DIFICILES Las fases del entretejido INDICE o vii 254 - 263 Responsabilidad, seguridad y decisiones . Cémo ajustar la intervencién al cliente . Opciones del entretejido.... 6... _ : 5 pos as Verbalizaciones y acciones Seeeeeeeeeeeeeeneens Laeducacién ..... Prictica supervisada Resumen y conclusiones CapfTULO 11 POBLACIONES SELECCIONADAS Problemas de incumplimiento o de resistencia al tratamiento . Parejas Victimas de abuso sexual sf Vetcranos de guerra... . : 303 D es 310 Evaluaciones globales hgh ten a deuiry eral peeve BIA Resumen y conclusiones . . BIS CarfTuLo 12 TEORIA, INVESTIGACION E IMPLICACIONES CLINICAS _. 319 Elementos de procedimiento . : 321 Respuesta orientadora .....-...- 3 sai aeeane OS fea 330 BARI i nti Sasha Cambios celulares y cambios a nivel cerebral Sueno onirico Efecto integrador Investigacién controlada Escasez generalizada de estudios sobre el tratamiento del PTs... 344 Los criterios que se sugieren para las investigaciones sobre resultados clinicos ......... 002005 345 Estudios controlados de los resultados clinicos del método EMDR en el tratamiento del PTSD . Estudios realizados con la poblacién civil Problemas metodoldgicos en los estudios del i Te Distintas aplicaciones clinicas ....... Sopesamiento de los componentes activos Preocupaciones profesionales y clinicas de mayor amplitud . Resumen y conclusiones . . . APENDICE A. AUXILIARES CLINICOS os... eee 39S Formato recomendado para hacer los registros Stmianalescn' Va bitheote ese sos akeee e a t e 396 viii w® INDICE Resumen del procedimiento EMDR Formulario para identificar el blanco EMDR Formulario y secuencia de la técnica floarback para identificar el suceso del pasado... ....0 ese 0e0eceeee sree 401 Pautas y procedimientos para el desarrollo de recursos EMDR y para la etapa de instalacién ... 2.2.00. eee ce eee eeseeeeeaee 402 ‘ B. La securipap pet cums Al} Seccién IT Pautas recomendadas por el comité EMDR de asuntos profesionales la Asociac in EMDR Internacional, EMDRIA : 423 Programas EMDR de ayuda humanitaria é Disponibilidad para la capacitacién . .. AAPENDICE D. DIVERSAS APLICACIONES Y EVALUACIONES CLINICAS Seccién I Protocolos adicionales y recursos manualizados . . . Seccién II El modelo de procesamiento adaptativo de la informacién . .429 GG RATID fe sis:acsrecncecnscntacesoininsnie aera atasstee eraienaiaca nie coniteniernastscnh 433 Agradecimientos ste libro no podria haber sido escrito sin el apoyo incondicional de Robbie Dunton, quien liberd mi tiempo y mi mente para realizar esta tarea. Agra- dezco su capacidad de organizacién. Y, con mayor raz6n, le doy las gracias por su amorosa gentileza y su generosidad de espiritu, que nunca me abandonaron. Brindo un agradecimiento especial a Robert Welch y Margot Silk Forest, quienes empefiaron su gran inteligencia y sus conocimientos al editar estos capitulos. Mi gratitud también hacia Pat Ryley, quien, con gran habilidad, cred algunas ilus- traciones y aA. J. Popky, quien, de manera consistente, proporcioné un valioso apoyo técnico. El contenido de este libro se basa en las experiencias clinicas de cientos de terapeutas. Espero haberles hecho justicia, Fueron muchos los voluntarios que se dieron a la tarea de comunicar la informacién necesaria, pero debo agradecer especialmente a Howard Lipke y Steven Silver, quienes hicicron las veces de pri- meros lectores de muchas de las primeras versiones de la mayorfa de los capitulos. Me siento sumamente agradecida con las numerosas personas que se toma- ron el tiempo para leer diferentes capitulos del libro o que oftecieron sugerencias en varias etapas del desarrollo del texto. Estas personas, en orden alfabético, son: Lonnie Barbach, Pat Boudewyns, Jac Carlson, Robbie Dunton, Catherine Fine, Gary Fulcher, Eirin Gould, Tom Horvath, Lee Hyer, Steven Lazarove, Marilyn Luber, Jeri Marlowe, Sandra Paulsen, Gerald Puk, Curt Rouanzoin, Mark Russell, Roger Solomon, Landry Wildwind y Walter Young. ‘Agradezco profundamente al equipo Guilford y, especialmente, a mis edito- res, Kitty Moore, por sus sabias sugerencias, y Anna Brackett, por el empefioso cuidado que dio al libro durante todo el proceso de produccién. Resulta notablemente dificil presentar una idea innovadora dentro de la comunidad psicoldgica, pero yo he sido bendecida con un creciente circulo de clinicos de mente abierta, altamente capacitados, cuya habilidad ¢ integridad me aseguran que vamos por bucn camino. En dl caso de aquellos capacitadores del método EMDR, para los facilitadores y para los clinicos que tuvieron la visién de probar algo nuevo y el valor de hablar abiertamente sobre sus experiencias —a pesar de que pueda parecer absurdo agradecerles por cosas que hicieron a partir de un sentido de responsabilidad y propdsito personal les estaré eternamente agradecida, Agradecimientos para la segunda edicién Es edicién revisada es el producto del trabajo y del pensamiento de muchos cclinicos ¢ investigadores. Estoy muy agradecida con todos ellos por su ayuda y apoyo. Doy un agradecimiento especial a Louise Maxfield, cuyos talentos excepcionales y amplios conocimientos de la literatura sobre el método EMDR han prestado un gran servicio a esta edicién. Brindo también un agradecimiento especial a Robert Stickgold por su perspicacia tedrica y su ayuda en refinar una cierta cantidad de las secciones que tratan sobre neurobiologfa. Me siento agra- decida también por la retroalimentacién adicional que me brindaron Howard Lipke, David Servan-Schreiber, Robert Tinker y Curt Rouanzoin. Por las muchas tareas necesarias para lograr que un volumen cobre su forma final, me siento agradecida con Marcy Smith por su apoyo técnico, y agradezco a Oliver Sharpe ya Kitty Moore de ‘The Guilford Press por supervisar cuidadosamente el proce- so final de la publicacién del libro. Finalmente, doy mil gracias a mi esposo, Bob Welch, por proporcionarme su rigor cientifico, su paciencia y su apoyo incondi- cional. Prefacio Bendito es aguel que ba encontrado su labor que no ‘olicite ninguna otra bendicién. THOMAS CARLYLE EI sendero del descubrimiento ee de introducir una edicién revisada nos hace recordar una cita cl filésofo griego Heréclito: “Uno no puede bafiarse dos veces en el mismo rfo, ya que las aguas que fluyen son siempre diferentes.” Dada la naturaleza eter- namente cambiante del cuidado de la salud, de la vida y del pensamiento, me resulta gratificante descubrir que la mayor parte del libro contintia siendo rele- vante para la practica del método EMDR. [por sus siglas en inglés: Eye Movement Desensitization and Reprocessing, o desensibilizacién y reprocesamiento por medio de movimientos oculares]. Se ha afiejado adecuadamente. ‘Al mismo tiempo, esta revisi6n me ha dado la oportunidad de referirme a ciertos conceptos erréneos y ofrecer la tiltima teorfa y las ultimas investigaciones que rigen la practica del método EMDR. A pesar de que los pardmetros sugeridos de investigacién no han cambiado desde la edicién anterior, este volumen sefia- la dreas adicionales de investigacién que resultan potencialmente fructiferas, junto con algunos protocolos nuevos y promeredores. La extensa investigacién controlada sobre el método EMDR ha sido puesta al dfa. También ha resultado gratificante, durante los ultimos cinco afios y por medio de la comunidad profesional que practica el método EMDR, atestiguar el creciente compromiso internacional de sanar a los que suften traumas. De hecho, la primera edicién de este texto salié al publico unos cuantos dias después de que hubieran explotado algunas bombas en la ciudad de Oklahoma, Estados Unidos. Por peticién de un agente de la FBI que habia sido tratado con el método EMDR algunos voluntarios viajaron con sus propios medios para oftecer ayuda a la comunidad traumatizada. Los clinicos de Oklahoma que ya habfan sido capaci- tados en el método EMDR abrieron sus consultorios en la zona y difundieron la oportunidad de recibir ayuda profesional. Durante el subsecuente perfodo de cuatro meses, dos o tres clinicos mas viajaron a Oklahoma y ofrecieron sus servi- cios gratuitos a quienes los necesitaran, comenzando con los profesionales en salud mental que habian resultado traumatizados y quienes, a su vez, solicitaron servicios de salud para los proveedores de primera linea y para los sobrevivientes. Al final de los cuatro meses, se oftecié un curso gratuito de capacitacién para todos los profesionales en salud mental de la ciudad de Oklahoma, lo que les permitié continuar con la labor emprendida. Esta efusividad esponténea de ren- dir servicios gratuitos marcé la inauguracién de los programas EMDR Humanitarian Assistance Programs [Programas de Asistencia Humanitaria] (vea el apéndice C), enfatizando la necesidad de combinar tratamientos cientifica- xiv > PREFACIO mente evaluados con servicios clinicos en el mundo entero. Al unirnos todos en compromisos globales como éste, podemos cumplir verdaderamente con nuestra obligacién como profesionales de la salud. Repitiendo una declaracién que hice en la primera edicién: en menos de cin- cuenta afios hemos ido, desde Kitty Hawk (los primeros vuelos en aeroplano por los hermanos Wright) hasta la llegada del hombre a la Luna. Sin embargo, a pesar de los enormes avances técnicos, millones de personas contintian suftiendo un dolor incesante y el ciclo de violencia contintia su curso irrestricto a lo largo de todo el planeta. Como sociedad, es absolutamente necesario dar un nuevo senti- do a nuestros vastos recursos y que prestemos mayor atencién a la labor de ali- viar el sufrimiento en el mundo. Es claro que necesitamos cambiar nuestro nivel de expectativas tanto respecto a nuestro potencial para curar a otros como en cuanto al desarrollo interpersonal, Pero parte del problema es causado quizd también por toda una variedad de actitudes inherentes a nuestra profesién, A pesar de que la integracién del conocimiento en las ciencias ha permitido conti- nuos desarrollos y el refinamiento de sus aplicaciones, que se han transformado répidamente desde Edison hasta el Internet, tal parece que el campo de la psico- terapia no ha mantenido el mismo paso. Es posible que esto se deba a que no se comparte la necesaria cantidad de informacién entre las distintas disciplinas, pues, a pesar del advenimiento de muchas y nuevas tendencias psicolégicas, cada una ha permanecido relativamente aislada a lo largo del ultimo siglo,;dando como resultado una falta de fertilizacién mutua entre la ciencia y la préctica. Desafortunadamente, este hecho parece no haber brindado frutos a la huma- nidad. En 1989, cien afios después de los trabajos pioneros de Freud y Janet en cuanto al tratamiento de los traumas, cuando se compararon tres tendencias pis- coldgicas importantes en el tratamiento del desorden del estrés postraumatico, se descubrié que todas ellas ofrecian tnicamente efectos moderados similares (Brom, Kleber y Defares, 1989). Podria derivarse una leccién de todo esto: que los tratamientos psicolégicos individuales exigen un conjunto de conocimientos provenicntes de distintos cnfoques. Mc uno plenamente a todos aquellos que creen que fortalecemos los repertorios clinicos por medio de la integracién y no de una actitud de desplazamiento 0 de exclusién (Beutler, 2000; Norcross y Goldfried, 1992; Norcross y Shapiro, en prensa: Stricker y Gold, 1993). Influido por este espiritu, el desarrollo que ha sufrido durante los ultimos 14 afios ha transformado el método EMDR. De ser una simple técnica, se ha conver- tido en un enfoque psicoterapéutico integral. Como veremos més adelante, no s6lo destaca la eliminacién del sufrimiento extremo, sino también presta mucha acencién al panorama clinico integral que incorpora el multifacético crecimiento personal y su integracién a sistemas socialcs més amplios. Por csa misma razén, los clinicos pertenecientes a todas las distintas tendencias encontraran muchos puntos en comtin entre el método EMDR y sus propias précticas clinicas, ast como aspectos complementarios de otras disciplinas que puedan dar relieve a su labor. Creo firmemente que por medio de dicha sintesis podemos brindar un mejor cuidado a nuestros clientes, Fue en 1987 cuando realic¢ la observacién inicial que condujo al desarrollo del método EMDR. Sin embargo, el camino hacia el descubrimiento se habfa ini- EL SENDERO DEL DESCUBRIMIENTO of xv ciado casi diez afios antes. En 1979, estaba finalizando mi doctorado en literatu- ra inglesa en la Universidad de Nueva York y ya habfa publicado muchos traba- jos relativos a este campo. Scnti que éste era un trabajo importante que arrojarfa luz sobre nuestra cultura. La literatura —con sus delicados matices, sus ricas tex- turas y las intricadas vidas de sus personajes— me mantenfa en un estado de cons- tante fascinacién. Al mismo tiempo, durante un larguisimo perfodo habfa sentido un profun- do interés por la terapia conductual, gracias a la lectura de las obras de Andrew Salter y Joseph Wolpe. La idea de un enfoque causa-efecto, enfocado, predecible, respecto a la psicologia humana, me parecia plenamente compatible con los con- ceptos de desarrollo literario, tanto de los personajes como de la trama. Después de todo, muchos autores famosos habjan indicado que si los personajes tienen visos de realidad y se les deja sucltos, entonces ellos creardn sus propias tramas. Sostuve discusiones fascinantes con mis maestros de literatura inglesa respecto a la interaccién que existfa entre los textos multifacéticas que estaba leyendo y las implicaciones psicolégicas de causa y efecto de las formulaciones conductuales. Sin embargo, para mi, la psicologia slo constituia un interés secundario. Me sentia fuertemente identificada con aquellos autores que crefan profundamente en la perfectibilidad del ser humano. Me entusiasmaba enormemente el hecho de que el sufrimiento humano podia transformarse en arte por medio de las obras maestras de la literatura inglesa, y me animaba la idea de realizar una larga y fruc- tifera carrcra como estudiosa y critica de la literatura. Luego, justo antes de lan- zarme a escribir mi disertacién sobre la poesfa de Thomas Hardy, se me diagnos- ticé un cincer. Cuando nos ataca una enfermedad potencialmente fatal, puede convertirse en un evento importante que cambia el curso de nuestra vida. Para mf, el tiem- po cobré una nueva dimensién. La vida ya no se extendia infinitamente ante mis ojos. De pronto, la “causa y efecto fisiolégico” de los conductistas cobré un nuevo significado. Centré mi atencién en la interaccién que existe entre la mente y los elementos estresantes del mundo exterior. También me preguntaba por qué ia humanidad habia llegado tan lejos en términos tecnoldgicos, pero parccfa inca- paz de avanzar en aquellos campos que pudieran brindarnos dominio sobre nues- tras mentes y nuestros cuerpos Afortunadamente, descubri la obra de Norman Cousins y otros estudiosos del campo de la psiconeuroinmunologia, que apenas se iniciaba en aquel enton- ces, La idea de que existe una conexién entre la enfermedad y el estrés ahora me parecia obvia. Pero qué se podrfa hacer al respecto, era otro asunto. Ya para ese entonces y de acuerdo con mis médicos, mi céncer habia sido curado, pero no ha- bfa garantfa alguna de que no sc presentara de nucvo. Recuerdo sus palabras: “Su cdncer ha desaparecido, pero existe un cietto porcentaje de probabilidades de que vuelva a surgir. No sabemos cuindo y no sabemos cémo, asi que ;Buena suerte!” Ahora bien, para mi cobré primordial importancia la pregunta respecto a cudles métodos psicolégicos y fisiolégicos realmente incrementarfan mi salud fisica. Crefa firmemente que debian existir ya algunos enfoques psicolégicos y fisiolégicos. Pero, me preguntaba, ;por qué no eran conocidos ampliamente? De pronto, se volvié mds importante para mi encontrar estos métodos y diseminar xvi B9 PREFACIO la informacién sobre ellos que realizar estudios sobre la literatura del siglo xix y darla a conocer, Abandoné Nueva York en busca de talleres y seminarios que ver- saran sobre métodos mentales, corporales y psicolégicos que incrementaran el bienestar fisico y mental. Poco tiempo después, yo misma patrociné talleres para el ptiblico en general. Versaban sobre métodos y técnicas que podrian ofrecer formas tangibles para ayudar a la gente a vivir vidas menos estresantes. Durante esa época, también me inscribé en un programa de doctorado en psicologia clinica, con el fin de com- plecar mi educacién formal. El azaroso paseo en el parque, que condujo al des- cubrimiento de los efectos que producen los movimientos oculares, sucedié justo cuando yo comenzaba a buscar un tema de disertacién. En ese momento, mi viaje a lo largo de Estados Unidos para buscar los mecanismos de la transforma- cién mental, asi como mi necesidad de tener un proyecto de investigacién doc- toral convergieron de manera precisa. El resto de la historia de cémo se desarrollé el método EMDR puede leerse en el capitulo 1. Por ahora, baste decir que mi descubrimiento de los efectos que pueden producir los movimientos oculares fue seguido por el desarrollo de una metodologia que crecié rapidamente en complejidad, asi como en su aplicacién. Hoy en dia, los clinicos que han sido capacitados para aplicar el método EMDR continuamente reportan resultados clinicos positivos, Nuestro trabajo clinico con el método EMDR nos demuestra que el sufrimiento puede ser transformado -no slo en arte sino también en vida. Este libro es el resultado de mi experiencia personal durante 14 afios, refi- nando y enseftando el método EMDR; incluye casos clinicos, asi como adverten- cias y precauciones que derivan de la experiencia de muchos profesionales que han sido capacitados en dicho método. La necesidad de una capacitacién adecuada Debido a que desde 1979 mi vida se ha centrado en el aprendizaje y la subse- cuente discminacién de procedimicntos que realmente incrementan la salud mental, no nos sorprende que el cliente constituya ahora mi principal preocupa- cidn. Los clientes reciben la mejor atencién de parte de aquellos clinicos que estén dispuestos a aprender, a aumentar sus conocimientos y capacidades y que se atrevan a experimentar con métodos innovativos. Claramente, se les puede ayu- dar atin més cuando los clinicos han realizado estudios en el campo de la salud mental, cuando han recibido la capacitacién adecuada sobre los métodos que emplean y cuando se lleva a cabo una investigacién apropiada para validar y mgjorar dichos métodos. Estas creencias se encuentran en el centro del método EMDR y son el fundamento en que se basa el éxito del método EMDR -asi como sus politicas de capacitacién. He tenido la gran fortuna de haber conocido muchos clinicos que comparten estas mismas creencias. Alo largo del mundo entero se ofrecen cursos de capacitacién sobre el méto- do EMDR, tanto en universidades como en organizaciones independientes de pos- grado. Claramente, no todas estas instituciones ofrecen el mismo nivel. Por lo PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS @ xvii tanto, los clinicos deberan consultar el apéndice B para recibir la orientacién per- tinente. Una explicacién amplia de la politica de capacitacién EMDR es el tema de un documento del Comité sobre Asuntos Pofesionales del Mérodo EMDR ori- ginal, cambién incluido en cl apéndice B, y los parémettos especificos pueden ser consultados cn cl sitio de la red EMDR International Association (una asociacién profesional independiente que supervisa la capacitacién y la practica clinica: www.emdria.org). El resto de las razones fundamentales de dichas politicas nacen de la légica y de la compasién. Un sondeo realizado a los primeros 1 200 clini- cos capacitados en el método EMDR demostré que sélo 2% consideré innecesa- rio supervisar la capacitacién, Ademds, los resultados de este sondeo (reproduci- dos en el apéndice D de la edicién de 1995; Lipke, 1994, 1995) indicaron que 85% de los clinicos descubrieron que, a diferencia de cualquier otto mécodo, los clientes experimentaron el surgimiento de un mayor nimero de recuerdos trau- miticos, previamente olvidados, gracias a la aplicacién del método EMDR. Parece razonable concluir que si las sesiones EMDR provocan el consistente afloramiento de recuerdos disfuncionales, entonces los clinicos deberian ser educados en el método que precipita dichos recucrdos y que tiene el potencial de resolverlos. Con el fin de reiterar esto de manera sucinta, los clientes obtendrin un mejor ser- vicio si los clinicos que los atienden reciben la capacitacién adecuada. Claramente, el objetivo es ayudar a la gente. Por supuesto, la capacitacién no asegura que alcanzaremos el éxito con cada cliente. El método EMDR no es una panacea; también existen fracasos del trata- miento, al igual que con cualquier otro método. Sin embargo, el cddigo ético de la Asociacién Psicolégica Americana (American Psychological Association) esta- blece que, para que un clinico adquiera un nivel competente para tratar clientes © para realizar investigaciones, es necesario que reciba una capacitacién supervi- sada, Una capacitacién adecuada implica una mayor posibilidad de alcanzar el éxito ~y menos probabilidades de ocasionar dafio. Por lo tanto, aunque este libro proporciona las instrucciones necesarias para comenzar a usar el método EMDR, es de primordial importancia que el estudioso también realice una capacitacién supervisada. No me cansaré de repetir este mismo concepto a lo largo del libro. Principios y procedimientos Como dice el dicho, es preferible que a un hombre hambriento le ensefiemos pescar en vez de regalarle un pescado. De la misma manera, resulta prefcrible que a los practicantes de este método les proporcionemos un marco conceptual o un modelo que les sirva de gufa durante su prdctica clinica en vez de brindarles ini- camente un procedimiento paso a paso, inflexible, para implementar el método EMDR. De tal manera, junto con las instrucciones paso a paso, este texto ofrece a los clinicos una nueva manera de pensar acerca de la patologia y de los distintos tratamientos terapéuticos, asi como un conjunto integral de alternativas terapéu- ticas que han sido desarrolladas a partir de aplicaciones dinicas que son consis- tentes con la teoria. xviii PREFACIO Una de las premisas basicas del método EMDR es que la mayor parte de las patologias psicoldgicas nacen de experiencias tempranas. La meta del tratamien- to EMDR cs metabolizar répidamente el residuo disfuncional del pasado y trans- formarlo en algo util. En esencia y gracias al método EMDR, la informacién dis- funcional sufre una transformacién espontanea tanto en forma como en signifi- cado -incorporando perspicacias y sentimientos o emociones que resulten enri- quecedores y no autodenigrantes, para el cliente. Los clinicos deberdn descubrir que la informacién incluida en este libro proporciona los componentes y las estrategias necesarias para este proceso, en el cual el sistema innato de procesa- miento de informacién del cliente es instado a proporcionar una solucién. El nombre del método A pesar de que el método EMDR inicialmente recibié este nombre debido a los movimientos oculares en que estaba basado, lo cual en 1987 parecia ser la parte mis sobresaliente de dicho enfoque, a lo largo de los tiltimos afios este nombre parece limitar indebidamente el valor y la aplicacién del método. Como muestra este libro, el método EMDR es una metodologia compleja que incluye muchos componentes; ademds, aparte de los movimientos oculares, han probado ser titi- les muchos otros tipos de cstimulos. Si tuviera que dar un nuevo nombre al método, es posible que simplemente lo llamaria Terapia de Reprocesamiento. Sin embargo y debido al amplio reconocimiento que su nombre original ha recibido en el mundo entero, he decidido conservar su designacién original asi como sus siglas, en el entendimiento de que, al final de cuentas, guarda un significado hi térico mas que descriptivo. (Por ejemplo, la Coca-Cola conservé su nombre ori- ginal, atin después de que el derivado de cocaina por el que recibié originalmen- te dicho nombre fuera descartado de su f6rmula. De la misma manera, la categoria de diagndstico clinico conocide como esquizofrenia fue conservada, atin después de que a este padecimiento ya no sc le considerara el efecto de una “mente dividida.” A pesar de que los celegramas ya no constituyen el principal servicio que ofrece la compafifa de comunicaciones “AT&T,” la empresa contintia conservando su nombre original. El nombre Eye Movement Desensitization and Reprocessing, a pesar de todas sus intenciones y propésitos, ha cumplido el mismo destino.) Por lo tanto, las siglas EMDR deberan usarse bajo el entendi- miento de que los movimientos oculares son meramente uno de los muchos estimulos de atencién dual empleados para activar el sistema de procesamien- to de informacién del cliente y para obtener los efectos descados, gracias al tratamiento. El empleo de este libro Unicamente podrdn emplear los procedimientos y protocolos descritos en este libro los profesionales de la salud mental que cuenten con la licencia obligada para ¢jercer como tal, o aquellos que se encuentren bajo la supervisién directa de INVESTIGACION Y EVOLUCION ot xix clinicos con licencia. Esta precaucién es importante debido a que, como trata- miento psicol6gico, el método EMDR deberd ser empleado exclusivamente dentro del contexte de un plan de tratamiento completo y detallado y con las medidas necesurias de seguridad que un clinico debidamente capacitado debe reconocer. Los instructores de estudiantes graduados probablemente se sentirdn ansiosos de instar a sus estudiantes a incorporarse a un programa supervisado de estudios internistas antes de ensefiarles el método. Este libro incluye sugerencias para la forma que debe asumir la préctica supervisada del método EMDR, as{ como el tiempo que se le debe brindar. Sin embargo, en todos los casos se considera que lo més apropiado para aprender el método es cursar una capacitacién formal con instructores experimentados, debidamente capacitados. Las pautas a seguir durante estas capacitaciones han sido formuladas por la Asociaci6n Internacional EMDR y se insta a todos los instructores calificados a que se aseguren de que sus cursos scan evaluados y registrados debidamente. Gracias a dichas pautas, los estu- diantes y los terapeutas pueden escoger los cursos més apropiados. Y, asi, los clientes pueden estar seguros de que recibirdn los procedimientos y protoco- los EMDR apropiados. Los posibles estudiantes de cursos sobre el método EMDR, tanto en universidades como en centros de capacitaci6n privados, deberdn eva- luar su elegibilidad para el curso por medio de esta asociacién profesional (vea los apéndices B y C). Al escribir este libro, he mantenido en mente cuatro distintos tipos de lecto- res: los académicos, los investigadores, los terapeutas y los estudiantes clinicos graduados. He intentado que el lenguaje y la organizacién del libro se adecue a todos (con variables grados de éxito). Los lectores interesados especialmente en la historia, datos de apoyo, investigacién, teorfa y la inclusién del método EMDR en el campo de terapias para victimas de traumas, encontrarin que los capitulos 1, 2 y 12 son de particular relevancia. A pesar de que los terapeutas principal- mente interesados en aprender el método encontrarn materiales clinicos impor- tantes en varias secciones de los tres capitulos mencionados (particularmente el capitulo 2), dicho material se encuentra concentrado en el resto del texto. Género Con dl fin de evitar una discriminacién sexual y no caer en la torpeza estilfstica de frases que incluyan los pronombres él o ella, los pronombres personales han sido alternados a lo largo del texto. Investigacién y evolucién La continua evolucién del método EMDR, a partir de una técnica sencilla que finalmente se convirtié en una metodologia compleja, se ha basado principal- mente en la observacién clinica. Resulta indiscutible la necesidad de realizar inyestigaciones con el fin de proporcionar un examen ulterior del enfoque EMDR, de la misma manera en que la evaluacién clinica es susceptible de sufrir muchas 2x m PREFACIO de las distorsiones y falacias de las observaciones hechas a nivel personal. Sin embargo, existe una base extensa de investigacién controlada que ha sido evalua da por grupos independientes, como International Society for Traumatic Stress Studies (Sociedad Internacional para Estudios sobre el Estrés Traumatico) y ha establecido el método EMDR como un tratamiento convencional y efectivo que cura traumas psicolégicos. Dichos estudios, junto con las implicaciones investi- gativas y las sugerencias para realizar investigaciones ulteriores, son discutidos ampliamente en el capitulo 12. Claramente, no existe ningtin sustituto para la investigacién de resultados clinicos, bien disefiados, bien implementados y controlados, y la verdad es que se necesita realizar un mayor esfuerzo en este sentido. Sin embargo, este tipo de investigaciones son muy escasas y, tradicionalmente, quedan muy rezagadas en relacién con la prictica clinica. Por ejemplo, son pocas las investigaciones de resultados clfnicos controlados que han examinado los diversos tratamientos empleados en las poblaciones ms distintivas de victimas de traumas, de victimas de accidentes, etcetera. Las implicaciones de esta escasez de “datos concretos” en el campo de los traumas son exploradas en el capftulo 12. Es importante hacer notar que, fuera del campo del desorden de estrés pos- traumdtico PTSD (Post Traumatic Stress Disorder), la investigacién controlada no es menos escasa. Un grupo de trabajo, que entré en accidn gracias a la Divisién 12 de la American Psychological Association, determiné que solo cerca de 12 métodos habjan sido avalados por estudios controlados para el tratamiento de unos cuantos problemas individuales (por ejemplo, fobias especificas). Dado el vasto ntimero de desdrdenes y de métodos de tratamiento, nos queda claro que la mayor parte de los métodos estén siendo empleados para aliviar la mayorla de los desérdenes sin que hayan sido sido validados por la investigacién. Considero que los clientes tienen todo el derecho de conocer a fondo el estatus de cualquier tratamiento que se les aplique. Por lo tanto, insto a los clinicos a que no olviden que, a pesar de que el método EMDR parece ser efectivo para el tratamiento de una amplia variedad de malestares basados en la experiencia, deberd ser utilizado tinicamente s6lo a partir del momento de brindar al cliente la informaci6n apro- piada, con el propdsico de que acepte el tratamiento bajo conocimiento de causa y hasta que una extensa investigacién comparativa valide cl uso del método EMDR para cada uno de los desérdenes. Esta admonicién debe aplicarse a cualquier forma de terapia empleada para curar cualquier tipo de desorden. Por lo pronto, al tiempo que el desarrollo del mésodo EMDR sigue su evolu- cién por medio de la investigacién y de la observacién clinica, en este libro pre- sentamos los principios bdsicos y la sustancia de la prdctica actual. Se insta al lector a mantener una mente abierta, aunque escéptica. No seré una tarea ficil cambiar a fondo las formas tradicionales de practicar la psicoterapia. Este libro constituye tinicamence el inicio de un proceso de aprendizaje. Espero que tam- bién pruebe ser un fructifero viaje de exploracién. Y a pesar de que las evalua- ciones clinicas y las observaciones personales distan mucho de ser infalibles, resultan indispensables para realizar descubrimientos cientificos sdlidos -y para la alegrfa que derivamos al sanar a las personas afectadas. capitulo 1 Trasfondo Existe un principio que constituye un obstéculo para cualquier tipo de informacion, que establece una prueba en contra de todas las discusiones y que ‘no puede evitar mantener al hombre en un estado eterno de ignorancia ~cse principio es el dexdén anterior a la investigacién. Hernerr SPENCER Ds* su desarrollo inicial en 1987, el método EMDR de desensibilizacién y Teprocesamiento por medio de movimientos oculares ha sido aceptado ampliamente por gran parte de la comunidad clinica. El subsecuente desarrollo del método y su marco teético se originaron a partir de la exploracién realizada de los efectos alcanzados consistentemente por medio del tratamiento. Fue una exploracién que refiné Jos procedimientos y los protocolos, hasta convertitlos en un método integral de tratamiento. Como veremos més adelante, los procedi- mientos actuales, asi como la teorfa de procesamiento de informacion que guia a la prictica clinica, incorporan muchos aspectos que deberdn resultar conocidos para la mayor parte de los clinicos, los académicos y los investigadores. ‘A pesar de que el método EMDR es mejor conocido y que inicialmente reci- bid su nombre por los movimientos oculares en que estd basado, resulta vital que nos refiramos a él como un sistema completo, integral. Los movimientos ocula- res constituyen apenas una forma de estimulacién, entre otras muchas empleadas en el tratamiento. Son sélo uno de los numerosos componentes que conforman un enfoque complejo. Ademds, la meta de dicha terapia no ¢s tinicamente redu- cir el grado de ansiedad que sufte el cliente, como indica la palabra desensibiliza- cién, De hecho, como mencioné en el prefacio, si tuviera que nombrar este méto- do nuevamente, lo denominarfa terapia de reprocesamiento. Por lo tanto, a pesar de que las siglas EMDR constituyen el nombre designado de la terapia, deseo enfa- tizar claramente a lo largo de todo el volumen que: 1. La estimulacién de atencién dual constituye meramente un componente integrati- vo, con aspectos de procedimiento, que han sido sintetizados a partir de todas las distintas y principales tendencias psicolégicas. 2. Como enfoque integral, se debe brindar una atencidn especial a las imagenes, creen- cias, emociones, respuestas isicas, conciencia actecentada y sistemas intexpersonales, para asi alcanzar los efectos del método EMDR. 3. Los clinicos deben emplear diferentes protocolos EMDR, dependiendo de los distin- tos tipos de patologia de que se trate, y seguir los procedimientos terapéuticos que se adecuen a las necesidades del cliente. 4. El propésito del tratamiento EMDR de ocho fases ¢s ayudar al cliente a liberarse del pasado y vivir un presente sano y produ 2 we CAPITULO 1: TRASFONDO. El dominio de los principios basicos del tratamiento EMDR, asf como de sus pro- tocolos y procedimientos, indican al clinico el camino a seguir para transmutar las experiencias negativas en experiencias de aprendizaje adaprativas. Por ejem- plo, cuando se brinda tratamiento a una victima de una sola violacién, el clinico identifica los diferentes aspectos de los traumas que perturban a la cliente. Estos posiblemente incluyan imagenes intrusivas; pensamientos 0 creencias negativas que la cliente tiene de s{ misma o del papel que interpreté durante la violacié emociones negativas como miedo, culpabilidad o vergiienza y las sensaciones cor- porales asociadas a dichos sentimientos; y, conversamente, la manera precisa en que la diente preferirfa pensar acerca de s{ misma. Es posible que la victima de una violacién comience por experimentar temor y culpabilidad en grado inten- so. También es posible que algunas imagenes constantes de la violacién se inmi cuyan en su vida presente y que pueda experimentar pensamientos negatives como “Soy un ser sucio” o “Soy culpable de lo que me pasa.” Después de que su clinico haya empleado en ella los procedimientos EMDR para centrar la atencién en respuestas internas especificas, es posible que la victima de la violacién sea capar de recordar la violacién sin sentimientos de temor o de culpa. De hecho, es posible que se sienta llena de poder y que sea capaz de decir: “La verdad, me fue bastante bien, El atacante empufié un cuchillo contra mi garganta y fui capaz. de mantenerme.” Ademas de este cambio positivo en sus pensamientos y en sus creencias, es posible que ya no experimente imagenes intrusivas que le hagan recordar la violacidn. Si mds tarde recuerda el suceso, las emociones asociadas al suceso, sus pensamientos y sus sensaciones corporales bien podrian ser neutrales © positivos, en vez de perturbadores. Como dijo una victima de violacién sexual que recibié el tratamiento EMDR: “La violacién de que fui objeto atin constitu ye un suceso horrible, pero no porque yo haya cometido algo malo.” De hecho, la creencia que internalizé acerca de si misma fue: “Soy una mujer fuerte, resis- tente,” Como lo ilustra este ejemplo, el método EMDR cataliza el aprendizaj Cuando se trata de un recuerdo perturbador, las imagenes, creencias y cmocio- nes, todas ellas negativas, se tornan menos vividas y menos vilidas, Tal parece que se vinculan a informacién mds apropiada: el cliente aprende lo que es necesario y util de la experiencia perturbadora del pasado y el suceso se reintegra a la memoria de una manera adaptativa, sana, que ya no provoca ansiedad. Pero el aprendizaje es una tarea continua. Cuando se trata de un suceso positive, como un futuro alternativo que el cliente imagina como descable, las imagenes, las cre- encias y los sentimientos 0 emociones se tornan mas vividos, aumentados, mas vilidos. Por lo tanto, el método EMDR es empleado para: (1) ayudar al cliente a aprender a partir de las experiencias negativas del pasado, (2) desensibilizar los detonadores actuales que ocasionan una angustia injustificada, y (3) incorporar patrones de conducta positivos para el futuro, que permitan al cliente destacarse individualmente y dentro de su propio sistema interpersonal. Claramente, entonces, a partir de esta sencilla descripcién del protocolo con- vencional de tres vertientes, vemos que el método EMDR retine aspectos de muchas tendencias psicolégicas importantes: la atencidn prestada a sucesos etio~ logicos, a los que la terapia psicodindmica no concede demasiada importancia; TRASFONDO es 3 las respuestas condicionadas que son destacadas por la terapia conductual; las creencias de la terapia cognitiva; las emociones de las terapias basadas en la expe- riencia; el trabajo basado cn imagenes de las terapias hipnéticas; y la compren- sién contextual de la teorfa de sistemas. Podremos observar dicha integracién de las mas destacadas tendencias psicolégicas a lo largo de todo el texto. Como enfoque integral, todos los procedimientos y protocolos del método EMDR estén encaminados a propiciar efectos positivos por medio de una interac- cién entre la contencién del cliente y el procesamiento de la informacién (tam- bién vea Shapiro, 1999, en prensa-a). Cada efecto ocasionado por el tratamiento implica una interaccién entre el cliente, el clinico y el método. Los clinicos deben comprender a fondo cémo preparar adecuadamente a los clientes y permanecer sintonizados a sus necesidades individuals, al tiempo que contindan activando el procesamienro de informacién, de manera que pueda Ilevarse a cabo el apren- dizaje. Los clinicos deben registrar el historial clinico del cliente para, asf, identi- ficar los objetivos o blancos precisos que deberdn procesarse y los déficits de des- arrollo a los que quiz deban prestar atencién. El método EMDR ha probado ser altamente exitoso en el tratamiento de traumas importantes (por ejemplo, Carlson, Chemtob, Rusnak, Hedlund y Muraoka, 1998; Ironson, Freund, Strauss y Williams, en prensa; Marcus, Marquis y Sakai, 1997; Rothbaum, 1997; Scheck, Schaeffer y Gillette, 1998; Wilson, Becker y Tinker, 1995, 1997), y la observacién de miles de sesiones con clientes desde hace 14 afios demuestra cla- ramente que las experiencias perturbadoras tempranas de todo tipo pueden ejer- cer efectos negativos y duraderos similares. Por ejemplo, si permitimos que nuestra mente recorra nuestra infancia y de pronto recordamos un incidente humillante, muchos de nosotros descubriremos que atin surge de manera auromatica el flujo de emociones o de pensamientos que experimentamos en aquel momento. Sentimos que nuestros cuerpos atin se sobresaltan. De acuerdo con el modelo de Procesamiento Adaptativo de la Informacién que gufa la prictica del metodo EMDR (vea el capitulo 2), podria- mos decir que dicho suceso no ha sido procesado suficientemente y que estos pensamientos, emociones y reacciones fisicas que surgen automticamente quizd estén influyendo, de manera inapropiada, en las percepciones y acciones que vivi- mos en el presente, en circunstancias similares. Es posible que reaccionemos negativamente a la autoridad, a grupos, a nuevas experiencias de aprendizaje o a cualquier tipo de circunstancia que pueble ese recuerdo. No se trata meramente de respuestas condicionadas. Son respuestas inherentes, que han sido almacenadas en nuestra memoria. Cuando un suceso ha sido procesado debidamente, pode- mos recordarlo, mas no experimentamos las viejas emociones o sensaciones en el presente, Nuestros recuerdos nos brindan informacién, mas no nos controlan, Como veremos en detalle en el siguiente capitulo, los sintomas del desorden de estrés postraumdtico (PTSD por sus siglas en inglés) se derivan claramente de experiencias como éstas, que han sido almacenadas disfuncionalmente. Las pesa- dillas, los recuerdos retrospectivos intercalados en acciones presentes, los pensa- mientos intrusivos y los altos niveles de excitacién pueden ser vistos como sig- nos de este almacenamiento. Claramente, las victimas experimentan niveles exagerados de miedo y de impotencia y se comportan de acuerdo con dichos sen- 4 w CAPITULO 1: TRASFONDO. timientos. Sin embargo, lo que el método EMDR nos ha demostrado a fo largo de los ultimos afios es que, incluso los eventos facilmente localizables, como humi- Uaciones sufridas cn la infancia y desilusiones, pueden gencrar efectos negativos comparablemente duraderos. A pesar de que es posible que no generen la imagi- nerfa intrusiva t{pica del PTSD, las emociones, creencias y sensaciones fisicas sur- gen en el cuerpo y en la mente, dando color a las percepciones del presente y conduciendo al individuo a un estado de infelicidad y de conductas inapropiadas en el presente. En términos simples, el pasado se hace presente. Por lo tanto, no importa si se trata de un suceso traumdtico con “T” maytiscula que precipita el Prsb o de un suceso traumdtico con “t” mimiscula, més ubicua, que ocurre de manera desenfrenada durante toda la infancia. Persiste un efecto negativo dur dero en la psique y la autoestima del individuo. Segiin la definicién del diccio- nario, es un trauma; y en términos de procesamiento de informacién, se propo- ne que ha sido almacenado disfuncionalmente en el tipo incorrecto de memoria (por ejemplo, en la memoria implicita/motora, en vez de almacenarse en la memoria explicita/narrativa; para obtener un entendimiento integral sobre los sistemas de memoria, vea Armony y LeDoux, 1997; LeDoux, 1996; Squire, 1992; Stickgold, en prensa; van der Kolk, 1994; van der Kolk, Osterman y Hopper, 2000). La meta inicial de la terapia EMDR es procesar dichas experien- cias y ayudar a liberar al cliente de su pasado, de manera que pueda incorporar- se con plenitud al presente. Para el clinico activo, la distincién importante que existe entre un suceso procesado adaprativamente 0 uno almacenado disfuncionalmente es que, en el primer caso, se ha Hlevado a cabo un aprendizaje adecuado y ha sido almacenado con emociones apropiadas, que son capaces de guiar a la persona hacia el futuro. El recuerdo almacenado disfuncionalmente atin guarda dentro de s{ algunas de las percepciones sensoriales y pensamientos que prevalecieron durante el suceso mismo. Esencialmente, la perspectiva infantil estd encerrada y provoca que la persona perciba el presente desde un punto de vista similar, de desventaja, defec- tuoso (por ejemplo: “Nadie puede quererme/no soy una buena persona’), de inseguridad 0 carencia de control. Los clinicos observan esto mismo todos los dias en su practica clinica: los clientes “saben bien” que no deberfan sentirse inva- didos de sentimientos de desesperanza, de impotencia o desamor, pero la verdad €s que experimentan esos sentimientos. Es posible que, sin darse cuenta, comien- cena hablar con un tono infantil cuando hablan de sus experiencias tempranas. Existe una divisién entre lo que desearfan hacer y lo que realmente pueden hacer, entre las posibilidades que les son accesibles y su capacidad de percibir y Hlevarlas a cabo. El clinico EMDR debe, por lo tanto, identificar los sucesos que han sido almacenados disfuncionalmente y que ejercen un influjo en las percepciones pre- sentes del cliente, impidiendo su desarrollo (Shapiro, 1998; Shapiro y Forest, 1997) y ayudarle a procesarlos. Los individuos que suften a causa de sucesos traumiticos y que participaron en numerosos estudios controlados del psp han alcanzado una répida mejorfa por medio de! tratamiento EMDR, acercdndolos al rango de “normalidad” en una amplia variedad de medidas (vea el capftulo 12). Los indicadores de autocfica- cia y de bienestar se han incrementado, mientras que el grado de ansiedad y TRASFONDO es 5 depresién ha disminuido. Los mismos indicadores son aparentes en la practica clinica general y parecen apoyar la teoria que indica que, al procesar expetiencias de lainfancia que han sido almacenadas de la misma manera disfuncional, se per- mite al cliente convertirse plena ¢ integralmente en un adulto. Es decir, tal pare- ce que la mayor parte de las caracteristicas disfuncionales mostradas en el espec- tro completo de los desérdenes psicolégicos pueden ser consideradas algo que tiene sus rafces en elementos experienciales que han contribuido a dicha situa- cién, Claramente, la interaccién entre la predisposicién genética y las circuns- tancias que ponen en peligro la resistencia, como la fatiga, el abuso de sustancias toxicas, etcétera, tienen un papel importante en el panorama clinico total. Se ha pensado que algunos desérdenes, como ciertas clases de depresién, pueden ser ocasionados puramente por carencias orgdnicas y no serfan candidatos apropia- dos para recibir un tratamiento EMOR. Pero la experiencia clinica indica que muchas patologfas, incluyendo ciertas formas de depresién, son generadas por experiencias previas que contienen sentimientos 0 emociones de “impotencia,” “desesperanza” o cualquiera de los sentimientos o emociones que constituyen un sentido de autodenigracién y falta de eficacia. Aunque de ninguna manera debe considerdrsele una panacea, el papel especifico del método EMDR es ayudar a metabolizar los sucesos experienciales que han contribuido a la disfuncién actual, que pueden ir desde incidentes criticos ficilmente identificables (como violacio- nes sexuales © asaltos), hasta Jas aparentemente inocuas interacciones negativas con [a familia, con personas de la misma edad y condicién, con maestros, perso- nas desconocidas y otras mds que han dejado en el cliente un efecto negativo duradero. Muchos de nuestros clientes, al simplemente procesar estas experiencias tem- pranas, logran llevar a cabo las conexiones cognitivas y emocionales apropiadas de Jas cuales, de manera espontanea, surgen conductas adaptativas, aunadas a revelaciones y conceptos de s{ mismo positivos. Sin embargo, en el caso de los clientes que fueron abandonados o maltratados en grados extremos durante la infancia, también es importante deverminar qué capacidades de desarrollo pudie- ran haberse cerrado en ellos antes de haberse fijado las infracstructuras impor- tantes. zAcaso el nifio traumatizado aprendié la constancia objetal 0 es que este concepto deberd ser ensefiado durante la terapia? ;Qué tendr4 que modelar ef cli- nico para el cliente? ;Qué experiencias deberdn ser generadas para permitir que emerjan las introyecciones y los patrones necesarios? Una vez generadas dichas interacciones positivas dentro de la relacién terapéutica, también son almacena- das en la memoria y pueden ser incrementadas por medio de procedimientos EMDR. Como terapeutas, debemos tener el cuidado de considerar a nuestros clien- tes como seres complejos que funcionan en todos los niveles, es decir, seres que sienten, piensan, experimentan emociones, actiian y creen. Y no debemos sentir- nos satisfechos al simplemente anular el sufrimiento extremo. Nuestros clientes merecen mucho més que eso. Merecen amar, crear vinculos, destacarse y, si as{ lo desearan, descubrir en sf mismos el deseo de ayudar a otros. Merecen todos los atributos que Maslow (1970) describié como realizacién. Para ese fin, emplea- mos un protocolo EMDR convencional de tres vertientes y asi ofrecer a los clien- 6 w CAPITULO 1: TRASFONDO tes un tratamiento integral que incluya el pasado, el presente y el futuro. Se espe- ra que nadie sea considerado un ser descartable. Hemos recorrido un largo camino desde los dias en que la mente era consi- derada sélo una “caja negra.” Los neuropsicélogos del desarrollo estan demos- trando que el abandono y la falta de vinculos emotivos durante la tierna infancia puede conllevar a una falta de organizacién cortical, necesaria para que el indivi- duo pueda consolarse a si mismo y autorregularse (Schore, 1994, 1997, 2001 c; Siegel, 1999, en prensa). Estos y otros descubrimientos han informado a la pric- tica clinica y han dado como resultado un mayor énfasis en la necesidad de una estabilizacién temprana de tales clientes y cl empleo de protocolos EMDR para aumentar su acceso a sentimientos, emociones y experiencias positivas (Leeds y Shapiro, 2000; vea el apéndice A). A pesar de que atin no ha sido determinado el grado de curacién posible en los clientes que han sido victimas de abuso seve- ro, deberia subrayarse que los descubrimientos neurobioldgicos detrimentales no son necesariamente permanentes. Con el advenimiento de los escaneos SPECT, FMRI y teniendo ya un mayor entendimiento de los neurotransmisores, los datos preliminares indican que, en efecto, se generan cambios biolégicos en la etapa posterior al procesamiento EMDR (Heber, Kellner y Yehuda, en prensa; Lansing, Amen y Klindt, 2000; Levin, Lazrove y van der Kolk, 1999), como uno espera- rfa que sucediera al final de un tratamiento exitoso. La utilidad del método EMDR estriba en su capacidad de ofrecer un cambio relativamente r4pido, de manera que las intervenciones puedan ser evaluadas rdpidamente y se puedan llevar a cabo correcciones terapéuticas. Sin embargo, la verdadera importancia del méto- do EMDR radica en su enfoque integral. Se requiere la sabidurfa de todas las dis- tintas tendencias psicoldgicas para asegurarse de que nadie quede rezagado. La meta del método EMDR es lograr los efectos de tratamiento mds profundos e inte- grales en el tiempo més corto posible y al mismo tiempo mantener la estabilidad del cliente, dentro de un sistema balanceado. Sin embargo, estos cambios debe- rian manifestarse éptimamente en todos los niveles del ser y del funcionamiento de la persona. Nuestra labor como clinicos se vuelve mas amplia y mas comple- ja. a medida que trascendemos los modelos unilaterales y que brindamos trata- micnto a la persona integral, dentro del contexto de un sistema social interco- municado. A pesar de que muchos clinicos comparten la nocién de que deberian fomentar el crecimiento personal del cliente, un énfasis bésico del campo de la psicologia se ha dirigido a desarrollar un sistema de clasificacién convencional de los sintomas declarados y de los desérdenes especificos. En gran medida, la inves- tigacién ha sido encaminada a identificar las caracteristicas del paciente y los esti- los de respucstas y, en segundo lugar, poner a prueba varios tratamientos para los desérdenes designados. La investigacién controlada ha demostrado que el méto- do EMDR es efectivo en el tratamiento del pTsp y existe la clara necesidad de eva- luar el método EMDR y todas las otras formas de psicoterapia, respecto a un sin- niimero de aplicaciones. Los criticos o analistas independientes de la American Psychological Association Division 12 ‘Task Force on Empirically Supported ‘Treatments (Chambless et a/., 1998) indicaron que, de los cientos de diagnésti- cos y terapias existentes, aproximadamente 12 técnicas fueron consideradas UN DESCUBRIMIENTO AZAROSO es 7 “bien establecidas” por la investigacién controlada de condiciones aisladas, que inclufan cefaleas y “la confrontacién y manejo de elementos estresantes.” En otras palabras, casi cualquicr condicién mental incluida en la lista del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (Manual Estadistico y Diagnéstico de Desérdenes Mentales) no cuenta con un tratamiento bien establecido, apoyado en la experiencia empfrica. El advenimiento del método EMDR aumenté expo- nencialmente la cantidad de investigacién controlada que se ha realizado en toro al PTSD (vea van Etten y Taylor, 1998) y se espera que logre lo mismo al aplicarse a otros desérdenes experienciales. En el capitulo 12 y en el apéndice D se exploran ciertas sugerencias para llevar a cabo investigaciones respectivas. Un descubrimiento azaroso A pesar de que el papel que desempefian los movimientos oculares ha sido bien documentado en conexién con los procesos cognitivos mas elevados y con la fun- cién cortical (Amadeo y Shagass, 1963; Antrobus, 1973; Antrobus, Antrobus y Singer, 1964; Gale y Johnson, 1984; Leigh y Zee, 1983; Monty, Fisher y Sen- ders, 1978; Monty y Senders, 1976; Ringo, Sobotka, Diltz y Bruce, 1994) y, de hecho, habfa sido previamente identificado como algo que guarda correlacién con un cambio cn el contenido cognitive (Antrobus, Antrobus y Singer, 1964), su uso en el tratamiento EMDR se basa en una observacibn azarosa que realicé en la primavera de 1987. Al salir a caminar un dia, me di cuenta de que stibitamente desaparecieron algunos pensamientos perturbadores que experimentaba en el momento, También me di cuenta de que cuando me venfan a la mente estos recuerdos, ya no resultaban tan perturbadores como antes y su validez habia dis- minuido. Mi experiencia previa me habfa ensefiado que los pensamientos per- turbadores generalmente sufren un cierto retorno al mismo punto (loop) [con- sultar el término Jooping en el glosario}; es decir, tienden a repetirse una y otra vex hasta que d individuo, de manera consciente, hace algo para detenerlos o para cambiarlos. Lo que llamé mi atencidn ese dia fue que mis pensamientos per- tutbadores comenzaban a desaparecer y que estaban cambiando sin que yo hicie- ra un esfuerzo consciente para lograrlo. Fascinada, comencé a prestar mucha atencién a lo que estaba sucediendo. Percibi que, cuando me venian a la mente los pensamientos perturbadores, mis ojos comenzaban a moverse muy répidamente, de abajo hacia arriba, y de mane- ra espontinea. De nuevo, los pensamientos desaparecfan, y cuando pensé en ellos volunrariamente, su carga negativa se habia reducido en forma notoria. En ese punto, comencé a realizar movimientos oculares de manera deliberada al ticmpo que me concentraba en toda una variedad de pensamientos y recuerdos pertur- badores. Y descubsi que también estos pensamientos desaparecian y perdian su carga emotiva. Mi interés crecié a medida que me di cuenta de los efectos poten- ciales de este efecto. Unos cuantos dias después, comencé a experimentar esto mismo con otras personas: amigos, colegas y los participantes de los talleres de psicologfa a los que asistfa en aquella época. Estas personas padecfan una gama amplia de malestares B w CAPITULO 1: TRASFONDO no patolégicos y, al igual que el resto de la poblacién, habian asistido a cantida- des variables de rerapias psicoldgicas. Cuando les preguntaba: “;Sobre qué pro- blema quiere usted que trabajemos?”, las personas sacaban a flore recuerdos, creencias y situaciones de naturaleza perturbadora, que inclufan desde humilla- ciones sufridas en fa infancia hasta frustraciones laborales del presente. Luego les mostraba de qué manera habia yo movido mis ojos répidamente, hacia arriba y hacia abajo, y les pedia que imitaran dichos movimientos oculares mientras recordaban sus problemas. Para comenzar, descubri que la mayoria de las perso- nas no posee el suficiente control muscular para continuar moviendo sus ojos durante un espacio de tiempo prolongado. Decidida a investigar esta posibilidad, les pedi que siguicran mis dedos con la vista, al ticmpo que yo movfa mi mano de un lado a otro hasta lograr que sus movimientos oculares duplicaran la velo- cidad y la direccién que habia empleado conmigo misma aquel dia en el parque. Esto funcioné de manera mucho mas adecuada, Sin embargo, a continuacidn descubri que las personas en cuestién comen- zaban a sentirse mejor pero que quedaban atrapadas por el material perturbador. Gon el fin de vencer este obstéculo, probé distintos tipos de movimientos ocula- res (mds répidos, mds lencos y en distintas direcciones) y pedi a las personas que concentraran su atencién en toda una variedad de cosas distintas (como diversos aspectos del recuerdo especifico o los sentimientos que éste producia en ellas). A medida que avanz4bamos, comencé a aprender cudles estrategias lograrfan mejo- res resultados. Ademds, comencé a encontrar maneras convencionales de abrir y cerrar las sesiones que parecian alcanzar efectos positivos. En breve, al trabajar con alrededor de 70 personas durante aproximadamen- te scis meses, desarrollé un procedimiento convencional que, de manera consis- tente, lograba aliviar sus males, Debido a que mi enfoque principal se basaba en reducir la ansiedad del cliente (como habia sucedido en mi propio caso con los movimientos oculares) y debido a que la modalidad que yo seguia en aquella época era la conductual, di al procedimiento el nombre de Eye Movement Desensitization (EMD) [Desensibilizacién por medio de Movimientos Oculares}. El primer estudio controlado Durante el invierno de 1987, decidi corroborar si el método EMD obtendria el mismo éxito en condiciones controladas. En mi trabajo inicial, habia logrado gran eficacia al emplear el método EMD con recuerdos antiguos. Por lo tanto, decidi que, para mi primer estudio oficial, deseaba encontrar un grupo homogé- neo de personas aquejadas por recuerdos antiguos. Pensé primero en las victimas de violaciones sexuales, las victimas de acoso sexual y los veteranos de Vietnam, quienes cumplen con el diagndstico del desorden de estrés postraumatico (PTSD), como era definido en aquel tiempo por el entonces vigente Diagnostic and Sta- tistic Manual of Mental Disorders (Manual Estadistico y Diagnéstico de Desér- denes Mentales), en su tercera edicién (DSM-III; Asociacién Psiquidtrica Ameri- cana, 1980). En un principio, éta parecié ser la poblacién ideal para mis experimentos, debido a sus recuerdos antiguos. Pero habia un deralle: yo no sabfa EL PRIMER ESTUDIO CONTROLADO @# 9 si los procedimientos probarfan ser efectivos en resolver los recuerdos traumati- cos, ya que atin no los habfa probado en personas que padecian condiciones pato- logicas. ;Y si el cerebro en realidad almacena los recuerdos traumaticos de mane- ra diferente? z¥ si no podian ser localizados por los procedimientos de la misma manera en que podfan ser localizados los recuerdos perturbadores no traumiticos? Con el fin de probar si el método EMDR funcionarfa con personas aquejadas por recuerdos traumaticos, decidf encontrar un voluntario que habia sufrido traumas al participar en la guerra. “Doug” era un consejero del programa local de ayuda para los veteranos de Vietnam. A pesar de que generalmente era una persona bien adaptada y exitosa, un recuerdo recurrente parecia perturbarlo de manera exagerada y continua. Durante un recorrido militar que realizé en Vietnam durante los afies sesenta, Doug habfa servido como soldado de infante- ria. Un dfa, cuando estaba descargando cadéveres de un helicéptero de rescate, un compaiiero suyo se le acercé para darle malas noticias acerca de uno de los cuerpos que acababa de descargar. Pedi a Doug que mantuviera en su mente el recuerdo de ese momento, al tiempo que él seguia el movimiento de mi mano con sus ojos. Asi lo hizo y, tras de dos o tres series de movimientos oculares, declaré que la escena habia cambiado: La parte auditiva del recuerdo habia des- aparecido. En su lugar, solamente lograba ver que la boca de su compaiiero se movia, sin emitir sonido alguno. Tras de otras series adicionales de movimientos oculares, Doug me dijo que la escena se habia transformado dentro de su mente, hasta ascmejar “un trozo de pintura descarapelada bajo el agua” y que ahora se sentia tranquilo. “Finalmente puedo decir que la guerra ha terminado y puedo decitles a todos que pueden regresar a casa,” dijo. Cuando més tarde le pedi que pensara en Vietnam, la imagen que surgié fue -en lugar de cadéveres~ un recuet- do de la primera vez que habia volado sobre ese pais, cuando le habia parecido un “jardin paradisiaco.” Esta era la primera vez en 20 afios que Doug habia recor- dado una imagen positiva de Vietnam. Seis meses més tarde, cuando volvi a con- tactarlo, Doug me dijo que los efectos positivos habian durado hasta ese momen- to. A partir del tratamiento, la imagen perturbadora no habia vuelto a invadir su mente. Es més, cuando buscaba deliberadamente que aflorara el recuerdo, le venfa a la mente la imagen del “trozo de pintura” y ya no sentfa Ia menor angus- tia cuando lo vefa. El éxito alcanzado con Doug parecia confirmar que los recuerdos trauméti- cos de varias décadas de antigiiedad podian ser localizados y resueltos por medio de este método. Con esta noticia alentadora, inicié un estudio controlado con 22 victimas de violacién, de abuso sexual o veteranos de guerra de Vietnam que padecian recuerdos traumaticos. Al azar, los sujetos fueron asignados al grupo de tratamiento 0 al grupo de control. Empleé cl método EMD con el grupo cn tratamiento, y a los sujetos en el grupo de control les apliqué el efecto placebo al pedirles que describieran con todo deralle el recuerdo traumético que les aquejaba. Interrumps a los sujetos en ambos grupos aproximadamente el mismo mimero de veces, con el fin de eva- luar su nivel de ansiedad y para obtener una rettoalimentacién, empleando las mismas preguntas (por ejemplo: “;Qué ve ahora?”). El propésito de un grupo de control cra generar la posibilidad de obtener efectos positivos como resultado de 10 82 CAPITULO 1: TRASFONDO. la atencién directa de un investigador y que el cliente se viera expuesto al recuer- do durante una cantidad similar de tiempo. Esta exposicién, en la que el sujeto sostiene conscientemente | recuerdo durante un lapso de ticmpo prolongado, puede ser considerada una condicién de anegamiento modificado (modified floo- ding condition, consultar el término anegamiento en el glosario), pero la consi- deré una condicién placebo porque no es posible obtener efectos positives del tratamiento cuando existe una exposicin terapéutica directa (direct therapeutic exposure: DTE) que dure slo una sesién (Keane y Kaloupek, 1982). De manera individual, pedi a los sujetos en ambos grupos que me habla- ran de la imagen perturbadora de su recuerdo traumdtico, junto con cualquier pensamiento negativo o creencia negativa que tuvieran respecto al incidente mismo 0 a su participacién en el suceso (como “Soy un ser sucio,” “No valgo nada,” “No tengo ningiin control sobre mi mismo”). A esto le llamo cognicién negativa. Luego ped/ a los sujetos que rememoraran el recuerdo y Ia cognicién negativa y que ellos mismos calificaran su nivel de ansiedad, empleando una Escala de Unidades Subjetivas de Perturbacién (UsP , 0 en inglés, Subjective Units of Disturbance = Scale) de 11 puntos, en la cual el 0 (cero) representa intensidad neutral y ef 10 cquivale al mas alto grado de ansicdad posible (Wolpe, 1990). También pedi a los sujetos que verbalizaran un pensamiento o creencia positivos que les gustaria tener respecto a si mismos (como “Valgo la pena,” “Estoy en control” 9 “Hice lo que pude”). Finalmente, les pedi que juz~ garan cudn cierta les parecia esta creencia positiva, por medio de una escala diferencial seméntica de 7 puntos -llamada Escala de Validez de Cognicién (cVC) 0, en inglés, Validity of Cognition = Scale— en la que el 1 representa un concepro “completamente falso” y el 7 significa que el concepro es “completa- mente verdadero.” Previne a los sujetos que era preferible que, para formar su juticio, se valieran de sus sentimientos viscerales en ver de realizar un anlisis intelectual del suceso. El grupo bajo tratamiento mostré dos cambios notables: disminuyeron los niveles de ansiedad, demostrando un efecto pronunciado de desensibilizacién, y aumenté notablemente su percepcién respecto a cudn ciertas eran sus creencias, lo que indicé una fuerte restructuracién cognitiva. En el grupo de control, se incrementaron los niveles de ansicdad cn un principio, lo cual cs consistente con las respuestas a las fases iniciales de los procedimientos de “anegamiento” encon- trados por otros investigadores (Boudewyns y Shipley, 1983). Ademds, a medida que aumentaba el nivel de ansiedad en los sujetos del grupo de control, no era inusual que disminuyera su sentido de autoeficacia, Por razones éticas, el méco- do EMD fue aplicado al grupo de control después de participar en la condicién placebo, y se obtuvieron efectos positivos del tratamiento con la condicién de tratamiento retardado. Los efectos positives de tratamiento, mantenidos en los seguimientos de 1 y 3 meses, indicaron que hab(an logrado una desensibiliza- cién sustancial, una notable restructuracién cognitiva de las percepciones relat vas al suceso traumético y una disminucién de los s{nomas principales. Por gjemplo, se redujeron en gran medida las quejas sobre perturbacién del suefio. Un sujeto, cuyo historial indicaba que durante toda su vida habfa padecido una © dos pesadillas violentas y terrorificas cada semana, reporté que tuvo un suefio MAS ORSERVACIONES CLINICAS Y EXPERIMENTALES ca 11 violento la noche después de un tratamiento EMD, pero que en esta ocasién no habia sentido miedo y que durante el sueno “hacia una reverencia ante sus ene- migos Samurai.” Luego, él y ellos habian “unido sus fuerzas” y, desde entonces, no habia tenido sucfios violentos o terrorificos. Declaré que esto cra, segtin podia recordar, el primer perfodo de su vida en que no habia tenido pesadillas y en el que se habia sentido “bien, con confianza en mi mismo, ininterrumpidamente.” Su esposa corrobord que ya no se agitaba violentamente en la cama por las noches, Un veterano de Vietnam, que sufria de recuerdos retrospectivos insertos en cl presente (flashbacks) y que padecié de pensamientos intrusivos y pesadillas durante 21 afios respecto a un incidente particular, también reports que, después del tratamiento, s6lo tuvo una sola pesadilla subsecuente y que ésta no habia teni- do “la menor fuerza.” Es mis, nos confié “Me di cuenta de que la persona que cortaba mi cucllo dentro del sucfio cra yo mismo.” Nunca mas padecié suciios terrorificos, Reconocié que sélo ocasionalmente padecia de pensamientos intru- sivos, pero declaré: “Ahora ninguno de estos pensamientos tiene verdadero poder sobre mi.” También se describié a s{ mismo como una persona mas tranquila res- pecto a todos los asuntos y recuerdos relativos al incidente. A pesar de que el estudio se vio mermado por la carencia de medidas estan- darizadas y la falta de evaluaciones ciegas, tinicamente otro estudio controlado (con confusiones similares) ha sido publicado sobre esta poblacién (Peniston, 1986). Dicho estudio reports efectos moderados tras de 45 sesiones de desensi- bilizacin sistematica apoyada en la biorretroalimentacién. Por lo tanto, junto con otros dos estudios acerca de la terapia de exposicién prolongada publicados ese mismo afio y que descubricron que los sintomas se habjan reducido en un 30%, la investigacién piloto del método EMDR se convirtié en uno de los prime- ros estudios controlados publicados que evaluaban la sintomatologia del Pts (Shapiro, 19892). Mas observaciones clinicas y experimentales Durante los 12 afios desde que se realizé la investigacién piloto inicial (Shapiro, 1989a) han sido publicados més de una docena de estudios rigurosamente con- trolados sobre el método EMDR, que ofrecen pruebas de su eficacia (vea Feske, 1998; Maxfield y Hyer, en prensa; Waller, Mulick y Spates, 2000; Spector y Read, 1999; van Etten y Taylor, 1998). En consecuencia, las pautas de practica de la International Society for Traumatic Stress Studies (Sociedad Internacional para Estudios sobre el Estrés Traumatico) ha designado el método EMDR como. un tratamiento efectivo para el PTSD (Chemtob, Tolin, van der Kolk y Pitman, 2000; Shalev, Friedman, Foa y Keane, 2000), asi como lo ha hecho el Departa- mento de Salud del Reino Unido (2001). Tras explicar més ampliamente la meto- dologta, el capitulo 12 contiene un examen detallado de las investigaciones con- troladas existentes y de sugerencias para investigaciones futuras. Ademis de la investigacién controlada, los exitosos resultados clinicos logra- dos con el método EMDR indican la amplia gama de casos en que dicho método puede ser aplicado (vea también el apéndice D). Por ejemplo, un sondeo que fue 12 w CAPITULO 1: TRASFONDO aprobado y patrocinado parcialmente por un centro médico del Departamento de Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos (Department of Veterans Affairs: bya) se enfocé en clinicos capacitados en el mérodo EMDR que habian tratado a mas de 10 000 clientes. Encontré que aproximadamente 74% de los clinics declarararon haber obtenido més efectos benéficos con el mérodo EMDR que con cualquiera de los otros métodos empleados, mientras que sélo 4% indicaron un éxito menor (Lipke, 1992b, 1994, 1995). Desde el estudio inicial sobre su eficacia (Shapiro, 19892), se han reportado resultados terapéuticos positivos al emplear el método EMDR en una amplia gama de poblaciones, como ha sido documentado en el siguiente caso y en los siguien- tes estudios controlados: . Vereranos de combate de la guerra “Tormenta del Desierto,” de la guerra de Viet- nam, de la guerra de Corea y de la segunda Guerra Mundial que anteriormente resultaron ser resistentes a cualquier tratamiento y que ahora han mostrado una mar- cada mejoria en cuanto a sintomas tales como recuerdos retrospectivos insertos en el presente (flashbacks), pesadillas y otras secuelas de ris (Blore, 1997b; Carlson, ‘Chemtob, Rusnak y Hedlund, 1996; Carlson e¢ a/., 1998; Danicls, Lipke, Richard- son y Silver, 1992; Lipke, 2000; Lipke y Botkin, 1992; Silver, Brooks y Obenchain, 1995; Thomas y Gafner, 1993; White, 1998; Young, 1995). Personas que sufren de fobias y de “desorden de panico,” quienes revelaron una répi- da reduccién del miedo y de la sintomatologla (Doctor, 1994; de Jongh y Ten Bro- eke, 1998; de Jongh, Ten Brocke y Renssen, 1999; Feske y Goldstein, 1997; Golds- tcin y Feske, 1994; Kleinknecht, 1993; Nadler, 1996; O’Brien, 1993). 3. Victimas de crimenes y oficiales de policia que ya no se sienten perturbados por las consecuencias de ataques violentos (Baker y McBride, 1991; Kleinknecht y Morgan, 1992; McNally y Solomon, 1999; Page y Crino, 1993; Shapiro y Solomon, 1995; Solomon, 1995, 1998). . Personas que han dejado de suftir excesivamente debido a la pérdida de un ser amado © por muertes generadas en la Iinea del deber, como es el caso de ingenieros v » que ya no se sienten culpables de que sus trenes hayan matado, inevitablemente, a unos peatones (Puk, 1991a; Solomon, 1994, 1995, 1998; Solomon y Kaufman, 1994; Shapiro y Solomon, 1995). 5. Nifios que fueron curados de sintomas traumaticos ocasionados por ataques 0 desas- tres naturales (Chemtob, Nakashima, Hamada y Carlson, en prensa; Cocco y Shar- pe, 1993; Datta y Wallace, 1994, 1996; Greenwald, 1994, 1998, 1999; Johnson, 1998; Lovett, 1999; Pellicer, 1993; Puffer, Greenwald y Elrod, 1998; Shapiro, 19912; Tinker y Wilson, 1999; Wilson y Tinker, 2000). 6. Victimas de ataques sexuales que se encuentran libres de sintomas debilitantes, per- mitiéadoles llevar vidas normales y mantener relaciones intimas (Edmond, Rubin y Wambach, 1999; Hyer, 1995; Ironson et al, en prensa; Parnell, 1999; Puk, 1991a; Rothbaum, 1997; Scheck et al., 1998; Shapiro, 1989b, 1991a, 1994a; Wolpe y Abrams, 1991). 7. Victimas de accidentes, de cirugfas y de quemaduras que se habjan debilitado emo- ional o fisicamente y que ahora son capaces de llevar vidas productivas (Blore, 1997a; Hassard, 1993; McCann, 1992; Puk, 1992; Solomon y Kaufman, 1994). 8. Victimas de disfunciones sexuales que ahora son capaces de mantener relaciones sexuales sanas (Levin, 1993; Wernik, 1993). UN CAMBIO EN EL PARADIGMA ef 13 9. Clientes que se encontraban en distintos estados de dependencia respecto de sus- tancias quimicas y jugadores patoldgicos, que ahora se recuperan de manera estable y cuya tendencia a recaer se ha reducido notablemente (Henry, 1996; Shapiro, Vogelmann-Sine y Sine, 1994). 10. Personas con desdrdenes disasociatives que progresan a un ritmo mas rpido que lo logrado con tratamientos tradicionales (Fine, 1994; Fine y Berkowitz, 2000; Lazro- ve, 1994; Lazrove y Fine, 1996; Marquis y Puk, 1994; Paulsen, 1995; Rouanzoin, 1994; Young, 1994). 11. Personas que padecen de ‘ansiedad de desempefio” y aquellos que buscan destacar en el mundo de los negocios, en el teatro y la danza, en la escuela y en actividades deportivas y que han recibido los beneficios de los tratamientos EMDR (Crabbe, 1996; Foster y Lendl, 1995, 1996, en prensa; Maxfield y Melnyk, 2000). 12. Personas que sufren de desérdenes somatoformes, como el desorden dismérfico cor- poral, o de dolor crénico, y que se han recuperado répidamente (Brown, McGol drick y Buchanan, 1997; Grant y Threlfo, en prensa). 13, Clientes que han sido diagnosticados con desérdenes de la personalidad o con PTSD complejo y cuya funcionabilidad y estabilizacién ha aumentado (Fensterheim, 1996; Herber et al., en prensa; Manfield, 1998; Korn y Leeds, en prensa). 14, Clientes con una gran variedad de (19D y otros diagnésticos, que han experimenca- do un beneficio sustancial a partir de los tratamiento EMDR (Allen y Lewis, 1996: Balcom, Call y Pearlman, 2000; Cohn, 1993; Forbes, Creamer y Rycroft, 1994: Grainger, Levin, Allen-Byrd, Doctor y Lee, 1997; Lazrove, Triffleman, Kite, McGlashan y Rounsaville, 1998; Lee, Gavriel, Drummond, Richards y Greenwald, en prensa; Lipke, 1994, 1995, 2000; Marcus ef al., 1997; Marquis, 1991; Parnell, 1996, 1997; Phillips, 2000; Puk, 1991b; Shapiro y Forrest, 1997; Spates y Buract- te, 1995; Spector y Huthwaite, 1993; Vaughan, Wiese, Gold y Tarrier, 1994; Wil- son, Silver, Covi y Foster, 1996; Wolpe y Abrams, 1991). Un cambio en el paradigma Tal y como lo hice notar en mis reportes anteriores (Shapiro, 1989, b), fueron muchos los procedimientos aparentemente responsables de los efectos positivos que logré en el estudio inicial y que no pudieron ser incluidos en los articulos debido a una limitacién de espacio. El continuo refinamiento de estos procedi- mientos y la subsecuente evaluacién de cientos de reportes clinicos de terapeutas capacitados nos Hlevaron a comprender que los procedimientos éptimos provo- caban, simulténeamente, tanto la desensibilizacion y la restructuracién cognitiva de los recuerdos, como la obtencién de revelaciones espontineas y un aumento en la autocficacia del cliente. Todo esto parecfa ser el resultado del procesamiento adaprativo de los recuerdos perturbadores. Esta comprensién me insté a dar un nuevo nombre al método: Eye Movement Desensitization and Reprocessing (EMDR) (Desensibilizacién y Reprocesamiento por medio de Movimientos Ocu- lares). El cambio de nombre del método, de EMD a EMDR en 1990, incluyé un cam- bio personal en orientacién psicoldgica. Al inicio, parti de una formulacién con- ductual, que intentaba una sencilla desensibilizacién de la ansiedad. Mas tarde, esto se transformé en un paradigma més integrativo del procesamiento de la

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