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JAVIER MARZAL FELICI Como se lee una fotografia INTERPRETACIONES DE LA MIRADA CATEDRA Muchos criticos de arte no ocul- tan que el valor de una fotografia 2 MO § en el campo del arte depende, sim- Co HO se lee una fotografia plemente, de las reglas del merca- do. Pero tambien existen otros muchos valores atribuibles a una fotografia que se encuentran en tituye un objeto de es univoca. El propdsito de e precisamente, ofrecer explicita, en la primera pai libro, los presupuestos teoricos de partida-y reflexiona sobre el esta- tuto de la fotografia. En la segun- da parte se presenta un recorrido a través de jas principaies escue- las y corrientes metodologicas para el analisis de la imagen, para des- pués exponer su propia propuesta de trabajo. En la tercera parte se presentan doce analisis de textos fotograficos que constituyen una aplicacién practica de la metodo- logia de trabajo expuesta. ISBN 978-84-376-2429-7 00100 % PIM GS "7asdayNg24207 JAVIER MARZAL FELICI Como se lee una fotografia INTERPRETACIONES DE LA MIRADA CATEDRA Como se lee una fotografia Interpretaciones de la mirada . JAVIER MARZAL FELICI Interpretaciones de la mirada Tlustracién de cubierta: Por cortesia de Juan Manuel Plasencia Garcia. Escuela de Hatun. O'eros, Perd, noviembre de 1999 (Primer Premio CATEDRA Internacional de Fotografia de Cooperacién al Desarrollo de la Generalitat Valenciana y Agencia EFE de 2003). | Qr Signo e imagen Director de la coleccién: Jenaro Talens 1.* edicién, 2007 Disefio de cubierta: aderal Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra esta protegido por la Ley, que establece penas de prisién y/o multas, ademas de las correspondientes indemnizaciones por dafios y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren 0 comunicaren publicamente, en todo o en parte, una obra literania, artistica o cientifica, o su transformacién, interpretacién o ejecucién artistica fijada en cualquier tipo‘de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorizacién. © Javier Marzal Felici, 2007 © Ediciones Catedra (Grupo Anaya, S. A.), 2007 Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid Depdésito legal: M. 53.832-2007 LS.B.N.: 978-84-376-2429-7 Printed in Spain Impreso en Anzos, S. L. Fuenlabrada (Madrid) ma A Vicenta Felici Benlloch, stn cutyo apoyo y sacrificio no babria legado hasta aqui. in memoriam A Marta Soler Campillo, por su amor, ayuda e inspiracién constantes PROLOGO Interpretar la(s) fotografia(s) Si queremos enfrentarnos con un minimo de posibilidades de éxito a la exploracion de la dimensién significativa de la fotografia, se hace necesario partir de una evidencia palmaria: nos encontramos ante un objeto de una notoria opacidad. Si por un momento nos pa- ramos a escudrifiar el terreno del andlisis de los diferentes objetos de sentido (obras literarias, pictéricas, cinematograficas, dramaticas, etc.) caeremos en la cuenta, de inmediato, de que la fotografia presenta la caracteristica, en compafiia de las obras musicales, de haber dado lu- gar a un numero cuantitativamente limitado de trabajos destinados a esclarecer el significado que pueda predicarse de los especimenes que componen su territorio, a explorar el sentido del que son, sin duda, portadoras todas y cada una de las fotografias singulares, cual- quiera que sea su adscripcién genérica o su supuesta dimension esti listica. | Es verdad que gozamos, a estas alturas, de un considerable volu- men de obras que se adentran, con mds o menos acierto, en su vertien- te histérica, en su dimensién socioldégica, en su articulacién genérica, que incluso se plantean el grado de vinculacion o derivacion que la fo- tografia mantiene con aquellas de las Bellas Artes a las que, en su mo- mento, parecid venir a prolongar o, quizas, a sustituir. Pero no es me- nos cierto que, si exceptuamos toda una cortiente tedrica de alcance general destinada a fijar las bases ontoldgicas de la fotografia (entendi- da ésta en su dimensidn mas general y clasica) y cuyos desarrollos gi- 9 tan en torno a la afirmacién que sostiene que, por mor de su inicial fundamento fotoquimico, la fotografia (cualquier fotografia) se ubica del lado de la indtciakdad, tal y como entiende esta nocién el pen- samiento semiolédgico que busca su inspiracién en los planteamien- tos de Charles Sanders Peirce, pocos trabajos han pretendido ir un paso mas alla y, aun reconociendo este hecho indudable y tomandolo como punto de partida ineludible, atrontar el reto del andlisis concre- to de la sttuacion concreta, por utilizar la formula, hoy caida en desuso propuesta por el clasico. O si se prefiere decirlo con palabras mas a ras de suelo, abordar el hecho de que cualquier fotografia no es sino un objeto de sentido, cuyas formas visuales son portadoras de una significacion especifica que no se agota en una afirmacién genérica que la redujera a esa supuesta propiedad de la fotografia de «despelle- jar el mundo», por utilizar la irreemplazable formula acufiada por André Bazin. . En el fondo, algunos de los mejores estudiosos del campo fotogra- fico abordaban este problema de manera tangencial y muy personal cuando decidian, por ejemplo, escribir un libro sobre la fotografia sin incluir ninguna ilustracién en el mismo o cuando optaban por ocultar a los lectores de su obra la foto esencial que habia servido de detonan- te a su trabajo de indagacién en el mundo de la imagen fotoquimica Porque sucede que la mayoria de los trabajos sobre la fotografia han ve- nido organizandose (sin peryuicio de su mayor o menor interés) en tor- no al agujero negro que supone la dimensién de objeto de significa: cién de la imagen fotografica. Llegados a este punto conviene, para despejar equivocos, salir al encuentro de la objecion que puede hacerse a lo expuesto en los pa- rrafos anteriores. Mantener una posicién que reivindique el andlisis de la fotografia en los términos que arriba se postulan por genéricos que sean, éno es mantenerse en el interior de un campo conceptual que la propia evolucion tecnoldgica del medio fotografico, marca- da por la irrupcién imparable de las técnicas digitales de produc- cion de imagenes, ha relegado definitivamente al pasado? ¢No es continuar moviendose en un terreno ahora vinculado con la pto- duccion no ya de testimonios fehacientes —eso que estaba ahi ante la c4mara en el momento que la foto se tomdé— sino de simulacros que no reproducen sino que crean una realidad que ya no representan sino presentan? Aunque pueda sonar paradéjico, la respuesta es negativa. Porque cualquiera que sea el estatuto de la imagen (fotografica, por mantener la enominacién tradicional) ante la que nos encontremos, siempre nos i0 veremos en la necesidad de hacer cuentas con el viejo problema: ¢

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