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El era extremadamente reservado, nunca habia amado y no estaba dispuesto a hacerlo, era feliz tal cual, un gran empresario con grandes aspiraciones, la clase de hombre que no se rinde facilmente, poco sabia la gente de él, lo conocian por ser el tipo de hombre que salta de habitacion en habitacion de hotel con una chica distinta cada noche, el portero de su edificio sabia que debia negarlo a todos cuando subia a su apartamento con alguna mujer. Era su exterior lo que todos notaban atractivo, media aproximadamente 1.80 mts. Sus llamativos ojos color azul y un par de cejas varoniles que los enmarcaban, sus labios como hechos amano por el mejor de los escultores, siempre llevaba la barba de tres dias, sabia vestir y deslumbraba a cualquier mujer, arrancahba suspiros a su paso. Se decian muchas cosas de él entre ellas, que era gay, que detras de todas esas aventuras con mujeres existia ese secreto suyo, siempre entre habladurias por ese gusto de cambiar de chica a diario. Su nombre, Daniel Osegueda, no tomaba a nadie en serio y cuando queria divertirse con alguien esa era su carta de presentacion. Asi era el tipo que Melissa observaba cada miércoles en un café del circuito Alamos, poco concurrido y de ambiente lento, a ella le gustaba sentarse en una esquina, apartada de la mirada de todos para leer y pensar, nunca pedia nada mas que un café organico sin azucar y asi transcurrian sus solitarias tardes después de la escuela, nada nuevo sucedia en ese lugar hasta que un miércoles él cruz6 la entrada, era parte de la rutina de su "dia libre". A partir de ahi cada miércoles estaba puntual para crearse historias con ese hombre perfecto que nunca la notaba en aquella oscura esquina del café, en el fondo sabia que un hombre asi nunca se fijaria en ella, por lo menos no fuera de su imaginacién. Melissa era una chica timida e insegura, siempre habia sido “la mis fea" de su clase en secundaria y esa etiqueta se habia clavado tan profundo en su cabeza que no lograba deshacerse de ella a pesar del gran cambio en su aspecto y que estaba a p= eae punto de terminar la preparatoria. Su transformacién comenzo en ultimo grado de secundaria, nadie sabia que le sucedia ya que de unos meses a otros redujo exageradamente su peso, dejd de ser la nifia obesa para los demas, pero no para ella, se veia en el espejo a diario, se subia 2 veces por dia ala bascula, contaba calorias y ayunaba durante largos periodos de tiempo, nadie mas que ella lo sab{a, por eso le gustaba estar sola, no queria lidiar con consejos de personas que se creian aptas para “ayudarle” cuando antes la habrian rechazado por su aspecto. Su vida transcurria entre el colegio, aquél café y su casa, nunca se imagind que alguien como el desconocido del café Namaria tanto su atencidn, realmente se obligaba a que no sucediera. Después de varios miércoles observandole, no podia parar de pensar- ;Quién era? ¢Su edad? ¢De donde era? -Le gustaba demasiado pero sabia que nunca tendria el valor si quiera de hablarle y que sile hablaba probablemente la rechazaria, ya que fisicamente no se consideraba atractiva, p= eae aunque de un tiempo a otro todos pensaban lo contrario a pesar de su ropa holgada y su constante intento de sabotearse. Un lunes al estar a punto de salir del café, el desconocido entr6 y ella se quedo paralizada justo a la mitad del lugar, él la miro y siguid camino a su mesa favorita, Melissa sintié la terrible necesidad de desaparecer, la misma que sentia cada vez que alguien la miraba por mas de 3 segundos, pero esta vez era mas intensa y no podia salir corriendo. - No me tomé si quiera en cuenta Es posible ser mas invisible que yo? -Se sentia ciertamente peor que cuando la miraban, salié lentamente del lugar pensando en lo terrible que era estar en su piel... Y él la siguid con la mirada en cuanto atraves6 la puerta y camind a lado de los grandes ventanales. Daniel regres al café el miércoles con unos colegas, hablaban de politica, deportes y negocios, pero la avergonzada chica del rincon oscuro no estaba, se habia desmayado en la escuela y la habian enviado a la p= eae enfermeria donde alego que no habia desayunado esa manana y el estrés de los examenes la habian hecho marearse un poco, ellos tenfan ciertas dudas desde hacia un tiempo, decidieron llamar a sus padres quienes mandaron al chofer por ella, nunca estaban en casa, entre el trabajo y compromisos sociales no se enteraban de que su hija estaba acabando con ella misma poco a poco. Unos miércoles mds tarde cuando ella not6 que el desconocido no llegaria ese dia, decidio salir de ahi, no tenia sentido esperar algo que no sucederia, pidio un café para llevar e iba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta que Daniel entro y le tird el café encima, se eché atras y tropezé con una silla, tiro la mesa, el pequefio florero que la adornaba se hizo trizas y ella estaba de un color rojo tomate que no podia ocultar, no paraba de repetir. - Lo siento, lo siento, es que soy tan torpe -El no hacia mas que mirarla. Al final levanto la mesa que ella derribo y le dijo- Ten mas cuidado nifia, me has arruinado el traje y justo hoy que tengo p= eae que regresar al trabajo -. Melissa no sabia que hacer y repitié una vez mas en voz muy bajita- Perdone. -Antes de salir corriendo. Daniel se quedo enfadado y un poco intrigado, era una chica preciosa y timida. Espero que te guste y me dejes tu opinion. :D Gracias por leer. Esta obra esta registrada en Safe Creative con todos los derechos reservados. No se permite su copia o edicion sin permiso del autor. Sé creativo y deja volar tt imaginacion, no necesitas ideas ajenas cuando las tuyas son excelentes. Registro: 1606238205621 Pray Capitulo 2 @109K *& 445K @ 439 Después del suceso Melissa se sentia tan avergonzada que no pens si quiera en volver a ese lugar, pasaron 2 meses sin acercarse ahi aunque sabia que el desconocido tnicamente iba los miércoles, no queria arriesgarse a encontrarlo, era demasiado dificil para ella lidiar con esa situacidn, ese hombre en verdad le gustaba. Y le avergonzaba de sobremanera lo que habia pasado. Aun asi tenia cosas en mente que no podia dejar, pesaba 48 kg y media 1.70, nunca era suficiente para ella - Cada dia menos Melissa, debes ser mas y mas delgada, inteligente, carismatica, no como ahora - se decia mientras desnuda miraba una imagen distorsionada de ella misma en el espejo y lloraba amargamente. Melissa -j48! Mierda, estoy estancada ~Donde deje mi estupida libreta? - Debia encontrar ese cuaderno viejo, no podia arriesgarme a que el entrometido de Mario lo encontrara, me pesaba cada viernes y en el anotaba las subidas y bajadas de peso desde que comenz6 este infierno, a decir verdad no he hecho mucho esfuerzo estas semanas, no puedo dejar de pensar en ese tipo éQué edad tendra? 430? 440? ¢Casado? éViudo? -Es tan sexy que no me importaria- escapo de mis pensamientos mientras sacaba la libreta que estaba enterrada bajo un montén de cosas -£Quién es sexy?- escuche la voz del metido de Mario que salia de mi bafio -jEh espia! Fuera de aqui nifiato- Le dije lanzandole cualquier cosa que se cruzara en mi camino -jLa Meli tiene novio! Tiene novio- canturreaba mientras con los brazos tapaba su cabeza de las cosas pesadas, una bota lo golpeo en la barriga y salid llorando donde la nana —Meli me ha lanzado un bate en la panza nana- lo of lloriquear y mentir. A pesar de todo nunca me llamaba "Melissa" "Meli, Meli, Meli” ¢Siempre iba a ser la pequefia gorda Meli? Me olvide del tonto cuaderno (No del todo, debo ser sincera, me obligue a anotar mi peso. A veces de verdad deseo salir de esta mierda) y segui creando historias acerca de como debi actuar el dia que le tire el café encima, quiza, como en las peliculas le hubiera limpiado el traje con una servilleta dejandolo peor para después ir al bafio a ayudarlo, quitarle la ropa y tener sexo salvaje "duro contra el muro baby". No puedo evitar reirme, soy demasiado tonta, no puedo ni quitarme la ropa frente a mi madre, mucho menos tendria sexo animal con ese dios griego. Recordé que debia aparentar que comia, la nana estaba dudando estos dias, baje a la cocina tome un par de manzanas, uvas y un durazno —Oye nana ¢Mis papas llegan hoy?- La verdad no me interesaba —Majiana, tal vez en la madrugada, crei escuchar que tienen un compromiso importante Puse atencidn a la mitad de lo que dijo —Ah- exclame paseando frente a ella con toda la fruta mientras me dirigia a mi habitacion. (Narrador) El sdbado en la tarde era de esos dias los que se sentia un poco menos fea que siempre, escuchaba algunos acordes de guitarra y pensaba en su futuro. De pronto su madre irrumpi6 en el silencio de la habitacion - {Pero Melissa Dios mio! gAUn no estas lista? No lo puedo creer, llevo 2 semanas hablandote de esta cena - Ella interrumpio - Cena? No... No lo recuerdo ma - La madre la vio como cuando tenia 5 y se derramahba el jugo encima - {Por el cumpleafios de tt nani! No me digas "ma" gCuantas veces debo repetirlo? Nani era la abuela de Melissa, la mujer mas bondadosa de cabellos platino que jamas conociera, la amaba por sobre todas las cosas, su confidente y madre cuando la necesitaba. - Perdon ma... Mama, estoy lista en 5 - salté de la cama al armario y tom6 lo primero que encontr6, jeans y alguna blusa, su madre la enfrent6, como siempre, porque su ropa no era bonita, nunca era suficiente para ella. La madre saco del armario un vestido negro que le llegaba justo sobre la rodilla, en la espalda un escote un poco profundo en "u" que dejaba ver hasta la mitad de su espalda y se sostenia desde los hombros con unas delgadas cintas, un par de tacones, un poco de maquillaje y lucia preciosa aunque ella no lo notaba, tomé su chaqueta y salieron rumbo a casa de su nani. En el auto se colocd los audifonos "Aunque no sea conmigo" de Bunbury sonaba a todo volumen —jMelissa!- Apenas escucho -¢Si?- su madre la veia enfadada —Perdon, es que siempre vamos en silencio y no... Su madre la interrumpio - Nada Melissa, no seas mal educada, quitatelos- Ella obedecié enseguida, siempre era asi —Necesitamos que nos cuentes sobre lo que pasa en la escuela, nos han hablado preocupados por tu peso- Melissa sintid que las ideas se revolvian en su mente, ellos nunca preguntaban -No ha sido nada, en realidad ese dia se me hizo muy tarde y deje el desayuno, 1 estaba en examenes y todo eso, ellos creen que me desmaye porque no como, pero no es asi- su padre la miro mientras estaban en un semaforo —Querida, debes cuidarte, te amamos- le dijo, era demasiado amoroso, queria compensar el hecho de que nunca estaba en casa -Si te amamos Melissa pero debes poner atencion a los rumores que se crean sobre ti en la escuela- apunto la madre arruinando el momento -Si- contesto la chica cortando la conversacion justo cuando habian llegado a la casa de su abuela. Todo transcurria normal dentro de la reunion, Melissa de inmediato se encontr6 con su tia favorita, Diana que tenia escasos 6 afios mas que ella, era una mujer encantadora que sabia escuchar a su sobrina, comenzaron las tipicas platicas de mejores amigas que apenas y se ven, pero se envian mensajes todo el tiempo. -éQué sucedié contigo? Tu mama nos coment6 lo de la escuela, pero no quise decirtelo por mensajes- Dijo preocupada Diana —Hacen una tormenta cuando nia llovizna llega, no pasa nada. jPero contigo si que pasa! Nunca posteas cosas asquerosamente romanticas y lo de ayer me dio diabetes- Cambio de tema Melissa -No seas malvada, inspiracion del momento- Melissa puso los ojos en blanco sonriendo — ;Dios! Ya suelta el nombre- Diana se sonroj6 -Solo por ser tu, bueno en realidad no es nada, me gusta y todo pero no estoy segura de que él sienta atraccién por mi, bueno es...- De pronto Diana interrumpio lo que estaba a punto de confesar y dijo, a alguien a espaldas de Melissa - Dios hombre, crei que habias rechazado tajantemente mi invitacion como siempre - el hombre respondid - No podria, sabes que tu madre es mi madre Melissa gird y no podia creer lo que sucedia, justo frente a ella, el hombre del café, estaba a punto de entrar en panico "ZQué hace aqui? Joder, mierda, maldicion ¢Se acordara de mi? No creo iPero que sexy! Y yo asi de fea, por lo menos no vengo en jeans, gracias ma, pero el esta jodidamente sensual" Su tia la sacé de sus pensamientos diciendo - Ella es Melissa, mi sobrina, .Recuerdas que te hablé de ella?, Meli él es Daniel, un amigo y socio de la familia desde hace un tiempo, demasiado ocupado para asistir a todo lo que era invitado- Dijo la tia divertida mientras Melissa optaba por no hacer el ridiculo una vez mas mientras el hombre hablaba -Hombre de negocios Diana- Y riendo dijo —Pero que mala presentacion- Daniel le tendid la mano a Melissa Y ella dijo completamente nerviosa - Un gusto- Daniel tomo su mano - El gusto es mio sefiorita, me han hablado bastante de usted - dijo mientras veia a Diana y se acercaba para besarle la mejilla a la chica, Melissa estaba paralizada, casi no podia respirar y como siempre, no supo que decir. Diana acompajfio a Daniel quien llevaba un regalo para la abuela y Melissa nuevamente sola, corrio directo al bafio - Dios Melissa, esto sdlo te pasa a ti, solo ati, pero que perfume y el contacto de su piel con la mia me eriz6, joder me tiemblan las piernas- se decia mientras intentaba mantener el control. Alguien interrumpio sus pensamientos golpeando la puerta del bafio, asi que salid, tom6 una copa y buscé el rincén mas seguro, sin gente y poco atractivo, llev6 consigo su chaqueta, un libro que le habia prestado Diana de su abuelo y se dirigio al jardin por la puerta de atras, era probable que nadie la notara nila buscara, asi que ahi pasaria el resto de la velada. Daniel Diana era la tinica mujer que realmente consideraba mi amiga, el sabado por la noche organizo una fiesta para celebrar el 70 cumpleajios de su madre, una mujer encantadora que desde que llegue a este lugar me acogié en su familia después de que su esposo se hizo socio de la constructora. Tenia tanto tiempo de no verlos que me agrado de sobremanera la invitacion, en fin, cancele cualquier plan para ese sabado, se me hizo un poco tarde pues pase a una joyeria a comprar algo para la cumpleafiera. Al llegar a la reunion ya habia bastante gente, cerca de la entrada me encontré a Mario, el primogénito de la familia Villanueva -jHey Daniel! Qué bueno verte, hace mucho que no estabas por aca- Saludo con una gran sonrisa, era un hombre agradable -¢Qué tal? Completa razon, dejare el trabajo por un tiempo- ambos reimos de eso, quiza de lo imposible que sonaba —Deberias sacar un poco las narices de la empresa y respirar aires nuevos. Tuy yo deberiamos hablar de negocios, me han dicho que subes como la espuma- Le sonrei ampliamente, me agrada que reconozcan lo bien que lo he hecho —Claro hombre, cuando quieras- Su hijo interrumpi6 la charla —Papa deberias ver esto- él solo dijo —Nos vemos enseguida y hablamos de eso- y siguid al pequefio. Yo segui andando y tropezando con algunos conocidos, iba distraido por un mensaje de trabajo cuando en la sala junto a una mesa adornada con un gran florero via Diana, reia con una chica alta y delgada, de piel ligeramente bronceada, que levaba el pelo ondulado sobre los hombros y un vestido de muerte que dejaba ver su espalda, pensé que era bastante guapa sin siquiera mirarle la cara, pero esa clase de vestidos siempre me han puesto bastante. Quiza esa noche terminara con compafiia. Me acerque a ellas y parecié que interrumpi algo, no demasiado importante porque Diana dejo lo que decia y me saludo emocionada, cuando la chica giro me di cuenta que era la torpe que me derramo el café encima hace unos meses {Qué por qué lo recuerdo? Ni yo mismo lo sé, quiza por que regrese a trabajar con una mancha de café encima, era demasiado caliente o ella era guapa de una manera distinta, parecia mayor que cuando la vi en el café, tal vez eran los tacones. -Joder- pensé -Su sobrina? Con lo guapa que me parecié No se si lo imagine pero creo que la puse bastante nerviosa, seguro recuerda perfecto lo que hizo. En fin que Diana me llevo donde su madre pero no pude quitar la mirada de Melissa, apenas eso sabia de ella y que al parecer le gustaba leer puesto que llevaba un libro en las manos, entro en el bafio y después la perdi por unos instantes hasta que la vi salir al jardin, no sabia si era buena idea ir tras ella, iria contra mis propias reglas y tenia acaso alrededor de 22 afios éDemasiado joven no? 4 Votar 439 Compartir Sin publicidad Capitulo 3 ©106K *& 372K 214 Narrador El jardin era enorme tenia unas preciosas jardineras llenas de flores de todo tipo posible, la abuela hacia todo lo posible por mantenerlo asi. Melissa llego a una de las jardineras mas alejadas de la entrada trasera a la casa, habia muy poca gente en el jardin y poco a poco se iban metiendo ala casa. Estaba absorta en sus pensamientos, imaginando las formas en las que pudo ser mas amigable con el hombre del café para agradarle o algo pero sabia que no era posible. Detras de ella escuch6 - Buena eleccion, pero prefiero la version original, es mas completa- se gird y vio a Daniel sefialando el libro que estaba a su lado “Ha hnecesda la varcian avicinal hara Pray -He buscado la version original hace tiempo y sdlo he encontrado este en la biblioteca de mi abuelo- contestd nerviosamente levantandose con la determinacion de entrar nuevamente t ala fiesta para estar lo menos posible a solas con él, la ponia espantosamente nerviosa y no sabia que hacia él en el jardin. - Yo lo tengo, lo he comprado en un viaje a Inglaterra, sien verdad quieres leerlo puedo compartirlo contigo- Daniel era la clase de hombre que pone nerviosa a cualquiera, su tono de voz, su temple, su mirada. Ella no podia ocultar su sorpresa y nerviosismo, amaria en verdad leer ese libro pero no sabia si estaba dispuesta a aceptarlo de él. No tenia porque no hacerlo. - Gracias de verdad- Daniel la detuvo y la miré fijamente -Es solo un libro- -Pe... Pero... Quiero decir, me encantaria leer el libro, cuando pueda enviarlo con mi tia me pareceria perfecto- Estaba tan nerviosa eae - éPor qué no te veo el miércoles en el "Te amo café" y lo llevo para ti?- Melissa entro en panico y solo pudo responder -Ok- y salié caminando a prisa -A las 3- dijo Daniel en voz un poco alta. Melissa éPero qué mierda acaba de suceder? Me reconoci6, Diablos, sabe que soy yo la que le tird el café y se esta burlando de mi, tal vez no deba ir, tal vez... Gire para verlo de nuevo ya dentro de la casa y ahi estaba, encendiendo un cigarrillo gPor qué tiene que ser tan sexy? ¢Por qué debo ser tan torpe? Lo segui observando desde un angulo donde se supone no podria verme babeando por él. Hable con algunas tias que no paraban de decir "Pero que flaquita" "Deberias contarnos el secreto”" y mas pendejadas. De pronto vi que él entro a la casa, se despidié de algunas personas y fue directo con Diana y mi nani, les dio un abrazo, las beso en las mejillas y Diana lo acompanio a la salida, mis padres Pray y yo nos quedariamos toda la noche, era seguro y yo tenia que aguantar los comentarios de la familia acerca de lo "delgada" que estaba. Daniel Después de fumar un poco sali de la fiesta, Diana me acompano hasta el auto -En verdad me dio gusto que vinieras, hace mucho que no compartias tiempo con nosotros- Me dijo, dedicandome una brillante sonrisa -Lo sé, perdona es que en verdad he estado con la cabeza entre juntas, negocios, papeleos y esas cosas -Trabajas demasiado, deberias tomarte un descanso y sacar la cabeza de entre los papeles y las piernas de esas chicas- ambos reimos por eso, aunque en el fondo era un reclamo -Eres terrible, déjame mantener la cabeza ahi, deberias intentarlo- No sé qué tan mal sono eso pero Diana puso los ojos como platos para después reirse fuerte eae -Me —_ al trabajo- intente retractarme pero no funciono, la risa me delato -Si claro Daniel -En fin debo irme, pero nos veremos mas seguido ahora que te hards cargo del negocio ¢No? -Eso creo, me estresa y debes aconsejarme, tomémonos un café después - Seguro — dije, para despedirme de ella con un beso en la mejilla y subir a mi auto Eran alrededor de 30 minutos hasta mi apartamento, al principio ni siquiera recordaha lo de Melissa, estaba mas concentrado en el posible futuro negocio con Mario y de pronto su imagen volvié a mi mente, pero ya no era la chica timida del café, ahora la veia un poco mas como la mujer en el sensual vestido negro, que se yo. -Seguro es muy joven Daniel, ya basta de pensar en ella ¢Cual es el punto de citarla en un café? Ese no es tu estilo p= eae de conquista gUn café? ¢Por qué no un bar, una copa, te la llevas ala cama y listo? Ademas es la sobrina de una amiga. Joder que lio. - Me descubri hablando como un completo lunatico a la nada -éQué lio sefior?- En ese momento me percaté de que José, el portero de 60 afios del edificio, habia escuchado parte de mi descabellada habladuria -Oh nada Don José, cosa de este loco- intente disimular mi vergtienza, él me miro sonriente ' -gHoy viene solo eh?- No pude evitar una carcajada -Tal vez mafiana no- dije subiendo al elevador y el rio fuerte Narrador Era martes y Melissa no habia podido dormir desde la fiesta de su abuela, no sabia qué hacer, mafiana era el dia en que lo veria, ahora sabia que se llamaba Daniel y que su perfume era el mejor que habia olido en su vida. Pray - Sefiorita Villanueva - le hablo fuertemente la profesora sacandola de sus pensamientos -éSi?- contest6 un poco sobresaltada Melissa -Podria hablarme un poco del tema que estamos viendo, ya que esta tan atenta- Dijo la mal encarada profesora de anatomia -El sistema endocrino, es el... Bueno... Tiene la funcidn de...- Intenté la mas que nerviosa Melissa ante la mirada expectante de todo el grupo -Guarde silencio y vaya a donde se encuentra la oficina del rector, debe esperarme ahi para hablar sobre su castigo- hablo la profesora sefialando la puerta Melissa -Disculpe profesora no volvera a suceder- intente arreglarlo extremadamente avergonzada, todos me miraban -Vaya, ya se disculpara después- Me dijo Pray Ja muy hija de... su mama Es verdad que a veces me distraigo sin sentido 0 porque tengo hambre, pero nunca me habia pasado por un tipo y ahora gracias a él tendré mi primer castigo en la historia de mi vida. Mientras esperaba en la direccion saque mi inseparable botella de agua y me tome un par de pastillas que hace tiempo encontré en internet servian para evitar el hambre y hasta ahora funcionan bien, creo que hacen dafio a la larga pero ahora no me importa. -éTe sientes bien?- Dijo un chico rubio, de ojos azules. En hermosura nada comparables a los del tipo ese, debo t aclarar, los del amigo de mi tia son azul diferente, azul pasion. El chico rubio se llama Andrés, Andrés Echeverria, imposible no conocerlo, esta conmigo en anatomia y otras materias, también quiere estudiar medicina 0 al menos eso dicen, es el tipico guapo popular que atrae a todas y que pensé jamas podria dirigirme la palabra -Si, gracias, ¢Por?- intente seguir la conversacion Pray -Nada, te he visto tomar pastillas y crei que te mareaste o algo -No, no son nada en realidad- A cambiar de tema, como siempre -La profesora hoy venia con todo castigando {No?- Al oir esto, no pudo evitar reirse -Qué es tan gracioso?- dije un poco confundida -La has hecho enojar de maravilla, se ha puesto verde del coraje- dijo y comenzo una mala imitacion de la profesora —"No puedo creer que sean tan inconscientes, he puesto mi esfuerzo en cada clase para que terminen diciendo que estoy hablando de un tema que vimos hace semanas... gSaben qué? El proyecto que era para fin de semestre es para el mes siguiente y pueden agradacerle a Villanueva" luego siguid ' diciendo —La cagaste y en grande, todos se enfadaron contigo aunque nadie ponia atencion -Mierda, adelanto la entrega y yo sin equipo

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