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scolonizacién nbientales vowawydosams (aaunn * Esta publicacién se hizo en colaboracidn del Cuerpo académico uno 49 Educacién Ambiental para la Sustentabilidad. Construir un NosOtros con la tierra. Voces latinoamericanas por la descolonizacidn del pensamiento y la accién ambientales, de Felipe de Jestis Reyes Eseutia (coordinador). Primera edicién: 2018 D.R. © 2018 Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas 1 Av. Sur Poniente 1460 C.P. 29000, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas Tel. (961) 617 0400 ISBN: 978-607-543-031-7 D.R. © 2018 David Moreno Soto Editorial Itaca Pirafia 16, Colonia del Mar C.P. 13270, Ciudad de México Tel. (55) 5840 5452 itaca00@hotmail.com editorialitaca.com.mx ISBN: 978-607-97922-3-7 Disefio de la cubierta: Natalia Rojas Nioto Fontes Mapamundi centrado en América. Por Frees. Imagen pt iicada bajo licencia de Shutterstock, REN! a hr @, RENE MAGRITTE/ADAGPISOMAAPIMEXICO/2017 PRG JOAQUIN TORRES GARCIAIVEGAPISOMAAP/MEXICO/2017 Impreso y z mpreso y hecho on México / Printed and made in Mexico Construir un NosOtros con la tierra Voces latinoamericanas por la descolonizacion del pensamiento y la accin ambientales Felipe Reyes Escutia (coordinador) INDICE Prélogo Rafael Tonatiuh Ramirez Beltran Parte 1 CONTRA EL DOLOR Y EL VACIO DE MUERTE EN LA COLONIZACION, 15 Extractivismo epistémico: del robo econdmico al robo epistemoldgico Ramén Grosfoguel Las instituciones como vehiculos de neocolonizacién Javier Reyes Ruiz Joaquin Esteva Peralta Entre lo invisible y lo visible. E] lugar de las comunidades en la construccién de conocimientos acerca de la naturaleza Catherine Ramos Garcia Rowinson Méndez Sécue 17 37 63 Parte It PoR EL DOLOR Y EL COLOR DE VIDA EN LA DESCOLONIZACION, 109 Latinoamérica, laboratorio socio-ambiental para la transformacién civilizatoria Victor Toledo Manzur lll ‘Trazos en bucle para descolonizar el pensamiento ambiental en clave sur. Abya Yala: tierra en florecimiento, y powagqatsi: vida en transformacién como Abya Yala: Buen Vivir Ana Patricia Noguera de Echeverri daime Alberto Pineda Muiioz 135 Sur, tr6pico y poesia contra la colonialidad dela pobreza y el hambre. Aprendizajes desde Chiapas en el abrazo, la imaginacién y el didlogo intereulturales Felipe Reyes Bscutia 173 Parte m Nosotros, EDUCACION Y UTOPIA, 211 Horizonte ontolégico semiético, ambiente y educacién Alicia de Alba Ceballos 213 Interculturalizar la educacién ambiental para descolonizar el pensamiento Rosa Marfa Romero Cuevas Carlos Razo Horta 237 PROLOGO En su clasico libro Sociologia, el investigador social inglés Anthony Giddens resume apresurada y limpidamente cual fue el proceso histérico conocido como eclonialismo: Desde el siglo xvu hasta comienzos del xx [sic] los paises occi- dentales fundaron colonias en numerosas éreas previamente ocu. padas por sociedades tradicionales, empleando su mayor fuerza militar alli donde se consideré oportuno [. ] el colonialismo fue crucial en la transformacién del mapa social y cultural del globo, tal como hoy lo conocemos (Giddens, 2000: 91). Atribuimos en principio a lo sintético del texto -y no a la po- sicién politica del autor, buscadora de terceras vias ahi donde no existen— que en él no se problematicen 0 evidencien hechos relevantes de este colonialismo como la existencia y el grado de desarrollo cultural de inmensas civilizaciones anteriores a la llegada de la pélvora, la espada y la cruz; civilizaciones que fueron desaparecidas o por lo menos derrotadas, avasalladas o disminuidas a sangre y fuego por este afan de conquista y apropiacién territorial, espiritual, cognitiva y ambiental en poco mas de tres siglos. Este proceso histérico comenz6 con el mercantilismo europeo y pasé necesariamente por las diferen- tes fases del capitalismo, siempre buscando rutas y mercados nuevos, fuerza de trabajo esclava y, sin lugar a dudas, conci- biendo invariablemente la naturaleza como materias primas. El capitalismo es lo que es debido al colonialismo desplegado en Africa, Asia y América, como lo asegura Ramén Grosfoguel en el primer articulo incluido en el presente este libro. ‘Lo otro —las culturas originarias, que de tanta negacién lamamos “otredades”— fue extinguido o sobrevivié, silencioso HORIZONTE ONTOLOGICO SEMIOTICO, AMBIENTE Y EDUCACION Alicia de Alba Ceballos’ En un ambiente natural tan exultante como Mazunte, Oa- xaca, pasar una semana a la orilla del mar mueve y estruja elespiritu de un modo inexpresable. En ese paisaje' tuve la oportunidad de charlar con Edgar Gonzélez Gaudiano, quien Jeia un libro por demés interesante: De animales a dioses (Harari, 2013). En relacién con éste, Edgar decia que el Homo erectus habia vivido dos millones de aiios; el Homo sapiens (nosotros)? tiene 200000 aiios y es improbable que vivamos “ Investigadora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educacién de la Universidad Nacional Auténoma de México. Profesora del dootorado en Ciencias de la Educacién, Universidad Nacional de Educacién a Distancia, \ Por paisaje entendemos un contexto natural y social en el que la dispo- sicin de los objetos, el ritmo de los acontecimientos, los colores y los planos son elementos constitutivos. Derivo este concepto del que trabajan Davies Bronwyn y su equipo como fandscape, el cual tiene una importancie nodal, advertida en el titulo mismo del trabajo Becoming Selves with/in Landscapes (Bronwyn et al., 2018). 1 Bs interesante el titulo que Teresa Wuest asigna a la importante e inte- resante presentacién del libro que coordina y del cual es autora en dos partes: “Del homo faber al homo sapiens sapiens (?), al homo...?) A manera de presen tacién” (Wuest, 1992). Este titulo recupera uno de los interrogantes eruciales en el momento actual (segunda década del siglo x1) con relacién al sapiens que califica y denota al género homo. 213 ALICIA DE ALBA CEBALLog s,3 Cada dia parece més lejana la Posibi; 4) afios mas- ry . Posibilid, nl fos jr el grave deterioro ambiental: la styagisa de zancar ¥ “al punto que causa la impresién de que beg ! en agravado 2 12% indo del Homo stultus, ciego, sordo y ai ‘Oy m ios! de seres humanos que se autedengs® en nan -mund s domina, a da vs pero que actan, €N Sus poblacione homo stultus. No es lo mismo afirmar en gt 5 conceptual y declarativo— que se recong, tension existente entre la globalizacign | generalizada,° que confrontar dicha co haomo sap! tes, como discursivo, prende la estructural C8 Y com, ¥ la crisis ™prensign ‘Las regiones més pobladas de Asia estaban pobladas por Hom hombre exguo, que sobrevivi ali duzante cerca de dos millon True hae de lia especie humana mas duradera de todas. Es impr: ete rénrd sea batid incluso por nuestra propia especie. Es dudusere Aro sapiens est aqui todavia dentro de 1000 aos. De manera que milones de afos quedan realmente fuera de nuestras posibilidades" Maree 2013, 18). : “ "Cuando hablo de mundo-mundos me refievo a la complejidad sotal a. tual y alas distintas formas existentes de concebirla, de nombrarla o enum, ciarla, $e habla de primer mundo, de tereer mundo, de derrumbe del bloqueg mundo socialista, de pafses desarrollados, subdesarrollados 0 en vias de desa, rrollo, Sin duda estas formas de concebir al mundo se vinculan con el espaci social de aquel que las concibe y de la particular forma en la eual organiza en su propia subjetividad la complejidad social seiialada” (De Alba, 1993: 39), > A partir de Laclau (1993) y Wittgenstein (1953), el discurso se concibe como el canjunta de elementos diferenciales cle cualquier tipo y forma -lingiis- ticos, extralingilisticos, gestuales, pictéricos, arquitecténicos, artisticos, eteé- tera que se encuentren articulados en una eonfiguracién significativa, Esto es, que adquieran significado por el uso -en términos de Wittgenstein— que tengan en un juego de lenguaje. Pensar en términos de discurso, discursividad y campo discursivo, exige “un tipo de andlisis fundamentalmente dirigido no los hechos sino a sus condiciones de posibilidad. La hipotesis basica de una apreximacién discursiva es que la misma posibilidad de percepcién, pensa- ‘miento y accién depende de la estructuracién de un cierto campo significante (que Preesiste cualquier inmediatez factual” (Laclau, 1993), pare emado en mips ocaiones que una hereemients producina Teeilesur de a realidad esa tensn entre la glebalizacin yl crise eal acai, La globalizacién se erige como proyecto social amplio ingmanild” ys entra en los inreiles vances dela cena y late Ja rad, dando cy rmamte en las nuevas formas de comunicacién a través de » miltiples formas Ia espalda a la mayor parte de Ia poblacion 0 eretus, 1 de atiog HORIZONTE ONTOLOGICO sEMIOTICO 215 gon las acciones humanas cotidianas, La tendencia dominant, es claramente autodestructiva. Laclau decia que las crisis db ese tipo Corgénicas” en términos de Gramst, 1986 Len’ ‘Mouflle, 1985) son oportunidades inéditas, y asi es: mas ol tagico acontecer cotidiano nos estremece ~por las posibles di. feoeiones que abre la novedad de tales oportunidades~ y nos Spliga a realizar arduos esfuerzos tanto de comprensién como de transformacion de nuestras précticas sociales, con miras aportar elementos, aunque sean minimos, para detener la odestruccién en que la humanidad se ha sumergido, y para ute 1 aivertitla en lo posible, La pelicula La sal de la tierra (2014) revertir Se Grandia). Bn cambio, la crisis estructural generalizada es el debilitamienta de las diversas estructuras que conforman la organizacin sistémica, esto es, Jas estructuras sociales, econémicas, politicas, eulturales,ideoldgicas, educa: tivas, éticas, de valores, eteétera. 7 Sebastiao Salgado, cronista de la condicién humana y de la naturaleza Incansable explorador, nos provoca a dislocar y reconstituir la mirada con cus retratos de luces y sombras, con los cuales nos ofrece una oda atravesada por matices trégicos, pero que apunta al optimismo, la lucha y la volunted Ue vivir. Su viaje le llevé a una apertura de horizontes que le posibilité dife- tentes perspectivas de la humanidad, desde la crueldad y el ahogo hasta la esperanza Viva. El documental La sal de la tierra, dirigido por Juliano Ribeiro Salgado y Wim Wenders, nos invita a recorrer 40 aos del trabajo fotogréfico de Se- bastido. Las obras La mano del hombre (1993), Trabalhadores (1996), Terra (1997), Otras Américas (1999), Exodos (2000) y Génesis (2013) atestiguan un descenso al infierno en el paraiso; hambre, guerras por recursos naturales, éxodos y senderos atraigados por la muerte, los rostros de los sin tierra, la devastacidn por la civilizacién moderna y el capitalismo depredador. Sin embargo, “cada que alguien muere, muere un pedazo del mundo” ¥ entre todo el maremagnum de miseria, hay un remedio, una posibilidad fren- te al pesimismo, una redencién por la especie humana. Es aqui donde radica la importancia fundamental de la obra fotografica Génesis (2004-2012), que explora la otra cara del viaje, i.e. la defensa de la vida y la propia resistencia que ésta desplicga a pesar de la destruceién por mane humana. Nave tras los esfuerzos de reconstitucién ecolégica de la selva atldnties que hasta le fecha realiza el Instituto Terra; evidencia de un proyecto de diez atios -una mies ma de segundo si se compara ese lapsocon la vasta urdimbre dela exper frit humana— que constata la existencia de otras formas de relacionarse } © yy vivir eon la naturaleza y eon nosotros mismas (De la Cruz y Flores A.iciA DE ALBA CEBALLOS 216 o testimonio de ls horizontes de posiitidaas fi a tragica situacién que hoy —en esta ain eo ae Bevive. En dicho film se obser, deere eituacion pueden lograr la fe, la voluntad y ¢] pr ano, Bs un testimonio del deseo de ser y de la voly pader (Nietzsche, 2006) 7, : En este capitulo se asume la situacion tragica® en que se encuentra el mundo-mundos, a fin de encontrar y hacer visi ius horizontes de posibilidad en los contornos sociales" que cimergen de la tensién entre globalizacion y crisis estruety. ral generalizada, Se centra en dos ideas, en dos categorias, horizonte ontolégico semidtico (Hos) y educacién ambiental, y subraya la inextricable y constitutiva relacién entre éstas, En ¢l primer apartado se trabajan conceptualmente las nociones de horizonte ontolégico semidtico y de educacién. Aqui se es tablecen algunos puntos nodales para el abordaje de la tema. tica. El segundo apartado aborda la importaneia del horizonte es un valios wie egunda To que trabajo ntad de 6 Un ‘horizonte de posibilidades’ significa todo el espectro de creencias, practicas y experiencias que una sociedad concreta tiene abierto ante si dadas ‘sus limitaciones ecolégicas y culturales. Por lo general, cada sociedad y cada individuo exploran una minuscula fraccién de su horizonte de posibilidades’ (Harari, 2013: 6D 2 Situacién trégica, Ia cual exige desde el plano intelectual y en términos de Boaventura de Sousa Santos, un optimismo trdgico, esto es, “una aguda conciencia de las dificultades y de los limites de la lucha por formas de eman- cipacién que no sean fécilmente cooptables por la regulacién social dominan- te, una inquebrantable confianza en la capacidad humana para superar di- ficultades y crear horizontes potencialmente infinitos dentro de los limites asumidos como insuperables” (Santos, 2009: 62). “Los contornos sociales son esfuerzos por recuperar la necesaria estruc- turalidad de la sociedad, Tienen mayor capacidad de articulacién que los ras- 0s disruptivos y los otros elementos flotantes (que como tales son diferencias no articuladas) que emergen en la crisis; sin embargo esa capacidad de arti- culacién se da en la medida en que aparece un significante que permite que tales elementos, rasgos o significantes diferentes, leguen a articularse. Los contornos sociales se constituyen como espacios de signifieacién articulados de manera inicial e incipiente, logran una mayor articulacién discursive entre {oimaginario y lo simbélico, con un mayor énfasis en lo simbélico 0 social” (De Alba, 200 HoRIZONTE ONTOLOGICO sEMIOTICO 217 ontolégico semitico en la educacién ambiental; para ello se trabaja de manera general la cuestidn de las identificaciones primarias, y se subraya el papel de los procesos de identifica. cin en éstas y, por tanto, en la incorporacién significativa de Ja educacién ambiental. Horizonte onloldgico semistico-educacién Hablar hoy -en la segunda década del siglo xxi- de conoci- miento en el mundo occidental es un asunto complejo. Ello se debe a los siguientes factores: 1) cada dia se visibilizan més los conocimientos de las cul- turas originarias (no occidentales) tanto de las américas como de otras partes del orbe, lo cual da pie a una polé- mica sobre el cardcter de tales conocimientos, sobre su estatus y su legitimidad; 2) la complejidad del contacto cultural”? en materia de co- nocimientos, dado que en ocasiones es dificil mantener la férrea division occidental entre conocimiento cientifi- co y saberes de las culturas originarias, y 3) la emergencia de conocimientos y posturas ubicados den- tro del significante cultura occidental (paises centrales y periféricos y sus correspondientes culturas) en lugares no centrales del mundo occidental, o bien en la tarea de construir otra centralidad,"? como lo es la epistemologia del sur de Boaventura de Sousa Santos (2009). 4 E] contacto cultural se refiere al intereambio de bienes culturales y a la intorrelacién de grupos, sectores o individuos de distintas culturas y por tanto con diferentes cédigos semiéticos y diferente manejo y uso de signos (signifieantes y significados). Ello produce cambios en los distintos sujetos que participan en el proceso y en sus contextos. Se earacteriza por ser conflictivo, desigual y productivo; cuando se produce, la identidad sufre cambios impor- tantes en lo relativo a valoraciones, formas de inteleccién e incluso formas de sensibilidad y del manejo de la emotividad (De Alba, 2015). De acuerdo con Derrida “se ha tenido que empezar a pensar que no ha- bia centro, que el centro no podia pensarse en la forma de un ente-presente, ‘Aurota pe ALBA CEBALLOS 218 que nteresa en este trabajo cs justo el acercamys, Judd, lo mismo en lo relativo al conocimien'<™ ‘como parte constitutiva del mundo-mundgs °! te a la necesidad de identificar algunos glen ermitan una aproximacién a estas cuestiones Sau" iitaras ~como las originarias en distintas partes q') otras la emergencia de conocimientos Sefiala A i 10 a mundo- asi com nai, 7 saan sbordar este punto se ha construido la categoria de hoy rat ontologico semidtico; aun cuando el significante culiuny, vesria muy bien ser equivalente a esta categoria, dicho signi Prante se vincula de manera privilegiada a un campo de sig ArFeaciones relativo a las costumbres, las creencias, el folklore ¥ los saberes, soslayando de diversas formas otros aspectes constitutivos del conocimiento, como los epistémicos y los tes. ricos; de abi que se hayan construido categorias y nociones antropologicas que dan cuenta de éstos. Un ejemplo de ello e¢ la categoria de cosmovisidn. Hsto es, el significante horizonte ontoldgico semistico se sittia en el esfuerzo por conceptualizar el espacio de inscripcién y desarrollo de los seres humanos, A 4lvolveremos més adelante. Existen miltiples conceptos y teorizaciones sobre la cultu. ra, El valor de diversos significantes que pretenden dar cuenta de la complejidad de lo cultural y de la cultura es constitutive del concepto de horizonte ontolégico semidtico aqui expuesto, En la excelente entrada del Diccionario temdtico ciesas “La obra México profundo del antropélogo Guillermo Bonfil Batalla”, elaborada por Carmen Castajieda (2006), la autora expone elementos nodales de la teorizacién sobre la cultura realizada en la vasta y compleja produccién de Guillermo Bon- fil Batalla. Entre dichos elementos recupero para este trabajo los siguientes: BE] punto toa la comp) ala ciencia en Jo referent tos que nos P* 1) La cultura comprende los objetos y bienes materiales y simbélicos que un pueblo considera suyos, como el terri- ‘Que el centro no tenia lugar natural, que no era un lugar fijo sino una funcién, luna especie de no-lugar en el que se representaban sustituciones de signos hasta el infinito” (Derrida, 1966: 385), HoRizonTE ONTOLOGICO sEMIOrICo 219 torio, las condiciones que hacen posib na, las formas de organizacién social que se heredan, 2) La historia, a través de la cultura, se ha encargado de definir quiénes somos nosotros, quignes pertenceen on, a una cultura 0 cudndo dejan de pertenecer a ella 3) Cada pueblo establece los limites, los requisitos de in- greso y pertenencia y los mecanismos a través de los cuales se pierde tal pertenencia. 4) *Saberse e identificarse como integrante de un pueblo y ser reconocido como tal por propios y extrafios significa formar parte de una sociedad que tiene como patrimonio una cultura propia, exclusiva, de la cual se beneficia y sobre la cual tiene derecho a decidix” (Castaiieda, 2006). le la vida cotidia. y los conocimientos E] pensamiento de Bonfil Batalla aborda temas analiticos y explicativos en relacién con cuestiones de maxima compleji- dad en el terreno de la cultura, como lo es su teoria del control cultural (Bonfil, 1988). Es con esta linea de teorizacién que se articulan de mane- ra inextricable la conceptualizacién teorética’ y la teorizacién sobre el concepto de horizonte ontolégico simbdlico. Un horizonte ontolégico semidtico es el lugar imaginario, simbélico, inter-simbélico, ontoldgico, semidtico, epistémico, tedrico, axiolégico, estético, ético, histérico y cronotépico desde el cual se construye, se comprende y se considera un campo, un problema o una cuesti6n, i.e. la realidad misma. En el Hos se construye el sistema de sentidos y significaciones y se posicio- nan las condiciones de posibilidad de la mirada"' (Pérez, 2007) Bn esta linea se retoma: “Teoria (abstraccién delimitada, mediada for- malmente) y teorética (abstraccién articulada, mediada practicamente, que se mueve con su objeto hacia la inteleccién de su configuracién conereta, me- diada categorial, conceptual y procesualmente)” (Hoyos, 2016: 26) ™ Por mirada se entiende “el dngulo desde donde nos posicionamos para hacer una lectura de la realidad y los problemas que de ella decidimos inves- tigar, es algo que va mas alld de la postura tedrica que asumimos, las cate- forias y conceptos en que nos apoyamos para explicar y comprenderlos; tiene que ver més con la incorporacién de todo esto a los esquemas de pensamiento ‘Aucia DE Auss CEBaLLos 220 sivos sobre las formas de vida" (Wit, comunidad y de sus miembros; en Ys" Jas formas de la sensibilidad, iog ¢° * es. Clacin discur y Jos campos tein, 1963) de une Jas creencias, " construyen i ibilidad, de emotividad, las formas q ties de inteligibilidad, de o™ ad Jeza, etcé eza, del interes! es el medio de trans, gado genera ste proceso emerge y cir. ja en un horizonte ontoldgico semidtico (Hos);"* es en su seng too val ente,” al responder ~a través de complejos actos procosos multidireccionales de identificacién~ a las interne. Jaciones que civeulan en el entramado social,'* se constituye sate ser humano y como sujeto social, educativo, politiey y tural.” Bstos procesos de identificacién permiten y propj. ——,peimiten elegir y tomar decisiones personales en relacién con etc “ic etudio yo una practica social” (Pérez, 2007: 19). “= ** Formas de vida es una categoria compleja inextricablemente vincula- da con la de juegos de lenguaje; en ella es nodal la cuestién del entramado particular de las articulaciones entre los diversos niveles, tipos, estatus, ela. boraciones y précticas en un Hos, en donde cumplen un papel importante, entre otros elementos o aspectos, la cuestin del acuerdo, la ensefianza y el aprendizaj, que abarean desde el acuerdo sobre el nombre de un color hasta la formulacién de juicios. “{Puede aprenderse el conocer a los hombres? Si, algunos pueden aprenderlo. Pero no tomando lecciones sino a través de la ‘experiencia’. -;Puede ser otro nuestro maestro en esto? Sin duda. De vez en ‘cuando nos hace la advertencia correcta. —Asi son aqui ‘aprender’ y ‘ensefiar’ Lo que se aprende no es una técnica; se aprende a hacer juicios correctos” (Wittgenstein, 1953: 519). También es posible que se dé entre dos o més horizontes ontolégico- semiéticos (1108). Por ente se entiende el momento previo a la constitucién del sujeto; se usan estos significantes mas de manera analitica que teérica. Este ente puede referirse a una persona o a un grupo, institucién, poblacién, etcétera. ™ Aqui empleamos el concepto de entramado social como genérico, pues ‘arropa significaciones relativas a entramado familiar, barrial, nacional, reli- i050, social amplio, eteétera, '* La constitucién como sujeto social incluye a una persona oa algiin tipo de organizacién, agrupacién, institucir HoRIZONTE ONTOLOGICO SEANOTICO 221 cian la transmisiGn, apropiacién, produccién e intercambio d pienes simbdlicos™ en constantes resignificaciones y procesos de empowerment (Transmisién, Apropiacién, Produccin ln, tercambio Resignificantes para el Empoderamiento (ravine), Bsto es TAMIRE, entre las diferencias e interrelaciones de log juegos de lenguaje que constituyen al entramado social y en élcirculan. Si bien las primeras identificacio- nes pueden ser modificadas, tienen una especial fuerza en la constitucién ontolégica de los seres humanos, En cuanto a la educacion ambiental existen al menos dos posturas: una re- cupera los elementos nodales de las primeras identificaciones que se conforman en un Hos, y la otra propone una nueva re- Jacién a través de una interpelacién especifica. Las distintas posturas y las polémicas en torno a la educacién ambiental obedecen @ las diversas formas de relacién con la naturaleza. is de especial importancia la polémica entre la educacién am- biental (ca) y la educacién para el desarrollo sustentable (eps). Bn este trabajo se asume la postura de Gonzalez Gaudiano, planteada en miiltiples trabajos. Al respecto el autor plantea Jo siguiente Nuestra tesis es que la £4 ha permanecido como en un palimpses- to cuyo discurso pretendié ser borrado por la Eps sobreescribien- do un nuevo texto que distorsiona el mensaje original. No hay duda alguna gue la Eps ha querido proyectarse desde el marco institucional construido por la ea durante las iiltimas tres déca- 2 Se emplea la palabra “simbélico” en un sentido cereano a Lacan, en ‘cuanto a los registros de lo real, lo imaginario y lo simbélico. Lo simbélico eg aquello sore lo cual se puede hablar con claridad, argumentar, estar de acuerdo o en desacuerdo, eteétera. Estos bienes simbélicos se encuentran en una inextricable relacién con lo real y lo imaginario. 4 “Llamaré también ‘juego de lenguaje’ al todo formado por el lenguaje y las acciones con Jas que esta entretejido” (Wittgenstein, 1953: 25). ‘Aucta pe ALBA CEBALLos 222 si de das, pero M0 OF 9). s Puente, 2010: 28) naia.élautor,, Davies, Bronwyn, et al. (2012), “Becoming Selves with/in Landscapes and across Borders", en Michael Peters y Ali- cia de Alba Ceballos, Subjects in Process. Diversity, Mo- bility, and the Politics of Subjectivity in the 21st Century, Paradigm / Universidad Nacional Auténoma de México (uvam), Nueva York. Cardenas, Blanca (2014), “Construcciones culturales del sa- bor: comida rarémuri”, en Anales de Antropologia, vol. 48, nim. 1, pp. 33-57. Castaiieda, Carmen (2006), “La obra México profundo del an- tropélogo Guillermo Bonfil Batalla”, en Brigida von Mentz (coord.), Diccionario temdtico ciesas. Resultado de inves- tigaciones, autores y catdlogo de publicaciones, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologia So- cial, México, cb-RoM. De Alba Ceballos, Alicia (1993), Bl curriculum universitario de cara al nuevo milenio, uNam, Plaza y Valdés, México. (2007), Curriculum-sociedad. El peso de la incertidum- bre, la fuerza de la imaginacién, Instituto de Investigacio- nes sobre la Universidad y la Educacién-vnaM, Plaza y Val- dés (Educacién), México. _ et al. (2010), “Teoria y pensamiento educativo. Espa- cio académico de refiexién y debates”, en Revista Digital Universitaria, vol. 11, ntim. 2, recuperado de . ; (2015), “El giro laclauniano y la emergencia y compleji- dad de la ontologia del discurso”, V Encuentro Internacio- nal: Giros Teéricos. Los “puntos ciegos” de la teoria, febre- ro, Universidad Nacional de Cordoba, Cérdoba.

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