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‘Traduccion de SYLVIA MOLLOY Jose Eston Catreson revieada y corepide por eutoa con Ia asistencia de Jssea Cuaaas y Bens Gros ACTO DE PRESENCIA Laescritura autobiogrifica en Hispanoamérica ery i Je EL COLEGIO DE MEXICO FONDO DE CULTURA ECONOMICA Mexico Figen cnn opt ‘Sac epee ot Ste ate pt gc Serco cmett Soci obec ‘Sel comnuinsno poset delete {Sonoca micro cage wrecom Bie sn oe ae eee ‘See Nace ae NY HD, Eos Ue Ama, SavosT anf ompeice BROIm sLcuacooeMeae 2. 1996 Foro os Cuma Bonen Cats cs As 2b hes DR ISBN 968-16-4859-5, Pare Gace AGRADECIMIENTOS Rastrear ordenadamente os origenes de este libro es un acto de fecion que supera mi eapaidad. Cuando pienso en los aos que dediquéaveflexonar sobre la autebiografia en ispanoamérica, hablar della con pacientes interlocutores, a da cursos sabre el tema y, por ultimo, a escribir este libro, ante todo me vienen 3 lt memoria Voces, fragmentos de conversaciones con colgas, lu ‘oso amigos. Uns ocurrencia de Daniel Balderston quien, hace ‘muchos afi, apin6 que In necrologia propia e la nica forma posible de autobiogratia: una observacin jocosy'de Severo Sar uy, que azeguraba que el yo autobiograic en Hispancamérica Sela en ol eoze; datos y comentarios casionaes, almacenae ‘das en mi memoria y hoy por hoy casi desligados de quien alge za vez Ios compart congo todo esto, sin duda, se inttodujo ‘en at iro y fue materia de rele. ‘Mi interés por Io autobiografia en Hispanoamérica data de 1976 y nacis de ls investigaciones que realzaba como becaria del Nasional Endowment for the Humanities. Para invesigacio- res posterioresrecibtsubvenciones de Ia Universidad de Prin ‘eto, una Senior Faculty Fellowship de ia Universidad de Yale {yuna bea de la Fandacién Guggenbeim. Quire marfesar mi nie profundo agradecimiento a ees insitciores por el iserds con que vieron mi abajo y porsuvaliosa ayuda, Entre las manifestaciones de apoyo de muchos amigos que en tuna forma u ota intervirieron en este libro, agradezco especial mente a Julio Remas la pacienela ¥lucides con que ley estas pginas yel constant disloga que mantenemos. Tambien agra- Seco a Maria Luiza Bator sus ponetrantes comentarios sobre di- ‘versa pares del texto, st muy aprecada sensatez ¥ su indefec- tle amistad. Osear Montero, sempre al acecho de datos stiles sobre el tema, tammbgn ley el texto con culdado einteligencia Utes comentarios de Ana Diz constituyeron aportes positives para varias seccones del libro. Tambign fueron en exteemo be Defciosas as conwersaciones que mantave con Doris Sommer sobre un tema que nos interes alas dos El apoyo de Enrique Pupo-Walker como editor y amigo fue importante en todo mo- “Agradezco a mis amigos y colegas de Yale, a Nicolds Shurn- way; Marta Peixoto y James Fernandez, us lcturas y vaioeas ‘bservaciones,y a Roberto Gonziles Echevari, ls etiam: tes conversacones que mantuvimos sobre dt otros temas Cito por ultimo, cestamente ao porgue oeupen elmo Iagat, 2 mis antiguos alunos de posgrado en Princeton, hoy amigos ‘nos, con quienes dicut provechosamente machas de Is cues tionestatadas en este libro, en especial Maria Elena Rodriguez Castro Antonio Vers Les En la preparacion de la taducci6n al espanol, que ha sido labor de equipo, agradezco en particular las primeras versiones de Emesto Grosman y la intligente ayuda de Jessica Chalmers fen la localizacion de citasy en la revision, corecidn y adaptor ‘én del texto ‘artes dal libro aparecieron, en primera versén abreviada, en ‘Madera Language Notes, Revista Iberoamercana y Nucoa Revista de Flog Hispinea. Doy las gracias aos editores por haberme permitido volver a ubllzarlas, revisadaso traducidas, Tnentar siquiers agradecer 2 Emly Geiger su pacienca, su apoyo y at infltable sentido del humor durante la ara uti | clapa de tedaceidn de este libro supera mis eapacidades. Habér~ ‘elo dedicado es apenas una mostra demi carihoy gatitud, INTRODUCCION La prosopopeya, se ha dicho, e a figura que rge I autobiogra: {As esebie sabre uno mismo sera exe esfuerzo, sempre fe novado y siempre falido, de dar voz a aquello que no habla, de dar vida a lo muerto, dotendolo de una edscara text Esc bir una introduce, sugiero, es una forma mis modesta pero no menes exigente de esa mista figura. El texto terminado nece- Sita un Tost, necesita que se lo Raga hablar oa la vor de st ‘ulor, una ultima ves. Una introduceién brinda presisamente Ia ‘casin de hacero;constituye [altima vezen que uno habla en Iugar det texto y también, perturbadocamente, Ia primera vez fen que uno eamnienzn peribirla distancia que o separa del texto. gual que as autobiograias, las introdueciones también comien- 2an pore final 'No pretendo llevar més lejos exe paralelismo. No me siento tentada, como le ha sucedida a mis de un erico al tatar elt ‘ma, a insinuar que el hecho de escribir sabgeautobiogafia ea, en st una forma de autobiograi. Tampoco prelendo sugere que 1a Torma en que se oganiad est libro refeje un tnerario perso nal. Si deci esenbir sobre autobiogratia y, en conceto, sobre Autobiografa hisparoamercana, lo hice movida, bisiamnent, por curisidad cetiea. Quiero reflexionarsobce textos que pre= fenden realizar lo imposible, esto es, narar la “historia” de una primera persona que slo existe en ol presente de su enuncla- ‘in quiero observa edo esa imposblidad cobra forma con- ‘incents en textos hispanoamericanes. No me detengo en Is na turaleza pacaddjica de In autobiograis en sn ha sido és en ‘moment alguno mi abjetivo, Por elconraro, me interesa anal 2zar diversas formas de autofiguracién, con el fin de ded las strategias textual, Ins atribciones genic por supuesto, las pereepciones del yo que moldean los textos autobiograficos hispanoamericanos. En ols palabras sin dear de ado os dle ots i Ap x De Fret Mo np Me 58 2 ITROBUCCION mas lingistices y floséficos que nacesariamente planes la es tura autobiogzica, infente abordar cuestiones que, por 5 raturaleea, son biicamenteculturales ¢histrcas. Procuré no tanto averiguar lo que el yo intenta hacer cuando escribe "yo", sino ivestgar, de manera mas modest, cules sm las fabul. ‘ones alas gue recure ls autobiograia dentro de esto expaci, dle cierto tiempo y de cierto lengua y que dicen esas fabulaio- ‘es sabrela literatura y la épocaa que pertenecen En Hispanoaméria la autobiograia ha sido notablemente des- ‘sided tant por lctores como por ercos. Esto nose debe, co- Imo se sucleafrmar la igera, a que le autobiografia sea poco frecuente, oa que los escritoresNspsnicoe, por argos “nacion® les fice de determinar, sean poco afectos a exponer sus Vi- das por escrito. El escaso nimero de relatos de vida en primera persona es, ds que euestn de cantiad, custon ce acid Sutobiogrii es una manera de leer tanto como una manera de ‘ccrbir. Asi puede decrse ques bien hay y slempre ha abi ‘do autobiogratas en Hispanouméric, no sempre han sid lida Aautobiogedicamente: eas contextaita dentro de los discursos hhegeménicns de cada época, se las delara storia Belén, ra vez sels adjudica un espacio propio. sta retcenca xen st ‘isa sigfictiva Electoral negara texto autabioge sic la recepeiin que merece so refgja, de modo general, una incert- dlumibre que ya est en el texto, unas veces ocala y otras ev ‘dente. La incerlidumbre de ser se convert en incertidumbre de ‘sere (y par) la itertars, El desden ola incomprension on que se han recibido en Hise ppanoamérica los textos autoblograticos los converte, ¥ no 68 Sorprendent, en ideal objeto de estudio. Al no estar imitados por una clasfcacion estricta, una validacion ortodoxa a una cr tea repleta de lichs, son lees de manifetar wus ambigaeda- ds, sus contradiciones y la natralezahibrida de sestruch "Es precsamente al, en esa indetorminacién, donde e texto Sulobiogrio tiene mis que dele sabre sf mismo; a condici, por supuento, de que se lo atienda hasta el ina, aceptand Ins fondielones un tanto ineémodas que el mismo texto impone ‘Ademis, desde la poscion mal definida, marginal ala que ha ‘io relegado el eto autobiogrSico hspanaarseriano Hens mis ‘ho que decir sobre aquello que no es. Es un instrument de in TRODUCCION » ‘calculable valor para indagar otras formas, mis visbles y sancio- fnadas de la Iteratura hispanoamericana, Como todo lo que se ba visto reprinido,nepad y olvidado, la autobografa eapare- ‘ce para inguitar e uminar con liz nueva lo que Ya esta _Dacileetringie mi estudio los siglon ux 9 2% sobre todo bien no exclusivamente, por fazones genéricas. Los relatos en primera peniona abundant en la literatura colonial. Las cronicas fe descubrimiento y congusta, en especial cuando intervene ‘ert grado de autoconclencia por parte del autor, como en los Nawfagoe de Cabeza de Vaca © los Comentarios ras del nea CGarellso, pueden considerarse gemplos motos de escetura autobiogriiea. Del mismo modo, teniendo en cuenta las estate iiss defensivas que adoptan y in autovindicacion del yo que plantean, documentos autorefexves como la Respussa de Sor Juana Inés dela Cruz al obispo de Pucbla ols conesiones ante el tribunal de [a Inquisicion podrian considerarse —y de hecho fe han considerado-autobiograta. Sin negar a preocupacisn por el yo que aparece en esos textes, propongo que su finalidad primara no es autobiogelia, aun cuando la autobografa cons fituya uno de us logrs involuntarios Més an, las cxcunstan- ‘das en que ae ezcibiron ess texts excluyen,o al menos mod ‘ian considerablement, la auteconfrontacion textual —"Yo y ltema de mi libro” que caracteriza la ecrtua autcbiogrtca, ELhecho de que los textor mencionados se destnaran, ante todo, 8 un lector privilegado el rey de Espana, el obispo de Puebla, el feibunalelesisstico) que cerca poder sobre ol escrito y su tx to; el hecho de que Ia autonarracion fuera menos un proplsto ‘que un medio para lograr ese propésito;, por ultimo l hecho dde que rara ver haya crisis en esta escritura del yo (0 rara vez haya un yo en criss), hacen que el resultado sea slo tangeacial mente autobiografco. ‘Almiamo tiempo me ressto a afar de modo perentoro que la autobiogratia en Fispanoamérca “comiens” s principion dl Siglo xy espero poder evtar (queda por ver scan ito) a idea de que ls aufobiografia es una forma que progresa desde a torpe hibrider poscolonil del siglo xx hasta la universal perfeceiin csttica del we Ete concept evolutiva dela literatura en el que Sempre aparece Hispanosméria a Ia zaga de supuestor mode- Jos europeos (cuando la Iteratra hspanoamericana busca des- “ ineraopuccion viarse de esos modelos, no alcanzatlos), me parece pertcular mente problematicoen este caso. 5i decid comenzar mis inves. tigacones sobre la autobiogratia en Hispanoameérica a peinclpios del siglo wn, fue porque me interess especialmente una peculiar toma de conciencia de suet y cultura que resut6 de wha exiss Sdealdgica,y porque siento culesidad por Ia forma en que esa ‘rss se rele, mejor dicho, se incorpors en la txtura misma de 1a autoiguracisn hispancamericana La crisis + que me refer, producida por la Thntracion europesy por la independenca de las colonias de Espana es, po supuesto, una crisis de autoridad Nome precy oul cto a alder de avi. © e reflexion sobre sus metas, en el momento er que UR Gren redbio es eemplasado por un orden producdo;y aa [poco me parece casual que esa FflexiGn se dé en el contexto de Sebates mas generals sere identidadesyculturas nacional, de bates en fos que las relacionescanénicas con Espaf, yen tem ros mis generals, con Europa, se renegocian forzosamente, ‘Sten el caso de los scrtores colonials Ia esritura del yo era legitimada por ef Oto institucional para quien se eserbia (a Corona, la Iglesia), en el aso del autobidgrafo posterior ala Co- Jonua esas istituciones pierden su fencin, Elconcepto mismo de institucidn, como hasta entonces se habla entendido, se pane ‘eriamente en tela de juicio. Si ya no se escrbe para el Rey ei para la Iglesia, para quign se escribe? Para Ia verdad? Part la posteridad? Paral historia, dacplina que muchos autobigra- fos convertirn en fuente de validacion” A esta cals de autor dad coresponde un yo en sis que scribe en un vaci intero- ‘cutoro. Las dficultades del autobiograo hspanoamericano, as ‘acilantes iguracones alas que recur, el constante af ‘por conquistar el apeecio de los lctores,confguran un moadlo am= biguo que siempre spunta a Ia misma pregunta, sin formlarla ablertamente:"[Para qulén soy-yo un "yo" 0, mejor dicho, “para quidn escibo yo” La vaclacicn entre persona publica y yo privado, entre honor y vanidad, entre sujeto y pati, ents ‘Evocaciga lia yseyisto de los hechos, son soo algunas de as aur escent Sly caste gc scenes utara om A Mra Anette Glove Cones Unity Pres Newtnpand’ 0h pp. 72 newopuccION s smanifestaciones de Ia vaclacion que caracteriaé (y aaso sigue ‘racterizando) la escritura autoblogrifia en Hispanoaméric ‘Si bien me interesan lon nexos entre autofjguracio,identidad nacional y conclenca cultural, ast como los esquemas represen- {atvos aque dan origen esos nexos,o conlaminaciones, no que 10 ubcar este leo entre los muchos intentos, dentro y fuera de Hisparoameérica, de elucdar, defini —y en ulti intancia i= vventar~ una esencia “nacional” hispanoameriana dela cual a erature seria una manifestacin no mediada. Tampoco com prto en forma indisriminada el punto de vista seg el cual {odos los texts hispanoamericanes, por muy “privados" que parezean, som en verdad de modo invariable alegoriasnacio- ales que especificamente deben lerse como tales A primera ‘sta ete ctr podria parecer adecusdo para abordar aque- Ibs textos autobiogeiicos empefados en fiona suelo y Aa ‘én en un memorable corpus glriosum: los alculadamente me- ‘micas Recurdos depron Sarmiento en el siglo xo, en tly el hstrionismo nacionalista de Vasconcelos en Ulises cial, ‘in dda pueden pero no necesariamente deben— leer de fo forma, Pero tal teri supone modalidades invariable en la tscritura hspanoamericana sin tener en cuenta que, a dversi- Scar la politica sus pricticasdiscusivas, la literatura hace otto tanto y, por supsesto, también I autobogratia. El yo habla des- dd lugares diferentes, La aceptaci de cualquiera de ess cite- ‘os el texto como esenca nacional o como algoris nacional — ‘suspende la reflein ertea en vez de fomentaria,caraliza la Inctura del texto de modo exciuyente. Mis provechoso en cam- bio es dejar que la preocupacién nacional (sin duda presente en Ia esrturaautobiogrfis)reverbere ene texto como escena de iiss, siempre renovada, neceearia pars la erin de a autoigse ‘cig en Hispanoamérica ver esa preocupacén nacional como espacio eric, mareado por una ansiedad de orignes y de = presentacgn, dentro del cual yo pone enescena su presencia y ogra efimeraunidad, Ta autobiografa es slempre una re-presentaién eto es, un srt en en a en ‘Sirs ige ee Mon erence cease [TRODUCCION volver conta, ya que a vida la que supuestamente se rfire de por suns suerte de coasttuccin marmot, La vida © Siempre, necesariamente,zlato: rela que nos contamos 2 os ‘otras misma, como sues a través dela tememorsion ato (que oimos contro que lemos, cuando se tata de vidas ajenas Por io tanto, decir que la autobiogratia es el mas referencia de los géeros —entendiendo por referencia tun remit ingeno & ‘una “realidad”, a hechosconcretos y veriicables— es, en cle sentido, plantear mal Ia cuesisn. La autobiograia no depend de los sucesos ino de la artculacidn de esos suceson, alrnace= ‘aos en la memoria y reproducidos mediante el recuerdo st verbalizacén. "Mi nombre, mas que lamarme, me recerda 1 nombre." E lengune es Ia Unica forma de que dspongo par "Vee" ml exten. En Gra forma, ys he sid relatado" por lt risa historia que estoy narrando, ‘Al considera la mediaci narrative presente en toda auto biogratia, me intresan algunos de sus aspects mis textual; es eet, no soo el texto" no escrito (ana pul, un fragmento, lun rastro)almacendo en Ta memoria que gula a ineripton de ‘sino tambien las “formas culturales™ y los eagmentos de tex tos verdaderos ls que recure el autobisprao para dat forma ‘To que almacend la memoria, El autobidgrafo hopanoamerica- ‘ho a mentido secure a archivo europea en busca de ragmentos textuales con los que, conscente © inconscientemente, fo St imagen. En ese proceso, se alteran en forma considerable e505 textos precursores, no sélo porque se los tate con seveverencia| Sino porque el archivo cultural europeo, al ser evocado desde Hispanoamércs, constitu ya otra lecture, Deco considerable stencina a elaboracisnfxiual dt yo yaa escena de lecura (0 Ge lectura desviads) que tan a menudo le seve de emblems, ues en exaescena se manifesta la siferencia del atobidgeafo. ste context, son de especial interés las autobiografis de auto Fes cuya distancia con respecto del canon europen se debe algo ‘Ari oc Vt an A, 12 inp Hu. 5 Cllr! Cen The tee f Care era York Bate Bok ay tart ats pte ts am at cate tae ot ‘Bese ceri conan} Noses woe seed prosa nprcands aralogiuen sa pete Saat incense p -8) oe svrRODUCKION ” nds que al hecho dese hispanoamerianos. A la nacinalidad se fade el hecho de ser escavo, como Juan Francisco Marzano, en fl siglo ux: de Ser mujer, como Vicora Ocampo, en el siglo. “Marginaios por I inatitacion (exclusion parcial en el caso de la ‘ver total en el aso del exclave), se valen de recursos particu larmente ingeniosos para manipula textos los cuales no teen accese deco cn el finde logar la autorrepresentacign deseada ‘Las autobiogralias hispanoamercanas no son textos Ele. La

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