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Ediciones Palabra 9 La direccion espiritual Francisco Fernandez-Carvajal a 707 “Nadie es buen juez en causa propia” y menos todavia si de lo que se trata es de orientar nuestra vida mds intima. Nece- sitamos que alguien de fuera observe la jugada. Dios se sirve de esas personas para hacernos ver lo que quiere de noso- tros. Asi de sencillo. Asi de grandioso. El autor ha escrito numerosos libros como “Hablar con Dios”, “Vida de Jess”, “Como quieras Ti”, “Quédate conmigo”, “Donde duerme la ilusion”, “Antologia de textos”, “El dia que cambié mi vida”, 978-84-9840-005-2 138N 788498400052! FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAJAL LUIS BURGOS Presbiiero LA DIRECCION ESPIRITUAL QUINTA EDICION A mi sobrina Macarena F, en pago de una antigua deuda Bositto me EDICIONES PALABRA | pp eh 1° edicién, mayo 2000 2 edicién, octubre 2000 3" edicin, septiembre 2003 4° edicién, marzo 2006 5* edicion, mayo 2009 + t 7 INDICE I. QUE ES LA DIRECCION ESPIRITUAL. PARA QUE SIRVE 5 ; EL VIOLIN... 5 QUIEN NOS ARREGLA? 0 iY CANAL DE LA GRACIA. 9 ni HACE FALTA TENER UN CAMINO WW Director de la coleccién: Jest Urteaga LA PERSONA ADECUADA 13, Coordinador de la coleccién: Dario Chimeno Gee hore 7 © Francisco Fernéndez-Carvajal, 2001 No MARIONETAS. 19 | © Ediciones Palabra, .A., 2009 < , No Morir 1DiomAs. ve 25 Paseo de la Castellana, 210 - 28046 MADRID (Espafia) ate Tel: (34) 91 350 77 20 - (34) 91350 77 39 UNA PALABRA DE ALIENTO 27 wrw.edicionespalabra.es AMIGOS FUERTES .... 30 epalsa@edicionespalabra.es eae Il PARA QUE LA DIRECCION ESPIRITUAL eno portada: Javier Pérez Leén oe OF ISBN: 978-84-9840-005-2 SEA EFICAZ scot eum 35 Depésito Legal: M. 19.069-2009 LO PRIMERO «SACAR AL MUERTO FUERA». SINCE Impresién: Graficas Anzos, SL Printed in Spain - Impreso en Espatia RIDAD ss 35 EL LOBO Y LAS OVEIAS 38 SENCILLEZ. seo . 41 “oxos os derechos reservados ; No esté permitida la reproduccién total o parcial de este libro, ni su tratamiento CONFIANZA. EL. MUNDO INTERIOR . B Thformstio, nla tanemsin de ninguna frm o por cualquier medio, ya sea COMO EL BARRO EN MANOS DE ALFARERO. DOCILI- lectronico, mecanico, por fotocopis, por egistro otros métodos, sin el ae 6 ‘permizo previo y por escrito del editor. 4 FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAJAL CONSTANCIA. LA VIDA INTERIOR NECESITA TIEMPO LUCHAR SIN DESANIMO. LA MONEDA DE Nopu- NAGA ns II. QUE. DIGO? MATERIA DE LA DIRECCION ESPIRITUAL .. : PLAN DE VIDA. ORACION. VIDA DE FE... LA PUREZA, PUERI TERIOR. Vocacion. ENCUENTRO CON LA CRUZ. CARIDAD, APOSTOLAD\ aoe «ALEGRIAS, TRISTEZAS..., PREOCUPACIONES DIA- RIAS. AMOR A LA IGLESIA DESEOS DE SANTIDAD. TIBL MIENTO ‘TRABAJO. ESTUDIO... TRADA A LA VIDA IN- BZA Y ABURGUESA- IV. DIRECCION ESPIRITUAL Y CONFESION .. LA CONFESION CULMEN DE LA DIRECCION ESPI- RITUAL CONFESION FRECUENTE 50 52 55 56 59 61 62 64 65 67 69 70 2 2 2B 16 I. QUE ES LA DIRECCION ESPIRITUAL. PARA QUE SIRV! EL VIOLin Es conocida la historia de aquel hombre pobre que se ganaba la vida con un viejo violin. Iba por los pueblos, comenzaba a tocar y la gente se reunfa a su alrededor. Tocaba y al final pasaba entre la concurrencia una gastada boina con la esperanza de que alguna vez se llenara. Cierto dfa comenz6 a tocar como solia, se reu- nid la gente, y se oyé lo de costumbre: unos soni- dos poco armoniosos. No daba para mas ni el vio- lin ni el violinista. Y acert6 a pasar por alli un famoso compositor y virtuoso del violin. Se acercé también al corro y al final le dejaron entre sus manos el instrumento. Con una mirada valoré sus posibilidades, lo afind, lo preparé..., y tocé una pieza asombrosamente bella. El mismo duefio estaba perplejo y asombra- do. Iba de un lado para otro diciendo: jes mi vio- lin!, jes mi violin!, jes mi violin! Nunca pens6 que aquellas viejas cuerdas encerraran tantas posibili- dades. jAquel violin era muy bueno! No es necesario hacer grandes reflexiones para reconocer que no estamos rindiendo al maximo de nuestras posibilidades. Somos en muchas ocasio- nes como un viejo violin, bueno quiz, pero desafi- nado, y falto incluso de alguna cuerda. Si intentamos tocar algo serio en la vida, sale eso... unos sonidos con poca armonja. Y al final, cada vez que intentamos algo, necesitamos tam- bién pasar nuestra pobre boina; pedimos aplausos, consideraci6n, alabanzas... Nos alimentamos de estas cosas; y si los espectadores no son generosos, nos sentimos defraudados. Al final, se cumple el refran: «quien se alimenta de migajas anda siem- pre hambreando»: no acaba de Ilenarnos la vida. jQué diferencia cuando dejamos que ese gran compositor, el Espiritu Santo, nos afine, nos arre- gle, ponga esa cuerda que falta, y dejamos que El ! Nos convertimos entonces en sus instru- y nosotros mismos quedamos sorprendi- dos de las posibilidades que habia encerradas en nuestro coraz6n. Comprobamos entonces que la vida corriente, vivida junto a Dios, es importante y grandiosa. Y comprendemos que solo El puede lle- narnos porque estamos hechos para lo infinito y lo eterno. «Solo en Dios encontrara el hombre la ver- dad y la dicha que no cesa de buscar»! "Catecismo de la Iglesia Catéliea, 27 LA DIRECCION ESPIRITUAL a QUIEN NOS «ARREGLA»? Solo el Seftor tiene el remedio. Unicamente El puede arreglar nuestra vida, falta de armonfa y de sentido en tantas ocasiones, y tocar una obra ma- ravillosa. Solo El. Jestis es Maestro y nos sefiala con verdad y au- toridad el camino que conduce a la alegrfa, a la efi- cacia, a la salvacién. Ensefia con autoridad y no como los escribas, decfa de El el pueblo. Solo £1 sabe el camino. Unicamente El puede ensefiarlo. Es Médico, y tiene la ciencia y las medicinas necesarias. No hay enfermedades incurables para Cristo; no hay problemas que no tengan soluci6n. Solo necesitamos acercarnos a Fl con confianza: El cura nuestros egofsmos. Y si alguna vez nos sentimos especialmente en- fermos no olvidemos aquellas palabras de J Los sanos no necesitan de médico, sino los enfel mos. El est4 entonces mas cerca de nosotros que nunca... por muy grande que haya sido la falta; aunque sean muchas nuestras miserias. También si nos parece que son miserias sin remedio, que Ilevamos mucho tiempo perdido. Todos andamos un poco enfermos y por eso to- dos tenemos necesidad de Cristo: El es el remedio de todos nuestros males. Venid a mi, nos dice cons- !tantemente. Bles el Buen Pastor que busca a la oveja que se 8 FRANCISCO FERNANDE pierde, y la carga sobre sus hombros hasta el redil. Cuando andamos perdidos, Cristo sale a buscar- nos y, si nos dejamos, a pesar de habernos extra- viado por nuestra culpa, recibimos unas atencio- nes insospechadas. Cada uno de nosotros es tinico para El. Un dia, a Ja vuelta de una larga excursion en el Pirineo vimos un inmenso rebaiio de ovejas que ba- jaba hacia el redil. Nos dimos cuenta que una de las ovejas tenia una pata rota y que, en poco tiempo, se iba quedando rezagada, lejos del resto. Nos adelan- tamos y avisamos al pastor, quien sin inmutarse apenas, contest6: —Esa es una del diez por ciento de pérdidas. Y siguié su camino como si tal cosa. Me quedé un tanto desanimado (jdespués del interés que habfamos puesto!). Pensé que aquél no era como el buen pastor del que habla el Evange- \ lio. El Senor no da a nadie por perdido, aunque osté muy herido, aunque se haya quedado I Zagad uién de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se perdio hasta encontrarla? ¥, cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros 202050, y, al llegar a casa, convoca a los amigos y ve- cinos y les dice: jAlegraos conmigo, porque he en- { contrado la oveja que se me perdis!?. Por medio de dos imagenes bellisimas describe 2 Le 15, LA DIRECCION ESPIRITUAL 9 el profeta Isafas la mansedumbre, dulzura y mise- ricordia del Mesias hacia los hombres: No romperd la caria cascada -dice- ni apagaré el pabilo que atin humea’. { La catia cascada, la mecha humeante, represen- tan al hombre roto | clase de mis do- | Iencias y penalidades que le acechan. El Senior no | terminard con la vara ya quebrada; al contrario, se | inclinara sobre ella, la enderezaré con sumo cuida- | do yTe transmitira Ia fortaleza y la vida que le fal- ian. 7ET tiene buenas manos! Eso decimos de la | persona que tiene facilidad y pone cuidado para _,_ Tecomponer objetos delicados rotos en muchos pe- dazos, o del buen cirujano. jEl Sefior tiene muy | buenas manos para curar y para recomponer! | Ena vida corriente a veces decimos de un en- fermio que su dolencia «no tiene remedio», y se da por imposible su curacién, En la vida espiritual no es asi: Jestis nunca da por perdidos a quienes han tropezado 0 andan desorientados 0 heridos. A nin- guno juzga irrecuperable. CANAL DE LA GRACIA \ EI Sefior nos cura y nos dirige actuando unas veces directamente en el alma y, otras, a través de ¥4s 42,3 4-H \ 10 FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAJAL | personas escogidas por El, que seran como los ca- | nales de su gracia. Lo dice el Seftor expresamente: | Quien a vosotros oye a mi me oye’, al que le perdo- néis los pecados les serdn perdonados... Y estad se- guros de que estaré con vosotros hasta el fin de los siglos5. Dios puede actuar también en nuestra almaa través de los padres, de un amigo, de un conocido. El director espiritual es, sin embargo, esa persona querida por El que conoce bien el sendero, a quien abrimos nuestra alma y hace de maestro, de médi- co, de amigo que nos acompafia en nuestro cami- ‘| nar, de buen pastor en las cosas que a Dios se re- fieren. Nos sefiala los posibles obstaculos, nos sugiere metas en la vida interior para que luche- mos con eficacia en cosas concretas, nos anima en toda circunstancia. Dios de modo sencillo y discre- to esta presente en él. Ayuda a descubrir nuevos horizontes y despierta en el alma hambre y sed de Dios, que la tibieza (siempre al acecho) querria apagar. Nos da luces para reconocer nuestra voca- ci6n, o nos reafirma en ella si ya la conocemos. El director espiritual canaliza nuestros afanes | de santidad, de lucha contra la mediocridad espiri- tual y contra el pecado. Por eso, estos deseos (al menos «deseos de tener deseos») de ser mejores, Le 10, 16. 5 Mr 28, 20. SION ESPIRITUAL. u de crecer en la amistad con Jesucristo y de preocu- parnos de los demas, son el fundamento de la di- reccién espiritual. La Iglesia, recomend6 esta practica desde los | primeros siglos, como medio eficaz para progresar | en la vida cristiana. HACE FALTA TENER UN CAMINO La vida interior, el amor de Dios se fragua dia a dia, semana a semana, recomenzando muchas ve- ces en los mismos propésitos. Y para avanzar es necesario tener unas metas concretas, unos objeti- vos claros; saber a dénde nos dirigimos. El viajero ~y cada cristiano es un homo viator, un caminan- te necesita conocer el término de su viaje, y qué senda ha de escoger. Pero en ocasiones la ruta se pierde porque «en la vida, no basta con las direcciones inconcretas, de algtin modo excesivamente generales, sino que es indispensable el camino. Vivimos muchas veces sin camino. Ese es el origen de muchas de nuestras desazones y de nuestras angusti: »Los j6venes, por ejemplo, andan deslumbra- s por un futuro muy variado en el que hay mu- |) de | chas posibilidades. Eso hace que se sientan mu- | chas veces indecisos y que no terminen por concretar la marcha. Por eso el joven, con frecuen- 2 FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAIAL cia, puede venir a parar a una inquietud indtil. | esta in camino. El futuro es para él todavia algo impreciso, sin concretar. Y en la vida madura su- cede también a veces que los hombres vivimos. sometidos al recuerdo perdido, de las ilusiones in- cumplidas, y todo esto produce en el alma una me- lancolia estéril; nos encontramos sin camino, ! tancados espiritualmente en una situacién que es siempre la misma, sin paisajes interiores nuevos. »Muchas veces tenemos que reconocer que es- tamos viviendo paisaje de barranco, siempre los mismos defectos. Podemos vivir amarrados a la soberbia, a la irritabilidad, al mal genio, a la suspi- ia, encadenados a la intolerancia, a la pereza, sala cobardia que nos lleva a dejar las cosas en los primeros obstaculos...»6. tot. » ordinario, nadie puede guiarse a si mismo it Ilen el camino que conduce a Dios, La falta de obje- tividad, el apasionamiento con que nos vemos a nosotros mismos, la pereza, van difuminando la senda (jtan clara, quiz, al principio!). Y cuando no hay claridad viene el estancamiento espiritual, el desanimo, la tibieza. {Mucha es la ayuda que nos pueden prestar! De modo a como «una nave que tiene buen timonel, llega sin peligro a puerto, con la ayuda de Dios, asf también el alma que tiene un © A, Garcia Dorronsono, Tiempo para creer (4* ed.). Rialp. Ma- drid 1993, p. 107. ian asi LA DIRECCION ESPIRITUAL B buen pastor lo alcanza facilmente, aunque antes haya cometido muchos errores»’. LA PERSONA ADECUADA i= | Pide siempre consejo al hombre sabio’. «Poned toda diligencia y la mayor aten- | ci6n para encontrar una persona que os pueda servir de gufa seguro en la labor que querdis _» | emprender hacia una vida santa; elegidle tal que sepa sefalar a las almas de buena volun- | tad el camino que conduce a Dios» (San Ba- silio) Es una gracia especial de Dios poder contar con esa persona amiga, que nos ayuda eficazmente en un negocio de tanta importancia y a la que podemos abrirnos confiadamente. Y como la confidencia re- quiere comprensién, «no se hace a cualquier perso- na, sino a quien nos merece confianza por lo que es 0 por lo que Dios la hace ser para nosotros. La confi- dencia exige una cierta intimidad, y, si esta intimi- dad no existe, la crea; requiere que la persona a la que nos confiamos sea capaz de hacerse cargo, esto es, de penetrar hasta la raiz de aquello que se le co- 7 San Juan Cuimaco, Escala del Paraiso, PG 8, 579-1254. $14,109, | 4 _ FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAIAL munica: si no, no puede comprender»®, Comprender ll egetsterse cargo», llegar al fondo. Es importante, pues, escoger la persona ade- cuada. Y esa eleccién se ha de hacer con naturali- dad y sentido sobrenatural. Para Pablo sera Ana- nias quien le devuelva la vista y le fortalezca. El ArcAngel San Rafael orientaré a Tobias en su largo viaje. La Virgen elegiré a su prima Isabel para des- velar algo del misterio que se le acaba de comuni- car. Y no se guié Maria por simpatfa o simple crite- rio humano: quizé en este caso hubiera elegido a San José. Eligié a Isabel por ser la persona que nombré el Angel en su mensaje. La direcci6n espiritual ha de moverse en un clima sobrenatural y, a la vez, humano. Para pedir un consejo en asunto de tejas para abajo, 0 confiar una preocupaci6n sin mayor trascendencia, bas‘ rfa elegir, quiz, a quien sea capaz de comprender '| y sea discreto y prudente; «mas para todo cuanto de alguna manera se refiere al alma y a un orden ! superior, entonces se requiere especial finura de { espiritu para saber con quién quiere Dios demos salida al espiritu de comunicaci6n. Pues se corre el peligro, si solo a motivos humanos se atiende, de que no entiendan ni comprendan; y entonces la alegria se torna amargura, y la amargura desem- boca en incomprensién que no alivia; y en ambos ug) 9 Suanez, La Virgen Nuestra Senora. LA DIRECCION ESPIRITUAL. 15 , casos se experimenta la desaz6n, el intimo males- tar de quien ha hablado demasiado, con quien no debfa, de lo que no debfa»!®. Enseguida, se com- prende que hubiera sido mejor callar. 4 Abrir el alma a la persona debida y no a otra. Cuando estamos enfermos acudimos a quien sabe y puede curarnos: al médico; y no a cualquier mé- dico sino a quien pensamos que entiende de nues- tra enfermedad. Y si tenemos una dificultad legal acudimos al abogado; y para arreglar los zapatos al zapatero. Y si pretendemos ir a Barcelona y nos encontramos en la Puerta del Sol de Madrid, con- sultamos un mapa de carreteras de Espaiia y no de Portugal. Y esto aun en el caso en que hayamos ad- quirido alguna idea de medicina, de derecho 0 nos suene lejanamente dénde queda Barcelona. \ Cuando se trata de ir a Dios también actuamos con sentido comtn: nos dejamos orientar por quien sabe el camino que conduce a Dios; y lo ha- remos con tanta mds atencién cuanto mayor es nuestro deseo de llegar. | Y quien dirija almas ha de ser ante todo una de oracién. Para Tlevar Tas almas a Dios no pg a San no. Es necesario que él también lo recorra y conoz- } ca sus dificultades. Es decir, debe luchar por tener | i vida interior, trato con Jestis, piedad. Y_con la pie- Ibid. 16 FRANCISCO | PERNANDEZ-CARVAIAL dad, la ciencia debida y el ejemplo. Ha de estar muy unido al Maestro que posee y comunica esa sabiduria divina. Por eso acudira «a Jestis, al Ta- bernaculo, a conocerle, a digerir su doctrina, para entregar ese alimento a las almas»'', Junto a El, \\aprendera a transmitir, haciéndose entender «con don de lenguas», ese tesoro de verdades que son Valimento de las almas. Los fariseos no supieron guiar al pueblo de Dios porque culpablemente, se quedaron sin luz. ¥ entonces echaron sobre los hijos de Dios un yugo Aspero y molesto, mientras que el yugo divino es suave y liberador, Decian y no hacian. Perdieron su condicién de guias, de buenos pastores. Hemos de pedir, como una gracia de singular importancia, encontrar un director espiritual que nos ayude y ensefie el camino de la santidad, y como recorrerlo, EI Sefior, de una manera sencilla y natural nos pondra cerca de esa persona que nos ensefie a cons- truir nuestro propio edificio sobrenatural. Hay un punto clave para saber si hemos acertado en la elec- cidn: si nos ayuda, con comprensi6n, a encontrar al Sefior en todos los sucesos de nuestra vida, y a iden- tificar nuestra voluntad con la voluntad divina. Si no lo tenemos, pidamos y lo encontraremos. 1 San JoseMaRin EscRwvA, Forja, 938. ” Thid., 634. i LA DIRE SION ESPIRITUAL 7 Si lo hemos encontrado, demos gracias, como {\quien ha recibido un enorme bien. VoLar ALTO" Una buena sefial de haber acertado con la per- sona adecuada es comprobar que «tira de nosotros para arriba», que nos acerca a Dios. Dicen que un granjero subié a una montaiia y bajé con un huevo de aguila que tomé de un nido. Lo colocé entre los huevos que incubaban las galli- nas, y al tiempo que nacieron los otros pollitos, aparecié también un pollo de aguila. Este apren- dié las costumbres de sus compaiieros. Andaba por el corral comiendo gusanitos y alguna vez se lanzaba desde un elevado madero hacia el suelo gritando desaforadamente, igual que las gallinas. Cierto dia vio en el suelo la silueta de un ave que volaba muy alto. «¢Quién es?», pregunts. Y la gallina que tenia al lado le dijo: «Es un Aguila, que vuela majestuosamente, sin apenas hacer esfuerzo. Pero no le mires mas, porque nuestra vida no es como la de él, sino aqui en el corral». El cuento termina diciendo que aquel pequeiio Aguila nunca supo su condicién y vivid hasta su muerte como una gallina de corral. Me viene a la memoria el consejo de Camino: | «Agranda tu corazén... No vueles como un ave de i 18 FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAIAL “corral, cuando puedes subir como las 4guilas»!%. \z Sefior pide mas. EI tiene unos proyectos muy ambiciosos sobre nosotros. Tomo prestado de Lewis este ejemplo. Quiz nos pueda ayudar a comprender que los planes de Dios estan muy por encima de los nuestros: Imaginaos a vosotros mismos como una casa viva. Dios entra para reconstruir esa casa. Al prin- cipio es posible que comprendais lo que esta ha- ciendo. Esta arreglando los desagiies, las goteras del techo, etcétera, lo mas urgente: vosotros sa- bfais que esos trabajos necesitaban hacerse y por lo tanto no os sentfs sorprendidos. Pero, al cabo de un tiempo, El empieza a tirar abajo las paredes de un modo que duele terriblemente y parece, ade- més, como si no tuviera ningtin sentido ¢Qué se trae entre manos? La explicacién estarfa en que Dios se ha propuesto construir una casa muy dife- rente de aquella que vosotros pensabais -poniendo un ala nueva aqui, un nuevo suelo allf, levantando torres, trazando jardines...-. Vosotros pensasteis que os iban a convertir en un pequefio chalé sin grandes pretensiones: {pero El esté construyendo un palacio! jY tiene pensado venirse a vivir a él! El Sefior se toma en serio nuestra santidad. Todo en nuestra vida estara dirigido a ese gran proyecto: éxitos, fracasos, enfermedades... 8 Camino, 7 LA DIRECCION ESPIRITUAL 9 Por eso, para ayudar realmente a otros, el con- sejero espiritual, y cada uno de nosotros mismos, debe tener muy en cuenta que Dios no quiere que nadie se quede en la mediocridad; por el contrario, algo muy grande espera de cada uno: a todos los hombres y a todas las mujeres «llama a una vida cristiana, a una vida de santidad, a una vida de _ || elecci6n, a una vida eterna»!4, Por eso nos ha hecho de tal forma que, siempre y en todo lugar, el deseo de nuestro espfritu y de nuestro coraz6n tiende al infinito, tiende a lo eter- no, y no encuentra su sosiego mas que en Dios. (Fl || quiere hacerse un palacio en nuestro corazén! jNo una casucha! NO MARIONETAS — Los dos soportes de la direcci6n espiritual son la libertad y la responsabilidad del que busca esa ayuda. No debemos ser nunca como marionetas que se mueven al tirar de los hilos de la direccién espi- ritual; cada uno debe manejarse con autonomia y determinacién propia: «la tarea de direccién espi- ritual hay que orientarla no dedicandose a fabricar riaturas que carecen de juicio propio, y que se li- a a) 1 Forja, 13. 20 FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAIAL mitan a ejecutar materialmente lo que otro les dice; por el contrario, la direcci6n espiritual debe tender a formar personas de criterio. Y el criterio supone madurez, firmeza de convicciones, conoci- miento suficiente de la doctrina, delicadeza de es- piritu, educacién de la voluntad»'5. Nos hemos de formar en libertad y esto supone ser personas de criterio, hombres y mujeres que, ademas, saben aplicarlo y reaccionan con soltura, con espontaneidad y espiritu cristiano, que no se «paralizan» ante lo inesperado, ni necesitan que se les dé una respuesta concreta para cada ocasién. La vida espiritual est Ilena de sucesos imprevi tos, y cada uno ha de hacerles frente con autono- mia, con la sabiduria y la soltura que otorga el de- seo de hacer la voluntad de Dios en todo. La direccion espiritual se debe orientar a qui- tar, si lo hubiera, el miedo a tomar decisiones que comprometen, a tener iniciativa en la propia vida interior, en el apostolado, en el estudio, en el modo de realizar el trabajo, en la manera de santificar la familia. Es precisamente esta actitud responsable, comprometida, la que forja las virtudes y permite alcanzar la madurez propia de una persona adulta que quiere orientar su vida segtin la voluntad divi- na. No se puede olvidar que «la libertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y de madura- 1S San JosEMaRiA EscRivA, Conversaciones con..., 93. LA DIRECCION ESPIRITUAL 21 cién en la verdad y en la bondad. La libertad alcan- za su perfeccién cuando esta ordenada a Dios, nuestra bienaventuranza»'®, Solo con el desarrollo de la libertad sabremos amar. Como consecuencia de este actuar responsable y libre, las indicaciones del director espiritual no son, de ordinario, mandatos, sino consejos, sefia- les que no quitan espontaneidad ni libertad; por el contrario, potencian las iniciativas de la persona. Son como los indicadores de una carretera, que marcan el camino y permiten al viajero dirigirse con soltura hacia su lugar de destino: precisamen- te porque desea llegar a ese lugar hace suyas las se- fiales y no se siente «coaccionado» por ellas; por el contrario, se convierten en un motivo de alegria y de agradecimiento, pues le facilitan ir derecha- mente a la meta a la que él queria llegar: Es la per- sona misma, pues, la que se siente empefiada y comprometida, «porque le da la gana», en seguir al Sefior de cerca: por eso acude a la direccién espiri- tual, a contrastar sus iniciativas, en busca de ayu- da, de sugerencias. Asi, libremente, hace propias las indicaciones, los consejos, y lucha con mas conviccién y eficacia. Los pilotos -por ser buenos pilotos y tener sen- tido comiin- tienen como algo de mucho valor la informacién que reciben de la torre de control de "eCatecismo de la Iglesia Catdlica, 1731 2 FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAJAL cualquier aeropuerto, sea cual sea su experiencia, sus horas de vuelo, su entereza de dnimo y el cono- cimiento de la ruta. Sucede ademds que la torre conoce bien el estado de las pistas de aterrizaje, la direccién del viento, etc. Y posee informes de cen- tros meteorolégicos, de satélites, de aviones en vuelo, conoce las dificultades que han tenido otros al aterrizar en aquellas condiciones, etc. Ningtin piloto que acude por radio a la torre se siente lesio- nado en su libertad, sino todo lo contrario; sabe bien que la torre le suministra unas precisas y pre- ciosas informaciones en un asunto del que depen- de su vida y las de sus acompafiantes. Tan importante es el pronéstico de la torre que su utilizaci6n es rigurosamente obligatoria en to- dos los vuelos del mundo -profesionales y aficio- nados- y nadie parece sentir lesionada su libertad. Cualquier otra conducta nos parecerfa insensata © irresponsable. Puede existir una gran analogfa entre la direc- cin espiritual y esta torre de un aeropuerto. Am- bas sefialan rumbos, cotas, dificultades. Estan para servir, Y ambas dejan en total libertad al co- mandante de la nave para que realice el aterrizaje o el despegue. Quien voluntariamente encomienda a otra persona la direccién de su alma, no por ello elude su propia responsabilidad de tender a la san- tidad en su vida corriente. Nadie puede sustituir a otro en su compromiso LA DIRECCION SPIRITUAL 23 con el Senor: él es el que camina, el que se levanta si cae, quien responde de su santidad. «Mantenerse en pie es algo que cuesta esfuerzo a un nifio que es- ta aprendiendo a andar, pero nunca lo logrard, si no se ve obligado a valerse por si mismo. Un confe- sor, 0 -para el caso es lo mismo- un director espiri- tual, es un guia, no un cochecito de invalidos 0 so- porte de abtilicos»'7. Por eso, se ha comparado el director espiritual a la estrella de los Magos, que in- dica el camino, pero no ahorra el esfuerzo neces: rio para recorrerlo; o también al modo de actuar de San Juan Bautista, que sefala a sus discfpulos a quién deben seguir, pero son ellos en definitiva quienes toman la decisién de encaminarse al Seftor. Otra imagen clasica para expresar esta idea es la del faro y el barco que busca orientacién: el faro con su luz indica el puerto, pero para alcanzarlo los navegantes deben remar con vigor o desplegar las velas para aprovechar los vientos, y sostener con firmeza el tim6n's, En otras palabras, la direccién espiritual no suprime sino que exige y fomenta ini- ciativas, esfuerzos, y la responsabilidad personal para dirigirse a Dios en cualquier circunstancia. En las indicaciones que se reciben en la direc- | cisn espiritual, el alma debe saber descubrir mani- WF, SuAREZ, El sacerdote y su ministerio, p. 99. 8 Chr A. Livi, en Gran Enciclopedia Rialp, vor Direccién espiri- tual, vol. VIL pp. 35s. Peace eae 4 FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAJAL _ festaciones del querer divino, que se hace propio. La responsabilidad consiste esencialmente en ser fieles a esta voluntad de Dios, que se toma como criterio supremo al cual se adapta el propio que- | rer: hacer lo que a Dios agrada y como a El le gus- tan!9, Se es verdaderamente libre y responsable cuando se busca en todo este fin. La libertad «no se basta a sf misma: necesita un norte, una gufa»2?, Y esta no puede ser otra que la Voluntad del Seftor, que se manifiesta de muchas maneras; entre otras, a través de la direc- cién espiritual. Por eso, la persona formada esti- ma tanto los consejos que recibe. Sabe que ahi dispone de un canal excepcional de la gracia, y da muchas «pistas» para encaminarse a Dios con ra- pidez. Un bien muy grande que buscamos en la di- reccién espiritual es aprender a educar la volun- tad para llegar a tener una voluntad recta, y asi poder ser verdaderamente responsables. «Educar la voluntad» significa, ante todo, que nos guie- mos cada vez con mas finura por aquello que Dios nos va pidiendo en cada situaci6n, y no por el «me apetece», la flojera, el «qué dirany, la co- modidad, aquello que en ese momento parece mas Util o productivo... El cristiano que se siente 7B. Baur, Ew la intimidad con Dios, p. 215. 2 Beato JOSEMARIA BscRIVA, Amigos de Dios, 26. LA DIRECCION ESPIRITUAL 25 cada vez mas cerca de Dios, y por tanto mas libre, ha de preguntarse muchas veces: «¢qué esperas de mi, Sefior, para que yo voluntariamente lo cumpla?»2!, Es la persona misma la que ansfa co- nocer el querer divino para llevarlo a cabo, como se comporta quien esta enamorado. En este sentido, San Pablo advertfa a los pri- meros cristianos que no utilizaran la libertad como excusa de la maldad: Vosotros, hermanos -escribe a los galatas-, habéis sido llamados a la li- bertad; pero cuidado con tomar la libertad como pretexto para servir a la carne...22. Y San Pedro re- petfa, con palabras parecidas: Actuad como hom- bres libres, no a la manera de quienes convierten la libertad en pretexto para la maldad, sino como sier- vos de Dios}, NO MORIR IDIOTAS” La direccién espiritual nos puede ser necesaria por muchos y diversos motivos. En primer lugar, para que no tengamos que decir, al final de nuestra vida, lo mismo que los judfos después de vagar por el desierto sin rumbo ni sentido: Cuarenta atios he- Thid, 26. 2 Ga 5, 13, 81 P2, 16, 26 FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAJAL mos dado vueltas alrededor de la montaria’; hemos vivido sin ton ni son, sin saber a dénde fbamos, sin que el trabajo o el estudio nos acercara a Dios, sin que la amistad, la familia, la salud y la enferme- dad, los éxitos y los fracasos nos ayudaran a dar un. paso adelante en lo verdaderamente importante: la santidad, la salvacién. También, para que no ten- gamos que decir que hemos vivido entretenidos con cuatro cosas pasajeras. Y todo porque nos fal- {6 unas metas sobrenaturales en las que valfa la pena luchar, un norte claro al que dirigirnos. Hace ya algunos afios fue liberado un periodis- ta secuesirado en el Libano. Habia pasado mucho tiempo (més de dos afios) en un pequefifsimo re- cinto en el que ni siquiera se podia poner de pie. Todos esperaban que estuviera fisica y psicamente desecho. Aparecié con lesiones muy graves en su ‘cuerpo, pero desde el punto de vista mental se en- contraba en perfectas condiciones. Y, ante la sorpresa de todos (antes de su cautive- rio era tenido por un hombre mas bien alejado de la fe) declaré que estaba muy agradecido a Dios por- que, pensaba, que gracias a esos afios ya no moriria idiota, es decir preocupado por cosas que en el fon- do tenfan poca o ninguna importancia, asuntos completamente irrelevantes y accidentales. Esto nos podria también pasar a nosotros sien Dr 2,1 phan. LA DIRECCION ESPIRITUAL, 27 fe de ir derechos a la santidad dejéramos pasar la | vida preocupados por tonterfas 0 cosas superficia- 3 les. Seria como haber estado preparando un exa- 7) men con materia que ya muchos sabian que habia sido excluida de la prueba final, mientras que olvi- dabamos las preguntas claves. UNA PALABRA DE ALIENTO La direccién espiritual nos puede ser también necesaria porque todos precisamos alguna vez de una palabra de aliento, especialmente si llega el desdnimo, el desaliento, que puede presentarse a cualquier persona, en cualquier edad. Necesitamos entonces esa voz amiga que nos dice jadelante!, jttt i) | puedes!, jno debes pararte, porque tienes la gracia de Dios para superar cualquier dificultad! ;Cuanto mayores sean los obstaculos, mayores son las ayu- das del Seftor! Palabras que, de una forma u otra, nos ayudardn a recuperar la esperanza. ' j Dice el Espiritu Santo: Si uno cae el otro lo le- ,| vanta; pero jay del que estd solo, que cuando cae no |] tiene quien le levante!?5. Al que esta solo, la misma vida se le presenta como un camino demasiado empinado. Qo 4, 10. 28 FRANCISCO FERNANDE , Y Cuenta Jestis Urteaga la historia de un perso- naje norteamericano de quien recibié esta carta como contestacién a una suya. Decia asf la nota re- cibida: ‘ «No podré olvidar jams tres palabras de mi padre que cambiaron mi vida. Las dijo en un tan- via, entre dos campanadas del conductor. Tres pa- labras para ayudar y alentar a un chico». (Su padre era un herrero que trabajaba en una cochera de tranvias de Boston). El personaje entonces tenia diecisiete aiios. El resultado de los examenes trimestrales: castas- tréfico. «Desilusionado con los resultados de mis exa- menes, el padre director habia concertado a toda prisa una entrevista con mi padre. La cita tenia que ser a tiltima hora. Las luces de las calles esta- ban encendidas cuando mi padre salfa para el tra- bajo y volvfan a encenderse antes de que regresara acasa. Mi padre trabajaba diez horas diarias. Recuerdo muy bien aquella noche fatidica. Cincuenta y tres afios después puedo recordar per- fectamente lo que ocurrié. ; Alas ocho de la noche estabamos en el Semi- nario. Yo me temfa lo peor y asf fue. El rector le dijo a mi padre: “después de todo, Dios llama a sus hijos por caminos muy distintos, son pocos los lla- 76 URTEAGA~ M. AGUADO, Siempre alegres, pp. 203-205, LA DIRECCION ESPIRITUAL 29 mados a la vida intelectual, y menos todavia los que alcanzan la vida sacerdotal”; porque, no lo he dicho todavia, yo queria ser sacerdote. Mi padre traté de defenderme por el fracaso de los examenes, pero el rector le corté en seco: “no debe usted afligirse. San José era carpintero. Dios encontrara trabajo para ese hijo suyo". Nos despe- dimos. No habfa nada que hacer. Estaba claro que me expulsaban del colegio. Como si fuera ayer, recuerdo aquella noche fria, oscura, htimeda. Fuimos a casa en silencio, cada uno dando vueltas a sus propios pensamien- tos. Los mios eran tristes. Al fin, demostrando in- diferencia como suelen hacer los chicos, dije: “Que se queden con su titulo. Conseguiré un empleo y te ayudaré en el trabajo, padre”. Mi padre puso su mano sobre mi hombro y me dijo estas pocas palabras, que hoy las escribo por si pueden alentar a otros: “Sigue adelante, hijo”. Y yo segui». (¥ a continuacién viene la firma del que hoy tiene setenta afios cumplidos y que a los diecisiete le expulsaron del colegio, porque no valfa para es- tudiar para sacerdote. La firma dice asf: Richard, Cardenal Cushing, Arzobispo de Boston). Todos vamos a necesitar alguna vez una pala- bra amiga de aliento y de animo para seguir en nuestro camino. «Sigue adelante...», no te preocu- pes, todo pasa... {Qué triste es sentirse uno solo! 30 FRANCISCO | jAy del que estd solo...! {Qué alegre, por el contra- rio, el estar acompaiiado, poder compartir las ale- arias y las penas con alguien que nos entiende bien! v Con esas pocas palabras nos recomponemos por dentro, y sacamos fuerzas cuando nos parecia que ya no nos quedaba ninguna, y seguimos ade- lante. AMIGOS FUERTES Necesitamos la direccién espiritual porque nos | encontraremos alguna vez. sin camino 0 a oscuras | y perdidos, y tendremos que preguntar a alguien -¥] que sepa «por dénde se va a Dios». De la misma manera que «un ciego no puede seguir el camino recto sin un lazarillo -dice San Agustin-, tampoco puede nadie caminar sin gufa»?’. : Otros motivos, no pequefios, pueden ser estos: — Porque el ojo, bueno para ver las cosas de fuera, es pésimo para verse a si mismo. Y si no nos conocemos no podremos luchar, y sin lucha no hay santidad. — Porque el orgullo, la soberbia, la pereza, la sensualidad y las demas pasiones tienden a defor- mar las cosas y necesitamos conocer la verdad con » Sermon 112. °CION ESPIRITUAL 31 claridad. Sucede lo mismo que cuando alguien lle va mucho tiempo en una habitacién cerrada: no se da cuenta de que el aire esta viciado, mientras que quien viene de fuera lo percibe facilmente. — Porque «el espiritu propio es mal consejero, mal piloto, para dirigir el alma en las borrascas y tempestades, entre los escollos de la vida interior. Por eso es voluntad de Dios que la direccién de la -y | nave la Ileve un Maestro, para que, con su luz y co- nocimiento nos conduzca a puerto seguro»?8, To- dos tenemos una cierta tendencia a dirigir el pro- pio barco a la escollera. — Porque vamos a sufrir heridas, quiz4 de con- sideraci6n, y necesitamos a alguien experto que las cure. Y con frecuencia, precisaremos que el médi- co siga su evolucién de cerca, y para esto no es su- ficiente quien practicé una cura de urgencia. Es muy dificil que alguien pueda guiarse a sf | mismo en la vida interior sin una gracia especial de Dios. Tantas veces el apasionamiento, la falta de | objetividad con que nos vemos a nosotros mismos, | la tendencia a dejarnos Hevar por lo que mas nos \ | gusta, por aquello que nos resulta més fécil..., van difuminando la ruta, y cuando no esta clara es dil cil de seguir. Los mismos santos reclamaron para si un guia que les aconsejara en su vida interior y no quisieron prescindir de este canal de gracias y 2 Chr. Camino, 59, ia \ CARVAJAL, 32__ FRANCISCO FERNANDE. de luces. No se sintieron seguros siguiendo su pro- pio criterio y pidieron ayuda a otros, pues, como sefiala San Juan de la Cruz, «el que solo quiere es- tar, sin arrimo y gufa, sera como el arbol que esta solo y sin duefio en el campo, y que por mas fruta que tenga, los viadores se la cogeran y no llegara a saz6n». Dificilmente saldra adelante. Por el con- trario, «el Arbol cultivado y guardado con los bue- nos cuidados de su duefio, da la fruta en el tiempo que de él se espera», Y concluye el Santo: «el alma sola sin maestro», es «como el carbén encendido que esta solo; antes se ira enfriando que encen- diendo»?”, No podemos pensar que podemos prescindir de consejo y ayuda. Con facilidad, quedariamos a merced de nuestras ocurrencias, intuiciones, im- presiones personales u opiniones de periddico... No podemos esperar iluminaciones especiales si no quisiéramos utilizar los medios que tenemos a mano, los que Dios, de una manera natural y ordi- naria, ha puesto a nuestro alcance. No podemos quedar encerrados en nosotros mismos. Afirma San Vicente Ferrer que «nuestro Sefior, sin el cual nada podemos, nunca concede su gracia a aquel que, teniendo a su disposicién a una persona ca- paz de instruirle y dirigirle, desprecia este eficac simo medio de santificacién, creyendo que se bas- ‘SAN JUAN DE LA CRUZ, Dichos de luz y de amor. LA DIRECCION ESPIRITUAL 33 ta a si mismo, y que por sus Solas fuerzas puede buscar y encontrar lo necesario para su salva- ci6n... Aquel que tuviere un director y le obedecie- re sin reservas y en todas las Hegard al fin mucho mis facilmente que si estuviera solo, aun- que poseyere muy aguda inteligencia y muy sabios libros de cosas espirituales ... »3, ii Y podemos estar también necesitados de esa | compaiifa espiritual porque «como es tanta la pe- nuria de los tiempos que hoy pasamos, Dios re- quiere amigos fuertes para sustentar a los fla- cos»3!, Y todos somos conscientes de la propia flaqueza. «Cualquiera comprende sin dificultad que, para realizar la ascensién de una montafia, es -_g | Hecesario un guia; lo mismo sucede cuando se tra- Fh ta de la ascensién espiritual (...); y tanto mas, | cuanto que en este caso hay que evitar los lazos que nos tiende alguien (el demonio) muy interesa- do en impedir que subamos»*?. El diablo, no lo ol- videmos, pondra todos los obsticulos posibles pa- ra que no podamos contar con esta ayuda tan grande. 3 De vita spiritual, It part. 1 3 SaNTA TERESA DE JESUS, Vida, 15, 5. 8 R. GARRIGOU-LAGRANGE, Las tres edades de la vida interior, Ed Palabra, vol. I, 2.*ed,, p.297. II. PARA QUE LA DIRECCION ESPIRITUAL SEA EFICAZ LO PRIMERO «SACAR EL MUERTO FUERA». SINCERIDAD En el estanque de una casa de campo, utiliz: también como piscina por sus duefios, habia un muerto... Esa era la realidad que nadie queria re- conocer, Una majiana, sin embargo, comenzaron a ser visibles algunas manchas en la superficie del agua. Manchas inquietantes; y, aunque todos cono- cen el verdadero origen del asunto, nadie quiere tomar conciencia de su gravedad. Cada uno procu- ra disimular a su modo. jEs una cuestién tan mo- lesta y absurda...! La familia llama a un quimico para que elimi- ne las manchas, como si el problema estuviera en la superficie. Y el experto busca los detergentes apropiados, y al poco tiempo las manchas desapa- recen, por el momento. Por el momento, porque al cabo de pocos dias las manchas vuelven a apare- ye 36 FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAJAL cer, Nueva llamada al quimico, nuevos detergentes y las manchas preocupantes son eliminadas. La operacién se repite varias veces hasta que el quimico, un poco brutalmente, les dice un buen dia a los duefios de la cas: —Seiiores, solo hay un remedio realmente efi- caz. Hay que armarse de valor: es preciso sumer- girse y sacar el muerto fuera. No existe otra solu- cién. Es necesario ir al origen de las manchas superficiales. Cuando de verdad nos decidamos a emprender cel camino de Dios, lo primero que hemos de hacer es eso: sacar nuestro propio muerto a la superficie. Armarnos de valor y sacar a la luz clara de la direc- cién espiritual «eso» mas profundo que origina las manchas en la superficie. La poca voluntad en el estudio o la desgana en el trabajo, la tristeza, el mal caracter y sus reaccio- nes destempladas, etc. pueden tener su origen en una realidad mas profunda, que es preciso descu- brir en la presencia de Dios, Puede ser la sensuali- dad, 0 un egofsmo brutal enmascarado, o una ti- bieza grande... Y para sacarla fuera, delante de la persona que nos puede entender y curar, es necesa- ria gracia de Dios, que hemos de pedir, y la virtud humana de la valentia. El agua debe correr por su cauce y cuando se estanca frecuentemente se des compone. Santa Teresa -con gran sentido humano ins LA DIRECCION ESPIRITUAL 7 y sobrenatural- afirmaba que todas las almas ne- cesitan un «desaguadero», Si queremos que la direccién espiritual sea efi- caz, si no deseamos perder el tiempo, lo primero a tener en cuenta es la virtud de la sinceridad, empe- zando por lo mas importante (que quiza coincida con lo que mas nos cuesta decir, y lo que nos deja humanamente en peor lugar). Esto es decisivo para comenzar y para seguir. Los frutos de una buena di- recci6n espiritual pueden retrasarse por no haber empevado desde el principio por dar una imagen clara, sin embrollos, de lo que realmente nos pasa, 0 por habernos detenido en cosas puramente acciden- tales, de adorno. Un enfermo grave cuando va al médico no empieza por describir pequefias moles- tias que nada, 0 poco, tienen que ver con el cancer que lleva dentro. Si tiene sentido comtin y quiere curarse ira al grano, a lo que le duele, a lo que es origen de su malestar. Ya habré tiempo para lo de- més. Algo semejante sucede en la direcci6n espiri- tual en la que encontramos siempre al médico efi- caz de nuestras enfermedades del alma. El primer propésito para no perder el tiempo: ser muy sinceros; y sinceridad plena, sin mentiras ni medias verdades, sin disimulos ni exageracio- nes, sin vaguedades ni inconcreciones. Sinceridad en lo concreto; en el detalle, con delicadeza, cuan- do sea preciso. Huyendo siempre del embrollo y de Jo complicado; sin gazapos. i> 38 FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAJAL Hemos de aprender a reconocer defectos, mi- serias y equivocaciones. Y llamarlos por su nom- bre, sin querer enmascararlos con falsas justifica- ciones 0 t6picos del momento. EL LOBO Y LAS OVEJAS Dicen que el lobo cuando ataca a la oveja no se lanza a las patas, para impedirle huir, como uno pensaria facilmente, sino que busca con sus fuer- tes colmillos el cuello de la victima para que no pueda gritar pidiendo auxilio. Asf, sin la ayuda del pastor, esta por completo a su merced y se convier- te en facil presa. Muchas veces, la tactica del Demonio -el «de- monio mudo»— es atenazar la garganta del hombre en mala situacién, de modo que no solicite ayuda de nadie. Ataca en el terreno de la sinceridad. Al Demonio se le vence hablando; entonces, la oveja gana la partida al lobo. La sinceridad es el gran remedio de muchas angustias y problemas personales, que dejaran de serlo cuando nos abrimos a esa persona puesta por Dios para limpiarnos, curarnos, y devolvernos la dignidad perdida o maltrecha. Si fuera preciso, que no nos importe dejar una aparente mala o re- gular impresién de lo que somos y valemos. El que nos ayuda sabe ver mas alla de lo que nosotros de- i> LA DIRECCION ES 0 cimos. Sabe intuir toda la capacidad de bien que existe en nuestro coraz6n. Muchas veces, con solo hablar ya hemos venci- do o nos hemos puesto en camino de vencer. jEs el premio de la sinceridad, que nos hace humildes! Parte de la virtud de la sinceridad es lafclaridad. En nuestra charla con el director espiritual hemos de evitar tanto el detalle insustancial y prolijo como la generalizacion vaga, anodina y anénima; debe ser una conversacién sin encasillados, dicien- do con sencillez lo que ha ocurrido, exponiendo el verdadero estado de! alma, las sugestiones del ene- migo, las pequefias victorias y los desdnimos: la si tuaci6n real y personal del alma. Sin literatura, sin justificaciones, sin rodeos, sin adornos, llamando pan al pan, y al vino, vino. Procuramos evitar las divagaciones y generalidades: «no fui humilde», «tuve pereza esta semana», «tuve poca caridad»... ) }/ con Cristo en la Cruz, dar cabida a la vida sobrenatu- ral en el alma, adelanto de aquella gloria venidera que Ni se ha de manifestar en nosotros*. | Especial importancia tiene la mortificacién in- | terior, que lleva al control de la imaginacién y de la | memoria, alejando pensamientos y recuerdos int- | tiles, que impiden el habito de la presencia de Dios, y que tantas tentaciones llevan consigo. Por ser un tema tan vital para el progreso inte- rior, ha de estar presente siempre, de una u otra forma, en las charlas de la direcci6n espiritual. Alli _ ©"ll nos ayudar a concretar esas mortificaciones de la vida ordinaria, tan gratas al Sefor. Caripab. APOSTOLADO La vida interior se revela inmediatamente en el [tao con los demas. La sefial por la que conocerén Rm 8, 18. ia “a _ FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAIAL . que sois mis discipulos serd que os amdis los unos a | los otros. Es el distintivo de los que siguen a Cristo. La caridad es manifestacion del amor a Dios, y, a la vez, camino que conduce directamente a El, «es la via para seguir a Dios mas de cerca», y «la me- dida del estado de nuestra vida interior, especial- mente de nuestra vida de oracin»®, Es sefial segu- ra de progreso en la vida espiritual. La caridad tiene muchas manifestaciones prac- ticas. En primer lugar, facilitar a quienes estan cerca -hermanos, parientes, amigos, compa- fieros de trabajo o de estudio, vecinos, personas con las que se tiene un encuentro ocasional...~ el camino que conduce hasta el Sefior. La amistad, la cordialidad, el sentido positivo y optimista de la vida y de las cosas, el trabajo bien realizado, seran el camino por el que muchos encontraran a Dios. | Este adelanto en el amor a Dios se manifiesta | también en comprensién con todos, en hablar de modo positivo de los demés, en la practica de la correcci6n fraterna, en la generosidad con el tiem- po y con los bienes, en la preocupacién por la sa- | lud espiritual y humana de quienes se trata mas habitualmente... Verdaderamente «las obras ha- blan més que las palabras: ~~ S Savro Tow sios, 5,1 © B, Baur, En la intimidad con Dios, p. 246, 7 Santo TowAs DE AQUINO, Comentario a la I Carta de San Juan, 3,8. ‘OMAS DE AQUINO, Comentario a la Epistola a los Efe- LA DIRECCION ESPIRITUAL. 6 Cuando en la direccién espiritual conversamos acerca de la virtud de la caridad, y de esa manifes- taci6n particular de esta virtud que es el apostola- do, conocen pronto, con bastante exactitud, nues- tra verdadera situaci6n interior. Si la vida de oracién no Ilevara a vivir mejor la caridad y el apostolado, se podria pensar que esa oracién no es del todo auténtica: quiza se estaria buscando una dificil «autoperfeccién» que, mas tarde o mas tem- prano, se revelard falta de contenido. El progreso interior se traduce enseguida en un deseo grande de acerca a muchos al Sefior. Las conversaciones de la direccién espiritual son también una ocasién excelente para aprender de modo prictico, segtin las circunstancias de ca- da uno, a ejercer el apostolado con amigos, com- pafieros de trabajo o de estudio, parientes, conoci- dos, etc. ALEGRIAS, TRISTEZAS..., PREOCUPACIONES DIARIAS... «Alegrias, tristezas, éxitos y fracasos, ambi- ciones nobles, preocupaciones diarias..., jflaque- zas!»8, Son estados del alma que San Josema- ria Escriva sefialaba como posible materia para * Ch. Camino, 91 os FRANCISCO FERNANDEZ-CARVAJAL 1A DIRECCION ESPIRITUAL. “9 hablar con el Sefior en la oraci6n. Por ser actitu- AMOR A LA IGLESIA des fundamentales seran también, frecuentemen- te, el tema primero de la conversacion de la direc- | 47 En la vida interior hemos de tener muy en cién espiritual. De él, de ordinario, arrancan los | cuenta una primera realidad: nadie puede llegar a demas ser un buen hijo de Dios, si no lo es también de la re Las preocupaciones y alegrias pueden indicar Iglesia, porque «no puede tener a Dios como Pa- }/=]] ‘dénde tenemos realmente la cabeza y el corazén, dre, quien no tiene a la Iglesia como Madre»’. No *| cual es el verdadero objetivo que de hecho esta se concibe un gran amor a Cristo sin un gran amor? guiando la vida. a su Cuerpo Mistico. La direccién espiritual ha estar orientada a Este amor lleva al cristiano a mirarla con ojos. \de fe, y entonces la ve santa, limpisima, sin arruga. El buen hijo no permitira que se la trate como si fuera una sociedad humana caduca, olvidando el procurar almas alegres, sonrientes, que tienen como sumo gozo haber encontrado al Sefior en sus vidas y, como fundamento de toda su existencia, el ser y sentirse hijos de Dios. Esa alegria hemos de jmisterio profundo que en Ella se encierra. Un extenderla a la familia, a los amigos, a los compa- lbeemecnaeas puede escuchar indiferente criti- | fieros de trabajo... |cas sobre el Papa, obispos, sacerdotes, religiosos... En la direcci6n espiritual se ha de airear el al- LY si en alguna ocasion ve errores y defectos en ma, recuperar la paz y la alegrfa si se hubieran per- quienes tenfan que ser més ejemplares, aprenderé dido. Es preciso aprender que no se debe esperar a /a disculpar, a resaltar otros aspectos positivos de «que la alegria se presente sola»: es necesario fo- Jesa personas, a rezar mas por ellas... y, si es posi- mentarla de modo positivo, venciendo los estados | ble y prudente, a prestarles ayuda mediante la co- de dnimo tristes y pesimistas, considerando el , | rrecci6n fraterna amable y positiva. Y nunca acha- amor de Dios por nosotros, el valor del sufrimiento al card a la Iglesia los errores y flaquezas de alguno unido a la Cruz, pidiendo el gozo que el Espiritu | de sus miembros. Santo pone en el alma de quienes permanecen uni- Como consecuencia de este amor a la Iglesia y dos a Cristo. Lo normal sera que, al terminar nues- al Papa, que tiene un firme fundamento teolégico, tra confidencia, nos encontremos con mucha mas sera facil ir concretando la oracién y la mortifica- paz y alegrfa, Es, también, el premio del Seftor a la sinceridad. * Sobre la unidad de la Iglesia Catlica, 6.

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