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Repensar el espacio Caribe" Tora WOOD ‘neg eels identidad y a insertanos en ta cultura mayor de Nuestra Amética, El Caribe (ue el espacio primero donde se definié el destino de Amé fica partir de la legada de tos espaioles, donde se inicid "ls cruzada de exterminio... el comienzo de la conquista.--".y la eo lonisacin del territorio, que por estar “ignorado en el cccidente™ fue denominado Nuevo Mundo. El Caribe fue la primera imagen de América que recrrié Europa, y su misma denominacibn come subvegiin americana, hoy aceptada, esté asociada a las descripcio. nes y narraciones sobre los pobladores originaros y sobre las ears. tersticas de su paisaje, no explicables pata los espafoles. ante desconocimiento de su ecosistema Ma ' és sible ante "EL presente trabajo os la aproximasién a una respuesta posible an las acepeianes diversas utlizadas histricamente como defini Gel tri. El aercamiento a ste problem devigo usa neesidad en el propésto de estudiar el proceso histricoartistico en el Cat be. De modo que la obseracion del problema ests orientada desde | na perspoctiva materialist, dakstica ehistorica, y eon wn, proms | sito eseacialmente metodokgico para ol mecsario eaeeni Sede uban eral otic en el Caib, a aque pe Gicra obserare el sobiscma de f cultura aistica en el sens fuayor de la cultura y on 3 entronque definitive eon Tos histbricosocales. pale Son miliples las uelimitaciones que exten sabre el espacio "cyte: es ata 9a iis a 6 0 los teritorias costeros continentales, a tej se ne de dames qu angus de sas ape, mada unilateralmente, haria subsistir la pobreza de las ge La conversidn temprana de la regién en dea de operaciones his pinicas, determind el establecimiento en el Caribe de los primeros y mis antiguos asentamientos espaioles en Amétiea, puntos. de par {ida para nuevas incursiones en busca de la expansidn colonial y del encuentro con las riquezas americanas, que satistieicran lot méviles esencialmente econdmicos de la eonquista y la colonizacién Estos intcreses simultineos hicieron del Caribe un area en activo proceso de exploracién y reconocimiento, Era necesario, pata Es Dafa, poseer un euidadoso registro do la localizacién de pucrtos, balas y enscnadas; medir distancias, definir las configuraciones territoriales y elaborar un repertorio suficientemente amplio de las gentes y de los recursos disponibles y explotables. En un afin permanente por nombrar las cosas, los espafoles bibl Iecg#e CD Anza ew? RAI 99 a ee SI io Caribe ha sido ui ca histricamente con- inplantan una toponimia caracteriada esencialmente por soci ions, pose el eres Cake tae or bo gun a espe cin, analogia y comparacion de lo eonocido ante lo deseonoeide deer ea art dale cater ita soil, ae En groin tenpram no se nombra exci Cais + dncipio metodologico sigoifica aceptar la dinimica de su) pesar de que en el cicuito de ls cuatro viajes de Colén su contig, car raige espacial en funcion del Uerpo histrco i cn haba queda defini de oma cs tle oq een rn cartespondenca con lo dliado de dictar normas en pro emos hoy como Cuenca Caribe, Esta denominacin no fue ullicads © enero iquce usin ronal rab aoa ee a pars eats pre nembrat amare a teers, Le ae rat cs sn desconocer Tos matices necesati, y por supucsto sin S Presupone para toda investigaciin soriocultural la necesdad ie? Feducciontsn oi faclismo, En ese sentido, ve observan es asp - Je cpt aca eae cater tos exencales on Ta, definicin dee oor etodologico. Para clo ela cartogtafia de Tos primeros sigios colonials ni cn los dcce. | ade oss que camultayn un repetiorio documenta, Toque taios geoprafcos de esos siglos los posteriores i ‘auido elicado proceso de rastrco, ordenamiento y clasili- , Desde el propio Diario del Almirante, el término Caribe aparécis oe rtar elementos as conclusions a las ques arriba, intentan aporar elementos at saline de dni del Caribe, pare dow enfoqe cm six tema oventad acl posbad de pensar su epi. desde AE perapestiva contemporauca, que eontribuya a perfar nues |, aseciado a uno de las etnias que habitaban la regidn, a fos grupos { de aquellos temidos dovoradores de carne humana que se desplacs ban velozmente en eanoas de unas a otras de las islas y pot las cos { tas de a terra firme. Creido como estuvo Coléa, hasta su mucrt, | de haber encontrado log tertitorios descritos por Marco Polo, no‘ dejé de considerar que “todas estas islas viven con grat miedo de ! Jos Caniba y asf torno a decir como otras veces dije que Caniba no } es otra cosa sino la gente del Gran Can”, (11 de diciembre). Unos + dias después (17 de diciembre) en su propio Diario, escribié que} “ajésonle cietas flechas de los Caniba o Canibales”. De modo 4 Jr premio “Revita Universidad de tacos Ceties oie Ae, an own de +e pret a wo aed ahi W ere a len st Sper de A a7 7 ripomy, ree ae 0 ~Y desde fines del siglo xv, ya partir de lus propios textos colombinos, Caribe y Caniba aparecen como sinénimos de canibal, términos aso ciados ademés a la leyenda del Gran Can como expresion de esa rmeacla de realidad y utopia que subyace en la descripcidn de nues tras realidades, donde lo imaginario y lo verdadero aparecen mex: clados ante el intento de explicar lo incomprensible y lo descono cido, El nombre Caribe se definid por una ctimologia etno-istiri- ca, como “individuos de un pucblo antillano”, que se distinguian por sus flechas envenenadas y su voracidad. Comedores de carne hue | cogen a Jos nis, os easiran como nosotros a los pollos 0 cerdills... pero a la edad madura, cuando cacn en sus manos los matan y parien, los intestinos y las extremid 1 ds de los micmbios se las comen frescas y los miembros, Jos guardan para otro tiempo, salados, como nosotros los | pemiles de cerdo. De entonces a acé, esta imagen asociativa sobre la que el propio autor aflade “asi me lo cuentan, asf te lo digo", mantuvo una gran vigencia como identificacién del nombre Caribe, || individuo perteneneciente a la familia Caribe. Llimase £ también en etnografia americana, canibal? individuo perteneciente a cualquiera de las parcialidades | de la nacion Caribe... Familia lingdistica, antropéfago. Persona cruel, inhumana, bestia? nacidn barbara de indios feroces, eomedores de carne hu > mana que habitaban en una provincia amada Caribana Bl nombre de Caribes no solo se da a éstos y a los de las | Antillas, sino a los demas birbaros que comen carne hu ‘mana’ ! Claro que en estas versiones, extendidas en la primera época colonial y ain después, se encuentra también un acertado ejemplo de justificacion de un derecho de dominacién sobre la crueldad y Ja barbaric. No en baldc, en 1526, Carlos V establecié que "folo fe ite efclavituar a los moros de Mindanao y a los Indios Cari- bes"? Lo que hace pensar que estos caribes fueron los primeros esclavos por expresa declaracién del rey de Espafa. El propio Mu rillo Velarde refiere que los espafoles “juzgaban (a los Caribes) poco ‘menos que bestias y los trataban como tales en las cargas que les | Pedro Mastr de Anglesina: Dévadas Nuevo Mundo, Cop IU, p. 12 + Franciseo Santamaria: Decionario de americansimos, Mexico, I 3 Marcos Morinigo: Diccionario de wmericanisios, Busnos Airc, 1906. 4 Antonio de Aldo: Diccionario geogrificohistrioo de las Indias Occk demaleso America, Madi, 196. Pedro Murillo Valarde: Gevgraphia histirica, Madrid, 197, p. 2 70 youansn wooo ponian y en los castigos que les daban". Sin embargo, las referen: cias visuales que recorricron cl mundo europeo por aque! tiempo indican la expresién de esta erucldad en un sentido inverso: los caribes despedazan, queman o asan espafles. Esta iconografia sobre los pobladores de Amétiea contribuy’ definir el modelo justificador de la violencia, utilaada como recur so sistematico en las acciones de dominacién y conquista Con la misma acepeién, el término Caribe fue también amplia- rente tilzado y difundido por la literatura‘ utilizado como sin nimo de antropéfago; asi la emplean Cervantes, Lope de Vega, y hasta al propio Zorrilla en el siglo xIx. De modo que “en cl espaiiol caribe silo tiene ahora valor etnogrifieo-lingiistico (pueblos cart bo, cultura carbe, lengua catibe) y ha adquirido significacion geo srifica (Mar Caribe, paises del Caribe)"? Si tomamos en cuenta el éardeter adjetivo que adquirid ol término como derivacién de 1a acepeién sustantiva, es decir, “persona cruel, inhumana, sanguin ria, feroz,"* ha devenido asi sinénimo de “furioso”, “rvtable”, tam bien "bravo", “osado"? Ser caribe, os “ser irritable”, “ser osado", Quizis por extension la bravura del Mar Caribe Cue asociada al cal ficativo que se us6 para nombrarlo, 0 tal vez ocurtié asf porque cra el mar donde se desplazaban estos grupos devoradores de carne humana Locierto es que la acepcién geogrifica del rea Caribe no qued® reyistrada en la documentacién cartogeafica hispana de los prime- 108 siglos colonales, y que fueron variados los.usos toponimicos que s le dieron. Asi aparece localizado el tervitorio de la costa oriental de América del Sur bajo la denominaciin de Caribana, "de donde se dice que proceden y toman nonibre los isleios Caribes"." el mismo modo los localiza Henriquee Urea cuando indica que “ocuyaban en la América del Sur los terrtorios ahora pertenccica- tes al Brasil, las Guyanas, Venezuela y Colombia... parte de las ‘Antilas Menores".* Con esta ubicacién exacta aparcer en la carta del cosmégrafo de Ia Casa de Contratacién de Sevilla, Orthelius Abraham, fechada en 1588, Esa ubicacién de la tierra Caribana apa- rece ratificada en el- Diccionario geogrifico histrico de las Indias 4 Vease a respect, de Pedto Henrique Uri: “Caribe* en Observaeiones sobreel espaol de Amiri 7 oot studios ffldgios, Buenos Ais. Acade- tmia Argentina de Letras, 177, . 207 dens * Francisco Santamaria: op. ci * En au Diccionario de americonisms, Francisco Santamaria indica que Carib en ongua antilana significa "bravo", “osado") Augusto Molaret ea su Diccionario de ameriemismos (Buenos Ares, 30, ediciin) uiza también como sinéamo de Caribe, “eallente" "orice Pedro Marti de Angler localaa este trritorio en et itorat de Tierra ‘rms, dede Ura basta Pari, 1 Pedro Henciquez Urea: op. city p 20 :¥ ots, que fueron igus seerificas hgpinieas desde el cenie ag oo Precisamente, el Teatro sel de Osten ee de Fen que ne amills descipeién"eette mundo fpacioe mane ei tudio de la ‘topografia y la ecologian de ie io eer tb Me ar face et aude hey fon traydas a Europa’. Bajo ester aan se atilogo, en el que se sefiala, de donde se liens car, los ditilescl palo brasil, ete, hace un extenso loro; la plata, las perlas, ef ani + Las riguezas del tervtorio los tertitorios insulares, estos itimos cidn de ante-ttas dol rey de Castilla, Esta denominacién de ante cia hacia In dosed els cvidencia una temprana refren 3 Aurque so considers, dnt loss gy ee, "Pedro Muro Vande on oe al nombre de Ants» onset las cartas posteriores al siglo xv, iS sesiones territoriales marcados por estandartes y sumboIos ue wie nacién, " Com en la cartografia hispsnica, en la lusitana se denomina pre. ferentemente Oceanus Occidentalis al AtKintico, y no se nontbra al Mar Caribe. Consecuentemente con Ta distincion de anteyias para Tos teritorios insulares se scala, en el plano de Homem-Reineis de 1554, el Mar Antilar ala porcién de agua que baia sus costas, Cuando en estos planos portugueses los siglos xvty xvit aparece el titulo de Caribe, se usa para denominar las islas de Sotavento, tal como aparecfa también en la cartografia hispanica. Durante os siglos xvitt y x0x se fijé el uso, en las eartogratia. inglesa, holandesa y francesa, de las expresiones Antillas y Caribe, aunque atin se pueden observar imprecisiones al seguir nombrando Mar del Norte 0 archipidlago Mexicans a lo que hoy identifieamos como Mar Caribe® En todos los casos queda identificado con Ia porcién de agua aque bafa las costas de las grandes islas por cl sur y la costa norte de América del Sur. De modo que la incorporacién del vocablo Ca- ribe con sentido gcogrifico es impreciso cn un sentido histérco, y su uso, hoy aceptado, qued6 inscrito como un término moderno. Estas observaciones sobre los diversos modos de usar el término Caribe para nombrar, demuestran cémo la regién no adquitié ni en Ia cartografin ni en los diccionarios geograticos, durante los prime ros siglds colonials, una delimitacion precisa ni una diferenciacién espacioxegional con caractersticas definidas geopréficamente. En todo caso, las numerosas descripciones y exploraciones caracterza ron una constante de elementos de la geografia fisica que permitic: ron personalizar el paisaje de una regién, aunque no se le denomi- nara: una topografa, una ecologia, un clima y una vegetacién, Sin embargo, estos componentes relativamente estables del ecosistema dialéctica en el factor que los pro, tienen su contrapa esos historcosy cultuales en la regi: el hombre yu accién, : : y : a t Cuaudo’se intenta seguir el proceso histério-social del area Ca vibe, y se busca caracterizar sus limites como regién geogréfica para Ja determinacién espacial de su configuracién, aflora Ia necesidad de repensar su espacio, pues através del tiempo, el Caribe no quedé fijado como una regién geograficamente definida, sino histSricamen- te conformada, Ello indica que un estudio genealogico de sus ex-“ presiones culturales presupone no asumir una configuracién actual de su espacio, sino su reordenamiento a partir del tiempo histérico, aquel que ordena la sucesidn de los:acontecimientos de acuerdo con Ja tendencia del desarrollo y la dinémica de los procesos histévico socials, % Yéage “A map of the West Indies” de Herman Moll, 122 "Reni Mes: ani", Nova Hispanol,Ludoviiona, N. Angi, Carolina Virginial et Pensyh anil" de Juan Bautista Homans, 1740, en Cortoyrafa de Ultram. € que consecuenté de las caracteristicas de'la sociedad, Ia cultura y las artes del Caribe cuando se trata de encontrar las regularidades de sus procesos y la definicién de una identidad regional |Sin embargo, no basta aceptar que su configuracién como regién es/histérica. EY asumir el Caribe como un conc presupone una dialéctica de su dimensitn espacio-temporal, ¢s de- cit, una abstraccidn metodolégica para abordar su estudi cn sis- tema. ‘Un anilisis de este tipo va encaminado a earacterizat lo particular caribeiio en una época dada, concientes de que ella siempre es “una #7 suma de fenémenos varios ea los cuales ademas de lo tipico siempre existe algo mis"." Esta observacién llama lavatencién’ sobre la 2°) xistencia simultanca en el tempo histérico, de otros tiempos, ya ._ pasado o futuro, que equilibran la tipicidad:y que eoexisten con cla En la busqueda de las regularidades indicadoras del desarrollo so- cioculturl, estos tiempos y su localizacién espacial desdibujan la! sestabilidad de un espacio geografico permanente, y obligan a foca liar los indicadores del progreso en su secuencia légicohistérica. Esa concepcidn dindmica de la entidad, concebida como concepto scogrificopolitico, puede evidenciar Ia busqueda original de un ca- ‘ino en la definicién de la identidad a partir de la localizacion en el espacio Caribe de los rasgos que identifiquen lo comin entre las ‘heres 7 bandos plural EL uso del tiempo coma categoria orientadora de la definicién de a entdad en funcién del movimiento progresiva de la sociedad | Esta sucesién no sighifica una arménica sincronizacién de los procesos histétcos y culturales en todas partes, al mismo ritmo y con la misma intensidad. Lo que sigailica la necesidad de estable- cet un sistema jerarquizado entre lo general caribefio y lo singular. & territorial o nacional. Ain quedaria por engarear el sistema dé relaciones de lo singular caribefio dentro de lo general ametica- no, El establecimionto de esta cadena de intetelaciones permit luna integracién Iigica del Caribe a la historia'y'a la-eultura mis seneral de nuestra América, capaz de contribuir a desvanecer la ar- tificalidad predominante dela segmentacién del:Caribe de los estu- pees) dios mis generales de América toda, la que, mg dijera el Apésto, se extionde desde el rio Bravo hasta la Patagonia, incluidas las "do- lorsas iss del mar”. La abservacin de la marcha temporal defini SE gout ya + +4 los nudos cronoligicos esenciales de una dindmica sociocultural ~~ {que no obvia su cardcter asinerénico a nivel regional, lo que eviden S99! May cia la necesidad de combinar estudios que valoren los procesos hi 4% Viadimir I, Lenin: Carta a AGE. Zenovicy, en Obras completes. T. 3 73D. tricos y culturales que se rezagan o se adciantan en retuun eon el ticmpo histérico. El Caribe, cs un interesante ejemplo de un area en la que se ma- nifiesta una especie de alternancia de espansié y contraccién ter torial en el tempo, por el propio modo en que estuve sormctida a ni veles de dependencia exterior y-disputas multimetropolitanas; la dinimica interna de su papel de Mediterranco Americano, los com pilejos procesos étnicos, las migraciones, la transculturacidn y el rmestizae, Su evolucién histricocultural adquiere sentido en esa cevolucidn de proces0s 0 hechos humanos colectivos que identifiean sut espacio en ma época dada, Asi cl Caribe se identifica y se nome 1 por esencia, por lo que lo define; sus hombres y stt historia, ina sociedad territorialmente delimitada construye y destruye, a Ja par, su espacio, o lo modifica de tal modo que este no se puede tomar como elemento inmutable".® Este problema de ordenamicnto,ldgico constituye quizs una de Jas més agudas'limitaciones para’ un estudio sistémico y orginico del Caribe en cl orden bist6rico-ultural CCriterios reduccionistas observan facetas del proceso social con ‘un sentido ahistérieo 0 ajeno a una dimensién real, lo que descon- textualiza y atemporaliza las problemiticas de la regién, al segre sgatla de Ts Togica interna de su proceso de desarrollo, El Caribe es una entidad, pero una entidad histérica euyos es pacios se definen histiricamente no a partir de un criterio lings tico 0 étnico, sino desde una visién més profunda que revela lo caribeiio en un tiempo dado, lo que permite localizar y caracterizar Jos problemas comunes que fueron, en su evolucién, dibujando nuestra identidad; una personalidad regional earibefla que se ha conformado en el tiempo histérico, en el marco de una diaéctica de estabilidad y varibilidad, En esta ultima, inciden muchos y di versos Factores culturales, como al modo de vid, el lenguaje, entre otros, yen el caso del Caribe la condicidn de “pucblo nuevo” — gain la definicign de Darcy Rivero— lo que gener procesos de po- Dlamicnto y migracién masivos, sucesivo aniquilamiento de la po- blacién originaria, violentacin deidas secuencias histricas del de sarrollo, balcanizacién multimetropolitana, guerras de rapiia, entre otros. La cultura caribefia ha variado’ con la sociedad y con la his toria, y en ello expresa ‘su capacidad humana y social. Por cso, reducirla a uno de sus componentes ginicos © lingistico, significa limitar su diversficacion y su‘pluralidad, sobre todo, racializar 0 balcanizar su complejidad social.» Como regién, el Caribe es una porcién territorial que difiere raturalmente de otros teritorios vecinos, estas condiciones definen su paisaje y le otorgan una relatva cstabilidad a su entidad gcopo Julio Le Riverend: "Variaciones sobre el mismo tena: historia nacio tal ¢ historia replonal, en Revista El Carbs, No. 6/8, p. JT a eee ee litica. En ella se descnvuelve la accién mévil, dindmica y transfor madora del hombre, la que torna la entidad histérica Esta cualidad humanizada del espacio, se caracteriza por dina- rizar las delimitaciones fisicas y superar el paisaje. El modo en que ese proceso se ha desarrollado en ef tiempo no puede obviar la saracterizaciin coutemporinca de la regién, pues su historia, de hoy, es consecuencia tambien del suceder de una historia y una cul: tura pasadas, que viven de diverso modo en el presente. Lo que cl Caribe'es hoy, su identidad como regidn, definiré Ia busqueda de los factores pasados que contribuyeron a configurar su existencia histéricocultural presente, y esa busqueda retrospectiva sera una apoyatura metodoldgica para reactivar el tiempo histérico pasado, yycon él recuperar Ia teritrialidad cambiante de la dimension es. Pacial Caribe y ef juego de sus interaeciones con otras regiones de Nuestia América En la actualidad, la definicion de Ja entidad Caribe, aiin const tuye una limitacidn en el-desarvollo de los estudios sociohistoricos ¢ historicoartisticos, En algunos. casos, sus limites se reducen a Jas isla; en otras, se exticnden para incluir las Guyanas y las ticrras riberefias continentales. Esta ultima consideracidn espacial apunta al concepio bastante extendido de cuenca, a partir de la geogratia fisica;'es decir, una unidad natural que define una regidn también natural por igual relieve, tonalidad climatica, veyetacién y otros factores. La primera definicin apunta a una delimitacién insular, que aparece relacionada con la denominacién de América Central insular, pero resringe y baleaniza la regién, tras configuraciones del area Caribe parten de consideraciones etnoculturales ylingisticas. La primera, se apoya en el predominio numérico y cultural de la poblacidn negra envlas sociedades caribe fia, lo que conduce a la racialidad como elemento definido de la entidad y agudiza los rasgos diferenciantes del Caribe en relacion con el resto de América a partir del color de la piel. Una caracteri- zacién lingistica destaca barreras idiomticas ya impuestas por la dominacién ‘multimetropolitana, Cualquiera de estas acepciones, tomadas unilateralmente, haria subsist la pobreza de las genevalizaciones. Tomar el Caribe como region natural en su mis amplia configuracién de cuenca, para en ella seleccionar, como cuentas de un collar, los exponentes repre- sentativos de sus expresiones artstico-culturales‘que, permitan se tir la tendencia del desarrollo y la orientacién de sud’ procesos his- tricos sociales Se trata de buscar las regularidades en el-contexto de dificulta- des dadas también por la caroncia‘de estudios globales, la diversi dad de consideraciones sobre sus delimitaciones espaciales, y la apa de caos que ha creado la complejidad histérica de la regién, Definitivamente el entrongue cor-la cultura mayor de Nuestra Amé- rica se lograra sdlo cuando se haya podido ordenar y jerarquizat la evolucién interna de esta subregién que ha estado, en general, insu- 78 ro1aNpa wooo ficientemente conocida, y relegada de los estudios culturales y at UisticosY aqui ha sido neeesario, entonces, recurrir a la forma en que nos nombré Marti, porque ef titulo de America para nuestra continente se ha fragmentado en porciones lingisticas, herencia de Ja dominacién colonial. Esta pluralidad de lenguas hia’ derivado en territorios hispanoamericanos, [rancéfonos, angléfonos; por solo tneticionar algunos, y todos ellos coexisten precisamente en el aiea del Caribe. De tal modo que Ia dificultad para nombrarnos tiene plena vi ‘gencia en Ja coyuntura actual. La complejidad geogrifica ya esbo zada, la ‘otros factores, obstaculizan Ia observacion de la secuencia de los pprocesos y enmascaran la ligica del desarrollo, En esta apariencia de eaos, ¢cdmo hacer aflorar la unidad de lo diverso sin perder de vista In’ riqueza de sus determinaciones com ‘retas? La asociacion sistémica de la entidad sociocultural a partir de un concepto geonrifico de maxima amplitud espacial concebida ‘como una configuracién cambiante en funcién del ticmpo histérico, puede conducir al establecimiento de una correlacién espacio-en poral “llamada a poner de manifiesto Ia ligica del desarvolo, las regulatidades de las transformaciones histéricas" ® Ello presupone delimitar espacialmentc la configuracién del sea de acuerdo con las citcunstancias historicosociales coneretas. Esto coloca a cualquier investigador ante una nueva alternativa: la de repensar'el espacio Caribe desde su objeto de estudio y con una perspectiva contemporsnea que busque en el pasado lo que nos per rita explicar mejor el presente, cuando ya sabemos que nuestro Caribe, no es aquel de los dovoradores ‘de carne humana; nuestro Caribe, es Caliban, Conclusiones Nombrar las cosas es parte de la historia y la evolucion social pro- pias, porque nombrar las cosas ha sido, y es, una necesidad humana, El nombre Caribe, por su etimologia, se asocia a una definicién ctnohistorica identificada con el grupo’ de aborigenes que por su 2 En ese sentido, Juan Ach, en ponetcia’preseatads en el evento terico Sela TT Bienal de La Habana, indies que por lo general los latinoamericanos no earibefos,reducimos nes feo terriorialidad a Hispancamtiea y cfrineamente.aladimos 2 un mismo idioma o una ruligion comin, tru In aleniicames ‘co Iberoamerica para incluir'a Brasil, muy pocos pensamos ea Caribe. Si fo hacemos aos eoustretimos de iamediaio a lox Dalses ex que predomina Ja iberolatiniad sobre la indolatin ‘a... son eontados los cue toman en eenta el Case de mayor sfrolatinidad... partes do. Nussira América", co "Resfirmacon carbefa y sus requerimientos estticus" % Kagan, Ms “Cultura y eultras") Revisis Casa de las Américas, (13) git febrerd de 182; . 134 iversidad multimetropolitana, la pluralidad etnica, entre” cinibalismo fueron temibles para los europeos que se establecieron 1 nuestros tervtorios. Esta aeepcién se introdyjo tambien en Ia toponimia de la eartografiahispaua, que identified y nombrd regio ns, mares ¢ islas en Funcidn de la ubicacién de estos grupos huma ans y por su desplacamiento y movilidad en areas de la regiin, La denominacién Caribe para nombrar una parte de Ia América Cen tal, ya insular y patefalnente continental, es ut térntine modern, y st definicién se corresponde con una entidad geopolitca, por la rdativa homogencidad, en lo que pudiera identificarse con la tam- ben llamada América Tropical Pero ol Caribe es mis que un rea geogrifea. Cuando se intenta hacer un estudio de sus procesos histérico-sociales, su dimensién adquiere un cardeter sociocultural que significa aceptar el condico amiento historico de su configuracin regional, y con él a dindmi- ca de su espacio en funcién del tiempo historico. Para la bisqueda dela identidad caribefa, dela earacterizacién de los procesos histé- ricoculturales y ln definicién de las regularidades del desarrollo so cial en el Caribe, la concepeién socio-cultural de su espacio consti tuye un recurso metodoldgico esencial, con vistas a la aprchension ris completa y cientifica de nuestra realidad, sinuiocRaria Acevedo Disa, Eduardo: Geografa de América, Buenos Alves, 182 ‘Nkodo, Antonio de: Dicionaro geogrdfcotustirico de las indias Oecident Tes o América. Madrid 1961 Angles, Luis Angel: La unided sociocultural ex ef Care. CNC. La Habana 15. Becker, Feronimo: Loe eruaios geografics en Espa, Madrid, 117. Blea, Johan Le grad alas, Atterdat, 168 ‘Buesa, Tomds: fndoumerianismas lsicos en espanol, Madrid, 1% Cermmelerandy Gdimes, Folerica: Diccionario csicoctumolipico, latinos aol. 192. Certesa0, Armando y Teixcira de Mola, Avelino: Portugalige momumento car Togrepea. 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