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sEara vAzguEz, Modesto. Derecho internacional piblico, tercera edicién,
Editorial Porrita, S. A., México, 1971, 399 pp.
La tercera edicién del libro del doctor Seara Vazquez Derecho internacional
friblico encierta particularidadcs de sumo interés. Contiene planteamientos
originales del autor que enriquece su propio libro con datos nuevos, desen-
volvimientos recientes, y acompafia su exposicién con grificas y organigramas
que llevan al lector a uma comprensién cabal de la materia.
Un rasgo distintivo de los estudios del doctor Seara Vazquez, cs su anilisis
interdisciplinario que da un sello original, v casi podriamos decir tevolucio.
nario, a sus investigaciones, Pensamos con el autor que la dnica via pata
entender al derccho internacional ptiblico es desmenuzar su objeto y penetrar
cn dl con ¢l enfoque de otras disciplinas. Nadie duda que el detccho inter.
nacional €s una cicncia eminentemente juridica, con un objeto de estudio
perfectamente diferenciado de la politica intemacional, de la cortesia inter
nacional o de la cconomia intemacional; pero es vlido afirmar que la materia
no debe recluirse en vitrinas esterilizadas, ajenas al impacto de la realidad.
E] derecho intemacional se encuentra en un proceso continuo ¢ infatigable
de transformaci6n: esta transformacién es impuesta por la realidad y Ja
realidad a su vez puede scr modificada por la crcacion de una norma juridica
Es pues imperativo entender los resortes sociales, cl interjuego dz] mundo dei
ser y del deber ser para entender la génesis y la metamorfosis nomnativa,
Por otro lado, cl derecho internacional ptiblico se encuentra en una etapa
todavia primitiva y mdimentaria que carece de organos centralizadores de la
ereacion de las normas juridicas 0 de la aplicacién de sancioncs. Las medios
a través de los cuales son creadas las normas juridicas en el derecho inter
nacional, o la forma en que operan las sanciones, son distintos a los medios
que conocemos cn los ordcnamientos internos.
Por todas estas consideracioncs, slo la Optica interdisciplinaria nos puede
dar explicativas satisfactorias en la concepcién global de la materia.
Los puntos que desarrolla el doctor Seara Vazquez de conformidad con
este enfoque y que despiertan nuestra atencién son: a) la normatividad in-
ternacional; b) Ja particularidad de la sancién; ¢) las relaciones entre derecho
intermo y derecho intemacional; d) la nacién como producto histérico, y
¢) la posicién del individuo en el derecho internacional.
a) En el inciso denominado “Normatividad internacional” (pp. 32-35)
cl doctor Scata Vazquez concibe al orden juridico internacional como un
complejo normative en constante transformacién que debe adecuarse a una
realidad cambiante. Siguicndo esta linca de pensamiento cl autor dice:
...la observacién de la realidad internacional nos Hevara_a_comprobar
que muchas normas juridicas ticnen sn origen cn una violacién original
del Derecho Intemacional: cuando el Derecho no responde ya a las nece-
sidades, empieza la violacion de la norma que, poco a poco, a medida que
la violacién se generaliza, se va consolidando hasta Iegar a’ “juridificarse”.
Tal planteamiento es restiltante de Ja observacién de Ja realidad internacional
por el autor y lo leva a conceptuar al orden juridico internacional como una
estructura de poder. Una estructura de poder, donde las normas vigentes sonBIBLIOGRAFIA 229
conformadas o impuestas por las naciones més poderosas. Esta conclusién
serfa consecuencia del caracter rudimentario del derecho internacional que
apuntébamos arriba. Ahora bien, es convenicnte seftalar que la posicién del
doctor Seata Vazquez no niega, como Jo hacen otros autores (Lasson, Gum-
plowicz o Lunstedt) la existencia del derecho intemacional. El doctor Seara
Vazquez afirma la existencia del derecho intemacional, pero la supedita a
elementos de fuerza y de poder.
Ahora bien, cs procedente advertir que si bien la desigualdad fisica de
los Estados desemboca, en muchas ocasiones, en una desigualdad juridica (la
propia Carta de Jas Naciones Unidas habla en cl articulo 2, parrafo 1, de
igualdad soberana_y no de igualdad juridica) y que la mayor parte de Tas
normas consuctudinarias y convencionales existentes han sido gencradas por
los paises industriales de Occidente que se instauraron en wn club cerrado
a To largo del siglo pasado, los paiscs débiles no carecen de recursos para
crear normas jutidicas. Fl propio cjemplo que transcribe el doctor Seara
Véuquez de la raquitica efectividad de la posicién de Perit, como pats débil
para extender su mar territorial a 200 millas marinas, nos puede servir. Cier-
tamente Peni no ha podido imponer su posicién, pero esta postura ha cun.
dido entre Ios paises sudamericanos v actualmente son seis fos paises que la
defienden y que la han incorporado como vértice fundamental de su vida
juridica. Veuador, por cjemplo, ha Iegado a aplicar multas hasta de cinco
millones de dolares a los buques infractores de sus disposiciones. Hace apenas
unos dias lefamos la noticia de que los Estados Unidos accptaban a exten.
sién de 200 millas marinas en relacion con Brasil. Por su parte, la Reptblica
Popular de China ha declarado apoyar la peticién de los paises sudamericanos.
Si bien, Jas 200 millas marinas no podrin ser aceptadas a un nivel uni-
versal, su aplicacin en Sudamérica se vislumbra incontenible, y mas atin,
la Conferencia de Ginebra de 1974 sobre Derecho de] Mar, muy scguramente,
por el impacto de la pasicién sudamericana, habra de desbordar Jos estandards
mas 0 menos imprecisos que existen hoy sobre la extensidn del mar territorial.
Por otro lado, por ser el .derecho ‘internacional, un orden conservador,
enmohecido por los intereses de las grandes potcncias, la concepeién tercer-
mundista de los paiscs africanos, asidticos y latinoamericanos, exigen un
replantcamiento y una redefinicin de los moldes juridicos imperantes. El
Comité de las Naciones Unidas sobre los Principios Juridicos que tigen
las telaciones. amistosas entre los Estados, fundado en 1963, y que dio en
octubre de 1970 una resolucién con wna’ dcclaracién de principios sobre la
matcria, puso en cvidencia Jos antagonismos insalvables entre los paises
del Tercer Mundo y los paises industriales de Occidcnte
El derecho intemacional es hasta hoy, no pedemos dejar de ser realis-
tas, una estructura de poder, pero es también una confrontacion de posicienes,
una Iucha sin cuartel, doctrinaria v conceptual entre los paises pobres y los
paises rics. Los avances de los paises menos favorecidos pucden scr lentos
y reducidas, pero no podemos aceptar la visidn pesimista v fatalista de negarles
participacién cn la confeccién del orden juridico internacional.
b) La particularidad de fa sancién (pp. 35-36). Una de las criticas mas
severas que ha recibido cl derecho intemacional es Ia referente a la inefec-
tividad de sus sanciones. El doctor Seara Vazquez, contemplando la ineficacia
de las sanciones en el derecho internacional, toma como elemento sancionador230 BIBLIOGRAFIA
de este ordenamiento a un elemento extrajuridico, En ausencia de un érgano
centralizador capaz de aplicat sanciones y por la dificultad que revestiria
aplicarlas a paises con um gran potencial atémica, el doctor Scara Vazquez
concibe a Ja sancién social como la sancién dominante en cl ambito juridico
internacional. La sancién social es cl desprestigio que sufre un Estado por
violar el derecho internacional, el aislacionismo cn que cac, la disminucién
del comercio y las inversions en cl pais que comcte la falta. Un caso
palpable de sancién social lo scrian la Republica Surafricana y Rodesia.
Es innegable que Ja sancién social tiene una importancia considerable en
cualquier conglomerado. Anzilotti distinguia dos tipos de clementos rectores
en wna sociedad: a) las fucreas directoras, que scn por ejemplo ta opinion
piiblica, y entre las cuales puede ubicarse a la sancidn social, y b) las normas
de conducta, entre las que aparecen Jas normas propiamente juridicas. Sin
dejar de cstimar ja importancia de la sencién social en ia conformacion de
la conducta de os sujetos de derecho, pensamos que no puede scr consi-
derada como la sancién fundamental del derecho internacional piblico. Con-
siderarla de csa manera, seria restar al clerccho, valga la expresién, su propio
caracter juridico, Una norma contienc en si misma dos categorias: un enun-
ciado de conducta y una consccuencia al cumplimiento o no cumplimiento
de la hipstesis primera. Ambas catcgorias integran uma norma, sea religiosa
o juridica. Si falta la consecuencia, o sea la sancién, estamos frente a un
simple enunciado moral que carece de caricter normativo. Ks la amalgama
de estas dos categorias lo qne configura a una norma y es la sancién
coercitiva lo que identifica a uma norma juridica. La coercitividad existe
en el derccho internacional aunqne sea en forma mdimentaria. Pensamos
que la inefectividad de as sanciones no nos puede Sevar a buscar un clemento
sancionador extrajuridico, Después de todo, la inefectividad de las sanciones
no es privativa del derecho internacional. Fn el orden interno, la tmavor
parte de los delitos queda sin sancién y, sin embargo, no nos vemos forzados
a buscar otro tipo de sancién.
Quisigramos destacar que otorgamos un gran valor a la saneién social,
sobre toda por el particular marco factico de! orden internacional; pero
nuestra formacién, 0 posiblementc nuestra deformacién juridica, nos impide
aceptar un factor extranormativo como elemento sancionador del derecho
internacional (el mismo punto de vista to habiamos extemado en una resefia
ala segunda cdicién del presente libro cn cl “Boletin Mexicano de Derecho
Comparado”, nucva sctie, aio, ntim. 4, enero-abril de 1969, pp. 142 y
143).
c) Las telaciones entre el derecho intemo y cl derecho intemacional
(pp. 36.39).
La posicién que toma cl doctor Scara Vazquez en este punto es resultado
de un largo proceso de reflexiones. Después de resefiar las escuelas existentes
sobre este apartado de la materia, cl autor desarrolla su propia opinién,
inspirada lo mismo que Jas anteriores, on la observacién de la realidad inter.
nacional. Cabe advertir que su punto de vista fue primeramente elaborado
en una ponencia ante el VII Congreso Internacional de Derecho Com-
parado celebrado en Upsala, en 1966.BIBLIOGRAFIA 231
El doctor Seara Vazquez adopta una posicién monista, es decir, interpreta
al derecho intemacional y al derecho intemo como departamentos de un
mismo sistema, de un todo jnridico compacto y homogéneo.
En el problema especifico de la jerarquia que guardan el derecho inter-
nacional y el derecho interno, el doctor Seata Vazquez declara que en el
estado actual del sistema juridico no puede hablarse de primacia entre ambos
érdenes, sino que debe necesariamente hacerse un andlisis casuistico y decidir
de acuerdo con las normas en conflicto cual de ellas prevalece. El autor
destaca que en esta etapa de consolidacién del sistema juridico la doctrina
y Ja practica internacionales inclinan la balanza Claramente a favor de la
primacia del derccho internacional, sin embargo, afiade que tal afirmacién
no corresponde exactamente a la realidad. El planteamiento del doctor
Seara Vazquez nos parece no sélo realista sino acertado, Pensamos que no
puede hablarse de una posicién que prevalezca en definitiva. Tomamos como
ejemplo el articulo 46 de la Convencién de Viena de 1969 sobre el Derecho
de los Tratados,
El problema es el siguiente: un tratado, para poder perfeccionarse juridi-
camente, debe ser aprobado por los érganos constitucionales competentes.
Sdélo cuando se da tal aprobacién un tratado pucde ser satificado en el
4mbito internacional. Sin embargo, hay ocasiones en que un tratado es
ratificado sin haber sido previamente aprobado por los érganos internos
correspondientes, y tiene que decidirse si este tratado es o no valido en el
orden intemacional. En realidad, Ja interrogante versa sobre cual de los
dos ordenamientos, el interno o el internacional, prevalece. Por un lado
tenemos un tratado en vigor en el ambito internacional, y por el otro una
violacién al derecho interno que exigia para su perfeccionamiento la apro-
bacién de los érganos domésticos competentes. :
La doctrina de los estudiosos se pronuncia por la validez de un tratado
tatificado irregularmente. Sin embargo, tal afirmacién es en extremo sim-
plista, y en este punto queremos aludir al articulo 46 de la Convencién
de Viena. Dicho articulo, sobre ratificaciones irregulares, toma una férmula
ambivalente al disponer que un tratado ratificado en violacién a los orde-
namientos constitucionales internos no puede ser anulado en el orden inter.
nacional, a menos que tal violacién’ sea manifiesta. Es decir, consigna la
validez internacional de las ratificaciones irregulares, pero al agregar la frase
final, “a menos que tal violacién sea manifiesta”, da una valvula de escape
al enunciado central y cstablece un régimen amplio de excepciones. Efec-
tivamente, una violacién manifiesta no dice nada y deja, en tlitma instancia,
a la practica y al andlisis casuistico, determinar si se esté en presencia de
una violacién manifiesta.
En sintesis, el articulo 46, al que hemos hecho referencia, nos revela
la exactitud del pensamiento del doctor Seara Vazquez que habia sostenido
desde 1966, y que nos pone de relieve el peligro de hacer afirmaciones
simplistas. Kl derecho internacional ticnde a prevalecer, pero su prioridad
no es categérica ni indiscutible. En cl acomodamiento de cortezas juridicas
el derecho intemacional, sin lugar a dudas, ser4 el orden Ppuoritario, pero
por el momento esta primacia no es absoluta.
d) La nacién como producto histérico (pp. 74-75). Ante las escuelas
que contemplan el surgimicnto de un conglomerado humano con una identidad232 BIBLIOGRAFIA
nacional y que intentan fincar esta identidad nacional en elementos subje-
tivos y objetivos, el doctor Seara Vazquez, manejando sus mismas hipétesis
de trabajo, advicrte que las naciones aparecen en virtud de factores de
poder. No es la lengua, ni la raza, ni la religibn, ni un espiritu colectivo,
sino la posibilidad de establecer una esfera de poder en una Area detenminada.
El autor dice: “...la nacién es simplemente un hecho histérico en cuya
configuracién ha tenido un papel definitivo el elemento fuerza”. Fl doctor
Seara Vazquez se plantea las siguientes pregunta: zpor qué Galicia forma
patte de Espafia, y Portugal es independiente?, zpor qué Yucatan es parte
de México y California no? El autor concluye diciendo:
La nacién es wna ctapa solamente, en parte ya superada, en el camino
hacia la integracibn universal: el momento presente es el del regionalismo,
en cuyo comienzo estamos, y que si significa un indudable progreso,
todavia deja al hombre en los linderos de un provincionalismo mental
que Je impide comprender que la humanidad es una.
) El individuo en el derecho internacional publico (p. 99). Posiblemente
el punto ms importante cn las nuevas aportaciones del libro det doctor
Seara Vazquez lo constituya Ja posicién del individuo en el derecho inter-
nacional.
E] derecho internacional se ha cntendido como cl conjunto de normas
juridicas que regulan las relaciones entre los Estados y las organizaciones
internacionales. El individuo no ha sido sujeto del derccho internacional
aun cuando no ha carecido de ciertas figuras protectivas como los regimenes
sobre minorias o la. proteccién diplomdtica. El individuo como tal ha sido
igualmente responsable de crimenes contra la humanidad como la pirateria,
el genocidio, el espionaje, etcétera; sin embargo, él jamas ha sido, por si
mismo, sujcto del derecho internacional. El articulo 34 del Estatuto de Ja
Corte Internacional de Justicia, en la jurisdiccién contenciosa, da acceso
tmicamente a los Estados.
Las posiciones doctrinales sobre la participacién del individuo como sujeto
del derecho internacional publico son diversas. El doctor Seata Vazquez las
agrupa en tres modalidades principales: a) la que nioga !a calidad de sujetos
a los individuos en el derecho intemacional; b) la que concibe al individuo
como el unico sujeto del derecho internacional, y c) la posicién ecléctica
que parte de la premisa de que los individuos no son sujetos del derecho
intemacional, pero que ¢s posible atribuirles tal calidad en determinadas
situaciones,
Después de exponer las caracteristicas de cada una de estas vertientes,
el doctor Seara Vazquez presenta su interpretacién particular y ofrece algunas
explicativas. En su opinién el derecho internacional aparece como algo confuso
entre un conjunto normativo dcstinado a regular relaciones entre los indi-
viduos, como miembros de la comunidad universal y un conjunto normative
que debe reglamentar relaciones entre instituciones humanas. Cuando el
Estado como forma institucional de organizacién humana cobra preeminencia,
el derecho interinstitucional desplaza a lo que podria Tlamarse, segin el
doctor Seara Vazquez, el derecho universal.BIBLIOGRAFIA 233
En nuestros dias empieza a operar cl fendémeno inverso. El Estado es
desbordado por nuevas realidades y abre las compuertas a otro tipo de ins
tituciones: las organigaciones internacionales. La consecuencia de esto es
orientar la atencion nuevamente hacia el derecho universal y dar por lo
misino relevancia al individuo:
Cuando un Fstado empieza a resquebrajarse, se pretend inscribir al De-
recho universal dentro del sistema del Derecho Internacional, lo cual
produce los problemas consiguientes. Las organizacioncs internacionales
debilitan las barreras del Estado y cmpiezan a exaltar cl valor del indi
viduo frente a él.
La faccta més importante que ofrece la calidad de sujcto del individuo
en cl derecho internacional es su posibilidad de acceso a las instancias
internacionales. El doctor Seara Vazquez se dctiene en Jos intentos mas
importantes en esta materia, entre los cuales destaca, muy especialmente,
la Corte Europea de Derechos del Hombre, que es seguramente la instancia
mas avanzada en este sentido.
f) Otras cuestiones. Existen a lo argo de la obra nuevas aportaciones,
como un estudio muy completo sobre la autodeterminacién de los pueblos
(pp. 66-74). Se detiene igualmente en nuevas figuras y problemas como
las pabellones de conveniencia, la utilizacién pacifica de los fondos marinos
y oceanicos, ia contaminacién de los mares (pp. 214-215), etcétera.
No cabe duda que el andlisis interdisciplinatio entiquece y vivifica la
concepcion de la materia. Este enfoque leva al doctor Seara Vazquez a
hacer una Presentacion de los temas, en ocasiones poco ortodoxas, y nos
conduce en algunos puntos cspecificos a un desacucrdo parcial. No obstante,
y éste es el meérito indudable de la obra del doctor Seara Vazquez, sus
opiniones son en extremo sugestivas y hacen participar activamente al Icctor,
trasmitiéndole no tnicamente un conjunto de conocimientes, sino la inquietud
por estudiar la materia.
Ricardo Ménpez Sitva
TRUEBA URBINA, Alberto, La primera Constitucién politicosocial del mundo.
Editorial Portia, S. A. México, D. F., 1971, 429 pp.
EL autor cstudia uma seric de conceptos del derecho constitucional, antes
de introducirse a la columna vertebral de la obra, a saber: qué es una
constitucién, la jerarquia de las normas, las garantias individuales y las
sociales, etcétera.
Reproduce el facsimile de la primera constitucién politicosocial del mundo:
la mexicana de 1917, y pone de relieve la teoria politicosocial en las consti-
tucioncs locales, la primera de las cuales fue la del Estado de Campeche
de 1957.
En cl prélogo a esta monografia, el doctor Trueba Urbina reitera una
de sus teorias principales, misma que ya ha expnesto en otras obras: que
los articulos 27 y 123 de la Ley Fundamental Mexicana contienen una “fun-