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a, a veces dan peliculas de thadores, Se hacen flas she visto una, alisimas —intervine yy ala gente rara queentraa esos cines, re dan dos peliculas por el precio de nadoble" le di os de pie hablando. Manuela quité al Jesu cama amos timidamente en el borde de la 1n corcho en la pared lleno de sticker jo se levant varias de ella con un tipo, el mismo un tal John McEneoe, un tenista, No: sobre el tenis. Tenfa tam- andia jo era Disne derechay un en Disney orld} ditoalaizquierda, Er en esa imagen, pero tenia un peinado lamas los dos en su cama miréndonos. 1es l tipo delas fotos? iT bresalté, Ella se levant6 de la cama sir Si —Ie dijo con naturalidad novive acd, viveen Salt Lake Cit —Un poco, Sergio —dijo ella mirando las f pero viene en un mes, para Navidad, cre Elles el que te trae todas estas cosas? Los me trae regalos, Quisiera tener 5, a: grabados, peroacd Sergio sear : gaflla le diseos. Yo rntance poco Salt Lake City", qu e neylandia, Sergio estaba muy divert yeriticando, nanarama diabl —Un grupo de chicas —dijo el USA for Africa, Barroco Andino o me mosteaba las cardtulas—. :14 ¢2 ables? Las Chicasdel Can. ,¥ esoqué-es? las Chicas del Can! No sabes nada, me gusta bailar. Me lo regalé mi tia 10s de Madonna, de Cindy Lauper. no continué sin responderle, era obvi ballar aYesto? gUn sencillo? ‘Don't out me" de Simple Minds. jOh! sta? Yo nunca lo pongo. ;Te lo regalo! erio? También te lo trajo tu no Me paré de un salto de la cama de ué hablas? —dijo Manuela—. Tu mamé ara avisarte cudndo deben salir. samente! —dije sin poder contener m yontnea—; no me parece que de Jando de discos, mientras afuera pasan ra qué? —me dijo ella—; ni siqulera sa lo que esta pasando, 2¥ ademas que te iS tienes esacara? Qué bicho lo pies? —alijo Sergio —Nada, pero la verdad yo ereo que es mejor Gabriel, sies poralgo que die o que hice En ese momenta sané el teléfono, y todos nos sobresaltamos, Ellalevanté la bocina Dice que es tu paps —dijo Manuela pasando- ime elaparato Yera mi papa, diciendo que no queria cont "ar a mi mama, habia dicho que no confiaba en es calma extrafia, y que estabamos seguros donde esa familia tan “querida y amable”, Pero que no nos de esperdramos, cuando la calle estuviera segura ven driaa recogernos e iriamos por empanadas de queso Domine’ Loescuché en silencio, su voz sonaba rara, ap sadumbrad nabala vor fa, 0a lo mejor erala linea que distorsio io no quiso hablar con él, estaba ocupado jo Manuela cuando calgué—. Te ‘Nocontesté. Me qui mando por la ventana, pa.unattipica llovizna delatarde, deesas que ‘empapan peor que un aguacer 1 se puso los lentes. Se vela muy linda onriendo. sguir mirando afuera seme ocurrié preguntar soy, Me gustaban las princesas. le die sonriendo, Dever mos? Podemos comer perros ¢ ones: tin disparando. lj un dia extratto. nemos y nos vamos, No estamos tar pensando asbalas perdidas. Has escuchado ha: sihe ido, pY esoqué ve debe ser muy extrafio que a uno le perdida Sergiol No sé por qué contigo siempre de esas cosas. or eso no te queria decir nada, ar una bala per No te a b lerdas lo que nos lacalle? me acuerdo de Manuela a mi espalda la que res ‘Nadie recoge a los muertos", eso fue lo qu ij, Estaba parada en la puerta con una bandeja Nos quedamos un rato largo en silencio hasta qu ella puso la bandeja de comida en la cama, i hermano atacé primero, Por un momenta, Manuela y yo vimos cmo devoraba las salchichas No parecian vegetarianas. Las habria sacado de algiin lugar, estarian perdidas en la alacena, pero ni -dijo Mam Perc no di >on laboca llena—j come Domingo levision un festivo, Lostiros, las ecido con esa palabra, estaba al menos en todos los periédicos que llegaban a nuestra casa, Pero ahora era dstinto, o sontiamos cerca y no pata descrbir lasensacién, anno tengo hambre —dijo ella evantandose Yo tampoco —menti. Pensaba que sonaba iguié comiendo, 1 cajén y sacé de un escondite un pa rrillos. Encendié uno, y furn6 sacan cuerpo afuera por la ventana abierta. ry de sus ojos salieron dos lag ria por los tejados. anicar el ambientecon la mano. fumar, siempre lo intento, pero claro, e mis abuelos lo hue n—me dijo sin 10 escuchan nada pero han desarsolla aestara sulado y sentielaire que 0? Z¥ el colegio? minarfa alld supongo. Yo hice mi pr sé, no sé nada y ahora esto, Meccansa :abuelos, son sordos, estan enfermos, fi abuelo anda con un caminador por dice groserias eincoherencias cuando pastilla ime, No sé por quétte cuento todo esto —Esté bien, siti quieres contarme, :¥ qué lo sarasdice tuabuelo? Me sont arrilloa lacalle con dos dedos. —iOh! Lo siento mucho. En serio, Dice que la chusma liberal va venir un diay cuenta. Mi abuela me o uieno s{.a veces si, pienso que nadie 1eda este pals, no es como otros, como del que todo el mundo sabe cosas. le Brasil aun ejemplo. ‘ode Disney, noes de Bi .ozco ningiin lorite de Disn salhacerel mundial de futbol ‘0 que lo sé, pero ya no. Era la noticia 1das partes, “Colombia 86", “Calombia porlaradioyparlatele. 0s. Fraabsurdo, pasa nada bueno —se me ocurtié da, Niun mundial. osas, mi ciudad me gustaba 0s caminabamos mucho, late asabal domin, ngue sabiamas que era peligrosa. Tam el olora pan recién hecho por las lla de cualquier panaderia de barrio -nada nfa de un transistor. Pero era lo Gnico que se escuchaba. En la plaza habia un silencio ex trafio,aveces una sirena muy débily lejana Esta ciudad nu a es tan silenciosa —dijo Manuela—; parece Viernes Santo. Uf! Semana Santa acs. Siempre Ilueve, nada esti abierto, y en todos los cines ponen la misma pelicula, Le gente que viene de afuera, no sé a qué viene, no abren ni los centros: Nunca estoy 0 casi nunea —dijo Manuela rendo—, me voy de viaje con mi mam para salirde vacaciones Manuela me mir6 por un momento Me caesbien No respondi, De cierta manera estaba esperan- ‘do que me dijera algo asi, Podeia ser un dia maravi lloso si no fuera por Ia guerra de ahi afuera. A tan solo unas calles de nosotros Me asusta ese silencio, Es como si algo gran. de fuera pasar, algo feoy grande, zNo crees? —0 se les acabaron las balasy ya terminé todo, No o #8. Decimos mucho eso, gnocrees? iQue? —No sé —dijo Manuel muy seria, Me mira jjamente—; no sabemos nada, ni lo que ocurre, pensando en las vacacio Jes me ha explicado plicado pero podriaintentar explicare lero, y ademas detesto a esa sefiora nan las ojos con las gafas. ente—le dije—. s¥ elde Espanol? snito? Si sme cae est6 un libro, Bl sear de las mosca melo pldiéde vuelta 2 A nosotx0s nos puso aleer Mari rio? —dijo Manuela riendo que era agtadable estar con ella, en su adable estar en tu cuarto, Me gusta tejados rojos desde ac +9, Todos los dias ala mismna hora pasa nando despacio. También viuna vezun es altando de casaeen cas i? Si, eben estar todos alla. No te gustaria ver asando? loque ests Nos quedamos un ratoensilencio;enlaventana 1 sol seasomaba timidamente entre el gris oscur. La verdad no sabia si queria ver lo que pasaba, tenia algo asi como miedo. Pero no se lo dije. El miedo, mi miedo, desde que era pequefio era como un mareo ysentia que iba a desmayarme, a caer al suel —2¥ tu cuarto? ,Cémo es? —ella cambié de —Bueno pues... comparta el cuarto con Sergio. ‘Tienen de esas camas deartiba y abajo? Tiene una alfombra verde que mi Mado de lao nama dice ques de los afios sesenta, yenlacabece- rade mi cama tengo a Johnny Rotten y mi hermano a Sid Vicious. ,No sabes quiénes son? No importa, fenemos un MazingerZ muy grande de léstico, de bajo delas camas hay calcetinesy revistas, platos su ios, un batimévil, mi libre favorito El Hobbit que cde Cuba... creo que es0 es todo, (Ahi me trajo mi cémics muchos cémics. Mi favorito es El hombre —ZTerefieresa Iron Man? Bueno sf, pero es q os tenemos los que se hacen acé que son en blanco y negra y mis baratos que los de Marvel: son de Editor ‘A Manuela parecia divertirle mi descripcién. Supuse que en Nueva York ella si podia comprar los Man yencolor. verdaderos cémics de Ir —Me gustaria conocerlo algin dia. Tu cuarto, ese tal Hombre de hierro yel MazingerZ. Claro que si —dije emocionado, pero disimu: tan poco esa emoc —i¥ tu cama? zis grande? No tanto, —a¥ yo cabriaen tucama? Nosy todas partes. ‘qué deci, Pero senti un raun dia extrafio sin duda, uilleo por fodavia juegas con tus juguetes? —me pre sgunté riendoy cambiando de tema. {Por qué lo preguntas? gPor el Mazinger Z? Loguatdo por nostalgia {A tu edad puedes tener nostalgia? No te creo. Yo tengo recuerdos de Queens, pero son como {otograflas, con la luz dela tarde; peor, no creo que Cuando mi abuela me habla de su juventud es distinto, Los ojos se le van muy la dad y mis papss también. liseo, ndo pelicul a coment: h rei ria > lugar del mand r vando hablaba lamos un rato en silencio. La ciud. ste de comer? —le pregunté Manuela. 20 que no les dejé nada. No me d {Estaban fumando? Huele horrible. ‘Uno; bueno, la verdad ninguno, no supe coma. Tw hermana no lo probé -ade como hacerlo, Deba Yasé,notieneni jo de nuestro edificio una familia se sienta todas las nochesa fumat Cigartillos? No, laro que no, Quéingenua Bueno —los interrumpi—, creo qué Ma- nuela nole importa. {Eso pasa todas las noches en la calle 24? dijoellariendo. Todas: isto son ladrones saltando de tejado en tejado. {De qué hablan? —pregunté Sergio Manuela me gui el ojo, Se habfa hecho de noche de los pastes iluminaban pobremente las viejas ca var no se habian Iles, Las luces de la Plaza de Qué rara se ve la plaza sin lu2—dijo Sergio asoméndose par la ventana—. Hoy no encendieron alumbrado pablo. (Hay guerra! engo una idea —dijo Manuela—.;Por qué no se quedan a pasar la noche? Total maftana no vamos a tener clases y ya esté de pis tamps + llamar hoy, ma po an a funcionar, las calles no se van a cumama ya habl6 conmigo. 17nos estanoche? buena idea —dlje de 6 a Sergio, casi como suplicandole Lo odia :batio propio? 20 nos toca com abuelos? Porque si es asf, no quiero | —oreeriminé, 1 usar el de abajo. Ellos tienen uno en ero encontrarme una caja de dientes agua en el bano, edije 2 parecia divi Sergio! —le dije seriamente. irs dan, hermanitos delacalle 24? ay tus abuelos? ,No se molestarn? porta! Ya se les debié olvidar que us n aca, ¥ ademas se duermen alas seis, de manera que aesta hora ya se tomaron su ydeben estar acostados, Nos miramos un momento antesde decidir Arriba, subimos a la terraza y ademas tengo un parde binoculares —Podemos subir y vigiar la plaza—propuse. AY papas fritas? 28 egunt6 mi hermano .dwiches? Chocolate? ‘Seguro encuentro algo, aunque no lo c abajo enlaalacena, Mi mamé trae muchas Perfecto para nosotros! —sonrio Sergio, Subimos todoy vi a Manuela entreabrirlapuer- tadel cuarto de susabuelosy su Luegola jelose habia despejado un poco y el are rio nome molestaba, Pero oliaextraflamentea humo. Sergio sesen vigilabamos el horizonte con los iso a comer, Manuelay yo plaza y la jenidas se velan va- clas, segutlo que parecta serla sirena de una patrulla perolaperdid Se vela una gran parte de los edificios hacia el norte. Las rds deun gran edificio queera como una sombra estorbosa ontinuaba oscura y no se vefa ningin El humo en el ambien guia, p 3ra me empez6 a picar y los ojos se me lacrimégenos! Deben venir dela pl snuela y a Sergio—. iEstoy llorando! de humo ahora era més grande. Pero ban disparos. jento nada—di glo poco, pera huele raro—dijo Manuel: HGnico que Woraba. Pero el aire hi ra pronto y dejé de llorar. A lo mejor gases lacrimégenos, como mi do abla heres amos un rato en silencio; en la pl: eno podiamos saber qué era. s escuchamos dos fuertes detonacio: que todas. Por instinto nos arroja le concrete de la azotea, las palomas jeron volando en todas direcciones, . permanecié de ple, observando can dijo sefialando—, un tanque esté dis Sergio y yo seguiamos agazapado: Me acerqué arrastrandomeal borde dela pared ma relimpagos que salian del suel a refrlega durd un buen rato y nosotros en si lencio solo observabames, Sin levantarme halé el suéter de Manuela para lamar su atencion. Pero soguia absorta mirando lo a se escuché alo lejos. L raio y apunté hacia la séptima, nién de bomberos! —dijim so verlo! —Sergio me quit6 de nuevo quité losbi algo como una llama se asoma dijo Manuela con la voz quebrada. empezé a cubrir los tejados y legs s. Aunque era soportable, los tres co- joy a moverme de aqul, les advierto ojos de sus (0s cesaron pero una llama empezaba tec lacio, Pas6 cerca de una mos ah, en silencio, Tosiendo de vez e cansé por fin ysedejé caer deslizan contra la pared, Tenfa los ojos rojo. ble... nunca habia visto nada pare rehay ceniza —le dije—ztienes lacara Titambién, Valutas de ceniza iba tiempo pasaba y 1a cludad bajaba. Per 'yvenian con laire sobre nperatura de el vecindaro. sential cara muy ‘Manuela tomé una manta de su cai cba ml. Me cubrié suavemente y se acurrucé ami lado, Su pelo olfaa humo, quizas a pélvora. Yo toda via conservaba el olor agas erfume. Esta mafana ni siquiera te conocia —dij. ¥Yo s{ ati —le confesé—: es decir, tehabia vi ta muchas veces, me fijabaen ti casi todas los dias. Es verdad, No creas queno me daba cuenta —2En serio? Sergio zoncaba. Siempre, desde que era mu quefio, hacia ruidos al Siempre es asi? —pregunté Manuela—. Pa rece que fuera a comenzar a hablar en cualquie Le tomé su mano rapidamente antes de pensar Jo much rrepentirme Estas frf0 —me dijo susurrando —2Qué crees que pase? Hay rehenes allé, mu: 2 no pensar, pero de verdad no sé nad: 1s, nadie estaran pendientes de la egoctar como en las peliculasy se Cuba. Los rehenes saldran en fila con sso aparecerd en primera es? Pasa cada quince rpo junto al mio para la noche, Y mi hermano menor {De qué hablas? u ropa, sus peinad: 1enosignoraban, :No dis | vez no, te habia visto por ahi. Recuer: e me rompieron, did que lo supiera alo tinico que recordaba de ti, seh? bien. Lode lostenis es suficiente creo, También tuna camiseta de Dev: Mesorprendid -Es demi hermano pero se a pido prestada "a6 su bonita nariza mi cuello. —Huelesa humo, zsabias? Aun humo extra. ¥ comoa un perfume raro con gesolina Tis también. A humo quiero decir. Lo de ma olor es largo de explicar. raextrafio el incendio seguia en la plaza, hacia narmal para nosotros, Una es ahi, viendo el fuego desde la terraza, ndo como si estuviéramos en un parque, una cualq aDevo? {uNo son esos que usan unas macetas rojas er lacabeza? —Te vas air, .werdad? —se me ocurrié pregun- ar derepente. Queens —Yeseni No; bueno st I quiero pero asi “mucho, mucho", no, Ni siquiera somos navies, no sé por qué mpafaran. A princi Me quedaba como tonta mirand ina del pati. Qué? No puedes hablar en seri Si, claro que es en serio, pera parece que a él no le interesa nada ni nadie, salvo hacer su vida, y {eso es atractivo? {Por supuesto queall Manuela me sorprendia y ademas yo tenia mu cho que aprender de la vida. Bueno y conocer mas rte, no salo a Vasco a Ospina que son unos com letosinutiles, Manuela apreté mi mano y yo también la suya Era suave, Luego lentamente pasé mi brazo por su cintura y ella se acercé un poco mas, sin rechazar me, Asi nos quedamos un rato, eyendo la respira cién acompaseda de mi hermano, Pero yo no sabia en qué momento podria intentar darle un beso, Posi ntonces vi su rostro y sus labios con un brillo distinto, Toda laterraza ve cubrié de unaluz amatilla yuna inmensa llamarada cubrié todo el cielo. Manuela tomé micara con sus dos manos. fuego! —me gritd con voo de angustla CCreiver en sus pupilas reflejarse una llamarada, -me dijo Sergio sacudién- e7a—.\Vamonos acasa Gabriel! “dad, habta pasado un o aella, un dia extrait, salvaje, habia ndo no debfa setlo. gCémo respira: 10 negro cubria el cielo? Recordét de aflicciin y de sorpresa, | de mis 2s, los perros callejaros, la no, la cabeza de ella en mi hom: fa. Quise que lloviera de repente, llueve en esta ciudad, y que se ap: ladeuna ves de Manuela Estrada Richardson ha. .azotea envuelta en una bata, con su todo revuelto y ella comi6 orando os extendidos y se fundieron en un Las dos sollozaban sin pausa, tan pe altamaio inmenso de las lamaradas. mo que vi antes de cerrar mis ojos Otra vez Bogota (un afto después) Suena Crowded House en la radio, Mientras miro por | laventana, Cuanto se puede receren unafo? Tal vez mu cho, pero de forma, y prefien cir crecer, que madur porque yo ahora siento que después de lo que pasé no soy el mismo, Sergio y yo regalamos nuestros juguetes; bueno, mi mama nos obligé a hacerlo, dimos algunos debs deacuerdo ro también escon: o de la cama, no nos pusimos simpleme ce cada quien fuehaciéndolo si decirleal otro. Al final tenfamos un montén otra Mi mama se acercé una tarde y mem a habia encontrado en su escrt loco con el sonido dels sin Jos canciones y los organizadores los e tal vez erael mas ajita. Melo conts I creclé, es decir, habia madurado to coma yo. Conveneié a mis papas de ran un teclado Casio de los que anun- veriddicos y can los audifonos puestos racticar todas las tardes, A veces ha. urtido, De que ese finde afiohabia ste de nuestras vidas, Unos dias des stall adio, un vole y sepulté un -Yo vela todo en la televisién, porque nasa sin ir al colegio. pasé el cometa Halley, pero nadie en vando no se daba cuenta de que lo mi ano también se quedaba un buen rato ana de a sala, Quien sabe, a lo mejor . manera extrafiaba a Manuela, laextrafiaba minar porlaséptimay llegabahastala ecordar cada detalle de ese dia. Reco: ostros, gente que vivia alrededor de rminabay esos meses eran helados. Me atrevia a caminar frente su casa, Ala casa Je sus abuelos, Y me detenta ahi en la aceray no Abajo en la plaza el espacio del Palacio de Just estaba acordonado, y la gente caminaba sin de tenerse. Yo tampoco queria detenerme mucho all Caminaba unas cuadras hacia arriba y entraba ala biblioteca, Hace apenas unos meses habia des: cubierto la biblioteca, No hay nada mejor, pensaba, que alguien nuevo en tin lugar inmenso repleto de libros, y mapasy revistas. Ahi me sentia bien, me re fugiaba también del frio y la lloviana. Leia sobre lo que ocurria, tratando de retener lo que podia, tra: tando de entender lo que hace un afiono habia com: repli ad alte ncelaialen coger eee mis abuelos eran pequefios La prensa decia que era e ue sin lencia del mundo. Yo purode plias salas ilaminadas y tranquil E cordar, nombres ni fechas. A Ic 7 importaban. smos en medio del caos. Un afto des: » ahi parado, con el miedo intacto, Era si nada teléfono paiblico que milagrosamen- lahado o roto, lamé a papa al trabajo, sporel pan y nos lo comeriamos antes 3s bajaba hacia la avenida, via una a que me esperaba. nos tomados del brazo y entramos mis recuerdos. La iltima me habia desmayado y aiin no ni cuando, me llevaron ala mia, Esa orando ya Sergio haciendo globos Je que abri los ojos y vi Un grufido profundo me sacé abruptamen: te de mis recuerdos y vial abuelo durmiendo en un sill6n profundamente. La abuela me hizo una sefia para que esperara y subié las escaleras. Me quedé enssilencio mirando roncar al viejo,temiendo que en algiin momento despertaray vieraaun de: observandolo; tenia su grueso bastén al lado, Pensé ‘as podita ser péligeivo, Maré la salu di la caso cuadro del Sagrado Co: de centro, llena de chucherias, viuna bola de cristal miniatura, la levante y agité la nieve en su interior, tenia una inscripcién que decfa “Salt Lake City, Utah, Temple Square”. Se ‘me zafé de la mano, cayé pesadamente y se fue ro dando debajo de un sofa, Quedé paralizado un mo- mento, Pera ninguno de los abuelos escuché nada, gulan siendo sordos como tapias, record La abuela bajé pronto con un sabre cerrado y melo entregé. lla estan frégil.. como una flor, quiso alejar de esta ciudad y de nosotros —me dijo susurran nay un solo dia queno a p .e agradect y le di la mano suavemente. Ella onria, y ecordé entonces que la Ultima vez que la habia visto estaba lloranda con su

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