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8. Integraciones regionales y experiencias imperiales (c. 700 d.C.-1150 d.C.) Hacia el afio 700, grandes formaciones politicas y culturales regionales se habian consolidado en los Andes centrales y en Mesoamérica. Algunas de ellas extendieron entonces su con- trol sobre otras formaciones y dieron lugar a las primeras ex- periencias de tipo imperial, como ocurrié en Wari y Tiwanaku, en la etapa asociada al Horizonte medio, y en Tula, en las ti rras altas de Mesoamérica, durante el Clasico tardio o Epiclé- sico y Pesclasico temprano. En tanto, en las zonas periféricas de ambas regiones se consolidé la vida aldeana, omergieron desigualdades sociales y se formaron integraciones de caréc- ter interregional. La expansién de algunas grandes formaciones urbanas dio lugar, en Mesoamérica y los Andes centrales, a las primeras experien- imperial. Asi ocurrié con Wari y Tiwanakuten los Andes, donde esta etapa se asocié con el llamado Horizonte medio y, algo mas lurde, con Tula en Tas tierras altas de Mesoamérica, que se ubica con el Chisico tardio o Epic cias de cardet Jisico y Postelisico temprano. Los Andes centrales: las experiencias de Wari y Tiwanaku Hycia el ano 600, la poblacion de los Andes cenirales superaba Los etn {1 millones de habitantes, la producci6n agricola habia experiment a fuerte expansién y se habian consolidado verdaderas ciudad vitales de reinos o estados regionales, que se enfrer ‘as y recursos alimenticios, Las guerras se genet \iaron, Lo cual condyjo al aumento del poder ée Los senores. Entonces tos de constituir organizaciones politics slo Fipo imperial, eapaces de controlar extensos territories. Dos grandes plemente ¢ hiban entre sf por t vieron la luz los primeros inter clucades de las Hernay alias meridionales, Wari y Tiwanaku, fueron c 184. Anérica aborigon tro de esta maeva experiencia, visible, en el registro arqueoldgico, en la amplia y rapida expansién de sus estilos artisticos. Las grandes integraciones regionales Las dveas de control ¢ influencia de Wari y Tiwanaku no parecen ha- berse superpuesto. EI limite entre ambus se encontraba cerca de Puno, en el norte de la actual Bolivia: Wari se expandié hacia el Norte, por la mayorfa del actual territorio peruano, aunque descubrimientos recien= tes muestran también un fuerte avance hacia las selvas orientales en la vegién de Vileanowa, al oriente de Cuzco. Tiwanaku, en cambio, exten di6 su influencia por la cuenca del Titicaca, las tierras altas situadas mas al sur, la costa meridional, al menos hasta el rio Loa en el desierto de Atacama, y quizas el extremo noroeste de la actual Argentina, MaMa aaa eee ee ee ee La tumba del sefior de Wari en Vilcabamba La ciulizacién Wai, que florecié en el centro de los Andes entre los siglos Vil y IX de nuestra era, se expandié hasta los actuales departa- mentos peruanos de Lambayeque por el norte y Arequioa por el sur. Un hallazgo dado a conocer en febrero de 2011 muestra, contra fo qua se Pensaba, que la influencia wari se extendié hasta la vertiente oriental de los Andes. En Vicabamboa, departarnento ce Cuzco, se encontré un complejo funererio cuya tumba principal parteneci6 a un alto funcionerio dol imperie de Wari a juzgar por el material arqueolégico. Se hallaron alll un pectoral Glustracién) y una mascara de plata, 228 cuentas cel mismo motal 17 piezas de oro y mas de 100 piezas de cardmica, La riqueza dol ajay, comparable con la del seftor de Sipan, revela la jorarquia del persenaje sepultado, a Integraciones regionales y experiencies imperioles 185 Sus estilos, en especial la iconografia, se encuentran en buena parte del area andina central y centro-meridional, y atin fuera de ella, en particular hacia el sur, pues ambas sociedades compartian elementos figurativos, algunos originados en Tiwanaku. [Los motivos mis earac- eristicos estin presentes en 1a Puerta del Sol y se reconocen en la de- coracién de la metalurgia, la cevamica y los textiles, y en la escultu en piedra, Poco sabemos sabre los medios y motivos de esta expansion. Se watd de simple difusion, de comercio, proselitismo religioso, movimientos de poblacién, o fue resultado de conquistas militares? Fs probable que se hayan combinado distintos factores segiin las circunstancias; ademiis, considerande la importancia de la guerra en el periado anterior, las conquistas territoriales deben haber desempefado un papel funda- mental, Por eso es posible hablar realmente de “imperio”, en particular en el caso de Wari, cuestiones. El nculados con la guerma y Ia forma cn No obstante, la arqueologia es parca acerca de Ingar destacado de los objetos qque éstos y lo clementos del estilo central aparecen en las dems zonias sugieren que sc traté de una irrupeién yeloz, Como ocurrié Inego con la expansidn incaica, los elementos del éstilo central se presentan en imicleos aislados, vinculados en general a las elites, en tanto los estilos locales subsisten de forma marginal, aunque incorporan elementos de los conquistadores. La arqueologéa tampoco aporta precisiones sobre la extension real «le esos imperios, su grado de control sobre los territorios dominados, © ¢] eariicter y las formas de su organizacién politica, aunque segura- ‘nent las elites dirigentes emplearon distintas estrategias y politicas. La heterogeneidad geografiea y humana que caracterizaba a cada una de estas extensas unidades sociopoliticas, en particular a Tiwanaku, debe haber requerido una politica flexible, que combinara coaccisn, conflic- to-abietio y uso de ta fuerza con negociacién y persuasiéa \ partir de las caracteristicas de las areas controladas, la forma de Jos asentamientos y la distribucin del material arqueolégico, algunos wanaku representaron dos tipos jnvestigadores sostienen que Wari y istinios de expansion y organizacién, Wari babria sido un imperio Conquistador, que buscaba establecer su control politico sobre otras Hegiones 6 reins a fin de apropiarse de sus excedentes, fundamental za de trabajo local, Tiwanaku, Hie mediante kt explotacién de ta fi eh cambio, seria 1 prototipo de estado colonizader decir, w A yiasta orqunizacion orlentida w oeupir eves y a establecer en ellas colonos 186 América aborigen fin de explotar recursos distribuidos en distintos pisos ecolégicos fue- ra del altiplano, Este modelo tendié a asegurar la obtencién de bienes fundameniales provenientes de Gerras Iejanas, reemplazando el anti- guo trifico caravanero por el control de las fuentes de recursos y de su Girculacidn en un espacio mas vasto, cuyo centro era el nticleo altipke nico, Siglos después, los incas heredaron y combinaron ambas practicas expansionistas, El fenémeno Wari Wari representé un desarrollo mas complejo de la vida urbana en los Andes centrales. El urbanismo, significativo en Los siglos anteriores, era limitado, y la expansién de Wari encontré en las regiones conquistadas desarrolles sociales desiguales: en los valles costeros, por ejemplo, exis tian algunas poderosas formaciones regionales de caracter urbane; en los valles serranos meridionales, en cambio, predominaban formacio- nes tribales aldeanas y, quizas, algunas jefaturas, Sobre esti realidad disimil, Wari extendié del patr6n de vida urbano ¢ integré los desarvollos urbanos anteriores en un gran estado territo- rial, De ese modo, Wari puso en1 marcha un proyecto politico destinade a favorecer la reproduccién de la vida urbana y de las elites all? domi nantes, subordinando los desarrollos rurales auténomos a las necesida- des de los nvicleos urbanos, estimutando la produccién de excedentes y canalizandolos hacia las cindades. En las zonas agricolas ricas, como los valles costeros, Jas ciudades crecieron con rapidez y se convirtieron en nideleos de un vaste sistema de intereambios. Este proyecto politico implicé mecanismos para dominar a las comus nidades rurales y asegurar el flujo de recursos, findamentalmente ali- mentos, hacia los centros urbanos. Wari reclamaba a las comunidades cl aporte de trabajadores para labrar tierras especialmente designadas, cuyos productos constituian Ia base de las rentas estatales. EI estado, por su parte, aportaba las semillas y la alimentacién de los trabajacores, tal como lo exigian las antiguas reglas de reeiprocidad que regian lay relaciones entre los miembros de las comunidades. La influencia de Wari se detecta en la iconografia y en el pecul Lilo arquitectnico de sus eentros regionales, que deben haber servi inistr n imperial (gobernadores, funcionarios y ar ek como capitales 0 centros ad los representantes del pode administr tivos provinciales, donde residi «lores, soldacos) responsables de controlar a la poblacién lov cal, ejecutar las rdencs que legaban desde Ia capital imperial y ase ra a el ce iro del imperia. Por su estructir I Mujo de excedentes Integraciones regionales y exoeriancias imperiaies 187 ra, pucden haber sido predecesores de los posteriores centros incaicos, como Huanuco Pampa. Esos grandes centros regionales (con Viracochapampa, Pikillagta y Jin tal en el almacenau ceniros ceremoniales y ciudades. Faltan en ellos las viviendas familiares y los grandes edificios ceremoniales, en tanto son quenos cuartos rectangulares, que deben haber servido para alejar a jefes, burdcratas y especialistas, y edificios destinados a barracas, depé- sitos y cocinas comunitarias en las cuales se preparaban los alimentos para los residemtes y para los trabajadores locales afectados a distintas tareas moceo como los més conocidos) cumplieron un papel fundamen- iento y circulacién de bienes, diferenciindose de sibles areas con pe- Tiwanaku y su drea de interacciones La expansion de Tiwanaku impulsé una fuerte integracién econdmica que excedié los limites del territorio formalmente controlado. Asi, por un lado, impuls6 la producci6n agricola y de bienes suntuarios confor- me a las necesidades de la elite dirigente; por el otro, alenté un mayor desarrollo de los circuitos de intercambio, La expansin del consumo ‘le €o¢a, originaria de las yungas o tierras calidas del actual oriente boli viano, debe haber estado relacionada con ese desarrollo que, en el nor- 1c del actual noroeste argentino, vinculé los viejos cireuitos caravaneros este-oeste con otros que se conectaban con el altiplano. El aumento de la produccién agricola fue prioritario para la elite de Tiwanaku, que debja atender a sus crecientes necesidades y asegurar la limentaciéa del conjunto de la poblacién de la ciudad y de los centros nos de la cuenca del Titicaca, Tiwanaku era una verdadera ciudad, con una poblacion residente de algunas decenas de miles de personas. Su miicleo ceremonial, donde se encontraban los monumentos mas im- portuntes y residia cl segmento mas elevado de la elite, era slo una varte del sitio; alrededor, y separada por un foso seco que demarcaba se extendian, en un didmetro de enire 8 y 10 kilémetros, las sidlenciales, sus limites, PABA AARATAAAAAe El centro ceremonial de Tiwanaku El nucleo ceremonial de Tiwanaku estaba separado por un foso seco dle |n8 droas reviconolaies que so extendian en un didmetro cle entre Ooty y dina Klomatros, En 4), a pirimnide de Akapana domina ol sitio: imponente 188 América aboriven estructura piramidal con |a cima plana a la que se accedia por el caste, estaba formada por siele terrazas escalonadas, alcanzaba los 18 metros de altura y su base tenia mas 200 metros de lado. Al norte, el Kalesasaya era un enorme recinte rectangular de unas dos hectéreas construido ‘sobre una amplia terraza; en su intarior habia un gran patio hundide; un grueso muro de piedra con columnas manoliicas esculpidas lo rodeaba, Alli se hellaron importantes esouituras, come el monolilo Ponce y la Puerta dol Sol (lustracién), Frente a su entrada habia un pequafia terplo hundido cuecrangular. Al oaste de! Akapana y el Kalasasaya se encon- traron restos de residencia o paiacios cestinados a la elite, come ol Kerikala y al complejo Putuni, a” Para atender esas necesidades, se encararon vastos proyectos agricolas en el sur de la cvenca del Titicaca, en especial la construccion de vastas reas de campos clevades, controladas desde centros administrativos locales y destinadas a producir tubérculos, el alimento bai poe Dlacisn, pues Ia altura y el clima del altiplano impedian Ia expansion de cultivos que réclamaban mayor calor y humedad, como el maiz y bi coca, valorados en los Andes debido, entre otras cosas, a las dificultades que presentaba su produccién Noes entonces extrao que Tiwanaku se expandiera hacia territorios especificos, espe como las iiridas del occidente, donde era posible obtener mala, cova y algodén, entre otros productos, La fuerte influencia de Tiwanakw sobre ico de ialmente en las yungas, tanto las huimedas de) oriente Integrectones regionals y experiencies mpaneles 188 algunos valles de las yungas (Cochabamba, en el orienie; Moquegua, en la costa sur peruana; Avapa, en la regién de Arica en Chile) estaba vin- culada con Jos grandes proyectos de colonizacién agricola encarados por los dirigentes del altiplano. ee ee ee Camellones en el Titicaca La formacién de importantes nicleos de poblacién 1 la elaveda y fra cuenca dal Titicaca —uno ce los “techos del munco”— demando el desarro- llo de formas de agricultura intensive, princivalmente para cultivo de papas, base de la aimentacién altoandina. La construccién de campos elevados 0 cameliones, atin oy usacies por los campesinos bolvianos, fue la respues- ta.a esa necesidact: esiabiecidos en las corcanias de Twanaku, en zonas ‘anegadizes vecinas al lago 0 al rio Dasaguacero, aprovechaben la crecida Ge las aguas procucica por el deshieo 0 les lluvias de verano y presenta. ban el aspecto de pequojias “isles” saparadas por canales (lustvacién). Hl agua mojaba la tierra por filtracion, asegurando una humedad perma- nonle y estable y una altisima productividad. Ese cultivo intensivo de lubérculos y granos de altura (quinoa) y el pastoreo da camélidos ‘onstituyeran la base material qua permitié la supervivencia de una Humerosa poblacién an toro al Titicaca y el desarrollo cle una rice vida wean, ar Fin ni expansidn, Tiwanaku se encontrd ante un confuse mosaico de prilnajor fislcon y soclales que le impidid w st elite establecer ima estrate 190 Arve 8 aborigen gia uniforme de administracién: las yungas htimedas, al este del niicleo altiplinico, contrastaban con las directa, Se inicié entonces una época de inestabilidad, competencias y desequilibrios, con mareada tendencia a la concentracion de la poblacién en grane des centros y una proliferacién de instalaciones defensivas, estratéy 0 de caracter abiertamente militar, conocidas como “pucara”, términ quechua cuyo significado literal es fortaleza. ac 1 de Tiwanaku tuvo profundas re- dades socigpoliticas sufrieron el cambio de maner El fin de las formaciones clasicas y los inicios del Posclasico en Mesoamérica Hacia el aio 650, comenz6 en Mesoamérica una época de caos y tity bulencias, Intensos movimientos de poblacién generaron serios ¢0! flictos y, aunque numerosos clementos de las antiguas civilizacion perduraron, las formas de vida se tansformaron y surgieron mu simbolos ¢ ideas religiosas. El ritmo de esas transformaciones varié cada region: mientras las ciudades mayas aleanzaban su més alto plendor, en los siglos VITy IX, Teotihuacan entré en decadencia hac} 650; un siglo mas tarde, sus grandes monumentos fueron quemados destruidos. Aunque la cultura tcotihuacana sobrevivié algiin tiemp la ciudad perdié su hegemonia y fue abandonada por una gran pat! de su poblacién, Poco después, la crisis aleanzé a Monte Albin qui aunque logré sobrevivir, cedié gran parte de su poderio a otros c# tros del valle. i El colapso de las sociedades urbanas clasicas " Los estudiosos debatieron con pasién los motives del colapso de I sociedades urbanas mesoamericanas, en especial en el mundo may en Teotihuacan, Se discutié si el abandono fie consecuencia de ph blemas internos (luchas entre facciones de la elite, sublevaciones at pesinas), si resulté de invasiones externas, en especial desde his eth del norte, 0 si estuvo vineulado ¢ guierras entre tos distintoy esta ‘También se apel6 a fen6menos de largo plazo, como catistrores nat les y ecoldgicas, os decir, terremotos, agotumientos de lox suelox por Integracianes regionaige y expariencias imperiales 193 sobreexplotacisn y largos ciclos de sequia, Sin embargo, las respuestas dladas estan Igjos de ser satisfactorias y todavia resulta imposible recons- \vuir la secuencia completa de los hechos. El proceso fue, sin duda, mais complejo de lo que se creia: es proba: ble que haya sido resultado de la convergencia de miihiples factores. En este marco, se presume que, en su dimension econémica, esas grandes construcciones politicas eran “gigantes con pies de barro”, Esa debi lidnd derivaba de una falta de progresos tecaologices (Ja agricultura habia cambiado muy poco en siglos) que permitieran, entre otras co- wis, kt puesta en exploracién de nuevas tierras, en tanto la carencia de medios adecuados obligaba a Uasladar los bultos sobre los hombros, lo cual volvia dificil y costoso el wransporte de productos de lugares lejanos ante la pérdida de fertilidad de las tierras. Por eso, los intcrcambios se limitaban en general a objetos suntuarios o materias primas de poco peso y volumen, y de gran valor. Feta situacion fue grave para los grandes centros urbanos, que reques Hian enormes cantidades de alimentos y otros productos basicos para §\v abastecimiento. La imposibilidad de satisfacerlo generaba tensiones sociales, debilitaba al sistema y lo exponia a presiones externas, acen= tuando el desequilibrio entre las demandas urbanas y la capacidad pro: (uetiva de las tierras vecinas. Entonces, se volvié necesario controlar vez iniis lejanas y, por lo tanto, més dificiles de manejan, lo aba las resistencias y rebeliones. Ademas, esas tierras periféri (ys eran Las mes expuestas frente a los grupos merodeadores en las {ron Jonas, un factor constante en Mesoamérica, como lo indica la inurusiGn Horna ca que fel le cendmicas extra as y mas toscas, Los especialistas propusieron incluso la existencia de levantamientos y febeliones de campesinos, hipétesis que es preciso evaluar con pre: (uiciGn para evitar trasladar al pasado ideas y categorias cel mundo oc ‘idlental contemporinco, F difieil concebir la existencia de movimien de este tipo ¢ sociedades donde el desafio a las jerarquias sociales /stublecielas habria constituide una provocacién a los mismos dioses, ya {ie €8 el mundo mesoamericano, las distinciones sociales y el poder §o inentaban en ki relacién privilegiada que sciores y elites mantenian son las divinidades, En verdad, las tensiones incidian sobre ellos de Hin Lorma, y se ponian de manifiesto en la pérdida de confianza en ba Wliciencia de! sistema o el abandono de las tierras, por ejemplo. bio, ex mas probable que {ueran los conflictos entre grupos de la elite o tian por a distribucion de Joy oxcedentes, los que adquirieran mas yirulenc enive elites de distintios ¢ Eros, que comy 194 América aborigen En sintesis, estancamiento del sistema econdmico (en especial J agricultura), tensiones sociales y politicas, desequilibrios regionales por lo tanto, una respuesta débil frente a amenaras externas parec haber constituide factores integrados, no excluyentes, que permi una comprensién del colapso general, También tuyieron fuerte pi los Lactores ideolégicos que explicarian porqué las grandes ciuda una vez abandonadas, no volvian a ser ocupadas (un caso excepcion Jo constituye Cholula, en el valle de Pucbla). En Mesoamérica, la dad era un espacio sagrado pues alli residian los dioses, cuya accién evaluaba en funci6n de una supuesta eficacia: cuando habia problemi 0 males era porque los dioses habjan abandonado a los fieles y a la dad, que perdia su carieter sagrado y era despojada de su magia. De el abandono ¢ ineluso la destruccién sistemética de los monumentos) Ja busqueda de un nuevo lugar sagrado. El esplendor de la civilizacién maya Superado del hiato del Clasico, la vieja civilizacion maya resurgié e impet y se expres con esplendor durante el Hamado Clasico tard que se extendid hasta fines del siglo IX. En las selvas del Petén y hi tierras bajas vecinas brillaron numerosos centros; aunque algunos & mas pequefios, otros alcanzaron enormes dimensiones, como Tikal, I lenque y Cop: Jin, por nombrar unos pocos El renacimianto de Tikal Hacia fines de los anos 600, Tikal emergid una vez mis como un por roso centro, En 682, un nuevo gobernante, Ah Cacaw dio comienzo: un ambicioso programa de construcciones, Durante su gobierno y el sus dos sucesores, se erigid la mayor parte de los edifi militar, sus gobernantes conformaron otra vez. un poder expansions Miembros masculinos de la dinastfa gobernante en Tikal fit lados como jefes en algunas de lay ciudades sometidas, mientras mujeres de esa misma familia real eran casadas con micmbros de I dinastias gobernantes en otros centros, para cimentar alianais politic y militares. También se emprendieron guerras contra otr ciudad como Naranjo y Calakmul, antigua rival. 1 , hacia medina del siglo IX, Tikal inicid un nuevo periodo de declinacidn, del eal no se recobr6. EI tiltimo monumento fecha en la ciudad dal alo 869, Aliment Integraciones regicnales y experiencias imperiales 195 a et El apogee de Tikal Tras reponerse de la crisis del largo hiate que siguié al fia del Clasico tem- prano, Tikal resurgid a fines del siglo VI y se convirti®, durante la canturia siguiente, en el estaci maya mas importante de la region de El Petén, Fue entonces cuando sus sefiores desarrollaron una inlensa activiced cons- ructiva que le dio al esplendor que, atin hoy, se evidencia en las ruinas vacias, cublertas en gran parte por la selva. I niioleo central, con sus plazas, pirdmides temolos y patacios es la mojor expresion de ese explendor, come muestra la reconstruccién iistica Ce los principales monumentos, ai” Halonque, la ciudad de las inseripciones \inque no tan grande como ‘Tikal, Palenque ocupé un prominente Jyuie politico y religioso durante el Ckisieo t dio. Situado en un impo Henle entorno natural, sobre las selviticas estribaciones orientales de {iv Hontiafias de Chiapas, miraba hacia ta planicie costera del golfo de México que se extendia a sus pies, La mayor parte de las constrace pres iio durante Loy Hotables reinados de Pacal o “escudo sole” (G15 O48), ¥ su hijo mayor, Chane Bahl 702) ny 6 werplen tejagguuan” (GBM 196 América aborigon et tt tt tt El Templo de las Inscripciones en Palenque El Templo de las Inscripciones es el monumento funerario de Pace. Desde la cima, una empinada y estrecha escalera interior dabe acceso ala cémara funevaria, en e! corazén de [a pirémice. Dentro, un pesado sarcéfago de piedra (por su tamnafio, debe haber side colocade antes de construir la pirémide) contenfa el cuerpo del rey. La tapa representa el viaje de Pacal al inframundo y su imagen, por su posicién y adornes, Gio lugar & fantasiosas explicaciones. Las caras exteriores muastran a los ancestros de Pacai con sus nombres, tema el cual también se refiere una larga inscripcién en la cémara que corona cima, En los Uitimos afios se hallaron otras dos tumnbas’ una, en una pirémide vecina, pertenecia a una mujer, a Reina Roja, quiza une de las reinas mencionadas. La otra, sin sarcéfago y mucho més antigua puce haber partenecidlo a alguno de los primeros anau. La lustracion muestra, en primer plano, ol Palacio y, detrés, el Templo de las Inscripciones y dos pirdmides pequefias a la derecha. David Stuart y George Stuart, Palenque. Etemal City of the Maya, Londres, Thames & Hudson, 2008, p. 25. Palenque se distingue de otros centros mayas por su estilo arquitel nico tinico y sus hermosas esculturas en bajorrelieve, tnto en pled como en estuco, que incluyen algunos de lox

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