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RE RA ee Uae SIGMUND, Charles. “Segundo Luis Moreno (1882-1972): el primer musicélogo del Ectiador’ / Ximena Ortiz, traduc, (1982). En’ Cultura, vol. IV, No. 11, de sep.-dic., p. 265-294. Quito: BCE, 1981 [19827]. (HBCE. Compilador: P. Guerrero) CHARLES SIGMUND SEGUNDO LUIS MORENO (1882-1972) EL PRIMER MUSICOLOGO DEL ECUADOR* En el verano de 1909, Segundo Luis Moreno empezo a coleccionar y a poner nota a algunos ejemplos de musica indigena ecuatoriana, co- menzando asi un estudio que iba a continuar durante la mayoria de su larga y laboriosa vida. Hasta hace algunos aiios, pocos ecuatorianos y to- davia menos extranjeros no consideraron importante estudiar la misica de este pequefio y algo aislado pais. Excepto por los aportes de Moreno, los escasos trabajos existentes eran de alcance limitado y, en su mayoria, hechos por aficionados a la miisica. Moreno, en cambio fue misico bien entrenado y competente que dedicé su vida al estudio de la misica de su pais. Moreno merece reconocimiento no sdlo por estos esfuerzos musico- légicos, sino también por su contribucién a la cultura musical como director de bandas militares, director y educador de conservatorios de misica, y como compositor. Me propongo mostrar la importancia de es- tos variados aspectos y relacionarlos con la personalidad de Moreno! Segundo Luis Moreno Andrade nacié el 3 de agosto de 1882 en el pequefio pueblo ecuatoriano de Cotacachi, localizado en la provincia de Imbabura cuya capital es Ibarra, Esta provincia esta situada en la sierra andina aproximadamente a medio camino entre Quito, al sur, y el limite con Colombia en el norte. Moreno asisti@ a la escuela fiscal de Cotacachi por cinco afios. No habia clases de misica, y ni siquiera un piano sino hasta 1905. Excepto por los escasos y ocasionales “recitales” de armonio de la iglesia parroquial, el tnico contacto de Moreno con la misica fue la banda municipal que era dirigida por su padre. La banda estaba com- puesta de misicos aficionados y no tenia ayuda municipal. Durante este periodo Moreno tocaba el tambor, dirigido por su padre. En 1893, a los 11 afios, Moreno fue enviado a Quito. Era un viaje Tomado de Anuario del Departamento de Misica del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Texas, Austin, volumen VIII, 1972. Traduccién de Ximena Ortiz Crespo, 1982, pp. 71-104. 1 Los datos biogréficos son tomados en gran parte de entrevistas personales con Moreno, con su hermano Alberto v en menor grado, de entrevistas con fami- liares y conocidos. El ensayo biogréfico de Alberto Morlds Gutiérrez que aparece en Florilegio del Pasillo Ecuatoriano, Quito Editorial Jodoco Ricke, 1961, pégs. 108, constituy6 también una gufa atil. Estos materiales se obtu- vieron en 1968 y 1969 a propésito de la investigacién para la disertacion de Ph, D, del autor, cuyo tftulo es “Segundo Moreno: sus contribuciones a la musicologia ecuatoriana” (sin publicacién, Universidad de Minnesota, 1971). 265 que duraba dos dias a caballo. Se inscribié en el Colegio de Artes y Ofi- cios de los padres Salesianos. Habia esperado aprender algunos funda- mentos de misica, pero se desilusioné al encontrar que la inica actividad musical era un coro de alrededor de treinta muchachos en el que Moreno fue solista. Afirma no haber aprendido nada de técnicas musicales mien- tras cantaba en el coro del Colegio Salesiano: toda la masica (la mayoria zarzuelas y misas italianas del Siglo XIX) se aprendia al oido, de tal ma- nera que ningiin miembro del coro vio jamas notas o partitura alguna. En 1896, las presiones politicas de la revolucion de Eloy Alfaro, forzaron a los Salesianos italianos a cerrar su colegio y a salir del Ecua- dor. Moreno regres6 a Cotacachi con solamente dos afios de educacion. Segiin su hermano Alberto, esto causd una honda impresién a Moreno quien qued6 afectado sicolégicamente; durante los dos o tres afios si- guientes se mantuvo casi totalmente incomunicado, preso de aguda de- presion. Durante este tiempo trabajo como aprendiz de sastre y poco tu- vo que ver con la misica. La banda municipal habia declinado y casi de- jado de existir. La situacion cambié a fines de 1898 cuando Virgilio F. Chavez, di- rector de banda del ejército destacado en Otavalo, fue a Cotacahi a esta- blecer una nueva banda. Venia solamente dos veces por semana durante un aio, pero sus esfuerzos lograron éxito. La banda empezo con dieci- seis miembros y para cuando el director se marché, tenia ya veinticua- tro. El efecto de las actividades musicales de Chavez en Moreno fue no- table, dramatico pues le hizo salir de su depresién y entregarse inmedia- tamente a la musica. Tocaba clarinete en la nueva banda y recibia leccio- nes continuas de Chavez. También se ofrecié voluntariamente a copiar las partes instrumentales de las partituras que Chavez habia arreglado para este grupo, aprendiendo asi algunos de los elementos de la trans- Posicion, orquestacion y armonia. Ademés llegd a ser buen copista (tanto él como su hermano trabajaron en diferentes ocasiones tomo copistas musicales). Moreno habia recibido algunas lecciones de teoria de Chavez y em- pezo a componer pequeiias piezas. El pasodoble Las elecciones fue la pri- mera de sus piezas tocada por la banda de Cotacachi. Cuando Chavez se marché, Moreno hizo amistad con el nuevo director de la banda del Re- gimiento Esmeraldas, Alfredo Guillermo Cardenas. Con frecuencia viaja- ba a Otavalo, donde el regimiento estaba destacado; Cardenas le daba, con las partituras para que estudiase, animos para que siguiera compo- niendo. 266 Durante este tiempo, el organista de la iglesia local, Angel Ceron, habia impresionado a Moreno por su forma de tocar el armonio, Moreno se acordaba de sus subidas diarias al coro “con la puntualidad de un in- glés” para oir el armonio. Y asi continué Moreno sus actividades musicales provincianas y ais- ladas por casi ocho afios mientras trabajaba como sastre. A pesar de su creciente fascinacion por la masica, tener una instruccién profesional le parecia imposible. Sin embargo, Julio Vacas Endara, sacerdote salesiano de Cotacachi, se habia dado cuenta del talento de Moreno. Le persuadié a que estudia- ra musica en Quito, y le encontré alojamiento y comida en el Instituto Don Bosco, a cambio de clases particulares de materias académicas a es- tudiantes de comercio. Asi Moreno entro al Conservatorio de Masica de Quito, en octubre de 1906, cuando habia completado solamente dos anos de secundaria y estudiado clarinete por un afio. El nuevo director italiano del Conservatorio, Domenico Brescia, reconocié el talento de Moreno inmediatamente y le permitié ingresar en la clase de armonia sin pasar por el requisito previo de estudiar teoria musical. Moreno se habia de mostrar siempre agradecido con el Padre Vacas y el Maestro Brescia. Es poco probable que hubiera llegado a recibir una educacién musical si no hubiera sido por los esfuerzos de Vacas. El que Moreno llegara al Conservatorio durante la administracion de Brescia también fue una oportunidad importante. Brescia, que se habia educado en los Conservatorios de Bologna y Milan, estuvo en Quito solamente de 1904 a 1911. Ningin otro director del Conservatorio o profesor podria haberle dado a Moreno la instrucciOn técnica que necesitaba y, muy pro- bablemente, ninguna otra persona se habia dado cuenta del valor de la misica indigena ecuatoriana. Sin la influencia de Brescia, la mayoria de los trabajos historicos de Moreno y sus otras contribuciones musicales quizas nunca hubieran tenido lugar. Moreno estudio la mayoria de sus clases de teoria e historia con Brescia. Por primera vez en su vida tuvo acceso a las obras de los grandes maestros europeos, casi siempre cuando Brescia seguia las partituras en el piano. Brescia mostré ademas personal interés en Moreno, le alentaba a estudiar mas de lo requerido en clase y pasaba parte de su tiempo libre con él. Moreno estudio clarinete con Agustin Henriquez y mas tarde aprendié por su cuenta a tocar el fagot. Nunca aprendio a tocar el piano satisfactoriamente, y en consecuencia nunca compuso para piano. Ade- mas de tocar con conjuntos instrumentales de estudiantes, Moreno for- m6 un pequefio grupo de estudiantes para tocar en las peliculas mudas 267 del Teatro Sucre. Después de dos afios dejo su trabajo en el Colegio Don Bosco y se hizo copista musical para las bandas del Regimiento Esmeraldas y del Ba- tallon Carchi. Este trabajo lo mantuvo durante sus iiltimos tres afios en el Conservatorio. En marzo de 1909 fue nombrado empleado del Conser- vatorio y en octubre del mismo aijio llegé a ser asistente de catedra en sol- feo. La leccién mas importante que aprendié Moreno de Brescia fue la de tomar en serio la musica de su propio pais. Ni los estudiantes, Moreno incluido, ni los profesores, con la excepcién de Brescia, habian dado va- lor a la musica ecuatoriana. Brescia continuamente hacia hincapié fren- te a sus estudiantes, sobre la calidad de la misica ecuatoriana y mostraba la sinceridad de su interés al usar material ecuatoriano en sus composicio- nes. Moreno ha descrito algunas de esas composiciones en su extenso en- sayo historico Mitsica en el Ecuador, publicado en 1930, y el efecto que tuvieron en él. La mas influyente de esas piezas fue la cantata de Bres- cia escrita para la Exposicion Internacional de Quito de 1909, con oca- sin del centenario del Primer Grito de la Independencia en América del Sur. La cantata estaba compuesta en estilo ecuatoriano indigena; More- no la describe como “ a tan bella y expresiva. . . como la de la Es- cuela rusa que ‘los cinco’ iniciaron, y a la que siempre debemos mirar si queremos hacer honor a nuestro arte nacional””. Por lo general los estudiantes de Brescia no prestaban atenci6n alo que él decia y hacia sobre misica ecuatoriana; pero Moreno era un entu- siasta. Ese verano (1909) regreso a Cotacachi a recolectar material para los dos primeros de sus cinco cuadernos de ejemplos musicales indigenas que los usaria en los sesenta afios siguientes en varios estudios musicales. El sentimiento expresado en la cita anterior se convirtid en su cre- do como compositor; miraba las tradiciones musicales de su propio pais con el propésito de hacer el arte de su nacién “honorable”, y con ese fin empezo a componer temas ecuatorianos*. Moreno termin6 sus estudios en 1911, el mismo aiio en que Brescia fue forzado a salir de Quito debido a la caida de Eloy Alfaro del poder, y a la politica subsiguiente de reservar los puestos administrativos piblicos a ciudadanos ecuatorianos. 2 Segundo Luis Moreno, “Musica en el Ecuador” en El Ecuador en Cien Aros de Independencia pp. 244-45. 3 Véase ibid., pp. 245-6, sobre la descripcién de las composiciones de Moreno de 1910 y 1911: “Preludio Sinfénico, Cancién para fagot”, ambos para or- questa; el romance “A ti” para soprano y orquesta y la obertura orquestal “Diez de Agosto”. 268 Moreno se sentia naturalmente amargado por los movimientos na- cionalistas que llevaron a la expulsién de los Salesianos italianos y mas tarde a la partida de Brescia. El mismo advierte constantemente contra ‘estos movimientos en sus escritos y aconseja el empleo de misicos ex- tranjeros talentosos; obviamente, estaba muy consciente de la deuda que tenia con su profesor extranjero*. Moreno continué ensefiando en el Conservatorio hasta enero de 1913 cuando su médico le comunicé que su corazon habia sufrido un agrandamiento. En vista de que la altura de Quito parecia perjudicial a su salud, decidié renunciar a su trabajo en el Conservatorio e irse a la ciudad costanera de Esmeraldas en donde trabajé como empleado de una gran hacienda. Aun cuando nunca lo ha dicho, no es aventurado sospechar que Moreno pudo haberse sentido incémodo en el Conservatorio que estaba controlado por gente que habia tenido que ver con la expulsion de Bres- cia; Moreno, naturalmente, habia estado en contra. Moreno también ha- bia manifestado una gran falta de respeto por Sixto Maria Duran quien reemplaz6 a Brescia como director. Asi pues, aunque la salud de Moreno fue de hecho un factor decisivo, tal vez estuvo agradecido de tener un pretexto para irse. En mayo de 1914, Moreno decidié que ya podia dejar la Costa y re- gresO a Cotacachi por un afio. El 31 de marzo de 1915 fue reclutado en el ejército como director de la banda del Batallon Imbabura con el grado de Capitan®. Hay que tener en cuenta que en Ecuador la banda militar como ins- titucién era probablemente més importante para los militares y con segu- ridad mas importante para la cultura musical en general, que lo que po- dria ser en la mayoria de paises. Hemos visto que durante la juventud de Moreno sus dos inicos profesores fueron directores de bandas militares acantonadas en la vecindad; ademas las bandas del ejército le permitieron continuar con su educacion en el Conservatorio al darle trabajo como co- 4 Pocos afios después de salir de Quito, Brescia se establecié en San Francisco de California y siguié ensefiando y componiendo (un articulo del “San Fran- cisco Chronicie” del 27 de septiembre de 1914 empieza asf: “Quiero presen- tarles al Signor Domenico Brescia, miembro de la Academia Real de Masica de Bologna, que ha decidio compartir su suerte con nosotros”. En 1925 se incorporé a la Facultad de Mills College donde permanecié hasta su muerte ccurrida en 1939. Moreno mantuvo corespondencia con é1 durante este tiempo y después de la muerte de Brescia continué escribiéndose con la hija de éste, Emma. Con el tiempo, perdié contacto con ella pero ten{a en su po- der una carta en la que le cuenta la muerte de su padre y su matrimonio con el novelista norteamericano, Robert Penn Warren (cuya novela Night Rider esté dedicada a Brescia). Emma se divorcid de Warren en 1950 y mds tarde ensend lenguas romances en la Universidad de Columbia; murié en 1969. 5 Los datos concernientes a los puestos militares de Moreno son del “Archivo General del Ministerio de Defensa Nacional” de Quito. 269 pista de misica. Hasta la apertura del segundo Conservatorio de Quito en 1900, no hubo instituciones permanentes de educacién musical, excepto por la ensefianza instrumental que cientos de hombres recibian en una de las quince bandas del ejército, Esas quince bandas fueron responsables de gran parte de la actividad concertistica del Ecuador, hasta ya avanzada la década de 1930. Por todas estas razones, el papel de director de banda militar dio a Moreno mayor oportunidad para enseflar, componer y ejecutar que cual- quier otra posicion profesional asequible en el Ecuador de entonces. Por otra parte, Moreno viajé mucho a través de casi todo el Ecuador, llegando asi a conocer muchas de las costumbres locales; este conocimiento se pondria de manifiesto en sus escritos histéricos posteriores. El Batallon Imbabura estaba destacado en Otavalo cuando Moreno se incorporé a la banda. Mas tarde, la banda fue transferida a la Costa donde estuvo la ma- yor parte de esos afios. Estuvo en Esmeraldas en tres ocasiones. Cuando Moreno se separ6 en 1920 la banda estaba en Ambato. Al llegar Moreno como director, se encontré con que la mayoria de los miembros eran bastante viejos y tocaban mal. Por lo que obtuvo permiso del Ministerio de Defensa para reclutar miisicos escogidos por él. Fue a colegios locales, escogio muchachos que le parecian tener talento musical y les ofrecid puesto en la banda. Los nuevos reclutas recibian instrumentos, uniformes, comida y los beneficios acostumbrados, con la ventaja de no tener entrenamiento militar, ni pasar por otros requisitos. Moreno les ensefiaba a tocar sus respectivos instrumentos desde el princi- pio, sabiendo que podia contar con su permanencia y disciplina. Para los jovenes, esta posicién también constituia una ventaja ya que los escogidos tenian la seguridad material de permanecer en el ejérci- to y de recibir educacion musical gratuita, sin las dificultades del entre- namiento militar ni las molestias del servicio activo. En vista de que po- cos jvenes ecuatorianos del area rural podian tener mejor oportunidad, Moreno no tuvo problema en reclutarlos; en pocos afios contaba con una banda completamente escogida y entrenada por él. Ademas, se puede su- poner que los miembros se sentian agradecidos y en deuda con él. Moreno ha dicho que en esta época casi no tuvo tiempo para el es- tudio histérico ya que constantemente estaba preparando partituras, casi siempre de arreglos suyos de miisica europea, pero también de sus com- posiciones. Ademas de escribir piezas para banda, Moreno escribié en es- te periodo uno de sus mejores y mas tocados trabajos orquestales, la Sui- te Ecuatoriana No, 1 (hay tres); tres de sus cuatro movimientos estan ba- sados en temas indigenas ecuatorianos. Estos afios fueron probablemente los mas exitosos y satisfactorios 270 de su vida. Se sentia tranquilo de que todo estuviese en sus manos; du- rante este tiempo, por la libertad de los militares ecuatorianos, tuvo ade- mas de la consabida autoridad de los jefes militares, la posibilidad de po- der seleccionar personalmente a los miembros de banda. Trabajaba te- nazmente gracias a una estricta disciplina: dieta rigurosa, nada de alcohol, sdlo vegetales y hasta dejo de fumar cuando descubrié su afeccion cardia- ca. Podia pues mirar sus logros con orgullo. Se le ha descrito como per- sona a quien todos respetaban, pero poco simpatica; siempre honrado, justo y técnicamente competente, pedia lo mejor de sus misicos y, por ser su comandante militar, siempre lo obtuvo. Sentia que era virtud el no transigir jamas en situaciones que tuvieran que ver con gusto musical o con capacidad personal. Hombre muy religioso, estos asuntos se volvian para él morales, lo mismo que la disciplina y la autoridad a las que se de- dicd. La vida cuidadosamente ordenada de Moreno durante este periodo se vio interrumpida por su matrimonio, con Victoria Andrade Paez, en agosto de 1907. El matrimonio fue anunciado solamente la vispera. Que el matrimonio y la ceremonia privada hubieran ocurrido tan sibitamente ofendié a la parentela de Moreno y perturbé el decoro de una vida hasta entonces ordinaria. Este matrimonio se convirtid pronto en una relacién tensa y con el tiempo terminé en separacion. Moreno tuvo cuatro hijos: René, Maria Lastenia, Mélida y Nelson (quien murié atin nijio). La carrera de Moreno como director de banda continué durante la década de 1920, mientras tanto enseflaba y componia. Durante este pe- riodo empezé a escribir sobre musica ecuatoriana. En octubre de 1922 fue transferido al Batallon Zapadores del Chimborazo y seis meses mas tarde, prefiriendo una vez mas estar en la Costa, fue al Regimiento No.2, Sucre. Su hermano Alberto habia fundado un periddico en Esmeraldas, y en 1923 le pidid a Moreno un articulo sobre la historia de la Provincia de Imbabura. La Musica en la Provincia de Imbabura fue el primer ensa- yo histérico de Moreno, mas tarde publicado como folleto separado. Al afio siguiente, 1924, Moreno escribié su segundo ensayo: Sobre las reformas al Himno Nacional Ecuatoriano, que fue publicado original- mente en Dios y Patria, revista jesuita de Riobamba, y mas tarde también separadamente. Moreno consideré esta peticion de escribir de nuevo el himno nacional ecuatoriano como uno de sus escritos mas importantes. Entre las composiciones de Moreno durante este tiempo estan nu- merosas piezas para banda y la obertura 9 de Julio, que mas tarde fue arreglada para orquesta y que tiene un ferviente programa patridtico. Ademas de sus composiciones, Moreno ejecutaba movimientos sinfonicos y partituras de Beethoven, Wagner y Rossini, selecciones de las 6peras de Verdi y fantasias de las 6peras de Puccini. Moreno expresaba gran aprecio 271 por los compositores alemanes posteriores a Mozart y tenia a Beethoven como el mas grande compositor que haya existido. Wagner le seguia de cerca, Al ser preguntado en 1969 sobre compositores contemporaneos, Moreno demostro su continuo aislamiento cultural al hablar de Richard Strauss, Debussy y Ravel (cuyo “Bolero” odiaba). En 1928, la posicién de director de banda en el ejército ecuatoria- no empezo a declinar, lo que fue desastroso para Moreno. Los sueldos se habian puesto tan bajos que el 1o. de julio, en conformidad con los mis- mos directores, todos los directores de banda pasaron a ser empleados ci- viles del ejército con salario de teniente. De 1929 a 1930, mientras continuaba con las responsabilidades de director de banda, Moreno escribié su primer ensayo largo y de impor- tancia, El Ecuador en Cien Afios de Independencia, trabajo en dos voli- menes. Ensayo concebido como demostracién del crecimiento y desarro- Ilo del Ecuador en diferentes areas de la cultura nacional y de la tecnolo- gia desde la fundacién de la Repablica en 1830. Moreno habia recibido el pedido de contribuir con un articulo sobre misica, pero, cuidadoso co- mo era, no podia escribir sobre misica del periodo republicano sin tratar sobre la historia que precedié a ese periodo. El resultado fue Masica en el Ecuador, una de las _contribuciones histéricas mas valiosas de More- no, y la dinica historia publicada de la misica ecuatoriana®, Moreno, por primera vez en su vida se vio obligado a pensar en serio sobre muchos fac- tores historicos y musicolégicos y a llegar a ciertas conclusiones. De aqui en adelante, Moreno el musicélogo empieza a competir seriamente con Moreno el director de banda, el profesor y el compositor. El interés cada vez mayor de Moreno por conocer la misica de su patria recibié un espaldarazo con la aparicion de una serie musical publi- cada de 1927 a 1933 por Editorial Labor de Barcelona y Buenos Aires. Cuando Moreno vio el catalogo, ordené la serie completa y asi conocid, entre otras, traducciones espajiolas de los escritos de Hugo Riemann y Curt Sachs. Estos dos alemanes y Lavignac, cuyos escritos traducidos ha- bia obtenido ya, parecen ser los que mas influyeron sobre él, a juzgar.por las referencias que Moreno hace en varios de sus escritos. Esta oportunidad de acrecentar su educaci6n parece haber estimu- lado atin mas el deseo de Moreno por escribir. En 1933 escribio un ensa- yo, que también esta sin publicarse: La misica en la Provincia de Chim- borazo. 6 En 1962, Gilbert Chase se refirié a este articulo como “El més completo tra- tado de misica ecuatoriana. . .” y utilizé los datos de Moreno para la infor maci6n introductoria sobre Ecuador que fue presentada en “Uria gufa de la misica de América Latina”, p. 226. 272 En 1933, cada vez mas preocupado por el deterioro de sus ojos, Moreno viajo a Guayaquil para someterse a un tratamiento que parece no le ayud6 mucho. Es importante notar que durante estos afios, su variada actividad musical fue afectada por su mala vista. En 1935, como resultado de uno de los muchos cambios en el Go- bierno del Ecuador, se propuso otra reorganizacion de las bandas milita- res. Todavia existe entre los papeles de Moreno un escrito contra esta propuesta: la “Exposicion” del 8 de octubre de 1935 en Ambato y diri- gida a Federico Paez, en ese entonces Jefe de Gobierno. Moreno arguye contra dicha reorganizaci6n por el efecto que tendria en las bandas, sefia- lando que ellas son la tinica fuente de cultura musical en el Ecuador. De todas maneras la reorganizaci6n militar tuvo lugar en 1936 y re- dujo a los directores de banda de quince a cuatro; cada uno se habia de encargar de las bandas de una de las cuatro zonas militares del Ecuador. Moreno fue nombrado director de las bandas de la Tercera Zona Militar con sede en Cuenca, con responsabilidad sobre tres bandas. Esta nueva posicion frustré a Moreno, no solamente porque encon- tré mas dificil aleanzar’ resultados musicales aceptables, sino también porque su sueldo era inadecuado. El lo. de julio de 1937 escribid un nuevo memorandum describiendo algunos proyectos y haciendo sugeren- cias. No es muy claro a quién envié este memorandum; probablemente a los Ministros de Educacion y Defensa, y quizds al mismo Presidente ya que a él también se alude en el texto. Ademas de algunas sugerencias mas bien poco practicas sobre la publicacion de algunas de sus composiciones patriOticas y de su texto sobre teoria, Moreno hace un conmovedor pedi- do para que se le conceda un grado mas alto y un sueldo mejor. Sejiala que, en veintisiete afios, su sueldo se ha depreciado del equivalente de cuatro libras esterlinas a menos de tres. Segiin Moreno, el Gobierno le contesté que “no era posible hacer un ajuste en el presupuesto nacional solamente por casos individuales”. Debido a circunstancias politicas fue- ra de su control, el influjo de Moreno y su eficacia como director de ban- da militar habia también declinado considerablemente hacia 1937. Su in- satisfacci6n con los grupos musicales, su vision deteriorada y su incapaci- dad para ganar lo suficiente para cubrir sus modestas necesidades, hicie- ron que Moreno buscara otras oportunidades para ejercitar sus conoci- mientos musicales. El Ejército que hasta entonces le habia provisto de seguridad personal y de oportunidades profesionales, no podia ofrecerle lo mismo. Después de afios de esperar pacientemente y esforzarse sin éxito, Moreno se rindié. A los cincuenta y cinco afios se dio cuenta de que no habia razon de continuar su carrera con el ejército, a pesar de que, con toda probabilidad, habia pensado seguir en ella hasta su jubilacion. Aho- 273 ra estaba listo a irse tan pronto se le presentara una oportunidad. A fines de 1937, Moreno logro obtener la direccién del nuevo Con- servatorio de Musica que iba a ser organizado en Cuenca, la tercera ciu- dad del Ecuador. Contraté a los profesores en Quito “con no poca difi- cultad” y comenzé clases el 21 de febrero de 1938. El cuerpo docente constaba de ocho personas, ademas de Moreno: habia un profesor pana- meiio, uno espaiiol; los demas eran ecuatorianos, pero no habia ningan cuencano. Después de un afio muy satisfactorio, Moreno comenzé a tener se- rios problemas en Cuenca. El primer sintoma de dificultad fue la gran disminucién de matriculas en el segundo afio. Este problema se agravo cuando Moreno traté de crear un plan para integrar la educacién musical en las escuelas de Cuenca, usando para ello a los profesores del Conser- vatorio. Su plan era dar a todos los estudiantes nociones de instruccion musical, al mismo tiempo que seleccionar e instruir desde temprana edad a nifos que tuvieran talento musical. El plan, a pesar de su importancia, tuvo la oposicién de los profesores y autoridades escolares de Cuenca. Después de un afio de apasionadas acusaciones, desmentidos y peticiones al Gobierno, el plan tuvo que ser depuesto. Al afio siguiente, las matriculas decayeron atin mas y Moreno, adu- ciendo falta de interés de la comunidad, pidid al Ministerio de Educacion la clausura del Conservatorio. Al negarle el Ministerio esa posibilidad de escape, no le qued6 mas remedio que renunciar. Asi pues, aduciendo que era mas digno irse que pelear una batalla vencida de antemano, Moreno salio de Cuenca el 26 de julio de 1940. Habiendo vivido en Cuenca varios afios, Moreno deberia haber es- tado consciente de los prejuicios regionales (todavia presentes en todo el Ecuador), pero erré al no incluir ni a un solo cuencano en el cuerpo do- cente. El fracaso de su plan de educacién musical parece relacionarse con el hecho de que ninguno de los educadores locales habia sido consultado, ni invitado a participar’. ° Frustrado y desilusionado de sus experiencias en Cuenca, Moreno se retiro a la vida privada en Quito. Por entonces él y su esposa estaban ya completamente separados y es probable que Moreno se sintiera libre como para jubilarse ya que no se sentia obligado a contribuir a su man- tencion. A pesar de su suerte adversa, Moreno logré encontrar cierta satis- 7 La mayoria de la informaci6n de las actividades de Moreno en Cuenca esta tomada de La muisica en el Ecuador, (inédita), Volumen III, pp. 223-235. 274 faccién del éxito de sus composiciones, pues habia logrado, en 1940, algiin reconocimiento en tres concursos diferentes. La Exposicion Can- tonal de Cotacachi le concedié el primer premio por su Stabat Mater; un concurso internacional en Paysandi, Uruguay le dio el tercer premio por su barearola Canto del Remero; y en un concurso de misica folklérica or- ganizado por la Asociacién Argentina de Misica de Camara, de Buenos Aires, un “Sanjuanito” de Moreno gan6 medalla de plata y diploma de honor. Este tiltimo era solamente un tercer premio, pero incluia publica- cién; asi pues la primera y dnica pieza de misica de Moreno aparecié im- presa. Y Una cierta conciencia internacional es evidente en este momento, no solamente por los concursos, sino también por la aparicion en la bi- blioteca de Moreno de publicaciones extranjeras sobre musica latinoame- ricana. Moreno también empezo a leer libros y revistas sobre lenguas in- digenas y descubrimientos arqueolégicos en Ecuador y en paises vecinos. Con estas lecturas, pudo darse cuenta de qué temas eran importantes y cémo se los trataba. Sabiendo que nadie mas en Ecuador era competente ni estaba interesado en estudios similares, Moreno decidi6 entregarse por entero a la musicologia ecuatoriana. El interés de Moreno en musicologia habia ido creciendo desde afios antes. El Dr. Francisco Curt Lande, editor del Boletin Latinoameri- cano de Musica (que recibia Moreno), mencioné en una entrevista que, durante una visita a Quito en 1938, habia hablado con Moreno y le habia sugerido que tomara a su cargo una investigacion de los ejemplares musi- cales coleccionados por los D’Harcourts en su libro La Musique des Incas et ses survivances. El plan de Lange parece haber sido publicar la traduc- cién (en espafiol) del trabajo de D’Harcourt con una nueva edicién criti- ca, pero no pudo obtener permiso para hacerlo. Moreno habia recibido el pedido de Lange de investigar esos materiales y esperaba publicar una critica del estudio de los D’Harcourts en el Boletin de Lange; segiin Lan- ge, no se llegé a un acuerdo. En todo caso, se ve que Moreno ya tenia cierto reconocimiento en 1938, pues fue consultado por Lange y alenta- do a empezar un estudio que mas tarde llevaria a la publicacién de su La Musica de los Incas. Al afio siguiente (1939), su articulo “La Musica Criolla en el Ecua- dor”, fue publicado en América, revista cubana de la Asociacién de Escri- tores y Artistas Americanos. Depués del Conservatorio de Cuenca, Moreno también escribié los dos primeros volamenes y parte del tercero de su historia completa de la musica ecuatoriana: “La Musica en Ecuador” (no publicado)®. En co- 8 El primer tomo fue publicado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana en 1972. 275 nexién con esto, hizo algunos viajes para recolectar ejemplares adiciona- les de misica indigena y para obtener datos sobre actividades contempo- raneas en las areas rurales del Ecuador. Los esfuerzos musicologicos de Moreno lograron por fin reconozi- miento en este periodo como resultado de tres festivales de danzas indi- genas organizados por él. Un articulista del periodico El Dia, Victor Ga- briel Garcés, habia visto un festival de danzas criollas en México y queria hacer algo similar en el Ecuador; asi que persuadi6 a la Union Nacional de Periodistas para que patrocinara el festival y pidio a Moreno fuera su director artistico®. Moreno recluté dos grupos de indios de Cotacahi y otro de una ha- cienda cercana a Quito para un programa de seis danzas ceremoniales que fue presentado dos veces en el Teatro Sucre el 13 de junio de 1942 y una vez mas en un estadio al aire libre. Un narrador leia las notas explicato- rias, escritas por Moreno para cada danza. El segundo festival fue patrocinado por la Asociacion Escuela de Leyes de la Universidad Central de Quito y habia sido organizado por el hijo de Moreno, René, quien era presidente de la Asociacién. Se trajeron indios de otra hacienda en esta oportunidad. Se hizo una presentacion en el Teatro Sucre el 20 de mayo de 1944 y otra al aire libre, el dia siguien-. te. El 1o. de agosto de 1944, se fundé la Casa de la Cultura Ecuatoria- na que patrocin6 el tercer y ultimo festival que tuvo lugar el 4 de noviem- bre de 1945 en el Teatro Sucre. Los indios de Cotacachi que se habian presentado en 1942 fueron empleados de nuevo. A través de sus festivales de danza, Moreno establecié su reputa- cién en el Ecuador como el mayor experto en el campo de la misica y las ceremonias indigenas. No habia publicado nada (con excepcion de su articulo en América) desde el articulo Cien Afios en 1930, asi que cual- quier pequefio éxito en publicaciones de aqui en adelante fue posible en gran parte por los festivales. Su libro publicado més valioso Misica y Danzas Autéctonas del Ecuador, no aparecié sino en 1949; pero como fue terminado en 1944, pertenece a este periodo. Algo del contenido de este libro fue publicado en dos articulos sucesivos titulados “La Misica Indigena Ecuatoriana”, en los ejemplares de 1946 y 1947 de la Revista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Otros materiales de Misica y Dan- El segundo y tercero siguen inéditos. El Banco Central del Ecuador se ha Propuesto publicarlos, pero atin no se llega a un acuerdo con los herederos (Nota de los editores). 9 Moreno, Musica y Danzas autéctonas del Ecuador p. 125. El aiio del festival se registra como 1943 pero debe leerse 1942. 276 zas fueron sacados directamente de los dos primeros festivales de danza. Moreno fue nombrado director del Conservatorio de Guayaquil en junio de 1944 por el nuevo Gobierno de Velasco Ibarra’®. Rechazo el nombramiento aduciendo su mala vista y probablemente porque consi- deraba sus estudios musicolégicos mas importantes. Un aio mas tarde le convencieron de que el Conservatorio necesitaba desesperadamente de su direccion y acepté. Empez6 su administracion el 13 de diciembre de 1945. Las dificultades de Moreno en Guayaquil, la ciudad mas grande del Ecuador, empezaron casi de inmediato. En dos ocasiones el Rector de la Universidad hizo caso omiso de las recomendaciones de Moreno para el nombramiento de profesores y contraté profesores en el Conservatorio sin su aprobacién. Es penoso saber que Moreno fue obligado a trabajar en tal situacion, pero es atin mas penoso que Moreno no estuviera prepa- rado para esas circunstancias y no supiera como enfrentarlas. Moreno quiso integrar el Conservatorio de Guayaquil en las activi- dades musicales y la educacién de toda la comunidad, tal como lo habia querido hacer en Cuenca. El fundamento de su plan era ofrecer un nuevo pensum de dos afios de duracién en el Conservatorio para formar profeso- res de misica en las escuelas primarias de Guayaquil. Asi como en Cuen- ca trato de lograrlo, proponiéndolo a las autoridades universitarias. Esta vez su propuesta no fue tomada en cuenta. Volvi6 a repetir su pedido dos afios ms tarde, en febrero de 1947 y una tercera vez en 1949. jNi siquiera recibio respuesta que acusara recibo de su pedido!!! En vista de estos obstaculos, Moreno decidié pedir que el Conserva- torio se volviera independiente de la Universidad, como lo habia sido an- tes; ansiaba la libertad que esa condici6n le traeria. Segin Moreno, habia logrado el apoyo del Decano, pero mis tarde se enemistaron y el Decano, empezo a tratar los asuntos directamente con el Rector, sin tomar en cuenta a Moreno. Moreno dice que el Decano organizé la facultad en su contra y a principios de 1950 estall6 un movimiento disidente de miem- bros de la facultad. La mayoria de los miembros de la facultad apoyé pablicamente a Moreno, pero, a pesar de esto, Moreno decidié que ya era tiempo de irse y renuncié el 10 de febrero de 1950. Moreno se dedicé entonces otra vez a los estudios historicos que consideraba tan importantes y que le absorbian. Su pensidn militar era mas bien reducida, pero estudiar y escribir independientemente debe ha- ber sido un alivio después de las tensas disputas personales e instituciona- 10 Casi todos los datos concernientes a la administracién del Conservatorio de Guayaquil, estén tomados de Misica en el Ecuador, (inédito), Vol. IIL, pp. 146-198, 277 Su primer proyecto era completar el tercer volumen de La missica en el Ecuador, empezado diez afios antes. También puso al dia este tra- bajo al incluir en él las actividades de la década de los 40, entre ellas una descripcion de su propia administracion del Conservatorio de Guayaquil; este tercer volumen fue terminado el 1o. de abril de 1951. Aunque La Misica en el Ecuador nunca ha sido publicada tal vez dada su extension, Moreno tuvo cierto éxito en lograr la publicacion de otros de sus trabajos. En 1953, Feliz Coluccio de Buenos Aires, publico el articulo de Moreno “Antologia Ibérica y Americana del Folklore”, y en 1954 el articulo “Algo sobre Misica” aparecié en la Revista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. La investigacion de Moreno relacionada con La Musique des Incas et ses survivances de los D’Harcourts, que habia sido investigada original- mente por Francisco Curt Lange en 1938 fue expandida a un libro: La Misica de los Incas que fue publicado en 1957 por la Casa de la Cultura Ecuatoriana. En 1956, Moreno fue a Guayaquil para someterse a una operacion de los ojos, que resulté sin éxito. Aunque perdid completamente el uso de un ojo, atin en sus dltimos afios era capaz de leer con la ayuda de una lupa y podia escribir a maquina. Asi continuo estudiando y escribiendo, aunque mucho més lentamente que antes. El notar misica le resultaba demasiado arduo, con su limitada vision, que le permitia ver solamente una pequefiisima parte de una hoja. Asi pues, después de 1950 compuso muy poco y después de 1956 dejé de componer. A pesar de esto, Moreno siguié estudiando y escribiendo. En esta vez decidié dirigirse a su ciudad natal, Cotacachi, y escribié un trabajo que es solamente en parte historico. La base de Cotacachi y su Comarca, publicado en 1966, es un largo poema épico en honor a la ciudad de su nacimiento. También en 1966, otro de sus articulos fue publicado en la Revista del Folklore Ecuatoriano; en 1968, Moreno termino su libro cor- to Celebracion de los Ciclos solares en Cotacachi, que todavia esta inédi- to. En los afios que siguieron a su retiro de la vida pablica, Moreno fue olvidado y preterido a pesar de sus publicaciones. Los que lo tenian pre- sente pensaban en él como director de banda y compositor. En el extran- jero, el que lo reconocieran (con las excepciones ya anotadas), era toda- via mas dificil. Durante sus ultimos afios, Moreno fue también un pro- 278 motor activo de sus intereses favoritos, siendo uno de ellos la reforma al Himno Nacional del Ecuador, reforma que habia planteado en su articu- lo de 1924. Continué usando su técnica favorita, la de apelar por escrito a las autoridades del Gobierno, sin obtener mas éxito que antes. A pesar de una respuesta brusca y negativa del Ministerio de Educacién, recibida en 1968, Moreno siguié distribuyendo un folleto mimeografiado “Sobre las Reformas al Himno Nacional Ecuatoriano” (extrafdo del volumen III de La Musica en el Ecuador). De los diferentes campos de actividad musical de Moreno, sus escri- tos histéricos son particularmente interesantes. Pueden ser agrupados en cuatro categorias: 1. La Miasica en el Ecuador y escritos relacionados. 2. Masica y Danzas Autéctonas del Ecuador y articulos provenien- tes de esta obra, 1944-1949. 38. La Misica de los Incas. 4. Escritos no musicologicos. Casi toda la actividad musicolégica de Moreno esta representada en el largo estudio historico La Miasica en el Ecuador. Tiene material de sus primeras observaciones de ritos religiosos en 1909 y es la base del ensayo mas reciente de Moreno, “Celebracién de los Ciclos Solares en Cotaca- chi” de 1968, ya que nueve de los trece ejemplos musicales también apa- recen en el trabajo més extenso. En cierto sentido, como tanto material de sus otros estudios esta incorporado o extraido de él, La Misica en el Ecuador debe ser considerado como el trabajo musicoldgico central de Moreno, El modelo para este trabajo fue el largo articulo (también titu- lado “Misica en el Ecuador) escrito en 1930 para El Ecuador en Cien Afios de Independencia. Este articulo continia siendo el tinico tratado global de misica ecuatoriana que haya sido publicado. Después de co- menzar con una introduccién general sobre la naturaleza de la misica, el articulo se divide en tres areas historicas generales: “Prehistoria”, “La Epoca Colonial” y “La Repiblica”. Estos mismos titulos son usados mas tarde en los tres volimenes de la historia ampliada, cada volumen es un tratamiento mucho mas extenso del tema de su seccién correspon- diente del articulo de 1930. Cada volumen de la Misica en el Ecuador reproduce palabra por palabra casi todo el material del articulo original de 1930. Sin embargo, como hay mucho material afiadido, La Misica en el Ecuador es esencial- mente un nuevo trabajo. Con excepcién del material sacado del articulo “Cien Afios”, la mayoria de los volimenes I y II fue escrita, probable- 279 mente durante 1939 y 1942, una vez que Moreno dejé la administracion del Conservatorio de Cuenca. El tercer volumen parece haber sido escrito en su mayor parte en 1950 y 1951, después del regreso de Moreno del Conservatorio de Guayaquil. El volumen I, “Prehistoria”, es esencialmente una resefia de las ce- lebraciones indigenas que parecen tener origenes precolombinos, Se in- cluyen todas las festividades religiosas comunes, los ritos del nacimiento y los de la muerte y muchos acontecimientos peculiares al Ecuador 0 a una seccién del Ecuador. Ademés de noventa y cinco ejemplos musica- les, hay descripciones completas de disfraces, danzas y otros detalles de las ceremonias. La organizacion es geografica (Costa, Sierra y Oriente), pero la mayor parte del volumen se concentra en la Sierra. La misica de provincias y aun la de pueblos es frecuentemente tratada por separado. El volumen II, “El Periodo Colonial” es probablemente mas pare- cido a la segunda parte del articulo de “Cien Afios”, aun cuando esta considerablemente cambiado y ampliado. Trata en su mayoria sobre el efecto de la tradicion musical occidental en la misica indigena y tiene cincuenta ejemplos musicales. El desarrollo de un sistema tonal moderno y la prolongacion de formas son objeto de detallado tratamiento (misica mestiza). Existe también una detallada discusion de la musica occidental influida por la tradicién ecuatoriana (misica criolla). Como en el volu- men I, otros aspectos de la ceremonia estan descritos en detalle. Hay también discusiones breves sobre las actividades musicales de los misio- neros jesuitas en el Oriente, sobre la misica de los Franciscanos que fun- daron Quito (1534) y sobre la construccién de Organos. Casi todos los ejemplos musicales son del ceremonial indigena y de la musica popular. Los volimenes I y II son particularmente valiosos por sus minucio- sas descripciones de las ceremonias y de sus ejemplos musicales que las acompafian. Como muchas de estas practicas indigenas han cambiado 0 desaparecido por completo, los datos de Moreno son con frecuencia, la dinica evidencia existente de que disponen los estudiosos modernos. Este material constituye la mayor parte de estos voliimenes, tanto en exten- sion como en importancia y esta sacado casi completamente de las obser- vaciones de Moreno. El hecho de que Moreno organice su estudio alrededor del ambien- te ceremonial total mas bien que desde el punto de vista musical (con ex- cepcién de sus comentarios sobre tonalidad y modalidad) indica un inte- rés en toda la cultura y no solamente en la misica y por eso merece que se le dé justo crédito por haber documentado tanto ceremonia como mi- sica. Un aspecto desafortunado de su preocupaci6n con el rito total es que, con frecuencia, descuida incluir mas ejemplos musicales con el resul- tado de que después de largas descripciones de una ceremonia que utiliza 280 una serie de piezas, da solamente un ejemplo de la serie por no hacer de- masiado largo el tratamiento de la ceremonia. El volumen III, “La Repiblica”, es mas extenso que los volimenes I y II combinados. No tiene ejemplos musicales, pero es una investiga- cién muy completa sobre instituciones y personalidades del mundo mu- sical ecuatoriano sobre educacién musical y misica sacra. Muchos de los datos son también fruto de sus observaciones personales, lo que afiade in- terés a los relatos, aunque su objetividad es a veces discutible, sobre todo porque Moreno con frecuencia esta involucrado personalmente. La ma- yoria del volumen esta organizado geograficamente por provincia y cada seccion incluye una lista de los misicos de cada provincia, con detalladas anotaciones de sus contribuciones musicales. En mucho, el volumen III constituye el comienzo de un diccionario ecuatoriano biografico de misi- ca. Moreno llega a concluir que el Ecuador es rico en potencial musical pero que los factores politicos y la falta de organizaci6n y direccion en la educacién musical, han dejado la misica casi en paiiales. El volumen III es valioso por la gran riqueza de datos basados en he- chos reales; llevaria siquiera una década para que un historiador contem- poraneo descubriera la cantidad de personalidades y hechos que Moreno ha dejado documentados y que son sacados de su experiencia. Sus obser- vaciones también permiten ver cémo las luchas politicas han afectado tanto las instituciones musicales del Ecuador. Por dltimo, las sugerencias de Moreno para promover la misica en su pais son por lo general muy pertinentes. Los tres voliimenes sufren de la tendencia de Moreno de llegar a conclusiones indefendibles, sin base en evidencia suficiente, y de inte- rrumpir su narrativa historica con arranques polémicos sobre temas pa- tridticos, morales o estéticos. Ambos casos, parecen proceder de una po- sicion defensiva sobre Ecuador. Es necesario recordar que la vehemente lealtad de Moreno a Ecuador puede haber sido un factor decisivo en lle- varle a hacer estudios por primera vez realizados en su pais. Es lamenta- ble, aunque comprensible, que sus escritos mas débiles y menos efectivos sean también resultado de esa actitud. En general, Moreno en La mitsica en el Ecuador, muestra mas cui- dado, y juzga con juicio mas mesurado y mayor madurez que en sus escritos anteriores. En vista de que juicios irreflexivos aparecen en trabajos posteriores, el nivel de este trabajo no se debe solo a que Moreno madurara y se diera cuenta del valor de la erudicion, sino que La Misica en el Ecuador esta escrita mas cuidadosamente que la mayoria de sus otros trabajos. A El articulo de 1930, “Cien Afios”, de donde esta sacada esta histo- 281 ria de tres volimenes, fue importante para Moreno porque le permitio definirse en sus objetivos musicolégicos y ademas se convirtié en su pri- mera publicacion importante. Se podria creer que esto le hubiera pro- porcionado mejores oportunidades para publicar, pero no fue asi, tal vez porque (segiin Moreno), los editores de los voliimenes de “Cien Afios” le rehusaron el permiso para publicar separadamente sus contribuciones y poder hacerlas circular mas extensamente. La historia de tres volimenes podria seguir sin publicarse por razo- nes similares, sin embargo, se ha hablado en algunas ocasiones de impri- mirla. Se dice que la Revista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana hizo esfuerzos para publicarla en 1971". Muchos otros escritos cortos estan relacionados con La Musica en el Ecuador. El primer ensayo de Moreno, “‘La Masica en la Provincia de Imbabura” (1923), fue incorporado parcialmente en estudios posterio- res. En 1930 hubo dos estudios intermedios, ‘La Misica en la Provincia de Chimborazo” (1934, inédito) y el articulo de 1939 “La misica crio- lla en el Ecuador” que aparecié en la revista cubana América. Ambos en- sayos son una ampliacion de temas tratados en el articulo de “Cien Afios” que fueron més tarde incorporados en La misica en el Ecuador. Existen también escritos que aparecieron después de terminada La Misica en el Ecuador, pero que son esencialmente derivaciones de ese es- tudio. El primero de éstos es “Fiesta de San Juan Evangelista”, con el que Moreno contribuy6, en 1953, ala Antologia Ibérica y Americana del Folklore de Félix Coluccio, (En 1949 aparecido también en “Misica y danzas autoctonas del Ecuador”, paginas 76-85). En el afio siguiente, 1954, “Algo sobre miisica’” fue publicado en la Revista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. La primera mitad de este articulo es, en su mayoria, material que aparecio en La misica en el Ecuador, pero el resto presenta algunas ideas nuevas de Moreno sobre su preocupacién de incorporar la cultura indigena a la vida artistica contem- pordnea del Ecuador. 2 En 1966, Moreno escribié “El equinoccio de Septiembre en Cota- cachi” (la Fiesta de Santa Ana), para la Revista del folklore ecuatoriano. Aunque este articulo emplea material de trabajos anteriores, la forma es nueva por presentar varios hechos agrupados alrededor de un festival. En 1968, Moreno termin6 su iltimo trabajo, Celebracion de los ci- clos solares en Cotacachi (inédito), también sacado de trabajos anteriores, * ‘Véase la resefia del autor sobre “La masica en el Ecuador”, primera parte en Ja edicion del Yearbook-Anuario. (Ed.) 282 pero con algiin material nuevo y con tres ejemplos musicales (de trece), usados por primera vez. El 18 de noviembre de 1972, Moreno murié en Quito. El escrito mas imporante de Moreno, después de La Musica en el Ecuador y de los trabajos relacionados con esta obra es Musica y danzas autéctonas del Ecuador, publicado en 1949. El material de este libro fue originalmente preparado para una serie de conferencias que habian de ser presentadas por Moreno en Quito en 1944. Solamente una de esas confe- rencias tuvo lugar, pero todo el material fue empleado en dos articulos para revistas y después como texto de Misica y Danzas. “La misica indigena ecuatoriana” fue publicado en la edicion de 1946 de la Revista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Corresponde exactamente a las paginas 3 a 70 de Musica y Danzas, excepto que los ejemplos musicales y las fotografias de instrumentos no aparecen en el ar- ticulo de la revista. Este articulo continia (bajo el mismo titulo) en la edicién de 1947 de la misma revista y corresponde a las paginas 73 a 119 de Musica y Danzas, también en este caso excluidos los ejemplos musica- les y las fotografias. Mitsica y Danzas es particularmente importante ya que fue publica- da en una edicién que incluia la version original en espaiiol y una traduc- cion en inglés y ademas fue difundida mas extensamente que otras publi- caciones de Moreno. La primera de las cuatro secciones de Musica y Danzas es un inten- to de relacionar la misica ecuatoriana con la del Lejano Oriente, pero pa- rece no tener suficientes datos y no resulta convincente. La segunda par- te, que trata de los instrumentos musicales indigenas, esta en general bien escrita, es interesante e informativa, y es la tnica vez que Moreno trata sobre el tema. La tercera parte describe las celebraciones solares indige- nas. Este material esta sacado de los escritos anteriores de Moreno, pero ha sido escrito de nuevo y reorganizado para este libro. La cuarta y ilti- ma seccién de Miisica y Danzas contiene descripciones de los dos prime- ros festivales de danzas indigenas presentados por Moreno. Aun cuando se celebraron tres festivales, el tercero de 1945 no se menciona. Musica y Danzas no fue publicado sino en 1949, pero su texto fue terminado en 1944 y evidentemente no se afiadio nada después de esa fecha. Se mencion6 anteriormente que Moreno deja a un lado los ejem- plos musicales en favor de elaborados detalles sobre el ceremonial. En ge- neral asi sucede, pero en este libro se convierte en una falta mayor por- que Moreno poseia varios ejemplos musicales de las ceremonias descri- tas; sin embargo presenta solamente uno y en ocasiones ninguno. 283 En 1957, aparecié La Misica de los Incas trabajo que Moreno situé entre sus mas importantes. Su sentimiento por este libro nace de la satis- faccion de creer que habia podido defender su ideal de misica ecuatoria- na en contra de las falsas conclusiones hechas por Raoul y Marguerite D’Harcourt en La Musique des Incas et ses survivances. Este libro esta dedicado, en su totalidad, a atacar el trabajo de los D’Harcourts y por esa razon resulta ser una de las contribuciones menos valiosas de Moreno. La primera parte del libro trata sobre sistemas musicales e incluye las teorias de Moreno sobre tonalidad, sus criticas a los procedimientos de los D’Harcourts y al concepto de ellos sobre la tonalidad indigena. La segunda y tltima parte del libro da cincuenta ejemplos sacados del estu- dio D’Harcourt, con cada ejemplo seguido por la version “corregida” de Moreno. El subtitulo de La Miasica de los Incas afirma que esta obra es una rectificacién del trabajo de los D’Harcourts, pero, en realidad, no llega a serlo. Muchos de los argumentos son defectuosos y, con frecuencia, Mo- reno deja de presentar suficiente evidencia para lograr que sus puntos de vista sean més convincentes que los de los D’Harcourts. Aun si se le con- cediera a Moreno suficiente crédito por puntos que quedan sin ser proba- dos la base del argumento es con frecuencia insignificante y no garantiza el considerable esfuerzo de publicarse como libro. En efecto, el aspecto mas desafortunado de La Misica de los Incas es que haya sido publicado cuando los tres volimenes de La Misica en el Ecuador estaban ya termi- nados. Para adquirir una perspectiva justa de la situacion, es necesario ano- tar que los D’Harcourts fueron realmente pioneros en sus estudios tanto como Moreno fue en los suyos. El trabajo de los D’Harcourts tiene serios errores, pero no mas de los que tiene Moreno en sus escritos. Criticos con mayor conocimiento continuardn dando valor a estos pioneros por sus contribuciones, veran sus defectos en relacién a las circunstancias par- ticulares de los autores y de su investigacién. A pesar de que las duras criticas de Moreno se pueden entender como un reflejo de su espiritu na- cionalista, sigue siendo un descrédito para el hombre que generalmente apreciaba el esfuerzo de otros. Los esccritos mas importantes de Moreno tratan sobre temas musi- cologicos, pero existen escritos no-musicologicos que deben ser conside- rados. El primero de estos escritos trata sobre la historia y la reforma del Himno Nacional del Ecuador. Este trabajo, “Sobre las Reformas al Him- no Nacional” aparecié por primera vez en Dios y Patria, en 1924 y mas tarde fue publicado como un folleto de contenido casi idéntico. Volvié 284 a aparecer en 1930 en un extenso articulo en la Revista del Centro de Es- tudios Historicos y Geograficos de Cuenca. Ademas de esta extensa revi- sion, esta incluido en el volumen III de La Musica en el Ecuador, y es esta Ultima version la que fue mimeografiada para su distribucién en los ulti- mos afios de vida de Moreno. Moreno escribié el articulo original cuando la Asamblea Nacional estaba considerando un cambio en el texto (al final, no se lleg6 a hacer ningin cambio). Moreno se quejaba de la excesiva extension del Himno, de la calidad de la misica y del arreglo para solista y coro, cuando deberia estar hecho para las voces de la gente comin, Su propuesta era de que se abandonara por completo el viejo himno y se escribiera uno nuevo. En la version que aparece mas tarde en forma ampliada, Moreno acusa ademas al autor (el novelista Juan Le6n Mera) y al compositor (Antonio Neuma- ne) de plagio. Los escritos de Moreno sobre el Himno Nacional no tienen real- mente importancia historica. Sus criticas a como lleg6 a ser compuesto carecen de evidencia y presuponen demasiado. Al fin, no se gané nada, excepto mala voluntad. Estos empefios de Moreno son significativos en cuanto revelan mu- cho sobre el hombre y sus actividades, sobre todo, sobre su intenso celo patridtico. Su compulsién en reformar y corregir son tipicos y aparecen cuando su ideal sobre la vida y la musica ecuatorianas esté amenazado o violado. Moreno escribié en 1933 un libro de teorfa musical para ser usado en la ensefianza de los integrantes de sus bandas. Un tercer ensayo no- musicoldgico fue inspirado cuando Moreno estaba en Esmeraldas por ra- zones de salud y presencié una revuelta en septiembre de 1913. En 1939 describié las anotaciones que habia hecho y decidié usarlas en un relato descriptivo de los hechos. La Campajia de Esmeraldas de 1913 a 1916, encabezada por el Coronel Graduado Don Carlos Concha Torres fue pu- blicada en Cuenca en 1939. La narracion de cuarenta y nueva paginas, pa- rece ser imparcial, pero Moreno aclara que él estuvo opuesto a la revuel- ta; sin embargo, critica a las fuerzas militares del Gobierno y las califica de “impotentes”, “tontas” y “cobardes”. El iltimo de sus trabajos no-musicolégicos es el mas importante. “Cotacachi su Comarca” fue escrito en 1966 para el centésimo aniversa- rio de la cantonizacion de Cotacachi. Es una ofrenda de amor y afecto a su tierra natal y asu gente. Al ser éste el tinico escrito de Moreno que no trata de ser ni histérico ni técnico, su intenso subjetivismo no resulta un obstaculo sino mas bien una ventaja. 285 “Cotacachi y su Comarca” es a veces informativo, pero no es éste su proposito; mas bien pretende ser solamente un vehiculo del sentimien- to de su autor. Haber tenido Moreno sentimientos regionalistas tan fuer- tes y esta vez no tener que seguir en la lucha —frecuentemente sin éxito— de mantener su imparcialidad historica, hacen que este libro sea su mejor trabajo pues le va bien a su temperamento y a su personalidad. El libro se abre con el himno de Moreno a Cotacachi; después sigue un poema épico sobre la historia y la importancia de Cotacachi, que consta de dos partes principales, cada una con ocho sub-secciones con ti- tulo. En total hay 301 estrofas de ocho lineas. Como Moreno quiere de- cir mucho mas de lo que puede incluir en el poema, anade, treinta y dos notas de pie de pagina, que al fin resultan tan largas que llegan a ocupar las 110 dltimas paginas del libro (0 sea, dos tercios del total) y esas notas estan ilustradas con veintitin placas fotograficas. Pensar en Moreno como pionero es util cuando se trata de estimar sus contribuciones; los errores tipicos de un aventurero solitario estan ba- lanceados por la riqueza del territorio recién abierto y del beneficio para los que vendran. Para el estudioso moderno, las observaciones directas de Moreno sobre ceremonias indigenas y musica —y aun de hechos musicales bastante recientes— representan lo valioso de sus contribuciones. Sus teorias y conclusiones generales son menos importantes, como lo son sus escritos sobre el Himno Nacional y la investigacion de los D’Harcourts. A pesar de una educacion deficiente, de mala vista y salud enfermi- za, del aislamiento profesional y la falta de oportunidades, de carecer de personas que lo alentaran y reconocieran, Segundo Luis Moreno tuvo el gran mérito de haberse dado cuenta de que la herencia musical ecuatoria- na merecia su atencion. Que pudo responder a este desafio a pesar de tantas limitaciones, es prueba no solo de su inteligencia, esfuerzo, labo- riosidad y constancia; sino sobre todo de su amor al Ecuador y a su terru- fo natal, Cotacachi. 286 APENDICE A SELECCION DE EJEMPLOS MUSICALES DE LA MUSICA EN EL ECUADOR (PARTE I) 1. Danzante. Este danzante, de la Provincia del Chimborazo, es ejecu- tado como parte de la celebracién de Corpus Cristi. Allegrett J= 9% Pingulle Tamboril 2. El abago de Cotacachi (No. 1). Esta danza es también ejecutada durante Corpus Christi. Pingullo . —__ 2A ee art > tt. 287 3. Danzante de Atuntaqui. Otra danza para Corpus Christi. Atuntaqui queda en la Provincia de Imbabura. Alegrette ' dst ingy ilo + = —2 + aE + . * Tamberil : ——s AR 288 eff 4. Danzante. Una danza de Corpus Christi de la Provincia de Tungu- rahua, en la que los danzantes usan campanas en sus tobillos. Serre Allegre J: 202 ‘ingulle 289 5. Danzante de Tulcan (Carchi). Esta melodia de danza fue transcrita durante el festival del Sefior de Belén en la Parroquia de Turi (cerca de Cuenca). Ategre J 108 Pingulle Tambor] ptr eS 6. Sanjuanito. Este Sanjuanito es de los festivales de San Juan y San Pedro en Otavalo, Provincia de Imbabura. Flautita de carrize 7. El grito de las Almas. Esta cancion se canta en muchos lugares de la Sierra ecuatoriana el Dia de Todos los Santos y durante la sema- , 2a dedicada a conmemorar los muertos. EE Ye+ aid te- dos a+ lie wie mos + a nusstres padres 2S > aS yo here mar m5, de e-se face go, dee- sas Ila - mas, 290 se BS bles toric” inept:tesn ori de esos tere Invocacién. Esta cancién es una de las que comanmente es cantada por plafiideros, la noche anterior al funeral. - a: Je-sis Maen = oS yaryen-qui Yumbo. Esta danza es de la parroquia de San Rafael, cerca de Ota- Je-sus, Meena — 9. valo, en la Provincia de Imbabura. Procesién de la fiesta de San Luis (19 de agosto). Joe tte Rendador pequete te All 291 en el atrio de la iglesia parroquial, diciembre) en Chambo, Provincia de Chimborazo. Se ejecuta al fi- nal de un festival de tres d Aagrette mientras los danzantes se despiden de su santo patrono. 10. Danzante. Una danza de la fiesta de San Juan el Evangelista (27 de APENDICE B Bibliografia cronolégica de los escritos, publicados e inéditos de Segundo Luis Moreno, La Musica en la Provincia de Imbabura (apunte para la historia de la mu- sica en el Ecuador), Quito, Tipografia y Encuadernacion Salesiana, 1923. “Sobre las reformas al Himno Nacional Ecuatoriano” en Dios y Patria Publicacion jesuita trimestral) Riobamba 1 (1924): 353-362. “Musica en el Ecuador”, en El Ecuador en Cien Anos de Independencia, Quito, ed. J. Gonzalo Orellana, pp. 187-276; Quito, Imprenta de la Escuela de Artes y Oficios, 1930. Teoria de la Masica y Elementos de Solfeo, 1933. (inédito). La Misica en la Provincia de Chimborazo, 1934 (inédito). “Sobre las reformas al Himno Nacional” en Revista del Centro de Estu- tuios Historicos y Geograficos de Cuenca 29 (1937): 32-41. La Campafia de Esmeraldas de 1913-1916 encabezada por el Coronel gra- duado Don Carlos Concha Torres, Cuenca, Tipografia Universidad, 1939, “La Musica criolla en el Ecuador”, en América, Revista de la Asociacion de Escritores y Artistas Americanos, La Habana, Cuba 3 (1939): 60-62. “La musica indigena ecuatoriana; sistemas musicales de los indios del Ecuador” en Revista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana 3 (1946): 136-162. “La Musica indigena ecuatoriana” (Continuaci6n de la edicién anterior) en Revista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana 4 (1947): 225-253. Masica y Danzas autéctonas del Ecuador, Quito, Editorial Fray Jodoco Ricke, 1949. La Musica en el Ecuador, 3 volamenes Vol. I Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1972. Vol. II y III, inéditos. “Fiesta de San Juan Evangelista” en Antologia ibérica y americana del folklore, Buenos Aires, Ed. Féliz Coluccio, Editorial Guillermo 293 Kraft, 1953. “Algo sobre musica” en Revista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, 15 1954: 273-288. La Miasica de los Incas, Quito, Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1957. Cotacachi y su Comarca, Quito, Editorial Don Bosco, 1966. El equinoccio de Septiembre en Cotacachi, 1968 (inédito). 294

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