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Paloés ConTExros SLAVO} ZIZEK Unkimes titulos publicadlos: 11 J ag Et ed a am te nov mee ieee ae SOBRE LA dear de eatin see. VIOLENCIA 4 ; i i Seis reflexiones marginales zn i "Joeory rut con abe Neer T eb boi de ene on mueso 4 t i i Me ah fescue ‘dois fonorancia g Bo tf p oat i i i Lb : 2 a E i | | i = Pee il o E : i £ ! & i i 18 SOBRE LA VIOLENCIA — No —explicé—, ast puedo decisle a mi mujer que voy a ver amiamante, ya mi amante que tengo que cesar con mi mujer. —2¥ huego, qué hace? Voy a un lugar solitario para aprender, aprender y aprender! “No e# esto exxactamente Jo que hizo Lenin tras la catéstrofe de 1914? Se escabullé a un lugar solitario de Suiza, donde «aprendié, apsendié y aprendiG leyendo ‘La cioncia de la logics de Hegel. Esto es lo que deberis- ‘mos hacer hoy cuando nos vemos abrumados por tan- tas imagenes y representaciones mediiticas de la violen- cia. Necesitamos «aprender, aprender y aprender» qué causa esta violencia. CAPITULO 1 Adagio ma non troppo e molto expressivo SOS Violencia ‘Viormcia: SuByEIVA ¥ OBpeTIVA En 1922 el gobierno soviésico expulsé a Ios lideres intelectuales anticomunistas, desde fil6sofos hasta eco- rnomistas ehistoriacores. Abandonaron Rusia camino de “Alemania en un barca conocido como el Busque filosofia “Antes desu expulsién, Nikolai Lossky, uno de los forzados ‘alexilio, habfa disfratado con su familia dela cémodavvida de la alta burguesfa, contando con eriados y nifierss. El sencillamente no podia camprender quige querrfa des- tir su modo de vida. 2Qué habian hecho los Lossky tus chicos? Sus hij y los amigos de éstos, que habian hheredado lo mejor que ofecta Rusia, habfan ayudado a ‘mejorar el mundo con sis conversaciones sobre lterata- as misiea y ace y con eas vidas disceetas. porlos individuas malvados, por los aparatos represives 5 las muleinudes fansticas: la violencia subjetiva es, sim- pplemente, la mas visible de las tres. Es preciso historiar a fondo la historia de Ja noci6n, de violencia objetiva, que adop:6 una nueva forma con el capitalismo. Marx describié la enloguecida y autoes- timulante circulaci6n del capital, cuyo rumbo solipsista de partenogénesis alcanza su apogeo en las especulacio- rcs metarreflexivas actwales acerca del fururo, Es dema- siado simplista afinmar que el especteo de este monstruo 4. Cuando lot palestinos responden la exigenci eral de ‘que deberian detenes tus ataguet tevcoretas, con un acy que ey ENnestee ocupacion de Clsjordenia?e, ano responde laael con tuna versin del «no me cambies de tersas? a sos wows 2 satoengendrado que continia s1 rambo ignorando cual: ‘quier respeto por lo humano o por el ambiente es una sbittacci6n ideolégica, detsas de la cual hay persones reales y objetos naturales en cuyas capacidades produc ‘vas y en cuyos recursos se basa Ja cizculacién del capi- taly de los que se nutre como un gigantesco pardsito. El problema es que esta «abstraccién> no esti sélo en la [percepcién errénea de nuestros weapeculadores> finan- ieros, sino que es «reals en el preciso sentido de deter ‘minar la estructura de los procesos materiales sociales: el destino de un estrato completo de la poblacién, o in- cluso de pafses enteros, puede ser dererminaco por la danza especulativa «solipsista del capital, que pers gue su meta del beneficio con total indiferencia sobre ‘como afectaré dicho movimiento a Ja realidad social. Asi que la clave de Marx no es principalmente reducir esta segunda dimensién a la primera, es decir, demos- trar que Is enloquecida danza teolégica de las mercan- cias surge de los antagoniemos de la «vida reals. El asunto es mas bien que 10 se puede tonzar la primers (la realidad social de la producciSn material e intaraccién s0- cial) sin la segunda: es la danza metafisica autopropulsa- dda del capital lo que hace funcionar el especticulo, [o gue proporciona la clave de los procesos y las catéstro~ fes dela vida real. Es ahi donde reside la violencia sisté- ‘mica fundamental del capitalismo, mucho més extrafia que cualquier violencia directa socioideolégica preca- pitalist: esta violencia ya no es atribuible a los indivi- duos coneretos y a sus «malvadas» intenciones, sino (git es puramente «objetiva», sistémica, anénima, Aqui se halla la diferencia lacaniana entre le «realidad» y lo ‘«xealy: Ia exealidads es la realidad social de las personss ‘concretas implicadas en la interaccién y en los procesos 24 SOBRE LA VIOLENCIA productivos, mientras que lo «zeal» es Ia Logica espec- tral, inexorable y «abstracta» del capital que determina Jo que ocurre en la realidad social. Este es un vacio que puede experimentarse cuando se visita un pais donde Feina el desorden, donde el deterioro ecoldgico y la mi- seria a que se ve expuesta su poblacién estén presentes ten cada detalle. Sin embargo, los informes econémicos sobre dicho pais pueden decir lo contrario, su econo- tafa puede sex, y de hecho lo es en muchas ocssiones, “«financieramente sana»: la realidad no es lo que impor ta; lo que importa ee la situacién del capital. {No es esto hoy mas cierto que nunca? ¢No apun- tan los fendmenos normalmente considersdos propios el capitalismo viraial (el mercado de futuros y espeew- laciones financieras abstractas similares) hacia el reino de la wabstraccién seab> en #u maxima pureza mucho és tadicalmente que en tiempos de Marx? En pocas ‘palabras, la forma més clevada de ideologia no consiste En estar attapados en lo espectral de la ideologis, olvi- Gando su fundamento en las personas reales y en sus re- Iaciones, sino precisamente en pasar por alto lo real de cesta espectralidad y pretender ditigirse directamente a Jas «personas reales con sus preocupaciones reales». [Los visitantes de la Bolsa de Londres reciben un folleto ‘gratuito que explica que el mercado de valores no tiene [gue ver con misteriosas fluctuaciones, sino con perso- znas reales y con sus productos. Esto es realmente la ide- ologia en su forma mas pura. ‘La regla fundamental de Hegel es que el exceso 0 i Goce inheremie a las condiciones sociales del capita. Iino global y que implice la eeacién watomiticy de Inaividuos desechables yexeluidos, desde los sin techo fies desempleados,y la violencia , cn Ls erainte des masses: politique et philsopbie avant ef opres Mare, Basis, Galle, 1997, 6. ahi sess tambicn la limitaién de lo wcomités cos que sen por todas parce para contrarrestar los peligros del de- {htrolla dentlicotecnol6gico desetado: con tode su buen in- 26 soune La WotENCIA ley de los belgas, Leopoldo TT, que fue quien presidis eLholocausto congoleso, fuese un gran filgntzopo ben- decido por el papa no puede descartarse en tanto que mero cato de hipocresfa ideol6gica y cinismo. Desde un punto de vista subjetivo bien pudo ser un filintropo Sincero y que inclaso intentara compensa las conse- cuencias catastréficas del enorme proyecto econdmico {que conduja a la despiadads expoliscién, por él presi- dida, de los recursos naturales del Congo. ;El propio Congo era un feudo personal suyo! La ironia final es, ademas, quela mayor parte de las ganancias producidas por este esfuerzo resulté beneficiosa para el pueblo belga, al que proporcioné obras publicas, museos y ‘ot103 provechar. En este sentido eabe decit que el rey Leopoldo II de Bélgics fue posiblemente el precursor de los «comunistas liberales» de hoy, incluyendo a. [Los noMeREs BUENOS DE PoRTo Davos En la sltima década se ha presentado a Davos y Por to Alegre como las ciudades gemelas de 1a globaliza- cidn. Davos, un exclusivo centro turistico suizo, es don- de la élite global de empresarios, hombres de Estado y personalidades mediticas se redinen bajo la proteccién de la policia en condiciones de estado de sitio y desde onde intentan convencemos 4 nosotros ¥ a st mismos de que la globalizacién es su mejor receta. Porto Alegre cs la ciudad subwopical brasilefia donde se refine la contraélite del movimiento antiglobalizacién e intenta ‘convencernas a nosotros y a sf mismos de quela globs- ‘enaign, consideraciones ica ete, ignoran lawolencia asset. sea», smucho ms bisica sos orev a7 lizacisn capitalista no et nuestro destino, de que (como, dice el eslogan oficial) «otro mundo es posible». Du- rante los altimos afios, sin embargo, las reuniones d= Porto Alegre parecen haber perdido de algiin modo su impetu. Cada vez se habla menos de elles. del beneficio infinito capitalis- ta, filésofo posthumanista alemin Peter Sloterdijl de- linea los contornos de la autoescisién cel capitalismo, su inmanente eutosuperacion: el capitalismo culmina cuando «produce fuera de s{ mismo su opuesto més ra- ical —y el tinico provechoso—, totalmente diferente del que la izquierda clésica, atrapada en su miseria, fue 8, Et mismo argurnento se apice ala oposicin entce el en- foque «ineligenter yl no ntligenten, Deslocalizare: la pala tbr clave aqut: por medi de Ia deslocalizecign exportas & (ne cesses) lado oocure —irabsjo disciplinado y Jerarquizado, Conteminaciga ambiental. 1 los palses del Tercex Mundo (© INgares invasibles del peimer enone). El sueto bbersl-comunis: fcr de exportar la clase obera sla fleas, maquilas 0 sx eres del Tereer Mand, | | sos water, 33 siquiera capaz de sofiar» La mencién positiva de An- drew Carnegie muestra el modo: al gesto soberano auto- inegador dela ifiniea acumulacign de riqueza esol gest de gastar esa riqueza en cosas sin tener en cuentasu pre io y ajenas a la circulacién mercantil el bien pablico, Jas artes y las ciencias, la salud, etc. Este concluyente _gesto «soberano» permite al capitalista romper el eftcu- Ip vieioso de Ia reproduccién infinitamente ampliada, del ganar dinero para ganar més dinero. Cuando dona su riqueza acumulada al bien pablico, el capitalista se niegaas{mismo como mera persanificacién del capitaly desu circulacién reproductiva: su vids adquiere senti- do. El objetivo ya no es la reproduccién ampliada. Ade- més el capitaliseaalcanza asf el cambio de eras a thynos, dela logica «erotica» perversa de la acumulaci6n al re conacimiento y el prestigio pablicos. Lo que esto signi fice es nada menos que elevar a figuras camo Soros 0 Gates al nivel de personificaciones de Ia autonegacién inherente al proceso capitalista en it su obra de caridad (sus inmensas donaciones al bienestar pablico) no es s6lo uns idiosincrasia personal. Sincera o hipécrita, es el punto de conclusién ldgico de la circulacién capitalists, necesario desde el punto de vista estrictamente econé- ico, puesto que permite al sistema capitalista pospo- her su exist. Restablece el equilibria cecistibueen de Ja tiqueza entre los autSnticos necesitados) sin caer en la ‘trampa facidica: la l6gica destractiva del resentimiento y Is forzada redistribuci6n estatal de la riqueza sdlo puie- den acabar en miseria generalizada, Se evita también, podria afiadirse, el o:1o modo de reestablecer cierto 9, Peter Sloerdie, Zor und Zeit, Frankfurt, Subskamp, 2006, pig 35. 36 SOmRELA OLENA equilibrio y afirmar el #hymos por medio del gasto sobe- ano: esto 65, a guerra. ‘Esta paradoja sefiala nuestra triste situaci6n: el eapi- talismo dehoy no puede reproducisse por s{mismo, ne- tesita la earidad extsneconémica para sostener el ciclo de reproduccién social. [USA ALDEA LIDERAL-COMUNISTA EI mérito de The Village, de M. Night Shyamalan, seside en cOmo reproduce la esencia del modo de vida iberal-comunista basado en el miedo. Quienes calif ccan las peliculas de Shyamalan como lo peor del kitsch New Age se encontrarén con algunas sorpresas. El puc- blo de la pelicula, situado en Pensilvania, esté aislado del resto del mundo y rodeado de bosques enos de ‘monstruos peligrosos conocidos pot los aldeanos como aquellos de los que a0 hablamos». La mayor parte de Jos habitantes del pueblo se contentan con vivir segtin el pacto que establecieron con aquellas criaturas: ellos rho entran en el bosque y las criaturas no entran en el pueblo. El conflicto surge cuando el joven Lucius Hunt Incita # los monstruos a abandonar el pueblo en busca de nuevas medicinas, por lo que él pacto se rompe. Lu- ‘Gius e Ivy Walker, la hija invidente del lider dei pueblo, Geciden casarse, lo que enfurece de celos al idiota de fldea, que apufala a Lucius casi hasta mataslo, dejé dolo & merced de uns infeesién que requiere medicinas Uel mundo exterior El padre de Ivy le cuenta cl secret {dela aldea: no hay monstmuos, y en realidad no viven en 1897. Los ancianos de la aldea son parte de un grupo de terapia de apoya del siglo 30x que decidieron abandonar sos mouENcta 37 ceteramente las comodidades de s1 tiempo. El padse ie Walker habia sido un hombre de negocios millons- fo, asi que compraron ticrras, las calificaron como .” En la pelicula late de modo subyacente al deseo de re- cca un universo cerrado de autentiidad en que la ino ‘cenciaestéresguardada de la fuerza corrosiva dela mo- dernidad: «Es aceres de cémo evitar que tt inocencia seaherida porlas “eriaturas” que aparecen en tu vias el 10, Michael Agger, «Village Idiow The Case against M. Night Shyamalan>, wurslatecom/id/ 2104567 38 SORE LA VIOLENCIA desco de proteger a tus hijos al adentrarse en lo desco- ‘nocido, Si bien estas eriaturas te han herido, no quieres {gue hicran a tus hijos,y la generacién mas joven puede ccorrerese riesgo». ‘Vista més de cerca la pelicula revela una mayor am- bigiiedad. Cuando los criticos sefialaron que «la pelicu- Jn esta en el territorio de H. P. Lovecraft: uss una pale ta intensa einvernal para retracar Nuevas Inglaterra, une Inciacén a la endogamia, mencions susueradas, de “los antiguos”, “aquellos de los que no hablamos"»,” todos olvidaron tener presente el contexto politico. La ‘comunidad autosuficiente del siglo x1x evoca los nume- rosos experimentos ut6picos-socialistas que surgieron cn América Esto no significa que referencia lovectat- fiana al horror sobrenacural sea s6lo una mascara o un sefuelo, Tenemos dos universos: la abierta y modema sssociedad del riesgo» frente a la seguridad del antiguo J cerrado suniverso del sentido»; pero el precio del ‘sentido» es un espacio finito, cerrado y guardado por ‘monstruos innombeables. En ese espacio ut6pico y ce- rrado el mal no s¢ excluye simplemente, sino que se transforma en una amenaza mitica con la que la comu- nnidad establece una tregua temporal y contra Ja que debe mantenerse en permanente estado de emergenci. ‘La posibilidad de visionar las escenas eliminadas en los DVD actuales hace que el espectador se dé cuenta demasiado a menudo de que el director tenia razones de peso para eliminarlas. Con todo, la edicién en DVD 21, Shae Hanes Mt. Night Shap’ The Vilage, ‘wor gidemagasine.cotn/arcor!20 “2 Seid Eiincin, loge of the dared: More pious Hobart Me Night Shystalass, warralat.com/ia/210 bo sos WOLENCIA 39 de The Village es una excepeién. Una de las escenas bo- srradas muestra a Waller haciendo doblar una campana para avisar del simulacro de una veloz retirada alos re- fagios subterrdneos adonde han de ir en caso de ataque de las criaturas. Es como sila auténtica comunidad s6lo fueze posible en condiciones de amenaza permanente, ‘en un estado constante de emergencia. Esta amenaza ‘es orquestada, como se nos muestra, dela manera més ‘ctotalitaria» por el circulo interior, los «mayores» de la misma comunidad, con el objeto de evitar que los j6ve nes no iniciados abandonen la aldea y se atzevan a atra- vyesar el bosque hacia las ciudades decadentes. El mal en s{ mismo debe redoblarse: el mal «zeal» de la desin- regraci6n social tardocapitalista debe transferirse al mal arcaico mégico-mitico de los «monstruos». El mal e= tuna parte del circulo interior mismo: es insazinado por sus miembros. Parece que volvames aqui, junto con G. K, Chestervon, a El hombre que fue jueves, donde la mé- 13. Uno de los reproches mis essipidos hecho # la peliew le (que no differen mucho de los que se hicieron a Vergo, de iechcock) ez que srraina ol sponse desvelando el secrot an te del segundo tercio de In pelicula. Sin embargo, este mismo onocimiento hace del limo tercio-—més precisumente, el do- lororamente lento avance de Ivy através del bosque— algo mu sho més interesante, pues nos enfrenta con un claro enigma (o, come alguien ha dicho, una inconsistencis narration): 2por ge teme Tey als riataras, porque se presenta als criatures toda- ‘via como una amenaza mica cuando sabe ya que tes 0 exie= ten, que ton un fesude? En otra escena ciinada, Ivy, ts oft elppavoroso (y como sabemor, senerado artiiialmente) rondo ‘que anuncla la proximidad de las craturar, lls con desespers" éms u(Es por amor por lo que extoy aqui, as gue 0% pido gue ‘Be dojis cruzario. gPor que lo hace sabe que no hay erate Far? Lo sabe muy bien, pero aun atl. hay ms realidad en los smenazantes espectros que en ls misme relidad, 40 s08HE LA OLENA ima autoridad policisl ¢sl2 misma persona que el su- jpereriminal, que ibea una batalla contra s{ mismo. De Be mode protohegeliano, Is amenaza externa contra Ja cual luche la comunidad es su propia esencia inhe- OY qué ocurria si esto es verdad de un modo mu cho més madical de lo que pueda parecer en un primer Gnomento? (.-] la masturba- ‘ign es nuestra primera actividad sexcua, una fuente na tural de placer disponible para nosotros a lo largo de ‘nuesteas vidas y una forma Gaica de autoexpresion erea- ‘Gon, Cade ver que ce masturbas estis celebrando tu se- Shuslidad y tu capacidad innata para el places, asf que, echate une mano! [.] La mastasbacién puede ser sn eve radical, y la culeera que suprime la mascurbacién, ode tambien supzimir muches otras libertades perso- Dales Mientras celebras el Mes Nacional dela Mastusba- {én y poues de tu parte para sacar del armario el amor a Sonotios mismos, resuerda que la Ubertad erstica e sencial en cualquier parte pata el eutGntico bienestar”™ 18, Accesible en lines en wore masturbate--thon.com. soe vioueNets 6 La postura ideolégica que subyace # la nocién del ‘Masturbaratn esti marcada por wn conflicto entre su forma y su contenida: construye una colectividad a par- tie de individuos que estén listos para compartir con ‘Guros el egofsmo solipsista de su placer estipido. Esta contradiccidn, sin embargo, es més aparente que real. Freud ya sabia de la relacign entre narcisismo e inmer- sign en Ja masa, reflejada en la expresin californiana compartir una experiencia». Esta coincidencia de ca- ‘acteristicas opuestas se basa en la exclusién que com- pparten; uno no sélo puede estas, sino que de hecho esd Solo en la masa. Tanto el aslamiento individual como la fnmersiGn en la masa excluyen la propia intersubjetivi- dad, el encuentro con un otro. Esto es porque, como el [ilésofo francés Alain Badiou expres6 de modo perspi- ccez, hoy més que nunca se deberia insistir en el amor ‘como centro de atenci6n, no meramente en el placer: es clamor, el encuentzo de dos, Io que «transustanciam el placer idiota y mastusbatorio en un auténtico acontect fniento.” Una sensibilidad minimamente refinada nos dice que ¢3 més dificil masturbarse frente a otro que es tar inmerso en una interaccién cexual con él olla: el he- cho de que el otro se vea reducido al papel de observa- dor que no paricips en mi actividad hace mi acto mucho mas «rergonzoso». Acontecimientes como el ‘Masvurbaratén sefialan justamente el fin de la vergiien- 2a. Esto es o que hace de él una de las mis claras indica. Cones acerca de dénde nos situamos hoy, dela ideologia ‘que sostiene nuestra més intima experiencia interior. ‘xePor qué masturbarse?» He aqutlalista de razones _propuestas per Carol Queen: 19. Alain Badiou, Lopizuer des mondes, Paris, Editions du Seu, 3006, 46 SORRELAVICLENCIA —Porque el placer sexual ¢5 un derecho inherente de cada persona. — Porque la mastusbacién es el sexo mas seguro. — Porque la masturbacién es una alegre expresién de amor propio. — Porque la masturbaciéa ofrece numerosos bene- {ficios para la ealud, iacluyendo la atenuscién del dolor menstrual, la reduccién del estrés, Is libe- racion de endorfings, el fortalecimiento de los iisculos pélvicos, la reduccién de infecciones de prdttata en los hombres y la resistencia a i Fecciones vaginales en las mujeres. — Porque la masturbacién es un excelente ejercicio cardiovascular. — Porque cada uno es su mejor amante, Porque la masturbacién incrementa el conoci miento sexual. ‘Todo se encuentra aquf: desarrollo de la sutocon- ciencia, beneficios para la salud, lucha contra Ia opre- Sién social, la postura politicamente correcta mis radical (y en este caso nadie se ve presionado) y Ia afirmacién, del placer sexual en su forma més elemental, pues ‘cada uno €s su mejor amante>. El uso de una expre- ‘én habitualmente reservada a homosexuales (ala mas- tturbacién saca el amor a s{ mismo fuera del axmario») insinda un tipo de teleologia implicita de la exclusién sgradual de toda otredad: en pzimer Ingar, en Ia homo- Sexualidad se excluye al oo sexo (uno lo hace con otra persona del mismo sexo). Asi puss, en una especie de Burda negacién de la negacién hegeliana se cancela la auténtica dimensi6n de la otredad: uno lo hace consigo soswoussca a En diciembre de 2006 las autoridades neoyorquinas declararon que elegir el propio género —y por tanto, de ser necesario, hacerse una operacién de cambio de sexo € uno de los derechos humsnos inalienabl La diferencia final, la diferencia «tascendentab> que fandamenta la propia identidad humana, se convierte sien algo sbiervo ala manipulacién: en s lugar se af ima la plasticidad més fundamental del ser humano. El ‘Masturbaratén es la forma ideal de actividad sexual de! sujeto transgénero, 0, en otras palabras, de fd, el sujeto clevado por la revista Time 2 «Persona del afio» en el ‘nimero del 18 de diciembre de 2006, Este honor anual 1o fie para Ahmadineyad, Chavez, Kim Jong-Il 0 cual- aquier otro miembro de los sospechases habituales, sino atin: cada uno de nosotros gue usa o crea contenidos tn Ia World Wide Web. Le portada mostraba un pe- ‘Quefio teclado con un espejo en vex de monitor, donde Eada uno de los lectores podiamos ver nuestro propio reflejo. Para justificar su eleccién, los editores citaban cl giro de las instituciones hacia los individuos, que es- tin emergiendo como los ciudadanos de la nueva de- moeracia digital “Hay mas de lo que vemos en esta eleccién, yen més de un sentido. Si hubo alguna vez una eleccién ideols- ‘fea, es 6st: el mensaje (una nueva ciberdemocracia en, Ta que millones de personas pueden comunicarse direc tamente y organizarse, evitando al control centralizacio del Estado) encubre una serie de huecos y tensiones molestos. El primer y obvio aspecto irénico es que quello que ve cualquiera que mire la portada de Time no es otro con el que élo ella se supone que se interze- laciona, sino su propio zeflejo. No sorprende que Leib- riz sea una de las referencias flosdticas predominances 48 08S LA VOLENEIA centre los te6ricos del ciberespacio: zno va de la mano SSuestra inmersion en el eberespacio con nuestia te Succign a una ménada ledbnisiana que refleja el univer fo catero, sunque «ain ventanas» que puedan abrisse Gicectamente ala realidad exterior? Podifa devise que lpico eibernausa de hoy, sentado solo frente ala pan- falla del PC, es cada ver mas una ménada sin ventanas dicectas ala realidad que s6lo se encuentra con simula: ros virtuales, y ademas inmerso mas que nunca en una red de comunicaciones global. El Masturbaratén, que construye un colectivo a partir de individuos dispues- tos a compartir el solipsismo de su propio goce extdpi= do, ela forma de sexualdad que encaja ala pesfeccién con estas coordenadas iberespaciales, ‘Alsin Badiou desarrolla la nocign de mundos «ato- aaless —monde atone-—que carecen de la intervencién que impongaun orden de sen- tido en la confusa mulkiplicidad dela realidad” ‘Aqui ebvervamos el lado oscuro de la «liberacién se- ‘uals de la década de 1960: Ia plena mercantilizaci6n, Ge la sexualidad, Houellebecq retrata, en la mafiana posterior a Ia revolucign sexual, la esterilidad de un Universo dominado por el imperativo de goce del su peryé. Todo este trabajo se centra en la antinomia entre Emor y sexualidad: el sexo es una necesidad absoluta y Tenuaciar a ella es marchitarse, asf que el amor no pue- de florecer sin sexo de forma simulténea, sin embargo, ‘Glamor es imposible precisamente a causa del sexo: el Sexo, que «prolifera coma el epitome de la dominacién, ‘el capitalismo tardio, ha tefiido permanentemente las telaciones humanas como reproducciones inevitables de la naturaleza deshumanizadora de la sociedad libe- tral; esencialmente, ha arruinado el amor». El sexo.e5 Gntonces, por expresarlo en términos derrideanos, la Condicién simultinea de posibilidad © imposibilidad del amor, Vivimos en tna sociedad en la que se da una especie de identidad especulativa de los opuestos, Ciertas ca- Tacteristicas, actitudes y normas de vida no son ya per Gibidas como si estuvieran marcadas ideol6gicamente, Sino que parecen ser neuttales, no ideol6gicas, natura les, de sentido comin. Designamos como ideologia lo ‘que se mantiene fuera de este contexto: el celo religioso Guzemo o la dedicacién ¢ una orientacién politica de- 124, Nicholas Sabloff, Of Filth and Frozen Dinners», Cov so Review, ie de 2007, pig 30. ‘25. Ibid pag. sos mounvcia a teminada. La clave hegeliana seria gu que os precise- sponte laneutralizacion de algunas caracterisicasen un Zontexto aceptado con espontancidad lo que define ia ‘Sealogin en ta graclo mie puro y elective. Esta es la sceincdencia dene opueston» dlalectic: la ctoaize- Sn ce una nociéa © tna ideslogia en su grado mis puro coincide con, © ms precisamente, aparece como Jr opuesto, come no ideologia. Mutatit mutandis, lo snismo ocurze con Ia violencta. La violencia socialtim bolics en sa grado mis puro aparece como su opuesto, como la espontaneidad del medio en que vivir o del fire que respirams. Esta es la razén de que los delicados comunistas libe- rales —asustades, preocupados, contraros a toda Vio- lencia—yl explosin de rebia fundamentals cean las dos carsa de In misma moneda. Mientras que lachan contra la wolencia subjediva, los comuniates Uberales toalosauténtices agentes dela viclencia estructural que jes las condiciones para las explosiones de viclencia subjelive. Lox mismos flistropos que donan mallones Part alaca cong ida a accion lee an frinado la vida de miles de personas por medio de Ia ‘Spectlain financiers, creando asi las condiciones del {urgimlento dela misma intleranciacontrala que selo- ‘haba. Enlas décadas de 1960, 1970se dian comprar Powtles enérias de una cbles en bike o en eatnsén Cando se movia un poco la postal ose mabe desde serpents deans op deep recia como por arte de magia y mosteaba el cuerpo des- do dela chica Cuando os bmbusdetn con noses tspetanzadores tobre cancelacioner de deudas o gra der campeliasumaniarias para erradicaruina pligrosa tpidemia, simplemente debemos girarun poco postal 2 SOERE LA VOLENEIA para echar un viswazo fuga2 ele obscena figura del liberal comunista que acta por debsjo. ‘No deberiamos hacemos ilusiones: los comunistas liberales son en la actualidad cl enemigo de cualquier Iucha progresists. El resto de los enemigos —fundamen- talistss teligiosos y terroristas, ineficaces y corruptas urocracias de Estado— son personajes concretas cuyo ange caida dependen de circunstancias locales contin- sgentes, Precisamente porque quieren resolver todas las isfunciones secundarias del sistema global, los comu- -nistasliberales som la encarnacién delo que esti mal en’ el sistema como tal. Es necesario tener esto presente fen todas las aianzas ticticas y compromisos que se hace preciso adoptar con los comunistas liberales cuando fe lucha contra el racismo, el sexismo y el oscurantismo religioso. Qué debe hacerse enconces con nuestro comunista liberal, quees sin duda un buen hombre y esté realmen: te preocupado por la pobreza yla violencia en el mundo y puede afrontar estas preocupaciones? En realidad, {qué hacer con un hombre que no puede ser sobornado ‘porlos intereses de las corporaciones, puesto que es co- [propietatio de elas, que sabe lo que dice acerea de Iu- char contra la pobreza porque se aprovecha de ella, que ‘express con sinceridad su opiniéa puesto que es ten po- eroso que puede permitirselo, que es valiente y sabio s Is hora de llevar adelante de forma despiadada sus em- presas y no considera sus ventajas personales, puesto ‘que todas sus necesidades estén ya satisfechas, y que ‘ademés es un buen amigo, en especial de sus calegas de Davos? Bertalt Brecht proporcioné una respuesta en su poema «La pregunta sobre el bien»: 305 woumNcna 3 Da un paso al fente: ofmas que eres un buen hombre No pueden compearte, pero el rlampago ‘que golpes la casa tampoco puede ser compra: Mantienes cu palabra Pero 2que dijste? Eres sincero, das tu epinién. Qué opinidn? Exes valence Contra quién? Eses sabio. Para quién? No pestigues ta bencficio personal. Qué persigues entonces? ‘Eres un buen amigo. Eres también un buen amigo dela gente buena? ‘Feciichanos: eabemos aque eres nuestro enemigo, Por ello fe pondeemos frente al muro, Pero en consideracién ‘aus mértos y buenss cualidedes fe pond frente a un buen muro y te dispararemos ‘con una bala buena de un arma buena y te enterraremos ‘con una pala buena en la buena tierra 26, Bertolt Brecht, «Veshoer des Guten», en Werke, vol. 18, procs 3, Prankfare, Suhkamp, 1993, pags. 502.303

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