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Modernidad y
escuela:
los restos
del naufragio
1a escuela €s una instnuci6n social y un producto historico. A 1 lr
0 de los anteriores capitulos, hemos cratado de mostrar cémo fue
cambiando a través de la historia y cOmo es atravesada por las nuevas
tendencias de la vida contemporinea.
Quecemos ahora analizar cmo se modifi la forma de pensar la
relacign entre la escuela y la sociedad, vinculada con cambios en las
condiciones de existeacia. Partimos de identficar el “malestar pedago-
gico, la crisis de Ia institucién escolar, y dltimamente, la central
de la educacién en muichos discurs0s politicos y culturales, como sin-
tomas de cambios profundos, aunque no suficientemente explivitidos.
Hoy todo e! mundo declara ocuparse de la educacién, Maestros, pa-
dres, polticos, direcivos, estudiantes, profesionales, empresarios han
converido a la educacién en una de esas palabras que sOlo parecic:
fan convocar sentidos positivos y funcidnes fundamentales. Pero algo
pasa cuando se transita el camino desde el lugar de Ia educacién en
aa del sistema educati-
No se trata de juzgar tales brechas sino de tomar nota de su exis:
tencia, Una reciente encuesta de nivel nacional acerca del sector edu
cativo arroj6 interesantes resultados: la mayoria de la gente pensaba
que la calidad de la edueacién habla empeorado. Al mismo tiempo,ECCION DE EDUCACION Maceo canuso - nts Dus,
99:
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Ges uals partes de los encuestados se mostraban satisfechos con la
educucién que recibian sus hijos. Quién es el que recibe, entonces,
esa educacién de mala calidad? Los otros, Pareciera que los juicios ne-
gativos generalizantes, tan en boga cuando se habla del ceria, no nos
Sirven para tener una vision mas rica de Ia educacién actual,
de
Ia escuela como templo de saber, de! maestro como apéstollaico, de
las fiestas pitrias como dias de culto nacional? Nos aleiamos aqui de Ia concenen de Banes de Is Miles. que sostiene el
caticerwdeologco,eetendd cor fasa ennciencln de los mito pees a ovion
Te Lala (1990) de fos kos como expesieneas eonsiatvas de
De Seraaance a 108 Snesan we
Exo no depende sohmente de buenas volunadess 88 ebviNe)
proceso de desinversion edhucativa vivide en los dikimos altos ha vx
Gucido una pobreza no slo nterial sine también simbdlica de lo ¢s-
colar, eada dia mis atads a sobrevivir. Este Fendmeno de quiets)
la vida escolar no es taicamente argeatino. En Alemania, aparcep
quiejas priblicas dle formadores de maestros que plantean qu +
10%6 de los docentes se comportan de manera innovadors. Hse sve
idm se agrava en una sitwacion como ls avasira, donde el docente es-
{5 obligado a tener varios tabajos para sobrevivir 0 donde sus inicia-
tivas son muchas veces desilertadas (Bra
cugstion de la pobreza simbélica (de ideas, ereativic:
cia, proyectos, discusiones) fue definicla por Roland Barthes como *2-
simbolia’, carucceristica que acompada a fa desestructuraciOn de las
socieddes (Barthes, 1986). Peco nbsarr0s queremos peasar que tod
via es posible, en la busqueda por mejores condiciones de trabajo,
proclucir respuesias nuevas, imaginar otros mandos posible.
Enfreatarse con “los restos del naufragio" (Colom y Melich, 1998
como se ha clenominado a Ja pérdida de la confianza ciegi en a es-
colaritad, require ver que la sociedad ha cambiado profundamente,
y que bs escuela tiene que cambiar, si no quiere quedar girando en el
vvacio. Y que también hay que repensar su lugar en ef mundo. Sste-
ner Una posicién posmoderna selacivamente optimista implica ver que
Ia relaciOn educacion/sociedad no es ya In promesa automdtica mas
edueaci6n=mejor sociedad. Pero también hay que destacar que, si
es cierto que Ia critica posmoderma fibera a ka escuela de este peso,
tampoco la desresponsabiliza de lo que pase en la sociedad. Haba
que avinzar hacia optimismos locales, puntuales, siwacionales, par-
tiendo de usa posmoderidad vista ais como posibilidad que como
peligro, °
Hemos recorrido una serie de conceptos que nos pacecen tiles pa-
5 pensar, en esta direcci6n, otras priiticas, y pata empezar a ima
nar otras lugares para [a escuels. Quisimos enriquecer nuese cult
pedaggica, a partir de ls preguntas que surgen de este momento cule
tur, con conceptos desarroliadas en otros campos, revisando las n0-
ciones de cultura, sujet, pode, Is teorias Blossticas y socioldgicas de
Ja posmodernidad. Sabemos que una escuela que nO se crea el tem
plo del saher es una tarea a imaginae. No tenemos experiencias pre-
Vins sobre ella, Seyuramente hay muchas microeeperiencias que n
pueden orientar sobre cémo incluir oteos concenides, cémo procesae
mejor los conflictos, cémo construic una aucoridad mis democritica.
Pezo quizés no exista (nasotcos al menos no lo conocemos) un mode-
Jo instinicional probado y extendido sobre et cual apoyarnos. Ojals es-
te libeo sea vn pequeio apoite para emperie a imagi
|, independen.